LA NASA
La palabra "NASA" significa Aeronáutica Nacional y Administración
Espacial. (National Aeronautics and Space Administration, por sus siglas
en inglés). El término Aeronautics viene de las palabras griegas para "aire"
y "navegar". La sede de la NASA se encuentra en Washington.
Tiene la función de coordinar todas las investigaciones espaciales y los
programas de desarrollo aeronáutico para fines no militares.
Se marca su nacimiento el día 29 de julio de 1958 – cuando el gobierno de
Eisenhower aprobó la National Aeronautics and Space Act (Ley Nacional
de Aeronáutica y del Espacio)–, aunque su puesta en marcha se produjo
hasta unos meses más tarde, el 1 de octubre de ese mismo año con cuatro
laboratorios y unos 8.000 empleados.
Esta agencia de programas espaciales de EEUU se creó para sustituir a
la entidad NACA (Comité Consultivo Nacional para la Aeronáutica) que
desde 1946 había venido realizando experimentos con aviones cohete,
como el supersónico Bell X-1.
Los programas de aviones cohetes experimentales iniciadas por NACA se
extendieron a la NASA como apoyo para los vuelos espaciales tripulados.
Aunque en toda su Historia, la NASA ha llevado a cabo muchos programas
de vuelos espaciales tanto no tripulados como tripulados.
Durante la Guerra Fría, el funcionamiento completo de la NASA estuvo
marcado por la dura competencia entre EE UU y la antigua URSS, lo que
se conoció como “la carrera espacial”.
De hecho, el nacimiento de la NASA fue producto de los avances
soviéticos en materia espacial: los rusos lanzaron en 1957 el primer
satélite artificial, el Sputnik 1, algo que los norteamericanos interpretaron
como una amenaza que necesitaban contrarrestar.
A lo largo de su historia, la NASA ha desarrollado programas tan
destacados como el Mercury, el Gemini o el Apolo, con el que sufrió sus
primeras pérdidas humanas -el Apolo 1 se incendió en la rampa de
lanzamiento y murieron 3 astronautas-, pero fruto del cual el hombre
consiguió llegar a la Luna en 1969 –Apolo 11–.
El programa Mercury comenzó en 1958 con el objetivo de descubrir si el
hombre podía sobrevivir en el espacio exterior.
El 5 de mayo de 1961 Alan B. Shephard fue el primer astronauta
estadounidense al pilotar la nave Freedom 7 en un vuelo suborbital de 15
minutos.
John Glenn se convirtió el 20 de febrero de 1962 en el primer
estadounidense en orbitar la Tierra, durante un vuelo de 5 horas con la
nave Friendship 7, que dio tres vueltas a la Tierra.
A este programa le siguió el exitoso Apolo, que logró importantes hitos en
los vuelos espaciales. Por el momento es el único que ha enviado misiones
tripuladas más allá de la órbita baja terrestre y que ha posado alguna
persona en otro cuerpo celeste.
Tras las disputas por la hegemonía de la conquista del Espacio, en 1972,
el presidente estadounidense Richard Nixon y el primer ministro soviético
Alexei Kosygin acordaron una misión tripulada conjunta al Espacio y
declararon su propósito de que todas las futuras aeronaves tripuladas
internacionales tuvieran la capacidad de acoplarse unas a otras.
Esta misión incluyó experimentos científicos tanto conjuntos como
separados y aportó experiencia compartida entre ambos países, sobre
todo en el campo de la ingeniería, para futuros vuelos espaciales soviético-
estadounidenses.
Entre otras misiones importantes a partir de 2010, la NASA comenzó a
retirar de circulación los transbordadores para completar la construcción
de la Estación Espacial Internacional (ISS).
La 10 misiones más importantes de la NASA
1) Explorer 1, primer satélite artificial de occidente (1958)
2) Alan Shepard llega al espacio (1961)
3) Programa Apolo (década de los 60)
4) Apolo 13 (1970)
5) Pioneer 10 (1972)
6) Transbordadores espaciales (1972)
7) Telescopio espacial Hubble (1990)
8) Misiones a Marte (1997)
9) Chandra, telescopio de rayos X (1999)
10) Vivir en la Estación Espacial Internacional.
La Nasa ha vuelto a poner sus ojos en la Luna. El Gobierno de Donald
Trump se ha propuesto regresar allí más de medio siglo después, en
2024, como etapa previa al gran salto a Marte de 2030.
En un plazo de solo cinco años, un hombre y por primera vez una
mujer pisarán el satélite. El nuevo programa de la NASA para
conseguirlo se llama Artemisa. Como es habitual en la historia de la
astronáutica, el nombre no es gratuito. Artemisa es la hermana melliza
de Apolo en la mitología griega. Y su objetivo también es inaugurar una
nueva era en la exploración espacial.
Los planes pasan por construir previamente una estación espacial que
orbite el satélite, que se llamará Gateway ("Puerta de acceso", en
inglés), que debería construirse en 2022 y que serviría como base para
las misiones tripuladas a la Luna y después a Marte. Más adelante,
también está prevista otra base permanente en la superficie lunar.
El programa Artemisa tiene una doble columna vertebral: el sistema de
lanzamiento de cohetes SLS (Space Launch System) y la cápsula
Orión, ambos proyectos con importantes retrasos en su desarrollo.
El Space Launch System es un cohete pesado de cuya producción se
está encargando Boeing. El plan original preveía un primer vuelo en
noviembre de 2018, pero la NASA lo retrasó a junio de 2020.
Recientemente, la agencia ha reconocido que tampoco podría cumplir
con este plazo, sin aclarar cuándo logrará finalmente poner en el aire
por primera vez al SLS.
El SLS es un cohete pesado de cuya producción se está
encargando Boeing. NASA
Gracias a esta familia de lanzadores, la NASA prevé enviar tripulación
o cargamento en misiones de exploración más allá de las órbitas bajas
de la Tierra. Los SLS son el equivalente moderno de los
mastodónticos cohetes Saturno V, que posibilitaron la exploración
humana de la Luna a finales de la década de 1960 y comienzos de la
de 1970.
Estos lanzadores también son la gran baza estadounidense para
superar la dependencia de los cohetes rusos Soyuz, empleados en la
actualidad para enviar a sus astronautas a la Estación Espacial
Internacional; y de los Proton, para transportar componentes. Si
finalmente el desarrollo de los SLS no llega a tiempo, la NASA podría
apoyarse inicialmente en compañías privadas como las
norteamericanas SpaceX o Blue Origin, cuyos cohetes reutilizables
representarían una opción viable para ir a la Luna.