152 MICHAEL TAvuzzt
continuing Thomistic School came to associate, in a rather uncritical and
certainly unhistorical manner, the doctrines of Hervaeus with those of
Durandus his greatest antagonist during his life-time. Second, and here
I simply make my own a remark of Martin Grabmann (18), in a century
like ours when the nature of intentionality has been the central issue Ior P. MAURICIO BEUCHOT, O.P.
more than one philosophical movement the Thomistic School might well Director Reoista «Analagia », Mexica
have been enriched by a greated familiarity with the works and doctrines
of Hervaeus who, despite his defects, is to be considered as the Thomist
who has dealt most thoroughly with the matter. LA ESENCIA Y LA EXISTENCIA
EN LOS ESCOLASTICOS POST-MEDIEVALES.
LA LUCHA ENTRE FRANCISCO SUAREZ
Y JUAN MARTINEZ DE PRADO
1. Tomistas post-medievales
La comprensi6n de 1:1distinci6n real, pcro no Hsica sino metajlsicn,
que cstablece Santo Tomas de Aquino entre la esencia y la existencia 0
esse de los entes naturales encierra una gran dificultad. A fin de mani-
(estar esia dificultad, pueden verse algunos ejemplos de tomistas celebres
que no entendieron bien (0, por ·10 menos, no completamente bien) esta
doctrine. Hagamos un breve recorrido.
Muchos tomistas entendieron la distinci6n real esencia-existencia co-
mo si fucra de dos casas distintas y separables; por 10 tanto, mas como
una distinci6n Hsica que metaffsica. Algunos incluyen entre estes tomis-
tns ill propio Cayetano ('). Tarnbien se incluye a Capreolo e). Por influjo
de 6sle, Pablo S6ncinas la entendi6 como una distinci6n mayor que la de
raz6n 0 intencional, pero menor que la real; pues entonces podria la
csencla existir sin la existencia e). Silvestre de Ferrara y Crisstomo Ja- .
velli, as! como Domingo de Flandes habrian incurrido en 10 mismo: una
distinci6n demasiado real, en el sentido de demasiedo Iisica (mas que
rncialfsico, que es la que quiere Santo Tomas). Sin embargo, Bafiez deda
que todos ellos -01 igual que el- sostenian la autentica doctrina tomista.
Pnrn los misrnos tornistas espanoles de la afumada escuela de Sala-
rnnnca, no sicmpre Cue iodo tan claro. francisco de Vitoria se ernpefiaba
{I) AI"iltlnc.lo 'SU ICXW en el comentario al De ente et essentia de Sto. Tomas,
(·d. M. 1J. Laurent, Turfn, 1934, p. 161.
(2) CfJ. CAPRI<OI.O, Delensiones Tbeologiae, lib. I, d. 8, q. 1, Turin, 1900, p. 330.
(I) err. P. S6NCINAS, Quaestiones Metaphysicales, Jib. 4, q. 12, Lyon, 1579,
(77) Cursus Pbiiosopbicus, Taurini, 1930, r. 285 ff.
(78) MG, r. 429. 1821.
154 MAURICIO BEUCnOl'
LA ESENCIA Y LA EXISTENCIA EN LOS ESCOLASTICOS 155
mucho en asentar que no se distinguian como dos cosas, sino como dos seguia la doctrina de Sto. Tomas, mientras que Cano en este caso no hace
partes metafisicas de un mismo todo, esto es, con distincion que el llama referencia alguna directa a las ensefianzas de Sto. Tomas. Y as! como es
« metapbysica », para distinguirla de la Ilsica, Esto 10 dice en su cornen-
verdad que se puede seguir a Sto. Tomas mientras se esta en desacuerdo
con Cayetano y Capreolo, tam bien es verdad que Sto. Tomas nunca Ilamo
tario In lam Partem de la Summa Tbeologiae del Aquinate, redactada en
1531-32 (4). El argumento de Vitoria para probar que no se disringuen a la existencia un modo de la esencia; esta doctrina es de los escotistas.
como dos cosas es que se la esencia fuera una cosa distinta de 19 existen- Parece, pues, que Melchor Cano sigue en realidad a Duns Escoto y no
a Santo Tomas. Esto es 10 que en realidad iban a pensar los posteriores
cia, podria existir sin necesidad de la existencia, 10 cual es absurdo. Pero,
filosofos de Salamanca, por ejemplo Juan de Guevara (m. 1600), Francisco
en otra parte, el mismo Vitoria, a la hora de expresar su opinion y no
Zumel (m. 1607) y Pedro de Ledesma (m. 1616)) eO). Todo ello nos
solo de exponer 1a de Sto. Tomas, dice que « es una cuesti6n dudosa,
porque est opinion [la de 1a distinci6n real, de Sto. Tomas] sosriene que muestra la dificultad que encerraba la celebre distinci6n real entre esencia
y existencia, que fue interpretada de divers as maneras.
el ser de existencia es cierta entidad, no accidental sino substancial, y,
sin embargo, imperfeta y distinta de la esencia. Pero yo digo que, aun Domingo de Soto, en un comentario a 1a La. Pars (de 1535-36) se
sosteniendo 'que el ser no se distingue de la existencia (10 cual pienso opone tam bien a entender la distincion real como entre cosa y cosa (11).
mas verdadero), aun es una cuestion dudosa ... », Afirma esto en su co- Sin embargo, daro que acepta la distinci6n real, e insiste en ella (2);
mentario a la Tertia pars, q. 17, a. 2, inedito (1537-38) (5). Mas aun, pero la entiende -al igual que Cano- como la distincion entre un suje-
cree que tampoco fue opinion del Aquinate: « Pero Santo Tomas 5610 to y un modo suyo, p. ej. entre Socrates y su estar sentado. AS1, para el
quiere en las creaturas el ser se distingue de la esencia, esto es, no real- la existencia es un modo accidental de la esencia (13). Esta postura se
mente, sino que en las creaturas el ser de existencia no es un predicado repite en otras obras de Soto y le es atribuida por otros escritores salman-
esencial ni es de la esencia de la creatura, mientras que en Di05 el ser de tines posteriores que la cornentan, como Juan de Guevara, Domingo Ba-
existencia S1 es un predicado esencial y de la razon de su escncia ... » (6). nez, Francisco Zumel y Pedro de Ledesma, quienes la atribuyen tambien
Sin embargo, mas tarde (en otro comentario manuscrito lit Primam Par- a Cano y dicen correctamente que es una distincion escotista, aunque no
tem, de 1539-40), Vitoria dice que Sto. Tomas si sostuvo esa docrrina ('l. la sostenida por Escoto en este punto de la esencia y la existencia (14).
Es decir, de joven no acepto esa distinci6n, y poco a poco se (ue incti- Por su parte, Pedro de Sotomayor, en un comentario a la la. Pars,
nando hacia ella segun avanzaba en edad. con dos redacciones (1553 y 1556) que dicen substancialmente 10 mismo,
Melchor Cano, en su comentario a la la. Pars, de 1547-48, sostlcnc sostiene Is distinci6n real, pero enfrentandose a Soto y los nomina1istas,
la distincion real (8); mas, sin embargo, hay una dificultad con un manus- en defensa de Sto. Tomas (IS). Esta de acuedo con Vitoria y en contra de
crito en que tambien comenta la la. Pars y en el que )10 19 accpla, por Cano, Soto y su maestro Bartolome de Carranza.
considerar que seria de cosa a cosa, como en Cayetano y Capreolo -segun Mancio de Corpus Christi tiene tambien un comentario a la 1a Pars,
el los interpreta- (9). Dice que se distinguen no como cosa y cosa, sino Je 1570-71. Picnsa que Cayetano, Capreolo y Soncinas distinguen entre
como cosa y modo de la cosa. Es curioso no tar que «( en este Icxto Cllno cosa y coso (<< realiter tanquam duae emitates et realitates realiter dis-
esta de acuerdo con Francisco de Vitoria en que esencia y exislencia son tinctac ») Cn). Llega a decir que los tomistas de su tiempo aceptan la opi-
distintas pero que no son dos cosas. Vitoria, no obstante, pensaba que ni6n de Escoto, pues Sto. Tomas nunca distinguio esencia y esse como
cosas compJetamente diversas, y para que se salvaguarde Ie distinci6n real
basta con unn dislinci6n menor (que es una distinci6n escotista, i. e. ]a
(4) Es un comentario im;dito, citado por iL. A. KENNEOY, «Lo doclrillH {it' 111
existencia en la Universidad de Salamanca durante el siglo XVI », en ArcbilJ(I ~rllO-
(10) KI'NNII)Y, Ibid., pp. 21-22.
16gico Granadino, 35 {l972), pp. 8-10. Kennedy reproduce largos pdrrofO$ de eso.
(II) I" It/fll. Parlem, en KENNIlDY, Ibid., p. 25.
texws ineditos de aos maestros salmantinos. Son los que utilizamos.
(5) Citado por KENNEDY, Ibid., p. 12.
(Il) efl'. IbM., p. 26.
(6) Ibid., p. 13.
{II) cr r I bId, I'P. 27·28.
(1) Citado por KENNEDY, Ibid., p. 15.
(14) CI •• I/J/ll., fl . .30.
(I~) (h 111M., p. 36.
(8) KENNEDY, Ibid., p. 17.
(9) Cfr. KENNEDY, Ibid., p. 19.
(1ft) 1I".J. I' 42
156 MAURIClO BEUCHOT LA ESENCIA Y LA EXISTENCIA EN LOS ESCOLASTICOS 1.57
[ormalis ex natura rei) {17). Por elio prefiere la opinion de Escoto y no tintos de los que tenian en el sistema tomista original. Por eso en oca-
la de Cayetano y Capreolo. Asi, Mancio, al igual que Cano y Soto, sigue siones da Ia impresion de que «esencia» y «ser» 0 «existeocia» no
mas bien la escuela escotista que a Sto. Tomas. Lo haclan para defender designan 10 mismo para el y para Santo Tomas eO).
una disrincion real no Iisica, sino metaffsica; i. e. no «material », sino Sin embargo, aon cuando debamos atender a la posibilidad de que
« formal », y por eso caian en la distinci6n formal ex natura rei, que los terminos tengan una semantica distinta en Santo Tomas y Suarez,
es de Escoto, aunque el mismo no la aplicaba a la esencia-existencia. podemos mirar la misma definicion que da el Doctor Eximio de esencia
Bartolome de Medina, en un comentario a la la. Pars de 1574-75, y de existencia, para ver si esto ocurre 0 no. Entiende la esencia como
acepta la distincion real metafisica, en seguimiento de Vitoria y Pedro « esencia actual », esto es, la esencia no como mera posibilidad, sino como
de Sotomayor. Y nos da la siguiente interpretacion de Vltoria: «Vitoria, cierta actualidad el) y la existencia como « ser de existencia » (esse exis-
cum iunior esset, dicebat se non intelligere quid sit hoc esse distinctum tentiae), es decir, «eI vocablo 'existencia' en rigor no significa la exis-
ab essentia in rerum universitate existente; nee enim poterat imaginari tencia (como dicen) en acto designado, 0 como concebida y solo en po-
istam admirabilem entitatem distinctam. (...) Sed cum pater doctior ef- tencia, ...sino que la signifies solo en acto ejercido, 0 como actual; en
fectus mutavit sententiam et dixit aperte esse et essentiam di££erre rea- efecto, nada repugna a este estado de la existencia ser significado con
liter ... » (18). otro vocablo, y para este fin parece inventado el vocablo 'existencia'. De
Y aun encontramos a Juan Vincent (mas [oven que Bafiee), que, en donde por ]0 mismo que la cosa abstrae del existir en acto ejercido, ya
un comentario a la La. Pars de 1584-85, se inelina a la distinci6n real no se concibe la existencia en cuanto se significa con este vocablo» 2). e
entendida como entre dos cosas. Este autor, « habiendo ... establecido que Ahora bien, si la esencia se entiende como esencia actual. ya no se pre-
se trata de una distincion real, ...concluye que, aunque es probable que serva el mismo sentido que a la esencia habia dado Santo Tomas. Ya con-
se trate de una distincion formal, es mas probable que se trate de una tiene un elemento de actualidad, mientras que el la concebla como po-
distindon entre dos cosas, el se inelina a admitir la probabilidad de una tenda (3). Por eso es comprensible que para Suarez es ya poco 10 que
distincion formal, porque esta doctrina escotista es suficiente para salva Ie afiade la existencia; de hecho es solo el ejercicio de la actualidad que
guardar la doctrina de que la existencia es recibidn por la csencin como tiene ya como esencia actual (como si ya tuviera una cuasi-existenda la
el termino de ]a misma. Domingo Bai'iez tambil~n admite estn j)l'obnbilidod, esencia « actual»). Es solo un modo que Ie da el ejercicio de un acto que
auoque, al igual que Vincent, piensa que es menos probable que la postll' ya liene «signate» 4
e). Y por ello no extrafia que la esencia actual y el
ra de que la esencia y la existencia difieren como dos cos as scparnbles ser de existencia se compongan entre sf 5610 con una composicion de
Vincent considera mas probable est ultima, porque posibililn una expli-
cacion de las re]adones entre esencia y existencia, major que la posturn
de los escotistas. Ademas, ofrece una mejor explicaci6n de c6mo Dios·Jlijo (20) De hecho, Jose HellIn, siguiendo a Monaco, habla de que 10 que en Suarez
asumio la naturaleza humana sin asumir su existencia » (19), es 10 esencin serln In esencia actual y la existencia seria la subsistencia. Cfr. J. HE-
LUN, «,DcCiendc Suarez la real distinci6n de existencia y esencia en las creatu-
II. Francisco Suarez, S.]. y Juan Martinez de Prado, O,P. us? », cn PI!IIsamieltto, 9 (l953), pp. 490-499.
(21) Cfr. F. SUAREZ, Disptltatioltes Metaphysicae, disp. 31, sec. 6, n. 21. Ll'
La posicion de Suarez -el campeon de los fi16sofos y te61ogos jcsui- nbreviarcmos asf: OM, 31, 6, 21.
(22) Ibidem.
tas, tomista en intencion, pero en realidad alejaclo de el y a veces con- (U) ESle sentldo 10 concede y 10 precisa J. GOMEZ CAfFARENA, «Semido de
trario, como en este caso del problema de la relaci6n entre escncht y cxis· In composicl6n de scr y cscncio en Suarez », en P{:,lIsQllli,'II/o. 15 (19591. pp. 135·154.
tencia- parece sencilla a primera vista, pero conviene no perder In nd- oonuc illSislc en que parR SlIIII'cZ cl problema dc la dislinci()n se plante:! entre la
vertencia de su complejidad. Algunas veces los mismos lerminos nU<.Juic. cscllcia oe/IIIII y el scr de existellcia, para resolver el ptoblema de la dislincion
entre Dios y Jos crcocurns. Y explica: «Tal distinci6n va finalmente a establecerse,
ren en su sistema otra connotadon, 0 aUn otto significado complclO, dis-
no Yll entre e1 ser de exlstencia y In esencia actual, sino entre el ser de existencia
(1(11101,e/uciiado, y In esencia que prescinde de la actualidad y puede en algOn sen-
lido 1l0l11RI'Se potellcial (ounque no por exclusion de la actualidad)) (l bid., p. 136).
(17) Cfr. Ibid., p. 43. Aunlille, si no se prescinde totalmente de la actualidad, no se ve en que sentido
(18) Ibid., pp. 49-50. Jluedc Il11ll1BI'6t potencial esa esencia.
(19) Ibid., p. 66. (24) DM, H, 12, ,.
, ,
J58 MAURICIO BEUCHOT LA ESENCrA Y LA EXISTENCIA EN LOS ESCOLASnCOS 159
razon y que tarnbien con una distincion igualmenre de razon se distingan Y finalmente otra que es como intermedia, de modo que un extreme
entre sf. s~yo sea solo' una razon 0 esencia real concebida precisamente, y el otro
Suarez 10 expone de la siguiente manera: «Mas, segun nuestra opi-
nion, hay que decir que la cornposicion de ser y esencia solo anal6gica-
sea una existencia actual» 8). e
En el fondo Suarez esta diciendo que la existencia no es algo real-
mente se llama composicion, porque no es una cornposicion real, sino mente distinto de la esencia en las creaturas porque -para el- nin?una
de razon; en efecto, la composici6n real solo es de extremos distintos cos a puede ser sacada fuera de la nada por algo distinto de ella; y si l?s
en la realidad; pero aqui los extremos no son distintos en Ia realidad, tomistas pretenden que la esencia es sacada fuera de Ia nada por 1~ ~Xls-
como 10 mostraremos; Iuego Ia composicion de eIlos no puede ser real» (25). tencia, 10 que estan haciendo es que Ia existencia no sea ~Igo distinto
Por eso tambien afirma: «Digo ... que en las creaturas la existencia y la de la esencia. Pero esto 10 estudio profundamente un tomista un poco
esencia se distinguen 0 como el ente en acto y el ente en potencia; 0, si posterior a Suarez, el dominico Juan Martinez de Prado (muerto en 16~8).
ambos se toman en acto, solo se distinguen por la razon con algun fun- Este, siguiendo a Capreolo y a Domingo de ~landes, responde a Suarez
damento en la realidad [solum distingui ratione cum aliquo [undamento que la existencia no es, con respeeto a la esencia, a.1~0que se d~ ante.s de
in re], la cual distincion sera suficiente para que digarnos absolutamente ella y la saca de Ia pura nada, sino que en su relacion co nla existencia ~a
e
que no es de la esencia de la creatura existir en acto» 6). esencia ya esta siendo de algiin modo. Lo expresa diciendo que Ia esencia
Suarez aporta su argumentacion, sobre todo en vista de dos posibles no esta fuera de la nada de todos los modos, pero .sl. de. algun mod~, a
objeciones que se Ie enfrentan. Una es la de que Ia composicion de raz6n saber en cuanto tiene un acto de ser de esencia quiditatiua, y de: ahl es
es solo fingida por la raz6n, y ella no bastarfa para pertenecer con pro- , d f" (29)
pasada por la existencia a un acto e ser ,IS~CO '. , .
piedacl a las creaturas. A ello responde que 10 que el propone es una dis- Asimismo de esa disputacion 31 de Suarez, seCClon 0, num. 11, brota
lincion de razon no fingida por el inte1ecto, sino con fundamento ill reo la objedon co~tra los tomistas de que la existencia (que segun elios se
Tal fundamento real es que la creatura no tiene de suyo (i.e. como esen- aiiade a la esencia) tendria a su vez otra esencia y, sin embargo,. eUa ~s
cial) el existir en acto, sino que solo es un ente potencial, que pucdo parti- su propio ser 0 existencia; por ello, ya por 10 m:n~s ~~y alguna eXlstencla
cipar el ser de otro (Le. tiene como esencial el poder participar el ser). que se identifica con su esencill, y no tiene dlstlnClOn .real respect? ,de
Anade Suarez: «Y digo que es de su esenda, si el ente creado se toma ella. De otra manera, si era existencia afiadida a la esenCla ~o fu~se Iden-
como ente en acto; pues, si se toma en potencia, no podra ser dc su lica a ella, pedida una esencia que, a su vez, exigida otra eXls.te~~la, hasta
esencia el ser compuesto en acto de este modo, pues en esto envuelve 01 infinito. Habr!a regreso infinito. Para responder .a esta obJ;ClOn suare-
repugnancia; pero sera de su esenda ser apto para ser con tal composici6n ciana Mnrdnez de Prado hace ver que en la doctrma de Suarez se con-
y no de otra manera, y en esto se completa la razon propia de ente creado sjder~ a la parte potencial, 0 esencia, como un ente de alguna manera
en acto, 0 en potencia, que en toda esta disputaci6n es ]0 que intentamos completo (0 ente quod), siendo que es incompleto (0 ente quo). Respon-
e
declarar principaimente » 7). de: «el ser 0 existencia, propiamente hablando, no es creado ~omo quod,
La otra objecion que enfrenta es que una distindon de raz6n entrc sino concreado como quo; y, ya que en rigor no es un en.te, SI~O aquello
la esencia y la existencia daria en realidad La misma cosa y no dos dis- por 10 que [quo] algo es, por ello no se Ie, de~e otra eXlstencla, porque
tintas que se componen, pues para ello se requiere que sean dos extremos 10 que es razon de otras cosas es razon de S1 m1smo; como la luz, po: la
reales en acto. A 10 cual Suarez responde que eso se requiere porn 10 cual se yen los colores, no necesita otra luz para que ella se vea; 01 la
composicion real, pero no para la de razon. Mas Bun, expllca que hny cantidnd otra extension para extenderse; ni la bondad otra bondad pa:a
tres c1ases de composicion de-razon: « Una que es de eXlremos en cutll1lo ser buena» eo). £1 lIrgumcnlo de Marlincz de Pmdl) es renew. PClr mas
realme~te son entes en acto, aun cuando no sean distintos en acto. Ot rn que se tcngo que dedr que el ente en potencia no se reduce a la nada, de
que se da entre extremos reales ciertamente con apli lud 0 forrtHll!dlld ningun modQ se puede decir que ya sea un ente completo, como hace
real objetiva, que abstraen sin embargo de la actualidad de In existcllCi(l.
(21) OM, }1, 13, 12. .
(25) DM, 31, 31, 7. (29)err. J. MAR1'fNllZ DE PRADO, ControverSlae metaphysicales, Compluu: apud
(26) DM, 31, 6, 13. I\Ihlllnlll r('lnQnde~ Viduom, Vniuersitatis Typographam, 1649, p. 123 a.
(27) DM, 31, 13, 9. (10) '"id., 1). 12611.
II L- ~~ __
..
LA ESENCIA Y LA EXISTENCIA EN LOS ESCOLASTICOS 161
160 MAURICIO BEUCHOT
Suarez, colocandose en el otto extremo. Y ese es el autentico sentido del existencia actual y potencial; de otra manera algo puede dividirse en si
aristotelico «ente en potencia » (como 10 es la esencia), es decir, del mismo y en su opuesto, como 10 racional se podria dividir en racionai
modo como fue interpretado por Santo Tomas. Con ello la objeci6n de e irracional, y el viviente podrla dividirse en vivo y muerto; porque el
Suarez pierde toda su fuerza. . ente actual se constituye como tal por la existencia, e implica contradic-
cion que la misma actualidad sea potencial; mas el mismo ser 0 existir
Pero entonees la earga de Suarez es aun mas fuerte, pues en el n. 12
del lugar citado insiste en que si la esencia no es su ser, tiene un ser
e
es la aetualidad de todas las cos as y formas » J). El argumento de Mar-
tinez de Prado es contundente; con una gran fineza dialectics ha visto
disrinto de ella, y otra vez se presenta el regreso infinite. Podrla decirse
que Suarez, al querer distinguir entre existencia actual y existencia po-
-admire Suarez- que el acto de ser 0 esencia ni es su ser ni riene el
tencial, estaba dividiendo una cosa en ella misrna y en su opuesta, 10 cual
ser por virtud de otra cosa, sino que simplernente es aquello por 10 que
no es valido. No ha dejado operar ninguna de las principales objeciones,
algo es. Pero a Suarez Ie parece que eso es solamente jugar con las pala-
ha cumplido la ardua labor de bloquear todas esas que pueden cons ide-
bras. Sin embargo, Martinez de Prado contesta que « la existencia es aque-
110por 10 que algo es; no porque ella sea 10 que [eso] es » el). La raz6n rarse como las mas fundamentales y nocivas.
aducida por Martinez de Prado no deja lugar a ningiin regreso infinite, Como hemos vis to, pues, las respuestas que ha dado Martinez de
ya que los componentes que se desdoblan son ultimos, a saber, la esencia Prado a las objectiones de Suarez son correctas y validas, han dejado
y la existencia, y ya no requieren mas esencias 0 existencias que los mul- ilesa a la doctrina tornista de la clistinci6n real entre la esencia y la exis-
riplicarlan al infinite. tencia, y apoyan su aceptabilidad. Ha salido incolume de la ardua batalia
argumentativa --que era como concebfan los escolasticos el trabajo filo-
Con todo, afiade Suarez que la esencia era s610 un ente en potencia
y fue pasado despues al acto; y eso requiere que haya lenido un ser 0 s6fico-.
existencia proporcionada 3 ella, 0 que 13 misma escncia sea su propin cxis-
tencia; es decir, que no se distingan rcalmcnte. Pero Mnrlfnez de Prado
responde que « la existenci3 propiamente no es un cOle, sino nquello por
10 que la cosa es un ente; m::lS, halbando comunmente, es un cntCi pero
de esto no se sigue que tenga ser 0 que sea su seri sino quc basla que
e
ella sea el ser por el que el ente es » 2). Con 10 cual, Martincz de Prndo
bloquea esa objeei6n de Doctor Eximio.
Otra objecion, empero, surge de 1a pluma de Suarez. TIn csa objcc16n
dice que para la fuerza de su argumento basta que la existencia a veees
de el acto a la cosa existente y a veces s610 Ie de la potencia objclivni pero
de que la esencia a veces es y a veces no es, no se puede inferir In dis-
lincion real de aquello que existe y aquello por 10 que existe. Y, s1 no
se deriva de ese principio, menos 10 hani de cualquier otro, con 10 eua!
se destruye la prueba principal de los tomistas. Sin embargo, Mnrl(nez
de Prado vuelve a la carga, y responde a ese argumento dicicndo que
« ya que eI ente ffsico y actual (que es ente simplemente) se dislil1AlIC
del ente en potencia objetiva (que es 10 que llamamos 'ente rcal' impro
piamente y en estado metaffsico) por la sola existencia, y pOl' ra:t.6n de
ella se constituye como miembro que se distingue del ente en pOlcnein,
resulta manifiesto que la existencia no puede considerarse nl divldirsc en
(31) Ibid., p. 126 b.
(32) I bid., p. 127 a. (I~) 1bhlr/ll,