Este salmo se refiere a un momento de grave enfermedad del
salmista. Sus sentimientos le resultan muy difíciles de sobrellevar,
porque se da cuenta de que sus antiguos amigos ahora lo traicionan.
El salmo comienza con una bendición para los que ayudan por amor a
los necesitados; sigue con una descripción de la traición de los
antiguos amigos, y termina con una oración en que el salmista expresa
su esperanza de sanarse.
1. Bienaventurado el que piensa en el pobre; En el día malo lo
librará Jehová.
2. Jehová lo guardará, y le dará vida; Será bienaventurado en la
tierra, Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.
3. Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; Mullirás toda su
cama en su enfermedad.
David describió las bendiciones que le llegarán al justo por medio de
su generosidad hacia el pobre.
Los pobres mencionados son tales, así como pobres en sustancia,
débiles en fuerza corporal, despreciados en reputación, y abatidos de
espíritu. Estos son casi siempre evitados frecuentemente
despreciados.
David dice que es feliz o dichoso quien socorre a un enfermo. La razón
para esta declaración es por los beneficios que acarrea el socorrer de
cualquier manera a alguien que está enfermo.
Será librado por Jehová en el día malo. El día malo hace
referencia a tiempos de escasez o de persecución o de
enfermedad o de cualquier prueba.
será guardado por Jehová.
Jehová le dará vida.
Jehová le hará feliz o dichoso en la tierra.
Jehová no le entregará en la mano de su enemigo.
Jehová le sustentará sobre el lecho del dolor
Jehová mullirá o hará confortable la cama en que se acueste
cuando esté enfermo.
Todos estos son beneficios de los que socorren a los que piensan en
el pobre. Cuando uno disfruta de buena salud, poco se acuerda de los
enfermos. Piense solo entre sus familiares. Quiere Dios que lo esté
haciendo, porque el beneficio no es solo para el que está enfermo,
sino principalmente para el que lo ayuda. porque dice la Biblia que es
bienaventurado el que piensa en el enfermo. Así como David que el
estado de miseria, enfermedad, humillación y quizás en peligro de
muerte. David confiaba en que Dios le bendeciría por su generosidad
anterior hacia los débiles y necesitados.
4. Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; Sana mi alma, porque
contra ti he pecado.
Desde su lecho de Dolor, David se mira a sí mismo, y eleva a Dios una
plegaria. Sabiendo que Dios ha prometido bendición a los que
socorren a los enfermos, y sabiendo que él había socorrido a los
enfermos, clama a Dios por misericordia y por sanidad. La enfermedad
que estaba padeciendo David ha sido consecuencia de algún pecado
cometido. A veces Dios disciplina con enfermedad el pecado de uno
de los suyos. No toda enfermedad es resultado de haber pecado, pero
en ocasiones, el pecado puede ser disciplinado por Dios con
enfermedad.
David sabía que había hecho mucho bien, pero que esto no borró sus
pecados. Él entendió que sus pecados estaban dirigidos en contra de
Dios y que esto le hacía como si fuera una persona enferma o herida,
quien necesitaba sanidad para su alma. Su cuerpo estaba enfermo,
pero más importante, su alma estaba enferma.
Podemos pensar en al menos tres maneras en la que David
necesitaba sanidad para su alma.
Sana mi alma de su gran angustia
Sana mi alma del efecto del pecado
Sana mi alma de mi tendencia hacia pecar
Sáname, no porque sea inocente, sino que he pecado.
5. Mis enemigos dicen mal de mí, preguntando: ¿Cuándo morirá, y
perecerá su nombre?
David conocía el dolor y dificultad del mal y las mentiras que se
esparcieron acerca de él. Como creyentes en todos los siglos, David
tuvo que soportar en ocasiones calumnias escandalosas y difamación
de su carácter.
No olviden que David fue un buen rey ¿Por qué tendría David tanto
enemigo si en realidad fue un buen rey y una persona moral? La razón
son los celos, así como un deseo de poder de aquellos que estaban
celosos.”
A menudo es la suerte de un hombre bueno que se hable mal de él; el
tener sus motivos, y aún sus más benevolentes hechos,
malinterpretados.
Los enemigos de David estaban entusiasmados con la enfermedad de
David. Pensaban que la enfermedad era de muerte. El tema de
conversación entre ellos no era cuándo se sanará si no ¿Cuándo
morirá, y perecerá su nombre? Esto era lo que decían los enemigos
que hablaban mal de David entre sí mismos. No podían esperar que
David muriera, y hacían lo que podían para que llegara el momento de
su muerte.
6. Y si vienen a verme, hablan mentira; Su corazón recoge para sí
iniquidad, Y al salir fuera la divulgan.
Sus visitas de simpatía son una farsa. Cuando la zorra visita al cordero
enfermo, sus palabras son blandas, pero se saborea el hocico
pensando en su cadáver.
Su corazón, repleto de iniquidad. A cada cual lo suyo. El pájaro hace
su nido de plumas. De las flores más dulces pero el químico puede
destilar veneno, y de los actos y palabras más puras, la malicia puede
hallar base para informes calumniosos.
Cuando visitaban al rey decían lo correcto: ‘Sentimos mucho que se
halle enfermo. Hemos estado orando por usted y continuaremos
orando. Esperamos que se vaya a mejorar muy pronto, Todo se está
poniendo en orden ¿Hay algo que podamos hacer? Estas palabras
eran pura hipocresía. Estas personas no estaban esperando que
David se mejorara. Después de dejarle decían cosas como estas, ¿se
miraba terrible? No pienso que se vaya a recuperar, se puede morir.
Su corazón recoge para sí iniquidad: David pensó en el corazón inicuo
como si fuera un magneto, constantemente atrayendo pecado
adicional e iniquidad para sí mismo.
