Literatura y cultura libertaria en el Montevideo
del Novecientos: discursos alterados
Vidal, Daniel, Dpto. de Literaturas Uruguaya y Latinoamericana FHCE UdelaR
[email protected] La literatura uruguaya reserva aún hoy, zonas inexploradas y desconocidas. Se
trata de temas y eventos literarios ignorados por los estudios académicos, apenas
señalados por disciplinas complementarias como la historia o la sociología, autores y
corrientes desplazados del canon, millares de obras ignoradas por la cansina y reiterada
tradición crítica obsesionada por un único y autoritario criterio de valoración estética.
Las excepciones y los recientes abordajes universitarios (Gustavo Remedi y
Raquel Sans sobre la murga como fenómeno de teatralidad; Alejandro Gortázar sobre la
cultura y la literatura negra; Carla Giaurdone sobre erotismo y literatura del
Novecientos, Leandro Delgado sobre anarquismo, Rafael Barret y Julio Herrera y
Reissig; Aldo Mazzucchelli sobre textos inéditos de Julio Herrera y Reissig; Marco
Wassem sobre Roberto de las Carreras y el amor libre), han asumido la ardua pero
entusiasta tarea de revisión crítica y han comenzado a mostrar los resultados
promisorios que, a cada paso, acusan las indisimulables falencias que heredamos de
nuestros mayores. Sólo unos pocos (Ángel y Carlos Rama, más recientemente Hugo
Achugar, Roger Mirza, Pablo Rocca, entre los colegas más cercanos y dentro de los
estudios literarios locales; Carlos Zubillaga, desde la Historia) bracearon con éxito en
las aguas negadas por la mayoría incólume, pero corresponde a quienes seguimos en el
espinel, el deber de inyectar una mirada contemporánea en la renovación investigativa.
Novedad y enlace cómplice con una selecta revisión crítica identifican el
proyecto de investigación titulado Poesía y dramaturgia social del 900 en el Uruguay
(1878-1920), realizado entre abril de 2007 y marzo de 2009, del cual soy responsable,
con la tutoría del Prof. Dr. Roger Mirza. El tema atiende la literatura producida y/o
editada en Uruguay y relacionada con la llamada “cuestión social” entendida en
términos modernos, es decir, con los discursos surgidos del conflictivo mundo del
trabajo y con los cambios sociales y literarios verificados durante la modernidad
europea y latinoamericana.
El proyecto tuvo dos objetivos. Primero, conformar un corpus de literatura
inédita en libro en Uruguay. Segundo, promover una relectura de fenómenos literarios
enquistados en la lectura crítica uruguaya mayoritariamente blindada contra este tema y
1
nunca estudiado desde una abarcabilidad que contenga sus exponentes multifacéticos,
demuestre la constitución de un subsistema literario y señale su trascendencia dentro del
panorama cultural del país. Como plataforma de apoyo para esta investigación utilicé
las escasas pero valiosas investigaciones recientes (Achugar, 1985; Zubillaga 2000ª y
2000b, 2008), algunos estudios históricos (Rama, 1969), mientras descarté por
parciales, erróneos y sectarios, la inmensa mayoría de los estudios críticos.1
Para cumplir con el primer objetivo propuse el relevamiento de periódicos con
pie de imprenta en Uruguay y reservados en la Biblioteca Nacional de Montevideo. En
dos años recorrí las páginas de cien publicaciones periódicas de distinta procedencia
ideológica editadas entre 1878 y 1920.2 Las fronteras temporales aquí elegidas se
justifican por lo siguiente: de 1878 data el primer poema y la primera dramaturgia social
modernos conocidos en Uruguay, “El trabajo” y El lujo de la miseria, de Eduardo G.
Gordon3, de matriz católica y todavía enlazada con el sustrato romántico y quizás saint-
simoniano de la literatura social anterior.4 En enero de 1921 fueron repatriados los
restos de Florencio Sánchez y con este acto el gobierno y la sociedad clausuraban una
etapa de la conciencia cultural del país, y sellaban la monumentalidad de la dramaturgia
nacional moderna. Mientras tanto, el circuito cultural rebelde -anarquista y socialista-,
había nacido y crecido al influjo de los vaivenes sociales y políticos de treinta años
intensos. Declinaba, también, afectado por una sumatoria de eventos que laceraban su
identidad.5
En este centenar de periódicos están registrados los síntomas literarios
fundamentales de este período. En esta investigación he compilado un segmento
sustancial de este registro: (1) 402 piezas literarias (340 poemas y 62 monólogos,
diálogos y breves obras de teatro) de 80 autores de literatura social, nacionales y
extranjeros, publicados en periódicos en Uruguay; medio centenar de ellos son
desconocidos por la bibliografía uruguaya aquí relevada; (2) 3 mil noticias sobre
veladas artísticas del circuito cultural amateur, pic-nics, conferencias, banquetes,
homenajes, reseñas de libros, crítica teatral, datos de autores, agrupaciones, elencos y
locales.
He concentrado el estudio de este corpus en tres áreas y temas:
1 | Literatura y cultura anarquista;
2
2 | Actividad y producción literaria de Florencio Sánchez en el Centro
Internacional de Estudios Sociales de Montevideo entre 1900 y 1901 y
recepción de su obra de parte del circuito anarquista;
3 | Polémica entre el futurismo de Filippo Tomasso Marinetti y Álvaro
Armando Vasseur; recepción de parte del movimiento cultural libertario
de las vanguardias literarias históricas.
De acuerdo a los resultados obtenidos es posible debatir y demostrar lo
siguiente:
1 | Sobre la literatura y la cultura anarquista
Entre 1884 y 1921, al menos, existió un circuito cultural libertario constituido
por 30 centros y locales sociales, imprentas, edición de periódicos, folletos y libros,
escuelas y clases nocturnas, bibliotecas, veladas artísticas y pic-nics. Dentro de este
circuito existió un sistema literario (Candido, [1959] 2006a: 25, desarrollado en [1965]
2006b; Rama, 1960a y b, desarrollado en 1975, 1976 y 1978)6 y un microsistema teatral
libertario con salas propias y arrendadas, con una decena de elencos filodramáticos de
actuación simultánea y cuarenta grupos durante veinte años, autores y repertorios
específicos y compartidos con el resto del sistema, obras modélicas, rituales y estilos de
representación. En los hechos, sin un fundamento preceptivo ni programático –al menos
conocido-, el teatro libertario, también el sistema literario (poesía y narrativa), abandonó
el estatuto tradicional y hegemónico de obra de arte y de genio creador en favor de la
masificación del valor artístico de los productos y de la capacidad intrínseca de
cualquier ser humano para considerarse artista.
A hablar de microsistema teatral sigo la propuesta de Pellettieri (1997) para el
teatro argentino y de Mirza (2007) para el microsistema teatral de la resistencia surgido
durante la dictadura civil-militar en Uruguay (1973-1985).7 La remisión a un
microsistema alude a la interacción de condiciones de producción y recepción
circunscritas a un circuito cultural y a las “manifestaciones peculiares de distintos tipos
de textos dramáticos y espectaculares” (Pellettieri, 1997: 14). La inmersión de este
microsistema en un subsistema regional y en el sistema literario internacional libertario
3
(rioplatense primero, español-italiano, en menor medida de otras naciones, después)
considera la noción de sistema literario sincrónico de Tinianov-Jakobson, que abandona
la noción de época literaria “puesto que el sistema está constituido no sólo por obras de
arte próximas en el tiempo, sino también por obras incluidas en el sistema y que
provienen de literaturas extranjeras o de épocas anteriores. No es suficiente catalogar
los fenómenos coexistentes y otorgarles iguales derechos; lo interesante es su
significación jerárquica para una época determinada” ([1928], 1987: 4).
Por otro lado, se cumplen las pautas requeridas por Candido (2006: 5) para la
constitución de una literatura, no de eventos aislados, sino de un sistema, orgánico, de
obras ligadas por denominadores comunes, como la existencia de un grupo de escritores
conscientes de su rol, de un público específico con el cual interactúan aquéllos, y de un
mecanismo transmisor (lengua, estilos) que liga unos a otros. Para el anarquismo y el
socialismo, el sistema tuvo un público ideológicamente cómplice y la participación
colectiva y organizada en un proyecto que invade las instancias políticas y culturales de
una comunidad determinada. Quizás sus flancos débiles lo constituyen la escueta
tradición de una literatura en varios aspectos desconocida respecto a la circulante en el
país, la dominancia de modelos extranjeros ante los escasos referentes locales, la
fragmentación cultural de sus componentes, mayoritariamente extranjeros e indiferentes
a cualquier gesto favorable a la construcción de identidad nacional.
Las características de este microsistema y de este circuito cultural permiten
controvertir nociones mantenidas hasta el presente para referir a este fenómeno en el
Uruguay y en el Río de la Plata. Ponen en crisis las calificaciones manejadas por
investigadores: circuito “paralelo”, “cerrado”, “cultura subterránea”, según Eva
Golluscio de Montoya (1995: 107; 1996: 7), “alternativo”, según Juan Suriano (2004:
21, 27, 40-41 y 118); “contracultura” ante la lectura de Andreu-Fraysse-Golluscio de
Montoya (1990: 5); “subcultura”, siguiendo a Carlos Rama (1969a: 66) y empuja a
revisar los alcances de otros recortes críticos como la condición de disidencia (Achugar,
1985) que supuestamente le identifica.8
Este universo cultural evidenció una insospechada porosidad y apertura hacia la
cultural profesional. Contó con salas propias pero alternó esta estructura con las salas
del sistema comercial; tuvo sus escritores prosélitos y modélicos pero incorporó a su
repertorio obras y autores compartidos por otros circuitos aledaños o ajenos a su
ideología. Adoptó el formato de las veladas artísticas y de los pic-nics de tradición
patriótica y festiva de los sectores liberales, conservadores y burgueses a las que inyectó
4
contenidos revolucionarios. A nivel literario y retórico, su poesía muestra la apropiación
de las formas del arte menor (cuartetas octosílabas, décimas, coplas, etc.) y del arte
mayor (sonetos endecasílabos y alejandrinos); incursionó en formas criollistas del
canto; mixturó un léxico revolucionario, claro y directo con metáforas y términos
propios del modernismo canónico esteticista.
La cultura libertaria fue el producto de un intenso tráfico de modelos, estilos,
imágenes, formatos y temas, de operaciones de transacción que supusieron préstamos,
apropiaciones, rechazos y desvíos a las normativas hegemónicas. En ella, la literatura
libertaria se define por el tono alcanzado por la combinación de elementos no privativos
y por su identificación con la orientación ideológica que convocan y exponen o, a veces,
que sus receptores le adjudican. En este sentido, la condición disruptiva de la cultura
ácrata y socialista estuvo radicada en la espontaneidad de su praxis, por el acento en una
estética devaluada que recurrió al realismo ingenuo, al melodrama con notas cursis y
elocuencia verbal, en su continua apelación ideológica y menos en la singularidad de su
escritura. En todo caso, exacerbó y conjugó recursos dispersos pero presentes en el resto
del sistema.
Para delinear la singularidad de este discurso resultan tentadoras pero
inapropiadas las propuestas teóricas contemporáneas. Así, las ideas de entrelugar de la
literatura latinoamericana (Santiago), de mezcla cultural (Sarlo) y la de heterogeneidad
no dialéctica (Cornejo-Polar), apropiada para leer la literatura indigenista peruana, no
logran descifrar las notas peculiares de la literatura libertaria. Esta literatura muestra por
un lado la heterogeneidad no dialéctica, descentrada de la bipolaridad de los sujetos
representados,9 pero también los esfuerzos recurrentes por fundar la identidad de un
sujeto revolucionario moderno, a la vez trabajador manual e intelectual, extranjero y
criollo, sujeto ideal y corpóreo, protagonista y portavoz de los sectores desprotegidos,
con una idealizada impronta ética y mesiánica.
Este sector del sistema literario local fue policlasista, sus autores provenían de
los sectores medios y letrados y por trabajadores de oficios diversos (linotipistas y
tipógrafos, obreros panaderos, etc.). En otros sectores culturales también existieron
enlaces entre la cultura de élite ciudadana y la cultura popular de alcance nacional; el
criollismo es un buen ejemplo. Pero sólo en el circuito cultural libertario y socialista y
extensivamente en lo que podría denominarse cultura rebelde, hubo un trasfondo
militante, una estructura que sirvió de cauce y sostén y una doctrina cohesionante que
otorgó identidad y dinámica singular a esta propuesta cultural global. Fue, además, la
5
manifestación artística de un proyecto mayor definido por el anhelo de sustituir la
estructura social burguesa por otra ahora sí alternativa, dislocante, y para el cual las
acciones culturales sirvieron no sólo de propaganda sino también de simulacro, ensayo
y modelo.10
2 | Sobre la actividad y la literatura de Florencio Sánchez entre 1900 y 1901
en Montevideo y la recepción de su obra de parte del circuito cultural
anarquista
Florencio Sánchez ingresó al Centro Internacional de Estudios Sociales en
diciembre de 1900 de la mano del teórico y propagandista libertario italiano Pedro Gori,
fundador de la sala teatral de este local ubicado en el edificio de Río Negro 274, hoy
1180. Sánchez ejerció en este centro las tareas propias del propagandista libertario.
Ofreció ocho charlas y conferencias, fue orador en dos actos anarquistas y en una
reunión sindical, fue dramaturgo (escribió ¡Ladrones! y Puertas adentro), actor y
periodista (de Tribuna Libertaria, 1900-1902), antes de alejarse definitivamente de la
militancia sectorial (1902).
En los seis meses documentados de su militancia proselitista Sánchez escribió y
publicó al menos tres textos inéditos en libro en Uruguay: la prosa poética Al pasar, el
diálogo Diálogos de actualidad, y el monólogo titulado Monólogo.
A su vez, el circuito cultural libertario fue particularmente receptivo de su obra:
en 20 años representó 10 de sus piezas de dramaturgia en 36 oportunidades; los
periódicos ácratas editaron sus textos (Cartas de un flojo; Diálogos de actualidad); y los
críticos vindicaron su obra y su vida que identificaron con la causa libertaria.
3 | Sobre la polémica entre el futurismo de Filippo Tomasso Marinetti y Álvaro
Armando Vasseur y la recepción de parte del periodismo libertario
montevideano de las vanguardias literarias históricas
Otro sector del corpus literario refiere a las vanguardias literarias históricas.
Destaco aquí la primer versión en idioma castellano conocida en los países de habla
hispana del “Manifiesto del Futurismo” de Filippo Tomasso Marinetti; textos inéditos
6
en libro en Uruguay de Álvaro Armando Vasseur sobre su literatura y en respuesta al
líder del futurismo europeo; recepción de parte del periodismo libertario de las
vanguardias literarias española, italiana, francesa y uruguaya.
Difusión de resultados de la investigación
Los resultados obtenidos en dos años de investigación han sido difundidos en las
siguientes modalidades: (1) una ponencia en un coloquio académico de la Facultad; (2) un
artículo en la Revista de la Biblioteca Nacional; (3) inclusión de temas y textos (Fichas
para estudiantes) en cuatro cursos de Literatura Uruguaya de la Facultad; (4) entrega de
dos libros a la Comisión Sectorial de Investigación Científica; (5) intercambio de
información con investigadores compatriotas radicados en Uruguay y en el extranjero, de
acuerdo al siguiente detalle:
1 | Ponencia: “Ideología y anarquismo en Diálogos de actualidad de Luciano
Stein”, en el III Coloquio Internacional de Teatro, Montevideo: Instituto de Letras,
Departamento de Teoría y Metodología Literaria, Facultad de Humanidades y Ciencias
de la Educación (Udelar), 9-11 de noviembre de 2007.
2 | Artículo: Daniel Vidal. “Libertad y censura en el anarquismo cultural
montevideanos del `900. ¡Mártir…!, la obra de teatro de Alberto Mario Lazzoni que
estalló en la interna libertaria”, en Revista de la Biblioteca Nacional, Montevideo,
Época 3, 1 2 (2008): 241-255.
3 | Libros entregados a la CSIC: (1) Un joven anarquista en Montevideo llamado
Florencio Sánchez. Edición crítica de Diálogos de actualidad, Al pasar y Los acosados
(Acto II, escenas IV y V) Libro seleccionado para su edición en el primer semestre de
2010 a cargo de la Biblioteca Nacional y la Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educación; (2) Futurismo, auguralismo, anarquismo.
4 | Tesis de Maestría en Ciencias Humanas opción Literatura Latinoamericana:
Transacciones culturales en la constitución del campo cultural del anarquismo en el
7
Uruguay de la modernidad. El caso de Florencio Sánchez, Montevideo, Unidad de
Educación de Posgrado-FHUCE (UdelaR), 30 de diciembre de 2008.
5 | Los temas y los resultados de la investigación componen el programa del
Seminario de Literatura Uruguaya. Identidad y transacciones de la literatura social en
el Uruguay de la modernidad (1878-1925). Poesía y dramaturgia. Responsable y
encargado del curso: Prof. Adj. Daniel Vidal; Participante: Ay. Lic. Nicolás Gropp.
Dictado: segundo semestre de 2009.
Dictado de clases en los siguientes cursos de literatura uruguaya:
2009 Curso panorámico. La literatura nacional como problema (dos encrucijadas
rioplatenses:1837-1851; 1939-1960). Responsable y Encargado del curso: Prof. Dr.
Pablo Rocca. Otros participantes: Ays. Lics. Nicolás Gropp y Daniel Vidal. Dictado:
semestre impar de 2009. Incluye la elaboración de tres fichas para estudiantes con
poemas, dramaturgia, información y análisis.
2008 Curso seminario. Fronteras de la vanguardia histórica uruguaya (1920-1932),
Responsable y Encargado: Prof. Dr. Pablo Rocca. Otros participantes: Ays. Lics.
Nicolás Gropp y Daniel Vidal. Dictado de dos clases.
Curso panorámico. Dos siglos de escritura: textos comparados. Dictado de dos clases.
Responsable y Encargado: Prof. Dr. Pablo Rocca. Otros participantes: Ays. Lics.
Nicolás Gropp y Daniel Vidal. Dictado de dos clases.
2007 Curso panorámico. De la vanguardia al fin de siglo (literatura en revistas).
Responsable y encargado del curso: Prof. Agr. Pablo Rocca. Otros participantes:
Ayudantes Nicolás Gropp y Daniel Vidal; Cols. Hons. Claudio Paolini, Nicolás Der
Agopián y Verónica Pérez.
6 | Intercambio de información con docentes de posgrado de la Udelar (Prof.
Rodolfo Porrini) y del extranjero (Leandro Delgado y Aldo Mazzuchelli)11.
He presentado un resumen de la etapa formal del proyecto de investigación. El
material aún disponible y el atractivo inherente del área cultural estudiada invitan a
8
profundizar aspectos pendientes que podrán incorporarse de aquí en más a la
investigación habitual del docente universitario.
.....
Notas
1. Las incursiones realizadas sobre este mismo segmento literario nacional (Achugar,
1985: 137-169; Zubillaga, 2000a), esbozan una muestra de un fenómeno mayor. Achugar
mencionó los principales vates sociales (Álvaro Armando Vasseur, Ángel Falco, Emilio
Frugoni, José Peyrot, Perfecto B. López Campaña y Edmundo Montagne) y advirtió que “una
revisión de los semanarios y revistas anarquistas y socialistas demostraría que además de
Vasseur, Falco, Edmundo Montagne, y los otros que han alcanzado el precario rescate de
historias y estudios críticos, el lirismo social en Uruguay tuvo una importancia mayor que la
reconocida hasta el momento” (1985: 152). En 2000 Zubillaga asumió, al menos parcialmente,
el desafío. Editó poemas editados en periódicos y en libro de 15 poetas sociales (Eduardo G.
Gordon, E. Mujica, José Puig y Roig, Edmundo Bianchi, J. R., Emilio Frugoni, Álvaro
Armando Vasseur, Álvaro Ortiz, Enrique Crosa, Ángel Falco, Carlos Al Campo –seudónimo de
Carlos Zum Felde-, Ítalo Eduardo Perotti, Alejandro Sux, Leoncio Lasso de la Vega y Julio
Raúl Mendilaharsu). De su lista, los nueve uruguayos identificados, tal como especifica, se
ubican en “la clase media, habida cuenta de las franjas variadas que este rango de
estratificación admitía” (2000a: 17), cualidad seguramente compartida por el resto de los
expositores, en especial los españoles Lasso de la Vega y Puig y Roig y el argentino Sux. La
muestra por tanto, cercena la poesía social escrita por obreros y reincide en la mirada crítica
canónica y tradicional que prestigia los exponentes letrados como voceros de los discursos
literarios cualquiera sea su tendencia o modalidad. Su análisis, además, ignora los abordajes
contemporáneos (Suriano, 2004; Golluscio de Montoya, 2004, 1996, 1995, 1988ª y 1988b;
Litvak, 1981; Andreu/Fraysse/Golluscio de Montoya, 1990) y la tradición de los estudios
estéticos (Proudhon, 1896; Tolstoi, 1902; Rezler, 2005) que problematiza esta literatura. En
forma indirecta, desde el rescate historiográfico y sin optar por el análisis literario, Zubillaga
rescata en una posterior investigación (2008) poetas y dramaturgos sociales del ámbito sindical.
Antes, también en 2000, fue importante la reedición de textos de Edmundo Bianchi (Nobleza de
esclavo y Utopía en Zubillaga, 2000b).
2. Prensa anarquista, socialista, librepensadora, liberal, del Partido Nacional, del Partido
Colorado, del Partido Radical, afín a la Iglesia Católica, a sectores conservadores y progresistas,
prensa cultural y de información general sin identificación partidaria o ideológica precisa. De
los periódicos relevados destaco: La Acción Obrera (1907-1908); El Amigo del Obrero (1899);
El Amigo del Pueblo (1900); El Anarquista (1913); La Antorcha (1899); El Atalaya (1901-
1902); La Aurora (1900-1901); La Batalla (1915-1921); La Colonia Española (1878-1880);
Despertar (1905-1920); El Día (1897-1914); Diario Nuevo (1903-1905); Energía (1918-1921);
Futuro (1904-1905); El Demócrata (1906-1907); El Espíritu Nuevo (1908-1909); Fraternidad
Obrera (1897/1899-1901); Germinal (1917-1919); Guttenberg (Minas, 1900/1905-1906);
Guttenberg (Montevideo, 1900-1902); El Hombre (1916-1921); La Idea (1915); Ideales de
Amor (1913); El Liberal (1900); El Liberal (1908-1910); La Lucha Obrera (1884); Nuevo
Rumbo (1904); El Obrero (1905); El Obrero Gastronómico (1919-1922/1925); El Obrero
Panadero (1895-1896/1901-1903); El Picapedrero (1918-1921); La Protesta (1910); El Pueblo
(1905); La Razón (edición de la mañana, 1897-1899/1900/1905); La Razón (edición de la tarde,
1897/1902); Rebeldía (1920-1921); La Rebelión (1902-1903); La Revista Nueva (1902-1904);
El Salpicón (1910-1911); El Siglo (1897-1898); El Socialista (1911); Solidaridad (1912/1919-
1920); Tiempos Nuevos (1910-1911); El Tipógrafo (1883-1893/1895-1896); El Trabajo (1901-
1902); Tribuna Libertaria (1900-1902); Vida Nueva (1910-1911); La Voz de la Cooperativa
(1889-1890); La Voz del Empleado (1899-1900); La Voz del Obrero (1896-1899/1904).
9
3. “El trabajo” en Magariños Cervantes, 1878: 316-317; Arrascaeta, 1881; Montero
Bustamante, 1905: 91 y Breviario Poético, 1949; “El lujo de la miseria” en Magariños
Cervantes, 1878: 359-362.
4. “El esclavo” y “La ramera”, de Adolfo Berro, son dos buenos ejemplo (Berro, en
Montero Bustamante, 1905: 30-32; 32-33).
5. La vitalidad de este circuito cultural estuvo reflejada en la multiplicación de
conferencias, veladas artísticas, pic-nics con extensos programas culturales, edición de
periódicos, folletos y libros, instalación de escuelas, clases nocturnas y bibliotecas, comenzó a
desactivarse hacia la segunda mitad de la década del ´20. Entre los factores que incidieron en
esta depresión, debe citarse la incorporación de propagandistas libertarios a filas del batllismo y
a cargos institucionales (Ángel Falco, Pascual Guaglianone, Orsini Bertani, Roberto de las
Carreras, Edmundo Bianchi), la muerte de referentes culturales y doctrinarios (Pedro Gori,
Rafael Barret, Florencio Sánchez), la aprobación de leyes sociales y obreras, la represión
policial contra el movimiento anarquista en Argentina, en especial después de 1909, la
Revolución soviética (1917), la fundación del Partido Comunista (1921) y la división del
movimiento anarquista. Además, debe considerarse el cambio comportamental de la sociedad
(el auge de lo espectáculo deportivos y del carnaval, cuestionados por los libertarios; la
incidencia de la radio en las dinámicas culturales y de los nuevos discursos artísticos y
literarios, en especial las vanguardias, asuntos imprimieron una evolución literaria en el país con
la cual el anarquismo se sintió, en gran parte, ajeno.
6. El diálogo entre Ángel Rama y Antonio Candido iniciado en 1960 fue decisivo para la
interacción de estos pensadores latinoamericanos desde ideas como la de sistema literario
lanzada por el profesor brasileño el año anterior en su Formaçao da literatura brasileira. Sobre
esta decisivo diálogo entre Rama y Candido, cf. Rocca, 2006a, 241-275.
7. Mirza (2007: 66-68) define esta etapa al considerar reglas y componentes que unifican
una serie de objetos correlacionados y manifestaciones peculiares de textos dramáticos y
espectaculares dentro de los subsistemas. Propone incluir en el microsistema textos dramáticos
y espectaculares, atiende rasgos distintivos, propuestas teóricas sobre estos modelos, la relación
con el público y con el contexto social y político, lenguaje, espacio, la configuración del héroe,
la presencia de la violencia física en escena y otros aspectos.
8. Achugar entiende que la lírica de los poetas sociales o tendenciosos fue una “variante o
sub-tendencia del modernismo canónico esteticista” y constituyó “la respuesta al proceso de
modernización que dieron algunos de los sectores urbanos europeizados”. Ejemplifica y
demuestra su hipótesis en poemas de Álvaro Armando Vasseur y Ángel Falco (Achugar, 1985:
137 y ss).
9. Los sujetos representados por esta literatura viven en un mundo bipolar y excluyente
integrado por amos-patrones-ricos por un lado y por trabajadores-pobres-desheredados por otro.
También evidencia una polifonía de los sujetos gramaticales: poeta culto; poeta obrero
semianalfabeto, identificables según el punto de vista y el léxico utilizados. Estas variaciones
pueden observarse en la poesía de Ángel Falco en contraposición a la de E. Nigma, José
Paladino y Juan B. Medina.
10. Las veladas y los pic-nics anarquistas fueron destacados por el ambiente de
confraternidad y camaradería reinante. Estos eventos culturales y propagandísticos congregaban
a familias de trabajadores, a veces más de 500 o 700 personas, y fueron realizados con asiduidad
durante a menos 30 años. Los pic-nics anarquistas fueron el simulacro de la sociedad libertaria,
utópica en el discurso, concretada en la realidad de un encuentro de intercambio solidario. Este
ideal fue llevado a la práctica por los libertarios sanduceros en la comunidad denominada
“Sociedad Humanitaria, Agrícola, Pastoril y Obrera de Paysandú”. Esta sociedad estaba
10
integrada por más de un centenar de personas que practicaron métodos de autoabastecimiento y
confraternidad libertarias, tal como especifica su programa, “como una sola y unida familia”
sin distinción de ninguna especie y con una metodología de trabajo y de vida basada en la
solidaridad (“El socialismo en Paysandú. Sociedad Humanitaria, Agrícola, Pastoril y Obrera”,
La Lucha Obrera, Montevideo, I 13 (25 de mayo de 1884): s/n).
11. Rodolfo Porrini elabora su tesis de doctorado Izquierdas uruguayas y cultura obrera en
el tiempo libre (1920-1950), para la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de la
Universidad de Buenos Aires (UBA). Leandro Delgado es autor de la tesis de doctorado
Anarchy in America: influences of anarchism in the Rio de la Plata literature (1890-1915),
Rutgers, The State University of New Jersey (EE.UU.), 2005. Aldo Mazzucchelli es Profesor
asistente del Departamento de Literaturas Hispánicas de Brown University (EEUU).
Bibliografía
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AAVV. Breviario poético, VIII, Montevideo: Biblioteca de la “Sociedad de hombres de letras
del Uruguay”: Imprenta Gaceta Comercial, 1949.
Andreu, Jean; Fraysse, Maurice; Golluscio de Montoya, Eva. Anarkos. Literaturas libertarias
de América del Sur. 1900 (Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay), Buenos Aires:
Corregidor, 1990.
Candido, Antonio. Formaçao da literatura brasileira. Momentos decisivos. 1750-1880, 10ª
edición revisada por el autor, Río de Janeiro: Ouro sobre Azul, 2006a. [1959]
---------Literatura e sociedade. Estudos de teoría e história literaria, Sao Paulo: Companhia
Editora Nacional, 2006b. [1965]
Cornejo-Polar, Antonio. “Una heterogeneidad no dialéctica: sujeto y discurso migrantes en el
Perú moderno” en Revista Iberoamericana, LXII 176-177 (Julio-Diciembre 1996):
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De Arrascaeta, Enrique. Colección de poesías (Poetas de América de habla española),
Montevideo: El Siglo Ilustrado, 1881.
Golluscio de Montoya, Eva. “La utopía contrariada (Florencio Sánchez)”, en imagen, Buenos
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