4.
Desarrolle los sistemas de gestión medioambiental que conozca, incidiendo en las
ventajas e inconvenientes de los modelos basados en la certificación o el registro.
“Un sistema de gestión medioambiental es el marco o método empleado para orientar a
una organización a alcanzar y mantener un funcionamiento en conformidad con las
metas establecidas y respondiendo de forma eficaz a los cambios de presiones
reglamentarias, sociales, financieras y competitivas, así como a los riesgos
medioambientales” (Greeno et al., 1985:6). En Lamprecht (1997:68)
MODELOS DE SIGMA: Diseño de un sistema planificado y organizado en función de
las necesidades y características de cada empresa. La certificación medioambiental no
es un requisito ineludible sino una opción voluntaria.
Los Sistemas de Gestión Ambiental mostrados han sido dos y las empresas los pueden
adoptar de forma voluntaria. Estos pueden ser:
EMAS: es el sistema de la Unión Europea, nació en el año 2001, de Ecogestión
y Auditoría Ambiental. Se encuentra abierto a cualquier organización que desee
mejorar su comportamiento con respecto del medio ambiente.
ISO 14001: pertenece la familia de normas ISO 14000, generadas por la
Organización Internacional de Normalización (ISO). La ISO es un organismo
privado no gubernamental que genera normas voluntarias para el sector privado,
y que comenzó en el año 1993 su tarea de estandarizar la gestión ambiental.
BENEFICIOS:
Legal: Disminuye los riegos de incumplimiento de la legislación aplicable, por
lo que directamente disminuye los posibles daños que se puedan ocasionar en el
medio ambiente.
Minimiza los riegos ante posibles demandas por la responsabilidad civil de la
organización, tanto civil como penal.
Evita que la organización entre en pleitos con la administración u otras empresas
por competencia desleal.
Incrementa la confianza de los legisladores, accionistas, inversores y compañías
de seguros, por lo que mejorará la relación de la organización con dichas
personas aumentando la capacidad de negocio.
Comercialización: Mejora las estrategias de diferenciación de los productos que
ofrece la organización, con lo que aumenta su competencia frente a otras
organizaciones que comercializan los mismos productos.
Marketing: Una empresa con un SIGMA es mejor vista por el consumidor
actual que se encuentra preocupado por preservar el planeta para las futuras
generaciones, por lo que se inclinará por productos o servicios eco amigables.
Imagen: El SIGMA mejora la imagen de la empresa, tanto a nivel interno como
externo.
Inversiones y costes ambientales: Al tener dentro de sus principios la
reducción de gasto de energías no renovables o el uso de elementos que vallan
en contra del medio ambiente, se minimizan los costos de estos recursos pues se
minimiza o se reduce el uso y se recicla.
Producción: Incrementa y mejora los procesos productivos que se realizan en
la organización, al mejorar:
El control y el ahorro que se realiza con las materias primas.
La disminución del consumo del consumo de agua.
Rebajar el consumo de agua en la organización.
Aprovechar los residuos y minimizar su producción.
Controlar la eficacia de los procesos.
LIMITACIONES:
la mejora del desempeño medioambiental solo prospera cuando la organización
experimenta un cambio cultural autentico que forja una verdadera filosofía de
mejora continua, acompañado de una estructura organizativa idónea.
Otro problema reside en la propia complejidad y en los costos de la iniciativa.
La introducción de un SIGMA supone, en un principio, una inversión
importante, para la que muchos directivos no están preparados.
5. Explique los objetivos, las características y los requisitos de la norma ISO 14001
y el Reglamento EMAS, distinguiendo sus principales similitudes y diferencias.
La ISO 14001 declara que su objetivo es la protección del entorno natural, la norma no
regula los criterios específicos relativos a la protección del medio ambiente y a la
prevención de la contaminación, que deben describirse por cada organización.
El Reglamento EMAS se publica en 1993 como sistema de adhesión voluntaria, pero
alguno de los primeros borradores establecía obligaciones imperativas para los centros
de producción de 58 sectores industriales, como la de realizar auditorías
medioambientales anuales.
Tanto la certificación medioambiental ISO 14000 y el Reglamento Comunitario
EMAS (Eco-Management and Audit Scheme), tienen como objetivo asegurar que la
política y el SIGMA de la organización son conformes con los requisitos de alguno de
los estándares existentes.
Ambas tienen una serie de ventajas relevantes, entre las que cuenta la demostración de
conformidad ante terceros y la visibilidad del compromiso medioambiental, pero
también adolecen de problemas la mayoría de ellos consustanciales a su descanso sobre
un enfoque de certificación y aseguramiento de la calidad.
Un primer rasgo diferenciador es el estatus legal de cada estándar. La norma ISO
14001 es un estándar voluntario de origen privado, siendo además de este tipo las
organizaciones de normalización nacionales, con el mismo objetivo que el resto de
las normas ISO: favorecer el libre comercio internacional. En cambio, EMAS es una
norma de origen público que, si bien establece la adhesión voluntaria de las
organizaciones, está concebida para convertirse en un instrumento de la política
medioambiental comunitaria.
La ISO 14001 es aplicable por una organización de cualquier país del mundo,
mientras que EMAS sólo es directamente aplicable por organizaciones de Estados
miembros de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo (Noruega,
Islandia y Liechtenstein).
EMAS descarta la autocertificación, mientras que ISO 14001 la permite. Es dudoso
que la certificación por la propia empresa pueda otorgar visos de confianza a
terceras partes, salvo que estén desinformadas del alcance de la norma.
El tratamiento por la ISO 14001 es bastante leve, remitiendo el desarrollo de los
principios, procedimientos y criterios de cualificación para los auditores
medioambientales a otras normas (ISO 19011:2002). En cambio, EMAS incluye en
la misma norma todos los requisitos del SIGMA y del proceso para su registro,
incluyendo la metodología a seguir para la verificación e incluso estableciendo la
duración máxima del ciclo de auditoría, que se fija en tres años para las
organizaciones con menor impacto medioambiental.
|ISO 14001 sustituye la información sobre los resultados del sistema por un simple
logotipo, que en principio debería dar fe del funcionamiento correcto de aquél, pero
no es necesariamente así, sobre todo si la empresa se autocertifica. Además, la
regulación por la ISO 14001 del suministro de información pública lo hace en forma
de recomendación. En cambio, EMAS obliga a poner a disposición del público su
Declaración Medioambiental con un contenido mínimo prefijado y validada
previamente por un verificador acreditado.
Disimilitudes en cuanto a las prácticas exigidas por cada modelo:
El listado de requisitos de EMAS amplía los establecidos por la ISO 14001 en unos
cuantos aspectos que, de forma no casual, son precisamente puntos cruciales para
una política de desarrollo sostenible:
➢ EMAS exige la garantía del cumplimiento integral de la legislación oportuna;
la demostración de la mejora continua del comportamiento medioambiental a fin
de reducir el impacto ambiental a niveles que no sobrepasen los
correspondientes a la aplicación económicamente viable de la mejor tecnología
disponible; y el acceso público a la información medioambiental, que encaja con
otras medidas comunitarias encaminadas a fomentar la transparencia en
cuestiones medioambientales como la Directiva sobre el acceso del público a la
información medioambiental o la Recomendación sobre el reconocimiento,
medición y publicación de las cuestiones ambientales en las cuentas e informes
anuales de las empresas (Páez, 2004: 216, 2001).
➢ La certificación ISO 14001 sólo implica que la organización ha implantado
un SIGMA acorde con ciertos requisitos, de los cuales el más relevante es el
compromiso de cumplimiento legal y de mejora continua (dando completa
libertad a las empresas para definir los impactos medioambientales más
significativos y los objetivos de mejora), aunque sin exigir la demostración
efectiva de ambos. Su desconexión de cualquier regulación legal la incentivó a
confiar en la aceptación voluntaria de todas las partes interesadas, que la han
hecho pretender un equilibrio de expectativas algo ambiguos cambios han
consistido mayoritariamente en completar la ISO 14001 exigiendo la
demostración de la conformidad legal y la obligatoriedad de la información
pública.
6. Razone el concepto y la importancia de “compromiso medioambiental”,
“política medioambiental” y “declaración medioambiental”.
El compromiso medioambiental expresa la aceptación por la empresa de su
responsabilidad medioambiental, de su propósito de compatibilizar su actividad
productiva con la protección del entorno natural y de su voluntad de establecer una
estrategia medioambiental que incluya políticas, objetivos y procedimientos; dicho en
otras palabras es el compromiso asumidos por cada miembro de la empresa con la
responsabilidad medioambiental para que las actividad que realice no afecte el entorno
natural, además es un compromiso textual pues tiene dentro de sus planes una estrategia
con objetivos definidos a fin de cumplir el objetivo que es la preservación del medio
ambiente y la relación amigable entra la empresa y su entorno.
La política medioambiental se define como las «intenciones y dirección generales de
una organización relacionados con su desempeño ambiental, como las ha expresado
formalmente la alta dirección» (norma ISO 14001:2004), en ese sentido podemos hablar
de un esfuerzo políticos que reafirme el compromiso ambiental con acciones normadas
por la misma organización, en otras palabras es el modo de actuar que se impartirá en la
organización desde las altas esferas hasta el último trabajador.
La Declaración Medioambiental tiene como objetivo facilitar al público y a otras partes
interesadas información medioambiental respecto del impacto y del comportamiento
medioambiental de la organización, así como de la mejora permanente del
comportamiento en materia de medio ambiente. Esta declaración debe ser una
descripción fiel del comportamiento medioambiental de la firma, y debe tener en cuenta
además las necesidades en materia de información de las partes interesadas
correspondientes. En palabras sencillas es la información medioambiental que la
empresa debe y está obligada a hacerlo público.
12 ¿Qué ventajas aprecia en que una empresa decida basar su sistema de gestión
medioambiental en la norma ISO 14001 y en el Reglamento EMAS?
Ambos modelos están profundamente relacionados, aunque el conjunto de requisitos de
EMAS es más amplio, los principios consustanciales a ambos, en sus últimas versiones,
son la mejora medioambiental continua, y su logro a través de un enfoque basado en el
ciclo PDCA.
Si la empresa decida basar su sistema de gestión medioambiental en la norma ISO
14001 tiene como ventajas que es de aplicación voluntaria pero tiende a convertirse en
requisitos de mercado para el comercio internacional.
• ISO 14001 cuenta con las ventajas de ser aplicable en todo el mundo y a todo tipo de
organizaciones,
• así como de su más fácil integración con otros sistemas de gestión como los SGC
basados en la ISO 9001, aunque su expansión puede haberse frenado por su más tardía
publicación dilatada aún más
• hasta que los organismos nacionales de normalización van adaptándola.
• ISO, en su esfuerzo por conseguir una norma aceptable por todos los sectores,
estableció unos requisitos de mínima exigencia, que no constituyen en absoluto un
reconocimiento de excelencia medioambiental y, por ello, no aportan ningún incentivo
para las empresas más avanzadas, pero en cambio pueden hacerla más atractiva para la
empresa a la que no le interese alguna de las prácticas obligatorias en EMAS
• Además, la empresa puede usar discrecionalmente el logotipo del organismo externo
que ha certificado su SIGMA, pero no directamente de ISO, lo que puede beneficiar en
el ámbito publicitario.
En caso se decida por el Reglamento EMAS, la mayor ventaja de la que se puede hablar
es el ingreso al mercado de la unión europea, EMAS ofrece a priori una credibilidad
mucho mayor a la hora de autentificar el compromiso de la organización con el medio
ambiente, tanto por su enfoque como por la forma de operativizarla.
• Su carácter abierto. El Reglamento fija los objetivos generales e impone una serie de
requisitos, pero deja libertad a las empresas para la definición concreta de su grado de
compromiso, su política y los recursos a destinar.
• Su carácter gradual. Deja margen de maniobra a las empresas para establecer el
programa de acción que estimen necesario.
• El concepto de mejora continua que EMAS incorpora implica no sólo el cumplimiento
estricto de la legislación vigente, sino además avanzar adquiriendo compromisos cada
vez más exigentes a fin de reducir los impactos medioambientales para no sobrepasar
los niveles que posibilitan las aplicaciones económicamente viables de la mejor
tecnología disponible.
• Para asegurar la transparencia y la credibilidad del EMAS, cada empresa que desee ser
registrada deberá someter la información relativa a su sistema al examen de un
verificador medioambiental
13 ¿Por cuál de los dos modelos normativos de gestión medioambiental se
inclinaría si tuviese que recomendar uno, a una organización? Señale los criterios y
circunstancias que tomaría en cuenta para justificar su selección.
Me inclinaría por un SIGMA basado en directrices propias de la empresa, pero al no
tener esa elección considero que recomendaría el sistema de gestión medioambiental de
la norma ISO 14001 por las ventajas señaladas en el punto anterior como que es
aplicable en todo el mundo y a todo tipo de organizaciones, además esta certificación
suele ser requisitos de mercado para el comercio internacional lo cual apartaría un plus a
la empresa ya que estaría siendo respaldada por la certificación para efectos de
transacciones internacionales.
Como empresa en caminos de buscar una certificación apostaría a lo seguro tomando en
cuenta que el modelo ISO estableció unos requisitos de mínima exigencia, que no
constituyen en absoluto un reconocimiento de excelencia medioambiental.