POLIZIANO - Lamia
POLIZIANO - Lamia
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El titulo original latina es Lamia: «Praelectio in Priora Aris-
totelis, cui titulus LAMIA». Tiene el caracter de prolusion, pro-
logo o introduccion al nuevo curso 1492-93. Un poco como discur-
so inaugural de curso, como se estila hoy. Tiene un caracter apo-
logetico de la obra y de la docencia de Poliziano.
2 Horacia, Arte pol:tica, 340.
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88 Humanismo y Renacimiento Angelo Poliziano 89
Plutarco de Queronea -cuya sabiduria es tan grande «Anda, si es Poliziano; el mismfsimo y charlatan Polizia-
como su fiabilidad- afirma que las brujas tienen los ojos no que se nos ha metido a fil6sofo.» Y desaparecieron
postizos. Se quitan y ponen los ojos cuando quieten y se como avispas que ya han clavado su aguij6n.
los vuelven a sacar y ponet cuando les viene en gana. Lo cierto es que no se lo que quisieron decir al excla-
Exactamente lo mismo que esos viejos que tienen la vista mar «que yo me habfa metido a fil6sofo». (Les molestaba
cansada hacen con los anteojos. Cuando quieten mitat que yolo fuera? --cosa que dertamente no soy. (0 que
algo, se los montan en la nariz como si fuetan unas pin- yo pretendiera hacerme pasar por fil6sofo? --cosa tam-
zas. Y cuando han terminado de mirar los me ten en la bien que estoy muy lejos de ser.
faltriquera. 0 como esos otros que tienen dentadura pos- Veamos, pues, que clase de animal es ese que la gente
tiza, y por la neche se la quitan como si fuera una capa . llama fil6sofo. En segt.iida os dareis cuenta de que yo no
0, si quen§is, como acostumbran a hacer vuestras muje- no soy eso que se dice fil6sofo. Asf lo espero. Y no lo
res con sus trenzas y rizos . digo porque yo crea que lo creeis vosotros , sino para que
Es el case que esta bruja, cuando sale de casa, se cala nadie lo crea nunca. Y no porque me avergiience tal cali-
sus ojos y vagabundea por calles, plazas , cruces de cami- ficativo --caso de ser verdad-, sino porque prescindo
nos, soportales, iglesias , banos publicos, tabernas y luga- muy gustoso de lo que no me pertenece:
res de reunion. Lo husmea todo, lo escudriiia todo, y por
muy escondido que este lo llega a averiguar sin que haya Para que la pobre corneja no sea objeto de risa
nada que pueda ocultarsela. Como aquella vieja de que si el mundo de las aves acude a reclamade sus plumas 3 .
habla Plauto, diriase que tiene los ojos escudriiiadores
del milano. No se le escapa nada, por minima que sea. Hablare, pues, en primer lugar de que es un fil6sofo.
Sus ojos penetran en todos los escondrijos, por alejados Tratare despues de si ser fil6sofo es bueno o malo. Y una
que esten. Y cuando vuelve a casa, en el mismo umbra! , vez demostrado que no es malo ser fil6sofo, hablare un
se desmonta los ojos y los guarda en el basar. Asi pues, poco de nosotros mismos y de la profesi6n.
en casa esta sin ojos y fuera de ella los lleva siempre ca-
lados. I. 01 hablar una vez que hubo en Sames un maestro
Y ~ que hace cuando esta en casa? -me pregunta- de j6venes que iba siempre vestido de blanco y con una
reis. Se pasa las horas muertas hilando lana y cantu- gran melena . Era famoso porque tenia un muslo de oro
rreando. y habfa nacido y vuelto a nacer muchas veces. Se llama-
Y ahara pregunto yo: vosotros, florentinos, c:habeis vis- ba Ipse -el mismo-. Asf le llamaban tam bien sus dis-
to por ventura a esas brujas que estan todo el dia de aca dpulos.
para alla indagando los chismes de los demas, sin ocuparse Tan singular era que apenas admitfa a sus disdpulos a
de sf mismas y de lo suyo? (No? Pues os digo que abun- su escuela, les arrancaba la lengua. Y estoy seguro que
dan en todas las ciudades y aquf, en vuestra ciudad, tam- si escuchais los consejos que les daba, os meareis de risa.
bien. Tened cuidado, porque van embozadas; parecen se- He aqui algunos:
res humanos, pero son brujas.
Un dia, pasando yo junto a ellas, me miraron fijamente no cortes el fuego con la espada;
y se detuvieron . Como tratando de reconocerme , me mi- no tuerzas la balanza;
raron de arriba abajo , como hacen los que van a comprar
algo. De repente, con aspavientos, se dijeron entre sf : 3 Horacia, Epistolas, I, 3 v. 18-19.
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hombres de los mas variados intereses: unos dominados males, esto es, a la teogonia y zoogenia, asi como al es-
por la sed de dinero y de placeres, otros acuciados por el tudio de las estrellas: la astrologia. Analizarfa igualmente
ansia de poder, estos otros aguijoneados por achaques de el curso de la luna determinante de los meses y causa de
honra y relamiendose de placer. los plenilunios; los giros del sol que producen las nieblas
Los hay que destacan por encima de los demas y se invernales, los solsticios, la sucesi6n de los dias y las no-
les tiene en mayor estima. Son los que disfrutan con la ches, asi como los cambios de las estaciones. Por otra
contemplaci6n y goce de las cosas bellas. Y dedican su parte, no podria olvidar los rumbos de las cinco estrellas
tiempo a la observaci6n de nuestro cielo, del sol, la luna errantes y de las fijas, sus desplazamientos, sus avances y
y la armonfa de las estrellas: el sol, fuente de luz; la luna, detenciones. Como tampoco las estrellas fijas en determi-
varia e inconstante, que recibe la luz del sol; las estre- nados puntos que, a pesar de todo, giran y avanzan con
llas, errantes unas y fijas otras en su lugar, pero todas el cielo mismo, con alguna rapidez yen sentido contrario.
elias siempre en movimiento. A esto habria que afiadir -deda- la impropiamente
La hermosura de todo este orden provenia -segun llamada geometria, que permite observar la proporci6n
Ipse- de su participaci6n en el primer inteligible, o ~ea, de las cantidades, desde las superficies planas a los volu-
en la naturaleza de los numeros y proporciones. Esta, di- menes, y en la que se apoyan los fundamentos de la acus-
fundiendose y penetrando todo el universo, lo envuelve tica 0 musica. y terminaba diciendo que solo es necesaria
todo en una belleza y orden misteriosos. la ciencia que permita distinguir lo verdadero de lo falso
Hay -deda- una ciencia que se llama sophia -fila- y desenmascare la mentira. Por el contrario, una ciencia
sofia- y a sus cultivadores los llamaba Ipse fil6sofos. que simula y falsifica los colores reales con tintas imagi-
La filosofla, pues, trata de las cosas bellas, divinas y pu- narias, se aparta de ese arte y es una vanidad total.
ras en su origen, es decir, en su misma fuente y que cons- Para que el fil6sofo llegue a la comprensi6n de esa
tituyen este orden que vemos. En tiempos pasados y pri- naturaleza -siempre invariable y no a merced de las ge-
mitivos, se solla llamar sabios incluso a los que cultiva- neraciones y corrupciones de las cosas- afiadia otro con-
ban ciertas artes sedentarias o mednicas . Asf, Homero sejo. El fil6sofo ha de proseguir el camino sefialado apren-
llama sabios al herrero y al carpintero . Pero vivi6 en Ate- diendo a fondo las disciplinas, lo mismo las faciles que
nas un viejo, notable por sus altos hombros, y a quien la las dificiles. De lo contrario, estara a merced de los dio-
gente tenia incluso por hijo de Apolo. Este no daba el ses o de la fortuna.
titulo de verdaderas artes a las que se aplican al servicio Este fil6sofo -afiadia nuestro viejo maestro- es fru-
directo de la vida, ya se las conciba como necesarias o uti- to de un matrimonio sagrado, esto es, de padres extraor-
les a la vida, o como simple ornato, recreo, o como mero dinarios. Una estatua de Mercurio no sale de cualquier
instrumento. Y lleg6 a afirmar que el tesoro propio de tronco, como suele decirse. Como las ramas y retofios de-
un fil6sofo es la ciencia de los numeros -pues desapa- generados y torcidos pot naturaleza no logran nunca la
recerfa la misma naturaleza humana, caso de prescindir esbeltez que les fuera propia -a pesar del cuidado y ma-
de ella. Aludia, naturalmente, a los numeros no como .algo nipulacion adecuados , pues pronto vuelven a su degene-
corp6reo o material, sino como principia y origen de lo raci6n primera-, asi tienden a retroceder los de baja con-
par o lo impar, en intima relaci6n con la naturaleza mis- dici6n y que no han recibido una educaci6n esmerada.
ma de las cos as. Quiero decir que eligen los trabajos mas viles, y no tie-
En un segundo momento -seguia diciendo- podrfa nen nunca elevacion de miras. Su conducta no procede
dedicarse al estudio del origen de los dioses y de los ani- nunca con rectitud de espiritu ni verdadera libertad.
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Y ponia como ejemplo a los habitantes de Elida o de Se ha de proscribir el ansia de riquezas, que no han
Pisa, ciudades griegas donde sollan celebrarse los Juegos de buscarse sino en la medida en que puedan proporcio-
Ollmpicos. En tales competiciones a nadie se le permitia nar el ocio o tiempo libre para la filosofia. No juzgo -de-
desnudarse, a no ser a aquellos que demostraran que sus da nuestro viejo maestro- ni juzgare nunca como a hom-
padres y antepasados estaban sin tacha. Y si alii se per- bre de bien a quien se le vayan los ojos tras el brillo del
mitia esto -tratandose tan solo de competiciones corpo- oro, y a quien traicione o venda su palabra y su honor
rales en que se aspiraba simplemente a una corona de oli- por torpes compromisos. El oro prueba a los hombres,
vo silvestre-, ~por que, se preguntaba el viejo, no se lo mismo que el fuego prueba al oro. Tampoco ha de
hada lo mismo en las competiciones del espfritu? urgar morbosamente en la vida privada de los demas,
Con ello solo queda dar a entender que el filosofo como hacen esas brujas que hemos mentado antes. Ni para
debia aficionarse a buscar la verdad. Y en su busqueda hacerse temer pretendera inmiscuirse en los secretos de
debia procurarse la compafifa y ayuda de otros colabora- una casa.
dores. Le pareda evidente que en la filosofla ocurre como Logicamente, tendra por sabio a Esopo, que afirmaba
en una caceda. Si uno solo se dedica a perseguir la pie- que el hombre lleva dos alforjas, una delante y otra atras.
za, nunca o con mucha dificultad la clara alcance. Pero, La una cuelga sobre su pecho y la otra sobre la espalda.
ayudado de otros cazadores, llegara basta su misma gua- Las dos estan cargadas de defectos, si bien en la delan-
rida. En esta clase de caceda que es el filosofar, el que tera van los ajenos y en la trasera los propios. Seda con-
va por libre se topa con parajes intrincados y espesos sin ,, veniente que de vez en cuando supieramos dar la vuelta
cuento, rodeados de arboles y de sombras pavorosas, muy a las alforjas. Asi poddamos ver nuestros defectos.
diHciles de atravesar. Tal fue el retrato del verdadero y autentico filosofo
Los filosofos han de tenet esta divisa -a la usanza que nos trazo el viejo maestro de Atenas, aquel que so-
de las familias nobles que emplean ciertos emblemas: los ,f brepasaba en altura a los demas, sacandoles la cabeza y
seleucidas, el ancora; el hombre marfilefio, los pelopidas; basta todo su pecho. A pesar de sentirse feliz y dichoso
los enobarbos, la barba rojiza-: «aborrecer la mentira en esta vida, afirmaba que nunca dejaria de meditar en
y amar la verdad». En cualquier caso, le cuadra muy bien la muerte, pot muchos afios que viviera. jQue pocos en-
al filosofo un cierto fingimiento. Tal sucede cuando se re- contramos como el! Son mas raros que los mirlos blancos.
baja a sf mismo y a sus cosas. Es una forma de ironia Tonto de remate seda yo si dijera que soy como ese
elegante como la que empleaba, segun se dice, el mismo filosofo que acabo de presentaros. Apenas si me he aso-
Socrates para enfrentarse a los hinchados sofistas. Al ver- ,, mado a los saberes propios de un filosofo. iY cuan lejos
se confundidos por un hombre que, a su parecer, era in- l estoy de sus habitos y virtudes!
culto, podian darse cuenta de que los que no sabian ab-
solutamente nada eran ellos. En este tipo de saberes -y, II. Pero suponed que lo soy_ ~ Mereceria reproche
de modo especial, cuando algunos de forma descarada se por ello? (Es que ser filosofo es una tarea vana y nefasta?
atribuyen lo que estan muy lejos de poseer- son de 1Jna No ignoro que asi la consideraron algunos en tiempos pa-
pedanteria insoportable en todas partes 6 • sados, sobre todo los poderosos. Se cuenta de Agripina
6 Se!eucidas, descendientes de Seleuco, general macedonia de Ale- dre, Tantalo, y a quien los dioses le restituyeron su hombro de
jandro (312-280 a. C.) y fundador de Seleucia.-Pel6pidas, descen- marfil.-Enobarbos: barba de bronce o de barba y cabellos rojos,
dientes del heroe mitico Pelops, descuartizado por su propio pa- descendientes del noble romano D. Enobarbo.
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-madre de Neron- que aparto a su hijo del estudio de le satira mordaz, los Filloi? ~Su renombre nose debe aca-
la filosofia porque la consideraba inutil para los gobernan- so a las chanzas contra los fil6sofos? 7
tes. Por ser filosofos, y no por otro delito, expulso Do- Pero el que algunos censuren una cosa no nos debe
miciano de Roma y de Italia a los filosofos. Socrates, pa- llevar a considerarla como mala. Al decir del comun de
dre de la filosofia, fue condenado a heber la cicuta. La la gente, el dulce es el mejor de los sabores. Con todo, a
otrora prospera ciudad de Antioquia expulso con injurias algunos les desagrada, incluso estando sanos. Las criticas
y calumnias al principe Juliano solo por dos razones: per- y comadreos vienen a set como las sombras que, aunque
que era filosofo y porque llevaba barba, como acostum- se agranden o se achiquen, no consiguen aumentar o dis- '
braban a hacer los antiguos filosofos. No nombrare minuir e1 cuerpo de donde proceden. Asi, no somos bue-
-~para que?- a aquel barbara tirano, decidido a que- nos porque se nos alabe, ni males porque seamos objeto
mar todos los libros de los filosofos. Y ciertamente lo de vituperio.
hubiera heche de no haberle disuadido Algacel, contandole Sin el cultivo de la filosofla no es posible vivir segun
una fabula piadosa y ridicula. las virtudes del alma. Solo el cuidado de las virtudes del
A mi no me extrafia nada de esto. No podian tolerar alma hara que vivamos como es debido, de la misma ma-
la gravedad de la filosofia , pues eran personajes malvados nera que si vemos con los ojos, solo con ojos sanos po-
y disolutos, comidos por la lujuria y los placeres. Lo que dremos ver bien. Por tanto, que no se entregue a la fila-
no deja de sorprenderme es que los ataques a la filosofia sofia el que no quiera vivir bien. Y que abandone la file-
hayan venido de gente docta y honesta. y lo que mas sofia quien quiera seguir un camino depravado.
me indigna es que para ello se hayan servido del favor Me vienen aquf a la memoria ciertas sentencias de
del pueblo, que los aplaudia y alababa. Tal es el caso del oro del pitagorico Arquitas. Estan tomadas de su libra
romano Hortensia, hombre elocuente y de alto linaje. Sabre la Sabiduria, que con vuestro permiso me atrevo a
Precisamente por arremeter contra la filosofia hizo que traducir a1 pie de la letra. He aqui algunas 8 :
Ciceron diera su nombre a un libra, que dio fama a Hor-
tensia ante la posteridad. Dion de Prusa -el primero a - la sabiduria descuella de entre las casas humanas
quien se le dio el sobrenombre de pica de oro- por nin- como la vista entre los sentidos;
guno de sus muchos discursos es considerado mas elo- la inteligencia, entre todas las potencias del alma;
cuente que por el que dirigio contra los filosofos. Lo mis- - el Sol, entre todos los astros;
mo sucede con Aristofanes , de la comedia antigua. En - la vista se tiende a lo lejos y capta la infinita va-
ninguna de sus comedias mostro tanta gracia y vis c6mica riedad de formas de las casas. La mente, a su vez -coino
como en Las nubes. Con una satira llena de sal nos pre- verdadera reina-, activa la razon y el pensamiento, y se
senta al filosofo Socrates midiendo los saltos de una pulga. convierte en la vista y motor de las cosas mas altas. Por
Lo mismo cabe pensar de Aristides. Logro mas renom-
7 Hortensia, orador y consul romano (siglo n a. C.) que dio Iu-
bre y gloria pot el discurso contra Platon y a favor de gar al famoso diilogo de Ciceron Hortensius, sabre Ia retorica.
cuatro magnates griegos que par las muchas obras que -Di6n de Prusa, o Dion Crisostomo, ret6rico romano del siglo I
compuso. Y no porque su estilo -carente de elegancia, despues de Cristo. Arist6fanes, comedi6grafo griego, de Ia llarnada
y no ajustado a las normas de la retorica- este despro- comedia antigua (siglo v a. C.), que ridiculiz6 a Socrates en Las
visto de una cierta belleza y humor, y sus palabras y nom- Nubes.-Arlstides (Elio) , retorico griego {siglo n d. C.).-Tim6n el
Xil6grafo (siglo III a. C.), poeta y musico griego.
bres se lean con sumo agrado. s Arquitas de Tarento (siglo IV a. C.), matematico y fil6sofo pi·
Y ~que decir del celebre Timon de Fliunte, autor de tag6rico.
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su parte, el sol es el ojo y el alma de la naturaleza. Por Vamos huyendo del aislamiento, buscando la conviven-
el todo es perceptible, todo se reproduce, se nutre , crece cia de las ciudades. Pues bien, (DO advertimos en estas
y recibe calor; unos quehaceres que buscan una vida comoda, otros traba-
- el hombre es, con mucho, el mas inteligente de los jos que son subsidiarios de los primeros, y finalmente
animales. Dios supremo ha impreso y sellado en el una otros que se sirven de los demas? (Y no es, acaso, en
razon universal que le permite observarlo todo y sacar estos donde, por set mas nobles, reside fundamentalmente
conclusiones y previsiones. Merced a esta inteligencia, el bien mismo? Pues bien, la unica que gobierna el jui-
puede distinguir las especies de las cosas y dar significado cio, que se vale de la razon y provee al bien universal,
a nombres y palabras, de la misma manera que a los so- es la que puede anularlas a todas y dirigirlas. y ese es el
nidos de las voces su tono preciso. quehacer de la filosofia. (Nos habremos de avergonzar,
entonces, de filosofar?
A estas palabras de Arquitas me atrever1a a afiadir lo Quiza me digas: «Pero el conocimiento de la filosofia
siguiente: «Quien renuncia a la filosofia, renuncia a ser es dif!cil.» Yo te respondo que, si nos atenemos a las
feliz.» Solo se es feliz cuando se poseen muchos bienes pruebas, no hay arte liberal mas facil. Los principios o
y se sabe disfrutar de ellos. Ahara bien, no podemos dis- postulados son mas faciles de entender que sus derivacio-
frutar de los mismos si no hacemos buen uso de ellos. nes o conclusiones. Y as! comprendemos mejor las cosas
y si solo la ciencia nos permite hacer buen uso de ellos buenas que las que son peores. La prueba es que la fila-
-y la filosofla busca y alcanza esa ciencia-, entonces se sofia, sin prometer ganancias materiales, alcanz6 en poco
impone el filosofar para poder ser felices. tiempo una gran altura. (Que hombre de talento no ansia
Y vuelvo a preguntarme: (Cuidaremos de nuestras co- disponer de un rato de tiempo para entregarse a la file-
sas materiales -,-de nuestro cuerpo y de nuestras rique- sofia? Seria lo contrario si el filosofar fuera una fatiga,
zas- y no cuidaremos de nosotros mismos, quiero decir, y no un placer. ( Se puede decir algo mas en su favor que
de nuestra alma? Pues la que sana al alma es la filosofla, en cualquier momenta y lugar podemos entregarnos a su
como la medicina sana al cuerpo. estudio y meditaci6n? (Hay acaso para ello necesidad de
Tres son las poteneias o facultades del alma: la raz6n, instrumentos que no los llevemos dentro de nosotros mis-
la agresividad y el apetito; pero solo la primera es divina. mos? (No son todos los lugares propicios para hacerlo?
Las dos ultimas son mas bien propias de animales. Y sigo La verdad se te hace presente alll donde estes.
preguntandome: (Seremos capaces de mimar y fomentar Pero si la filosofla no es difkil de comprender, no es
e1 apetito -hidra de muchas cabezas- y la agresividad tampoco evidente ni transparente a cualquiera. Se comu-
-leon rugiente- consintiendo que la razon, que es lo nica no a los que duermen, sino a los que es tan en vela.
espedfico del hombre, se debilite y se medio muera de Y, no obstante, no se si merecemos lastima o risa, pues
hambre? (Podemos consentir que , como el Hipolito del no somos capaces de soportar unas horas de vigilia en in-
mito, se vea arrastrada y zarandeada por estos dos mons- vierno. Mientras tanto nos lanzamos mas alla de las co-
truos que terminaran desgarrando y destrozando. sus lumnas de Hercules, navegando hasta la India por un vil
miembros? 9 y rofioso metal.
Para que podais comprender lo que acabo de decir
9 Personaje de la famos a tragedia griega Hipolito. En este tni-
gico mito, Fedra se enamora de Hipolito su hijastro, quien Ia
-q ue la filosofi a constituye el mayor de los placeres-,
rechaza. En venganza, Neptuno hace salir un toro del mar que es- os pongo una comparacion. Imaginaos a uno bafiandose en
pant6 a los caballos, que arras traron y mataron a Hipolito. un mar de delicias, pero totalmente ignorante y mente-
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cato. ~Envidiarfa alguien una vida semejante? Pienso que de jabon, seglin el viejo proverbio. c:Acaso no vemos que
no. Como nadie optaria tampoco por estar siempre ebrio, no supera en fuerza al elefante ni en ligereza a la liebre?
ni por ser nino toda la vida, ni durmiendo como Endi- ( Y esa gloria ofuscadora que tanto nos atrae, que es sino
mion. Pues es claro que, aunque el suefio tiene sus pia- una simple naderia, una niebla que se esfuma? AI mirar
ceres, no dejan de ser placeres falsos, evanescentes e ilu- las cosas desde lejos, parecen abultadas; pero a medida
sorios, no reales y tangibles 10 • que te acercas, advertiras solo formas evanescentes. Nada
( Habeis pensado alguna vez por que todos tenemos tan bello como el torso y el talle del cuerpo humano;
miedo a la muerte? Se me ocurre que la raz6n es que pero ello se debe al espejismo propio de la vida humana.
tememos lo que ignoramos, precisamente por oscuro y Si tuvieramos la mirada del lince y pudieramos penetrar
misterioso . Nos resulta, por el contrario, apetecible lo que en el interior de las cosas, nos causaria horror incluso lo
comprendemos, por claro y transparente. La veneradon que solemos llamar hermosa. jQue de cosas aparecerian
que sentimos .bacia nuestros padres c:no es porque, gra- ante nuestra mirada feas y deformes! No quiero ni men-
cias a ellos, podemos contemplar este sol, estas estrellas cionar los placeres obscenos, cuya secuela irremediable
y esta luz universal? Asi nos son especialmente gratas las son los remordimientos.
cosas familiares y amamos la convivencia de los que nos c:Hay algo, pues, consistente y duradero en las cosas?
rodean, llamando amigos a los que mejor conocemos. Pues Es lo quebradizo y breve de nuestra vida lo que hace que
bien, si nos complace lo que de veras conocemos, c:no va algunas veces nos parezcan estables y permanentes. Ello
a complacernos e1 mismo conocer y saber? Tales la meta nos debe llevar a no pensar como disparatado y absurdo
final de la filosofia . Por tanto, o prescindimos de toda lo que pensaron algunos hombres antiguos: que nuestras
accion o aspiracion en esta vida, o nos refugiamos en la almas -encerradas como estan en la cared de nuestros
filosofia como en nuestro verdadero puerto ... cuerpos- purgan en ellos las penas de grandes culpas.
. .. Nada hay, pues, en las cosas humanas digno de preo- Cierto que a mi la condicion del alma -unida y pegada
cupacion y cuidado. A no ser aquella que Horacia llama al cuerpo,,y como difundida y extendida a lo largo de los
chispa de un soplo divino : el alma. Ella hace que -en miembros del cuerpo y los organos de los sentidos- me
medio del torbellino de la existencia- la vida del hom- parece que esta sufriendo aquel suplicio que intligia a sus
bre tenga rumbo seguro. Porque, (no es algo divino nues- subditos e1 famoso Mecencio. Nos lo pinta asi Virgilio:
tra alma? Si, algo ciertamente divino -fuera Euripides el
primero que se atrevio a afirmarlo, o qubi Herm6timo At6 cad!zveres a personas vivas,
o Anaxagoras 11 • uniendoles manos con manos y bocas con bocas
Basta con mirar a la misma vida humana. (Que es y, en prolongada agonfa ~horrendo suplicio-,
sino una sombra van11, o -en expresion mas certera de mataba a sus victimas, ahog!zndolos en sangre,
Pindaro- un suefio de sombra? El hombre es una pompa en siniestro abrazo 12 •
10 Endimi6n, pastor mitol6gico condenado a suefio perpetuo por Qubi se diga que a los filosofos no les espera uria re-
haber faltado a Juno . La luna, enamorada de el, entraba en su compensa humana. Por mi parte, no espero ni busco mas
cueva todas las noches para besarle. recompensa que la que resulta del propio trabajo. Todo
11 Euripides, tragico griego (siglo v a. C.). H erm6timo y Ana-
xagoras de Klazomene (siglos VI-V a. C.) , filosofos presocraticos. el pueblo acude espontaneamente a representar una come-
De este Ultimo es su famosa interpretacion del nous como orde-
nador del mundo. u Virgilio, Eneida, VIII.
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dia o una tragedia, o cuando hay lucha de gladiadores en pides luego que explique lo que alli se maneja -todo lo
el circo, y nadie lo hace estimulado por recompensa algu- que tiene ante sus ojos y entre sus propias manos-, em-
na. (No seremos nosotros capaces de contemplar la na- pezara a vacilar y a titubear desconcertado . Como pajaro
turaleza que es, con mucho, el mas bello espect:kulo? atrapado en viscosa liga, o como murcielago al sol, se
Pero habras de conceder que la filosofia no busca la obnubilara haciendo que se rian de el no solo las criadas
accion, sino la contemplaci6n. tracias, sino los rapazuelos que empiezan a hacer palotes
Cierto; pero no se olvide que es ella la que dicta la en el encerado. A duras penas podra impedir con su bas-
acci6n. As! como en los cuerpos es la vista la que observa tan que se le suban a las barbas. Callara, enmudecera,
y mide todo -aunque no realice inmediatamente la ac- no encontrara palabras para responder a quien le insulta
ci6n-, solo por ser lo que es, representan tal ayuda para con palabras. jTan ignorante esta de los defectos de los
los que trabajan, que se sienten tan deudores de sus ojos demas que nunca ha metido las narices en los vicios aje-
como de sus manos. nos! Que alguien se ala be o se ensalce mas de lo debido
Pero el fil6sofo es un hombre tosco v nada sociable. en su presencia; o que lance al viento la felicidad de
No conoce siquiera la calle que lleva al foro , ni d6nde los reyes y dictadores; que otros se jacten de poseer cam-
se reune el Senado, ni el sitio donde se congrega el pue- pos de mil fanegas o quieran hacer ver lo ilustre de su
blo, ni en que lugar se celebran los juicios. No sabe de linaje desde sus bisabuelos. Todo esto le tiene sin cuida-
leyes , decretos ni edictos de la ciudad. Ni suefia siquiera do; se limita a pensar que todos estan locos. Se rie desafo-
en los manejos de los candidates y sus conciliabulos, en radamente, no se si por insolencia 0 por estupidez.
sus comilonas y juergas. Pasa de los hechos ajenos, de si Asi es -me diras- tu ilustre fil6sofo, ese que acabas
a Fulano o Mengano le van bien o mal las cosas. Ignora de ponderar tan sin fundamento y medida.
a aquel de cuya mujer o de cuyos padres suelen sefialar- cY que quieres que te diga? ( Es que puedo respon-
sele tachas. Por ignorar, ignora si pueden sefialarselas a der? Te dire que es mas verdad que la verdad misma .
el mismo, tanto como Nuestro fil6sofo desconoce lo que es un tribunal, un plei-
to, la vida de palacio o la intriga. Esta por encima de las
El numero de las arenas de Libia debilidades hurnanas , ya porque pasa de todo eso, ya pot-
que hay en la perfumada Cirene 13 . que lo tiene por pequefio e insignificante. Esa y no otra
es la raz6n de su desprecio bacia todo, dejandolo a la
Podemos afirmar, incluso, que ignora a su propio veci- chusrna vii, como cosa digna de plebeyos.
no. No sabe si es blanco o negro, si ~es un hombre o una Del general Temfstocles se cuenta la anecdota siguien-
bestia. Por no ver, ni siquiera ve lo que tiene ante los te. Un dia se hallaba a la orilla del mar inspeccionando
pies. De la criada tracia de Tales de Mileto se cuenta que los cadaveres de los soldados barbaros que habian cafdo
se ri6 de el, porque mirando de noche a las estrellas, se en la batalla. Viendo esparcidos por tierra collares y ani-
cay6 a un pozo. «Te has conducido, Tales, como necio llos de oro, paso de largo, no sin antes advertir a uno
-le dijo-; contemplabas el cielo y no ve1as lo que tenias de sus ayudantes: «Anda, c6gelos tu, pues tu no eres Te-
ante tus pies.» mlstocles. »
Si a un hombre de estos lo introduces a palacio, lo lie- Tal es la conducta del fil6sofo: se abstiene de todas
vas a un magistrado o lo presentas en una reunion , y le esas cosas como desdefiables y no propias de su oficio.
Tanto las ignora que no se da cuenta de ello. Como aquel
13 Catulo VII. cisne de Tebas de que nos habla Horacio, divaga errante:
104 Humanismo y Renacimiento Angelo Poliziano 105
Levanta su vuelo par los aires guna parte. Solo pueden ver lo que tienen ante sL A su
y eleva sus alas a las regiones etereas 14 • espalda, y por encima de ellos, resplandece a lo lejos un
gran fuego; y entre este fuego y los hombres se eleva un
Desde alli abarca el cielo y la tierra, penetrando los ar- pasadizo que parece como suspendido en la altura y jun-
canos de la nat:uraleza. to a el una pared. '
Cuando contempla lo largo y ancho del universo, Pues bien, por ese pasadizo van desfilando muchas per-
las casas de aqui abajo desaparecen a su atenci6n 15
•
sonas portando en sus manos anforas, utensilios y otras
figuras de animales talladas en piedra, madera o cualquier
~Es que puede apreciar el que un rey sea distinto de otro material. Todo lo que llevan se refleja en la pared
un porquero, de un pastor o de un boyero? Para el, el que acabamos de mencionar. Al mismo tiempo, las per-
rey esta en peor situacion: tiene que gobernar a seres sonas aparecen unas en silencio y otras charlando, como
peores, ya que un hombre ignorante es peor que las bes- ocurre siempre. Se asemeja un poco a esas escenas de
tias, incluso que las bestias mas feroces. Para el filosofo, prestidigitadores o sombras chinescas que se mueven de-
los muros de las ciudades no son mas que vallas y apris- tras de un telon. En el hacen aparecer ante nuestra vista
cos para encerrar a esos feroces rebafios. ~Puede consi- figuras diminutas como mufiecos que dialogan y hacen
derar como cosa grande una tierra de mil fanegas ese gestos ridicules, peleandose entre si y persiguiendose en
hombre a quien la tierra entera le parece un palmo? broma.
~ y como no reirse del que se tiene del mas alto linaje Y bien -me direis~, ~que significa toda esta fantas-
porque recuerde a cinco o seis antepasados ;:on nobleza magoria tan estudiada y estrafalaria? Oslo explicate. ~Ha
o dinero? ~ Y que decir si, tras los blasones de esa serie beis pensado que esos hombres de quienes acabamos de
de antepasados, se pueden encontrar muchisimos que fue- hablar -inmoviles y aherrojados con cadenas- podria-
ron siervos incultos y basta mendigos? ~ Es que hay rey mos ser nosotros mismos? ~Que es lo que pueden ver?
que no venga de siervos, o siervo en cuyos origenes no se No ciertamente a si mismos ni, atados como estan, po-
encuentren reyes? iTodas estas distinciones acaban con- dran vet tatnpoco a sus compafieros que tambien lo estan.
fundiendose en la larga corriente de los siglos! Mucho menos podran ver los objetos que portaban los
Quiero presentaros ahora una muy bella alegoria. Se transeuntes, pues estan envueltos en tinieblas y les es
atribuye al famoso filosofo platonico Jamblico 16 , a quien itnposible mirar bacia atras. Lo logico es pensar que solo
toda la Grecia antigua dio en Hamar el «divinisimo». podran ver las sombras que e1 fuego proyecta en la pared
Imaginaos -dice el- .una amplia caverna que se aden- opuesta de la caverna. Y si por casualidad los que pasan
tra largamente en la tierra y en cuya parte superior tiene se ponen a dialogar, entonces estoy seguro de que los en-
un gran orificio pot el que penetra la luz. En lo mas hon- carcelados se convenceran de que esas sombras son auten-
do de esta caverna hay unos hombres retenidos alli desde ticas realidades. Si, ademas, resuena ese remedo de voz
su infancia. Estan atados con cadenas, y de tal manera -llamado en griego Eco- y repercute en el muro fron-
sujetos que no pueden mirar al tragaluz ni volverse a nin- tero de la caverna a medida que van hablando los tran-
seuntes, ~no crees que pensaran que el que habla es la
14 Horacio, Epistolas, II, 4b, 20-21. misma sombra que pasa? Creo que sL Y pienso, ademas,
15 Ovidio, Tristes, II. que para ellos la unica realidad son las sombras.
16 ]amblico, fil6sofo neoplat6nico sirio (siglo IV d. C.), disdpu-
lo de Plotino y Porfirio. De gran predicamento entre los huma- Quitemosles ahora las cadenas y dejemosles libres, tra-
nistas. tando, si es posible, de redimirlos de tanta ignorancia.
106 Humanismo y Renacimiento Angelo Poliziano 107
~Ocurrira algo? Sucedera -creo yo- que al guitar los la suerte de sus compafieros sumidos todavfa entre tantos
grilletes y cepos a cualquiera de elios, y al mandarle que males.
se incorpore y mire bacia atras, camine y dirija su mirada Supongamos ahora que en aquella caverna existiera la
a la luz, ese tal se tambaleara, cerrara fuertemente sus costumbre de glorificar, premiar y honrar a los que me-
ojos ofuscados por la luz sin poder mirar las casas, cuyas jor fijaban las sombras, o a los que con mejor memoria
sombras solo habia vista basta entonces. Si en ese mo- lograban reconocer las sombras que habian pasado antes ,
menta alguien dice a nuestro hombre: «Oye, lo que es- despues o simultaneamente ante ellos; o que premiaban
tabas viendo antes eran simples sombras chinescas, figuras a los que adivinaran las figuras que aparecerfan luego en
animadas; ahara es cuando ves las cosas como son.» Si, la pared. En tal caso, cse puede pensar como algo posi-
ademas , le muestra las cosas tal cual son y le pregunta ble que nuestro hombre aspirara a tales honores, alaban-
por cada una de elias, (Crees que saldra de su asombro zas y premios y envidiara a los que los conseguian? Pien-
y que, perplejo y vacilante, no seguira manteniendo que so que no. Creo que iria mas alia de los sarmatas y del
las cosas que antes veia eran mas reales que las que ahara oceano glacial antes que triunfar entre sus compafieros 17 •
tiene delante? Y si, liegado el momenta, se le obliga a Vamos a suponer todavfa otra cosa. Imaginad que este
salir a la luz, cno podremos pensar que le doleran los hombre vuelve --como desde un destierro- a aquel lu-
ojos, que se volvera de espaldas a la luz, corriendo a gar desapacible y tenebroso. (No creeis que se sentira
todo trapo para meterse de nuevo en las sombras? cPuede como ciego al pasar de la luz a las tinieblas? Y en el caso
dudarlo alguien? de organizar una competicion para establecer quien conse-
Y hay todavia mas. cEse hombre no protestara y se guirfa con mayor grado de precision aquelias sombras
rebelara si alguien le obliga a salir a la fuerza por cami- animadas, cno creeis que todos lo venceran y se mofaran
nos asperos y empinados? Una vez al aire libre --como de el? Todos los encarcelados a una vociferaran diciendo
el cancerbero de Hercules-, torcera el morro, no aguan- que su colega ha vuelto ciego a la caverna, y que es pe-
tara la luz ni la mirada de las casas que se le presenten ligroso arriesgarse a salir de ella. Si alguien, en conse-
como deseables a menos que vaya acostumbrandose pau- cuencia, se adelantara otra vez a liberar a alguno de elias
latinamente. En un primer momenta dirigira su mirada y quisiera sacarlo al aire libre, este -quienquiera que
a las sombras; despues contemplara la imagen del sol re- fuese- se resistirfa con ufias y dientes, hasta arrancar los
flejada en el agua, para despues poner los ojos en los ojos de los que intentaran sacarlo de alii.
cuerpos opacos impenetrables a la luz. En un segundo Me gustaria explicar esta alegorfa. Pero os hablo a
momenta ya podra levantar sus ojos al cielo, primero para vosotros, florentinos, hombres inteligentes y agudos si los
vet de noche la luna y las estrelias. Y luego, de dia, basta hay. Aclarare tan solo que estos hombres encadenados y
se atrevera a mirar al sol. Entonces se percatara de que en tinieblas representan al vulgo y a la ignorancia. Y el
es ese sol la medida del tiempo, la regia de las estaciones que sali6 a plena luz libre de cadenas es la figura del
y la causa de aquellas cosas que antes contemplaba en la filosofo , del que venimos hablando desde el principia.
oscuridad de la caverna. . jMe gustaria ser ese filosofo! No tengo por que temer la
cOs imaginais ahora lo que este hombre pensara en malquerencia y el desdoro de ese tftulo basta el grado de
su interior? cQue hara? cNo clara infinitas vueltas a su no querer ser fi16sofo, si lo fuera de verdad.
drcel oscura, a sus cadenas y a sus fantasticos saberes
anteriores? Creo que agradecera infinitamente a los dio- 17 Sarmatas. De Sarmania, llanura inmensa al norte del mar
ses el haber podido escapar de allf, y que se dolera de Negro.
Angelo Poliziano 109
108 Humanismo y Renacimiento
III. Y a me parece estar oyendo otra vez a las bru- La mision de los gramaticos es exponer y contar todo
jas. A mis afirmaciones tantas veces y en alta voz repe- genera de escritos de poetas, historiadores, oradores, filo-
tidas, replican elias con punzantes y repetidos alfilerazos: sofos, medicos y juristas. Nuestra epoca -tan poco co-
-No vale la pena, Poliziano, que te esfuerces en de- nocedora de la cultura antigua- ha limitado la funcion
mostrar y declarar a tus oyentes que no eres fil6sofo. del gramatico a un campo muy reduddo. En la antigiie-
Tranquilizate: nadie es tan necio que piense eso de ti. dad, ese tipo de hombres estudiosos tuvieron tal autoridad
Tampoco nosotras nos tragamos eso de que eras fil6sofo que los gramaticos eran los censores y jueces natos de
-palabrita que, por cierto, parece molestarte demasia- toda clase de escritos. Sin duda, por eso se les llam6
do. (Par tan incultas y pasadas de moda nos tienes como tambien criticos. Su cometido -segun Quintiliano- no
para reprocharte la filosofia como si fuera un delito? Lo se limitaba a subrayar los versos mancos, sino que llega-
que nos saca de quicio -por no encontrar otra expresi6n ban a eliminar de la familia de los libros, como espureos,
mas dura- es la arrogancia (:On que te mueves desde hace a todos aquellos que se probata estaban falsamente ins-
tres afios dici<~ndote fil6sofo sin mas dedicaci6n basta aha- critos. A su arbitrio corria el admitir o excluir a los mis-
ra a la filosofia. Por eso mismo te hemos llamado char- mos autores en la categoria de tales.
latan de feria. Hace mucho tiempo que estas ensefiando Gramatico en griego significa lo mismo que literato en
lo que ignoras y lo que nunca has sabido. latin; solo que nosotros hemos dejado este nombre para
-Teneis raz6n, amigas mias, en lo que decis y pen- las escuelas de aldeas, por no decir para las tahonas. Los
sais. Pero escuchadme un momenta, por favor, si es que literatos podrian quejarse y molestarse con el mismo de-
teneis tiempo. Cierto, yo me declaro interprete de Aris- recho que tenia para sentirse molesto Antigenides porque
t6teles; los otros diran si estoy preparado para ello. Pero lo llamaran flautista o gaitero. A Antigenides no le bacia
lo que afirmo es que soy interprete, nunca fil6sofo. No gracia que a los trompeteros funebres les llamaran flau-
por ser interprete de un rey me esta permitido pensar tistas. Tienen derecho a enfadarse los literatos porque
que yo mismo soy rey. Nadie entre nosotros considera se de el nombre de gramaticos a los que ensefian las pri-
poetas a Donato ni a Servia -pongamos por caso. Ni meras letras. El nombre verdadero que los griegos daban
entre los griegos a Aristarco o a Zenodoto, que inter- a estos era gramatistas, no gramaticos. y entre los latinos
pretaron a los poetas. (No es acaso un valido interprete no se les llamaba literatos, sino letradores 19 • ,
de Aristoteles el famoso Fil6pono, discipulo de Amonio Volvere a hablar de los gramaticos en otto lugar. Vuel-
y condisdpulo de Simplicia? Nadie, en cambia, le llama vo ahara a mi mismo. Cuando hablo de los fil6sofos, es-
fil6sofo, sino gramatico. (Y no son gramaticos tambien toy lejos de darme a mi ese nombre -que es en mi oca-
el famoso Jenocrito de Coos, Aristocles y Aristeas de Ro-
das, Antigono y Didimo de Rodas, y el mas famoso de to- que hizo la primera edici6n crftica de la Iliada y la Odisea, asf
como un lexica o diccionario homerico {siglo III a. C.). 3) Fila-
dos, el gran Aristarco? Pues sabed que todos ellos fueron sofia: Fil6pono, Ammonia y Simplicia. Fil6pono {siglos v-VI d. C.)
interpretes de Hipocrates, segun testimonio de Erotiano. escribi6 comentarios a Arist6teles.-Ammonio (siglo V d. C.) de
Galena nos habla tambien de otros muchos. Nadie, .sin Alejandrfa, comentarista de Arist6teles y Proclo. Simplicia, fil6-
embargo, los tiene pot ello como medicos 18 • sofo neoplat6nico {siglo v d. C.), comentarista de Arist6teles y
de Epicteto. 4) Medicos, seguidores de Hip6crates y Galeno: Je-
18 Poliziano alude aquf a cuatro dases de autores: 1) Donato n6crito, Aristocles y Aristeas.
19 Gramaticos.literatos-criticos. Adviertase el valor hist6rico de
y Servia, ret6ricos. Donato {siglo IV d. C.) es famoso par su Ars
Grammatica, que tanta influencia tuvo en la Edad Media. 2) Poe- estas palabras y el concepto que de sf mismos y de su obra tenfan
sia: Aristarco y Zenodoto, criticos griegos. De Zenodoto sabemos los humanistas.
110 Humanismo y Renacirniento Angelo Poliziano 111
sional. Ta~poco me apropio tal titulo, pues no me per- que se cuece en las escuelas filos6ficas, tendreis que con-
tenece. DeJadme que os pregunte: ~tan cinico y estupido venceros que no he sido yo el que las ha inventado y
me considerais que si alguien en la calle me diera el ti- que, al menos, si las he aprendido de los maestros. Y si
tulo de magistrado 0 de medico no me daria cuenta al son de vituperar los que prometen mucho sin despues dar
instante de que se estaba burlando de mi? Y ello a pesar nada, ~par que no se me habria de alabar a mf que antes
de q.ue -y no se vea petulancia en mis palabras- hace
ya tlempo, y con no pocos desvelos, vengo dando ala luz
i de prometer nada he dado lo que sabeis, por poco que sea?
El estoico Epicteto observa que las ovejas que han es-
tado pastando durante el dia, alllegar la noche no se glo-
I
muchos comentarios tanto sabre derecho civil como sobre
tratados de medicina. No pretendo otro titulo mas que r~an ante el pastor de la mucha hierba que han pacido,
el de gramatico. Y suplico que nadie me envidie este smo que le ofrecen su leche y su lana. Del mismo modo,
titulo que desprecia basta la gente poco culta por dema- hay que _ofrecer a los demas lo que hemos aprendido, sin
siado bajo y denigrante . vanaglonarnos de lo mucho que hemos aprendido. Y eso
-Pase -dicen las brujas-, damos por buena que se precisamente es lo que yo he hecho basta el momenta.
te llame gramatico, pero de ninguna manera fi16sofo. De esto no me cabe duda. Y esto mismo espero seguir
~Como puedes ser tu fil6sofo sin maestros que te hayan
hacienda en el futuro con el favor de las musas, «cuya
ensefiado, ni libros que traten de esa materia? A no ser devoci6n cultivo impulsado por un gran amon> 20 •
que pienses que los fil6sofos son de la familia de las se- Asi pues, proseguire mi labor como en cursos ante-
tas, que un aguacero hace crecer de repente. 0 como riores. He explicado publicamente los libros de Etica de
aquellos hijos de la tierra -creaci6n fantastica de los poe- Arist6teles, las Cinco voces de Porfirio, y los Predica-
tas- que brotaban de los terranes o de los surcos ar- mentos, tambien de Arist6teles; los Seis principios deAl-
madas ya con su escudo y su yelmo. ~0 vas a salir ahara berto Porretano , y el opusculo titulado Peri Hermenias
diciendonos que te has ensefiado a ti mismo -como de- (Sobre la interpretacion); y fuera de programa, los Elen-
cia de si mismo Epicuro- , o que se te ha infundido la cos sofisticos, obra que nadie ha acometido y que es poco
sabiduria por inspiraci6n divina, como se dice de Esopo? menos que indescifrable.
-~Me quereis dejar ya de molestar, brujas malditas?
Ahara, en este curso, quiero emprender el estudio y
No quiero seguir hablando con ellas. Prefiero hablar con comentario de los dos volumenes de Analiticos, llamados
vosotros, que espero sereis mas justos conmigo. Pero no Priora o Primeros, que contienen las leyes del buen ra-
voy a traer a colaci6n la mucha amistad que siempre me zonamiento. Son libros oscuros en algunos puntas y lie-
han dispensado los fi16sofos mas doctos y conspicuos. nos de dificultades, tanto en su argumento como en su
Tampoco revelare el secreta de que mi biblioteca particu- expresi6n o lenguaje. Pero precisamente por eso lo aco-
lar esta llena de comentarios antiguos , y especialmente meto con mayor deleite, entusiasmo y animas, ya que en
de autores griegos, que siempre he tenido como los mas todas nuestras escuelas los fil6sofos actuales los pasan por
grandes maestros. alto . Y lo hacen no porque no sean utiles, sino par ser
Si me dejais, hare con vosotros este pacta. Si en ruis demasiado arduos 21 .
escritos o discursos no encontrais realmente nada que hue- 20 Virgilio, G e6rgicas, II.
la a filosofia, entonces dare por bueno que nadie esni 21 Se habla aqui de las obras comentadas y explicadas pot Po-
obligado a reconocer que yo haya asistido a las lecciones liziano: 1) Los Iibras de Etica de Arist6teles. Se refiere a La Etica
de los fil6sofos, o haya hojeado sus libros. Pero si, en caso a Nic6maco y la Etica a Eudemo. 2) Sobre L6gica: Peri Herme-
contrario, descubris en esos escritos mios mucho de lo nias y Analitica priora et posteriora (AnaHticos primeros y se-
112 Humanismo y Renacimiento Angelo Poliziano 113
En justicia, ipuede alguien censurarme por tomarme la sabia, acudiendo a ella en bandadas para aprender un poco
molestia de interpretar lo mas difkil, dejando a los de- de sabiduria. Me temo, sin embargo, que todo eso sea
mas el titulo de filosofos? Llamadme gramatico, 0 si pre- inutil, incluso a veces basta nocivo. Porque sabias, sabias
feris filosofastro, o lo que querais. de verdad, eran solo las lechuzas antiguas. Hoy dia hay
Quiero terminar mi discurso --que, como veis, es sen- muchas lechuzas, si, pero que de tales solo tienen las
cillo y a ras de tierra- lo mismo que comenzo: con un plumas, los ojos y el pico, pero no la sabiduria 22 • Esto
cuento o historieta. Nos dice Aristoteles que el filosofo es todo.
es por naturaleza filomitos, un fabulador, un amante de
mitos o fabulas. Sabido es que la fabula se funda en la
curiosidad, y la curiosidad es tambien origen de la fila-
sofia.
Escuchad esta historia:
Un dia acordaron casi todas las aves presentarse ante
la lechuza para recomendarle que en adelante no hiciera
su nido en los huecos de las casas, sino en las ramas de
los arboles, entre las hojas, donde sin duda pasaria mejor
el invierno. AlH mismo le mostraron una encina, recien
nacida, pequefiita y tierna. En ella podria la lechuza re-
fugiarse, y tambien construir su nido. La lechuza se nego
a hacerlo. Y de paso les aconsejo que se guardaran elias
de aquel arbolito, pues algtin dia podrian ser victimas de
la sustancia viscosa y pegajosa que segrega. Elias, leves
y volatiles por naturaleza, desecharon el consejo de la Uni-
ca sabia, la lechuza.
La encina credo amplia y frondosa. Bandadas de aves
revoloteaban incesantes por sus ramas; se cruzaban, sal-
taban, jugaban y gorgeaban. La encina comenz6 a segre-
gar su viscosa resina, no sin que los hombres !:>C dieran
cuenta de ello. De repente, aquellas aves infelices queda-
ron todas atrapadas. De nada les sirvio su arrepentimiento
tardio por haber despreciado tan saludable consejo.
Tal es la causa -segun dicen- de que ahora todas las
aves al ver a una lechuza parezcan saludarla, acompafiar-
la, seguirla haciendola corro volando a su alrededor. Es
que se acuerdan de aquel consejo y la tienen ahora por
gundos) constituyen los dos principales libros de L6gica (Organon)
de Arist6teles . Predicamentos (sobre las ideas), tambien de Aris-
t6teles. 3) Porfirio (siglo IV d. C.): Cinco voces, estudio sobre los 22 La lechuza es el simbolo de Minerva, diosa de la sabiduda,
predicables. 4) Alberto Porretano: Seis principios. que se alcanza en Ia vela y meditaci6n constante.