Dentro de las competencias parentales que se pudieron apreciar en la
escala de parentalidad aplicada a la madre del paciente se puede ver que en
primer lugar dentro de las competencias vinculares obtuvo 39 puntos de 56
posibles quedando ella en el percentil 10 ubicada en la zona de riesgo, esto quiere
decir que ella no siente que tenga para nada desarrollada esta competencia dentro
de su estilo de parentalidad, ya que según los resultados arrojados por este test
ella no logro promover un estilo de apego seguro y un adecuado desarrollo
socioemocional en su hijo, esto puede ser debido a que el embarazo de ella no fue
uno deseado lo que podría explicar la falta en este tipo de competencia. Dentro
de las competencias parentales formativas obtuvo un puntaje de 32 puntos de un
total de 48, que también la ubica en el percentil 10 ósea que dentro de esta
competencia también esta dentro de la zona de riesgo esto demuestra que al
menor no se le ha favorecido el desarrollo, el aprendizaje o la socialización, en
otras palabras, se puede demostrar que no existen estrategias para estimular al
menor a involucrarse y comprender el mundo que lo esta rodeando. En el tercer
ítem evaluado dentro de la escala de parentalidad encontramos las competencias
parentales protectoras que están dirigidas a cuidar y proteger adecuadamente a
los niños, resguardando sus necesidades de desarrollo humano, garantizando sus
derechos y favoreciendo su integridad física, emocional y sexual, en este ítem
obtuvo 49 puntos de un total de 68 ubicándola aun en zona de riesgo, sin
embargo, esta vez en el percentil 20 lo que muestra un leve incremento en su
percepción de crianza dentro de la protección que se le da al menor. Y el ultimo
ítem esta la competencia reflexiva, este ítem evalua la capacidad que tiene el
padre o madre para poder evaluar como se están desarrollando las competencias
anteriormente mencionadas, en este caso al igual que en los anteriores se
encuentra en la zona de riego con 24 puntos de 44 posibles, lo que la ubica en el
percentil 10. Este resultado es totalmente esperado debido a los resultados
anteriores ya que queda en evidencia que no ha logrado percibir las dificultades
que existen en la crianza del menor y es por eso por lo que tiene los resultados
anteriormente mencionados. En todo el test obtiene 144 puntos de 216 posibles,
evidentemente como ha sido recurrente durante esta prueba está ubicada en la
zona de riesgo en el percentil 10. Estos resultados demuestran que la persona
que ha realizado este test no ha sido capaz de conducir el comportamiento
parental propio a través de los diversos tópicos que este evalúa. Otro aspecto
para considerar es que la persona que fue evaluada mediante esta prueba no
tiene una buena percepción o valoración respecto a sus propias competencias
parentales, ya que en todas las competencias evaluadas ella esta en la zona de
riesgo.