Capítulo V: La Iglesia Comunión y Sacramento.
Introducción.
En la pregunta relacionada con el ser de la Iglesia, residen muchas cuestiones y de ellas se han
hecho varias reflexiones, concluyendo con figuras significativas que tratan de contextualizar su
esencia. Mas ahora se tratará de reflexionar sobre este mismo sentido que tiene la Iglesia dentro de
la historia de salvación de la humanidad, donde Dios se hace presente en medio de su pueblo, envía
mensajeros que enseñan y proponen medios para llegar al cumplimiento de la misión encomendada.
Es por ello, que la siguiente reflexión tratara de analizar a la Iglesia desde dos aspectos esenciales
dentro de su misión, ya que esta llamada a ser participe de la unidad en la diversidad y a la
santificación de cada uno de sus miembros llevando la presencia real del Padre en medio de su
pueblo.
Desarrollo.
La eclesiología de la comunión ha sido considerada como la innovación del Vaticano II de mayor
trascendencia para la eclesiología postconciliar y para la vida de la Iglesia.
Los estudios bíblicos habían mostrado la centralidad de imágenes como Pueblo de Dios y Cuerpo
de Cristo apoyados en formulas cristológicas.
La comunión debe ser también fundamento para el orden en la Iglesia y para ordenar de modo
concreto la unidad y la pluriformidad. Por ello debe ser tenida en cuenta las siguientes
observaciones: evitar un uso tan absoluto de la comunión que incluye la validez de otras imágenes;
y evitar una concepción tan mística o espiritualista de la realidad eclesial.
Koinonía no es un neologismo cristiano, pero recibe en su experiencia un nuevo contenido, como
participes de la naturaleza divina. El sentido exacto solo se puede entender a la luz de la revelación
de Dios actuado en la historia como Trinidad. Por ello, la eclesiología debe basarse en una teología
trinitaria si quiere ser de comunión. Para esto tenemos algunas dimensiones:
La experiencia de Jesús con sus discípulos más íntimos y de estos entre si (Mc. 3, 14); con la
pascua, la misión del Hijo consumada por su glorificación y por la efusión del Espíritu el creyente
experimenta el sentido pleno de la salvación, comunión incluye aspectos soteriológicos y
antropológicos; por el proceso de Trinidad económica, la salvación viene de Dios por el Hijo en el
Espíritu Santo, dinamismo de amor trinitario; posee una base y una expresión sacramental, el
bautismo inicio de la comunión; posee una versión y apertura eclesiológica, la participación crea
comunidad, relaciones interpersonales; la reciprocidad Eucaristía-Iglesia articula y congrega la
conexión de las dimensiones verticales y horizontales; exige gestos, actitudes y acciones concretas
que deben estar cargadas de eclesialidad; posee una tensión escatológica intrínseca porque apunta al
momento en que Dios lo sea todo en todos, por ello es constitutivamente dinámica, es siempre
abierta, es comunicación e interacción, por tanto abre a la misión universal.
La Iglesia vive de, en y para la comunión que la Santa Trinidad establece en el seno de la historia,
es por tanto la presencia publica en la publicidad de la historia humana, de acogida humana del Don
de Dios. Por ello, es sacramento de la comunión del Dios trinitario porque se hace presente como
Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu.
Todo esto puede servirnos como perspectiva sintética de la identidad y misión de la Iglesia, tres han
sido los presupuestos: en la antigüedad entendía mysteriom y sacramentum como la economía
salvífica en conjunto y la coherencia de sus partes; luego toda la Iglesia en cuanto realidad humana
y creatural, presente en la realidad como historia; y en cuanto a sacramento hace visible y cercano el
misterio de Dios, y por último la tendencia encarnadora de la gracia.
Sobre estos presupuestos recibe sentido central de la sacramentalidad de Cristo. Solo centrándose en
él puede realizar la Iglesia de modo adecuado como sacramentalidad (mysterium lunae).
Permite perfilar las relaciones de la Iglesia con la gracia, el medio de casualidad de su mediación.
La adecuada compresión permite contextualizar válidamente algunas cuestiones de la eclesiología
actual: a) sacramentum salutis: mediador en la salvación de los no cristianos; b) la realidad divina y
humana relacionan el res y el sacramentum como unidad; c) la integración de lo divino y lo humano
Carlos Párraga Navarrete
Primero de Teología
17 de August de 2020
evita contraposición manteniendo la diferencia, no monopoliza la salvación, pero en ella ha
encontrado a Cristo; d) la relación Iglesia-sacramento puede superar una visión excesivamente
eclesiocéntrica.
La relación de la Iglesia con el mundo es íntima y profunda, siendo por tanto una llamada a la
conversión. En relación al conjunto de la humanidad de la Iglesia es sacramento de la unidad del
genero humano (L.G. 1) es una tarea que apunta a una realidad más grande y más pura que ella
misma es por lo que se siente acusada, necesitada de conversión y de perdón, para esto la Iglesia
debe asumir en su propia carne el destino mismo de la revelación de Dios.
Conclusiones.
La característica esencial que vive la Iglesia es la unidad, es decir, la participación activa de cada
uno de sus miembros, tratando de imitar la comunión vivida en la dinámica del Dios trinitario.
Esta dinámica se centra en la vivencia del amor, manifestado en la caridad y en el respeto y
atención de cada uno de los fieles y en dialogo respetuoso con otras manifestaciones cristianas y no
cristianas para abrirlos a la salvación propuesta por el Padre.
Es este camino la Iglesia debe vivir en atención a la santificación de cada uno de sus miembros,
reconociendo en ella misma la necesidad de conversión y abriendo este camino para los demás,
haciendo presente a Dios en medio de la historia humana, y en esta dinámica de lo divino con lo
humano vivir su característica de sacramento.
¿Se puede encontrar la salvación fuera de la Iglesia de Cristo?
Comentario.
Reflexionando sobre estas dos características esenciales que marcan la misión de la Iglesia, se
puede caer en cuenta que es muy importante profundizar y vivir estas dimensiones ya que se las
podrían ver como medios para el cumplimiento de la misión encomendada.
La comunión es vivida en su perfección viendo la dinámica de la Trinidad, tres personas distintas
con una misma naturaleza, eso debería ser la Iglesia o intentarse vivir, la unidad de las diversidades
de carismas con que el Espíritu anima su misión, sin olvidad la centralidad que debe existir en
Cristo como fundamento y en el Padre como fin último.
Al sentir a la Iglesia como sacramento es a lo que nos debe llevar vivir la comunión, ya que con ello
haremos presente a Dios mismo dentro de cada una de las vidas de los fieles y de las personas que
no comparten nuestro credo. Solo así la Iglesia será más atrayente y sobre todo creíble.
Koinonía: es la transliteración de la palabra griega κοινωνία, que significa comunión; como
concepto teológico alude a la comunión eclesial y a los vínculos que esta misma genera entre los
miembros de la Iglesia y Dios, revelado en Jesucristo y actuante en la historia por medio del
Espíritu Santo. Soteriológicos: Aspectos relacionados a la salvación. La soteriología es la rama de
la teología que estudia la salvación. El término proviene del griego σωτηρία y λογος.
Eclesialidad: o eclesial (Del lat. mediev. ecclesiālis). adj. Perteneciente o relativo a la comunidad
cristiana o Iglesia de todos los fieles.
Carlos Párraga Navarrete
Primero de Teología
17 de August de 2020
