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EL CASO TINOCO Resumen

Este documento resume un caso arbitral internacional de 1923 entre Gran Bretaña y Costa Rica relacionado con la validez de contratos y obligaciones del gobierno de facto de Federico Tinoco en Costa Rica entre 1917-1919. Describe los hechos del golpe de estado de Tinoco, su gobierno de dos años y su caída, así como las reclamaciones británicas y las objeciones de Costa Rica a reconocer los actos de Tinoco.
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EL CASO TINOCO Resumen

Este documento resume un caso arbitral internacional de 1923 entre Gran Bretaña y Costa Rica relacionado con la validez de contratos y obligaciones del gobierno de facto de Federico Tinoco en Costa Rica entre 1917-1919. Describe los hechos del golpe de estado de Tinoco, su gobierno de dos años y su caída, así como las reclamaciones británicas y las objeciones de Costa Rica a reconocer los actos de Tinoco.
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El caso Tinoco (1923)1-2

Arbitraje internacional Juez William Howard Taft


Este juicio arbitral se ha seguido de acuerdo con un tratado de arbitraje celebrado
entre Gran Bretaña y Costa Rica.

1.- En enero de 1917, el Gobierno de Costa Rica presidido por Alfredo González fue
derrocado por Federico Tinoco, Secretario de Guerra. González logró escapar. Tinoco
asumió el poder, convocó a elecciones y estableció una nueva Constitución en junio de
1917. Su Gobierno siguió hasta agosto de 1919, tiempo en que Tinoco se retiró, saliendo
del país. Su Gobierno cayó en el mes de setiembre siguiente. Después de un Gobierno
provisional presidido por Aguilar Barquero, la antigua Constitución fue restablecida y de
acuerdo con ella se hicieron elecciones.

2.- El 22 de agosto de 1920, el Congreso Constitucional del Gobierno restaurado de Costa


Rica emitió la ley N° 41 conocida con el nombre de Ley de Nulidades. Esta ley anuló todos
los contratos entre el Poder Ejecutivo y los particulares, celebrados con aprobación del
Poder Legislativo o sin ella, desde el 27 de enero de 1917 hasta el 2 de setiembre de 1919,
o sea durante todo el período del Gobierno de Tinoco. Anuló también el Decreto legislativo
N° 12 del Gobierno de Tinoco, de fecha 28 de junio de 1919, que autorizaba la emisión de
quince millones de colones en billetes. El colón es una moneda costarricense de oro, o
patrón, que equivale nominalmente a cuarenta y seis centavos y medio de dólar americano;
pero no está acuñada y el valor del colón papel que actualmente circula es mucho menor.
La Ley de Nulidades, anuló también el decreto legislativo del Gobierno de Tinoco, fechado
el 8 de julio de 1919, que autorizaba la circulación de billetes de mil colones, y anuló todas
las transacciones hechas, con estos billetes, por sus tenedores con el Estado, directa o
indirectamente, por negociación o contrato, si los tenedores habían recibido su valor como
si fuesen billetes de curso ordinario.

3.- La Gran Bretaña alega que el Royal Bank of Canada y la Central Costa Rica Petroleum
Company son sociedades británicas, cuyas acciones pertenecen a súbditos británicos; que el
Banco Internacional de Costa Rica y el Gobierno de Costa Rica deben conjuntamente al
Royal Bank la suma de 998,000 colones, como lo prueban los 998 billetes de mil colones
en poder del Royal Bank; que la Central de Costa Rica Petroleum Company es dueña, en
virtud de cesión, de una concesión otorgada por el Gobierno de Tinoco en 1918, que le da
derecho a explorar y explotar yacimientos de petróleo en Costa Rica, y que tanto la deuda
como la concesión han sido anuladas sin razón por la Ley de Nulidades y deben ser
exceptuadas de sus efectos. Solicita que en sentencia se declare a favor de sus súbditos que
el reclamo del Banco debe ser pagado y la concesión reconocida y cumplida por el
Gobierno de Costa Rica.

4.- El Gobierno de Costa Rica niega su responsabilidad por los actos u obligaciones del
Gobierno de Tinoco y sostiene que la Ley de Nulidades fue dada por el Poder Legislativo
1
Este es un extracto elaborado a partir del libro titulado “El Laudo Taft”, editado por Carlos Cascante
Segura, Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Colombia, 2011.
2
Los pá rrafos han sido enumerados solo para efectos pedagó gicos.
en ejercicio legítimo de sus facultades. Niega, además, la validez de dichas reclamaciones
fundándose en sus méritos, aun prescindiendo de la Ley de Nulidades.

5.- En cuanto a las objeciones generales relativas a ambas reclamaciones, la Gran Bretaña
alega, primero, que el Gobierno de Tinoco fue el único Gobierno de facto y de jure, de
Costa Rica, durante dos años y nueve meses; que durante ese tiempo ningún otro Gobierno
le disputó la soberanía; que administró pacíficamente todo el país con la aquiescencia de su
pueblo. Segundo, que el Gobierno sucesor no pudo, por decreto legislativo, eludir la
responsabilidad de los actos de ese Gobierno que afecten a súbditos británicos, o apropiarse
o confiscar derechos y propiedades establecidas por dicho Gobierno, a no ser violado el
Derecho Internacional; que la Ley de Nulidades, en lo que respecta a los intereses
británicos, es por lo tanto, en sí misma, una nulidad y debe desestimarse, con la
consecuencia de que los contratos válidamente celebrados con el Gobierno de Tinoco, han
de ser cumplidos por el actual Gobierno de Costa Rica y de las propiedades que han sido
violadas o los derechos que han sido anulados deben restaurarse.

6.- A estas alegaciones el Gobierno de Costa Rica contesta:


Primero, que el Gobierno de Tinoco no fue un gobierno de facto ni de jure,
conforme a las reglas del Derecho Internacional.
Esto suscita una cuestión de hecho.
Segundo, que los contratos y obligaciones del Gobierno de Tinoco, demandados por
la Gran Bretaña en beneficio de sus súbditos, son nulos y no crearon una obligación legal
porque el Gobierno de Tinoco y sus actos fueron violatorios de la Constitución de Costa
Rica de 1871.
Tercero, que la Gran Bretaña, por el hecho de no haber reconocido el Gobierno de
Tinoco durante su existencia carece del derecho de alegar en favor de sus súbditos que
dicho gobierno fuera tal que pudiese conferir derechos que obligasen a su sucesor.
Cuarto, que los súbditos británicos cuyas reclamaciones están aquí en controversia
se hallaban obligados, ya por contrato, ya por las leyes de Costa Rica, a pedir reparación
ante los tribunales de Costa Rica y a no recurrir a la intervención diplomática del gobierno
de su país.

7.- En cuanto al carácter del Gobierno del General Tinoco, el Laudo dice:
¿cuáles son los hechos que resultan de los documentos y pruebas presentados por las
partes en cuanto el carácter de facto del Gobierno de Tinoco?

8.- En enero de 1917 Federico Tinoco era Secretario de la Guerra en el Gobierno de


Alfredo González, Presidente de Costa Rica entonces. Con el fundamento de que González
trataba de reelegirse como Presidente violando una restricción constitucional, Tinoco
empleó el ejército y la armada para apoderarse el Gobierno, asumir la jefatura provisional
de la República y convertirse en Comandante en Jefe del Ejército. González se refugió en la
Legación Americana y de allí logró escapar a los Estados Unidos. Tinoco constituyó
inmediatamente un Gobierno provisional y convocó al pueblo a elecciones de diputados a
una asamblea constituyente que debía reunirse el 1° de mayo de 1917. Al mismo tiempo
decretó que se hiciese la elección de Presidente y se presentó como candidato. La elección
se hizo. Unos 61,000 votos fueron dados a Tinoco y 259 a favor de otro candidato.
Entonces Tinoco tomó posesión en calidad de Presidente para ejercer sus poderes conforme
a la antigua Constitución hasta tanto se emitiese una nueva. La nueva Constitución fue
promulgada el 8 de junio de 1917, en sustitución de la de 1871. Durante dos años
completos Tinoco y su asamblea legislativa ejercieron pacíficamente el Gobierno de Costa
Rica y durante ese intervalo no hubo ningún desorden de carácter revolucionario. Ninguna
otra clase de Gobierno ejerció poder en el país. Los tribunales de justicia funcionaron, el
Congreso legisló y el Gobierno fue debidamente administrado. Su poder fue establecido por
completo y pacíficamente ejercido. El pueblo pareció haber aceptado de buen grado el
Gobierno de Tinoco cuando se estableció y haberse alegrado del cambio. Aun el comité del
actual Gobierno, que formuló y publicó un dictamen el 29 de mayo de 1920, ordenando el
enjuiciamiento del Presidente Tinoco por el crimen de rebelión militar y declarando los
actos de su régimen nulos y de ningún valor legal, se expresó así:

9.- “Sin haber Constitución que estableciera el cargo de Presidente y determinara sus
funciones, que indicara siquiera el período para que se iba a elegir, se procedió a la elección
por voluntad única de quien violentamente ejercía el Poder Ejecutivo. Y como era natural,
la elección recayó en el mismo Sr. Tinoco, y causa tristeza recordarlo, el país aplaudió! El
acto, pues, de disponer que en semejantes condiciones se practicase esa elección, es
atentatorio a los más rudimentarios principios de derecho político”.

10.- La cita no tiene más importancia que la de poner de manifiesto el hecho de haber
asentido el pueblo al resultado de aquel entonces. No obstante haber entrado Tinoco con la
aprobación popular, el resultado de sus dos años de administración fue el de provocar
oposición contra él. Fuera del país se fraguaron conspiraciones para organizar una fuerza
con el objeto de atacarlo; pero esto no dio por resultado ningún conflicto importante ni
siquiera un gobierno provisional nominal en el país, sino hasta mucho más de dos años
después de inaugurado su gobierno; y el establecimiento de cualquier otro gobierno real, no
se efectuó sino hasta en el mes de setiembre del mismo año, habiendo renunciado Tinoco a
la Presidencia en agosto anterior, por causa de mala salud, y retirándose a Europa. La
verdad es que conforme a las constancias de la demanda y la réplica no hay prueba
sustancial de que Tinoco no ejerciera efectivamente pacíficamente el poder, sin resistencia,
conflicto u oposición de nadie, hasta pocos meses antes de retirarse y renunciar. Al hablar
de la recuperación del Poder por el actual Gobierno, se encuentra el siguiente párrafo en el
alegato de Costa Rica:

11.- “Poderosas fuerzas se opusieron en Costa Rica a Tinoco desde un principio, pero su
derrocamiento por medio de sufragio o de una oposición desarmada era imposible, como
imposible era también organizar contra él una oposición armada en territorio costarricense”.
En verdad que el esfuerzo de los que apoyaban a quienes trataban de restaurar el gobierno
anterior fue en cierto modo diferido por la influencia ejercida por los Estados Unidos sobre
González y sus amigos a fin de evitar una acción armada, fundándose en que disturbios
militares en Centro-América durante la guerra europea serían perjudiciales a los intereses
de las potencias aliadas. Carece de importancia, sin embargo, determinar cuáles fueron las
causas que permitieron a Tinoco ejercer el Gobierno efectiva y pacíficamente. La cuestión
es: ¿Debe su gobierno ser considerado como un eslabón en la continuidad del Gobierno de
Costa Rica? Debo sostener que de las pruebas presentadas consta que el Gobierno de
Tinoco fue un gobierno real soberano.
12.- Pero se alega que muchas naciones de primer orden rehusaron reconocer el Gobierno
de Tinoco y que el reconocimiento otorgado por otras naciones, es la principal y mejor
prueba del origen, existencia y continuidad de sucesión de un gobierno. Es indudable que el
reconocimiento otorgado por otros países es un factor importante y evidente para probar la
existencia de un gobierno en la sociedad de las naciones. ¿Cuáles son los hechos a este
respecto? El Gobierno de Tinoco fue reconocido por Bolivia, el 17 de mayo de 1917; por la
Argentina, el 22 de mayo de 1917; por Chile, el 22 de mayo de 1917; por Haití, el 22 de
mayo de 1917; por Guatemala, el 28 de mayo de 1917; por Suiza, el 1° de junio de 1917;
por Alemania, el 10 de junio de 1917; por Dinamarca, el 18 de junio de 1917; por España,
el 18 de junio de 1917; por México, el 1° de julio de 1917; por Holanda, el 11 de julio de
1917, por el Vaticano, el 9 de junio de 1917; por Colombia, el 9 de agosto de 1917; por
Austria, el 10 de agosto de 1917; por Portugal, el 14 de agosto de 1917; por El Salvador, el
12 de setiembre de 1917; por Rumanía, el 15 de noviembre de 1917; el 15 de noviembre de
1917; por el Brasil, el 28 de noviembre de 1917; por el Perú, el 15 de diciembre de 1917; y
por el Ecuador, el 23 de abril de 1917.

13.- ¿Qué sucedió respecto de las demás naciones?


El 9 de febrero de 1917, dos semanas después de haber asumido Tinoco el poder,
los Estados Unidos adoptaron la siguiente actitud:
“El Gobierno de los Estados Unidos ha visto el reciente derrocamiento del gobierno
establecido en Costa Rica con la más grave inquietud y considera que actos ilegales de esa
clase tienden a perturbar la paz en Centro América y a romper la unidad del continente
americano. En vista de su política relativa a la adquisición del poder por medios ilegales,
claramente indicada por él en diversas ocasiones durante los últimos cuatro años, el
Gobierno de los Estados Unidos desea manifestar de modo enfático y claro su actitud actual
respecto a la situación en que ahora se encuentra Costa Rica de que no reconocerá ni dará
su apoyo a ningún gobierno que se establezca, a menos de que se pruebe claramente que ha
sido electo por medios legales y constitucionales”.

14.- El 24 de febrero de 1917 declararon de nuevo:


“A fin de que los ciudadanos de los Estados Unidos tengan conocimiento exacto de la
actitud de este Gobierno con respecto a cualquier ayuda financiera que puedan dar a las
personas que derrocaron al Gobierno Constitucional de Costa Rica por un acto de rebelión
armada, así como con respecto a cualquier contrato que con dichas personas puedan
celebrar, el Gobierno de los Estados Unidos quiere advertirles que no considerará digno de
la protección diplomática ningún reclamo que en lo futuro pueda surgir de esas
negociaciones”.

15.- El Departamento de Estado manifestó lo siguiente en abril de 1918:


“El Departamento de Estado ha recibido informes de que a los ciudadanos que actualmente
ejercen funciones de Gobierno en la República de Costa Rica, se les ha hecho creer, por
personas que actúan como sus agentes, que el Gobierno de los Estados Unidos estaba
considerando reconocerles como si constituyesen el Gobierno de Costa Rica.
A fin de rectificar tal impresión, que es absolutamente errónea, el Gobierno de los Estados
Unidos desea afirmar, clara y enfáticamente, que no ha modificado la actitud que adoptó
con respeto al reconocimiento de los mencionados ciudadanos de Costa Rica, la cual les fue
notificada en febrero de 1917; y además, que esa actitud no cambiará en lo futuro”.
16.- Es probable que debido a la enérgica actitud asumida por los Estados Unidos en un
asunto de esta clase, sus aliados de entonces en la guerra, la Gran Bretaña, Francia e Italia,
rehusaron reconocer el Gobierno de Tinoco. Por consiguiente, a Costa Rica no se le
permitió firmar el Tratado de Paz de Versalles, no obstante que Tinoco había declarado la
guerra a Alemania.

17.- Si era o no justa y correcta la política de los Estados Unidos en este acto de repudio del
reconocimiento, no es cosa que deba examinar el árbitro, porque en la consideración de este
caso tiene que ajustarse necesariamente a los principios del Derecho Internacional, y por
más justificado que pudiera considerarse el no reconocimiento, como política nacional, ella
sin embargo no ha obtenido la aceptación de todas las naciones del mundo, circunstancia
imprescindible para que pueda tenerse como un postulado del Derecho Internacional.

18.- El no reconocimiento por otras naciones de un gobierno que pretenda constituir una
entidad nacional, es generalmente prueba suficiente de que no ha alcanzado la
independencia y dominio necesarios que lo hagan acreedor, conforme al Derecho
Internacional, a ser considerado como tal. Pero cuando el reconocimiento vel non de un
gobierno lo determinan tales naciones en virtud de una investigación que no toma en cuenta
su soberanía de facto y su completo dominio gubernamental, sino su ilegitimidad o su
irregularidad de origen, el no reconocimiento pierde algo de la fuerza probatoria concedida
a los casos en que se aplican únicamente las reglas del Derecho Internacional. Lo que es
verdad acerca del no reconocimiento por los Estados Unidos en relación con la existencia
del gobierno de facto presidido por Tinoco durante treinta meses, es probablemente
verdadero, en cierto modo, respecto del no reconocimiento por sus aliados en la Guerra
Europea. Ese no reconocimiento cualquiera que sea su razón, no puede, sin embargo,
destruir la fuerza de la prueba rendida en los autos que tengo a la vista relativamente al
carácter de facto del gobierno de Tinoco con arreglo a la norma establecida por el Derecho
Internacional.

19.- Segundo.- De parte de Costa Rica se alega hábil y empeñosamente que el Gobierno de
Tinoco no puede ser tenido como un Gobierno de facto, porque no se estableció y mantuvo
con arreglo a la Constitución de Costa Rica de 1871. Sostener que un gobierno que se
establece y mantiene una administración pacífica con la aquiescencia del pueblo durante un
período considerable no se convierte en gobierno de facto, salvo que se ajuste a una
Constitución anterior, equivale a sostener que, conforme a las reglas del Derecho
Internacional, una revolución contraria a la ley fundamental del gobierno existente no
puede establecer un nuevo gobierno. Esto no puede ser y no es verdad. El cambio efectuado
por la revolución derriba, el régimen de las autoridades que ejercen el poder según la carta
fundamental existente y desconoce esta carta fundamental hasta donde el cambio de
régimen lo hace necesario. Decir que una revolución establece un gobierno de facto
ajustado a las limitaciones de la antigua Constitución, es usar términos contradictorios. El
mismo gobierno continúa internacionalmente, pero no la ley interna de su existencia. La
cuestión no estriba en si el nuevo gobierno asume el poder o dirige su administración con
arreglo a las restricciones constitucionales establecidas por el pueblo durante la existencia
del gobierno derrocado por él. La cuestión es ésta: ¿Se ha establecido realmente el nuevo
gobierno, de modo que todo lo que está bajo su influencia reconozca su supremacía, sin que
exista fuerza alguna opositora que se arrogue el carácter de gobierno, en lugar de aquél?
¿Está desempeñando sus funciones de la manera que lo hace ordinariamente un gobierno
respetado dentro de su propia jurisdicción?

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