Manuales de Ecotecnologías para la Seguridad Alimentaria y Nutricional
I. PRESENTACIÓN
En la naturaleza existen leyes que se vienen cumpliendo desde el inicio de la vida, lo que vive
muere y su muerte permite el renacimiento de nueva vida. Hojas, zacates, insectos, árboles,
hierbas vuelven a la tierra, para ser usados de nuevo en forma de abono. Las hojas caen de
los árboles cada otoño; los mismos árboles mueren, caen y se pudren, al mismo tiempo que
sus raíces se desintegran bajo la tierra. Los animales silvestres dejan primero su estiércol, después
sus cadáveres. Por ello el suelo del bosque es tan fértil, la tierra es negra, húmeda y se le
conoce como broza o tierra de monte.
En la capa de materiales de origen animal y vegetal que se encuentran sobre el suelo en
proceso constante de descomposición se forma materia orgánica en sus diferentes estadios
hasta formar lo que se llama humus o mantillo. Sobre esta tierra crecen plantas vigorosas y
saludables, con más capacidad para resistir plagas de insectos y enfermedades.
Sobre los anteriores puntos de referencia se fundamenta la construcción de la abonera o
composta cuyos fundamentos y procedimientos se muestran en el presente manual.
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II. OBJETIVOS DEL MANUAL
1. Proveer información conceptual, científica y técnica sobre la construcción de la
abonera,
2. Describir los procedimientos técnicos para construir la abonera, recomendaciones para
el uso y aplicación de abonos y las funciones del humus y de la composta en el suelo.
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III. ASPECTOS CONCEPTUALES Y
RECURSOS PARA HACER LA ABONERA
1. El CONCEPTO DE ABONERA
La abonera consiste en un montón o pila de materiales orgánicos acomodados de manera
ordenada con el objeto de acelerar el proceso de formación de humus. El proceso es parecido
a lo que sucede en la naturaleza, la diferencia es que en una abonera controlamos los
factores de descomposición (aire, humedad, temperatura, cantidad de materia seca y
verde), y volvemos los materiales crudos en un abono orgánico, en forma mucho más rápida.
Esto tiene la ventaja de que los nutrientes que este contiene se encuentran en constante
formación en el suelo y son transferidos de acuerdo a requerimientos de las plantas, por lo
tanto no son arrastrados por la lluvia, riegos excesivos o el viento.
Hacer una abonera de desperdicios es la mejor manera de volver a la tierra lo que nos
ha otorgado.
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2. VENTAJAS DE PREPARAR UNA ABONERA
La abonera tiene las siguientes ventajas y cualidades:
z Retiene seis veces su peso en agua.
z Es uno de los mejores fertilizantes para nuestros cultivos y es algo que toda persona
puede hacer con materia orgánica que tenga a su alcance y su esfuerzo personal.
z Este abono parece tierra de monte, húmeda y fértil. Nunca quema las plantas como a
veces sucede con el abono químico, ni siquiera en tiempo de sequía.
z La composta tiene nitrógeno, fósforo y potasio, que son los tres elementos mayores que
requieren las plantas.
z Contiene también muchos minerales (zinc, cobre, magnesio, hierro, boro, etc.), los cuales
son indispensables en pequeñas cantidades para la fertilidad de la tierra.
z Se le considera como el más efectivo mejorador o restaurador de los suelos.
z La tierra rica en humus es sumamente suave y fácil de labrar, la pala entra casi sin
esfuerzo. Cuando llueve no se forman charcos, ni se pone lodoso, dado que la materia
orgánica absorbe rápidamente el agua y la va soltando lentamente dándoles tiempo a
las plantas para absorberla.
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z La tierra rica en materia orgánica atrae las lombrices, que constantemente están
aflojándola y la voltean facilitando con ello la respiración de las raíces, a la vez que la
fertilizan con su excremento.
z La materia orgánica provee a las plantas de defensas contra el ataque de plagas y
enfermedades, principalmente a la raíz.
3. MATERIALES PARA HACER LA ABONERA
Entre los materiales de origen vegetal que se utilizan para hacer la abonera se encuentran:
cascarilla de café, hojas de árboles, pasto seco, hierba, cañuela de maíz, paja de frijol, paja
de trigo, aserrín, desperdicios de hortalizas y de la cocina, y plantas verdes.
Entre los materiales de origen animal se encuentran: el estiércol de diferentes animales, plumas,
vísceras, sangre y pelos. También se utiliza el hueso quebrado y en polvo que le proporciona
contenido de fósforo a la abonera; es mejor si los huesos son cocidos.
Se requiere suficiente agua para proporcionarle la humedad necesaria cuando se prepara y
remueve la abonera durante su proceso de descomposición.
4. EQUIPO DE TRABAJO
Es necesaria una carretilla para acarrear los materiales a descomponer, postes para
respiraderos, rastrillo, machetes para picar el material grande, cinta métrica. No es necesario
comprar todos ellos, algunos pueden ser hechos por el mismo agricultor.
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IV. OCHO PASOS PARA CONSTRUIR UNA ABONERA
PASO No. 1
Aflojar a una profundidad de 30 centímetros aproximadamente el área que va a quedar
bajo la pila de abono. El propósito de esto es exponer la parte inferior de la pila a los organismos
del suelo y para que el agua se cuele. Regar la tierra ligeramente si está muy seca. Se
recomienda que dicha área tenga 1.50 metros de ancho por 4 metros de largo. Si tiene
bastante materia a descomponer, es conveniente no hacerla de más de los 4 metros
señalados, sino hacer dos o tres aboneras, pues esto permitirá tenerlas bien aireadas. Si se
tiene poco material habría que hacerla de por lo menos 1 por 1 metro, ya que más pequeña
no se calienta.
PASO No. 2
Conseguir dos palos gruesos de aproximadamente 2.25 metros de alto. Ponerlos separados
en medio del pedazo aflojado pero no muy enterrado porque se van a tener que sacar
después. Los palos una vez enterrados deben tener por lo menos 2 metros de altura y un
diámetro de 8 a 10 centímetros.
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PASO No. 3
Con un machete, o cualquier instrumento que ayude a marcar los palos, trazar una raya a
20 centímetros del suelo una vez enterrado el poste, trazar la siguiente raya a 5 centímetros
arriba de la anterior. Seguir marcando los palos en este mismo orden hasta hacer 7 u 8
repeticiones.
PASO No. 4
Ahora hay que tender una capa de basura orgánica (paja, hierba verde, desechos de
cocina, zacate, etc.), en pequeños trocitos o desmenuzados; hasta la primera rayita de los
20 centímetros la capa debe quedar pareja sobre toda la extensión del suelo aflojado. Es
mejor que sea una mezcla de materia seca y verde, es decir, carbono y nitrógeno. Procurar
que la capa esté bien colocada, apisonada subiéndose encima de ella para ir teniendo
buena base y no se caiga; si está seca la materia orgánica agregarle agua hasta
humedecerla.
PASO No. 5
Luego tiende a una capa de estiércol de animal, mejor si es cernido, hasta la siguiente rayita
de 5 centímetros. De preferencia el estiércol debe de estar fresco pues así tendrá muchos
microorganismos y nitrógeno, si no habrá que humedecerlo en igual forma.
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PASO No. 6
Seguir con una capa de tierra, cernida de 2 centímetros hasta la siguiente rayita. Puede ser
tierra de cualquier clase; pero entre más fértil sea es mejor. Es conveniente que no lleve
piedras.
PASO No. 7
Seguir agregando capas a la abonera en el mismo orden, usando las rayitas para medir el
espesor. Cada vez que se añada una capa de materiales hay que mojarla un poco para
que se humedezca uniformemente (que esté húmeda y no le escurra el agua). La humedad
correcta está cuando se toma un puño de sustrato en la mano, se aprieta, no escurre y
queda bien formada la figura en la mano. Cuando se llega a una altura de 1.50 ó 2 metros
aproximadamente se termina con una capa de tierra y se humedece.
El último paso es quitar los palos para que queden los huecos. Es mejor esperar uno o dos días
antes de quitarlos para dar tiempo a que se asiente el montón.
PASO No. 8
Después de 3 ó 4 semanas tendrá que voltearse el montón como si fuera la mezcla que se
prepara para la construcción; ya no será necesario ponerle el poste o respirador, y entre más
veces se voltee mejor; cuantas veces se le de vuelta al montón, se debe revisar la temperatura,
si esta es alta hay que continuar el proceso de descomposición; al bajar es indicativo que
está en proceso de maduración. Dependiendo de los materiales que se usen y el manejo de
la abonera así será el tiempo necesario para estar lista para su uso, lo que normalmente
ocurre a los 3 meses.
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V. COMO FUNCIONA LA ABONERA
1. FUNDAMENTOS TÉCNICOS
Los materiales verdes así como el estiércol, por su alto contenido de nitrógeno y organismos
pequeños ayudan a iniciar y mantener el proceso de fermentación subiendo la temperatura
a 71º C y después baja a 3º C hasta que termina de descomponerse.
Muchos son los organismos que intervienen para hacer posible la descomposición, participan
descomponiendo los materiales, subiendo con ello la temperatura a 38º C (GC); después
mueren y dejan las condiciones para que participen los organismos que son capaces de
desarrollarse a 65º C, que en igual forma aumentan la temperatura y mueren posteriormente
para darle el paso a los que son capaces de vivir a 70º C. De ahí la importancia de cuidar las
condiciones de humedad, oxígeno, carbono y nitrógeno, lo que permitirá lograr que se de
este proceso de descomposición y suba la temperatura a 71º C, matando los huevecillos de
insectos, las plagas o las semillas de malas hierbas.
En el momento en que se está descomponiendo la materia orgánica, también se dan cambios
de acidez o alcalinidad. Cuando se inicia la descomposición es ácida, después de algunos
días se toma alcalina. Esta última característica es exigente en nitrógeno que favorece que
éste se pierda como gas amoniacal, por lo que es conveniente no agregar a la abonera
ceniza de madera (rica en potasio y magnesio) ni piedra caliza. En todo caso si se considera
importante agregarlos, es conveniente que se haga al final, cuando se vaya a aplicar el
abono al cultivo.
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Los materiales secos como el rastrojo o cañuela de maíz tienen un alto contenido de carbón y
es muy difícil que se descompongan sin suficiente cantidad de nitrógeno, por eso es
conveniente agregar plantas tiernas o verdes que se descompongan fácilmente.
Las sobras o desperdicios de la cocina, guardados en un recipiente bien tapado mientras se
juntan suficientes se comienzan a descomponer y, una vez que se echan a la pila apresuran
el proceso de descomposición. Son especialmente importantes las cáscaras y huesos de frutas
de limón tales como naranja, toronja, guayaba y otras.
La tierra contiene microorganismo que aceleran la descomposición, mantienen los malos olores
a un nivel más bajo y evita que las moscas pongan huevecillos en los desperdicios.
El agua es necesaria para que los materiales se calienten y se descompongan
adecuadamente.
2. FORMAS DE VERIFICAR CUAN BIEN ESTA TRABAJANDO UNA ABONERA
z Si se calienta y se hace más pequeña, es decir, reduce su altura, es que todo va bien; los
materiales pierden al final la mitad o más de su volumen original.
z Si no se reduce el tamaño la primera semana es por falta de aire, entonces hay que
voltear la abonera y abrir unos huecos.
z Si no se calienta puede ser por falta o exceso de agua, se debe añadir más agua o
voltear la abonera. También puede ser que las proporciones de estiércol verde y seco no
estén bien.
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z Si huele a amonio (algo dulce) es porque hay demasiado verde, entonces hay que
voltear la abonera y agregarle paja o algún material seco. También puede ser por
exceso de agua.
z Si huele mal necesita aire y se recomienda remover el material aereando lo más posible.
z Si hay hierba crecida encima, se voltea la abonera. A veces arriba y a los lados crece
hierba porque allí no se calienta bien.
z Si hay hormigas quiere decir que la abonera está seca y hay que agregarle agua.
z Si atrae moscas, está mal tapada y hay que ponerle más tierra.
El abono está listo para usarse cuando se ve oscuro, señal de que ya está bien descompuesto,
en este momento ya no se pueden distinguir los materiales iniciales que se utilizaron. También
los materiales se deben deshacer con la mano y hasta tienen un olor agradable (como agua
de manantial de un bosque).
3. PREVENCIONES SOBRE LO QUE NO SE DEBE PONER EN UNA ABONERA
z Plantas venosas, que dañen la vida del suelo, como las adelfas, la cicuta y la higuerilla
infernal. Es importante que se investigue en la comunidad cuáles son las plantas
venenosas para que las evitarlas.
z Ramas o madera entera u hojas como las de magnolia cuya descomposición es muy
tardada.
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z Plantas que contiene ácidos que son tóxicos para otras plantas, como las hojas de
eucalipto.
z Plásticos, vidrios y metales que no llegan a descomponerse. Es importante que cuando se
prepare la abonera se quiten las piedras y se agrega un poca de tierra, de preferencia
de monte, para que al final se obtenga un producto de buena calidad y no material
que solo haga bulto y no alimente a las plantas.
z Carne y sobras de cocina muy grasosas, porque hace más tardada la descomposición.
4. FORMAS PARA APLICAR EL ABONO
En el caso de se árboles frutales es conveniente agregarle por lo menos dos o tres paladas,
enterrándolas cerca de las raíces para facilitar su aprovechamiento. Si se tiene suficiente
abono, entre más se agregue es mejor, sobre todo si se acaba de podar, esto ayudará a
una más rápida recuperación y les dará fuerza para resistir las plagas y enfermedades.
Para el caso del maíz, por lo menos agregar lo que agarren nuestras dos manos juntas o si es
posible una pala. En igual forma entre más se le agregue es mejor.
5. DESVENTAJAS QUE PUEDE TENER UN ABONO
La principal, es el esfuerzo que exige su preparación, su traslado al lugar de aplicación ya
que es voluminoso y la cantidad de nutrientes es menor en bulto de este abono que uno de
abono químico, sin embargo, esto se verá compensado por otros beneficios que les
proporciona tanto al suelo como a la planta mejorándolos y nutriéndolos mejor.
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Será importante que según los resultados que se vayan obteniendo se escriban, se analicen
y se comentan con otras personas y juntos propongan modificaciones a este procedimiento
de preparar abono; por ejemplo, señalar los materiales que mejores resultados les dieron y a
los que en igual forma no sirvieron a sus propósitos. Sólo así se puede avanzar en la construcción
de un conocimiento que nos ayude a tener una agricultura que dependa cada vez menos
de los fertilizantes químicos y obtengan productos progresivamente más sanos.
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VI. LA COMPOSTA
Composteo deberá colocarse en la base de un nuevo montón. Esto se aplica en particular a
los tallos y a las pequeñas ramas cuya descomposición podrá acelerarse gracias al cobijo
extra que les proporcionará el montón, cobijo que se traducirá en temperaturas más altas y
un mayor grado de humedad.
1. FUNCIONES DEL HUMUS Y DE LA COMPOSTA EN EL SUELO
Mejor estructura. El humus disgrega la arcilla y los terrones, y aglutina a los suelos arenosos.
Ayuda a una mejor aereación en los suelos arcillosos y arenosos.
Retención de humedad. El humus retiene 6 veces su peso de agua. Un suelo con buen
contenido de materia orgánica absorbe el agua de lluvia como una esponja y la pone a
disposición de las plantas a medida que van necesitándola. Un suelo desprovisto de materia
orgánica no permite la penetración del agua lo que propicia la formación de costras, la
erosión y la inundación de las camas.
Aereación. Las plantas pueden obtener del aire, el sol y el agua ¡El 96% de los nutrientes que
necesitan! Una tierra sana y suelta ayuda a que el aire se difunda en el suelo, además de
contribuir al intercambio de nutrientes y de humedad. El bióxido de carbono que se desprende
durante el proceso de descomposición de la materia orgánica se difunde hacia el exterior y
es absorbido por la «bóveda» que forman en la cama las hojas de las plantas cuando éstas se
siembran cerca unas de otras y crean un microclima.
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Abonado. La composta contiene algo de nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio y azufre, pero
su importancia radica en el contenido de micronutrientes. El principio básico es regresar a la
tierra todo lo que se le ha extraído, mediante el aprovechamiento de los residuos vegetales
y los estiércoles.
Almacenamiento de nitrógeno. El montón de composta es un almacén de nitrógeno. Durante
el período que dura el proceso de descomposición de la composta (de tres a seis mese o más,
dependiendo de cómo se construyó el montón y del tipo de mantenimiento que se le dio)
ese nutriente soluble en agua permanece retenido, y así se evita su lixiviación o su oxidación
en el aire.
Nivelador del pH («efecto buffer»). Un suelo con un contenido adecuado de composta ayuda
a que las plantas resistan mejor los cambios de pH.
Nueralizador de las toxinas del suelo. Recientemente se han realizado importantes estudios
que muestran que las plantas cultivadas en suelos con composta orgánica asimilan cantidades
inferiores de plomo, metales pesados y otros contaminantes urbanos, en comparación con
las plantas que se cultivan en otro tipo de suelos.
Liberación de nutrientes. Los ácidos orgánicos disuelven los minerales del suelo y los hacen
accesibles para las plantas. Al descomponerse la materia orgánica libera nutrientes para las
plantas y para la población de microorganismos del suelo.
Alimento para la vida microbiana. Una buena composta crea condiciones saludables para
los organismos que viven en el suelo. La composta es un cobijo para las lombrices de tierra y
para los hongos benéficos que atraen a los nemátodos y otras plagas del suelo.
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Reciclamiento. La tierra nos da alimento, vestido, alojamiento, y nosotros cerramos el círculo
ofreciendo fertilidad, salud y vida mediante la devolución de los materiales al lugar de donde
provinieron.
2. PROCEDIMIENTOS PARA CONSTRUIR UN MONTON DE COMPOSTA
a) Se afloja con un bieldo el suelo donde será construido el montón hasta una profundidad
de 30 cm.
b) Se coloca si es posible una capa de 8 cm. de ramazón, tales como tallos gruesos, cañas
de maíz u otro material para facilitar la ventilación del montón.
c) Se forma encima una capa de 10 cm. de vegetación seca como hierba y hojas secas,
paja, pasto cortado, heno y residuos vegetales viejos.
d) Se pone después una capa de 5 cm. de vegetación fresca y desperdicios de cocina
tales como: hierbas verdes, pasto recién cortado, ramillas podadas de los setos, cultivos
de cobertura y los residuos de cocina que se hayan juntado.
e) Se cubre el montón con una capa de 2.5 cm. de tierra para evitar los malos olores y las
moscas. Se riega ligeramente si es necesario.
f) Se añaden nuevas capas de vegetación seca, vegetación fresca con desperdicios de
cocina y tierra, cuando se disponga de estos materiales, hasta que el montón alcance
una altura de entre 1m y 1.50 mt.
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g) Se deja la composta fermentándose de 3 a 6 meses, durante los cuales se construirá otro
montón. Si se desea acelerar la descomposición se puede voltear la composta una vez.
h) Se riega el montón periódicamente hasta que esté listo para usarse. Hay que recordar,
con fines de planeación, que de un montón inicial de 1.50 m. de alto sólo quedará uno
de 50 ó 75 cms. de alto cuando esté listo para usarse.
NOTA: Los materiales con una alto contenido de carbono como las hojas
y hierbas secas, el aserrín y las virutas se descomponen muy lentamente:
tardan entre seis meses y tres años en este proceso.
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VII. BIBLIOGRAFÍA
z Jairo Restrepo Rivera. Manual de Agricultura Orgánica.
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