ATREVETE A PENSAR: LA VALENTÍA DE REFLEXIONAR
CON TU PROPIA CABEZA
Catequesis juvenil de orientación cristiana
1. EL PENSAMIENTO CONSTITUYE LA GRANDEZA DEL HOMBRE
“El hombre es solamente una caña, la cosa más frágil de la naturaleza; pero es una caña pensante...
Toda nuestra dignidad consiste, pues, en el pensamiento; por tanto, trabajemos para pensar bien”
(Blas Pascal).
El gran profeta Jeremías indicó que la causa de las desgracias del hombre sobre la tierra era la falta de
reflexión (Jr 12, 10-13). Ya Pío XI observa que la ‘’enfermedad más grande de la época moderna es la
falta de reflexión’’, y esta irreflexión es la ‘’fuente de abundantes males’’. Y los síntomas de tal
enfermedad se manifiestan como ‘’constante e intenso desbordamiento hacia las cosas exteriores” y
como ‘’insaciable deseo de riquezas y placeres’’. El hombre, ‘’arrastrado por la corriente de las cosas
exteriores’’, no examina su interioridad y no piensa en Dios, que es nuestro principio y nuestro fin (Pío
XI, Mens nostra).
“Detente, reflexiona. Un hombre que no delibera será juguete de sus pasiones, sus instintos, sus
deseos, sus sentimientos, sus locas imaginaciones; no será jamás un hombre de voluntad”.
2. EL ARTE DE PENSAR
“Para asumir responsablemente la existencia lo primero que se debe aprender es el difícil arte de
pensar correctamente y con cabeza propia” (Juan Pablo II). Mencionemos algunas estrategias de
pensamiento autónomo:
No dar crédito a cualquier palabra de hombres, sino con prudencia se deben, según Dios,
examinar las cosas.
Tener convicciones propias: religiosas, morales, intelectuales.
Aprender a formarme mi propia opinión de las cosas, mi visión personal de las realidades.
Formarse una conciencia crítica para no dejarse manipular por los “amigos”, por el ambiente,
por la televisión o la publicidad.
Aprender a desenmascarar los eslogans, los falsos valores, los espejismos, los caminos sin
salida.
Antes de tomar decisiones, pensar las ventajas y desventajas de lo que queremos hacer.
No permitir que los sentimientos desordenados ciegue tu inteligencia y te impidan juzgar con
rectitud, haciéndote “perder la cabeza”.
Aprende a pensar guiado por los grandes pensadores de la humanidad, sobre todo, por el
Maestro por excelencia, Jesús.
3. ¿CÓMO APRENDER A PENSAR?
La humanidad tiene más necesidad del silencio, de la lectura, del estudio, de la reflexión y de la
meditación.