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Escalante Gonzalbo, P. (2010) - Los Códices Mesoamericanos PDF

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PABLO ESCALANTE GONZALBO

~
1
)
\
·' :os códices mesoamericanos
antes y después
de la conquista española
LENGUAJE PICTOGRÁFICO

FONDO DE CULTURA E CONÓMICA

~-- -- - - -· -·- --- - -


Primera edíción, 20 l O
Primera reimpresión . 2013

1
Escalante GonzaJbo, Pablo S MARIO
·~ Lo códices mesoamericanos anLcs y después de la conquista espanola..
H1storla de u n len guaje pictográfico I Pablo Escalnnle Gonzalbo. - Méxi·
CO : flCE , 20JO
413 p. ; ilus.; 21x14 cm - (Colec. Antropología)
ISB 978-607-16-0308-1 Introducción 9

1. Manuscntos mexiCMos precolombinos 2. Códices mexicanos 3 . His- L El códice, la memoria y el lenguaje pictogl·áfico 15
toria - M6Juco - Prehispánico L Ser. D. 1.
ll. La tradición Mixteca-Puebla y los códices 35
LC F1219.S Dewey 090.72 E575c 111. Lo antiguos códices del valle de México 61
IV. Los espai\oles y los libros d e los indios l 03
V. Las nuevas imágenes y el aprendizaje de los
oficios 125
VI.Los modelos y el grabado europeo en los códices
del siglo XVJ 153
VII. Dos tradiciones frente al cuerpo 201
VllI. Postura y movimiento 22 7
IX. Brazo derecho y mano izquierda 259
X. Los personajes hablan 281
XI. La expresión, la tristeza y el gozo 313
xn. Los códices, el arte y la historia 335
Distribución mundial
Códices mencionados en el texto 371
O. R. © 201 O, Fondo de Cultura Económica Referencias bibliográficas 389
Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738, Méxko. D. F.
www.fo11dodecu1turneconomica.com Siglas 409
Empresa cct1.ificada 1so 9001:2008 Indice 411
D1seño de fotTo: Laura Esponda Aguilar

Comentarios: [email protected]
Tel. (55)5227-4672; fa:< (55)5227 ó94

Se proh.Jbe Ja reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere


el medio, sin la anuencia por escrito del r.:itular de los derechos..

lSBN 978*ÓOH6·0308·1
Impreso en México • Pnmtd in Mcxico
A mi primera maestra.,
Pilar Conz.albo A.izpuru
,\ 1

INTRODUCCIÓN

Durante su avance hacía México Tenochtitlan, los españo-


les destruían los templos y los altares que encontraban a
su paso, y les prendían fuego a los códices, cuyas figuras
juzgaban espantosas, como cosa del demonio. En aque-
llos m ismos dfas, sentados jun to a Jos señores indígenas
que les ofrecían alianza, Cortés y sus oficiales examjna-
ban algunos códices en busca de información cartográfi-
ca que les ayudara a trazar rutas de exploración y a definir
sus planes de ataque. Los códices llamaron la atención de
los espaf\o)es desde el prim.er momento, en Cozume] , y
nunca les quitaron la vista de encima. A la quema nervio-
sa de Jos p1imerus días y a la destrucción ocurrida cuando
las bibliotecas de los palacios sucumbieron, en el asedio
a las zonas urbanas, hay que agregar la destrucción que
practicaron los frailes en su empe.ño por sacar de raíz la
idolatrla.
Toda esa torpe, furiosa o metódica destrucción no al-
canzó para borrai· los códices de la faz de la tierra. No ocu-
nió así porque los europeo también estaban interesados
en la información que estos manuscritos contenían. Prime-
ro. ya lo veíamos, porque no podian ignorar la utilidad es-
tratégJca de la información contenida en ellos, e inmediata-
mente después, porque entendieron que una gran cantidad
de datos de fndole genealógica, catastral, tributaria, podía
conservarse y reproducirse utilizando aquellos libros y la
pericia de los miles de artistas indios que sabían pintarlos
en todas las provincias. 1ncJuso los códices de contenido re.
ligioso encoa bcrron un camino a la supervivencia. No sola-
rnente porque los sacerdores indios los guardaran en el
9
10 lNTROOUCCCÓN 1N1'RODUCCIÓN 11
\

ta.panco• de sus casas para seguir recordando las fechas sa- ~uencias y símbolos variaba de un género de códices a otro,
gradas e instnayendo a los jóvenes -que también ocurrió- , Lodos eUos (incluso algunos códices mayas E7ll sus secciones
sino porque los frailes mismos se dedicaron a la tarea de no jeroglificas) tenían en com ún una serie de rasgos estiHs-
estudiar la religión y la cultura indígenas, y para ello pidie- tico y se valían de un mismo repertorio básico de conven-
ron a sus colaboradores nativos que les mosuaran y expli- t;iones pictográficas.
caran sus viejos manuscritos sagrados. y que reaLizaran co- A diferencia de algunos trabajos que concentran u
pias de ellos. ute nción en el desciftamiento de fechas, glifos toponfmlcos
En esos códices que los artistas y sabios indígenas se y otros detalles históricos, este libro se ocupa más bien del
resistían a olvidaa; y que las autoridades españo]as decidie- modo en que la información es transmitida. Es un estudio
ron consenrar y utilizar, se acumulaban conocimientos de de las convenciones pictográficas que convierten las figuras
siglos: había un repertorio simbólico cuyos inicios pueden en personajes e instrumentos, que vinculan tales personajes
situarse en la etapa olmeca; había un lenguaje pictográfico e instrumentos y dan lugar a las escenas, y que transforman
antiguo. con algunos componentes miJenarios, fraguados esas escenas en lo episodios de una narración. La mayoria
en Jos templos talleres de Teotihuacán y Monte Albán; y de los protagonistas de las escenas - sean de guerra, de via-
había también un estilo, bastante homogéneo, que las élites je, de ofrenda ... - tienen forma humana; incluso los dioses,
mesoamericanas de) Posdásico1 habían pron1ovido. acepta- los patos o los jaguares aparecen en los códices bajo una
do y asimilado. Habitualmente se emplea eJ ténnino Mixte- apariencia antropomorfa. Y por eso pondré especial aten-
ca-Puebla para aludir a ese lenguaje unificado de las noble- ción a la representación del cuerpo h umano, portador o eje-
zas del Posclásico: noblezas que comerciaban entre sí, que cutor de las convenciones pictográficas.
se visitaban, se hacían la guerra; que contraían lazos de pa- El arte pictográfico no se mantuvo intacto, como una
rentesco, que veían el mundo y contaban el tiempo de una reliquia, durante el siglo XVI; ni siquiera las copias que se
manera muy similar. y que organizaban los asuntos del go- hicieron entonces fueron iguales a sus originales prehispá-
bierno con la inspiración y apoyo del mismo dios protector, nicos. Los frailes habían emprendido un proyecto muy am-
e] sabjo y taciturno Quetzalcóatl. bicioso de enseñan1.a de artes y oficios, que consideraba la
Aquellas tiras de cuero y de pape) e 'taban por todas conservación de alguna destrezas, técnicas y géneros del
partes: pegadas a la pared en alguna sala de palacio, dobla- arte indlgena, pe.ro que buscaba también su cambio formal
das a un lado del allar o a la entrada de los almacenes, en- y su adecuación a nuevos fi nes y nuevos contenidos. Los
rolladas en el salón de oficiales, junto a los arsenales . .. Eran frailes querían que los indios siguieran haciendo obras de
un soporte para todas las actividades de los reinos: ta orga- plumaria1 pero quetian que hicieran mitras y casu llas; y
nización de las fiestas religiosas, el cobro del tributo, la edu- querlan que Jos indios siguieran pintando -había muchas
cadón de los muchachos. Y si bien el tipo de escenasJ se- iglesías que deco.rru:- , pero les impusieron un canon de
propo1·ci ones p1-opio del Renacimiento y les indicaron nue-
' Del náhuatJ Llapanco: especie de ático o desván que resulta de dividir
vos caminos que conducían al paisaje y al retrato, que in-
con vig~ y rnblones unn habllaclón nm alrn.
z E} periodo Posdásico es el último de Ja histo1ia mesoamericana. Abar- volucraban Ja perspectiva, la ilusión de volumen, eJ som-
ca, aproximadamente, del atlo 900 al l 52 1. breado ...
12 INTRODUCCIÓ TRODUCCIÓN l3

El impulso a la enseñanza de artes y oficios fue más in- pero quiero 1nencionar en particular a Juana Gutién"eZ Ha-
tenso en el valle de México que en otras regiones, y también ces, porque sin sus indicaciones este trabajo no habría en-
se produjeron allí m ucho más códices. Los códices colo- contrado su rumbo. En el Fondo Rese:rv~do de ]a Biblioteca
niales que utilizo para el estudio proceden en su mayoría de Nacional. la ayuda de Liborio Villagóme.z; fue decisiva. En
este rico ámbito cultural en el que ocurrieron casi todas las la Biblioteca del Museo Nacional de Antropología, en la Bi-
variedades que es posible encontrar en los manuscritos pin- blioteca Newbeny de Chicago y en la Biblioteca de la Real
tados por los indígenas en el siglo XVI. Academia de la Historia, en Madrid, recibí ayuda y pude
La historia de las oscilacion de lo pintores indígenas, consultar obras fundamentales. El premio Marcos y Celia
entre el Renacimiento y la tradición mesoamericana del Maus sjgn_iñcó un gran estimulo para transformar mi tesis
Posclásfoo; Ja historia del arte pictográfico, entre la trans- doctoral en el libro que ahora tiene el Lector en sus manos..
formación radical y la conservación memoriosa, es la histo- También fueron decisivos los comentarios de queridos cole-
ria que se cuenta en este libro. Me ha tomado vatios anos gas, alumnos y amigos. Paola Morán condujo e] manuscrito
darle la forma que ahora tiene. En el camino he contado al Fondo de Cultura Económica, cuando ya iba por otro ca-
con tanta ayuda que es difícil enumerarla, y con tantos obs- mino. A todos les doy las gracias, y a quiene no menciono
táculos que es inútil recordarlos . Me parece indispensable por su nombre les pido que disculpen la omisión, que no se
agrad~cer públicamente la lectura paciente y la critica de debe s~no al apresuramiento de esta nota introductoria.
Víctor Castillo, Marcela Corvera, Isabel Estrada de Gerlcro,
Beatriz de la Fuente, Alfredo López Au tin, Xavier oguez,
José Rubén Romero, Antonio Rubial, y muy especialmente
de m i maestro Carlos Martínez Marín. Thalía Iglesias dedi-
có muchos meses, intercalados en varios años, a la elabora-
ción de las láminas: sin su trabajo, el mfo serla inútil, por-
que sería in visible. A ella le debo, pues, que este libro haya
adoptado una forma publicable. Irla Granillo dibujó tenaz-
mente incluso aquello que nadie más veía. En la ú1tima
etapa, Saeko Yanaguisawa y Rosario Nava revisaron, corri-
gieron y enderezaron lo que estaba torcido en el manuscri-
to. Infinitas gracias a las cuatro.
En el lnslitulo de Investigaciones Estéticas de la UNAM
he recibido apoyo, estímulo y muchos de los recursos que
nece.5itaba para esta investigación; en especial de Rita Eder,
de Cecilia Gutiérrez y Eumelia Hemández, de Carmen
Block y de Lodos los colaboradores de fototeca y biblioteca.
De mis compañeros y colegas, en eJ Instituto de Investiga-
ciones Estéticas y fuera de él, he aprendido cosas utilísimas,
l. EL CÓDICE, LA MEMORIA
Y EL LENGUAJE PICTOGRÁFICO

FRAY ThRIB10 oe BENAVBNTE., a quien conocemos mejor por el


nombre de Motolinía, que tomó en la Nueva España, fue
uno de los primeros franciscanos en dedkarse al estudio de
los costumbres de los pueblos mesoamericanos. Se relacio-
nó con muchas personas que habían nacido y se habían
educado antes de la conquista, y trabajó con la información
y los materiales que estas personas le brindaron. Hablaba Ja
lengua náhuatl y había escuchado muchos relatos de los in-
dígenas. Desde esa posición privilegiada, Motolinía escribe
!'!obre los '1ib ros antiguos de los naturales" y lamenta que "a
causa de no ten er letras" sjno ''caracteres y figuras'', la de-
claración de u contenido varlc según el informante. 1 Otro
misionero y cronista franciscano, fray Juan de Torquema-
da, ofrece un ejemplo interesante de cómo Ja exposición del
contenido de los códices podía cambiar en función de los
conocimientos del intérprete:

Me sucedió ... que estando ... con gente sabia y anciana, estaba
en ere ellos un viejo ... y e] que me estaba declarando las pin.tu·
r ras del libro que examinábamos me dijo: padre, haz que hable
este viejo; porque sabe esta historia, mejor que yo ... y volvién-
dose a él le dijo: ¿por qué no hablas?2

1
Frn 1 Toribio de BenavenLe o Motolinía; Historia de los indios th fil Nueva
Espafla, ed. de Bdmundo O'Gorman, M~xico, Editorial Pon<ta, i 979, p. 2.
1 Fray ltlan de Torquemada: Monarqura mdiana, ed. del Seminario pam

el cstudlo de fuentes de tradición indígena, bajo la cilrecci6n de Miguel


León-Portilla, México, UNAM, JIH, l975-J983, Ubro U , c. XXXlll, Y<>L I, p. 177.
Las cursjvas on mías.

lS
J~ EL CÓDICE, LA MEMORIA Y ELLENGUAJR PICTOGRÁFICO EL CÓDICE, LA MEMORIA Y EL LENGUAJE PICTOGRÁFICO 17

Los libro se "examjnaban ", Jas pinturas e ªdeclaraban" año, mes y día con todos los demás nombres de dioses. cere-
y las historias se "sabían". Y si las historias se sabían bien, monias y sacrificios o viccorias que habían celebrado y tenido,
la pinturas podían ser declaradas de manera más completa para eslD a los hijos de los señores, y a los que escogían para
o detallada. Todo esto indica que la secuencia presentada su sacerdocio, enseñaban e instruían desde su niffei., hacibzdo-
en el códice era vista como una narración básica, hasta der- les decor"r aquellos cameletes y tomar de memoria las historias,
to punto incompleta, que debía enriquecerse con la tradi- y de estos mismos iastrwnentos he tenido en mis manos, y
ción oral. La pictografía no se había emancipado de la 1ne- oírlos explicar a algunos viejos con bastante admiraclón ...6
moria, y la memorja debía ejercitarse, así como se ejercitaba
la interpretación de los pictogramas. Es difícil saber qué tan extendida se encontraría entre
En las fuentes colonia le se habla de gen te capaz de re- los diferentes grupos sociales la práctica de asociar el so-
cordar largas historias y cantos. El propio Motolinía reco- porte pictógráfico con la memoria. Es cierto que las fuentes
noce la presencia de ''personas de buena memoria que rete- tienden a vincu1ar la elaboración de códices y su uso con el
ruan y sabf.an contar y relatar todo lo que se les preguntaba>l .3 contexto exclusivo de palacios y ten1plos; sin embargo, hay
Ramírez de Fuenleal. presidente de la Segunda Audiencia, ulgunos indicios de que la gente del pueblo podía conocer y
habla de "cantores,, que ''componen y cantan todo lo pasa- utilizar algún tipo de documento pictográfico: sabemos que
do y lo que pasa";" se refiere a los pintores de códices como tm los primeros año de la evangelizadón los indio acos-
ªescribanos de todo lo que ha pasado y lo que pasa'1 , y dice tumbraban llevar pintados sus pecados a Ja confesión, y los
que 'jpor estas dos maneras de pintar y cantar saben sus his- cronistas no hablan de un grupo electo sino de Jos indio!>
torias y todo lo de su creencia". 5 en general, incluso de multJtudes.7 Diez afies después de la
¿De qué manera se conjugaban las dos prácrkas, la de conquista, los indios, incluso los más humildes, llevaban
compone....cantar y la de pintar? Fray Francisco de Burgoa pinturas a Jos litigios y tomaban nota por medio de pintu-
lo expone con bastante claridad cuando explica el uso de los ras.8 Estos dos hechos sugieren la posib1lidad de que, tam-
códices en las cor tes mixtecas. El cronisla se refiere al des- bién en Ja época prehispánica, el uso de alguna forma senci-
pliegue e instalación de Jos c6díces en los muros de los pa- lla de pictografía estuviera aJ alcance de un grupo mayor de
lacios para que sirvieran como apoyo a Ja declaración o can- personas que la sola élite n oble.
to realizado fren te a las congregaciones de nobles, y dice: Ahora bien, si en los códices no hay una escritura en el
sentido estricto. puesto que estos documen tos no se propo-
todas sus historias esctibían en unos caracteres tan abrevia- nen codificar gráficamente el lenguaje hablado, ¿cómo po-
dos que una sola plana c"presaba el lugar, sitio, procedencia,
' MotolJn{a: Hiswria de los indios. .. , p. 3. 6 Fnmcisco de Burgoa: Palestra. hi.~a(, Mé)tico, i\GN, 19.34. p . 21 0 (fol.

' Cruu de Sebastián Ramfrez de FuenJeal a la reina. 3 de noviembre de 89). Las Cllt'Sivas son mías.
1532, en Colección ds docwnerrros itlLdicos relativo al descubrimiento, con- 1 Fray Gerónimo de Mendieta: H~loria eclesi.d.slica indw.na, México,

quista y cokmi1.1JCÜfo <le. la.s antiguas posesiones españokzs de Amirica y Editorial Porrúa , 1971 (edici611. facsimilar de la publicnda por Ca.reía
Oceanía, sacadas de los tlf'Cfuvos del ReiJ10 y muy dSpecfafm ente del d~ Jn. Jcaw~lccta en h1 Antigua Ubrerfa Portal de Agusrinos, en 1870), Ubm III,
dias, 42 voJ .. Madrid, 1864-1884, vol. x:m, pp. 255-256. c. xu, p. 282; Motolinfa: Historia Je los indios... , c. VJ, p. 95 .
.5 /bid. ~ Lo trataré en el capítulo IV, "Los españoles y los libros de los lndlosN.
4() LA TRADlCl ÓN MlXTECA-PUEBLA Y LOS CÓDICES

dedos de los pies se curvan y se proyectan hacia abajo al


terminar la suela de la sandalia.

'
Entre las características más sobresalientes de la ico-
nograña ~ixteca-Puebla (véase la selección de la figura 2)
'1 se encuentra su estrecha relación con el sacrificio hu1nano h e
y con la guerra. Destaca la representación de cuchillos de
sacrificio (1), corazones, cráneos (k) huesos cruzados (i),
1

plumones de sacrificio (j), escudos o chimaJlis, el símbolo


teoatl-tlachinolli ("agua divina-cosa que arde", fmbolo de la
guerra), y las figuras del águila y el jaguar (o). Aparecen
también con frecuencia los ojos estelares (h), el disco solar
y lo rayos olares (e), chalchihuites (cuentas de jade) (g), d e f

caracoles segmentados, Jos signos ollin (movimiento} (d) e


tlhuitl (día) (e). y los diseños conocidos como xicalcoliulzqui
(esp.iral de la Jícara) (a ) y xonecuilli (lit. "curvatura del pie",
forma de S) (b). Como se ha indicado, puede aparecer tam- '
bién la figura humana (con1pleta o parcialmente) y algunas
representaciones más o menos esquemáticas de montañas y g h
arquitectura (m).8
Junto a otras buenas razones que las élites de la sierra
lixteca o de Tehuacán, de TlaxcaJa o del valle de México po-
d1an tener para asumir la tradición Mixteca-Puebla, se en-
cuentra la enorme eficacia de sus cualidades formales para el
desarrollo del lenguaje pictográfico. Aden1ás, los sfmbolos
Mixteca-Puebla resumían con sencHLez amplios conjuntos j k
de creencias relacionadas con las prácticas rituales del Pos-

Esta lista ej!!mplifica, no es exllaust iva. Se aprecUlrá, entre Olras co-


sas, que he omitidQ varios d..: lo rasgos icon0grá ficos enumerados por Ni-
cholson; ello se debe fundan1emalmente a que NScholson incluye las códi -
ce en u corpll de materiales Mixleca-Puebla, y a mJ me ha parecido más
conveniente definir primero el estilo sin los códice y disculir despu~ la
relación entre éstos y la tradición Mixleca-Puebla. IA tabl~ que reproduci- m n o
j mos nqur. en la figura 2. está tomada del excdl!Dte trabajo de MichaeJ D.
1 Llnd: "Cholub (lJld Mixlec~ Po1ychromes: 1\vo ML"<lccn-.Pucbla RegionaJ
Snb-Style.i;'", ~n H. B. N icholson y Eloise Quir"\ones Keber (ed .); M~teca­
Puebla, CuJver City. Cnmomia, u 1byrin11tos.· t 994, pp. 79-99. FmUkA 2
42 LA T.RAOICIÓ MIXTECA-PUEBLA Y LOS CÓDICES LA TRADl ClÓN MIXTECA-PUEBLA Y LOS CÓDICES 43

clásico. 9 De hecho, entre las obras más importantes de la '


cull'Qra material Mixteca-Puebla e encuentran los códices
pictográficos; c6dic.es en los cuales se registraban las alian-
zas matrimoniales (esas que unían a los mhctecos de Coix-
tlahuaca con los nahuas de Teotitlán y Tehuacán) y las prác-
tkas rituales, y específicamente sacrificiales (como aquellas
exlTacciones de cora~ón que quedaron reflejada Jo mi mo
en los muros de Ocotelulco, Tlaxcala. que en la pintura de
Amapa , ayarit). rtGURJ\ 3

~ft)/:J/fs. el Becker 1!, el Fonds Mexicain 20 el Porfirio Díaz


Los CÓDICES EN u TRAOIC!ÓN J\1{1xrl!CA-P UEBU (reverso).
El estilo y la iconografia d e lodos los códices mencio-
Si exceptuamos Jos cuatro códices mayas, el Dresde 1 el París, undos coincide con la tradición estiJística e iconográfica
el Madrid y el Grolier, todos los manuscritos prehispánicos Mixteca- Puebla tal como la hemos definido antes. La prin-
que conocem pertenecen a la tradición Mixleca-Puebla. dpaJ diferencia enüe )os códices y el resto de los artefactos
Los códices ptehispánicos no mavas que han sobrevivido tn'(>ducidos en aquella u·adición es Ja función narrativa de
hasta el día de hoy son el Nuttall, el Vindobonensis, el Bod- los códices, que da lugar a la representación de largas se-
ley, el Colombino y Becker 1, el Borgin, el Laud y e1 Fejé1vdry cuencias y de numerosas figuras humanas. Por lo demás,
Mayer. Contamos también con algunos códices que presen- d tratamiento de las lineas, las formas y e1 color son los mis·
tan lo que podrfa1nos llamar una factura algo de cuida- mos; los objetos y los símbolos representados son los mjsmos
da, con una Hnea menos precisa y firme que la que carac- tumbién. Si tomamos algunas vasijas Mixteca-Puebla en las
teriza al grupo anterior; se Lratn. del Cospi, el Vaticano B y
el Tonald111atl de Aubin . Algunos consideran que esto lres
códices son poste1;ores a la conquista, pero no existen pn1e-
bas firmes de su carácte1- colonial , sólo el argumento de
que el descuido sería un efecto de la pérdida de disciplí-
na en el oficio, propia de Jos nuevo tiempos. FinaJmente
existen algLU1os códices que fueron elaborados en la época
colonial pero apegados muy estrechamente a la iconogr a-
ña, al estilo y, en genei-al, a las reglas de la trad ición pre-
hispánica. Me refiero a códices como el Se/den, el Sá1u::het.
9 Al respecto. véase Midmd Srnilh y Cynthia Heath-Smi1h: "Wnves of
Infiuence in Postclassic Mesoame1-ica? A Critique of thc Mixteca-Pucbln
Concept", en Alllhropofogy. vol. IV. núm. 2, 1980. pp. 1S-50. FrouM 4
44 LA TRADICIÓ MIXTECA-.t>VEBLA Y LOS CÓDICES LA TRADICIÓN MIXTECA·PUEBLA Y LOS CÓDICES 45

que se representan figuras humanas y las comparamos con tórico tienen entre s( es notable, pero hay que decir que no
los códices. la afinidad e toma aún más palpable. Así, por CK de ninguna manera absoluta. El propio Alfonso Caso in-
ejemplo, el pinLOr del vaso de Nochixtlán, de la colección So- · d kó la exi~1.encia de varias escuelas de manuscritos dentro
loguren (figura 3), tenía las mi mas pre1nisas formales y el de la Mixteca, y en panicular sef\aló la diferencia entre la
mismo repetiOJio foonogr"dfico que el pintor del Códice Vfrulo- OMcuela del Colombino (o sea. la de la costa) y "la que flore-
bonensis (figura 4). Obsérvese. en particular, la figura del viejo cía en la Mix:teca del norte y a )a que debemos manu c1itos
en cuclillas. Ya Seler, en 1906, había reparado en la enorme · tun importantes como e] Bodley. el Selden y el Nuttall'' . 12
semejan za existente entre este vaso y los códices. Dijo que las En lo códices míxtecos se representan secuencias de acon-
figuras habían sido pintada en el estilo de Jo manuscritos . lt..'Ci mientos vinculados con la historia de los reinos de aque-
relacionados con el Borgia y de otras pktografías mexicanas. llu región~ alianzas, bodas, descendencia, guerras, conquis-
y llamó la atención sobre las líneas que hoy 1Jama1íamos tus ... y se registran nu merosos n ombres de señores y señoras
"marco": "al igual que en las figuras de las pictografías -dijo ·· que gobernaron en esos reinos. 13 Sin embargo, no debemos de-
Seler- , los campos de color están rodeados con Líneas ne- Jurno llevar por la idea del contenido e!)trictamente históri-
gras''.'º Ahora bien, ¿cómo sabremos de dónde proceden es- · co de aquellos códices; o en todo ~ debemos aceptar que su
tos códices si ninguno de ellos ha sido encontrado en un con- contenido histórico tiene que ver con un concepto de la his-
lexto arqueológico? toria diferente del nuestro. En los códices mixtecos tienen
un papel rouy importante algunos sucesos que ocurrieron al
principio de la historia, en el tiempo del mi to, como el naci-
Los códices de las 1ni.-crecos miento de los primeros mixtecos del árbol partido de Apoala.
También son relevantes las hazai1as de hmnbres-dioses,
Gracias al extraordinario trabajo de Alfonso Caso, hoy sabe- . como Ocho Venado "El jaguar"; jornadas en las que e1 mito
mosque los códices Colcmbi1w y Becker I y /l, Nuttall, Vindo- · encarna en la lllstoria y la bistoria se diviniza. 1'1 Además,
bonen is, Se/den, Bodley y Sán.chet Solls son mixtecos, de la ·, hay algunos códices mixtecos, como el Vi.ndobonerrsis, en
gente mixteca; códices que tienen ciertas referencias histó- los que el contenido religioso, y específicamente ritual, tie-
ricas y geográficas, que on precisamente las que han per- · ne tal peso que es muy dudoso que hayan servido como his-
mitido realizar Ja identificación de estos manuscritos como torias en el sentido occidental de res gestae. ''
mjxtecos. Además, la mayoría de ellos hace referencia a los 12 del Códice, Colombirzo, México, SPM, 1966, p. l2
A. Caso: lntrupre1aciótt
señoríos de Tilantongo y Teozacualco, fundamentales para . u De Jos cuales ha dejlldo Caso un catálogo completo. Alfonso Caso-
la historia mixteca. 11 La afinidad que estos manuscritos his- Reyes y reinos de la Mixtec:a, 2 vols., México,~&. 1977-1979.
~ Lo que Marshal Sahlins ha llamado historia heroica y Alfredo López
AusHn mito-historia. Marshal Sahlins: "OLher 'llmes, 0 1her Cuscoms: che
'ºEduard Seler: "Sorne E.xccllently Painted Old Poueiy Ve e) of lltc: "nthropology of Htstory'', en American Anthropologist, vol. LXXXV, núm. 3,
Sologuren CQUcc:tion", en Eduard Seler: Collected Works in Mesoamerican 1983. pp. 517-544; Alfredo Lópcz Amúli: Lo mftos del tlacuad1e , M6xico,
Ungul5'llcs a11d Archaeology, Frank E. Compamto (ed .), Culver City, Califor- 1 Alianza Editorial México, 1990 (véé!sc en particular el capítulo 25. "La his·
nía, Labyrinthos, 1993, vol. IV. pp. 285-290; véase: p. 285. tona en el l iempo del milo,.).
11 Alfonso Caso: ..El mapa de Teo2acoolco", Cilademos Americanos, vol.
u Reflexionan ~bre el contenido religioso y imbóllco de los códic~ mix-
VIIT. núm . S. t949, pp. 14--181. ICé<>s John M. D. Pohl y Broce E. Byland: "'l'ltc: Mi~tc:~-Puebla Style and Eat'-
46 LA TRADICIÓN MCXTECA-PUEBLA Y LOS CÓDJCBS LA TRADICióN MIXTECA-PUEBLA Y LOS CÓDICES 47

El llam.ado gnlpo Borgia · abierto;iq mientra que se ha argumentado convincentemen-


te sobre la filiación mlxteca del Fonds Mexicain 20 y cuica-
Desde hace un ~iglo e ha venido hablando de un ºgrupo teca del Porfirio Dlaz (reverso). 20
Borgia'' , qu e incluirla a los códices Borgia, Vaticano B, Cospi,
Fejérváry Mayer y La.ud 16 y, según una propuesta de los años
sesenta, habría que incluir en el g.tupo los códices Porfirio UNIDAD ESTIÚSTICA E ICONOGRÁFlCA
Díaz (reverso) y Fonds M eJdcain 20. 17 Originalmente, Ja idea DE l.OS CÓDICES MLXTEC A- PUEBLA
de agrupar estos documentos obedeció a la afinidad de su
contenido, ritual y no histó1ico. Pero a lo largo de Jos años Es cierto que exislen algunas diferencias dignas de conside-
se ha ido reproduc1endo el equívoco de suponer que se trata ' ración entre los códices mencionados. En los códices históri-
también de un grupo estilístico, o que todos los documen- , cos IJtixtecos, por ejemplo, no se representa a Tezcatlipoca,
to de dicho grupo pertenecen a Ja misma región . La lti pó- y en los códices rituales de la zona de Puebla-TJax.cnla st Hay
tcsis sobre el origen poblancrtlaxcalteca de los códices Bor- · ligeras variantes de línea y color entre los manuscrito . En
gia, Vlllicano y Cospi parece cobrar fuerza con Jos estudios ulgunos se presenta un sistema de numeración peculiar, que
que se h an realiz.ado a lo largo de muchos años.18 Pero ' no se usa en otros, e tc. El estudio de las diferencias estilís-
el pr-oblema de la procedencia del Fejérváry y el úiud sigue ticas e iconográficas existente entt-e estos manuscritos ten-
drá que hacerse algú n dfa en forma sistemática y rigurosa.
ly Po ·t Cla l Soci<rPolincf111megration". en H. B. Nichobon y EloL~ Qui- Cuando tal cosa ocurra, conoceremos mejor las tradiciones
noncs Kcbcr (cds.). i\lli.xte('a-Pm:bla. JJisco,·er~s (ltuí R.t.scan:h m Ml!.SC(1.11wriet:r11 regionales y los s itios de origen de los manusctilos; también
Art a11d Archaevlogy, Culver Clty, C'\lifomla, 1994, pp. 189-J 99; véasl' p. 19 .
1
~ La formulación original corresponde a Seler, quien la hizo en :sus tra-
podremos relacionarlo con cerámica y otros vestigios. Pero
bajos "The Codex Borgia and Allied Aztec PictUT-e W1iting" (1887) "Codex ahora mi propósito es resaltar lo que rodos aql.1ellos códices
CospJ: the Mexican Pic1u1-e Ma ou ·o -ipr of Bologna" ( 1900). ambos publi- tienen en común; quisiera dejar establecidos, de la manera
cados rcc1cnlcmcnre en Eduard Sclcr. Collectc.d \Vorks, .. , vol. I, pp. 39-44 y más precisa posible, cuáles son lo ra gos que no permiten
74-80, respectwamente.
11 Sobre la adición de estos dos manuscritos nl grupo, véase H. B. Ni~ hablar de una tradición Mixteca-Puebla de pinlllra de ma-
cholson: "'flle Problem of the Pl'ov.:rüen e of thc Membecs of 1he Codex nuscritos.
8o1gfa Gro u p : a Summary", e11 S11mmlL A11th.ropologica e11 /tome110/e a N.~
berta Weirlaner. México, lNAH, 1966, pp. 145-158.
13
Alfonsc> Caso: ''.Las ruln3S de 11zaLlán, TJaxca.L.'\", Re11is1a Mexicana de , El estilo
&rudio.s Históricos, núm. 1, 1927. pp. 139-172; Nictiolson : "The Problem of
the Provcntcnce... •• p 1 O; Nkholson: •The Mix1CCl\-Pucbln. .. A Re-Exnn1l- El tilo pictórico c.l · los códices Mixte<:a-Puebla no es natu-
mllion"', p. 614; José Edu:u'do Conareras M~rUr1e7.: ''Los murales v ccr'ámica
ralista; quiero decfr con esto que en él se manifiesta una
policromos de la -zona arqueológica ele OcoLclnlco, 11axcala", ~n-Nlchol on
y Quiñone (ed&.): ML'l;etca·Pue.bla .., pp. 7-24 (pp 12· l 3); Eduard Sisson y tendencia muy marcada a red ucir )as figuras a estereotipos.
T. Ccrald Lilly: ''The M ural of 1he Chim1\les and the Codcx Borgia", en Ni-
cholson y Quiñones (C{!s.): Mfx1ecct-Puehlil.•.• pp. 25-44; NJchol on : "The 19 VéRSC' Ca rlo~ Mtu l í nez. Marín: Códice Lllud, lmroducción, Sl;!lecc:ión y

Eagle Cbw/lied Double Mruzc Ear Motil: lh~ Choluln Polycbrome Ccrarnic notas por... , M~ xlco, 1Ni\11, 19ól. pp. 15 y 17; Nlcholsnn...The Problcm of
1h~ Proveniencr ..
01
'lmd.J tion and sorne Members of Lhe Codex Borgia Group", en Nichol!.on y
Ouii"\oncs (ed .). Mi~fcco·Puehla ... , pp. 101 - 116 {p. 114). 2o ichotson: ''The Pr'Oblem of the Provcnit!nce ... "
LOS ANTIGUOS CÓDICES DEL VALLE DE M~XJCO 93

l:tqu ie tda-derecha; en los pies puede haber cierta duda, pero


11 "itú claro que el brazo izquierdo tiene una mano derecha.

Veamos otro ejemplo de pinlura m uraJ mexica, éste pro-


n·dent de TenochtitJan. En el interior d l adoratmio de
'l'lüloc (etapa II, c. 1390 d.C.), se encontraron varias pintu-
l'lls.111 Dos de ellas, situadas en la cara jnterior del mu ro de
IHg:re o. representan hombres que parecen dirigi rs e hacia Ja
p11c11a (figuras 23c y 23d). El personaje que camina hacía
111 derecha tiene do pies derechos y e) que camina hacia la iz-
lll llcrda tiene dos ples izquie1dos. Tanto en fo pintura de
Tlnlelolco como en estas dos pínluras de Tenochlitlan ob-
t•1vamos otros rasgos tfpicos del lenguaje estereolipado
Mi .~teca-Puebla: la sandalia ostensible y La curva.tura o pro-
.vt·i:dón de lo dedo del pie hacia abajo.
Con respecto a las proporciones, las u-es figuras que es-
11\11 suficienlemente completas como para medirse (dos de
Tl11te1olco, figwns 22a, 23b) y u n a de Jas que se conservan en
r l adoratorio de T]áloc en eJ Templo Mayor (figura 23 d ) tie-
11t•11 a-tbezas que caben aproximadamente cinco vece en lo
n·~pcctivos cuerpos completos. Son, pues, más esbe1tas que
111 promedio de Jos códices Mixteca-Puebla, que oscila en-
b ll't' el L:3.S y el J:4. Es probable que en la plntura mural, al
dihujat e figuras de dimen iones mayores que en los códices,
lo~ meAiCUS usaran tan1bién proporciones rnás e beltas, para
t•vilnr un resuJLado grote~co. E.5lo puede parecer una salida
f1\ci l .Yobstinada de mi pa11e: la única manera de comprobar
qm.! la pintura mexica de 1nanuscritos no sólo sigue la tradi-
rlc'm Mixte ·a-Puebla en us formas, sino también en u pro-
po1x:1ones, sería examinando un códice mexica prehispáni-
1 o. Pero Lodos sabemos que no existe ninguno, y si existiera
11os habtiamos a hor rado m uch as páginas; ¿o acaso existe?

e d
,., Mrt ría luí a Frnnco Bn wclo: Co11.'4.!rvació11 del Tt•mplo Ma yvr de Te-
11111·/1111la11. Mc~1co, l.N,\H, GV Ed llor~s. Asociación de Am igos del Templo
flCüR.<\ 23 M.1yo1 . C .. ICJ90. pp. 28, 39-45; figuras 14 2 y ldJ .
LOS ANTIGUOS CÓOlCES DEL VALLE DE MllXICO LOS ANTl GUOS CÓD{CES DEL VALLE DE MÉXICO 95

~l~~~!~M.~k!·Fli
UN CÓOlCE MEXlCA PINTADO A ANES DEL SlGl.O XV

En la larga temporada de excavaciones en el Templo 1\lfayor.


1978-1982, se exploró, enire otros, un recinto que Eduardo
Malos Moctezurna ha denominado "Basamento de las águi• FLGtJkA 24
las" 4 º y también f'Recinto de los caballero águilaº.41 Aunqu
los trabajos arqueológicos detectaron etapas más antiguas;
y tambi61 etapas más recientes, el área que ha sido posible
explorar y actualmente está abierta al público corresponde
a la etapa V, aproximadamente 1481-1486.42 ·
Son bien conocidas las banquetas de los guerreros así
como las escuJt uras de terracota y los braseros que forma.1.
ban pan e del red nto de la águilas. Inmediatamente encimé\_
de las célebres banquetas de los guerreros hay pintura mu-·
ral. En el llamado cuarto J se observan las filas de aros o dis-
cos perforados que solían utilizarse en los códices para re:
presentar los frisos de palacios y templos (figura 24). 43 En
otro caso podemos notar Ja combinación de una banda de
color amarillo o marfil, en la. parte baja del mu ro, y una am-.
p1ia superficie de color rojo cálido en la parte superior:•',
Cuando se obse1va de cerca la pintura mural situada ser
bre uno de los tramos de banqueta, en el pórtico (figura
25)4 ~ puede advertirse Ja representación de val'i.as figuras . FIClfRA 25
humanas, de lan sólo diez centímetros de altura cada una,·
es decir, las mismas dimensiones que tienen los dioses pa- tronos de Jas trecenas del tonalámatl del Códice Borbónico.
En el dibujo final de todas las .figuras se utilizó la Hnea-mar-
'<>Eduardo Matos Moct,ez..umn: "Los edificios aledaños Dl Templo Mayoc", t.~> de color negro. Se trata de cuatro personajes masculinos
en Estudios de Cu/Jura Ncilmail, núm. 17, 1984, pp. 15-21 (véase p. 19). que avanzan en una misma dirección, portando algunos ob-
" 1 Eduardo Mat~ Moctezuma: Gufa oficial, Templo Mayor, México, tNAf:l.,
EdíloriaJ Sn.Jvnr, 1989 , p. 23. Jc10 en us manos. Las cabezas de estos personajes sqn
42
Mato Moctezum, : "Los oolficio ledaf'Jos .. : , p, t 9; Matos Moctezu- ' , muy grandes en relación con su cuerpo; exhiben unas pro-
ma : Gula oficial .. . , p. 57. ' t>nrc:iones de 1:3; es decir que la cabeza cabe tres veces -a
•3 Malos Mocte:rnma: ibrd, foto 5
4
"- Mato ' Moc tezunia. Gufa. oficial..., p. 2 J.
duras penas, cabe aclarar- en Ja altura tota1 del cuerpo
4
s Tomado de Leonaf'do Lópcz Luján: Lo ca.m de las águilas, 2 vols., tompleto. La impresión de que las cabezas son muy gran-
Mé, ioo, FCJ:., INAH. Hnrvard Universicy. 2006 dl!S se acentúa debido a la presencia de narices grandes y
96 LOS ANTIGUOS CÓDICES DEL VALLE D MÉXJCO LOS ANTIGUOS CÓDICES DEL VALLE. DE MÉXJCO 97

prominentes. Las manos de Jos personajes muestran uñ .


muy grandes y notorias, en algún caso pintadas de colo. UN' RESQlllOO PARA EL NATURAUSMO
azul, como ocun·e en el Códice Borgia. Además, es irnpo
tante señalar que la inano que surge del brazo izquierdo > que una buena parte de lo que se ha dicho sobre el
una mano derecha. Los pies caminantes calzan sandali · ynr naturalismo de la pintura nahua se explica por el he-
grandes y ostensibles. Al terminar la suela de la sandalia; 0 de que se están empleando obras coloniales en el análi-
los dedos de los pies se cu1van hacia abajo en ángulo recto· 11 Una franca lendencia hacia el naturalismo habría ido
Las .figuras que caminan hacia la izquierda tienen dos pies1
~ontra de las reglas del lenguaje pictográfico (propenso
izqwerdos, y viceversa. empre a esquematizar y estereotipar). Sin embargo, tam-
Eno'e los recu~os del lenguaje pictográfico propio de quiero irme al ex.tremo de negar la posibilidad de que
los códices Mixteca-PuebJa que pueden observarse en e ta.S 1
nos pintores, o algunos tipos de pintura tendieran ha-
figuras yo destacaría 1) el uso de1 color negro para indicar t'ormas má redondeadas> figura h umana más esbeltas
la función sacerdotal de algunos personajes; 2) el uso de las n imma, rasgos más naturalistas.
piernas en compás, en actitud de caminar; 3) la representa ' Al hablar de las pinturas de los indio , dice Torquema-
ción del acto de cargar una boJsa de copal; y 4) la represen· 1 ''sucedía que la manera de los caracteres y figuras no
tación de un ademán de saludo. relacionado con la ofrenda, "en concordes y de una misma hechura en todos".46 Cabe
que analizaré más adelante. Los personajes de la pin tura se • 1 r>usibilidad de que las diferencias de hechura menciona-

dnigen a una estructura arquitectónka, deJ tipo de los tem1o. • por Torquemada tengan que ver con la oscilación entre
plos que aparecen en la llamada ~gunda parte d el Códicé líi.'> más o menos naturalistas.
Borbónico. ·a Hl mismo Torquemada se refiere con alg(tn detalle aJ
Si yo luviera que comparar las pinturas del recinto de t o de pinturas para registrar las primeras impresiones que
la águilas con algunas escenas y figuras de códices co-. indios tuvieron de los españoles:
nacidos diría que la idea general del mural, de cribir un.
episodio del ritual que ocurre frente al templo, recuerda las Llevaba el gobernador Teuhtlille pintores que muy pre to y al
láminas finales del Borbónico. Las proporciones de los per- maural pintaron en lienzos blancos y de algodón los navtos,
sonajes. a í co1no el tamaño y la forma de la cabeza, vincu- 1;egún lo tenía por mandamiento de Moctezuma con todos sus
lan esta pintura con el Códice Cospi o Balogna. La postura, ~ nparejo ; a los casteUa,ws ccn sus armas y caballos y el artUle·
la manera de caminar, las sandalia y el atuendo de los per- . ria y el número de gcnt~ muy al natuml ... 47
sonajcs, sus brazos y manos y lo que en ellos llevan, hacen ·
p~nsar en los epfaodio riluales del Nuttall y del Vindobo- : Es interesante el hecho de que Torquemada, conocedor
n.ensis, pero recuerdan también, muy vfvidamente, las fi- los códices mesoamericanos, sustente la idea de las pin-
guras del Códice Tellef'iano Re1nensis (segunda parte de la· Ut'ns "al natural"; de cualquier manera, su fuente debe ser
sección histórica). l~rnal Dfaz, quien e refiere al uso de las pintura en papel
•n'JbrquemadA: MonaYq1.4fn indiana. libro 1, c. xt, voL 1, p. 47.
n fhirl , libro IV, c. xvu. vol. TI, p . 71. Las cursivas son mías.
98 LOS ANTIGUOS CÓDICES l>El. VALLE DE. ~xrco LOS ANTIGUOS CÓDICES D~L VALLE DE tlÉXICO 99

como 1nedio de con1unicación expedita entre los indios. · tulle las joyas mencionadas en el documento. 4) El caso
1o hace cuando explica que Moctezuma habia tenido notic' l\H daro es el de una pi a tura colonial. de los años trein ta,
de la expedición de Hernández de Córdoba porque ''todo n In cual se registraron ciertas jo as muy valiosas que el
lo habían llevado pintado en unos paños que hacen de h c:lt)lte Martín Océlotl habla dado a guardar a un conoci-
nequén, que es como de linoº ,4 6 y tam bién se refiere a l .,n. ncspués de que Ja Inquisición juzgó a Océlotl, e te co-
pintura cuando habla de los embajadores de Moctezum. ftu<.'ic.lo acudió a nte las autoridades y entregó la pintura que
TéntliLI y Cuitlalpítoc: udnvfa tenfa en su poder; las joyas, dijo haberlas perdido.

Y parece er Tendlle traca consigo grandes p intores, que 1·


hay tales en Méxk o, y numdó pinrar al natural la cara y ro NOTA Fl AL: E.L PROBLE MA
11
y cuerpo y facciones de Cortés y de todos los capitanes y sol DE LOS CÓDICES C1\$l PREHISPÁNICOS"
dos, y navios y velas, y caballos, y a doí'la. Marina y Aguilar,'
hasta dos lebreles, y riro y pelotas, y Lodo el ejército que Abmnos códices o manuscritos pictográficos del valle de Mé-
mos, y lo llevó a s u e ~or. 49 considerados prehispánicos duran te algún tiem-
lL-'t 1 rueron
·u, hasta que se presentaron argumento que cuest ionaban
E po ible que este uso de Ja pintura obre papel p .lll origen antiguo. Pero incluso después de que se dieran a
1
dar aviso de un acontecimiento o para describir algún obj '0tmoccr tales argumentos, n1uchos autores se m ostraron
to o p ersona haya dado lugar a cie1·tas formas más nat Nudos a abandonar la idea de que conser\lábamos algunos
listas . También tengo la impresión de que puede habe ""1U1111scriLos prehispá nicos de la capital imperial del .México
u ado un trazo más naturalista para un tipo muy pecuJi IUI lguo. Durante algún ti em po hubo invesúgadores q e
de códiet:: que habría sido empleado para describir y cata! · 11lrmaban el origen prehispánico y otros que lo negaban. Al
gar la joyería. Quedan como indicios de ese posible géne :Hnnl, parece haberse llegado a una solución de compromi-
del rcgi tro de joyería cuatro hechos: 1) en el Códice de Ya ~10: que los códices ántes considerados prehispánicos y des~
luliilán, al habJarse de un f'raile muy devoto del ro a1io, ·pu6s coloniales deben de ser "del momento del contacco".
realiza una ampliación, tamaño natural, d el rosario, provi Ln solución de compromiso, llevada al extren10, conduce a
ta d t! gran detalle. 2) En u na de las escenas de fiesta del C ·aUr1nur que estos códices se pintaron durante la guerra de
dice Borbónico, en que se representa a Mictecadhuatl, ~oun4u ista, en los días mismos del sitio de Tenochlillan. 50
Quetzalcóatl y a un gue1Tero, e pintan, en una escala dis Los códices en cuestión, como el lector podrá imaginar
tinta, tres grandes collares de flores, realizados con una té : • estas alturas, son el Borbónico, la Matricula de tributos y
nica dilerente a la de las figuras; los collares parecen s .I" '/i"ra de la peregrinación o Cócüce Boturi.ni. La discusión
parte importanre del atuendo empleado en esa fiesta. 3) E 11olwc el Borbónico es bastante ampJia; los otros documen-
el Códice Kingsborough se representan ampliadas y con gr
11 Wase Vfc1or M. C4l tillo Farrera : " 1atrkula ele tiibuto~". en Jgm1cio
41
Berna! Díaz. d 1 Castillo: HisrorirL verdadera de la conquista de la Nue ' Ut11·11ul .Y M iguel L~6n -Portilln (coords.): Historia de Mlxico, vol 111 Nue.ve
va. Espaiia, Mé..xico , Editorial Pon-\ia. l 976, e;. xm, p . 23. •ll~'" tle esple1Ulut prehfapd11lco, México, Edítm ial Sa)vat, 1974. L>P- 231 -
""/bid, p. 64. Las cursivas son mías 1''" (\~ase p. 232).
LOO LOS ANTIGUOS CÓl>lCES DEl.. VALLE DE MbXICO LOS ANTIGUOS CóotCES DEL VALLE DE M~XJCO 101

tos no han corrido con la misma fortuna En cualquier e · l .u Tira de la peregrinación correspooderfa a un momento
tenemos que considerar esa discusión como abierta, pu "I que se ba consolidado un estilo slmplificado para los
en estos últimos años hay todavía quienes aceptan a reg •nuscritos de carácter legal (figuras rápidas. como bultos,
fí.adientes que el objeco de su investigación no sea un m ·~occs desprovistas de manos, en b lanco y negro), y tal mo-
nuscrito prehispánico.s> y quienes de plano se refieren a 1uto podría co1Tesponder incluso a la segunda otitad del
dices como el Borbónico, la A1atrlcula de 'lributos y la Tira glo XVI.
la. peregrinación como códices prehispánicos. 52
En el transcurso de la investjgación que da ustento ·
este libro me pareció indispensable atender el problema 1
estos documento polémicos. pero la exposición d~ mis
gu menlos podría prolongar excesivamente este capítulo Í
cansar demasiado a los lectores. Pox el momento me limi~
a presentar tres conclusiones útiles para nuestra reflexió
1) H ay indicios suficientes del carácter colonial de los m¿
nuscritos conocidos como Códice Borbónico, Marrfcula
tributos y Tira de la peregrinación o Códice Boturini. 2) Com
documentos posteriores a la conqui ta, los tres códices m ·
n:ifie tan la influencia de las circunstancias sociales y cul
turales propias del orden colonial. 3) En virtud de algun ·
evidencias internas y externas, es posible hacer una conj
tura sobre las fechas de elaboración de dichos documento' .
Sintetizando mi propuesta en lo tocante a las fechas din
que a) el Códice Borl>6nico parece ser una obra del afio 1533
cuando los franciscanos recibieron la encomienda de estU!
diar las costumbres indígena y sef\alaron a fray Andrés c1
Olmos para tal p ropósito. b) La Matricula de tributos podrí ·
ser de algún inomento entre 1535 y 1540. Corresponderla co
las averiguaciones sobre tributación emprendidas por el vi ·
n-ey Mendoza. Hay indicios estilí tico de que una de su
secciones fue elaborada por el pintor del Códice J\1.endocino'~
"
:.
s.i Anders. Jansen y Reyes: El libro del cihuacdtlll..., Véase Jniroducdón.
52 Dúrdica Ségota: "El olvido de una memoria escrita. Los códices pre·•

hispánicos en las colecciones europeas", en BeatrJz de I~ Fuente (coord.):.


México ert d mundo de las col~cciont de arte. Mesoamirica. 2 vols.• M~xl co, ·
Editorial Az.ab:iche, 1994, vol. U, pp. 245-328 (véase p. 282).
IV. LOS ESPAÑOLES Y LOS LIBROS
DE LOS INDIOS

MucHos de los antiguos códices mesoamericanos fueron des-


lJ•uldos por los españoles, tanto por los conquistadores como
pul' los religiosos. o tenemos notida de que se haya Uevado
1 cubo una bú queda sistemática de los libros de los indjos,
11Mlvo en el caso de Maní, 1 ni de que se haya realizado algún
Upo de íncautación pe1i6dica de códices; se trató, más bien,
ilu uctos aislados de desuucción, solemnes en ocasioHes, y
·ljc111plare~. No cabe duda de que e tos actos de destrucción
&uvlcron el doble efecto de hacer desaparecer una cantidad
Importante de los códices prehispánicos, pero también de jn.
Oltur a lo indios a esconder aquellos que habcan sobrevivido.

D ESTRUCCIÓN Y OCULTAMIENTO DE LOS CÓDlCl!S

' Ln misma guerra de conqtlista trajo consigo la destrucción


de templos y palacios, y m uchos códices deben haber pere-
cido en la llamas durante la etapa mH.it.ar de la ocupac]ón
de Mesoamérica. Las diferentes versiones del a edio y con-
qui ·ta de Tenochtitlan y Tlatelolco hablan de una verdadera.
. Llcvastación de la ciudad y sus edificios. En tonces debe ha-
berse pe1'dido la gran biblioteca que, sabemos, había en Mé-
ic ko Tenochtitlan, 2 y el equivalente que debió existir en Tla-
tclolco.
1 Me referiré a él más adelante, en este mismo capítulo.
'Of~t. del Castillo: flistorla verdadera... , c. XCI, p. 168 . Lo quo <iíce Be1"
nnl. liLeraJmente, es e¡uc hnbfa un mayordomo a cargo del rumncenaje de
lo" t.'Ódices y que "tenfan de esco$ libros una gran CflSa de ellos''.

103
104 LOS ESPAÑOLES Y LOS LIBROS DE LOS INDIOS LO ESPAJ\JOLES Y LOS LCBROS DE LOS lNDIOS 105

En el caso de Tetzcoco, contamos con una dramáti licaban 1 y plumas de papagayos, y muchos libros de su papel.
narración que e refiere explícitamente a la destrucción cogidos a dobleces, como a manera de pafios de Cascllla.s
la biblioteca del reino:
t:.stos y otros cóclices deben haber sido destruidos en los
faltan sus pinturas en que tenían sus historias. porque al ue fus de la marcha hacia México, cuando C01tés, en cristia-
po que el Marqués del Valle don 'Hernando Corros con los hdmos impuJsos, ordenaba la destrucción de los objetos
más conquístadores entraron la primera vez en ella (en la ci ol culto indígena y la construcción de al tares y cruces para
dad de Tetzcoco ), que habrá sesenta y c.:uatro años, pocos m emplazarlos. 4
o menos, se las quemaron en las casas reales de Nezahu Cuando los religiosos de las órdenes mendicanles em-
piltzintli, en un gran aposento que era el archivo general . ,. ~nron a hacerse cargo de la evangelización, quemaron los
sus papeles. en que estaban pintadas todas sus cosas antigu ices de los indios por considerarlos adversos a su mi-
que hoy día Uoran sus descendien1es con mucho SC!ntimient Mn. Al hablar de la esca ez de fuentes históricas indígenas,
por haber quedado como a oscw·as sin noticia ni memoria .' &'quemada recuerda que "los ministros evangélicos que
lo.e; hechos d us pasados ... J entonces vinieron" quemaron esos manuscritos. 7 Los frailes
pioneros desrruyeron los cód.1ces, dice Torquemada, 6tpor-
Además de la destrucción que venía ligada a los hechq· quc como eran de figuras, y mal pintadas, entendían que
de armas, hubo una destrucción deliberada de códices qu ·ernn idoJáuicosn.e En T laxcala, donde la evangelización co-
formaba parte de Ja lucha cono-a Ja idolatria ind1gena. L · "
.tnc11z6 con un empuje que no parece haber tenido paralelo
españoles sabían - lo supieron desde fecha muy tempran · J'll en Tetzcoco ni en México, los primeros franciscanos se
que los libros de los iudJos eran co a del demonio. Ya en lo a11rcsu11u·on a castigar e ·emp1armente, con la horca y el fue-
dfas de la expedición de Hernández de Córdoba ( l 5 l 7t Be . 90. a los índios que reincidían en idolatrías después de bau-
nal Díaz del Castillo había percibjdo la relación existen . Lli.udos; en hoguera aparte se quen1aron 1as ropas y libros
entr-e las pinturas -en este caso pinturHs murales- de "s ' )' L\lavíos de los sacerdotes idolátricos" .9
pientes y culebras.. , de "ídolos de malas figuras 11 y la pr , Pero sería lagenuo atribuir a estas quemas un éxito to-
ca de los sacrificios humanos en los ternplos." Un par d · Jol en el intento de extinguir los códices indígenas. El pro-
año más tarde, Bemal pudo observar, acaso por prim pio Torquemada, en alguno de los pasajes referentes a la
vez, los códices il1dfgenas. Los vio en un tempJo, en ciert
poblado situado a las orillas del río Jamnpa. Allí había ' Tbid.,c. XLIV, p. 75. Tumbién narra este episodio Torquemada: Montn"-
'I"'" i11diana, libro IV, c. x1x, vol 11, p. 80
• Cortés inicia esta práctica desde el arribo A Cozumcl. Diaz del Casti-
fdolos y sacrificaderos y sansre derramada, e inciensos con qu
Un: fli taritJ verdad~ro .. ., c. xxvm, p. 45.
sa humaban, y otras cosas de ídolos y de piedras con que acri 1 iarqucmada: M onarqitía indiana, libro 1, pról., vol. I, p. 6.
1 • Jbid ., libro II. pr61., vol. 1, p. l l O.
l Juan Bautista Po mar. RP.laclón ~ TeJ<.coco (concluida en 1582), edJ:' " Se indica en una de las pinruro q ue acompaf\.an a la relación gcogra-
ción facsimilnr de Ju de 1891 , Méx..ico, Bj lioteca Enciclopédica del Es~do llrn Je TJaxcala y en su glosa. Véase al respecto Ren6 Acuña (ed.). Relacio-
de México, 1975, pp. 1-2. ltf.\ ¡.,ttmgrd{tcos del siglo xvr: TJaxcnJa. tomo pri mero, México, UtJAM, 1984,
• Dfaz del Ca.slillo; Historia vcrtúule.1•a ..., c. m, p. 7. 1·1111dro J 3.
IW LOS ESPAlllOLES Y LOS LIBROS DE LOS f DIOS LOS ESPAÑOLES Y LOS LIBROS DE LOS I 'DlOS 121

dado los ancianos respuesta a todo lo que les quiso pregun lenían p0r memorias de sus antigüedades ... por Jo cuales li-
hizo de todo ello un 'bro muy copioso .. .47 bros se halla q ue los mexicanos vinieron ... S-O

Además de haberse valido de Los códices para su in ves · Exactamente en los mismos años en que Zwnárraga
gación, el trabajo de Olmos dio Jugar a una serie de pint ~··seguía a los indios idólatras, Motolinía escribía su obra.
ras sobr e religión indígena que circularon en varias copi Untre 1536 y 1539, un franciscano de mucha autoridad va-
hoy conocidas corno Códice Titdela1 Códice Magliabecliian loru sin apasionamiento los códices como '1ibros muy de
y Códice lxtlilxóchitl.48 Lamentablemente, el Tratado de an . 11
'Ver'' de caracteres muy bien pintados", y los usa ordinaria-
güedades mexicanas de fray André · no ha llegado hasta. no . mente. Lo que se estaba persiguiendo en esos años, quiero
otros; es probable que haya contenido imágenes. a la man · inidstir, no eran los códices mismos, sino la idolatría y, qui-
ra de varias obras de su tipo. Mc\ más e n el fondo, la poliginia y Ja autoridad tradicional de
Motolinía, quien recibió el encargo de estudiar las antigü lo~ caciques y magos indígenas.
dades de Los indios tan solo tres años después que Olmos, o Lo demás religiosos que e dedicaron al estucUo de la
nodó y tuvo en sus mano códices de muy diversas caracte ' Mstoria y las costumbres indfgenas siguieron de alguna ma-
ticas. En su trabajo se refiere a diferentes tipos de códices> ncrn el ejemplo de los pioneros y ulilizaron las pictografías
menciona algunos, de los cuales no sobrevivió nb1gúJ1 eje · indígenas durante su investigación, y muchac; veces como ilus-
plo: tal es el caso del libro de los sueiios, del que nada sa . lroción de sus obras. Pensemos en algunos ejemplos: fray Fran-
mos. y del libro de ''los titos y ceremonias y agüeros que clxco de las Navas tiene que haberse basado en algún tonalá-
oían en Los matrimonios", del cual apenas podemos dam mat~ por lo menos al copiar las figuras de los signos del ·
una idea por ciertas imágenes aisladas de códices como el Nu , cnlcndario. 1 Landa. en las mismas páginas en las que se jacta
tall o el Mendocino.°'9 Además, se puede apreciar en alguno dll haber quemado Jo Ubros de Yucatán ("Hallámosles gran
pasajes que Motollnía está escribiendo con pinturas a Ja vis nllmero de libros de estas sus letras, y ... se los quemamos to-
como cuando se refiere a la peregrinación de 1os mexicas: do , lo cual sentían a maravilla"), se dedica a transcribir minu-
i:losamente la información contenida en las páginas de esos
Entraron a poblar esta tierra Los mexicanos, según que p · códices; transcribe las "letras", es decir. los signos fonéticos
sus libro se halla, por memorias que tienen en libro$ mu· de la escritura maya, y bastante información calendárica.52
de ver, de figuras y caracteres muy bien pintadas, las cual Suhagún y Durán tuvieron pintores a su servicio, que a su

.. , Mendleta; Historia ... , libro ll, prólogo. p. 75. l v.> lbid_, p. 15 l.


48 V~sc al respecto S. Jetfrey K. Wi lkerson: "'fbc Elhnographic Wo ~· Lll ni<:da calcndárica de Las Navas fue reproducida por Diego Muñoz
of Andrés de Olmos, P recursoraod Contemporary of Snhagün~. eu Mu · ~mnargo: Descripción de la ciudad y provincia de naxcala, en René Acuña
Ed:monson (ed.): Si.x1eenth-Cet11ury Mu.ice. Albuquerque, Universlty of Ne · (l"ll.). Relacio11es geográficas del Sll!,lo xv1. Tta.xcala, tomo primero, México,
Mexico Press, 1974, pp. 27·77; Elfaabelh H. Boone: nze Qx1ex Maglial» llNAM. 1984, pp. 23-286, en pp. 219-228.
cltiano a~uJ tire Lost Prototyp.e of lhe Magliabechlano Group, Berkeley, l..o9¡ ~2 Diego de !Anda: &Jación de las coslls de Yiu.-atdn, ed. de Miguel Rive.
Ángeles, Londres, University oí Cn.lifomia Prcss, 1983 (acompatlado de un rn. Madrid. Historia 16, 1985. p. 148 (para la Jactancia y la refore.nc ia al
volurnen fucsimiJar), particularmente pp. 5 y 162· l 63. 1:ontenido de 1o.s libros) y pp. 103· 149 {todo el caprtulo, cuya información
0 Mocolinra: Hl toda . , p . 2. llcrivn básicamente de códices).
122 LOS BSPA OLES Y LOS LIBROS DE LOS INDJOS LOS ESPAJ\JOLE.S Y LOS LlBROS DE LOS LNDIOS 12l

vez copiaban imágenes de otros maausc1itos anteriore · lll-'Cho en varias pinturas era para el franciscano prueba fir-
ambas obras fueron profusamente ilustradas con vinetas me de su autenticidad. Así, cuando expone su versión sobre
Ya en el sig1o xvn, Burgoa, cuya obra no tiene imágenes' lu muerte de Chimalpopoca la apoya diciendo:
declara, al hablar de los libros de Jos indios, "de esto mi
mo instrumentos he tenido en mis manosn .sJ esta muerte la he \~sto pintada en dos h isLorias diferentes; una
El caso de Torquemada resulta especialmente intere de los de CohuatJinchan [ .. . ] los cuales le pinran dentro de
te porque sabemos que pasó varios año dedicado a1 cotej una jaula de fortísimos maderos y dentro de ella ahorcado
de numerosas fuen te~ pictográficas y porque en va1ios pa · [ . .. ]y en otra historia retzcucana se dice haber muerto de esta
jes es posible percibir el uso que el fraile hada de ellas com manera Demás de esta verdaderlsima probanza me sucedió.
parte de !>'U método de invesúgación. 54 Torqucmada pare habrá doce o catorce años ... s~
haber tenido en su poder muchos códices: "y de mano de es
tos viejos tengo yo memoriale en mi poder de mu chas co Cuando Torquemada se refiere a los primeros bautismos
sas antiguas". 55 En ocasiones explica que el origen de su in • Lle tlaxcaltecas, afirma que el ministro fue Juan Dfaz. y no fray
formación se encuentra en estos documentos: "Esto dich Burtolomé de Olmedo, y que se bautizaron los cuatro seño-
se halla en una de las historias antiguas de estas gentes tla t'CS de la cabeceras de Tlaxcala sin1ultáneamente y no sólo
telulcas, la cual tengo en mi poder". 56 Y a vece es su mane Mm<ixcatzin; con estas afirmaciones Torquemada contradi-
ra de describir la que revela el uso de códices: r'para veoi cu la versión que habían dado los españoles hasta ese mo-
del lugar primero de donde salieron, para éste, donde aho . mcn to y se ve, por lo tanto, obligado a dar una explicació~
están, pasaron algún grande río o pequeño estrecho y braz ·
de mat~ cuya pintura parece hacer una media isleta .. .''57 Esto dice la relación castelJann; pero hace conlradicción a lo
Los códices indígenas eran, para Torquemada, un re que decimos en el libro del bautismo aceren de los que se bau-
cur o de inves1igaci6n fundamental, y Ja veracidad de lo que¡ Lizaton de aquesUl sei'lorln, que fucmn los cuatro cabeceras,
en la época col onial pudiera narrarse dependía en alguna de los cuales es rmo este Maxixcatzin. Y yo tengo aquel hecho
medida de la documentación a ntigua con que se sustentara. por más verdadero que éste, porque en todas las pincuras que
"Y esto --<lice Torquemada al refedrse a los longevos seño· hay di esta historia y bautismo e.stdn todos cuatro juntos bauti~
res totonacas que gobernaban durante 80 años exactos cada zándole [sic, por bauti:zAndose] y señala.do el ministro que tuc
uno- es cosa muy cierta y averiguada y probada con histc>- el clérigo Juan Dfaz, y no fraile. 40
rias muy auténticas y fidedignas."s.&La repetición del m i mo '.
51
No cabe duda sobre el crédito que Torqucmada da a los
Burgoa: Pale.stro hislOt'ial... , p . 89.
5
~ Un excelenl~ ~'tudfo de las fuences indigenas de Torquemada se in· '
códices como fuentes históricas; tampoco hay duda sobre el
ctuyc en Miguel Lcón· Ponlll a: "Fuentes de ln Monarquía Indiana'', en 'for· pragmatismo y el desapasionarnienlo con que mira estas
quemada: Monarqufo. indiatta, vol. VII, pp. 93-266. obras.
'~ Turquemada: Monarquía indiana, libro XVI, c. xix, vol. V, pp. 274-275.
56 Jb1d., libro m, c. XXI\~ voJ. l, p. 403.
57
!bid., libro D. c. u, voL l , p. 113. I..as cursivas son mías. J9 /bid. . libro Il, c. :xxvu1, vol. 1, p. J77. Las cW'Sivas son mías.
3
/bid., libro ID, C. XVJJI, VOi. l , p. 382. n.
~o /bid. , libro JV~ c. Lu'<XX, vol. p. 246. L.ns cursi as son mfa .
l 24 C..OS ESP~OL.ES Y LOS LIBROS D E LOS INDIOS

Ahora bien, ¿qué tanto preocupaba a los frailes el hech


d e que los ind)os mismo manejaran los documentos pict
gráficos? aturalmente que los manuscrit os calendárico
les inquietaban; "bien sería que las tales pinturas no se usa V. L AS NUEVAS IMÁGE
seo", había dic ho Olmos.6l Pero hay por lo menos un incli Y EL APRENDIZAJE DE LOS OFICIOS
cio de que los frailes conocfan y aceptaban el u o de las pin..
turas entre los indios cuando éstas no tenían fines qu.,
levantaran sospecha. Cuando habla del principio que tuv D11soE los primeros dias de Ja conquista, los indios pudieron
la confesión en Nueva Espafta, Mendieta declara ; •obsetvar imágenes traídas por los europeos; la destrucción
·de lo ídolos practicada por Cortés venía acompañada del
vinieron a confesar distinta y enteramente sus pecados. Uno ~ rtmplazo de la imagen destruida por una imagen cristiana,
Jos iban diciendo por los mandamientos. confom1e al uso [qu 'cusi siempre una cruz y una representación de la Virgen.
se le ~ enseñaba] de Jos antiguos cristiano Otros los tr li~l a práctica fue iniciada en Cozumel 1 y culminó con el in-
pintados con ciertos caracteres, por donde se entendían, y lo' lcDto de s ustituir lo ídolos del Templo Mayor de México
iban declarando; porque ésta era la escritura que cUos antes con imágenes ctistlanas. Moctezun1a se opuso a la destruc-
en su infidelidad tenfan, y no de letras como nosotros.6t Jclón de las esculturas de su templo, y entonce.5 los españo-
l .les pusieron un altar, "apartado de los malditos ídolos", y a
1 Hll lado "'Ja imagen de uestra Sefiora y una cru'Z".2

LA EXR LBIClÓN DE IMÁOENES

Cuando los primeros doce fra1les empezaron a enseñar la


·, doctrina cristiana a un pequeño gl'upo de muchachos, colo-
curon en la habitación en que éstos hacían vida comunitaria
''olgunas imágenes de Cristo nuestro Redentor y de u an-
l (sima Madre", 3 y aprovecharon dichas imágenes para sus
enseñanzas; les expHcaban a los indios:

Que aquella imagen que veían de hombre crucificado, e1a


imagen de nuestro Dios ... Y que la imagen de mujer que allí

1 Vél\Se Diaz del Castillo: J-lit/Qna verd"dera .. ., c. ic<Vll\, p. 45.


1 /bid.. c. CV!l, j') . 208.
111
P1occsos de indios ...• p . J47. 1 Mendieta; Historia ... , líbro rn, c. "'~ p. 218.
61
Mendleta: Historia ... , libro m, c. XLI, .P· 282.
125
126 LAS NUEVAS IMÁGENES

veían era figuraura de la Madre de Dios, llamada María,


qujea quiso tomar nuestr'1 humanidad ...4

La práctica de exhíbir imágenes durante las lecciones 1

doctrina, indispensable en un principio, cuando el abism


lingüí tico era fonnjdable, no se abandonó cuando los fraf
les empezaron a aprender las lenguas indígenas; antes bien
quedó incorporada al método de la evangelización. Cuan
fray Bernardino de Sahagún, en los aflos setenta, hablad '
su propia experiencia, expone: f

y en lo que más he insisLido, y otros muchos conmigo, es e


ponerlos en la creencia de La santa Fe Católica por much
medios y tentando diversas oportunidades para esto, as{
pinturas, como por predicaciones. como por representaciones
como por colocuciones, probando con los adultos y con l
p~quef'ío ...1

Pero es Diego Valadés quien nos ofrece Ja informació .,


más d tallada e interesante. Este fraile menor, que pas
buena parte de su vida en la capilla abierla del convento d
San Francisco de México, dedica var ia lámina y alguna
páginas de su tratado de retórica a explicar e] modo de pro
ceder de los frailes en el adocl.tinamiento de los indios.
En una de la láminas -qufaá la .más famosá del trata
do- podemos ver la representación esquemática de
atrio y una serie de escenas que describen las tareas que
]levaban a cabo cotidianamente en aquel espacio (figura 1-).
En una esquina de1 atrio está fray Pedro de Gante enseñan
do "todas'' las artes a los indios; el 1ego se vale de un gran
lienzo al cual apunta con una varita (figura 2). En la esqui-'

~ Ibi<l.
5 Fray Bemardino de Sahagún: H#s1orin genewl di! !ns cosos tle la Nllt-
v t1fupof111, Áng.cl Ma11ú Guribay K. (e<l.) , M6xico, Edilorial Porrúu, 1989,.
p . 709. Las cuTSi\-a · son meas. FlCUltA 1
LAS UEVAS fMÁCENES 137
136 LAS NUEVAS IMÁGENES

y industrioso adestrndor de los indios. EI cual no se con orientado hacia la elaboración de imágenes cristianas, pe-
tando con lencr grande escuela de niños que se ensei\aban queños retablos, mitras y ornamento .21 La yuxtaposición de
la doetlinn cristiana... p1'ocuró que Jos mozos grandecillos una técnica nativa con la iconografía cristiana fue una de
aplicasen a deprender los oficios y artes de los espai\oles, ' las modalidades en que empezó a producirse, dentro de San
·u ~dres y abuelos no supieron, y e11 los que antes usaban· José, un mestizaje artístico que C2racteri2.aría aJ arte del si-
verfeccionasen. ?.5 glo xvi en su conjunto.LS
Vale la pena apuntar un hecho que strada de Gerlero
Hay que llamar ta atención sobre la úl tima frase: Ja / ha resallado con justa razón: el segundo convento de San
cuela de San Jo é de los aturales no tenia como única Francisco de México29 y la capilla adjunta de San José se al-
nalidad ensefiar nuevos oficios, sino también aprovec zaban en los terrenos antes ocupados por los talleres palati-
las tradiciones artísticas existentes entre lo indio . ¿Y cóm nos de Moclezuma Il, en los que se habían realizado las obras
podían esas antiguas tradidones "perteccionarse"? Cre de p)ateda, plumaria, pintura, lapidada y escultura que Ja
que la única 1·espuesta es que "perfeccionarn consistía en ada . fastuosa corte requería. 30
tar las práctica indlgenas al gu to, criterio y .finalidades dé
proyecto de los religiosos. . Entre Ja caída de Tenochtitlan en L52 l y la dedicación ele la
A cualquiera que conozca alguna pinturas mw·ales y al capilla abierta de San José de los Naturales y sus talleres de
gunos códjces prehispánicos le parecerá chocante la afum artes mecánicas alrededor de 1527 -observa Estrada-. ha-
ción de Motolinfa según la cual 11ante [lo indios] no sabf bía pa ado poco tiempo~ del patronazgo tenocbca al [nmcis-
p.in tar sino una flor o un pájaro, o una labor, y si pintaban ano, el prestigio y funcione asociado al sitio eran similares,
hombre o un e-aballo. era muy mal entallado"; ''ahora hace · el único cambio fue ea la naturaleza del patrón.31
buenas imágenes", concJuye Motolinfa.26 Esas 11 buenas imá
genes" e ·taban "perfeccionadas", es decir, adaptadas al gus · adíe di puta a fray Pedro de Gante el mérito de haber
to predominante en el ámbito cultural en e) cual lo" frailel fundado la escuela, de haberla dirigido durante muchos años
32
e habían formado. Es muy probable q ue la fealdad e im~ ,y de haber sido el prin cipal m aestro. Destaca especiaJmen-
perfección que los fra1les estiman en las pintura de los in~
r 1 P~U'a una &celente colccdón de folograf(as de piezas de nrle p' ufl\3-
dios tenga mucho que ver con los cánones de proporcione
rlc1 coloni01. \léase Terc:ib C stelló Yturbide el al.: El arte plmnana cm Mt:<i-
de ]a tradición tvl Lxteca-Puebla; resulta revelador que la ex '· ()(> México, Bamunex Accival, l993.
presión utilfr.ada por Motolinfa ea "mal entallado". i '" Estrada de Gerlero ha esludiado, entre otras obras de plumaria, e l
Sea como fuere, es un hecho que en an José se s iguie-: lienzo conocido como Misa. de San Gregorio, elaborado con una Lécnka
muy lrad:icional. pero siguiendo un grnbado europeo, en el año 1539. Es-
ron practicando algunos de los oficios antiguos, y que éstos
11-:lda de Gcrle10: "Las ulo:p(as... " , p . J 18.
fueron orientados hacia nuevos fines. El mejor ejemplo pcr w Recuérdese que el primero es1aba en e) cenero mismo de la ciudad.
dría ser el del arte plumaria, un género muy peculiarmente·: , J onde posteriormente e cons1ruyé1 la catcrlrol.
.IGEstr a.du de Gerlcro· "Las utopías ... ", p. 117.
me oamericano, que fue apreciado por los españoles y 11 lbid., p. l 19.
11 11. Mend.ietn.. HisfDria ... , libro IV, c. xnr, pp 407-408; Tor~uemnda: Monar-
Mendieta: Historia..., libro IV, c. xm, p. 408.
1
MotoJinfa~ His1ona .. ., c. XIII, p. 172. ,1utrr intliana, libro XVII. c. u, vol. V, p. 3 16: Valndés: Ret6d.cn.. .. pp. 470 ..,n 1.
1 \/'l LAS Nl JI·\'¡\ I M Gl:.NFS
LAS N l:!VAS 1 •1i\GFNES 139

ft' b admi1-.1c:ic'> n de su :1lum110 Dicg,> Vuladé~. para qui n lu ' • .. 111 f11.-; ··. un lfa mE::nt.:o ni que ~t? conoce con d n om brl' de 1'1·a)
rap1<lcz \ buc 11 ap1·cn d i 1.aje de lo ... m d iu · se e \plicu , no p<>I' l >.11m·I \ u n hombre n m.:i<lo en la llt:\'i.I !-.püñi..l1 rru~· Di go
la~ cual itl<Jde.... nnttira les c..lt;t ~to\, -t:omo quien.' Mo lo linía- , \ 1 1 l. 1t k~ , . ir. De Írav Daniel salx·m l qu~ era de 111uchr1 t.:at i-
11

-.i no pnr la calidnd ch.! s u nrn slru: "A lo · p dnu píos, les en- d.111" ,. q uL' 0nsci\ó a los mdio!:i a bordal' ··¡J1H' ~e1 · n1t1\' eunsu -
·t!fianu lnd u las a rtl' · m eGrnic:ns .•. Peda·n d i: G~mt c ... Las t1 1.11 lu en es La art t: " ; La m bién :-,abemos qt1t.: :--u::i tr¡_1haJc>!-. ~ra n
L'lla le ... anc~ . con faci l idad~ c.'n b ren.• tiempo <lu m im1 ba11, 1 41111\ 1.'~l in 4..U..los \ qllc tod :::idn se guai·daba n \ se usabun a íi- H
J
por r~l.O ll de la u digCll< ia ~ ftT\'(ff l"Oll lJllL' ¡j j tlllS IU O Se lrn\
'''"" dt· ..,¡gJo.'7 Fn w Dicg.o \/a lacies c rn. al pa1-ccl!r, hi jo J ~
proponfo . . "n En ...d 'iaba Gnn tc t o<l~s lns urlc~. d ie· Va lnclC:"' 11 11.1 i11dia tbxcal let·a y Lid ~rn 1q ui-.tado r Dkgo V~1 hld¿.. ~ Al
1

e n n tr~1 parte, "pue!-t n i ng u •M ll· l'l"'1 de. co111>L'ida". '~ 11 ·11;il que Alonso de ~olina (o Akrns il lo), 1'1 otro hijo d e con- f.
obr~ el llll' LOdo d e t::nsc ri~1 n 1.a ·' :-.o brl! la. can1clcr í ·ti· •1111..,t.1d1n , V&.dad6 .. ~e L'c..lu ci' th..'!-tc.Jc: pt..'l]lll!rlO con In. rmncisca- i
cas de la esc.:u l'la ~'lbCtn(l:O.. poco. C ic111 , p41 sn je de To rqu1..'- 1111'. h tl;! ;,1h1 m n o d e Grrnk en los priml'rn'- a11os tic vida de
rnadt.1 ( free~ " n <.1t i sbo de: lo:-; t:! p~1c1n~ ." la \'rn·ic(h\CI de Jos 1
~ rn .Jo..,¿ de In:-. Naturalc~: de el ap1·c.:ntli6 d arl · d ~ l..1 pl11lura
oficio ~ ·n~l'" ados; -'> Llgh:n.: c.'~lc pmmj~ t..¡lll' ·c- en !1t.:11;1bun pri- ., , ..i dihujo v llc}!ú a ~~· · ~ müs L..tnll', 111~\ '!-illC> <lL' h.1 c.,t:m·h• .~º
m c1·0 'O o ticio:-. lll¿i· u l il itar io" -" pa~h;.in de · pu ~s ~l o l rus
que h n · ·ou ·ic.lt·r;.u·w m o ... m ú" pt·o pinmcnle ~11t i..:.ti1..:os· St t'l lllfll''-'11l1>-., 1..•11 G 11n b10 fo, 11n111li1 1.."" d • llllh.:1111~ lll:tl':!-.l l1r- iml il!l'·
11 1 1 1l l11.. 1\nall'' ll, J 11 111 B.111L1-.111 . c1m~·1\ .1 d ei-. 1..ll d .11 ·hi\ 11 ck lu h . 1-.1l i-
Pcll"(\ L'S IO l U\'O rG~.111Lt.• ] 1.m d 1 "t'll111l0 de la l\lpl lh.1 :1lg111 u1 ... <IPO· .. 1 •IL l111,1d;1 f11p~ . ""- rl)1•1K:it11H\ \;1ria,., \t.'t.'.l'!- ~I llll ).!l'Upo t.11..· ~t 1Lll1 1f'1..4' l 'U\,l
11•11 11 111~. 111·1·1· L' ll 1, .... 1:d l'-·rc~ 1.k• b L;ljl íll.1 d'-• S .111 -'• l'>l' J1..· lo~ N.nu 1.1 I, 'k
!>C'lllO. ~· piez:1s t.k.·d 1c.,:nc.l11~ p.11 a d l'k~ 1u. d 1111tlL lo~ 11.:1 li~ rccn·
1
h , 111 ,k_· .ilµun. 1.., d l l,1-. p i111 11rn.., t f lll. I,·, lul·1ou •'lll·111111·111 l.itl;1:., v p11uh·
gJCfo., lJ lo~ i11c.lio:-iJ ,\ lo~ kKw ·1c1 d 1ar prn n erntiknk ~··~ los
lit\:
~ 1. 1 .1... , ,. la ~· 1111 nd .1 c l ·' d r r· ·..;tit!Iº tJUI..' :tl~1111 ll- ti.- 1.. llc1" 11.·111.111 ~· 11 t·l M.~,¡.
1 ¡
o fil'ins m;is <:ornlln ..... t•onw \k "i.ll-1 1 1\.·~. '/,q,ah..'nr.-;. l.".1111intt:ros. "...... ... .¡, aq 1wll.1 l..'\ 01...1. Lo~ 1111111 11 "" tk.....1.1l.1t l11' l'-H' fe ,.. ,\11,1 h-.. 1111 l.111111
lh.'1 r c:1ns. p i 11101 e:" r <itn is, .~ _vo v i \' 11 b d id 1:.i c.::1ptl l::.i, t ' I\ la h-n- \l l\1 i.111, rl·Ll111 ( t'l\. 11l , F i;1n1..·i...., .. .X111tn;in1:.I, MéU\n' C 1p.ll J"''" i .1k< •
\\1 ,.11,.l l 1h1mt1·n. 111:111 ' l /l HÍll Mi~•u .• l l\\ ;1 ll:1 l:u:~1 Pl't h o <. l1:1d1:1 l:tl :1' l't·
' ll ; 1 do1 h.k l r~1 ha ph;111 111... llL' l'f'~ rtis \'en o ln.i st1la ~1 ·.;1nclL-. a l gl l· 11111 i\ 1t 11l:i .... St.· l111..·. il i;1; 111 111 ·111.m11'--...; ,1 l'' l '1.., p i1 11nn: s 1..· 11 l11.., p~11 4i~ 1 ·altt-- ICl'J . f
n n." t:~t i~1 s d o 1Hk l "Slé1h1111 lns '<l...,o:-; tk· 1;,, co lo 1·L·s c..k- los p i1tto - '1•1 ~ 7~. 29..j , ]l>~ \ J7~. ~\· :il11ck l..'<>11111 J1111tv1 1I \'' Jl· I• "- piutor~"'> u \1.1.-lrn 1
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1-J<J 1 S NUEVAS IM ÁGENES LAS UEVA.':> TMAGF. ES 1-11

El i;aso de Va lnJ é!> n:\·l"Ce un i n terés pecu liar po1·que su '. , 111 111 1 : 1~ instalLlciones Fipicns de un conven to, Vu l¡1 cJé~ men-
obnt fue pub 1ic:ada \' qu cdó p~1 rn 1'1 poscct·i dad , así que u . ' h 111 .1 b "e!>cuela d le tra!) y ~u·Les , a la q ue o rdina1imn t"nk
truvé. d e din p<Xlemos apn~Liar lo~ a lca nces J e la fo rma· ,, .. 1·.11 J> mi l ,1u ven ·1 >~ ... n qttie n~ :;.e l e~ cnsctia el m<Xlo de
·ion ofrecida por Gmuc. Va laclés llegó <.1 do ni inar d a 11 e d(~I l111hl:11 \ ~c ribir... e les enseña latnhién a ca n rnr ... Apren·
dibuío v d grnbacJo, y produjo unn obru que, aunque hetc· l .¡..,, 111111 bie11 a pinl"r, a dibu¡a r a cu/ores la.s ii11á(!e11es dt1 las
rogénea v desig ual, bien Pll~d ·equ iparar. e a la que iluslra· i •, ,.,,, ,. llt:gai 1 n /Jacer/u crm tldinuhr!..ll" ..JJ C..1.., dcci r. a . ocia 1a
ba )Lros l ibros de . u época. to <lu lo qu0 su po lo aprt>ndió en ' 1•11.. ,11;1nza de 1, pin turn ,V d d ibujo co n la:-. lum:iorws <le
la Nuc\•a E!->panu, de la mano cJe frnv Pl:<lro El hecho de quo 1 11.1 lq11 i..:r conjun lo <.:.onvt! nl u::.1 l.
Vnl ~1d6 fut~ra m es tizo ticnl' q ut." haber ag rcgud o a lgu 1 desde Motolinía L"elebra lo hieu p11?p:.1rndos 4u~ h ~rn sa-
( 11a 11c.lo
luegu, a MI <.:apacidad de l.:'omunicarcnseña1w.ns a los ind ios; lid• • 'º" i11clius parn b p inlu ra, de!'> ¡Jue:-¡ de hiJhc.- l>cci bido fa!-;
pc1·0 n o l:rto q ue podamu.s c.:onsidcrm· CSL' dHlo i n lcl'esanw """• ·11. 111 zu~ e.fo lo.- l'ra ilc~. ind k¡' <.¡ne: "han s:.ilido ~nmdc~ pi n-
c.k~dc el punto de \'is ta I~ lét n~un ión d e tradiciones artísti· 1u11 ·-,_.. en especial los pintores de l\éxi<.:C) , l">C>l'tJ U~ allí \'U U pc.l·
c.:as. pue.'=i no ha,v ni ng(m indi cio de t.llll' f111.v Diego IH•ya te- ''" lodo lo b 11t.·110 q ue a esta 1it:n-:.1 vie ne .. "·n La t: \pr<::sión '\.· n
nido oca~i ón <le ru imi lur la trad ición cultu ral de le.\ que pro· ,... p,•,·1al lo!-. pl nton.·s de Mcxico" implica que "han ~1l ido g i-illl-
<.:~día :-.11 m:..td1•e; más hicn parece h i1h~ r ~t· ed u tado en un ' h... pi 111 ot es·· tnm bién de olras ll)L"édidade:-. E~ m 11.v pru t·m ble
medio ~m opc.: n. q 1w ICI" propio :-. ind jus i m. Ln1 ic.lo~ en. an .lo~é at:u diet-an pci. -
1i •1 11 Wll1l.' ll te a c.·ul¡1bora r1..' I) las L'~c:uda!-. <:<lll\'l.'ll Lu a l~.s de Plm

Otras escudt.1,'i ¡111hl. 1cio n ·s, ~ it d uso q u e clkran l.'nscfm 1v.a."i p o 1' su t:ll(.;lllé.I ,
1·11 :-.11 bal'rio o n su fomt liá. Valad~~ dkc.~: "la!-> eu~ I <.!.' al'les,
La frase con la que Ml.•nd icla in kia el (.: apftulo qt1l' dedica¡\ , 11 11 l:ll'i l 1d~1J ,. en ba-~VL' t i~mpo d o rn i 1 m b.. n ... }' ya d(!."ipw:,
Gante ,v a la l.'scud:.i de S:rn J J!-. ' p diL·ni se r dc:·a:onc.:~rHm­ ,,. 'º"L'llS l'J}(//l 11110,\' (J UflVS, _,¡,, ht1 S L'(lr lllcrO o Jt!tribw;ió11°'.·H
t~: "E l prim<.:n> .v llnito St'll1inai-io <Jlll' hulxl en h.1 Nueva Es· El cnm j..,ta agu" t i1w fru\ Dic.·go de Bnsalenquc no c.lt~ i<t
pa 1i(I p;_1ra todo gC:nc;1 o le olidos ,, t:i<..'rcil'io!-i ... l'uc h1 c;.1pi1la 1111 ·.11 ~I <lt1 c..h1~ ~cl?"rca dL' 1 ~1 L'X is l\.•ncia dl' u n<1 g11m e ·tuda
q ue ll<1111<.1n de a n José'º. 11 ¡Acaso qu ier~ c.lenr qu • no hubo d1· ;irtcs "ofa:io:-. t>n Mi c hom:~rn. ,. sobn.· la d ifus ión de este
m a: e~ 'L1d <J:-> de c.u1L'S y oficios! ,:Out- in dl<:io.., 1c.·m·m o"' de Ja 1q H1 Lk t'Sl:ul:'las t 'll v~ll'lc>)o\ c.·un \'c.'11 1•lS Ul.' h.1 p rovincia. Vale la
cx i..,h.• nda d e 01 rt.1s l'~uei~ ~'! 1w1ia ciw.-lo:
Ct1émdo Diego Vt.dml0~ lwc · un t'l'Cu~nl o c.h: l cJ~ wreas
1·cu lil'.<1t.h1s poa· l o~ l r~ti lt•s ~ n la Nueva C..-.;puf'1~1 . dicl.' d e ellos 1..:n lo qu~ m:i~ ~e· e s 111émn •11 lo.; ¡wi n H:1 ·r1~ Jlll lli...,t rns poi· e\'il::i r-
qukncs los ~tdil•.sl ra rnn [u los i ud ro.· f en todo
1
qL IL' ' 1"ue1·on k:s t l •>Lio:-;ic.k1d n que :mn l11dl1tm l11-. h ll' qtu• •1p11: hc 11d it.>sen
Jos oli ·io~ t¡ ll l' Ct>t 1 l a nta ¡x· 1 l«.'c.:dón ha n llegado r sto:-. ~l CO· 1od c...., l o~ ol ili( 1~ . q 11t· ~011 ll l 'lt•::1.-i ns p::1ra \'Í\11' L' ll polk i<t,J'
no ·t:r". l nd u n~, puL•:--, la ens~ilnn:t~t dl' olicios el ' ll t ro d e la
misión gl' n ~r-.11 dl' los l nti l~.., '-'n UL'' 'ª ':"pañ :J. v ne• d t: un 1
' \ ';1l;idl·:-: U1·111ri1 '(J.. . • pp. -4711--1 7 1 l..t.-.. L'lll'"lÍ\ll:- "' m 111í<1-.
hom h l't' (} lHW ru nc.fac.:i<'1n e n pan icubr. Por ot ra parle , a l des-
1
' 1\11 1lo li11 ín: / f1 ,·t1111H••• , t . '\ICI, p. 171 .
11
\ ':il;1dl'!''; l?1•/1;Ttrrl •. . • pp. -170-47 l. L.,, L' ll l'"'oh.i:- '' 11 1 n 11.1,,
1 \(111:..~· .1q 11i "'I 1·h K 11f1J L'llh l' l,1l·11s...:1í,11\1;\ clt· le•'> 11fü I• 1:, \' L'l 1) • • t\\'l' lc 1 '\·i·
11
l\h ndtl'(.l " lfiSf lJ/1(( .. libl'IJ I V ( 1\111 l'P- -1 07--rn~. 1l 11 ;1d 1w" ~·u l~l'IWl':1 I
142 LAS NUEVAS IMÁGEr ES LAS NUEVAS IMÁGENES 143

trayendo oficiales de fuera, que les ense1íasen la sastrerí n lle Mendieta se refiera al hecho de que sólo en San Jo é
que todos generalmente se inclinaron ... Ense ñá.ronfcs Ja unseñaron absolutamente todos los oficios conocidos,
pJnteria ... Aprehendieron la herrerra .. . eran tintoreros. pl ' t1dc bordar hasta fundir campanas. o nos preocupemos,
res, a unque en la pincura no han igualado a los españo loe.lo caso, por aquella única frase de Mendieta, sino poi·
como en los demás oficios. En lo que más se aventajaron • evidencias que nos hablan de la arnplhl difusión de 1a
en Ja canteria y ~am blaje. porque como para esL.aS do MCl\onz.a de artes y oficios en Nueva España.
que eran necesarias para la iglesia y convento, se escogie
buenos oficmles españoles, de que ya había abundancia en·
tierra, enseñár nles bien, y salieron tan eminentes, que cll El caso de Tlatelolco
por sf hacían muchas obras. Al fin fue Ti ripctío la escuela i
todos los oficios para Jos dem~ pueblo de Michoac-án de d onnld Robertson atrjbuye al Colegio de Santa Cruz de Tla-
de le vino g:ran parre de s u ruma, por las salidas que hacia lolco un papel relevante en cl d esarroJJo de] estilo colotúal
otros pueblos, y no volv!an ... 6 hlprano en la pintura de manuscrito .•&Paralelamente,
Nin importancia a Snn José de los Naturales, debld0 a que
En la opin ión de Isabel Estrada de Gerlero, lo · pinto · tiU lectura de las fuentes no encuentra algo que pueda
fmmados en Tidpctío pueden habeT viajado, en cuadrill Jcrpretar como un testimonio directo de que en la escuela
itinerantes, por d iversos pueblos con doctrina de agus .. oGante se hayan pintado códices.49
nos.~1 La existencia de tales cuadrillas explicaría las alini Robertson piensa que en TlateloJco lo frailes enseñaron
des estilísticas e iconográficas que surgen cuando comp ,nalmenle a los indios el arte de la pintura de manuscri-
mos la pintura mural de Actopan con la de Xoxoteco, o bl · 'toN,~' afirmación que apoya con dos argumentos: primero,
la de Malinalco con la de Itzmiquilpa n. que: en el Colegio de Santa Cruz se pintaron varios códices: el
Las obras artísticas producidas en lo ámbitos conve 11rhario, elaborado por De la Cruz y Bad.iano, el Mapa de
tuales con tituyen el primer te timonio de una particip 1111a Cntz y el Códice Floremino. si Y segundo, que en TI ate~
ciór1 de abundante mano de obra indígena con notable in ko la escritura se enseñaba poniendo a los indígenas a co-
trucción artística en la tradición europea. La enseñanza ~ l\!' planas manuscritas, libros de coro y hasta texto 1mpre-
artes y oficios tuvo q ue ser una práctica común, tan exte .IO~. En la sección de su libro dedicad.a al Colegio de Santa
dida como las fundaciones mendican tes. Sin ella no po 1·uz,si Robertson incluye un largo párrafo para e>eplicar la
mo explicar el a r te del siglo xvi. Es probable que la expr . ·mune11t en que se ensefíaba a escribir a los indios; destaca el
"IWcho de que se I · daban ejemplos a copiar. y resalta La anéc-
~ 6 Diego de Basalenque: los agustinos, at111c:lJos misioneros lwceudu ' ' clola del indígena que copió la bula papal reprodudendo
(Hisrorla d e la provincia de aa Nico lás Tolentlnn dP M.ichoacán, escrl
por fny Diego de Bnsalc nque. Selecclc'>n). lnLroducción, elecctón y no ~• Robcrt.son: Me.xican Manuscr fpl Pnl ntmg..., pp. 43 r 155.
de Heribe110 Mo1-eno, México, sEP, 1985, libro l, e, 1v, pp. 98-99. Véase ta .... llJtd.• 1) 43.
bién Pilar GonzaJbo Aizpuru. H is1011n de la educación en la !poca co/onitÍ '
1
lbtd.
El mundo 1ndígt na, Mé'xico, BI Colegio de Méx.ico, 1990. pp. 51-52. ., Jbltf., pp. 155·156
-'' I ·ahcl Estrada de GerJero. comunicació n personal. i2 Robertson: Mexicn.11 Mauuscrip1 Pa lmmg•. ., pp. 43·45.
l iJ4 LAS UEVAS IMÁG.1:'..NE.S LAS N EY/\S lMÁGE ES 145

in lu o la pequefü1 ilu t1 ación de la Vh'g cn que decoraba el ,.. ,111vienm en cond iciones de fo1mar a llí a otro.- p into res, dan- 'I
'••
tt:?x lo de la bula. U eg~ a <led r que ~w anécdota de la b ula tl11 ;1si pie a una escuda .
papal "documenta" la i n ll uenci ~ de los manuscrilos c u1n peos Sobre el presunto apre n<lizajc de la escritura e n T1 ~ Le­
en et ·tilo del Colegio de la anla Cruz. H l11ko, por medio e.Je le copia de planas, e · irnp rescindi bl
Como la obra de Robca·u:iOn - excelente sin d uc.Ja- ha pm 1lualiu u a lgunas cosas. En Tlatclo k o no se enseílnbt1 a
·ic.l m uy inltu_ente c:n los estud ios sob1c.! lo cod1ces colo- · t"·l I i b i1-; latelok o no era una e:scucla de pd meras letra~.
n íales, e~ impoit;i ntc 1-e,pond1.·1 a e a \'c rsión que 1..onfiere · ' 11110 u n recinco de cstucl1os up tiores al cua l acudía n los
mas import an ia a Tlatelolco que a México e11 I ~ ío1T11ación l1111iµc na::: q ue l o~ f miles de lo · tli forc nl~ pueblos delecta
clC' lu p inta n:= i ndfgena de rna nu ·cri ro~. La~ fucmcs que : li.m n..>m o aptos parü seguir esos estud io · _upcd or~. H La
se refieren a San José de los Naturafo~ ufirmnn con L'f3ridad ' l11l111 111aci6 11 u Li liz nda por Robc1·tson sobre ~ I aprendh•.nje
que al lí ·e e nst' ñaban Lodos los o fi ~ ¡ ·. :v eso incluyen la pin· ale• la ~scr itu r~ pOJ d méLO<lu d e c o piar p l a na~ derivn di: un
lura."-1 Pero , a dc m:J~. Torqu~m ad~ d ic:e explícirnmen Lc que l 1•.1-..~t.J · d e Moto linfu en el c:ua l n o se está habhuid o de Tlalt'-
a llí e n~ r;fü1ba a p inLar,55 \' Va ludes no deja !ugnr a dudas . l11h u -.ino de;: la." cn señan:t.fl~ b;, icas impar tidus por los Taí-
sobrt> la impo rtancia del dibujo en lre I n~ nscfianz'-\S de la~ lt· -. :d pl'ind pío ele la eva nge li zación .~~ En p¡ut icu la r, la a néc-
t'- Cuelc.1 de a 1te~ y o fi cios.~" &; lo más proba ble que d apren- 11111:1 Id i ndio q u e copió la bula pa pul y la pequeña 1 mug~n
dizaje del d ibujo e r cali zarn ~ub1 "t' papel; ta m bién pa ra , .¡,. la \'i1-gcn ocun i en Tdzco o. el a iio 1526."'' d iez uñ o~
aprender a pi ntar c1-a m fü; econó mic o u ll lizar un m a terial 111 ll l'" J e que :-.e fi m<l c11'1 el Colegio d e TlawJolcC). De licchu,
com o c:I pa pd , abundan w ) c..lt: m anu lac tu r;i locnl. v n o la • 11.111do Mot o linía evoca u na ·cric de n .· cu erdo ~uh rc la nm-
tela o In m:id~ra. Pero a(in veremos o tros indi íos de la prác· 111 ·1.1 n m1 0 cmp~1.aron ~' <tp rcn<lt:' r los indios, no pu~d e cs1ai
1i a del dibujo v la pi n Lurn sobre pap el en an José, a pro· lt.1l>hm<lo de T latclolco. porqul! Tlatelo k o e f u ndé> e l mis-
plumaria y ue lo · 1i b1·u~ de coro
p o.si LO e.Id n rte '"º tlllO en qLLL' Mololi nfa em pc1H ha a escri b ír ·u o b ra. 1536,
/
No h<t ningu na pru ~bn de que t:l !vfopll de Santa Cru~ se ' atk· m {t · lo tolinía no dio d as ' S 1:11 aquel c.:olegio.
haya pinta do n e l Co legio d ,., mis mo nombre, aunq ue sí es En fin, la ~ fras es tJc• M o tolinía e m plea da · por Rob~rt ·on
probable que ~e hay'' pin t::uJo t'll el ; 1(;':'\ de TlaLdo lco, poi la 110 -;wvcn. en absoluto , pcira il u~ l rat· <.> I t ip o d e t<ílsf'fi -. 1va
alencic>n p uc. t, ·n I<& r~pn.~sen tadóu dt: i;,:.:,l c :->ccl or de la isla, 'll ll' ..;e imp a1 tfa e;·11 ' m 11a Cntz n i p n 1c.t fu nd a rnentur la hipó-
El ht!dlO ele q~1c los cód ices Badla110 \. Flure11ti1 w '>C hayan i.-..is <J' qu d Col •gio tic San tu Cnt/. rue imporlan te para el
d a bo rado en el o lcgio Je S(mta Cruz in<lku que d u rante el 11 pn·1H.li1.ajt: de la p inl unl d e m anu!'. Tilo~. Yo n o pre te ndo
pro c;eso d e su t!l abo ración h u bo pin torc · indígenas lra ba· 11 eJ !~\l · quc en d Coleg io de T la 1c lo ko s ·• h a.Vé:tn reali zado n.1·
jondo con los ::,ahios y nm unucnst:s, pero no imp lica, d~ nin. 1•m u1' ma nu c rilos cn11 µi nl uras. Es lov <le acut•i-do. a<.l ~ m,\s,
guna ma nera, L¡uc di c hos pin tol \.~s se haya n lun11ado allí o 1·t1 qm.· el lw h o de quL d i d1 0~ m ,1m1st:l'ilm, .sL- hay•m rt'ali-
1adtt a llí con fiere cierta i m po rl ~nc iu al luga1 t.!ll la h istor ié.I
; ' /hiil.. 1>. 15t>
.. , Mcml i~ t u : l /t :>lr>ria • lihw " '· l XIII . pp. ·W~. v~ 1~1Jc:. . Ueton ca .., .\ i\cndkta: /11 '1ol'itJ .. . , hh1'< 1 l V, e '-V, 11· .ll.J¡ Tvl'qu,·maJ:t. M rnwrq11w
PI'· -l704 71 \ -llJí>-497. 111, /1111111 l ih10 l\V, L Xl.111. \'OI. \' pp 174- 175.
'~ l'o rt1uc-mml11: •\ lcmw<1u rci 111cliarw. li hn• XV 11 . (' ll, vnl V. 1). 1 1ó . i\10 111li11i.1 f-1i , (mrt1 .. t :-..11. p lóq.
'11, \':iln~k;:.. Ui·Jm irn ... , pp . .J 7U--l71 ' JlmJ
146 LAS 1UEVAS IMÁGENES LAS NUEVAS IMÁGENES 147

de la pintura de códices en el siglo xv1. Pero sí me p ' olt>gica: la revolución de las tijeras, los moünos, las campa-
importante decfr que toda la información y lo an áHsis r N, los naranjo , la lana. Se produjo también un profundo
que disponemos indJcan que Santa Cruz era un colegio de nibio de las formas y ]as ideas artísticas. ¿Por qué pode-
tos estudios; alli se enseñaba gramática latina. me.xica "~ afirmar que la educación conventual y Ja enseñanza
(nahua) y castellana, lógica, retórica, fiJosofta, música, n:{ urtes y oficios influyeron en el antiguo arte indígena de
dicina y algo de teologfa.e0 La definición de Santa Cruz co pintura sobre papel? Veamos, para conduir este capftu-
un colegio de altos estudios hace altamente improbable q · , una síntesís de lo argumentos que lenemos para soste-
se enseñaran allí oficios y artes mecánicas. Tal vez a un 11· dicha influencia.
metros de distancia, en el atrio m ismo de la iglesia, hubie
una escuela de artes y oficios. Tal vez algunos de los esi
diantes internos en Tlatelolco supieran pintar. Pero ni la Las escuelas de artes y oficios en ge.tteraT
cuela se había fundado para ese fin ni parece que los m
chachos tuvieran espacio en el programa de estudios p n los conjuntos conventuales los indios eran inducjdos a la
ejercitar sus h abilidade manuale . bKcavación detenida y reiterada de imágenes. Y a través de
N bibliotecas de los conventos algunos indios tenían acce ~
l\ lo libros y a sus grabados. En las escuelas conventua-
los CÓDICES Y ENSE. ANZ.A DE. AR.TES Y OFICIOS sc ensefiaba a los indios a dibujar y a pin tar. Dicha ense-
EN EL SIGLO XVI: A MANERA DE CONCLUSIÓN ~unia tenía el propósilo exp1ídto de modifica r el estilo o
ft}odo de pin Lar de los indios. Se pretendía producir un cam-
Los conjuntos conventuales novohispanos contribuyer . 'bJo en su hábi 10 de pintar imágenes "mal entalladas" para
de manera decisiva a la profunda transformación cullt •lle hicieran "buenas Imágenes" . Finalmente, lo indio que
que se produjo en la Nueva España del siglo XVI . Su pap nbían estudiado artes mecánicas en las escuelas de los con-
en Ja conse1vación y difusión del saber (teológico , filosó ntos e convertían en agentes difu ores de ese saber, pues
co, histórico, artístico y técnico) sólo parece comparab ·orno dice Valadés- se enseñaban unos a otros.
al de los monasterios europeos de la Edad Media; su i
pacto tran formador sobre las comunidades indígenas fu
muy grande. En los atrios, huertas y patios de los conju . San lose de los Naturales, en. particular
Los conventualc e produjo una verdadera revolución te t·
\Jno de los propósitos de San José de los Naturales era que
60
f
Meodieta. ftistorln . ... libro lV. c. X\1 ; TorquemDda: Manarc¡ufa i11dio
lus indios se "perfeccionasenr' en los oficios que antiguamcn-
libro XV, c. XLIII, vol. V; Lino Gómcz Canedo: Ln ttfo caci611 de los margin· lo tenínn. Esto hace forzoso que entre los discipulos de San
do.s durante la épOC(I colmtial. E~twlas) coleiios para i11dios v m cslit.os José se encontraran artesanos formados en la tradición
Ja Nueva Esµml o, México . Edilorial Pomía. 1982, p . 169; José Ma1ia Kob ·ptt'hi pánica, tuvo que haber pintores entre ellos. En San
yash i: LA edt1ca1;w11 como conquisla: empresa f i a11ci$ca11a e11 Mtxle<>, Mbtl
co, El C leglo de Mé leo, 1974, p. 3LS; Conz.nlbo Aizp un.c Historia de José, como en las demás escuelas, se enseñaba dibujo y
educación ... pp. 11 7• 12 1.
148 LAS NUEVAS IMÁGENF.S LAS NUEVAS IMÁGEt'mS 149

Un pán'afo y una Misa de San Gregario ·,., de plumaria para ob~equiárselo al papa Paulo III, quizá
go1110 agradecimiento por la bula que defenctia la racionall-
Enlre los oficios que los indios antiguamente tenían, ni lnd del indio, etniUda ese mismo año. El examinador de la
no parece haber impre ionado tan vi.van1ente a los fTa. nhrn f te el propio fray Pedro de Gante. El donante y el exa-
como la plumaria. 61 Pero la plumaria supone Ja pintura . mlm1dor de la obra nos permiten a.firmar que el sitio de ela-
bre papel: ya que las plumas se van co iendo a un patrón1 .bcu·ación del lienzo fue San José de los Naturales. La ima-
amate donde se ha diseñado previamente lo que se va a .• un reproducida, una Misa de Sao Gregario, nos indica que
cei· con la pluma. 62 Cuando 1otolinfa elogia las obras , ·IOlc milores del proyecto, y particu larmente el pintor de las
plumaria hecha por los indios, sel1ala: irhLnraura .' habían "perfeccionado" ya su arle. Es interesan-
.t" ~motar que eJ pintor que creó las figurauras del cuad ro
y si alguna de estas obras ba ido a Espaíla imperfecta y Mo~ufa de cerca un grabado europeo sobre el mismo tema.M
fi.gurnuras feas, halo causado la imperfección de Jos pinto
que sacan primeto la muestra o dibujo, y después el anza
lecah [sic por amantécatl], que así se llama el maestro de Los códice reve/.l1J1 el aprendizaje formal
obra que asienta la pluma ... y si a estos amanteca le d:
buena mueslra de pincel tal sacan su obn1 de pluma, y cont Vnri os documentos pictográficos del siglo XVJ mut::stran hue-
ya los pintores se han pe1feccionado, hacen muy hermosas.' llos de un proceso de aprendizaje de recurso a rtísticos de
pe rfectas imágenes ... 63 · 11~1dición (lluropea. El códice que mejor repre~nta ese apren-
(
dll'.a ic e el Azcatitlan. En este manuscrito hay indicios de
Este pasaje de Motolinia, enjundio ·o como siemp ·· · ctt41ltdios formales de anatom fa, tis de uso de regla,06 de uso
nos confüma que entre los jnd1genas sujelOS a la enseñan tic de nudos manierislas como modelos. 67 además de nume~
formal de oficios había pintores de papel; que cnlre est 1~m;us ejercicios con las espaldas y los escorzos.68
pjntores los había formados en la an Ligua tradición, que h Muchos de los manuscritos pictogi·áficos del siglo xv1
cían figurauras "in1perfectasn: y que era del interés de 1 1'11~ron producidos en contextos conventuales. El Borbónico
religiosos que estos pintores e ''perfeccionasen '' para e . tH u no de esos manuscrUos, y lo mismo podría decirse de
obras de plumaria al gu$tO europeo. . lns obra vinculadas con fray André de OJmos: el Tudela, el
Afortunadan1enle se conserva una obra de pluma tia o ', M"gfiabeclzi y el lxtlílxóchitl. Es el caso también de las pin-
ginaria de San Jo é. En 1539, don Diego de Alvarado H . . l11ra que acompañan a los Códices Matritenses, y de las
o itzin, gobernador del barrio de San Juan Tenochtlllan -ba Unstraciones de las obras de fray Bernardino de Sahagún,
rrio c;uya cabecera se encontraba a muy corta distanci
de la capilla de San José-, pagó la elaboración de un líen ••la infmmación sobre esta obra procede de Estrada de Ge ero: "Las
111upfas ...", pp. 118- 119.
!.I Motolinía: Hi 1orla ..., Lral. l, c. 12, p. 53; Torquemada: Mcmarqu M r o1 ejemplo, en los restos óseos de la lámina 27 .
wdüma, libro XVH, c. 1, vol. V, p. J J 5. M A lo largo de Lodo el manuscrito.
61 Motolinfn. Hisw ria ... u-at. J. c. 12. p. 53. 7
1 " Llmlnu J J
6'} l/1id. ·~ En tcx!.n Ja obra.
1S4 LOS MODELOS Y EL GRABADO E.UROPEO LOS MODELOS Y EL GRABADO EUROPEO l85

alguna ilustración del Jibro del Éxodo- ; sin embargo, h que algunos de estos castilJos
un ejercicio de composición muy original. procedieran de la mismas Bi-
Los pintores de Sahag(m y d Durán se valieron con m blias en que los pintores indíge-
cha frecuencia del paisaje para dotar e.le fondo a sus e ·. nas se inspiraron para represen-
nas. En muchos casos parecen haber utilizado modelos o tar otras figuras .69 Lo que resulta
tenidos en estampa y grabado de libros, lo cual dio co111 indudable es que, en ocasiones,
resultado vistas completamente imposibles para el valle ' los paisaje importado produ-
México y sus cercanías. Llaman especialmente la atenci cen un extrañísimo efecto en las
lru pequefias colinas escarpadas, casi verticales. que inm; escenas. Así, cuando vemos Ja
diatamente recuerdan pajsajes visto en retratos del si ·. imagen de Ouetzalcóatl y, en el
xv, y que pasaron de aquellas pin turas al grabado. Este · fondo, un alto castillo que coro-
de montañas aparece con bastante frecuencia en el Códi. na un escarpado y violáceo pai-
Florentino (figura 30). 65 También son de gran in terés, por · Kujc, parece que el dios mexicano hubiera sido retratado en
posible vínculo con los modelos europeos, algunas repri In ten"aza de alguna villa de Ja Toscana (figura 32).70
sentaciones arquilect6nicas insertas en el paisaje, como cie
tas ton-e de altos y muy grandes chapiteles, 66 y, desde lu
go, los castillos. En el Códice Flore11tino se representa uri Reyes, armaduras y soldados
foI1 aleza amurallada en la propia isla de TenochtüJan, ant
de que fuera conquistada por Cortés (figUJa 31)~ 67 y tambi Los pintores indígenas que, hacia el úJlimo cuarto del siglo
en la obra de Dltr'án aparece el castillo.68 No seria extrañ xva, rep rese ntaban escenas de la conquJsta de México, difí-
cilmente pueden haber contado con información vi ual di.
· l'éela del fenómeno que relataban . Pero los soldados y las
hatalJas que pintan no son exclusivamente fruto de su ima-
ginación, sino que parecen inspirarse. una vez más, en Uus-
'· lraciones de Libros. Los pintores de Sahagún y de Durán
t-cpresentaron con m ucha frecuencia a soldados perfecta-
mcnt pertrechados con am1aduras de cuerpo completo y con
yelmos cerrados. Tal atuendo resulta inverosúnil para los
Hnldado de a pie y poco probable para la caballería, porque
CURA 30 F1GURJ\ 31 los yelmos de torneo eran estoroosos en la gue1Ta regular.
/\demás, los españoles conocieron pronto los beneficlos de
~s Códice Flor~nli110, Ubro X. fol. 22 v. , fol . 23 r. . fol. 35 r., fo). 39 v., los ichcahuipjJes indios (chalecos rellenos de algodón com-
102 v.; libro XI, fol. 206 1 fol. 237 r. y olros.
1. ,
pncto), ligeros y - por supuesto- especialmente diseñado
""Códice Floremfno, libro VJ, fol . 215 r.; libro XI, fol. 237 r.
61 !bid. , libro xn, Col. 41 r. tQ Véase Biblia Co11cordm1tiae fn eadt!m .. . , fol. 179 v.

e& Du1 án: Historia ... , vol I, figura 3. '" Duran: Histona .•. , voJ. 1, figura 3.
186 LOS MODF.LOS Y EL GRABADO EU RO PEO LOS MODELOS Y ;L GRABA DO EUROPEO 187

p ora ln procccci<.~n frente a las armas in d íge nas. y los utilf· f u,, re.\ 3 5
zaron duranle la conqu is ta. 71
Re.sulta espccmlmcntc llamativo lo sce n, del prendl·
m ie1Ho de M ocLezuma e n el Códice Floreminn (ílgu r:i 33): el,
soldado e~pa ñoJ que cus tod ia o ~p resa al go bernante e.::,h1
\'estido con u11a pcsad:l •H mcidura y .Yelmo de ton1eo, \ 1 llevu ,
un ad erezo de p lumas a m, n era de toco. du; a tuendo tan elo··
gante co m o improbable 11ara aqudla jurnada.n El mi mo
~oldado con a rmmlu rn de tonteo vue lve a a pnreccl' e n otn,s «
pági nas de In in1s1na obra .•~ Confronte nsc cslas imáge ne~n Flf.I ' ~\ ~ ti
con a lgunc.l ilu!>L1·w;kme bíblicas (figu ra 4). Ta mbién loi; ·
guerrero~ y la~ nrmndu ras que pintan lo" ayuda ntes de Du·
rán pm-eceo apoya r ·e más en gra bados que e n inlormcK
sobre el at uendo uLil izm.lo poi· los conqui ·tadorcs.7" Es pro·
ba ble que lanlo Sahagún como Du rá n hnyan p uc.slo n dis·
posición de los a1 t1 s t~s indios obras con ep isodios de guc-
rrn, del Lipo ck l a ~ D,;t..'adfls de U vio o l:l Ch1ó11ictt de los .. .
Reye · católicos a que hcmo~ hecho rcferen da ~l lllc:s; tam-
bién~ posible que en algunos pasajes de h\ Biblia se haynn
encontrado cjc1n plos adt'c uad os.7 " Las batallas p1u p ia m en·
te dichas, que prese nta ban problemas de composicion par-.

l 1L ulannenl e <li l íc i l e~ (figurri 35), 11' b ien podrían a poy arse


l ' ti ~ cenn bfb lica\> c.:omo las del li b1·0 cl • lo~ Juece , (figu-
ra 36). Pon gn~c.: e~ peda l a tención n lo~ ejércitos que apare-
77
l en a l o nda, e n los esc udo · y en l<t'i lan:r.m;).
L:.ts a rm adu r.l~ <le los co n q uis l adorc~ no son los ún icos
o h je lo · l'XÓlÍC'Os que pw.:d c n ¡tpn.;¡;iai· ·e c.:n la:-. ilustraciones

1 1.1¡~\m i.:cm lns 4ul' pnrwn lo~ "Wldados r11 l:.1 Hihl b 1111 111\!~a 1?11 L\-011 ~· la
c¡1 ll' 1,1111 l> il'.·•1 ll•l"' l11:111os 1·dc1itfo m11~: Bihlm. Coi1cc•r,/a11tim.: Ílt c:ml1:m ..
n To rqut"mmh Mn111111¡wu ittdimui, 1ibrn lV, l.. l.x\.I, VLJI 1J, 1> 201 . 1 1111 o ele- Jos\lé, lol. 4 2 1•. ; Jm""t:<'-"• ful. 45 ~:; Rc vc.;, lol 58 1· \ lol. .W H
? CaJ1c<! Ho1\ •JJ/i1w, líhro XII, fol. 2(l \'.
-~
Ou111n ; H1o;fnrw , \'ul 11. figu 1~1 1 l.
1' Crm1ce flmvu111w. lib io XII , Jul. 18 1. • l'ol. 30 1., fol. H tt•• fol 1 v.
,. IJ1Mitt. rl.1/ 1·111"1ÍHÍl/o'll en:m¡i/nrin .... fol. l 05 "·. fol . 107 1, 't fol. 107 v.
IJ Dlll án. flr.Hm'm .... vol. 11. Íl~,11 '<1~ 59, fiO, 6 1 y 62
l '11~·dc 1\.'~11h:w rM1·1 11:11k1 m1l~nti.! 111t~res¿rnte t•omp. 1~11· "' c~--cn:l de In g_UL'-
• V:lll.! l:í pcn::1 com p:\l':\I' l~s ~"1 ~du1\ s de lo-.. s oldados t k Dnrun y Sa·
. t. t!.\.Lena dt!I folio 107 l'. de cstn Bihlín
ri .1 tll· o .•,-1i.1G\n i.:n 0 111.in'
LOS 1\rlODE l.O \' P.L Gl'l.ABJ\DO E.\JROPEO 189

,¡.. 1hn-:.ín; ta m b ié n p ueden verse colum nillas y b~u·ancfa ­


lt·, plale1·escos• .Y los 1/ci1oque aparecen :e m a clos e n lujo·
··· •~ 1roJ1os decm·ados c.:on roleo!> ucant o~ (flgur:i 37).1$ Es-
1t1'' l 1onos. así corno los 1en1p ldes sobre lrn; cuales se
11 ¡H1va n, y. en genera. 1 las escenas d e lo~ "rey~~JI me.x.1cas. •

··•· basan . 110 cabe duda. en escenas equ iv" lentes de la Bi-
hl i.1, p roceden le~ en !'lll mayor parfc del libro de los Reye
t l 11 .11 1·u 38). 7'1 Es lla m ati va la :z1 fi n idad ex is ten te e ntt·e la
1

p111 1ura de Moctczwna ordenand o la ejecución de su retrn-


ln . l 'll la Histo ria de Du n1n (figu ra 39),r~ri el grabado de
Sa lomón dí:l ndo una on.lcn, proceden Le de una biblia de la
• ' l'H>l'~' ( ligu 1a 40). No ~t>l n d c~t 1e1do, la po:-.idón de l a:-.
11 1e 1 ·1 w~ .v la caíth.1 de la tel a ~ob re d las $C asemej an ; Lam-
hi1·11 e~ ic.14Snt ico d udi:mán admon iln rio de Clmbos pc rso-
11.1 jL' s, y no e-; imposibll' q ul.' cnn t'I cako L'I artisLa quiCl'<.t
,.,... h léLCI º llll :.1 tim.d o!!Ía .' 1

t..'/ H ijo v el EsfJíri111 .">t.IFllO

1 º'pin tor-e · dd Flore11rh10 tlcbl'n haber Lc n 1do u na gr an lc.1·


1111liaridad co n d n:p ~no no de: la!) lmügenes ~ag1 ·-a <la~ ~rb-
11:i1 ws, a ta l pu nto qut' k · p. n:c' nutu rtd ut iliz.urlu · <.:omo
l''>Lfl tema)o, de com po!-. ic ió n p ::i1-a su traba jo. En el fol io 103 1:
1k·I li bro 11 dd Códic<.' flore11l i1 w se p n ;:scn t m1 <los escena!:i
r..i~,c iomtd"' con la c. ·~hwi 1ud d "'ªn Hlcío. En una ck t:fü1
1111,1 m ujc.: r c . l11b<.: ¡\ ~ u os<.:l¡tvo l'rcnlc.' a un grupo fo rm ado

' l1w ':i11 1Ji,1om 1... , \ o l ll , lig111-;t :!('


Hihli11. e("'' 'tml m11i11.· ill 1·u rln11 . . . , C1..'.•t tl''":-., l'o J.
o 1. R,·.,i..:-.. lo). ó!i 1 :
1>111/w \fl r'ur mi l't'llr'"''"''""' ,.,,.,,,¡1/a..
Vl•1w 111 , f\t~ml Ci11 l id R o l1illi11m ..,.,¡,
" u1 11. 1<i69, l11L 2~ 1•• lnl. 9:! 1•.. 1111. tJ.':\ 1; \ fo L l~ I'.
•• D11 ni11. 11;.,1o1rt1..., vu l. 11 , lig,u rn 19 .
1 1 k prolm 1d11:-1d11 .._., , f;.1 'da ...·1011 d l· ;.1 1 1 1h.u~ i m;.ig1.·1h:~ "'" 1':1l1lc 1 t ~:\.4..": 1 l:tn-
11 : '' Pi11 1:i1 la lt i!-.lt 11 w 1111... la l' n:.s-.. J1· l.1 C1mq 1ñ:-.1,t" c:n l·:J 111i~c·11 clt·I n •r11<11k
/,, \ m•1 ·a 1-:.,¡1mi11, ' ''' / HFJC '{•/1•, di· ft1 H1 ·wn a f , ~k'>;u:11, i\'l LI"'-'º Nm:n 11 ml <.I\·
\ 1 h', l 'N'J, PfL 14-4':1.

e -
190 LOS MODELOS Y El GRABADO EUROPEO LOS MODELOS Y El. GRABADO EUROPEO 191

En el mismo folio del Códi-


.Qo Ffo,-entino, se ilustra el baño
rttual del e clavo, cuando se ha
dl~spoj ado ya de sus ropas y
UMtá listo para el acrificio (fi-
, 1ura 43). Las figuras represen -
lnc.lus a ambo lados del cuadt'o
llumcen conversar, mientras to-
nmn una jícara que presumi-
hlcmente ha sido llenada con
" ' ugua de un enorme cántaro
qtn: se encue tra en el centro
de la composición. Alineado
con el cántaro, ta1nbién en el
1.•c11tro de la composición pero
FIGOll·\ 42 en la parte superior, ílota un
personaje de nudo, en posición
de estar sentado, con los bra-
1ambién por mujeres (figura 41). De acuerdo con el te Y•.us serniextendidos a ambos lado de su cabeza y las manos
que acompaña a la imagen, era costumbre, en la fiesta ll~eramente levantadas hacia arriba. Un examen d e algunos
Ixcozauhq u i, que las familias ricas que habían compra muros conventuale del XVJ puede ayudar a reconocer lo
esclavos para sacrificarlos arreglaran a éstos con primo .. que acaso re uJte obvio para la mirada experimentada: el
los mostraran a Ja otra gente. En la ilustración, la du lnuividuo que flota sentado y preside la composición es lo
presenta a l esclavo con un ademán de la mano derecha; que suele llamar e u n Pantocrator, Cristo, en majestad, el
ese.lavo, en el centro de la composición, parado en oontr, día deJ Juicio Final. Solamente le faltan la espada y la azu-
po co, tiene la cabeza ligeramente agachada y los brazo ~cn a. EJ Pmztocrato r es utilizado también como modelo en
caídos hacia el frente y cruzados a la altura de las mufie hl ilustración del culto que en 1a a ntigüedad se rendía a Chi-
En el lac.Jo derecho de la composidón un grupo de mujer · comecóa1l. 2
observa al esclavo que pronto será sacdficado. No hace fal Siempre me llamaron la atención dos escenas del Códi-
ta ser un experto en iconografía cristiana para descub . L'f! Flor.enli110 t·eferentes al llanto sin fin que aqueja. a la a l-
que en la composición de este cuadro e ulilizó como n1od ' mas condenadas en el infierno.u En una de las ilustraciones
lo un Ecce Homo. Lo pintores deben haberse valido de al se representa a un grupo de hombres (1 O) y en la o t ra a un
guna estampa similar a Ja que utilizaron los artistas, tam
bién indios, que decoraron el da u ~lro bajo de Epazoyu ~.? Códict! FlonmliHo. libro U, íol. 29 v,
dl Códice Flonmtmo, li bro l, fol. l2 v. Una reproducció.n del Pentecostés
(figura 42).
Je lt7.llliquilpan puede wrsc en Reyes Va lerio El pintor ele co11vc111os.. .,
LOS MODELOS V EL GRABADO EUROPEO 193

J'.l"Pº d :l muj cre. ( 12) (figura 44}. Me p arecía int r igrmre el


1".qt 11:n1H de composícíón empleado en am bas escenas: los
1 11· 1 ~onaje::> St! distribuyen en dos grupos compaclos situados
11 ;1111hru, lados tlel Clt adro 1 vud los haci< 1un cenLro que que<la
\'m 10; también la parle superior del c. uadro, que es mt\s de
111 1-.·1L't:ra parl ", cslá V~'lcía. En Ja t:Scena de lo hombres,
i·11:ilro d e llo. miran fi ja mente hacia nrriba, hacia ese cielo
\'m 10 ; ~n la escena de Jas mujeres. una de ellas vuelve la ca·
ltv·1:1 h<1da el cielo con apa rl!nte <lc:-,csperación. ¿Qu ~ bus-
1·1111 los hombre~ con la mirada puesta en lo ahn? Cr o ha-

lh'I ·ncontrm.lo l:.i r~p uc::sl 4't en Ltna pintura de la acri tía
1h·l l.om·enlo <le llzmiquilpan, Hidalgo. La pinlu ra de la. sa-
1·11... t (a rep1~ enta el Penrec:os1t!s (rigura 45). En e l tto11-u de
l 1 l'<>mposición, aprclada en lrc los dos gru pos de aposto!~::,.
\T11 1os a la Virgt'n; en la par te superiot , t:n el d t:ICl, el Espir i-
lo ~a n te.> d~rramn su Grada.
Al p'-lr~cer, d pi n to• tlel Flvrc.r1ti110 uli li i'.c) un grabado
1·11 11 el te ma del Pen/ecosté.s, similm· a l que empicaron su~
ro kg·, s de Ilzrniqutlpé\n. En el grupo de I& s mujen.:s se t!on-
..,., va el núme ro de 12 fig urns ~ el ad ~mán de fcrvi n te ora-
1•ic 111 en dos de ellas; el grupo de homb res e ha visto reduci-
do u 1O. pero la mirada pucst<l e n el ciclo es m u · clara en
v.irios de dios. La Virgen y d E~pí ri t t1 San to, por su puesto,
l11l-ron omitidos en la~ il us tracio nes d el códice. ¿Estamos .
.11lnra f. frente ~l lll1 ll~O prng1nfüico del grabado. sin impli-
1·ac.:ioncs !:iimbülic~? Lo e.lu d o. Rcc.:urdcmo~ que el püHor
.lt l l'.ódicc quien.: iluslrnr d lema de aqud los que se encuen·
0

1r:m con<lenado~ al su frimien to ·terno "porque 110 qu isie-


ron ' onncer n i servir· ni verdadero D1 o~" . Lo!> pobres conde-
11ado mi n rn suplican t e~ haci a el cielo, pero en su cielo no
l"' l:."l el Espíritu Santo; su cielo es L(\ vado, los condenado!',
•·<Jtrn t.ksprovi~tos de la Gracia.
p 133. MI i nteq>n:l.'.1L lón de la imagen dl"I J-'/nre11thm -;e akj~\ mucho Lk
1;, t i~ Scl 'gl.! G1•tp•.in..;kl: P111111H1¡.:. the (.'mt(//Jé SI, Pal'i-', lJ ne~LI.•, Fla mmarnrn.
l 1•1Jl. p. 50
194 LOS MODELOS \ ' El GRA BADO EUROPEO L i:; tOD ~ LOS Y EL GRABADO E U ROPEO 195
l\doracwnes
¡
En varias ~cenas d1;:I C&lice Florentino . e 1 cpresen ta a lü .
madre junto a .su hijo recié n nacido. En el 1-den d e cosu11
: 1
q ue venimos vkndo, no debel'ia ser sorprenden le q ue se ull• . l1

l iY..aran lmé,gcncs de la Vi rgen . , d Niño parn. ilus trar o l t'lUI ·


111atcrnidadcs. En algu na oc¡¡. i -n podemos ver a una Mn· ~
el nna con el niño en brazos (Ítgurn 46).""' y más frec uente•
mente a '" u andre. de rodillas, "adorando" a l n iño lenditlo
en el piso (figu ra 47). En escenas de este tipo puede aprc· ..1

ciarse e l adcm á11 ele mostnir la'5 palma. dt! ambas manos, ·j
cara tcrí. lit;o de Marft1 (Agm~a 48)."'i '
Veamos ot.ra nél t ividad . E n el CÓllice Azcal iila,., ·e repn.~·
senla a una mujer sen tada e una cama, cubierta con uno
colcha burd~da , cuya criatura ~ac en u na t.una (figura 49):~ 11 L· po~ 1 u 1, de adoración v oradt'm con las rodillas i.:u d
el J1Í nlo r quit:1'e illtsl rar el n ombr~ del sido co nocido - lo· pi... u c 1-..\ c.ksc.:onocida, según parece, 1 nra los md ios.«7 in L'm-
c.bvfa ho_1- como la Magdnl cna M ixi uh<.:an. Mixiuhc.:m1 lia rgo, algunos pintorc.... de la ~poc.1 <.:oloni,11 represe nt nn per-
quiere de cir li tcrahrn.: rHe lugn1· (-am) de pa1·to (milümi) , •,01rnjcs hin1..1iJ o.l:t q ut? J ' \'ítn ta n l igca~ menle ·u~ m an os 1111idas
En tonces, la 111uje1- L'n la can1a acaha de parir a la criaturu ··1 1 a clíLu<l de o rnc.:í(n o ~(1 pl i ca, au n
q ue c~tá en la cuna. ¿Snvió como mue.Ido u 11 a N ~ 1 ividad de 1· 11 ~rndo !-.t? 1 ·fi ·•·en n i c.: ullo p rchi~pé\n i­
Ma r ía? Muy p1 nha hl e mente.
n 1. 'l Í vemo~, pm- c,1c plu. " '' l a cscc-
11:1 del cu h íJ a Chkom ccu~ tl c.lcl Códi-
,.,. Flore11ti11u (f1gur¡t S0 ).1'1" a u n grupo
dl' ind io · de 1 ocJ i ll ~t~ adornndo a la
diosa dt' la c:use(.:ha~ ..-·J fü,o ..:m'" :::,i-
rnd. res pueden \'~r.-il' en otros pn'laj 'S
tll'I Códice Plnre111i110 y ~ n d Códice
Ale.tica11u s .'"1 Cuando l o~ p i n tore~ que
1 1 ,lh a j ~dla n <.:nn Sahag(111 quis icn m r e-

Í'l<.1%\ 47

~ Cddit '<' t-lor<!llftlW, lib1 n 1\', lcJl 8 1 ~


1
~- l)uf'<i 11- ( / i'iflll/IT • , \Hf1 e \ 11, I"· 1:! I,
· "' /hui.• rol 24 1•. l•>I 57 '- Un p1r>il>~ modc..111, la Virgen ~ln"odlll;1da rnmte ni ~- 0Jo /m· /o/f1 rt'J1/ Í1111, lih111 11 , ful. 29 1•
niilo l ¡u c.· 1~1>1 ~ e n"' ¡·l\:sclw~· rt 1edc ver~ • en Bib/111 ""'lit. Ad fl/lfÍJ/lff - · · p. 451 . )" //111J.• 1ih1 l l 11 . 1111 2Q ,.
~" Codi< ,.. .l..t·,11ir/Q11, 1;º1111111. 1 11.
·~ 1 /lm l.. hlm> 1, lo!. W 1.. libi o 111. lol. 4 J' , libro VI , fol. ~ r. E11 d CwJc.\

1
·~ · ·.
><.,'
·.. .
~ J
198 LOS MODELOS Y RL GRAUADO EI JROPFO LOS l\WDE LOS Y F.L íiRABADO l ~C ~O P F.O

sigo el signo 4-Vknto, 1111 podrían dcriva1· tambié n e.le estt'·


nns níbl icas. 1412

El uso de compo~ it.: i o 11 l!. )' postu n.1 detivatlas. del arte eu ro-
...
p1,;o aílor~ continuament e en las ubms d~ Sahagím y Oun.\n.
Con ír · ucncia. romo he mos visto . 141 insp iración rrocedl·
del rcpcitnrio <..k• la lmágene~ ~agradas - lo que ~sln l> más
a la mano-; pero l~n oc;:1 ::,ione~ lo q Lle vcmm. ~on n·~111 "0: y
llguras e u_va lucnLe inmed k11 a e: oscura, a unq ue sin duda se
t ra to d<.• una inrng~ n del Ví~io Mundo. A;-;i flL't nTc, por ejem-
plo, c.:on lcl ligurn de h inuJ popoca , plntac.b en 1<1 nb r:J de Du-
nrn (figura 54) .irH s•gu n las t'onn:ndo ncs del 1c L11uo de
corl12 c.k· 1'1 Cn~1 dl' Auslria: el tlatoa11i se llc.~vn l lOél 11lanc> a
la ·i nl u r-a v colrn:a o Lra .o.,ob1 0 u n ba ra nda l. 1\ un lado dl'
Cll imul11opoca , a l ronJ u , S'-' e . tk ndc ll ll pa i~uje . Ta m bié n e~

..
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: '.. F 11,1•H.\ ."in
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p 1 11h~ 1 l> IL' L jltl' b:-. L''u'n a~ L'll l.1... q u <.. ' apa rcn·n p~•"on aje:-.
:hn1 11adu:-. ~' l<1 a1.ol c:.1, l.'orno tJ-t·u1l"t' \.' ll d Codh'l' 1-'l ore111i1w
.. . ..
/
~ r 11.. un.1 ~5) 'f~ 1
, L'll L'I Ct)dru.• 11::n1111Ja11, 111• ha.' un ~ ido tomu-
1 l;1~ ck g 1'4.1ha drn-. l ' l 11"0 í"Jl'0S ( ligu ra !) o) lllC'

10
~ C11tf11 e f'lfl n-llli u1• lihm >d 1. lo l ?."} r
' ( r'tllc t 1i:nm1lw1, l.i 11 1i n; 1 1~.
lltl {iji}Jl t' Ff01, l/fÚltl 1ihl CJ J\ '. fu l "1¡C) I' .. v..:: · ~· 1 11 11 d l·111pl<t b p.i1 1.1d a l 1 1~ l <IJ"i;1J...1 l k· l. 1 11ln. 1t i a• J11:111 el.· .'\i 1··
111
-' H1b/1,1 .'4.1pr1'"/1 L"l t 1,,1; ,·,,111w < ·1·111¡1/a .••. l•>L ·Hl 1. .· 11,1 C 11J 111w.-irJ1/ \' 11/''' ' , ·1 1¡t(r1~ p 11h lil;J(l,1 L'll S1..• \ illu \.'.11 1 51~ < i .U L h l \'1:~11·
'
111
Di11a11: f/1,r1•11u ., n1 J. 11 l 1~ u1~1 9. ' l f •1'dh1td11tl1•/lilm• u1I 1 1 1,!.!~ 11 ¡1 ~~
Vil. DOS TRADICIO ES FRENTE AL C ERPO

YA ME he re ferido a le de aprobación que manifesLaban los


t'olonizadores al valora r la p1 ntUJ'íl indígena. Más allá de sus
ll'mm es por el sospechado contenido idolátrico de las obra ~ .
•·~ claro que los españoles, y parlicuJar rne nte lo r eligioso ,
l11zgaban que las figuras pintadas poi lus indjos eran feas.'
l11duso mon. truosa .2 Ese juicio debe relacionarse, por ~u-
11111: ·to, con la fa lta de familiatidad y compren ión de los es-
paiiolcs hacia convenciones tilísticas cüstinta~ de las que
d i o~ conocía n. Q uie1·0 exan11nar a continuación Jas conven-
1·iom:•s para la representación de la figura humana en los
manust;rilos pi ·togi·áficos mesoamericanos y cómo dicha -
1·nnvenclones cambiaron dlll ante 1 iglo xv1. Necesariurnen-
k repetiré a lgun as de las observaciones que ex presé al t rn~
1;11· de- defin ir la tradidón Mixleca-Puebla y la del vaUe de
Méxit:o como pa11e de ella.

L\ F IGl: t{A llUMANA l:. t,.A PJCTOGRAffA PREHIS PÁN ICA

Nuda parecido a un rt~tm to e ra po--ible en Ja pictografín pre·


hbpán i c~ . 3
Se procuraba que todas las fig ura fueran iguu-
le -, desprovistas de cualquier n-\sgo que las pudiera dotar dt:
1){;rsona lidnc.J individual. n viejo debía ser ígual a ot ro vie-
1
Oi az d\~J C1.1.... 111lo; Uü w li11 l 1c1<lmltm1 ... , r. 111, 1>. 7: Torqueniatla: Mo1rnr~
1¡111<1 i111/im1n, llh1 v ti , pníl.. \'OI l. p. 110.
- e!>e e~ d califil.11lh'o cmpl l!ado poi Mololini;\ ·cgt'm l<i \1Crsi6n de los
Mt'lt/Cll'iah :. . <:tl. de ~dmt 1n tlo o ·curman, C'(ICO, ~"11\"1 , 1111, 19'7 1. p. 240.
1
"'5< n fig11rns simbo hcas ti ihUJH<la:. dcmlro <ll! cit'rlOi. c :ínon~ · que 1)lln:-
' ~· 11 t:a:.i immriabks". <.lt:~lét Cri,..o: Ht•)'<'. y n •r1wo;.••, ~ 11. l. p. 2R Troik~ . í11e
lt ttl:'r pt'l.!h\lH>ll o l' Posturcs ... ~. p J78 .

20 1
•• • r

202 DO TRADIClONES FRENTE AL CUERPO DOS TRADTCIO ES FRENT'I! AL CUERPO 203

Jo y un hombre joven debía ser igual a otro hombre jov· tos desde aniba y plantas de los p ies corno si
Las formas de las dfferentes partes del cuerpó no cam · la mujer estuviet1l de espaldas (figura 2). 6
ban en relación con el sexo o con la edad. Las diferené' Es importante precisar que las figuras
entre una figura y otra se marcaban con anibutos de los códices no están complctamenre de
como el traje, el tocado, la postura y Jos glifos situados perfil. Sería más exacto decir que la cabeza,
ca de cada una. Con todos estos elemento e podía indi las piernas y los brazos se representan. gene-
si una figura era un rey o un mensajero, un mercader o ralmente, como si la figura e t viera de perfil.
vieja acerdotisa. El tronco suele aparecer de frente, y tanto la
La ausencia de nalw-alismo afectaba al tamaño y n zona de la cintura como la del cuello pueden
iiedad de las diferentes partes del cuerpo y a Ja verosim ser indi liolamente ocultadas o "giradas" para
'
tud de las posturas y de la estructura anató1nica.4 Las ca facilitar el empalm\! entre eJ tronco y Jas demá
zas son siempre muy grandes en relación con el tronco; l purtes del cuerpo. Esta estrategia de combinación, unida al
dedos de las manos y las uña$ son especialn1ente oste m;o de la línea 1narco da lugar al efecto lnodular que des-
1

bles: en una cabeza grande caben mejor los auibutos q cribía Robert.son: "la figurd humana se dibuja como una se-
penniürán la identificación del personaje (tocado, corte• a·lc de partes ~abeza, torso, brazos, pie111as- unidas en
pelo, insignias, orejeras. posible , heridas acerdotales, e l1>rma aditiva como si el djseño empezara con la cabeza".'
(figura l); una mano cm• dedos y uñas notables ayud · Un resultado de esa manipulación de la anatomía será
a entender qué actividad desempeña el pers-0naje o qué In ind iferencia de la pictografía hacia los concepto de dere·
Lo realiza. cha e izqu1erda, s como veremos más adelante. En síntesis
La manipulación de Ja anato ,metemos decir que no importa sj el personaje es diestro o
conduce a veces a proce zurdo; ni siquiera importa si en un brazo derecho aflora
mientes que nos hac una mano i ~uierda o viceversa. Otro rasgo propio de la fi-
recordar el cubismo: J KUra humana piolada en lenguaje pictográfico es la rigidez.
partes del cuerpo se l.os cuerpo no se apoyan, propiamente, en las cosas, n i
ran arbitrariamente h
ta colocar a cada una en · °' C6dice Fe¡i!rv1.iry Mayar, láminn 38.
1 "The hum~n figure j drawn as a sed es of p:u 1 - head. torso, nnns,
faceta más claramente ide' kr united rn addilive fash_ion ¡:i5 tbough the dc-sign st.nrted with tllt!
Lificable. EJ mejor ejempl hcad ... " Oonald Robertson: "The Stylc of 1he Borgfa Group of M~ican
es el de la mujer sentada d l>rc:-Cooquest Ma~rlpt ",en úlliu Amertc..(ln Aii, w1d 1111! Buwque Period
111 E11rope. Swdie.s in ~stcm Arl. Acts o/' tltc fü.c,1tierl1 J11rema1iona l Co11·
Códice Feiérvá1y Mayer qu
l!fl!SS of 1he Hislory o{ Arr. vol. 111, Princeton, New Jersey, Princeton Univer-
tiene cabeza y quechquémi :-il) Pl'ess. 1963. pp. t48-164, p . 153. En su p rimera obrn dedk~da al e lu
de perfil, un . eno en tt'es cua1 dio de los códices habfa dicho: "... lrecuentl)• t.he torso position is in
FmuR.A 1 tos, mu.c;los como si fueran contlicL with tha1 o f arms and legs aml t.he direc1ioo the he~d IC\ces". Me\:i-
ru 11 Manus,·tipt P1tinting.... pp. 17- 18.
~/bid. - Robcl'tson ~e 1·efüió a la ausencia de con-cspoodenda enlre i?.quierda
5
Códice Nutwlf. lám lnn 83. .V derecha en los pies. Robe11. 0 11: NJexrca11 Manusclipl Po iwing... , p. 18.
1 1

POST URA Y MO\'JMl E~TO rosTURA 'I MOVIMI E ro


este e.aso l:cm ¡tl1l bos dedo", l·u , •" ,.1 cJc la gran cmhajad·1 4u1:: ¡¡compa ña a Cu at ro Viento t::n
n o srüalando el camino. "ll 1l·g reso de Tu la. a parc 11l cmtnk ·aq;ado d~ o f rcnd(IS y l"t!-
En algu n as escenas ha 1 Vil • ,..dn" (li gu ra 11 ).21 Va d os de lo.s m iem bros dt! la comi tiva
río~ per~t 1naj cs q ul.' hruc ·n11 y t 1 o tn pllt!::>la por 28 personas} bn\<.'t?trn ':' a punta n con l o~ de-
rru li1;.in ¡u.le ian ··s <le ca mim11u. 1l1'"· , 1 fa m a ne ra e n que lo hiciera d pr opio Cuatro Vienl< en 1:
lo nml ind ica q u ~ u n g 1 upo l' ll · ·, ··:, ·.u \ h je; ademfü;, u no <l<.· lns pcrsonajeb q ue a v<m i'.ttrl \?11 la
~ ~~ tero se des plaza. E ntre los U " • ·, .J
p. 11 l t: dcbnten1 dt• ILI fi la 'al )t(l u n b u lt o , vali ¿ndos~ del me-
U
4'{·~ ·

__..,..,.,....~,. . ,~)Jf]
. 7 cnu t i\'o:-. 211 que ma rc ha n h:H1 ,
S • ...
' ,1p;11 , . 1 la descu hie n a es L5 1( >flll ~ d <J por lt n g rupo d~ sa n :1'-
,........,,"""'.,,- ~ l. .·
1
ta la prt.' scnda de Ocho V(· .·. . ..
- ·~,

ilci1 c:-. que' llcv n ~e ndos basl nn ~s ,, abani<.:os.


.~'- . ~: i,
· \ "- nado p ;,H c.1 St.·t "):H:ril1c.:ad os. l'll Qu i/.á un;J .secuencia de 1 ~1 lo ng iLUtl v la n qu~1.t1 4 w.: <.' n- r:.·'
· 1Cód it·c N1111fdl, V4trios t;Chn11 • 1111f ramos e n el !Jodley no hu h i ~ra ~ido posibk • t>n u na pi c:-
una 1nano hac:il\ alní...,, i:l l!l'l'M 1• •tt rnfía h l.:-.t6t i<:n t'olo tiial dd ntlll' de Ml':x il'o. Pt:ro ~ ¡ lli.:--
clbk·1t ;.1, a d dedo Íll • 1•:u-o n a f'l 'pl'C!::'cn1ars t> al !!u nu~ \'<.:ri-,ionc. sim pli licad;1~ n
1¡1
dk:t• apun tando ( fi~rtlrn
\' lx :c ' c o n
11
10). Pl'ro en ~te cns1t l1.1µ1 11t·111a1i n~ de: gn1 po~ en 11-~wc-;ín . En <.' St as \T r·~1 o nc" se ir
,·I hn 1n•n se cnc u nlra mu_, li m i tt1d f 1porqu e lo.\j l'"'-'tk:11 ~1 p1·c ciar vesl ig ios e.Id l~!-. l t.: r ·oLi p n dc:I ~amim1 n1 c. l~ n
pcrs ona_jcs ~ o n ca u rivo~ d1..• ~ u ~ rra Y c:-: t:.í n pa rl'ta lmen tc Íll · ,.¡ ( 'iídit:t: Me11doc111n , prn· ~¡ •mplo, St' fl.' j)l \.•.s ~n t a11 \ '~ wio~
i1
movi 1i z ado~ L·o n l<J ~ c; u1.· rdi.lS. Un ~p i ;-.ud i o mud io n1lb lat~ 1 1 •, ·r~ 1ma1l'" ·n c ~p ·d h.: ío nt''> 111ili 1;.11"L':-. .- 1 ;tlgu u., ~.. lq!:m t..' t 111
11 '
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l·11 1•1n 11

'' Si 1.· 11 i li~ .11 1tl 1 1 I<.-. p1 1 -.i 1 m ~·rr'' d1· 1 ~ ,~J1n1 ' " ' "-'11, ltl u ... ·' 2.
,. ( ,,.,,,., ''· ·rf11'\ . h 11111 1.1 ' ' 1 11, 11 1.
' C1 irli. • \ t;1111/I l:i111in m. 76 7 7 • Cr1d1·~ ¡\/, m l P"<I l11l11" o:? .1 ,,¡,
236 POSTUR1\ Y MOVI ¡\11ENTO POSTURA Y MOVTMTENTO 237

el m c:capal. otro llevan ba ~ lón y abanico (u11


glosa idcn lificn a cada uno de ~U os co
"cnbaxadm "), v uno de ellos adelan&
el hrnzo sem iflexi<nado y apunta h
cía adelante con 1 <ledo fndke (figm'&·
12),24 justame nte corno la figura del tor*
n imo ele] NwJall . .,,
Tam bién ve rnos p e1 .~ onaje. con el dedo !n '
dke apun tando hacia el frente , en aclitud do'
caminar, en a lgu nas es ·en as de lo peregriml•.'
ción m .·ica , 1 <.:ual e rad~ e pen1rse. No 101
Frcant" 12 vemos en Ja Tirtl de Ja ¡Jeregri1tació11, donde uJ:
par ~o Jlticutln Licnde a c.:~conder demasiado l<ll '
brazos, p TO ·í en el Códice 1\4exi canus! 5 y en el A zcatilftHl ·
(figura l3).z<' E n eo.;te últi mo. e] ade mán apai·ecc dos vec:eH1.
cuando lo:-i fc?o mw11ac¡11c? inicié.1 n la marcha y cuando aval'\•
zan po r un cnm iuo de la monta ña. Ouizñ fa C!-.cena de travu..
sfa que más 1-a:u ·r<la los <:41!l<.> - de los cód ice~ mixLecos es lu · F tc•llkA 14
q ue vcmo · en la segu nda ra1te histórica del ódice Te/lerin~·
"º (figura 14).H E n un epbodio explicado .l;1da en el lugar que se cleja cuando el p rimero ·~1 ha llega-
en ro rrna m u.V dudosa IJOI' el glOSH- ''º a :,u destino De los per~onajcs que van soliendo, tres
d01· del códkc, apm-ccen n ue- ;q1\intan con el d~ c.lo hacin d frc nLc; de los que llegan, dos
m'-=n sajeros o embajador~s " -:~ hact'n un cla1·0 braceo, arro jando la mano nbierla hacia
1j .r'
\ 'C

Hll~\ ic. nos que han ido a pre- J alrás y u na m ano aputlludn hacina lclctnl . Creo que la e ·-
S 'flt'11"SC y'lt~ ."'!~ .·
rrcn te aJ ·c:finr d 1t l ~.:n<l del Telleda110 en su conj unto, y muv csp cialm nte los

Co~llinchan . luego acuden J r ) / j \~:7 l>l'1-sonajes que bracean frenrc ni 1/aromu me. ic", debe lle-
a la presenda de 1-tui tz.ilí- ., , ·z·- ~ ,.ai-nos u n vez más n va lorar la semejanza e ntre los códices
huitl d e México. o rno es co- ,) 11 ;1hum; colon i;tl e~ y los mi.-üL'Cus, nsí como l ca1~\cter espc-
ri~ l me11 le conse rv'1d or d e t1 lgunos de lo~ p intores indfg.enas
lipo en lo ·ód iccs mi teros, , dd siglo ~v1.
el vi¡;ljc.;ro de la c;ola está to- A pesar de s u fi na línea de contorno .v su · deJkac.Jos de-
t¡1llcs nalttrnlisla , el pi n tea· del Ki11g homuglz también p~rc-
!J /flj,/ , lol. ól 1
1.1.' recordar las vi~jn~ con venciones. Así, parn rclcri rsc; " lo-.
!'Cm/,•.\ ..tln i1111111\ , hirnfna 2
!,., Cm/ice 1\ ;,t·t11i1lm1 , lamim.11' 3 \' -t
. ., •n1 icios prestado. a los pañoles por cier tas c.;u<J d rillas de
!-:- Cwlt• 1· 1l'lfc!rut111J U. •1t1('1J q , , Jol. lO r Largador"'~ y los pdncipales de sus pueblos, acud e a l l ópico

.,
238 PO TURA Y MOV!MI E O POSTURA Y MOVIM IENTO 239

' d e la lravcsía. 1 ~ Uno d sus personaj


un e.Ji crcto braceo echando la ma no adelant~, ·
varios llevan basLones y aban icos y o tros mát;
cargan bultos. Un o de lo caq~adores, por cierto,' 1 ¡
se lleva le man o al mecapa! (figura 15), e.xactn~ ..~ 1

menee de la misma fot ma en qu e lo hace el cal'•


gado1· de la comiliva del señor Cuat1'0 Viento (figu• .
ra l 6),1"' v tal como lo vemo~ en otra imágenes dct .
Ja 1radición li xlecl'-Puebla .30
f IGUrtA 17
F1cL RA 15

FmtM As of 111\ Cb 1( LA e m :KRA En los códices coloniales del valle de México se utiliza
l:i lanza 11 (figura 19, derecha). is el arco39 (figura 20)"º y ·I
Es tan 1recuente en los códice. mc:.soa mericanos el tema de Ju 111a:1.041 (fi gura 21, muy escorzado pero é1preciab]e),J1 pero
guerra que el conjLmto de acciones relacionadas con el en. lm. do~ diforencias con lo códice~ histó1 ico!> m i 1ecos qut!
cuenLro milit ar .se repite <:onst antc m e te. La escenas de atu· ·. 4·onoce1nos: se u tiliza muy poco e l lanzad ardos, quizá sólo
que implican, c;;1si siempre, la presenda de dos liguras, quo · ,.11 el Xdlorl, ::.e r; pre~en la co n mucha frecuencia la espada
representan a los ejé1·cit lS contendientes. Los atacan te suc· ·: de filo de obsidiana (o 11wc11cilmitl) (figura 19, izquiet da),
Fir.i l'A 16 lt!n Lt"ner u11 escudo, y é-.te suele coloca rse al fren te, · ,..
liger amente hacia abajo. m ientras fa ol ra mano
se levanta, como pn:~panmdo el golpe o el lan1.a- '
n-1ientu (figuras 17- 1 y 1812). E l orma ofensivu
varfa mucho. l n fo1·ma predilccla en lo · códice~ '
mi'\tecos parece ser la Janza,33 que el pintor de)
Nullall sude alternar con el lanzadc rdo · (figura 18). -
También lJeg;.an a 1 epresenlar el arco, l.I el hachaJs y
cierto mazo de piedra de una sola piez.n. ln

2" Cúdh.·i: J/t Tt'/Mlnó::Jcw, 1ni. 12. l:'1m in\I B. f l GllM 19 l71f ,\lk \ 20 F1r;1 •t<,\ 21
2" Cóclic:e Bru.1/1.ty, L-1m ina 32, l l ,
'n Pu 1 ejemp lo, Cnrlia Bur~ill . l ~tm111. 55 17 Códic:~ A:c.·m11/n11, lámm;i 10; Co</1.!,. \lt'11rlo:r1, lol ó6 r , CádiN' Xf>fn1/,
11
Cúdic.'t" Ri>dft',. himin~ 25 l.1m i na l .
~~ Códicl! N111J1Jlf, lumin<l S3. ~ Ccki1t.t: XtiloJ/, lámi m.1 7,
11
q: C()(/1c:r.> Bcxllt·y, lámin.1 1O, 11; Ct~tlic.l' &"h·11. lfüntn:J 6, 11. ' ' 1 Cócl11:t'Xü/uJ/, lómim.1 2
w Ct.Xlh:t: Bodlc\'. lúrnin;.i 10 IV. "' Ccl(/o. Tdlet itlll<J lk11u:JJ.\i:., l'ul. 25 v .
1
~ CfltitC:t' Sf lrlc•n, lámina 16 , 11 1. " DurM: //1storfo .... vol. 11 11gurn SO.
1

,,, flnd.. ltimín!l 17. 11. .. ~ Cótli<.t! /\ i.cmi1/,111 l ~m i n~ 23.

I•
240 POSTURA Y MOVIMIENTO

que en los códlces mixtecos se usa muy poco. Al igual..


en los códices mixtecos, en los nahQas coloniales lapo~,
de ataque implica la indinación del tronco hacia adel 1-:
aunque la cabeza se mantiene erguida.43 E11 muchos ..
tanto en Jos códices mixtecos como en los nahuas colo ·
les del valle de México, el acto del ataque y el de la ton;i_
cautivos son representados con una misma escena. ··
les ocasiones el agresor suele mantener su arma en af .
con la otra mano toma a su cautivo del mechón de pelo ,
guras 22 y 23);,. 11 a veces el escudo queda en el brazo Frouru 22 flGUflA 23
realiza la captura (figuras 22 y 24),45 y a veces se coloca
la misma mano que el arma (figura 25).40
Antes se mencionaron algunos ejemplos del uso delC
tereotipo del cautivo en la época colonial. Agregaría ah.
que una de las modificaciones de cierta importancia qu~·
DlÓ el estereotipo en el XVI fue e) cambjo en fa poSÍciÓ <
\
distancia de Jos personajes involucrados. Al relajarse las ·
glas del oficio, Las escena de los códices fueron perdieri
exactitud. En el tema del cautivo siempre se cons '¡

esencia: la mano que sujeta un mechón de pelo, pero eh.


dividuo capturado podía volar por los aires (figura 26),~
er an-astrado por el pjso (figura 27, hay reproducciones·' f lGIJRA 24 F lCURA 25
mayor ramaño en el capítulo anterior).'18
U no de los aspectos más interesantes de la supervi
cia de las posturas de guerra en los manuscritos colo · ..
es la adaptación del estereotipo de cautiverio para refe
a los abusos cometidos por los españoles; sin eluda este ..
cevitalizó la vieja convención y garantizó su presencia· ~
varios documentos en los cuales no se describía guerra·

u Códice Xólatl, lámina 7, figuras centrales.


44
Códice Mmall, láminfl 76, y Code.x Memloza. fol. 66 r.
45 Códice Nutta/l, lámina 76: Codt.x Me11doz.a, fol. 2 r.

<t6 Codex Me11doza. fol. 64 r.; Códice A7,CQ.litlbn, lámin~ 10.


47
Códice Osu,w, fol. 12 "·
""Códiet Aicmitla11, lám ina 16: Dunin: Rt'siona.. ., vol Il, figura 35. F IGURA 26 FJCURA 27
22 POSTU RA Y MOVIMI ENTO POSTUR1\ Y MOVIMIENTO 241

En los códice· colonialc!), e l gi-


ro puede apreciarse en algLmos
mut->rl o: dt'I Cm/ice Xó/01{, "' 1
e n la e~ceru\ <le la
de 1~ 1 Ta
rcm ípn d el c~u t ivc1io C()n el Co.voud\n e.Id Mt111u sc1ita To-
p1-oposi to e.Je d o ta l' a i<.l! var ,~ 1 ., . su bn~ todo en el Có-
escen a!. t.le un dra m u- r: dice Te!leria110 Rc11te11sis (figu -
tism o con movcJm: Difí- ·- ra 0}." 1 E l pin tor dd Códice
cíl pen~ 1 >I ra cos;i n1 ~111 - Kingsboro11gh uLi l i zó el r ecurso
d o ::;e;: mira n las tres e~ct'na s pa r í1 r cp rc!'-lc nlar a u no ele los
d el Cód ict! Ki11g..,J;oro11gh n A1fe111orial indio:-. abaLiclns por la furia del
de lo.-, mdios de Tepe1i nó;Joc, en las cualc,S ligurn el esp~ llol ~nco mcnc..l cro {Hgura 28). -.. o cnre-
nm n 1<.: nie1H.Jo ~ \,)o a u n ind io qui: :;ung1n por la nad'l y 1(.tk i n lc:ré · indk ..-ir qw: la conn:ndón mt·soalTll..: rican ~ de
poi· ta bu<.:a. mi > nll~l · olro indio (en dos UL' l a~ t r~s es<..'l'• tos muertos en com baLc Li cnc su cmTrs pond icnrc en el lc11-
nas) ~·acc {o fl ota, mus bie n ), tihn l i<lo ·'., prn In iolenl'in 1·ut1i<.' pklog1-:dic.:o egip cio. E n un bajon-clic\'c del ano 1300
( (1gu ra 28 ). ••> :1 C. q ue 1·c presc ntu a Sl't i 1 a l acan<lo un po blado d~ Can~ -
an. los m uerto:-; no t:tle n ni pe~a n uno ..,< hn.' o l n >. ..,ino qu •
¡ii1:1n :-;uspl.!ndiclo:-. en ·I ail"c (l igu ra 1 ).;-;
M o~m

Ftr ,, e< ' 21)


L. t'i ltima ·nn"~'°'·u t· n~ i ~• d<..• la gt1\;.'JTa lamhi<.' 11
co n1::iha co n un CSlt.""n: o l ino en In tradicit'111
piclog rúltca mc~m.. mc 1h;¡111 a. Tndn 111ue1111
S L' n:p rcs~ n t aba , con ·J ojo rcrrado, pcr11
JUCffH.Í:"', !'\Í 'il' ln1 t t.1 ha ue u na nl ll l' t"l L' vi len·
ta , d t:uctl'<> st! rt;tpt ~~ ·111aba ~u sp~n <li do l ' ll
d aire\' cnn l111i.• l ' pl' ·ie ti· rn od m 1l'nto con·
gdado (l i!! ura 29). 50 E~c m ovi m h.•n ro poten· ··
l:ial d · a lgu nos mu l! rC o~ da lugai ~ i1nágt•-
1w" q ue: prn c.'t·c n girar e n d ai re , como la
l a rno~a Covolxauhqu i <.Id Templo Mayot'
de M ~x i co , ~1 'mlh1· \"111/01! l;im ina 7 1.1111¡1 ~ll l')L' ti11 1 iu¡uit-1J :i.
' .! .,lmlfN ril fi••w: l.1mi11.1 1O.
~· f'ó(liu· tlt• Ti.·1-.·tl1i. 1.J11t lcil 15, l.i mi 1Ht ti, lctl :!:?. l;hni11~1 tt fo l. 27, 'Ci>dt•\ / 1•fl1•/ 1fll/I' llt'l/lf'll"r', rot l.:' 1:, \1 ' ·· \~ \'., -tñ 1
f.i1 n1na H. •1 C1ítlii··· clr l1il. 1;\, l:uninél B. 1111 27. l,ílllin.1 B
ºf r¡te'tltm: f11(',
"' t'11cll1 t /1, 11 lmlf. 1:\ 1n i n:1 1 tl. •· L 1 llll a~l' ll ~·-. 1.i 1 L 1wod 11~: 1d; 1 l'n G1lmh11d\· •fr/ .i111/ ll/tr,11111 ... p 1 "\.:;,
244 POSTURA Y MOVIMTENTO POS URA Y MOVIMlE TO

senda de lodo d ejército, d ici~ndo: .. Descansad mexicanos.


.i\lfSIÓN Y M:.A fAMI ENTO y no haya más contienda, que vosoiros habéis vencido en hue-
1 lla gucrra.~8
a1ias veces nparec:en en \1 Códice Xólo1 l personajes que i n· ~ [. ] 1 . pl-incipalcs y ~ei'lore~ de ella. la.'> nllwo., c m ;.adtL.-..
dinan ostensi blemente el cuerpo pera hacer revcrnncia (íl· } salieron n 101> mexicanos, suplicandoles COl\ mucha humildad
guras 32 ~· 33). 56 La r ... vere nci¡i en este códice e ·Lá in( ludablc· '. t:csascn de los d estrui1-, promeliéndolcs perpe tua sujeción y
mente r·elacionada con el po<le1~ ' 7 se t'ealiza frcnle a }Off ( \'a albje ... :'t''
sel'\01· , y -pecialmencc cuando ésm~ dan órdenes. En d .·
XóJotl, sin embargo, la acl i tu<.I de acatnmicnto estú represen< A j 11zgtt r por Jo que ve mo en las i mágeoes de los códí ~
lada de mancrn. atipica; es, t ' ngo Ja impr . ión , la única ob1•n n~s. t.>se "cruz.ar las mn nos'' de que habla Durán liene que
en la cu a l ~e acentúa ]a caravíl na s in inclui r u na po tura c."!• n msistir en lo que llamarnos hoy en izar los brnzos. Po Lu-
pccífica de lo brazos. En l as pictogr~lins m csoamerican::\~, 1;i 1m1versal de acé1lamien to y sumisión en los m~nuscritos
tanto en la antiguas com o en la coloniale. . el acatam íento · 111c~o<Hneri can o" En l'l Códice Nuttall hay un he1mo o epi-

!Se e.-xpresn, sí. con ciert<.'1 incl i nación d"'I cuerpo. pero sobru "~li de invest idLU a. Un personaje con tocado de ave, co
todo con un~ posición im.:onf1 md[hle de lo. brazos. lul:ado sobre el trono v la estera, ·ímbolos de poder p01· ex-
En dil"crcntcs pasajes <le una historia lle11a de batallas, u ; celencia, hab la con a utoridad a lo do ind ividuo que
cual m{\s fe roz. Du r(lu h'tc<! ref~rcncia a lamcn tnbles rencll· ... ~·1 .. n invesLidos, y que poi- el momen o aparecen ~en tados

done~ : 1·11 . _:uc:l 1lla::t, desnudos. al lado de sus vest idos e in~ ignius.
1.os dos <lesmu.lo!::. t:t 11za11 los bnizos :l) tiempo qu~ inclinan
S~llicrou l o~ sei\ore~ .. ~ ~10 ~1rmas . .\ fa:,· 1m111<l '> L'l"llWdOS, hn• l;1 t:nbez~t (figura 4).ti0 En el mbmo códice se ve ILt poslurn
cicnr.Jo ga-nucles adc::manc:-- .crcmon ia:í, M~ postrnron en pl'tl• de acatamiento n otro conlt?xlo, r~laciona­
da cori el hecho le recibir órdene, o ~caso
u na reprimenda. Ocho Vien-
., lO pan~ce dar una orden
tc1 mirnH1 1e a Do lu-
via, quien responde
(hay una vírgula en
~u boc:n) colocando

fll .1 1~.\ 31 ln!nlc a su cuerpo


-<:om lllO!>lrando-
'" C1Mrce )\o/n1I. lamina Z 11111:1 111J..·1irn, t:L'nlral. Xulocl \ .;us hij los brazos cruzados e in-
inos :-u:('n. :-1(.!n b:. Íi!:'ura-.. rcdll(.·11: 11(.ln d \'' ll.lt·au 4..'c.•111 1.tl): l:imim1 1, 1mlR
!>lllX:rior i u¡ t1icnl ~1 . hl 1ilxcirl1ill " ...u.-. hai(I::.
'' lm. 111t•rHt•s coltnlmk.os se r~fil'.' r1"n o la n ' Vl'n .•nliti ~·on111 ~ ludo do " Dur.ín- Hi'>fnrfo. , \'lil ll, c. xu, p. 1 l l. Las l.U1Si\.H:. !'\Oll 1nfas.
1~.. pc1o. Vl!.1~. llfff d ·mplo, Torqm•111ci l:t. ,\,Jmw11¡111'11 i1Uliwm. lihn> 1V, f, ' ' flnd.• \'ol. 11, e .\l.' \, p . 16~.
1
1\\ 1, m i. 11, p ó9. " Ctklu.'4! Nwtt1ll. himi n:.i 1O.
POSTURA Y MOVl f\•1íENTO POSTURA Y MOV JM 1E.NTO 247

dina ndo la cabeza con énl asis (figura


35).M L:l. escenas de instrucción o repri-
me nda ·e pre ntan a menudo en eJ Có
dice Vintlohonensis.fi 2 El peL onnje que
cucha oparece sie m p 1~e con los b1·azos
cruzados la ca bez4:l incl inada hacia el
fre nlc. En el Códice Selderz vemos el ~ dem~n de rlGl R.\ 39
ac~• Lamknlo en un contexto ri ru:l l: la princesa
Seis Mono recibe una t•od~"tdn de agua de pc.11 Lc
de cier1o ~mcerdote-em baj~drn . ei tono l11cl ina práctkl\· <'~ ni m :)s ni menob que el fiero AhuU:.w tl), y relacionados
mente Lodo el cuerpo junto con la c:abcz~ (figurn 36).ól 1.11nbién cnn ins igni a~.'-' 11 En t:I Códfr.:e Meruloc:i110. mno ·e
Los códi e coloniales hereda ron la poi:;tura de acatu· lwh1ét menciunmln anlt' ·,el tema de la inve.sti<lurct es adap-
miento_ la integraron a su repe1 torio. Asociada a lc.1 cererno· t;u.lo para crear u na escena <le r-eprimeuda. en la c ual el pa-
n ia de investidura, podcmo& verla en el Códice Ma.glfrlbecllia· tlr c.: h" b1a con severidad a l muchacho dt!snu do y encudi lla·
110 (fig ir~ 37),M e n ·u gemelo, el Ttcdela / 1>ven las inlcresa nlc~ do (fi~ura 40). 07 Si bien en ~I Memlvci110 el n1uclrncho no
escenas situadas en t;?l mnt'gen inferior den?cho del docu. llene lo:-. bra'l.v~ 't"l.17..ado , ~ino ~i111plc: 1nenre juntos, fi "nt
memo llamado Plnuo t!ll ¡mpd de 11wguey (figuras 38 y 39). :d r :ichu.
Al m enos lft.:;?S personaje~ desuudo · armrcccn en po. ición du Se o bst!rvan Jaros resabios de la antigua postrnCJ de
acata rnicnto en el Plana, clarnmcntc rdacionados con indl· :1cawmicn10 indu ·o en algunas d · la pin turas mñ e1·ca-
\']duo de allo rango r nctillld de da1· ó r<lel'1 c. (uno d ello.14 11as a la · convenciones europeas, como"ºº l~s que acnmpa·
11an las obn1s de Sahagún y Durán . En el Códice Florentino
"l' ilusn a varias veces la ceremonia de ieci 1· un huelmetlato-
lli (n discurso a nliguo), y en dos de
~as ucH~iones el qu e ~c..:uch~ l::i
r pf"imcnda e encuentra encu-
di llado con la cabc7...a aga-
chad a.b" Aunque los persona-
jt.'-" ... cuhren t:on el manto,
FIGllRA 3b F1c1 •PA 37

~1/bid .• ltimina:, 7-8. Fica '"' 40


": C<;L/rl'e Vtudf)bc111C!m 1\ l:'imin,1 U, 1, 38, ITI: 25 J ri 111•
"' Cód1u.· ' ·ltlc-t1, lamina 8. 111. ta ind inncii'm ccr~moniosa J~ Scii; Mo11(1
:-.úlo l!i. 1..umparilblc, l;fl ;o,u 0nfasii., u la que •~~tl i:1 Xluhtc1..uhlli , ~n el Bor. ,.., Plmm l ' tl l"l!'d tlt• JJtll~lfL ~ n:rroclunJo. L:tJn <lt:>hdlt.>, cu Rol>t:t 1~011.
t¡W, pnra salm!¡\r a Tlrih\1l.tcalpa11tt.>\:ulltli: C'mf1ct /Jc11x1rt l¡\ mi m1 69. \lt'.dttW 1\Jcmrr.~cri¡>1 Pm11t11rg .• , lámrna 18.
·; Crit/4.'x 1He1u/oz11. ful. ~9 ; .
1
t-J Cfldo. 'rfop,Üulx:diiww, ful 71 t.

,.; Cñclit..·t· 'firclt!hl lol 1\4 r "'C(i</1t;t' ffol'wrmo. librn VI , íul. 85 v .; libro IX fol 34 r
254 POSTURA\' MOVIMIENTO POSTVR..\ Y i\·10\/I MlENTO 255

Veamos el modo en que ~e sientan. Recue1de d lector quv. . ¡11obab]e que bay<:l u n ignificado d clrás de estas variado·
este c ódice se lec en bu~trófcdon. ti Empczan1os con I~ s~1· ·. 7
11t.·s; pareccrín, m ás bien, que el pinlo1· lnLroduc<! cambios a
ñorn Nu e\ c Jng u::l r, abajo a la derecha , qu ien liene las piel'- '· 111lt:n a los pa ra evi tar l a repc ti tón lediosn d e u n rasgo. E l
rrns cruzau a~. Ar riba de ella, Dos Pedernal rel)o a sob re un 1 ·cut . o puede haber conu·ibuiclo tambi én a una lor..:aliza-
pequl:ñO tro no. En la esquina superior d etecha, In seflol'I\ 1 ion rnás exped ita de la inlo1maci6 n.

d · Ca ·u ·e sknta ::iobr~ , ll ~ talont!.!). Conl inuamo hadn ·' "'1


In izquie1·da: Diez Ven ad o es tá se nlnd::i en un tro no forrado :1
de piel de jaguar. Debajo de e lla, la scnorn Nueve Ca::m lll,., Los sig11os dtd l<.mul puhna lli
ne fo ~ pican~s l' f'UZ~d::u, y. AnaJmcn t •, las 'ílorn Tn:s Águ ilu, 1
1
1
~n 1 ángulo infe rior i zquierdo, :-;e si lnta ~ohre SU'-' Lalorn.•:-i. l .;1 allcrn andn tarn b i~ n ocu rre e n ICJs sedes cnlendá1 icas. El 1

El pi n 10 1· ha combín<ido la. lre~ poslll ras el isponibles de (ul 11111tt.lpnlwulli. r..:um u s e ·alx, e" u n calendario de 260 días
modo que no queden juntas e.lo!'; mu.iere!:> se nLadas del m i~· ,·u.v a cu .... n La rel>t.l!La d~ \'i ncubr 20 signos con 13 n um e rales.
mo m o d o, ni en la t'Cuencia vertical n i en e l ca ·o de quci 1 º·" ~i g os e n~pi ten y lo que camhia t:.-. e l 11(1 111 t.: ro 4nc le.o.:
a parezcan en el mismo nivel cuando Se.! desciende por la co· ' ;tcom paiht, haMa tram;cmri1· 260 e.lías. Concluida csLn cu en-
lum nn izqu ierdi1 e n la lt!clu rn . Este <.'\comodo s ugiere qut' 1.1 l.'tnpic 1.élll a r~pet i rse las t.: ombi n ri c i o n c~- La combinm:íón
las postura~ ~t> :Jiler nan c.;on u11 obj~ ti vo ~!> L~t ico y que dicho Uno Laµ;ano !-.C:' repite uid,1 260 dfas, lo mi:->1110 cx;w n .· con Dos
ca mbio no m odiric,1 el :::.ign ilica un. ( 'a.i.;n , T1·e... ~,gaití.i u., llH l lO Sc rph.~ nll' .. Pl.T O , se bien d
La e~ccna m fü; laq:fa qut> yo he podjdu d e tt'ctm· en HU " íg o es e l misrno, su n:p rc~ l!n t a c ión pic:l61 kn li<.' ll<.' pcqu t!- '•
1

'1
códice ocurre tam bién en el Códice N11tJ(ll/. Es la histo1ia d~1 1w~ modtticacioncs. No me 1dicro a dt·scuidos., irnpcrfec· J
•I
una alia nza: 11 2 sc i\or , a cudieron rinlc In pre. cncia de lrnc 1 io c!S o din linu tos d ctalll's qm.• nt.-ía n l ógkam~ nl ~ en l<><.k 1

gt~nd cs conqLtisludorco; Ocho Venado v Doce Movimiento 1n p i ~ lu~chu por la m::rno h L1mun~1 ; hub lo ele cambios ddi bc- i'
para ofrecer ~u cola boi ·~ció n m ilitar. M Desde el p rimer a li\1° rmlos. c omo ponc1· o !->Upr i 111i1 u na ccj;_1, o ·arnbiar el color
do has t. el ú lti mo, l::-1 escena m idt' Lt'\:.'~ inctt·os con 45 centf· • lit: 11na parll' de b tig unL
m~ l ros. En la l i ~ta alternan d os po.sluras: 6 1 al indos reall- Por ejemplo: ~ ¡ d ~ igne> Llu via :..lp~ffcl.:t b prjmera \ 'Cl
:t.A:.t n b gc nullc~ion .\' 5 1 . e ~ic11 t a11 cun la~ pic r n ~· p legaduN um un moiln clt; l r;111j~1s bht nl·as, la i.;egumla Vt:/ apa n:•cerá con
frcnlc ni n~c ho: n um:~\ h~1.v m[ts d e i..:m:\lro ligu nts con la mis· un nuu'.>¡o t:afú y l~t lcrccrn vez vo l v~rü a ser un 1110110 de fran-
m a pos l urn d ~ nlro de la -;ccuc ncia. También se o bsc r-va unu j.1s blancas; en f 1-c d us signo:-, La~~u ·t <~ l.:nn lrc.s d ien te. pued<:'
v:.. ri:lc ion en bs ho~a~ de los p 0rson::tjl'S: 6~ n p ~1rcccn co11 h;1I cr u n o dl' cual r o En d l'jemplo d l' la figur. 55 , t o m ~d u
la b0 ·a cerrad a ,v 44 m 111::!'! lr<.1n lo:-. dientes. Con ... id e ro poco Lid CddiC< 1 Bv r¡;w . ~ I lcl·ho dd ~ 1 g no C<.tsu e~ aguuo e n unt:1
"~ lil', cha to ~n h.i ~ iguie nt c: y t ' hHl u cou un é\Ch ur;.1 do en la 1e1:.
s 7 C<>tlin N1111all, t;i in i11:1 7. rn1 h~11ni111.1 lm~ t 1 'l1l~'\l<Jll ti ·:-.c1i bc .i·iglnol· L·~ra. La !-i~rpiente se anuda en la p ri m era :-Ol.TÍc, ondula si11
mL'nlt.! d 11mdn l'l I q ul 11 >'> h11l'\ L'!i Lir.11 1. ' ..,l' 1 di~ 1 e ,, 1111.1 't'l.llvnda e.Je d !'i- :u 1ud~u~~ ~n la 'it.'gu nda . ~ n re h ·t.· i.t é.1Jllld <1 1 ·e e n l:J Lt:l'CL'f'~1.
p lu1.!111tl l' 1Uu t ) ll'l 'l urn L'JI b -:u:1I, Hl llq1.•1n1l li11al tk ci1d:1 línc:., frn11ja o Cl\·
1.~s ban da ~ del signo Movi mien to invicrt..:-11 s u posit..· ic) n . ~-i
r 11I. 'L' l)l'•>t t.'4J c .1 t.Ut.';s1 l.1 :i~u it.· 1 l h.• h 11l'..1 1.•11 L'I :o.1. ll l itlt1 j u\~l':'.O, u upc:•·1.no c.Jo
0

L'n t·l \:'h\· 1110 - t lL'n ..·d11>o i1.quit·1, lo · en qu1.: :>..: tt..·1111i11t1 b li11t·a <\1Her ior.}
A." <.. od1 ct• N1111.rJI l an u n;:i~ .)..¡ u ti .
I~
l.
I~
:1

1
PO . . .TURA Y MOVlMlE TO 251

a He podido conFirmai· la presencia de la alLernancia en


b ... sede-5 d e sig nos ca lendá.-i o~ de los códices Borgia, Fe-
¡1 ·1váry Maycr y unui. miÍ c omo en l o~ n ombre calcndftticos
dd Códice Nuffall. Había, pues. varias formas de representar
b
~· los signos del IONalpolwalli. así como habfo ar ia forma de
l'l'presentar a la mujer sentada. E n ambos ca sos, el pintor
¡mrcce ha ber estado en libertad de escoger y combinar las
lormél · del reper torio de acuerdo o n u c riterio esrétko y
estrategia parn crear una obra clara v comprensible. La
.. 11
l'
.d tc111ancia parece ser péu-le de e. a e. l rategia.

F1GtJk i\ 55 Vesrigio~

;Oué sobrevivía de e e ant iguo pdncipío de altenrnncia en


la época colonial? El pinl()r del Códice Borbó11ico conSCt'Ya
los ' ccre tos del o ficio, y lo mnn ifiestn introduciendo la va ria-
º
n c)n e n los sjgnos del 1011alpohualli.9 Ou-os pin tores utilizan
h va 1jación para las posturas d ·us p rsonaje , especial-
mente cuando represe nta n series.
De los cuatro pcn~gri nos que desfilan en el Códice Botu-
á 11i, cncre la [\padción de Huitzilopochtli y el sacrificio sobre
lu:-; b i zna g~s. los dos p1·íme•-os lienen las n1anos en el nudo de
~t1 bulto de carga, el tercero coloca las mano frente al ped10
v el cua r to (ll na n'lujer) coJoca las 111ano.s frente a L'l cintura
rligura 56). E n el Códice Azcatitlan los pe1·egrinos tambien
a lternan po luras;"' 1 e n este L:, o el pintor utiliza "U conoci-
miento del frente y los tres cuartos de perfil para presentar
más vari acio n es e n Ja . ecuencía. E n In sede de "viaje ro. "'>1

·•• Cddicc· EkulxS11icl), l ~m in~ 3 ~ 20


''' CdJiu~ .'4.;,<.·111i1luJJ. lim1i nu 3_
11
AJ ¡>al'l.!Cl.!1" Sé tWkn: 1\~f>t'~C/1l<ll' fl lo~ OH&'l1do r C'i ~· o :.u:-. r1i n ·i rl>1ks·
J loi. c ;.ir~dOl't'5. 4ue l 11t:.•1 011 a [11 •st::i1· -:us s~rvi dm. ~· lo., c11i:mnc11~lc1 n s, y "
lo:; p1 i ll ipillt-s tk: los p ueblo~ invulucn:u:lo.:.. El h c~ho es que :-e u-w1 ln com·
Í' 1r.1.1u 56 llOSicló11 ...~tt'l~ll fX\d::i J~ lrn w.-;ü1
POSTURA Y MO IMIE.NTO

del Códice Ki11gsbvrouglz. º' es j n teresanle apreciar que ul ·.


~premio con e] que debió elaborarse un documento de queja '
para un litigio no fue obstáculo i..m 1a que " bu:-icara una c1t•
cena co n variacione!'i: u no de los cargadcu·e: se Jl eva la mano '. LX. BRAZO DERECHO Y M O IZQUIERDA
a la frente m ientra~ el otro coloca la mano en ln.s cintas dul
mecap;¡J; do de los prtncipale llevan el abanico • el basttm
en numos separadus y otros dos llevan c:::;lus únplementoH, l·.1. Cómci.: Vf.VDOH0.\ 1c.vs1s Lienc u n nspecto mu_
típicos del viajero, en la misma mano. i111t:res nre que no · habla, a la vc-z, del talento
E l Códic~ 1eileriano sot-prende una vez m::'is por su OJ'lO• 1'Xlrnordin¡i1io de quien lo pintó v de los
t.loxia: en La escena de caminante · mencionada al principio ~ rná rgc nc de lilr-rtad creativa qui! c->.i. -
de este capíruJo e dibujn un a pe...1 1cña serie qu · const, du ' 11"11 de 1ro de lo cánones tll.! la picto-
nueve personajes véase la figuro J 4 ).•1-1 Los dos primeros brn· r1'-1íf~ 111esoamcricana. El pintor dd c.:ó-
cean Jos do que siguen guardan las mano. bajo el manl0 1
los dos que vienen ddrc\s ~\Can un bn:1zo y upuntan con l'I
di(,,'C de Viena e elocnenle ul l t Ull!:>lll llir
~l'l1 S l\c1oncs de volumen. y al ~ugcrir el apoyo de
...........-.... -- __,,,,,._..., . -
dedo hacia el !-rente, do~ mú.s esconden las manos y e] últl· ~ 11110.s ob je to. sobn~ otros (figura 1) v la ac ·ión dct.:ti- PKir%' 1
ino saca el brazo y puma con el dedo. El esquema sedtt va <le las m <1nos sobre la.') co~u~ (figura 2). La pre-
1

aa-bb-cc-bb-c. Y si con ·ide1 1mo!> únicamt:n te el foclm mo. • ocupación 1"1aluralis ta de l:'SlC pintor de las mon tañas pí.lrncc
trar mano· o csconcfcrlél ·, el e-quema sería aa-bb-aa-blrn. ' li:.1her le lle ado él cu idm, en 1a medie.la <le Jo pos1 ble, que Las
La presencia del pdncipio de variación en códices ~olonin· · 1mmo~ de ·us hg irn~ cnnc..spo11dier" n con los ~ pec l ivu
le. nos habl, tle la su n ri vencia del <.u-Le de la pktogrnl'fu brazos. En ocasiones, sin embargo, pone~ un mismo md ivi·
no sólo como un repertorio de modelos y temris, sino como duo dos manos dc1·cchi1s o dos mn no~ ii'quiercln!>, l:On10 "'' In
un oficio con sus t éc n ica~) us ~c(..:relos. l1iland •t-a el:- la !{\mi na 9 (flgun' 3). o se tn 1ta de uu en-or;
lo qui: o U1Te l!S qu~ ~l arli~l~' se re!>ig na, 1 acepta un hecho

, _ ___ _
Fu.t.~., 2 flGUNA J
11
• C1idia JI! fol. 12, híminu B.
Ti!JJC'Jfct,r.101.', 1 Ctidktt \'i11cl11l'4mt•trs i.,, léim im.1 S: la.-. ¡x1 1;ao., Lid \l:!nt1do -.ohte la munt:t-
""' C..:otll'.\ Tcllerr111111 Rt!ml''Hh. lnl 30 r . "ª IJ:-. manoi. di:I 110111111 • t¡lll! J 111 i.: 1tr1 r.:~1 1 e).

259

a,,,,,¡ "' ZF
~1V.ZO l>F.RL:CHO \ ' ti.-L"\1'0 17.0li l ER01\ B RA:IO lll '. lt · t H ( \ 1\ ~0 IZO Ul l::.RDA .?69

a parece n HH'ius pri nci pale~ in d fgc11nn ""'i d~<lo~ tu1ndiclo:-; al pe1 fil (fig u ra 20). 11 Lu
!o\Cll I ado · complc t.ur1 •n l~ de perfil (li · silttadc>n put:c.lc 1 ncr do~ explica·
gu 1 ~1 17 ). !n E l p i ~ qw.~ a pc.u-cc c en pl'I ~ . . dune~ : I J loR prn Lut\.'-t ..,~ eu-
m e r p lu110 mue"itra lo · tkdos l 'Oll 4¡} cu enl nm fre nte n un ...l:!ru n 1do
l 'Ít'rt :1 natu r:.llidad, per o en el phi ' que es d u<., di~ti ngu i1·
el pi~
que q 11ecb·\ ali ¡\s lo d ed o · ¡Wn· dt:'t ·cho del pie izqm er<lo, pero
\ écta 11 h::H: i a ~H 1 iha det rás de li~ n o c uc nLnn t.:on clfllC ·eúe n le ~ ~n
s1l tt<'ta del pu lgrn l' l1 for ma cxt1" " li 1 1' \ 10 t 1nu.lició 11 de pinlu l'a de manuscr itos n i
ii ,1 ..:! 7 Ln mi-.: mn ocu1T~ e n la1' irná ge11t•1-e l"O ll mockln. c u t n pL'º · '>ulicit!nlemt:n lc
Ftt:t it \ 17 dd Calt!111lario de Jiwar (ligu rn 18 ), 1" en va r ias fi 1·l; 1ru-'3J 'nJUo pan:t rea li za r su p ro po~ ilo c.: 0 11 é :<ilo. El resu l-
g. um:-t de h.1p1i mcrn pa rh.! úd lib ro 1 del Flm e1111'. l;1d o ~:.; la i mpt!ncm , In i n '-..:acti l 11<.J. -:!} Lo~ pi l o res ~~lán
9
e incluso L'n t..:<>dkl•:-. de otr=ts hllnu<les como
1111, :: 1111e 111 a n<lo r Á~t li 'l< 11 un rnsgo nu c\•o : l.!I pie dbti nto. 1 0~1ra r
el C<>dil't· de l'01d111i1 /ti t1 . u, In" e.lec.los r •:-;tantc<:, d clrás cid pu lgm· es un a ma n~rn d e a fir-
F 11.11t \ I ~ l l a~ a:-.os cl rn m~hko.:-. , ·u mo d e.Id Cddi<'I' 111,1r'\e n C\ncla rst' e n u in1 l'IH O, e~ una form a ck• con q11isl.tr
l\i11J!..·bon mµ/1, l ' I"\ q u ~ Jli.:g a 1no!:t a \'l' r u 11 l· t n p einL' ,v 1·1 1 asgo. Al m i!)mo tiempo es u na 101 mn dl' hacer evidente
~ un pu lg'11 p~1-fl·t·r.i11tl'l1 l~ di buj~1do~ l' ilu m in:idc..>.s dl! qm' la <:on •1..·c:ir'ln "e h~ lh.:-\'<1du a t:abo . los dt..'.do:-. q ue a~o-
{~V~ pL'rÍil , d1..•1 1~ís dl' In:-; t.'lluk•!' s \n-gcn , c-.L'alw1ado~ l ' 111. 111 c on(frm4111 4 u ·' ~t' tw t a efr ·1 i v~1 111e ntt' d e un pu.' 11.q u Jt'I~
"'.'/f¡,~ inv~ro.i. ; im1ll·. , lo:-. u ·do;-, n:s l,tnlcs (lig.un.1 19 }. ' 1 1 ~11
.........,-
do o Ul' lll1 pi .. <krl'cho . s~ gún d t..:n~o .
\. - ~
>' o ll :.1 i m :\~\.'11 tk• e"k IH l'll1<> <.: <'>dke, el WlertlOSO FI hecho c.s que e n 11tl1<.:h 41-.. dr..· las i m ~t!!l' ll e que ~L' pi n-
/ -·~' - · pero a bn 1111 Lu..lo pin tor 1:1ron l 'll los rntHn.1st:ri1 u :.-. d ·I . . iglo \ 1 , los mi i.;;l n~ JL~li.l L't..1-
\ . ) , l ll!g;..1 a 1 ~rx'"""' 'mia.i.; V\.' ' ,m l;.1 pn.· scnci<J d~ lo~
dL"du" dd pie qu1.· t] ut..·<fo ha n 1 1o ne.lo
?:1 - ~~.. {' {'S 1 .., lín.e.. del CITIJ~Ílll' nh:c.l i an tc d p rocl!d 1n11t••1lo de <l ibnj ~tr <lkhos dedo. "en pb~
}} 1. /JJ;, . ~ ,. d pu lg~11·, lo ·ual 'illh- no" , m icn l rn:-. qw.: r..·1 p u lg~u \ d l'mpl' I nl' cstabLm d i hujudu ')
~\~,~· · 1·~" '' d l'l"ét.:1 o de cosa il · p~t (il A l:aso c nn dio t..:o nli1 ·m¡th~111 s u 1 ropó-tito tk• tl i-;Lin-
po:-.f i / <' q ul· ,tq uc.ia a Jos J!llir C<'da O\.! lo-; piL·~ de la li~u 1 a hu i l1[1nt1 " tll' .. tcl'1·G 1.1-st:
LllH>

/) ·'•'
l' n '~ª m L'tliua a J ~ , 11 acli ·iú11 nn:idl'uta l .reo qui..' po dt..•mn-.
,•i p1ipa r-:.tr '--'~~ hin L·~1 p i(· <.'11 la t 'l•pr~sl.'ntaci ón dL' lcis <k do~ d i.!
lu"' p 1L....., correg ido~ con t:I C:n lH "i Í..¡ l'l l lt.1 rc pn..''il'n l-::1Lic'ln tk: pic:1-:.
~ (.'ri1/it e 1/r• / ftlt.-/11/1 41 [,1111 i11.1 (l
11;•!'> g.1,u1dl''- c..kl c 11:d lmhbm o~ ~ n d ap._wwdo ded i cado ~' las
:·. l 1tl ' ti\.'\,. , .,~ l ll UI .1011111;.1, l l JIJ t ! l ' :-.,1 /1111.1 1ld L'r 1d il l.' L'll / 1" r 1~/iC'l'.~ dt•
propnrdo m:~ . E.n a m bos ca sos n o~ · n co11l r; 11 n o~ la ' lll L' Cl llll
\lhu 11 p .l"i.
e l 11 i.i .1111pli:i•·irn1Jl• 1111 d1 ·1.1ll 1· l"ll ,.[ u1 .d .1p; 11,·ú ,·l 1.1 ...~1> ,_.. _ ,;, e n Rt>·
li..•t IM >ll º '1C\'l•·1111 \Ju1111.,.,.¡,,, l '11rrt lu11:, .. • 1i~t11•1 ~ ~ ' lh1tl. l"I 27, l111n l11:i B ;\Jt°ih.""'L' c1m· en &.' I pk i1~1rnu Jo d d 1'k.·1 ~111.q1.·
'·• (111/1, e / /1 m 11/ t1 H 1 hlm 1 ' ' . l1 ll. 1ti t , fe11 ..Jf) 1 ' ' JOh: lll.l 11..' ll ll..'' '-'IH .11 l. 1 l' l:111t.1
•'' L" ' ·"·' n •din ·, ./, l /, º1i111 p •J'J. ,,. n: p 1t1dtcl L' 1111~1 . 11 11 1 il 1 ,11 11'>0 del Cri ' R ,11 o:-.""" lo' t! ' ;d '<:1do:-. d1.: I••' lihrw- de..· l.i t'.• p1111.u 1.·11 lo' 1. 11.1k:-. 11i.... ll''"'
1 fi 1 1• .le· l r11tl11111lm 1 ,•11 In ti" '' ]Ult.'t l• o h"'-'" "Hl"4.., h ' ll.t"' ' dd ¡i t~'. ' la-. 111:111<1' l 11·1w11 ,·I 1:1111:11 111 \' l'I 1.kwlh· i.11 li1.:l 1..· nk.;; pm·.1 ;tpl\'\.· i ,11 1. ltu t1
1 ('. irffrc.· .¡,. '/, Jri·1lw 1:11w lu l, 1 1 l.111 11 m 1 H.
11 1vnh l.1... d 1l1'11 ·111.. ia-.

.....................................
__.. ,~
270 BRAZO DERECHO Y MANO IZQUIERDA BRAZO DERECHO Y MANO IZQUIERDA 27 1

fenómeno de hipercorrecci6n¡ nos E l egundo caso interesante, qu e sólo quiero citar, es el


mos frente a la exageración o realización en e.le la aparición del rasgo que venimos examinando en la
tica de un rasgo, nuevo para quien lo usa, pinlura mural del siglo XVI. En los muros de Ja magnífica
se identifica como propio de la cultura o: pskomaquia chichjmeca de ltzmjquilpan, algunos perso-
tilo del grupo dominan te. najes exhiben la hipercon·ección del pie: una muestra in-
No quisiera dejar de referinne a dos teresante de que los pintores de muros se enfrentaban a
sos interesantes relacionados con la hipe problemas similares a los que tenían los pintores de manus-
rTección de lo dedos de los pie . El ptim critos. Los propios pintores de la bóveda del sotocoro de
d e ellos ocurre en el Códice Telleriano Rem Tecamachalco parecen tener tan poca familiaridad con la
su. El pintor conservador~ a quien he rcpre entación de los dedos de los pies como afán ponen en
visto desafiar a su época dibujando pies~ mostrarlos (figura 22).36
diferenciados y manos incompatibles ·
Í'JCUEIA 21
los brazos pinta en la antepenúltima pág ..
1 1

del manuscdto,34 a un fraiJe con un rosario ·' E L GUERRERO Z.UR.DO Y LA ESPALDA


gura 21) y hace tres cosas insólitas: primero, dibuja un ba
co en perspeétivn; segundo, dibuja al fraile con el rostro El caso del guen·ero zurdo tiene relevancia porque el Lema
frente y el cuerpo en tres cuarto de p erfil; tercero, distingu de la guerra es muy común en la plctografía mesoamerica-
por p1imera vez en el manuscrito, el pie derecho del pie na. Plantearé brevemente los términos de este caso. E l es Le-
quierdo. El pie derecho se n1uestra en e] primer plano, b~ reotipo de ataque que se utilizó en el lenguaje pictográfico
tante a la antigua con los dedos cur-
1 mesoamericano consiste en un guerrero que coloca el escu-
vándose hacia abajo en ángulo recto. elo al frente m ientras prepara con la otra mano el go]pe o el
El pie izquierdo está dibujado de lanzamiento. situando u arma arriba y atrás de la cabeza
perfil: el empeine y el pulgar quedan (recuérdese que las figuras avanzan de perfil). Si este gue-
unidos con una gruesa línea negra y 1-·· . rn:ro del estereotipo avani:a sobre la lámina de izquierda a
el resto de los dedos asoma detrás <lerecha 1 no hay problema, pero si avanza de derecha a iz-
del pie, proyectándose hacia aniba. ctu ierda plantea una disyuntiva: se le ha de representar de
Tal parece que al fi nal de su obra, y c..:spalda.s o tendrá que ser zurdo. En la tradición mesoame-
segura1nente al fina] de su vida, 3S el Licana se optó por que fuera zurdo y se evitó siempre Ja re-
artista decidió hacer una concesión a pre entación de la espalda. Ello se debió, eguramente, al
los nuevos tiempos.
gar WJ año antes de que oct1rriera unn epidemta <ie paperas. La epidemia de
FrcURA 22 pape)"é}S fue registrada por escrito por el fraile que ven!~ glosando el tlocu-
mcnlo, pero el pin to1· ·a no alcanzó a documc:nté\tfa gráficamente como lo
habia hecho con otras ma11andadcs. Supongo que murió de paperas
3
~ Codex ülltría110 Rummsl.s, Col . 46 r. 3° Creo que es1e rasgo t!SJ)edalmcntc clarn e n la escena de San Juan
35
El último acontecimiento que pintó el maeslro del TeUcrfrmo tuvo l devorando el hbr<>.
272 BRAZO OE!RECHO Y MANO lZOUl.ERDA BRAZO DERECHO Y MANO IZQUfERDA 27

4uc utilizan Ja e pada india o macudlwitl como los que lle·


vn n lanza¡l'J incluso a los españoles los hace pelear con Ja
man o izquierda (figura 25) ..io El guen·ero zu rdo aparece
1:1anbién en la Tira de Tepechpan (figura 26):11 El p intor del
Meodocino sólo se ve en la necesidad de representar a ind.i·
\lic.luo que emprenden un at:aquc de derecha a izquierda eu
dos ocasiones ,4;! la primera vez, cuando dibuja a un maestro
del lelpochcalli apaleando a un joven por "amancebado", la
!-.cgunda, uando d ibuja a ltrl e nviado de cierto cacique cla-
vando la la nza a un mcrcade1·. En las dos escenas sus ata·
FtClJRA 24
i:•rn te .. on zurdos.
Los den-1ás p intores de manuscritos del siglo xv1-quien
propósito de no prescindir de la información adicional qua ~ 1rn.\s quien menos- ven a los zurdos com o un problenrn. La
podía proveerse con el vesnrnrio, adornos e insignias que 8d , \'crosimilitud les preocupa, y en esa toma de conciencia.
colocaban sobre d tor o de las figu ras. : ~obre la inadecuación entre los viejos eslereo lipos de Ja pie· ,,
En todos los códices de Ja tradición Mixtcca-Puebla en logra f!fa y las nuev~is e~peccativas de stt arte, está el det n.a-
que apaicccn atacante que avan7..an de derec ha a izquierda tlor e.Je un cambio. Una solución posible eru colocm· el escu-
estos atacantes son zurdos (figura 23).J7 En la lámina 50 del:- do e n la mano que quedaba a trás, la izquic1·da 1 poner el
Cód;cf!. Vindobouensis, por ejemplo . ~pa rece un gue1rero en .: .inna en la mano que estaba delanrc, la derecha, co n~ er-
acción (figura 24). E l guener-o toma su lanza canlina ame•
nazanle con el escudo al frente; dado quo'.
avanza de derecha a i:r4uierda, el brat.,· 1
1
1

zo que ln1pulsa hacia a trás con 111 1


lanza es el izquierdo. El guerWr.. '1
;1
ro es zurdo ..~ 11 ¿Q ué ocurrió con 1

los zurdru; en la época colonfal'1


Fie 1 a la n, d ición, el pin· '
tor de la segunda sección his•
tórica deJ Tellerit11w pinta nu··
mcrosos guerreros :1.urdos (todos
los que avanzan de dere•
F1G1•R>. 25 clm a izquíerda), tanto Loa
'" Codf!.\' Tdlerumo l<m11m~i.,, íolh. 291: 1 J 1 1:, 34 1:, 36 v•• "'l\.·l':tc rn..
JI~ /bid., lül. 46 t .
n Códice 1111011, lán1im1 S. JI lin1 clr Tc·¡><:drpar1. lóm inu. 4
\11 Códice Vi11dubo11r:nsis. lámina 50, IJ.IU.
4l Cml1•x Mt•11t/o:a. f ol · 63 1; v 66 r
i
l.

304 LOS PBRSO AJES HABLAN LOS PERSONAJES HAHLAN 305

ra 30). Se trata de un documento vi nes independientes, sino de


lado con un litigio sobre propieda un ademán complejo con el
centro aparece el plano de las ; cuaJ se hace la presentación
piedade sujetas a c:Usputa. en los m de la ofrenda. Así lo sugiere
nes se representa a los litigantes y a una escena casi idéntica a la
na autoridades. Todos Jos liti anterior que puede verse en
hacen ademanes. vatios tienen Ja m e1 Códice Sel.den (figura 32).S7
abierta, y uno de ellos, el que a En la versión del Selden e)
solitario, en eJ margen derecho, col sacerdote también avanza
a mbas manos con la palmas exten hacia el templo con e] sahumador en una mano
hacia el frente mientras voltea pero la mano del saludo deja caer copal sobre el
atrás, en otro giro de 180 grados.ss sahumador. El mismo ademán de " aludo", con Ja ofrenda de
copal que parece caer de la mano
FtClIR>. 30
abierta. puede representarse sin
Ofrenda necesidad de que la otra mano
ca1~gue el incensario. Asf lo hace
En realidad deberíamos habJar de varios ademanes de o el pintor del Se/den cuando evoca
da o de un conjunto de ademanes relacionados con la o · · al sacerdote Nueve Casa en una
da. Uno de ellos es prácticamente idéntico al saludo, aun ceremonia propiciatoria previa a
n o siempre implica estirar el brazo; otro consiste en pres la guerra (figu-
tar la palma de la mano abierta hacia arriba; otro ra 33); 511 tam-
má seria la co1nbinaci6n de los dos anteriores, y bién e1 pintor del Vindobonen-
quizá podría hablarse de diferen- is utiliza el ademán de la m ano
tes modalidades de este tercero. !> abierta (aunque inclinada) cuando repre-
En cierta escena del Bodley ve- senta al sacerdote con ofrenda de copal.59
mos a un personaje de nombre Cin- Muchas veces la ofrenda se presen-
co Lagarto acercarse al templo con ta con las dos manos extendidas: una mano,
un sahumador en la mano izquier- con la palma h acia arriba. sostient! Ja ofren-
da y realizar el ademán de saludo da, otra mano. con la palma hacia el frente (en
con la mano derecha (figura 31). 56 saludo), Ja pt"'eSenta (.figura 34).60 Pero puede
o pa1·ece lratarse de dos adema-
u Códice Seldrm , l:\rn lna 14, IIT. FteuRA 34
•3 Jbid., lámina 11. rn
.r.
55
Se reproduce el Frag11um m Humlloldt en Robertson: Me.xlcun Man 59 Códü..'e Vi1ulahonensis, lámln, 52. T.
scripl Paimil1g ... , figlITTl 68. ', CcJtlict! Feitn1,Jry Mayer, lamina:. 25 (figuro 34) y 26; Códice Laud, I~·
tll

~ 6 Cédlc.e Bodley, lámina 8, Il. . mmn 29; Códice Nu11a//, Já minc 18 y 19


306 LOS PERSONAJES RABIAN LOS PERSONAJES HABLAN 307

omitirse la mano de presentación, y en Adenia.tMS coloniales


tal caso permanece sólo la palma mi-
rando hacia aniba que sostiene la He hablado ya en varias ocasione
ofrenda (figura 35).61 de la influencia que tuvieron los mo-
Un último ademán de ofrenda se- delos eut'opeos, sobre todo los gra-
rla el que consiste en ab1ir ligeramente bados, en la cransformación de la
los brazos. con las palmas de an1bas manos postura y los ademanes de la figura
hacia el frente, una con los dedos hacia arri· humana en la pictografía del siglo
ba y otra con los dedos hacia abajo, en forma de xv1. ~1 que ahora sólo quisiera re-
abanico (figura 36). 6l Éste parece er el único ademán cordar ese hecho y referirme a algu-
FIGVltA 39
de ofrenda que pasó a los manuscritos colonia- nos casos que no se mencionaron antes. Un ade-
les. Lo podemos ver en los tonalámatl de los mán de origen europeo que se utilizó mucho fue el de juntar
códices Borbónico (figw·a 37) y Telk~·iano las palmas de las manos para orar. Es sumamente frecuente
Rernensis. en el Códice Florentino. don·
En e] siglo XVI aparecetian oll·as con- de suele adjudicarse a 6gu·
venciones p ictóricas para representar la ras arrodillad.as (figura 39).65
ofrenda. Como la que consiste en colocar a 1amblén vernos este ademán
lres personajes en lila: uno esperando, otro flexio- en rnanuscritos más cerca-
nando las piernas y el que va al frente ya de nos a la tradjción
rodillas e indinado, con las manos extendidas indígena, como
para entregar su presente. Asf evocó uno de el Códice Mexicanus, M y el
FlCUAA 40
los pintores de Sahagún las ofrendas que lo an - Azcatillan (figura 40).67 Las
tiguos hacían a YacatecuhtH (figura 38); 63 e] tno- frnas y elegantes manos manieristas de este úl-
delo. por supuesto. debió ser una Epifanía.64 timo sólo p ueden proceder de alguna estampa re-
ligiosa, probablemente de la Virgen. Incluso en la
Tira. de la peregrinación asoma el ademán cristia-
no de oración (figura 4 1): aparentemente no de
Jos teomamaqtle (o cargadores del bulto divino)
representados entre Ja escena de la aparición de

FrGtJRA 41
61
/bid., lámina 38.
6
62 Códice Bodley, lámina 7, Dl. ~ ~ Códice F/01-entirt0, libro 1. fols. 20 r. y 32 v.; libro ll l, fol. 4 t:; libro VI,
63 Códice FloremJno. lfbro I, fol. 26 r. :.. íols. & r. y 33 r.
" Véase Lambién huellas de este modelo en Códice. Floremina, libro· 6" Cotlex Mexic:.am1s. lámina 86.
6

fo). 62 v. ( 07
Códice /cy:aJilian, lámina 12.
308 LOS PERSONAJES HABLAN LOS PE RSONAJES HABLA 1 309

Huitzilopochtli y la d l sacrificio · 1rnn vaiias mujeres del Códice Flo1'etttino, re1acjonadas jus-
·~ .
bre las hiznagas, el que caminu lamente con el nacimiento de una nueva criatura (figu-
tercer lugar, tiene las manos en· rn 44). 7º El ademán de levantai las inar1os en Jnajestad,
postura crisfiao~ de oración. 1ipico d el Pantocrátor, lo lleva en el Florentino un esclavo
Primo hermano del gesto . lJUe va a ser sacrificado. 71 Y es también un esclavo quien
juntar las palmas e · oLro adC!Jn licne las manos cruzadas frente a la cintura, como el Ecce
n1u común en el arte crisUn ., Hnmo de Ja hi toria que cuentan lo' evangelio .71
con istente en trenzar los dedo11 ~ En1re las com posiciones que resultan de la aplicación
apret~r las manos; en una actilU tle los ademanes europeo a la pintura de manuscritos, pro-
F 1GLIU\ 42
que solemos lee orno suplicante ducen un efecto cudoso las escenas de familia. En el Floren-
E ·te ademán aparece tambjén en. 11110 hay varias de ellas. Con el fin de ilustrar e] lema de la
Códice FlorenJi110 (figura 42). 61! El ademán i:~cl .. vilud . a u n pintor e le ocmTió representar a un marri-
bendición. propio deJ conlexto litúrgico crllf monio con sus dos hiios (figura 45).n Uno de los n iños se
tiano, podemos vedo, como era de e~ perarN · esconde detrás de la madre 1 ot ro de lo njño e aca1iciado
1
en la ngura del obispo en e t Códice Me; en la cabeza por el padre.
~~li....A.il : xiconus (figura 43) . 6~ La candidez de la escena
~~ ~ H. y más ademanes crL tinnos qu '· familiar e, i no ha e ol-
'·~} · enca~1mn en pe•: naje comunes ~e VUt vida r que se trata de es-
~~.~ 1lf'.; i· nos manuscnLos. L~ brazos ub1erlott cl vo.. , como lo indica e l
1' t· mosLr'1 ndo la · pe: lma de las manOH, pe!\ado collar de madera
- ·- ' ,J:r"~l en adoración perp]cja, a la manera .' que llevan los cuatro.
de la Virgen frente al n iño, lo Olrn escena familiar que
verno · en el Florentino e
la de los padn~ que lle-
; '

F tGllltJ\ 45

7 Cñdicc FlorcJllillo . librn IV, lol. 57 r·; libro X, fol. JS 1. ( 1gurn 44), v
otro~
' 1 lbitl. , libro V. fol. 103 r.
'~
Jbrd. Esrn r~pr<-..semoc-ión <le las víctima.\ ~acl'ificial~s prel'1i-.panicas a
1rm de cornposicionl'1:i clerh'l)(ltts el., b pa!ilon rlf! C ri~to Sl' relm:1ona con
problemn Jdeológico a pa sio nante que no~ 1t:do abo.-dru ah01-a flc!t'O qut!
11 11
prc'5<ml'\ré c-n otro tn1bnjo pró,..1mamcmc: lé\ busqucda de un cntcndimicn-
"~ CódiLt: Hmentmo , libro l. fol 32 v. IO, enti-~ írnil~ e in<lio . . '\ohrt! el concepto de !-acrific lo.
"' C~ll!.\
1
.Hr.du11111s. lúmi n:t 7 . ¡~ lbirl .. libm VIL. íul. 16 1"
310 LOS PERSONAJES HABLAN LO PERSONAJES HABLAN JI1

FIG<iRA 47

mano en la cintura (figura 47), 77 no encontrainos yabas-


van a sus hijos al templo. La lnadre los lleva del bra. ' tante lejos de la antigua tradición de la pictografía y tam-
padre les da un ligero empujón en el hombro.74 Hay bién de las maneras culturales de) 1nw1do en el cual la pic-
composición con estos mismos elementos en la obra de,, lograffa se desenvolvía.
rán: un grupo de señores se acerca a Tízoc para obsequÍ
enanos y jorobados. Uno de los nobles acaricia en la ca
a su enano, otro toma con delicadeza de la espalda a s
robado y un terce1'0 empuja suavemente hacia adelan
un cautivo sin deformidad apreciab1e. 75 A pesar de qu ·
remiten directamente a ningún tema c1istiano, es muy -
bable que estas escenas de familia, en las cuales los pa l

acarician y acompañan a los niños, deriven de ~stam


con episodio como la presen tación de Ja Virgen al tem
o la presentación de Jesús a los doctores.
En fin, cuando vemos a los nobles pintado por los ·
cu i1os de Durán, mover tentralmente los brazos hacia a "
mientras echan el pecho adelante (figura 46), 76 y a los .
toanis de los tlacuilos de Tovar posar para el retrato con
'"!bid., lib1·0 U , foL 104 v.
7S Dur'.in: Hlstorlo .. ., vol. TI, figura 26.
7" /bid., vol Il. figuras 6 y 7 (1 6 corresponde con nue tra figura 46). 1 11 Marru.scripl Tovar, lámina 5 y otras.
Xl. LA EXPRESIÓN, LA TRJSTEZA Y EL GOZO

SAet:.MOs que Jos pintores de códices trabajaban con rostro


muy esquemáticos, con una gran economía de lfneas. Hacían
caras básicamente iguales; no elaboraban la fisonomía para
individualizar los rostros y casi nunca se valían de rasgos
faciales para dar expresión a sus personajes. EJ pictograma
"cara'' no era un portador relevante de emociones (figura 2). 1
Sin embargo, vale la pena examinar algunas características
del rostro pictográfico, posibles excepciones a la regJa gene-
ral y ciertos ademanes ligados con la expresión.

Et. ROSTRO PICTOGRÁFICO

Veamos primero algunos elementos diferencia-


dores de los rostros apreciables etl los códices.
La vejez solía indk arse con dos recursos: uno
de ellos consistía en dibujar una o dos lineas
firmes cruz.ando la mejilla, para marcar las
arrugas, y el otro consistía en dibujar un díen-
te que sale por la comisura del labio, con lo cual se aludía a
la pérdida de piezas ocasionada por la edad (figLU·a 1).2Cuan-
do vemos el diente prominente o Jas arrugas,
o ambas co a ·, sabemos que el personaje
en cuestión es un anciano.
Por lo que se refiere al ojo, la mayoría de
las veces se utiliza el mismo dise.fio, con una
lfnea recta en la parte superior (a vece ligcra-
1 Códice Ft1~rwfry Mayer. lámina 8. FtCiURA 2
z Jbid., Jtllnina 7, y Códice Vú1doboneusi.s, lámínas 49 y 52.

31 3
314 LA EXPRESIÓ , LA TRISTEZA Y EL GOZO LA EXPRESIÓ . LA TRISTEZA Y E.L GOZO 3 15

mente ondulada), una curva en la paxte i n.ferio~~ ~~


cas abiertas cuando se trata de fi.
una prolongación o rasgadura en la part _' guras descarnadas (figw'a 7),ª pero
del ojo que se dirige hacia la sien, y un c1 a todos lo demás personajes los
cu)o pequei\o -el iris- adhetido a la representa con la boca cerrada y
nea superior (figura 2). Sin embargo, ha los labios juntos, del mismo modo
algunas ocasiones en que el ojo se dibu que se hace en el Bodl,ey y en el Sel-
más bien redondo y con eJ círculo pequeño den.. En los códices Nuttall y Fejérvá1y
tuado en el centro. Esto ocurre con frecuencl Mayer, Jas bocas se abren y se cierran
cuando se representa a los niños (figura 3)3 y 1 para adop ta1- cuatro modalidades
ciertos personajes ennlascarados.4 distintas: boca cerrada sin dientes,
fJoURA 3 La apertura de la boca, a diferencia de 1 cerrada con dientes, abierta sin dientes
rasgos antes mencionados, no parece asod y abierta con diente . Inútilmente he buscado
~ con un lipa específico de personaje. una relación entre la apertura de la boca y la
· -J. ~ ,~~~ pintores deben de haber Lenido bastan actividad del personaje: parece tratar e de
h libertad en esrn renglón: los artistas > un rasgo administrado libremente por el
, ]os códices Bodley y Selden (figura 4 . p1ntor para darle variedad y belleza a su
se valen exclusivamente de bo obra. En la erie de J J 2 aliado del Códice
• cerradas, salvo por una o dos e Nuuall, 9 hay 68 ind ividuos con la boca ce-
... -.:~ cepciones. El pintor del Borg rrada que no muestran los dientes y 44 que
_ . lambién representa a los perso sí los muestran, unos con la boca cerrada y
f1ouRA 4 jes con las bocas ce1Tadas, pero l' otros con la boca ligeramente abierta. Es-
coloca una fila de dientes, con10 si~ tas opciones se alternan de manera que
boca se cerrara con el contacto~ nunca hay más de nueve individuos segujdos F IOULU 7

tre los dienLes de la mandíbula s con la misma boca.


perior y el labio inferior (figura S), En n1uy pocas ocasiones parece utilizarse el tra- IJ
El artista deJ Vindobonensis . zo de la boca como recurso de expresión auxiliar·>.:::
buja el diente único en los labios. , del signíficado. En eJ Códice La.ud se re- ·
1o ancianos (figura 6) 7 y dibuja b presenta a dos hombres en el momento
en que reciben eJ impacto de una Hecha
FtOORA 5 (figuras 8 y 9): sus brazos aparecen tensos~ uno
de eHos saca la lengua y el otro abre la boca con
3 Códice Nu1tall, lámina 44 .
4 /bid., ldroinn 65; Códice Borgra, lámina 59. F1cuu 8
~ Códice Selden. lámina l 5. Il.
il /bid., lámina 15.
6 Códice Borgia, lámina SS.
1 Códice Vmdobononsis, lám ina 33.
' Códice. Nntla/J, lá minas 54 a 68.
328 LA EX PRES1ÓN, LA TRISTEZA Y E.L GOZO lA EXPR SJÓN. LA TRISTEZA Y El. GOZO 329

lágrimas de otra manera. Precisam ente se Otra modalidad de ese n uevo estereotipo para re-
trata de algunos de lo pintores que trabaja- presentar las lágrimas, con gotas m.á s
ron para Sahagún. Com o declamas en el ca- pequefta , e apHcó a dos personajes
pítulo referente a los modelos, algunos de de la escena de la fiesta de Atamal-
estos artistas se alejaron de los estereotipos cualiztli en el Códice Matritense del
mesoamericanos de sangre y lágrimas y pre- .Real Palacw (figuta 37),57 y en algu-
firieron nuevas formas, caracterizada por la nas pinturas murales, como las del
representación de grandes gotas de cauda magnífico claustro de Atotoniko el Gran-
larga. Si en un primer momento pudiera pa- de. El pintor del Azcatitlan utiliza una
recer que los pintores han abandonado el gli- tercera fórmula para representar las lágri-
fo para explorar directamente la forma en que mas: ésta sí expelimental y sui generis: dibuja unas diminu-
los líquidos escurr'en en la realidad, la observación ta rayitas que caen como lluvia de los ojos de Jos guerreros
de algunos grabado europeos de la época permitirá comv capturados (figura 38). 5ª
pr ender que lo que han hecho ha sido sustituir un estereou-~
po por otro. En efecto, las lág1imas de Jas mujeres que Doi El pesar
ran ante el regar.o de los 111agistrados, en el Códice lv!.atrilen~
de la AcademJa de la Historia (figura 34), 55 guardan una fuert'¿ El antiguo ademán de pesar conió con menos uerte que el
semejanza con la sangre que vierten lo soldados en las im' gl ilo de las Lágrimas. No son muchas las veces que vemos a
genes de batallas de algunos libros de la época, como los im · un personaje que e lleva la mano a la frente para expresar su
presos zaragozanos q ue se muestran (figuras 35 y 36). 56 congoja en Ja época colonial En realidad, casi todos los ejem-
plos se concen tran en una obra, el C&lzce Xólotl: Jos toltecas y
F 1c;VRA 35 algunos de los otros ser1ores y sef\oras q ue lloran por las atro~
cidades de la guerra colocan su mano a la altura de
Ja frente y el ojo. Cuando esto ocurre, el tlacuilo pin-
ta dos glifos de lágrimas, uno sobre el pón1ulo
y otro proyectándose hacia fuera del ojo (figu-
ra 24). De esta manera, la mano que se coloca
sobre el rostro parece tocar el segundo glifo. 59
F tCUM 36
Además de los per ·onajes que lloran en el
! Xólot t consideraría tres imágenes más como
ss Primervs t1umw11aks: Códice Matrit«!.H.se tle la Relll A(.'(Jaemia de la H~
tona, fol 61 H • posibles mueslras de supervivencia del antiguo
s "Batalla campal ame In ciudad", 1520, en una edición de las Décc:aclal
6
11
de Tilo Livio publicada en Z.3nigol'.n; "Toma de la ciudvd de n.rbella 1 H Pdrnero memorl(l/H. : Códice Matri1e,1st del Re<1l Palncio, íol 254 1:
1 67, e n una edición ele la Clmmica de Jos mu • olios y e~clarecidos Rey~J l! Códice Ac.ca1;1/m1, lámina 10.
Carólicos, publlcadn wmbién en Zarngo7.a. Ambas tmagenes ap.'n'CCCn on. s Códice Xóloll. por ejemplo. lámina 2. zomt ln foriord~rl!chn, y l.ámina 6.
9

Garc1a Vega: El f.Tllbmlo del libro..., vol l, figura~ 5 1 y 206. · 1.01m ln fetio1 derecha.
330 l.A EXPRESIÓN, LA TR.1STJiZA V E L GOZO LA E.XfRE.SlÓN, LA TRJSTEZA Y BL GOZO 3.3 1

estereotipo. En la primera parte de la sección de ellos, al cuaJ le están colocando los grilletes, se Ueva la
tórica del Códice Telleriarto Remensis, es decir¡ l mano a la frente de la misma forma que lo hicieran los per-
parte menos tt-adicional y con línea más d . sonajes del Códice Xélotl. Tocio parece indicar que el pintor
cuidada de todo el códice, se pinta una ser· todavía recuerda el antiguo estereotipo de pesar, no obstante
de topónimos representando los lugares pq u cercan{a con los modelos europeos.6.2
los cuales pasaron los mexicas durante la us mujeres que lloran al recibir el regafio de un magis-
graci6n. Uno de los topónimos es el de Hu tra do~ escena de los Primeros memoria.Les (figura 34) en la cuaJ
huetépet1; en el dibujo aparece un viejo sen '_ hemo podido ver el uso de un a convención europea panl
do. con las piernas plegadas. dentro de u .· representar las lágrimas, también se llevan la mano a la cara.
FlCURA 39
monte (figura 39). El viejo abre la boca d~ A simple vista podría parecer que el pinto.r conserva el ade-
mesuradamente, en lo que parece un queji mán tradicional de pesar, incluso cuando ha prescindido del
do, y se lleva la mano a la frente-60 Aunque no se proporcion ' glifo de Jas lágrin1as. Sin e mbargo, e] análisis detenido de Ja
ninguna clave sobre la posible tristeza del viejo, · posLu ra revela una diferencia importante: las mujeres de los
no cabe duda de que se está usando el núsn10 Primeros rnemoriales no tienen la mano en la frente sino
ademán. Otro sitio lleva el nombre de Ixcu epaliz~ en la parte inferior de Ja mejilla; para ser exactos, descan-
tépetl. que podtia traducirse como ''El monte don- san la mandíbula en la mano. Ésa también es una postura
de tiene lugar el acto de volver el rostr o", es decir, que revela pesa1~ pero no corresponde a la u-adición meso-
el monte donde la genLe se vuelve de espaldas (fi- ame1icana sino a la europea Es
gura 40). El glifo toponímico consiste en la figura una posición que se utilizó desde
de un niño desnudo, que da la espalda al observa· la Antigüedad, que estuvo vigente
dor, sentado en lo alto de u n mon le. Se puede durante la Edad Media {figuTa
apreciar que tiene las piernas plegadas y que se 42)6l y que usaron grandes maes-
lleva u oa mano a la cara de la misma manera que tros, como Van der Veyden y Du-
e! viejo de Huehuetépetl .61 .•
1
rero.l><I Es posible que el pintor de
En el Jibro Xll del Códice P1 . los Primeros memoriales haya te-
rent ino, en una escena muy europe nido a su alcance a lgw1a imagen
debido a la composiclón al uso d
1 de San Juan, una Dolorosa o una
sombr eado, al vestuario y actitud, · Magdalena, pero también es posi-
de los personaje·, vemos cómo e .
tés manda prender a los e1nbajad· F1ovllJ\ 42

res de Moctezuma (figura 41 ). Un' ·


62
Códice Florentino, libro Xll. fol . S v.
63
FlC U 1> 4 J Crucifixión. rnarfil bi2:anlino, siglo x Stoatliche Musen, BerUn.
~1 Gombñch se re fi ere v. es1n poslcióri en úr rmagen y el o;o .. . , pp. 72-73.
oo CodeJi Telltrimto Reme11sis, fol. 26 1: Aunque no menciona Jos casos de Durero y Van der Veyden, ciLa otros
º' lbicL, fol 2-8 r. igualmcnle signilicati os y 1>r~enta vurias foLograff~.
332 LA EXPRESIÓN, LA TRJSTBZA Y EL GOZO LA EXPRESIÓN, LI\ TRlSTEZA Y EL GOZO 333

ble que estuviera familiarizado ya con esta nueva conven- ..: agua de la alegria". El glifo toponímico incluye el
ción y la reprodujera de memoria.65 • ·'
pictograma de una poz.a o alberca y la fi.
gura de un hombre que expresa la id~
d e alegría mediante el recurso de Jevantar
EL GOZO los brazos en un ademán expan ivo, hacia
arriba y hacia los lados, con las manos
"
Desafortunadamente, los ejemplos de actitudes go7.osas son ¡.' completamente abiertas, mostrando los
muy raros en los códices mesoamericanos, y la risa estt\: <ledos estirados.66
P1ClJRA44
simplemente ausen te: yo no he podido encontrarla. Los te+· Observo en el Códice Borgia las imá-
mas tratados en los códices con más frecuencia --gue~ genes de alguna djo as arquetípicamente libertinas, Xochj-
conquista, cauliverio, penitencia, sacrificio ritual- eran tan· quétzal (figura 44),67 Tlazoltéotl, Ixnexdi (Ji.gura 45).68 Las
propicios para que se representara eJ llanto como poco pro~; tres aparecen hermosas, semide!inudas, y con la misma acti-
picios para qu e se representara la alegria y el gozo. A pe~. tud que el hombre que nada en el glifo de Orízaba: exten-
de c1lo, algo hay que decir al respecto. ·v diendo sus brazos hacia arriba y hacia los lados con las ma-
Procederé. por esta vez, de atrás para delante: empeza nos abiertas. ¿A qué se debe que se utilicen los mismos
con la época colonial. En la Matricula de Tributos y en • . ademanes? Podríamos utilizar simplemente nuestra lógica '
Códice Mendocirzo, como es bien sabido, se incluyen send firmar que se representa el goce sexual, pero vaJe Ja pena
listaS de pueblos Lributarios de la n ·iple Alianza. Entre e~ dotar a nuesLra afirmación de cierto apoyo. En el vocabula-
pueblos aparece Ahuiliz.apan con el correspondiente g~i : rio de MoJina se registran los términos ahuia, "estar conten-
toponímico (figura 43). Ah to", y ahahuiani, "gozoso". En el mismo cliccionario aparece
¡ ~ J1. ~ lizapan es la loca1klad que ló_ .
lloUM 45
el lér mi no ahuilneniiliuli, donde se ha agregado la
. . /i .
~r..m "'YJ"":z¡'dtf'l • Y:l"'
espanoles, en su conquista~ .. voz nem111Z1 , que qu1e1-e decir v:ida o modo de
nética del Nuevo Mundo. pas ¡;;¡¡;~-- vida. Sin embargo, el significado que da el dic-
ron a llamar Orizaba. El signifi , cionario para esta última voz no es "vida de
do de la palabra nahua es "lugar gozo'', como cabría esperar, sino ''vida disipa~
da y disolutaº . vida Hcenciosa en el terreno
sexual. Si, efectivamente, la rafz de los ténnl-
f'tGURA 43
nos para referirse al gozo y a la vida lujuriosa
e la misma, cabe esperar que haya tan1bién
6~ Ellcn T. Baird tui notado el geslo occidentnl de 1uelancolfa en el C . una identidad en los trazos que se utilizan
Matritense. E!en T. Baird : "Thc: Anists of Sa.hngún'5 P1ime ros Mernorl
a Questfon of ldentlry". c:n Jorge KJor de Alva , H. B . Nicho)son Y Blo
para representar el gozo y la actitud de las mu-
Quiftones Keber (eds.}: Tlu:. Work a[ &mttrdino de. Sahagún, Pio11eer Bt jeres que viven en f01ma disipada, y gozosa.
nograplzer o( Si:ctemtlt· Cen1ury Aztec M~:dco. Albnny. Nueva York, Thc U 66
versily of Albnn)'. Sta le Unh·ersiL)' of Ne'\v York, 1988, p. 221 . Cncluye esta . Matrlct.ú.a de lli/Juros, lómloa 26; C0tle:c Meudoi.a, fol. 48 r.
67
flexió.n ~n su libro T/lt! Drawmgs ofSa.lu1gúu's Primuos Memoriales, Strv.ctu Códice Bor,:;a, lá.mma 20.
~8 /bid., lámina 64.
and St)'Ít!, Nom1an. Univer lty of Oklnhoma Prcss, l 993, p . 36 Y 6gura
XII. LOS CÓDICES, EL ARTE Y A lflSTORlA

ESPERO que el lector encuentre ju tificado el )argo recorrjdo


que hemos hecho para va]orar la permanencia y el cambio en
los manuscritos pintados por los indígena del valle de Méxi-
co en eJ siglo xv1. En más de un sentido, la historia de estos
manuscritos refleja las circunstancias de la cultura indígena
colonial: amenazada de extinción, tenazmente avocada a su
supervivencia, erosionada por las imposicione de un nuevo
grupo dominante y enriquecida también por una nueva tec-
nología, nuevas formas y nuevas ideas.

CAMBIO Y PERMANENCIA

Decía Melville Herskovits, en una obra clásica de la antro-


pologiaJ que "la resistencia aJ cambio se reveJa, al menos
por inferencia, en todo estudio referente al carnbio". 1 Por
obvio que esto parezca, no creo que esté de más recordarlo
reflexionar sobre ello: e] cambio histórico no puede ser
nunca otra cosa que un proceso de interacción. de acomodo
y -ocasionaln1ente-- de síntesi entre lo que permanece y
lo que cambia. El conjunto de prácticas, valores y costum-
bres que impiden la transformación radical, úbita o arbi-
traria de la cultura es aquello que los historiadores solemos
llamar tradición. En el m ism o texto de Herskovits hay algu-
nas reflexiones de interés sobre el cambio en el ane: "Las
dJrectivas señaladas por cualquier estilo tradicional -dice
Her~ kovits- obran sobre e] arti ta inclu ive cuando éste in-

1 Melville J. HerskoviIB: El /1ombrr y us obra.s, Méxlco, FCt:, 1952, p. 526.

J35
336 LOS CÓD!CES, BL ARTE Y LA HlSLOJUA LOS CÓDICES, ELAR'TE Y LA IBSTORIA 337
traduce cambios en sus formas" .2 O. cücho de otra manera:· nuscri to pintado por vatias manos, lo cual es ba tante fre-
"En arte, como en toda la cultura, los patrones estilístico . cuente. Uno de los mejore ejemplos en que puedo pensar
preexistentes son los que impiden que los cambios se proi es el del Telferiano Rem.ensis; en lo tocante a la figura hu-
duzcan al azar". 3 mana. el pintor de Ja p rimera parte de la sección histórica
Ese lfmice que la tradición impone a los can1bios afio . -que narra la. migl'ación mexica- se encuentra en una po-
continuamente en el estudio de los códices del valle d ' sición diametralmente opuesta a la del pintor de la segun-
México; se manifiesta como un fondo común de fórmulas da parte de dicha sección. Ya hemos visto, por ejcmplo1 que
trazos qu da unidad al muy heterogéneo conjunto de l Jas proporciones que dibuja el p1imero llegan a ser muy
manuscritos pintados a partir de la conquista; su existen esbeltas, mientras que las del segundo se apegan estricta-
permite identificar, en las páginas de todo los manuscri . m ente a la tradición Mixteca-Puebla. Pero incluso si obser-
piacados en el siglo X\.1 , vesHgios de un sistema d e registro; va1nos con detenimiento la obra de un mismo pintoi~ vere-
de un estilo que cenfa siglos de arraigo en Mesoaméri '. mos osci1aciones. El movimiento oscilatorio es propio de
Entre los problemas que este trabajo no ha pretendido . ese proceso en el cual lo antiguo interactúa y busca acomo-
solver se encuentra el de ordenar y clasificar los manu:?C do al lado de lo nuevo o moderno: el proceso de cambio
tos en función de su mayor o n1cnor cercanfa con }asan .
1
histórico.
guas forma y e tereotipos. Sólo nos hen1os aventurado En el iglo XVI mexicano puede apreciarse algo similar a
afirmar que no hubo una tran formación paulatina q '. lo que algunos historiadores de) arte han denominado Kunsl-
afectara simultáneamente a todas las obras: resultaría po wollerz, o "voJidón artfstica".'1 Riegl creó eJ concepto para re-
lo tanto erróneo suponer que un manuscrito temprano se ferirse a la existencia de fuerzas que instruyen u orientan la
necesariamente, más conscTVador que otro tardío. Es p producción artística, guiándola hacia determinadas metas
ble, por ejemplo, encontrar en algunos de los pintores q " estéticas en el contexto de una transición. en el proceso de
trabajaron para Sahagún hacia 1575 un estilo más con · construir un nuevo estilo. 5 Al reflmdonar sobre la propuesta
vador que el utilizado por el autor o Jos autores del Mapa - de RiegJ, Panofsky presentó una explicación bastante exac-
Santa Cru.t.. hacia 1555. También puede ocurrir que en ta sobre el vínculo entre la orientación de la voluntad hacia
manu crito de la década de 1540, como el JWapa Quinatzi determinadas metas mt( ticas y la existencia de un fen6me-
encontremos Innovaciones (como una fina lfnea de cont
" EJ creador del concep10 fue Alois Riegl. y lo ha1• ucUlzado posteifo~
no, anatomías dibujadas con bastante decaUe naturalis
mente otros autores. q ue han introducido matices a la iden original. Ta) e
rasgos menores de Ja figura humana como el huesecillo el easo de Gombrfoh, Pácht y Panofsk)•. Véase a l respecto Erwin Panof-skv:
tobillo, etc.) que no es fácíl hallar en manuscritos pinta ''Tbc ConcefL of Arti tic Volillon" (1920), republicado en CriJwaJ Jnquiry,
muchos afias después. l vol VIII, nwn. 1: otoño de 1981, pp. 17-33; Mich~el Ann HolJy; Panofsk)'
nnd thc Founda11ons of Al'I Hlstory, ftaca, Nuevo York, Cornell UniYersity
La coexistencia de varios estilos y diversos grados de P1 ~. 1984; Cario Ginzbw-g: »From Aby Warburg to E.. H Gombrkh: a
miliaridad con las f armas antiguas y con las nuevas se po Problcm of Mechod''. t'eeditado en Cario Ginzburg: CJ.u e:,, Mytlts. and tlle
de manifiesto, muy claramente. cuando observamos un Historical Method, Brllthnore, The Johns Hopkins Unl.versity Press. 1992,
pp. 17-59.
l }bid., p. 439. ~ ranofsky: "The Concept of Artistic Vol ilion "~ p. J9; Holly: Panofsky
l Jbid. , p. 440. nnd tite Fo1mdatwns ...• p . 74; Ginzburg; "Fa-oro Aby Warburg•.. ", p. 38.
338 LOS CÓDICES, EL AfUE Y LA HISTORIA LOS CÓDICES, EL ARTE Y LA HISTORIA 339

no de crisis m otivado por la coexistencia de paradigmas , co en particular, estuvieran siguiendo una misnia ten dencia
modelos de diverso origen: 1
J básica -hada la naturalización , hacia la perspectiva, hacia
el paisaje, etc.- o se orientaran siempre hacia metas estéti-
el acto de voluntad asume siempre el carácter de una decisl ·, cas comu nes. 7 El proceso de cambio, en el caso de la pintu-
Sólo podemos hablar de un deseo (o de volición) cuando · ra indígena, resulta mucho más heterogéneo y contradicto-
existe un impu l ~o unificado que haga inevitable detennin · lio que en otros casos; ello se debe, segurarne n te~ a la
resultado: pues cuando tal impulso unificado exist e no enom1e distancia que existía entre )as dos vertientes cultu-
tendencias en conflicto potencialmente vivas dentro del suj rales que entraron en contacto.
entre las cuales éste deba escoger. La afumación conscie'. PoT otra p a rte, 1m asunto crucial que se deriva de la si-
de particular es metas artísticas sólo será posible para aqu luación colonial de la Nueva España del XVJ es el del carác-
artistas o épocas en quienes al menos una tendencia laten ter compulsivo o libre de Jos crunbios que entonces tuvieron
opuesta a la necesidad anísticn original, sea despertada lugar. Creo que este problema debe ser ponderado en cada
u na experleocia cn1cial (por ejemplo. por d contacLo con·· análisis y frente a cada obra concreta. Puede afirmarse) por
AnligUedad). Cuando diferentes posibilidades arrísticas se U ~jemplo, como hemos visto en capítulos precedentes, que los
m inan una a otra en la mente del artista, y sólo entonces, 1 espafioles te1úan un juicio negativo sobre las figuras que pin-
artista está en posibilidad de discriminar. evaluar, y tomar d taban los indios; las consideraban desproporcionadas mons-
cisiones.6 truosas. De ese juicio negativo surgíó un af-án por hacer que
los indios "se perfeccionasen" y pintaran '1'uenas imágenes".
Acaso no sea descabellado equiparar, en cierta forma,t Ca be pensar que los cambios en las proporciones, aprecia-
s ituación del Renacbniento italiano con la del siglo XVI max bles en buena parte de Jos manuscritos del XVI, surgieran de
cano. En el orden de ideas propuesto por Panofsky, uno · . cierta coacción ejercida por los espafioles, sea durante los
los detonadores del nuevo estilo del Renacimiento sería. años de formación de los artistas o durante los días de ela-
contacto con La Antigüedad, entonces repdescubierla. boración de una obra concreta. Ademá , no bay d uda de
efecto de las formas clásicas en la mente de los artistas d .. que tanto Jas enseñanzas de los frailes como los ejemplos
Renacimiento, puestas contra el fondo de la tradición gó de los grabados tendían a afirmar el predominio o el presti-
ca , podría compararse con el impacto de las imágenes e gio de un arte naturalista, en buena medida opuesto a Ja
peas sobre ]as diferentes ve.11ientes del arte mesoameri~ · tradición Mixteca-Puebla, emin entemente conceptual.
pero específicamente sobre la tradición Mixteca-Puebla. Sin embargo, hay que decir que los pintores de manus-
crisis obliga a los artistas a juzgar y descartar, a tomar de' critos trabajaban con mayor libertad que los artistas que
slones, a inclinarse por esta o aquella solución an te cada p ' constntían y decoraban los conjuntos conventuales. En el
blema práctico que la obra presenta. A dfferencia de la It caso del arte litúrgico, los contenidos y los programas eran
lia del Renacimiento~ sin embargo, no puede hablarse d
7
Alude a la idea de la unidad de acliUJd o propósito en los rAn ist.as de
que los artistas indios de Nueva España, y del valle de M
u na época Carla Ginzburg, cuando discule lo conceptos de "volición artJs.-
lica" (iúmstwollen) y ''voluntad (o deseo) de forma" (Ge.s1al1tmgs-TM11fm ).
0 Panofsky: ..The Conccpt of Arlist ic Volit ion · , p. 2 1. Gi nz.burg: "From A.by Warbur g... u, p. 3 .
340 LOS CÓDICES, EL ARTE Y LA HISTORIA LOS CÓDICES, EL AR'l'B Y LA HISTORIA 34J

acordados por frailes e indios. o definidos por los prime a sus patronos: los cacique les pedían que representaran
pero en ningún caso podían actuar los artistas indígenas genealogfas, 9 mapas, Lo planos de tierras y linde1·os, 11 histo-
consultar a los frailes. La inclusión de temas y símbolos• rias;12 los espafto]es les pedían que representaran su calen-
origen indígena fue una práctica muy extendida en la d dario adivinatorio. 13 que ejemplificaran sus ritos, 14 y, tam-
ración de los conventos mexicanos del siglo xvr; pero ú , bién. que relataran su hfatoria 1 ~ y hablaran de sus tóbutos. 16
cosa es contribuir al programa konográfico de un edifici Pero aJ mismo tiempo eran in tados a pintar a la europea;
otra diferente tomar decisiones, experimentar y cons ante sus ojos se presentaban paisajes, figuras sombreadas,
propuestas propias en un conjunto pictórico. Y esto úJti ilusiones de tridin1ensionalidad.
es ]o que sí hicieron a menudo los pjntor s de manuscri Por o n-a parte, el proceso de colonizáción los había des-
La m, yor libertad con que trabajaban los pintoresl . pojado de varios mecanismos tradicionales de transmisión
códices se aprecia en el terreno de la iconografia y tambi del saber y de los oficios, y los habfa privado -debido a la
en el terreno formal; en ambos vemos las huellas de las 4 destrucción practicada- de muchos de los mejores ejem-
das que los pintores han tenido y de ]as decisiones que plos del arte antiguo. Al mismo tiempo sucedJa que los mo-
tomado:ª un pintor decidió buscar la corrección anatómi . delos de la tradici6o europea que estaban a su disposición
izquierda-derecha, otro optó por poner cejas a sus perso no eran suficientes y tenían las limitaciones inherentes a su
jcs: un pintor prefirió utilizar el estereotlpo prehispáni género: se trataba, en su mayoría, de grabados de unos cuan-
para representar la tristeza. o ro más decidió buscar en tos cenúmen·os por lado. Los pintores indio estaban jalo-
santoral 1a imagen de San Cristóbal, que juzgó compara neados por motivaciones distintas, y no se encontraban en
con la de los teomamaque o cargadores de Jos dioses del , condiciones idóneas para realizar un aprendizaje completo
cuales le habían h ablado sus mayores. ·l en ninguna de las dos vertiente ~tilístícas e iconográficas
Hay, en los códices, múltiples ejemplos q ue revelan 1 que se habían encontrado tras la conquista. 17 Era más fácil
. ~

búsqueda deliberada de soluciones en una y otra vertien : yuxtaponer trazos y formas q ue fundidos.
lo que resultó tlll verdadero desafio para los pintores ind1~ En esas circunstancias, llama poderosamente la aten-
nas del siglo xvi fue producir síntesis equjlibradab Yarmó ción la presencia de algunas obras provistas de bastante
cas. En la enoucijada de dos caminos. entre la tradición unidad, en la cuales las soluciones adoptadas en la primera
el cambio, había muchos obstáculos p ara produdr una oh· página se mantienen hasta la última; obras que denotan una
congruente. Muchos pintores indios teman que represen 0
Tlotl.in. Coi.catzin .
contenidos de carácter tradicional o antiguo para satisfac . 111 Ot1iuatl.irt.
11
{. 'PlmlD po.icú.Jf de la ciudad de Mdx1":0, Pl.a•w del Códice di! Tepellaóztoc.
a Me ha sorprendido gratamente encontrar una cojncidencin en est~ . u Xélotl, Tepechpa.n.
pecto con Stewan HO\ve. Ella dice e11 un traba~o rccien,e: ., ~creación_ . u Thlltrllmo, Borbónico .
las formas que constituyen el Códice Mc.t1doza involucra dc:c1 ~1ones de 14
Magliabechi. 1iulela, lxtlilx6c1iitl.
te de los a rtistas La decl iones tornadas por un anista en el centro 1 Thlkriano, Mendocino.
remolino cultural creado l)Ot' el colapso de las estructuras indígenas u-as_. 1• Matrlcnla, Mendocma.
invasión de los españoles ofrece una excelente op0rronidad para observ 11 Panofsky se refiere a la falta de unidad caractertstica de las obras de
la respuesta de una fuerte tradición indjgeJia a las nuevas realidades cul urte producidas en la coyuntura de dos corrientes o tradiciones di Untas
rules". Slewart Howe: ''Tbe Relationshfp ... ", p. 25. ' en "The Concept of Arilstic Volilion", p. 22.
346 LOS CÓDICES, EL ARTE. Y LA HJSTORJA LOS CÓDICES, EL ARTE Y LA HISTORlJ.\ 347

Cuando los frailes s.e quejaban de las figu- do:s n~specto al conjunto. De hecho. da la impre-
ras de los indios y t rataban de enseñarles a sión de que a cuerpos concebidos de acuerdo
hacerlas disti ntas, y más aún, cuando clasifi- con los cánones an [iguos se les han
caban las figuras en perfectas (las de ellos) e agregado nuevas ex:tr emidades.14
imperfectas (las de los indios), lo que estaban Los pintores de la primera parte de
haciendo era, obviamente, dotar de prestigio la sección histórica del Telleriano y del libro VIll
a su canon ele proporciones1 convertirlo en del Códice FloreMtino muestran más recursos
dominante. Cuando los indios pintores po- para balancear sus figuras esbeltas; no vemos
ne 1.m acento desmedido en repre entaT en estos artistas yuxtaposiciones tan bruscas '
proporciones esbeltas parecen estar r'eAli- con10 las citadas en el párrafo anterior, pero
zando un esfuerzo por aproxim.arse a las aún notamos que cuando intentan alargar sus fi.
Frouu 3
exigencias de la cultura dominante.23 guras se produce na falta de armonía: un ca~
Con frecuencia, los pintores que incurren en la hiperco- zador del folio 25 v. del Telleriano {figura 3) ostenta una cabe-
rrección de las proporciones lo hacen descuidando la armo- · za diminuta en contraste con un cuerpo esbelto, m uy gruesos
nía de la figura humana como conjunto; lo cual hace más brazos y anchas caderas. Un efecto simllar produce la esbe1-
evidente que la hipercon·e cdón se está llevando a cabo: sus rísima mujer del fo1io 43 r., libro VIII, del Códice Floreruino
figuras serian naturalmente más "bajas", pe1-o ellos las han (figura 4). ¿Será legitimo ver en ese acento puesto por algu-
prolong-~do en forma un tanto forzada. El dios patrono de la nos pintores en la esbelrez. de las proporciones de ciertas fi-
lámina 9 del Borbónico tiene unos brazos y, en · guras una actitud de adhesión o ilnitación de las formas de la
FICU!lA 2
general, una parte supertor del cuerpo com- , cultura dominante? ¿ o eran, en todo caso. los in-
F tCUR.A 4
patibles con los cánones Mixteca-Puebla, dios imitadores por obligación, seguidores de un
pero sus piernas se prolongan para crear modelo impuesto? Lo cierto es que 1nuchos indios
una figura muy alta y con n1uy poca ar- · quisjeron adoptar elementos de la cultura domjnante
monta (figura 1). Algo similar sucede en ' como parte de s u estrategia de adaptación al nuevo
cierta lámina de ]os Primeros nienwriales, orden. Así, por ejemplo, el entusiasmo con que los
cuando se evoca la fiesta de Atamalcualizlli caciques ind1os se vuelcan al Tribunal para solicitar
(figura 2): las piernas y los brazos de varios que se les conceda e] derecho a utilizar caballo,
personajes son un par de gigantescos apéndi- "hábito de espaflol'', espada y daga es un signo in-
ces, excesivamente largos y desproporciona- equívoco de que la imitación y la incorporación de
u Ya Robenson habla obsenrado el posible comen ido cultu ral y valora- ra go de la cultura dominante era parte de cier1as
livo de la obra de algunos pintores de manuscritos rnuy cercanos al estilo estrategias de adaptación. 23
europeo. AJ rde1 irse a e llos, Robcrtso.n dijo que debfan teMr un gnm acer-
camiento e interés por La cultura española. un cle 110 desinterés por los va- 14Véase Primeros memoriales: Códice Ma tritense di!/ Rita/ Palacio, fol 2541-.
Jo ru indigcnas. y necesa1iamente un alejamiento de la religión indígena, l S Abundan en el l''fimo Indios del AON, c.orrespond ientc a1 antiguo T1ibu-
de su lenguaje y de sus foi-mas. Robertson: M~xic<m Mm111script Paina11g... , nal de Indios de Ja Nueva España, Jas peticiones de nutoriz.ación pam u~ar
Pl>· 38-39. caballo y "hábito de espaflol" (sombn~ro y <4Pa) con espada y daga.
348 LOS CÓDlCF.S, E L AR'I'~ Y LJ\ l llSTORI A LOS COOJCES, EL ART Y LA HJS fORJA 349

Puede resultar interesante exam inar lo que sucede on


u na comunidad espe ífica. Tomemos el caso de Tecamait
ch alco, un sei\orío nahua a l sur de Puebla. En el lapso d .~
una décad a, más de 20 hombres de la no bleza ]ocal acu · ~

dieron al Trib una l de Indios para solicitar perm iso de veit-·


tir capa y sombrero, m on tar a caballo, y portar daga y
26
\J,. ·
pada.
Unos a.r1os anees de que esto ocurriera, los artistas de.1
Tecamachalco tra ba jaban en la decoración de su iglesia Bs· ·
peciatmente, e ocu pab an de pintar las escenas del Apoca• :'. Penlimenlo
lipsis )' del An tiguo Testamento con las que decoraron la
flGURA 5 F1c,11v. 6
bóveda del sotocoro. 27 Valiénd ose de Jos grabados de una o
dos Biblias, seguramente impre as en 1.yon, e LO artistas
pz:odujeron una obra lo suficientem ente cercana a las con"' 1
guna de las imágenes hay un penti111ento que nos permilc
vencione occidental s com o para desconce1tar a un buen mirar la d uda del artista: pintó a Isaac, cargando la leña de
historiad r del arte, contemporáneo nuestr , Manuel Tous· su acrificio, con unas piernas demasiado largas (figura S.
saint, que las consideró obra de un pi ntor flamenco. 28 Sin ·: la pintura d ~ Tecama halco; figura 6, un grabado igual o
desprenderse por completo de algunas convenciones picto• muy crcano al que se utilizó en csLa pintura). Descontenlo
gráfica y de la gama de co lore~ q ue les era familiar, los ar- con el resuhado, cubrió los p ies on más pintur-a volvió a
tistas de Tecamachalco siguieron su n1odelos con bastante ' trazarlos: ¡pero incluso en el nuevo t e zo la hgura tiene unas
esmero. En el terreno de tas proporciones del cuerpo huma· pie rnas enormes para su pequeña cabeza y su. hombros es-
no, lo vemos detenerse, dudar, y fina lmente d ibujar figuras , trechos! Lé\. sombra o ura ele Jos primeros pjes ha salido a
exageradamente corpulentas, de pierna muy largas. En al- la luz con el paso de los años.
1
Lo q ue he qucti do deci r es que, detrá · de las solicitudes
lb l11diCfJ del Ramo de bidlos del Arcltivn Gennal de lrr Nación, rocopJlado
1
pam vesti r con "hábito de espat1ol", como detrás de los fe-
por Lub CMve7 Oro:.t.co, 2 vols .. Méi..ico, Lnst1l uto lndige11isl4l Interamerl• nómenos de hipercorrección e n la pi ntura , hay una acti tud
C'a l1(), 1951. Se l g1 lnm los e.·p~dCe n tes de los cnsos en vol. r. pp. 52-54, . cultu ral proclive a incorporar algunos rasgos de la cultura
276, 29 ·300, 3 14 y 324, \OI. lr, pp. 57. 127-128, 130, 165. 192, 255, 2.58, ,
284 y 336.
dominante, como parte de una estr ategia de adaptación.
?? Me l'<'ftero, por 11pucslo. a las p lnwrns q ue suelen 1dentific."lrse con el Vale la pena ag1·egur que el asunto de las proporcio11es no
nombre de Junn Gersón. P::ln.\ la prcsen1aci6n y 1tnálisis de esta obra véa ·e el único en el cual 'manifiesta la hipercorrección. Algo
Camelo Arredom.lo, Gurrfa Lauoi1< y Rey~s Valcrio. Juan Gersdn ...; Moy~
imilar ocur re cuando alguno p1ntores hacen hincapié en
s¿n: "Tccamachalco v el pintor... '' Pre..;e1llO otro análi ·fs de fas pinturas y
cuestiono I~ outorfa de Juan Gcrsón en Pablo Bscahmte Gonz:ilbo: "Fulgor la represenlación nat1.1ralista de los dedos de los pies y 1am-
y muerte de Juan Ger ·611 o la~ osclfacionc.s de los pintores de Tecamttchal- hiéa cuando u n pi ntor alardea del uso de la· represen lacio-
co'', en El pro<.'f:so cnuuivo. Mcrnori~ tld XXVf Coloqu io lntcmaciom1I do nes de figu ras de espaldas. El que n:presema ctifáticamente
Hi~ror1a del An e, Me"Uco, uNAM, ue. 2006, pp. 325~342.
is Fue Mnnud Tau::. aln1
las espaldas, como es el caso de uno de los ttrlistas del Có-
35() LOS CÓOJCES, EL ARTE Y LA HISTOlUA LOS CÓDICES. EL ARTE Y LA HISTORIA 35J

FtGUkA 7
Frct:RA 9

dice A'l.catitlan (figura 7),2'i está dando metafóricamente la


espalda a su tradición, aunque sólo sea en ese momento y ; o gestos más enfáticos -observó Warburg- no elaboraba
en ese aspecto. material de su repertorio o de su época sino que acudía en
hu~ ca del superlativo en otra raíz; utilizaba modelos clási-
cos para aquellas figuras y composiciones a las cuales quer!a
Pathosfo1meln o fórrnula-pathos dotar de un dramatismo especial..31
1
·•
Ese uso de las fórmulas clásicas con el propósito de aña·
Consideremos otra perspectiva de análisis. que también tieL · dir a la e cenas un grado suplementario de expresividad y
ne su origen en el campo del lenguaje. Cuando nuestras~ de patho.~ -propio de Ghirlandajo pero también de otro.s
emociones son más fuertes, parece que no nos basta co~/ arti tas, como los del círculo de Ma tegna- fue denomina-
usar el superlativo para expresarlas, tendemos a buscar una do por Warburg Pathosformeln o fórmula-pathos. Entre
palabra procedente de otra raíz: no el superlativo de bonum ~ otros ejemplos usados por Warburg, puede citarse el caso de
- a partir de la raíz bon- , sino optimus o melior. 30 Es'a' la pintura de Gb irla11dajo sobre el tema de la Resurrección
dato, recogido en alguna revista de lingüística, parece habef_ (figura 8):>~ el pintor renacentista copió la figura de un sol-
ilun1inado la mente de Aby Warburg en su búsqueda de~ dado romano en lucha. procedente de la Columna de 'fraja-
puestas pru-a varios problemas del ai1e del Renacimientoc no (figura 9), 33 para representar al soldado romano que
Cuando Ghirlandajo necesitaba una expresión más intensá
) JI /bid., pp. 168-17 1, Gombrich: An mul Lllusion. p. 24; Gmzbu:rg: ''From

29Cóclke At.catillan, lámina 12. Ab_ W~u·burg ...", p . 37


17
Ernst Combnch: Aby Warb111E. Una biografftJ lnfelecwal,
Ul Gombrich: Aby Warbwg ... , lámina 27a.
All:mia Editorial, 1992, p. 168. H JbuL, laminn 27b.
386 CÓDICES MENCIONADOS EN EL TEXTO CÓDICES MEN"ClO ADOS F.N EL TEXTO 387

Plano en papel de maguey, plano pardal de la ciudad de Tira de la peregrinación, Códice Boturi.ni. Pertenece a la co-
México. Sala de Testimonio Pictogr'c:tficos de la Biblioteca lección de Testimonios Pictográficos de In BibJioteca Nacio-
Nacional de Antropología e Historia. PJ no pictogi·áfico de nal de Antropología e Historia. Se trata de un códice colo-
una sección de la isla de México, pintado a 1o largo del si- nial, del valle de MéxicoJ muy probablemente de la zona de
glo xv1. El trazo general del mapa podría ser de la primera Xochimilco. El uso del papel de ama te, el fonnato de tira y
mitad del siglo; tiene figuras cuyo estilo se acerca al de su preservación de convenciones pictográficas Jo aproximan
obras de los años cuarenta. Las últimas figuras parecen ha- al repertorio preh ispánico, pero la falta de color y Ja influen-
berse agregado hacia 1560 . Contra Jo que su nombre indi- cia europea en algunas formas jndica uo aprenclizaje colo-
ca, eJ plano está pintado en papel de amate. Mide 238 x nial. Su autor estaba familiarizado con las rápidas pictogra-
168 cm . fías que se usaban en los procesos jundicos en Nueva
España. El manuscrito relata la migración mexica y los pri-
Primeros memoriales. Se trata de un conjunto de 88 folios re· meros años de este pueblo en el valle de México. La tira
unidos por fray Bemardino de Sahagún con el contenido de mide 20 x 550 cm.
las indagaciones etnográficas que condujo desde Tepeapul-
co en el valle de México . entre 1559 y 1562. Es ta colección
J Tira de Tepech¡1an , Biblioteca Nacional, París. Es un manus-
más antigua que se consenra de materiales relacionados con crito de la locaUdad de Tepechpan, al norte del valle de Méxi·
la elaboración de la Historia general o Códice Florentirw. co. Se concluyó en 1596. Relata las historias de Tepechpan
Cincuenta y cuatro folios quedaron cosidos al volumen que y Méxi,co de manera simultánea e incluye varios sucesos de
se conoce como Códice 1W.atritense del Real Palacio y los la historia colonial. La 1ira mide 21 cm de a)to y tiene una
otros 34 forman pane del Códice Matritense de la Real Aca- longitud total de 625 cm.
demia de la Historia. Los Pri.1neros me1noriales incluyen nu-
merosos textos en lengua náhuat1 y alrededor de 500 dibu- Tana/dmatl de Aabin, Fondo de Testimonios Pictográficos
jos o pinturas que reflejan, simultáneamente, la conservación de la Biblioteca Nacional de Anffopología e Hist01ia de la
de formas y recursos antiguos y el impacto de los grabados de ciudad de México. La Biblio1eca Nacional de Francia lo re-
los n1uchos 1ibros europeos que los ayudantes de Sahagún clama como parte de su colección. Es muy probable que se
manejaban. lrale de un documento prehispánico pero algunos investi-
gadores han expresado reservas. Su iconografía y su estHo
Rollo Se/den, Biblioteca .Bodleiana. Oxford. Manuscrito mix- lo vinculan a los valles centrales de México, y podría ser
teco procedente del Oeste de Oaxaca. De contenido mito- tlaxcalteca o mexica. Como su nombre lo indica1 el Tonalá-
lógico e histórico. Es un documento en el que se percibe matl de Aubin es un códice calendá1ico. Está elaborado en
cierto desgaste de] oficio antiguo; la lfoea pierde firn1eza, papel de amate, dobJado como biombo, y sus láminas miden
por ejemplo. Pero la in.fluencia europea no es muy inten- 24 x 27 cm.
sa, por haber ido fabricado en un área de aculturación mu-
cho más tenue que el valle de México. Tira en papel de amate
de 38 x 350 cn1.
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409
ÍNDICE

Sumario , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . S
Introducción ..... . . . . .... . ... . . . .. . .. ... , . . . . . 9

l. El cód;c~. la memoria y el lenguaje pictogró.'fico . . . 15


El lenguaje pictográfico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Antecedentes de los códices del Posclásico. . . . . . 27

Il. La tradición Mixleca-Puebla y los códices , , . . . . . 35


Los códices en la tTadición Mixteca-Puebla . . . . . 42
Unidad estilfstic.a e iconográfica de los códices
Mixteca-Puebla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

ID. Los antiguos códices del valle de México . . . . . . . . 61


Los códices Borbónico y Boturini; y la Matricula
,¿ 1 de tributes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
El método de Donald Robertson . . . . . . . . . . . . . . 64
La tradición Mixteca-Puebla en Tenochtitlan .. . . 66
,.
Huellas de la tradición Mixteca-PuebJa en los
códices coloniales del valle de México . . . . . . 71
La cuestión del naturalismo nahua . . . . . . . . . . . . 87
Un códice mex..ica pintado a fines del siglo xv. . . . 94
Un resquicio para el naturaüsmo . . . . . . . . . . . . . 97
11
Nota final: el probl ema de los códices casi
prehispánicos'' . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99

·f' •
'
rv. Los españoles y los libros de los indios . .. ' . ' . ' . . 103
Destrucción y ocultamiento de los códices .. .. , . J 03
Aceptación de la pictografía como recurso práctico J 11
Los fraj]es y Jos códices . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J 18
411
412 fNDICE 1.NDICE 413

V. Las nuewts imágenes y el aprendiz.aie de /.os oficios 125 La conversación y los ademanes en et siglo XVl 286
La exhibición de imágenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125 Algunos ademanes de la antigua tradición . ... . , 292
La habilidad artística de los indio . . . . . . . . . . . . 132
La enseftanza formal de los oficios . . . . . . . . . . . . 135 XI. La ex.presión, Ja tristeza y el gozo . . . . . . . . . . . . . . 313
Los códices y la enseñanza de artes y oficios en el El rostro pictográfico .. . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 313
siglo XVI: "* manera de conclusión . . . . . . . . . . 146 La tristeza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 19
El gozo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 332
VI. Los madel.o~ y el grabado europe.o en los códices
del siglo XVI • . ••• . •••••••••••. . •••••• ••. ••• 153 XII. Los códices, el arte y la historia . .. . .... . . . ..... 335
Origen de los modeJos usados en los códices . . . . 153 Cambio y permanencia . .... .. . ... . . . .... ... 335
Modelos europeos en los códices del siglo XV1 • • • 158 Propósjtos y búsquedas ......... . . . . . . . . . ... 342
El grabado en obras cercanas a Ja tradición Los ríos profundos .... .............. . . . . . .. 357
indígena. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163 Agonía de un lenguaje .. . . . ... . ... . . . . ...... . 368
El grabado en obras de transición . . . . . . . . . . . . . 170
El grabado en las ilustraciones de Sahagún Códices mencionados en el te.xto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 71
y Durán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179 R1rf'e rencias bfbliogrdficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 389

·''.
Siglas .... . . . .. . . ... . .. .. . . ... ..... . . . .. . ... . . 409
VIl. Dos tradiciones frente al cuerpo . . . . . . . . . . . . . . . 2O1
la .figura humana en la pktografía prehispánica 20 J
La transformación de la figura humana . . . . . . . . 21 l

VITI. Postura. y movimiento ... ........ . . .. . ... . . . . 227


Formas de estar .. , ... ... . . . . . , . . . . . .... ... . 227
Formas de andar . . . .... .. ... . . .. . . . . . .... . . 232
Formas de hacer la guerra .............. .... . 238
Morir .... .... .. . ............ . .... ....... . 242
. . . y acatamiento
S unusJOn . .. ... . .. . ... . .. . . .. . . 244
Genuflexión y salto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248
. '6 n y a1 tcrnanc1a
\¡' ariac1 . ........ .. .... ....... . 252

IX. Brazo d~recho y mano izquierda . . . . . . . . . . . . . . . 259


Izquierda. derecha, anatomía y pictografia. . . . . . 260
El guerrero zurdo y la espakla ....... . ... . .. . . 271

X. Los personajes hablan . .... ..... . . . ... .. .. . .. 281


Dosrazonarnientos .... .. ... . ... . . . . .. ..... . 284

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