Unidad
4
Lectura 1
El zorro y la pantera
Jean Muzi
E l zorro estaba de cacería en el bosque cuando se encontró cara a
cara con la pantera.
—¿Qué haces en mi territorio? —preguntó ella.
predios: tierras,
campos.
—Muy simple —respondió el zorro—. Vine aquí para darte el gusto
de que me devores.
La pantera encontró graciosa la respuesta y manifestó:
—¡Tienes buen humor y voy a darte la oportunidad de escapar!
Estarás fuera de peligro solo si puedes decirme dos verdades.
—Nada más sencillo —respondió el zorro—. He aquí la primera: Tú
no tienes mucha hambre hoy, de lo contrario ya me habrías comido.
—¡Exactamente! —respondió ella.
—Ahora, he aquí la segunda verdad: Nadie creerá que me encontré
contigo y que no me comiste.
—Eso también es exacto —manifestó la pantera—. ¡Vete, pues, y
que no te vuelva a sorprender en mis predios!
Muzi, J. (1999). En Diecisiete fábulas del zorro.
Bogotá: Norma.
Lenguaje y Comunicación 3º básico 155
¿Qué aprendí?
1. ¿Dónde se encontraron el zorro y la pantera?
2. ¿Cuál de los dos animales estaba en desventaja frente al otro?, ¿por qué?
Identifica dos razones y completa a partir de lo que dice el texto y de tu conocimiento.
El animal en desventaja era , porque
3. ¿Qué hizo el animal que estaba en desventaja para escapar del peligro?
Reconoce tres acciones y completa el esquema.
Primero Después Finalmente
4. ¿Por qué podemos decir que El zorro y la pantera es una fábula? Escribe dos razones.
5. Completa el esquema para organizar las ideas del texto.
Título:
Autor:
Personajes Conflicto Solución Moraleja
156 Unidad 4 • La experiencia me enseña
Unidad
4
6. ¿Qué opinas de la actitud de la pantera en el relato?
7. Comenta con tu compañero o compañera: ¿qué otra verdad podría haber dicho el zorro?
Lectura 2
El zorro culpeo
cánido: de
Es el segundo cánido vivo más grande de Sudamérica. Mide la familia del
de 80 a 120 centímetros de largo, incluida la cola, y pesa perro y del
hasta 12 kilos. lobo.
Su pelaje es gris en el dorso, rojizo en las patas traseras y dorso: espalda.
amarillento en el resto. Tiene una gruesa cola de punta negra. arbustivas:
de arbustos o
Se alimenta por igual de frutas, roedores, liebres, lagartijas, plantas.
aves, huevos e incluso corderos recién nacidos. Por esto ñirre: arbusto
último, ha sido perseguido por los ganaderos, y se ha vuelto que crece en la
muy poco frecuente en algunas zonas. Patagonia.
Familia: Canidae
Distribución: En todo Chile, desde el nivel
del mar hasta los 4500 metros de altitud.
Hábitat: Vive en cualquier lugar donde
pueda hacer sus madrigueras, matorrales,
márgenes de arroyos y comunidades
arbustivas bajas y densas, principalmente
Zorro culpeo en la
de ñirre. cordillera de los Andes.
GoChile (s.f.). Recuperado de https://www.gochile.cl/es/flora-fauna/zorro-culpeo.htm
8. Relee el artículo y subraya la información importante de cada párrafo.
Lenguaje y Comunicación 3º básico 157
¿Qué aprendí?
9. Completa la ficha con la información del texto.
El zorro culpeo
Medida: Peso:
Pelaje:
Alimentación:
Hábitat:
10. Relee el fragmento y responde las preguntas.
(El zorro) se ha vuelto muy poco frecuente en algunas zonas.
a. ¿El zorro aparece o no aparece en esas zonas?
b. Expresa la misma idea agregando un prefijo a la palabra subrayada.
11. Completa el párrafo agregando los conectores y signos de puntuación
necesarios para que las ideas se entiendan.
El zorro culpeo no es muy querido por los ganaderos, se roba
los huevos de las gallinas y se come a los corderos recién nacidos Además, come
roedores liebres lagartijas y aves
12. Amplía tus aprendizajes y relaciona con otras asignaturas. Ciencias
En un grupo de cuatro personas, desarrollen las siguientes actividades. Naturales
a. Escojan un animal, una planta u otro elemento de la naturaleza
que puedan observar.
158 Unidad 4 • La experiencia me enseña
Unidad
4
b. Después de un periodo de observación, anoten las preguntas que les surgen
sobre las características y el comportamiento del elemento elegido.
c. Escojan una o dos preguntas y busquen información en la biblioteca para responderlas.
d. En grupo, presenten su trabajo al curso: señalen qué elemento escogieron y por qué;
cuenten qué observaron y qué preguntas se hicieron; dónde buscaron información y
qué información nueva obtuvieron.
e. La exposición debe cumplir con los siguientes requisitos:
Cada integrante del grupo expone una parte.
La información resulta comprensible para la audiencia.
Los expositores hablan con un volumen adecuado.
Los movimientos y gestos apoyan lo que se dice.
Así termino
Te dejamos una fábula para terminar esta unidad.
El escarabajo y la hormiga
Esopo
L legado el verano, una hormiga que rondaba por los campos
recogía granos de trigo y cebada, guardándolos para
alimentarse durante el invierno. La vio un escarabajo y se
asombró de verla tan laboriosa en la época en que todos
los animales, descuidando sus trabajos, se abandonan a la
buena vida. Nada respondió la hormiga por el momento:
pero más tarde, llegando el invierno, cuando la lluvia se dejó
caer, el escarabajo, hambriento, fue a pedirle a la hormiga un poco
de comida. Entonces le dijo la hormiga:
—Mira, escarabajo: si hubieras trabajado en la época en que yo lo
hacía y tú te burlabas de mí, ahora no te faltaría alimento.
Moraleja: las personas que no se preocupan del futuro en los tiempos
de abundancia, caen en la mayor pobreza cuando estos tiempos cambian.
Esopo (2014). En Las cien mejores fábulas de Esopo. Madrid: Verbum.
Lenguaje y Comunicación 3º básico 159
Lectura personal
Te presentamos un cuento de un destacado autor latinoamericano.
Horacio Quiroga fue un escritor uruguayo, nacido en 1878. Vivió
en distintos países y finalmente se instaló en Misiones, al norte de
Argentina, en una zona de clima tropical y entorno selvático.
Por ello, gran parte de sus relatos se sitúan en ambientes naturales.
Este cuento pertenece al volumen Cuentos de la selva, cuyos
protagonistas son animales.
•• ¿Qué sabes de los flamencos?
•• Si quieres, antes de leer busca información sobre estos animales.
Las medias de los flamencos
Horacio Quiroga
C ierta vez las víboras dieron un gran baile. Invitaron a las ranas y
a los sapos, a los flamencos y a los yacarés y a los pescados. Los
pescados, como no caminan, no pudieron bailar; pero siendo el baile a
la orilla del río los pescados estaban asomados a la arena, y aplaudían
con la cola.
Los yacarés, para adornarse bien, se habían puesto en el pescuezo
un collar de bananas, y fumaban cigarros paraguayos. Los sapos se
habían pegado escamas de pescado en todo el cuerpo, y caminaban
víboras:
serpientes meneándose, como si nadaran. Y cada vez que pasaban muy serios
venenosas. por la orilla del río, los pescados les gritaban haciéndoles burla.
yacarés: reptiles Las ranas se habían perfumado todo el cuerpo, y caminaban en
parecidos al dos pies. Además, cada una llevaba colgada, como un farolito, una
cocodrilo. luciérnaga que se balanceaba.
luciérnaga: Pero las que estaban hermosísimas eran las víboras. Todas, sin
insecto que excepción, estaban vestidas con traje de bailarina, del mismo color
brilla. de cada víbora. Las víboras coloradas llevaban una pollerita de
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Unidad
4
tul colorado; las verdes, una de tul verde; las amarillas, otra de tul
amarillo; y las yararás, una pollerita de tul gris pintada con rayas de yararás:
polvo de ladrillo y ceniza, porque así es el color de las yararás. culebras
Y las más espléndidas de todas eran las víboras de coral, que estaban venenosas.
vestidas con larguísimas gasas rojas, blancas y negras, y bailaban como
serpentinas. Cuando las víboras danzaban y daban vueltas apoyadas en
la punta de la cola, todos los invitados aplaudían como locos.
Solo los flamencos, que entonces tenían las patas blancas, y tienen
ahora, como antes, la nariz muy gruesa y torcida, solo los flamencos
estaban tristes, porque como tienen muy poca inteligencia no habían
sabido cómo adornarse. Envidiaban el traje de todos, y sobre todo el
de las víboras de coral. Cada vez que una víbora pasaba por delante
de ellos, coqueteando y haciendo ondular las gasas de serpentinas,
los flamencos se morían de envidia.
Un flamenco dijo entonces:
—Yo sé lo que vamos a hacer. Vamos a ponernos medias
coloradas, blancas y negras, y las víboras de coral se van a enamorar
de nosotros.
Y levantando todos juntos el vuelo, cruzaron el río y fueron a
golpear en un almacén del pueblo.
—¡Tantán! —pegaron con las patas.
—¿Quién es? —respondió el almacenero.
—Somos los flamencos. ¿Tienes medias coloradas, blancas
y negras?
—No, no hay —contestó el almacenero—. ¿Están locos? En
ninguna parte van a encontrar medias así.
Los flamencos fueron entonces a otro almacén.
Lenguaje y Comunicación 3º básico 161
Lectura personal
—¡Tantán! ¿Tienes medias coloradas, blancas y negras?
El almacenero contestó:
—¿Cómo dice? ¿Coloradas, blancas y negras? No hay medias así
en ninguna parte. Ustedes están locos. ¿Quiénes son?
—Somos los flamencos —respondieron ellos.
Y el hombre dijo:
—Entonces son con seguridad flamencos locos.
Fueron a otro almacén.
—¡Tantán! ¿Tienes medias coloradas, blancas y negras?
El almacenero gritó:
—¿De qué color? ¿Coloradas, blancas y negras? Solamente a
pájaros narigudos como ustedes se les ocurre pedir medias así.
¡Váyanse enseguida!
Y el hombre los echó con la escoba.
Los flamencos recorrieron así todos los almacenes, y de todas
partes los echaban por locos. Entonces un tatú, que había ido a tomar
agua al río, se quiso burlar de los flamencos y les dijo, haciéndoles un
gran saludo:
—¡Buenas noches, señores flamencos! Yo sé lo que ustedes
buscan. No van a encontrar medias así en ningún almacén. Tal vez
haya en Buenos Aires, pero tendrán que pedirlas por encomienda
postal. Mi cuñada, la lechuza, tiene medias así. Pídanselas, y ella les va
a dar las medias coloradas, blancas y negras.
Los flamencos le dieron las gracias, y se fueron volando a la cueva
de la lechuza. Y le dijeron:
—¡Buenas noches, lechuza! Venimos a pedirte las medias
coloradas, blancas y negras. Hoy es el gran baile de las víboras, y si
nos ponemos esas medias, las víboras de coral se van a enamorar
de nosotros.
—¡Con mucho gusto! —respondió la lechuza—. Esperen un
tatú: armadillos, segundo, y vuelvo enseguida.
mamíferos Y echando a volar, dejó solos a los flamencos; y al rato volvió con las
pequeños con medias. Pero no eran medias, sino cueros de víboras de coral, lindísimos
caparazón. cueros recién sacados a las víboras que la lechuza había cazado.
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Unidad
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—Aquí están las medias —les dijo la lechuza—. No se preocupen
de nada, sino de una sola cosa: bailen toda la noche, bailen sin parar
un momento, bailen de costado, de pico, de cabeza, como ustedes
quieran; pero no paren un momento, porque en vez de bailar van
entonces a llorar.
Pero los flamencos, como son tan tontos, no comprendían bien
qué gran peligro había para ellos en eso, y locos de alegría se pusieron
los cueros de las víboras de coral, como medias, metiendo las patas
dentro de los cueros, que eran como tubos. Y muy contentos se fueron
volando al baile.
Cuando vieron a los flamencos con sus hermosísimas medias,
todos les tuvieron envidia. Las víboras querían bailar con ellos,
únicamente, y como los flamencos no dejaban un instante de mover
las patas, las víboras no podían ver bien de qué estaban hechas
aquellas preciosas medias.
Pero poco a poco, sin embargo, las víboras comenzaron a
desconfiar. Cuando los flamencos pasaban bailando al lado de ellas se
agachaban hasta el suelo para ver bien.
Lenguaje y Comunicación 3º básico 163
Lectura personal
Las víboras de coral, sobre todo, estaban muy inquietas.
No apartaban la vista de las medias, y se agachaban también tratando
de tocar con la lengua las patas de los flamencos, porque la lengua
de las víboras es como la mano de las personas. Pero los flamencos
bailaban y bailaban sin cesar, aunque estaban cansadísimos
y ya no podían más.
Las víboras de coral, que conocieron esto, pidieron enseguida a las
ranas sus farolitos, que eran bichitos de luz, y esperaron todas juntas a
que los flamencos se cayeran de cansados.
Efectivamente, un minuto después, un flamenco, que ya no podía
más, tropezó con el cigarro de un yacaré, se tambaleó y cayó de
costado. Enseguida las víboras de coral corrieron con sus farolitos,
y alumbraron bien las patas del flamenco. Y vieron qué eran
aquellas medias, y lanzaron un silbido que se oyó desde la otra orilla
del Paraná.
—¡No son medias! —gritaron las víboras—. ¡Sabemos lo que es!
¡Nos han engañado! ¡Los flamencos han matado a nuestras hermanas
y se han puesto sus cueros como medias! ¡Las medias que tienen son
de víboras de coral!
Al oír esto, los flamencos, llenos de miedo porque estaban
descubiertos, quisieron volar; pero estaban tan cansados que no
pudieron levantar una sola pata. Entonces las víboras de coral se
lanzaron sobre ellos, y enroscándose en sus patas les deshicieron
a mordiscos las medias. Les arrancaron las medias a pedazos,
enfurecidas, y les mordían también las patas, para que murieran.
Los flamencos, locos de dolor, saltaban de un lado para otro, sin
que las víboras de coral se desenroscaran de sus patas. Hasta que al
fin, viendo que ya no quedaba un solo pedazo de media, las víboras
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Unidad
4
los dejaron libres, cansadas y arreglándose las gasas de sus trajes
de baile.
Además, las víboras de coral estaban seguras de que los flamencos
iban a morir, porque la mitad, por lo menos, de las víboras de coral
que los habían mordido eran venenosas.
Pero los flamencos no murieron. Corrieron a echarse al agua,
sintiendo un grandísimo dolor. Gritaban de dolor, y sus patas, que
eran blancas, estaban entonces coloradas por el veneno de las víboras.
Pasaron días y días y siempre sentían terrible ardor en las patas, y las
tenían siempre de color de sangre, porque estaban envenenadas.
Hace de esto muchísimo tiempo. Y ahora todavía están los
flamencos casi todo el día con sus patas coloradas metidas en el agua,
tratando de calmar el ardor que sienten en ellas.
A veces se apartan de la orilla, y dan unos pasos por tierra, para
ver cómo se hallan. Pero los dolores del veneno vuelven enseguida,
y corren a meterse en el agua. A veces el ardor que sienten es tan
grande que encogen una pata y quedan así horas enteras, porque no
pueden estirarla.
Esta es la historia de los flamencos, que antes tenían las patas
blancas y ahora las tienen coloradas. Todos los pescados saben por
qué es, y se burlan de ellos. Pero los flamencos, mientras se curan en
el agua, no pierden ocasión de vengarse, comiendo a cuanto pescadito
se acerca demasiado a burlarse de ellos.
Quiroga, H. (1968). En Cuentos de la selva. Buenos Aires: Andrés Bello.
Encuéntralo en el CRA
Cuentos pintados
Rafael Pombo, Ivar Da Coll
Después de leer el cuento Babel Libros
2008
Responde en forma individual: El escritor colombiano Rafael
Pombo fue conocido como
1. ¿Qué opinas de la actitud de los el poeta de los cuentos
flamencos en la historia? ¿Qué infantiles y de las fábulas. Este libro recoge
características describirían su algunos de sus más conocidos cuentos
actuar? y fábulas en verso, acompañados por
atractivas ilustraciones que representan las
2. ¿Qué característica física de los cualidades de los personajes.
flamencos explica esta historia?
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