Aportaciones de La Etica Situacional A U
Aportaciones de La Etica Situacional A U
Junio 2015
Índice
Introducción……………………………………………………………..1
3.1. El yo responsable………………………………………………….……………..38
1
II. El Nuevo Testamento y la Biblia………………………………….62
1.1 La problemática……………………………………………………………….….77
Conclusión……………………………………………………………..103
Bibliografía……………………………………………………….…..107
INTRODUCCIÓN
¿Cómo puede un creyente saber lo que tiene que hacer para proceder
rectamente y agradar a Dios en todo momento? ¿Cómo actuar, en las
situaciones concretas de la vida, para que, por una parte, la conciencia se
sienta realmente liberada de opresiones indebidas, y, por otra parte, eso no
degenere en un subjetivo desorden moral? Los no creyentes acusan a la moral
religiosa de estrechez y legalismo. Muchos la ven como una moral opresora y
anticuada, intransigente, enemiga de la libertad y del auténtico desarrollo
de la persona. La verdad es que quienes se quejan de esas cosas puede que
tengan buena parte de razón. Por eso se comprende la reacción extrema
que representó, en la segunda mitad del siglo XX, la llamada moral de
situación: nada de leyes, nada de normas o de principios absolutos y
universalmente válidos, etc., Era la postura diametralmente opuesta al
legalismo que abunda en todas las religiones. Una postura que llevaba
consigo el peligro casi inevitable de disolver el comportamiento ético de las
personas en la más completa anarquía. De ahí que los teólogos y moralistas
hayan tenido que afrontar, en los últimos tiempos, la delicada tarea de
liberar a la conciencia creyente de la antigua opresión alienante, pero
salvando, al mismo tiempo, los principios irrenunciables de un
comportamiento que pretenda ser auténticamente humano y coherente con
las exigencias de la fe.
1
felicidad se encuentra en Dios, pero que para realizarnos plenamente, debemos
sentirnos plenamente libres. Desgraciadamente cuando falta formación ética
bíblica aparecen las polarizaciones peligrosas: “A mí que me digan exactamente lo
que tengo que hacer” o bien, “A mí que me quiten de encima esta insoportable carga de
libertad.”
2
PARTE I
3
1. La ética cristiana frente a la ética situacional:
Cf. VIDAL, Marciano. Conceptos fundamentales de ética teológica. Madrid: Trota, 1992.
4 Como consecuencia de la ética de situación, la cual no defendemos, han surgido problemas
relacionados, por ejemplo, con la bioética, como consecuencia del postulado de Joseph Fletcher,
Cf. BOMBINO, López. El saber ético de ayer a hoy. La Habana: Félix Varela, 2005.
5 VIDAL, Marciano. Moral de actitudes. Vol. 1. 3ª ed. Madrid: Ps, 1975, p.70.
6 BUCH, Emmanuel. Ética Bíblica. Fundamentos de la moral cristiana. Tarragona: Noufront, 2010,
pp.27-50.
4
consideramos que existe una innegable negligencia en el estudio de la ética en
la teología7 protestante.8 Un creciente número de serios problemas morales,
característicos de la época moderna, exigen solución. Lo que mucha gente llama
la tarea social del cristianismo en realidad es, la tarea moral. Afirmamos que los
principios éticos vividos por Cristo9 ofrecen una verdadera solución para las
enfermedades morales de nuestra época.10 Pero para que las enseñanzas del
Maestro sean más que meras palabras piadosas, es menester que comprobemos
su validez en la vida actual.11 Y esto depende de un sincero desempeño por
nuestra parte, en nuestra tarea ética.12
incluido el Master, no encontramos en todo el programa de estudios, un área que aborde una
disciplina tan importante como es la ética. Cómo actuar en determinadas situaciones y ante
dilemas morales, no parece tener suficiente espacio en la formación del alumnado. La
comprensión de las implicaciones de una ética cristiana, podría aportarnos una orientación más
decidida y segura en el terreno movedizo de la moralidad cotidiana. Disponible en:
http://www.facultadadventista.es/estudios/grado-en-teologia/plan-de-estudios/ [Consulta:
21 junio 2014]
9 La respuesta Cristocéntrica es un hecho desde antes del antropocentrismo y lo será después.
Muchos que creyeron acabada la Biblia como respuesta, (Voltaire) y Cristo como leyenda,
(David Strauss), ven sus propuestas en el tiempo desmoronarse ante la enorme importancia que
cobra la ética del Nazareno. Cf. MOLTMANN, Jürgen. Cristo para nosotros hoy. Madrid: Trotta,
1994.
10 Existen en la sociedad secular y religiosa, comportamientos aceptados pero inmorales, y
algunos morales pero rechazados. Nunca por tanto hay amoralidad. AZPITARTE, Eduardo. El
nuevo rostro de la moralidad. Buenos Aires: San Benito, 2003, p.22.
11 Es necesario un aggiornamiento del vocabulario religioso para el hombre del tercer milenio.
VIDAL, Marciano. Cómo hablar del pecado hoy. 2 a ed. Madrid: Ppc, 1997, pp.195-211.
12 NYENHUIS, Gerald. Christian ethics. Enfoque Bíblico y teológico. Miami: Logoi, 2002.
13 MOLTMANN, Jünger. ¿Qué es teología hoy? Salamanca: Sígueme, 1992, pp.15-63.
5
necesidad de afianzar las raíces éticas del cristianismo, ha sido sentida por
importantes teólogos como D. Bonhoeffer:
A pesar de que la ética situacional recibe críticas que pueden ser justificadas
y que veremos más tarde, nos parece que cierta ética de “situación” sí tiene
correspondencias bíblicas16 y consideramos que no le corresponde ocupar el
lugar que le atribuye dicho enunciado.17 Además, no sólo los cristianos hacen
frente a los dilemas de la vida luchando contra su propia inclinación al
pecado.18 Hay quienes se sujetan a una ética responsable sin creencia alguna en
ningún supranaturalismo.19 Por eso, el postulado de Kis nos parece revisable.
junto a Ireneo de Lyon, desde Génesis hasta el Apocalipsis, unas situaciones éticas en todos los
libros de la Escritura, mediante la cual, Dios se expresa y guía a la humanidad.
17 Equiparar la E.S al utilitarismo o al hedonismo, definiéndola en base a un subjetivismo
personal, nos parece limitar la enorme importancia de su naturaleza, siendo que su fundamento
descansa sobre el amor agapeísta. Cf. FLETCHER, Joseph. Ética de la Situación. La nueva
moralidad. Filadelfia: Ariel, S.A., 1966, p.14.
18 ¿Sólo los cristianos pueden obtener una victoria ética? El patrimonio del conocimiento de
Dios, o del comportamiento moral sin él, no puede limitarse. Como fundamento de nuestro ser,
Dios ni está arriba ni abajo, sino que es, no el Dios de unos, sino el Dios de todos. “Dios no existe,
es la existencia”. Tillich, Paul. Cit. ROBINSON, J.A. Honest to God. London: Smc press, 1963, p. 56.
19 CORTINA, Adela. La Ética de la Sociedad civil. Madrid: Anaya, 1994, p.69.
6
desconfiar de la respuesta propuesta.20 Es por esto que considerando que la
Biblia, la fe, lo espiritual y lo humano, enfrentan dilemas de difícil consenso,
necesitamos un campo más amplio en el que poder iniciar nuestra investigación
para llegar a una solución aceptable.21
Comencemos sin más dilación definiendo22 las bases de los términos objeto
de estudio. Para ello lo haremos estableciendo el significado genérico de ética23
y moral24. Para ello, es necesario un aggiornamiento de los vocablos para el
hombre de hoy.25 Para comprender nuestra reflexión, debemos asumir
previamente que, aun cuando la ética no pueda en modo alguno prescindir de
la historia, del análisis lingüístico o de los resultados de las ciencias, cada una
de estas áreas tiene su propio quehacer y sólo como filosofía moral 26podemos
casos, nos impele a no ser categóricos aún con la debida reflexión. QUEIRUGA, T. Andrés.
Repensar el mal. De la ponerología a la teodicea. Madrid: Trotta, 2011, pp. 111.
22Definir conceptos que tienen una larga historia no es tarea fácil, porque a lo largo de los siglos
sus usuarios los han enriquecido con matices diferentes, y querer encerrarlos a todos tras las
rejas de una definición resulta imposible. Este es precisamente el caso de la Ética y la Moral. Su
larga vida como conceptos en el mundo occidental y la gran cantidad de áreas de la vida en que
pueden ser aplicados, hacen que sea muy difícil encerrarlos en una definición que recupere su
sentido primario, original y, a la vez, que dicha definición sea comprensible y acorde a nuestros
tiempos. Cf. GÓMEZ, Carlos. (ed.). Doce textos fundamentales de la ética del siglo XX. Madrid: Es,
2002.
23 Cf. ARANGUREN, José Luis. Ética. Madrid: Alianza, 1983. pp. 15-130. La moral pensada y la
ellas: GUTIERREZ, José María. Diccionario de Ética. Madrid: Mileto, 2002, p.174.
25 La palabra “ética” procede del griego “êthos”. En su sentido primero y más antiguo significa
“residencia”, “lugar donde uno habita”, y se aplicó en la antigüedad a los lugares donde los
animales hallaban alimento y refugio, pero también a los países de los hombres. El segundo
significado del vocablo “êthos”, y el más común desde Aristóteles, es “modo de ser” o “carácter”,
no en el sentido de “temperamento”, sino como el modo de ser y vivir que cada uno va
construyendo a lo largo de su existencia. Nacemos con una “naturaleza primera” pero con
nuestro actuar la modificamos y vamos modelando y confirmando el carácter día tras día como
una verdadera “naturaleza segunda”. Así que la ética es sencillamente aquel quehacer que
consiste en la forja del carácter. DÍAZ, Carlos: Vocabulario de formación social. Valencia:
Arzobispado de Valencia. Edim, 1995, p.160.
26 Tertuliano (160-240dC) en Apologeticum opone cristianismo y Filosofía. Su frase célebre “Cree
aun cuando lo afirmado resulte absurdo” se opone a la corriente anterior de Justino Mártir (100-165
dC), Clemente de Alejandría, Orígenes y Gregorio el taumaturgo, que sostienen la posibilidad
de que filosofía y religión lleguen a un entendimiento, siendo la filosofía obra de la divina
providencia. Cf. De ALEJANDRÍA, Clemente. Stromata. Preparado por MERINO, Marcelino.
7
hablar de ética.27 Decimos esto porque si los proyectos de vida son poco
entusiasmantes, entonces las exigencias de justicia también serán menores.28
Como dice Adela Cortina:
Fuentes patrísticas. Vol. 7. Madrid: Ciudad Nueva, 1996. Ésta discusión continúa en nuestros
días.
27 Êthos significaba costumbre, carácter. Para los romanos Mos (Moris) también tuvo el mismo
10.10 frente a códigos restrictivos fundamentalistas que apelan a lo externo y que son menos
exigentes.
29 CORTINA, Adela. Ética mínima. 6 a ed. Madrid: Tecnos, S.A., 2000, p. 38.
30 BADIOU, A. “La ética. Ensayo sobre la conciencia del mal”. El País [Madrid], 14 de abril de
Ordinariamente por teología apofatica se entiende aquella vía teológica que procede por medio de
negaciones, negándose a referir a Dios los atributos sacados del mundo sensible e inteligible, a
8
¿Qué es ética y para qué sirve? Asumiendo el hecho de que nuestro mundo resulta
incomprensible si eliminamos esa dimensión a la que llamamos moral, la tarea
de la ética es similar a la pretendida por la teología, una “fe que intenta
comprender.”33 Suprimir o reducir la moral a otros fenómenos supone mutilar la
comprensión de la realidad humana. La doble preocupación ética pregunta por
el bien positivo: “¿qué podemos hacer para ser felices?”, y “¿qué debemos hacer
para que cada hombre se encuentre en situación de lograr su felicidad?”. Desde
nuestro marco teológico nos preguntamos ¿qué respuestas ofrece la religión34
para tan encomiable tarea?35
fin de acercarse a Dios con menos prejuicios. Cf. LOSSKI, Vladimir. Teología mistica de la Iglesia
de Oriente. Barcelona: Herder, 2009.
33 Fides quaerens intellectum. Anselmo. Fue un monje benedictino, arzobispo de Canterbury
amor a Dios, en el que todas las facultades del hombre alcanzan su más alta perfección y sus
deseos son completamente satisfechos. Tomás de Aquino , influenciado por Aristóteles, dedujo
que el supremo bien es el conocimiento de Dios. La razón y la fe, aunque distintas, están en
armonía porque ambas provienen de una fuente única de verdad, que es Dios mismo. De
ANDRADE, Correa. (dir.). Diccionario teológico. Con un suplemento biográfico de los grandes teólogos
y pensadores. Miami: Patmos, 2002, pp.32-33 y 291-292.
36 En la actualidad muchos filósofos han resuelto el problema de una manera aparentemente
sencilla: la Ética se ocupa de la reflexión filosófica, mientras que la Moral viene a ser el ámbito
normativo de la vida del hombre, es decir, el terreno donde se gestan las reglas y normas de
conducta en la sociedad. Aranguren, para evitar confusiones terminológicas, crea una distinción
entre una moral vivida y una moral pensada. La moral vivida la realizamos todos los seres humanos
y tiene que ver con nuestro actuar conforme a las reglas establecidas, mientras que la moral
pensada, es la reflexión que los filósofos realizan en torno al comportamiento moral. Mientras
la moral dicta normas y criterios de actuación, la ética trata de fundamentar racionalmente
dichas normas. La Moral tiene una base social, es un conjunto de normas establecidas en el seno
de una sociedad y como tal, ejerce una influencia muy poderosa en la conducta de cada uno de
sus integrantes. En cambio la Ética surge como tal en la interioridad de una persona, como
resultado de su propia reflexión y su propia elección. la Moral es un conjunto de normas que
actúan en la conducta desde el exterior o desde el inconsciente. En cambio la Ética influye en la
conducta de una persona pero desde si misma conciencia y voluntad. En las normas morales
impera el aspecto prescriptivo, legal, obligatorio, impositivo, coercitivo y punitivo. Es decir en
las normas morales destaca la presión externa, en cambio en las normas éticas destaca la presión
del valor captado y apreciado internamente como tal. El fundamento de la norma Ética es el
valor, no el valor impuesto desde el exterior, sino el descubierto internamente en la reflexión de
un sujeto. Cf. ARANGUREN, José Luis. La ética de Ortega. En: Obras completas, Vol. 2. Madrid:
Tecnos, S.A., 1994, pp. 503-540.
9
incluye las exigencias de justicia, y en ese sentido entiende la compasión como
algo fundamental. El quehacer ético consiste en acoger el mundo moral en su
especificidad y en dar reflexivamente razón de él, con objeto de que los hombres
crezcan en responsabilidad acerca de sí mismos, y, por tanto, en libertad.37
Para aclarar en qué consiste la moral necesitamos descubrir las razones por
las cuales nos comportamos de manera moral, y analizar cuáles son las
consecuencias presentes que nos acarrea actuar de manera moral. Nos preocupa
que no nos conozcan a los cristianos por la manera de amarnos los unos a los
otros. La Ética se dedica a reflexionar filosóficamente sobre la manera en que nosotros
actuamos haciendo uso de nuestra razón, para dar orden, sentido y valor moral a toda
nuestra vida, nos ayuda a elegir, pero no nos impone rígidamente una elección.
Como orientación de vida, la ética es una ciencia no normativa, ya que no crea o
promulga normas o reglas morales, simplemente determina cuándo un
comportamiento se aleja de estas normas que garantizan el bienestar humano.
De lo anterior, podemos concluir que la ética es la reflexión filosófica de las razones
10
que conducen a una persona a comportarse de manera moral en cualquier dimensión de
su vida.39
Nosotros vamos a proponer una ética cristiana. Pero antes, dentro de éste marco
vamos a ver, en qué consiste la ética de la situación.
39 En este sentido, la ética nos ayuda a vivir, en el sentido de vivir bien. SAVATER, Fernando. El
arte del saber vivir. Madrid: Planeta, S.A., 1999, p. 33.
40 CALVINO, Juan. Institución de la religión cristiana. Vol 4. Traducida y publicada por Cipriano
11
1.2 Ética situacional
42 El uso demasiado simplista de las nociones “bueno o malo” es uno de los principales
obstáculos para el progreso de la recta intelección. CRANE, Ricardo: Psicología: conceptos
psicológicos prácticos para el obrero cristiano. Miami: Unilit, 2003, p.182.
43 DEWEY, John y James H. TUFTS. Ethics. Miami: Hhc, 1908, p. 212.
44 EAVEY, James. “Principies of Christian Ethics”. En: American Ecclesiastical Revicw. San Diego:
una forma más elaborada, aunque todavía verbalmente. Su discípulo, el rabí Meir lo reordenó y
aclaró las partes dudosas. RUSSELL, Javier. El Periodo Intertestamentario. El Paso: Cbc, 1973, p.64.
47 Necesitamos mencionar que algunos autores rechazan considerar cualquier ética situacional
como cristiana (Bennett, Adams, Ramsey, Fitch, Gardiner, Edward), mientras que otros
parecerían darle cabida (Bonhoeffer, Barth, Tillich, Bultmann, Nash).
48 Ésta ética se expresa en la postura de BRUNNER, Emil. “La base del mandamiento divino es
siempre la misma, pero su contenido varía al variar las circunstancias”. Cit. FLETCHER, Joseph. Óp.
cit., p.24.
49 No desconfía del valor protréptico, sino del hecho en el que con los principios morales,
incluso de los más elevados y revelados, no servirían para decirme sin ambigüedad qué he de
hacer en cada situación y en cada momento de la vida. TORRES, Héctor: Comunidades
transformadas con oración. Nashville: Caribe, 1999, p.20.
12
que se lleva a cabo cada acción.50 El carácter único51 de cada situación y la
singularidad de sus potencialidades demandan decisiones particulares, que
ninguna norma o ley puede anticipar.52
Conscientes del riesgo que entraña “lo situacional” como sistema ético
válido, hemos de señalar, en cambio, que esta respuesta que se propone a la
código, puesto que el valor intrínseco que contiene, se lo proporciona la misma identidad
humana, como ser moral. El encuentro de lo divino y lo humano siempre es único e
intransferible. Karl Barth (1886–1968) desafió al optimismo liberal y enfocó su atención en la
ortodoxia bíblica con miras a evitar la desesperación del escepticismo religioso. CAREY,
William: Una investigación. Sante Fe: Ci, 2001, p.18.
52 La Ley es pedagógica y no estricta. No es un reglamento sino un ideario. No acude a cada una
de las situaciones que pueden presentarse desde el pasado sino que es un camino hacia el
futuro. Cf. El Decálogo como ideario ético. BADENAS, Roberto. Más allá de la Ley. Madrid:
Safeliz, 2000, pp. 69-83.
53 RAHNER, Karl. The Christian Commitment. Londres: Sheed & Ward, Ltd., 1963, pp. 7-8. Existe
una traducción castellana, Misión y Gracia. Vol 1. San Sebastián: Dinor, 1966, p. 45.
54 La comprensión del vocablo “amor” es clave en el entendimiento tanto de la crítica como de
la aceptación o rechazo de ésta ética. No obstante, Jesús mismo resume toda la ley y los profetas
en dos mandamientos, resumidos en un campo semántico que lo incluye todo, el amor. Cf. Mt
22.34-40. Cf para definir amor agape: I Cor 13 y Rom 13
55 BULTMANN, Rudolf. Kerygma and Myth. Vol. I, Texas: H&R, 1961, p.l07.
56 NASH, Ronald. Is Jesus the Only Savior? Nueva York: Zondervan, 1967, p. 16.
13
ética normativa, que suele degenerar en el legalismo57, se equivoca, porque a
menudo ignora la intención de la ley aferrándose a la letra.58 Nosotros, en
cambio, apostaremos por la vía que se desprende del ejemplo de Jesús que
analizaremos más adelante.
La ES se apoya en que hay algunos asuntos muy discutidos, sobre los cuales
la Biblia no tiene una respuesta específica, sobre los que es necesario tomar
decisiones responsables.59 En tales decisiones, la teología se ve obligada a
buscar respuestas en la antropología como elemento vital en su búsqueda ética.
Es pertinente constatar que la antropología ha asistido a la teología, juzgando y
encasillando la moral individual y penetrando en la presunta esfera divina con
la sospechosa duda de la supuesta eficacia de la ley como referencia. Un
ejemplo es la declaración del cardenal Newman.
La Iglesia sostiene que sería mucho mejor que el sol y la luna cayeran del
firmamento, que la tierra se cuarteara y que millones y millones de hombres
que viven en ella sucumbieran de miseria en la más extremada agonía... a
que una sola alma, no digamos ya se perdiese, sino que cometiese un solo
pecado venial60
57 Tendencia a la aplicación literal de las leyes, sin considerar otras circunstancias, como en el
fariseísmo. HARRISON, Everett. (ed.). Diccionario de teología. Michigan: Desafío, 1999, p. 260.
58 Por ejemplo. “Hoy por hoy, los cristianos consideran que un adúltero es más perverso que un político
que se deje sobornar, a pesar de que este último causa probablemente un daño infinitamente superior".
RUSSEL, Bertrand. Why I Am Not a Christian. London: S&S, Inc., 1957, p. 33.
59 Hemos de señalar la postura contraria del teólogo moralista irlandés, DALY, C.B A criminal
lawyer on the sancitity of Life. Vol. 25. Cambridge: Gregorian University press, 1959, p. 366.
60 NEWMAN, J. H Certain Difficulties Felt by Anglicans and Catholic Teaching. London: Green &
de la divinidad, tales como el amor, la sabiduría y la justicia, no son nada. Y la negación del sujeto no
implica necesariamente, ni mucho menos, la negación de los atributos”. Feuerbach tenía razón cuando
pretendía traducir "teología" por "antropología". Su propósito se cifraba en restituir desde el cielo
a la tierra los atributos divinos que, según él, le habían sido arrebatados para ser atribuidos a un
Ser perfecto, a un Sujeto imaginario, ante el cual el hombre, empobrecido, caía en adoración.
Feuerbach creía que la verdadera religión consiste en reconocer la divinidad de estos atributos y
no en transferirlos a un sujeto ilegítimo (sujeto a quien su discípulo marxista Bakunín motejó de
"el espejismo de Dios"). RUSELL, Bertrand. History of Western Philosophy. Vol.1. London: Alnoah,
e pub., 2014, p.1708.
14
Pensamos que no se aprecia lo suficiente, en un análisis superficial de la ES
cristiana cuando se aborda sin la oportuna reflexión, sobre el carácter absoluto
del amor: El amor agapeísta significa entregarse a otras personas como Cristo se
entregó por nosotros.62 ¿Cómo podemos ayudar a los creyentes a asumir
normas adecuadas y bíblicas para que puedan tomar decisiones responsables
sobre los asuntos morales?63
En todos los tiempos, y en todas las culturas, los seres humanos se rigen por
unas determinadas normas de moralidad; se hacen dignos de aprobación si las
cumplen, y de desaprobación y condena si las infringen. La necesidad de
normas nos conduce a un gran desafío lanzado a la ética bíblica, por la llamada
Nueva Moralidad que fuera popularizada a mediados del siglo XX por
62 Cf. STANFORD, Orth. Estudios Bı́blicos. La unidad puede ser una realidad. México: Las Américas,
A. C., 1997.
63 Éste es uno de los objetivos de nuestro estudio. Rechazando las respuestas del relativismo y
del legalismo, veremos la situación vivida por Jesús como opción válida atemporal y
metanómica porque entendemos que Jesús vive y enseña una ES.
64 “Es su poder de penetrar en la situación concreta, de descubrir lo que reclama la realidad concreta sobre
la cual se inclina” TILLICH, Paul. Cristian morals today. Nueva York: H&R, 1963, p. 54.
65 Cf. CRUZ, Antonio. Sociología. Una desmitificación. Terrasa: Clie, 2001.
66 Eso sería una ética de la responsabilidad convencida. ROVIRA, Rogelio. Teología ética. Sobre la
teología racional según los principios del idealismo transcendental de Kant. Madrid: Encuentro,
1986, p. 245.
67 1 Co. 10:23.
68 Pero esto es una deducción arriesgada y rápida, características típicas del dogmatismo
primitivo, que sin hermenéutica adecuada y compasión ejercitada, se lanza a juzgar. Cf.
ESTRADA, Juan Antonio. Por una ética sin teología. Estudio de Habermas como filósofo de la
religión. Madrid: Trotta, 2004.
15
conocidos eclesiásticos como el Obispo J. A. T. Robinson69, Joseph Fletcher,
Harvey Cox, James Pike, y otros. Tras la publicación inicial de sus puntos de
vista, algunos de estos autores han modificado sus posturas. Pero todos tienen
en común el enfocar la moralidad basándose sobre dos convicciones: primero,
que el curso de acción apropiado para un conjunto dado de circunstancias debe
ser determinado por la situación misma y no por una norma ética
predeterminada (ni siquiera bíblica), y segundo, que el único absoluto para
cualquier situación ética es el requisito del amor.
69 Según Él, la idea de un Dios “allá arriba” (física, metafísica o metafóricamente) es anticuada,
sin sentido y errónea. Hace falta una nueva imagen de Dios y una reinterpretación radical de la
doctrina cristiana. Dios es “el Fundamento de nuestro ser mismo” y la iglesia de Dios nunca debió
convertirse en una organización para personas religiosas. ROBINSON, A.T. Op, cit., p.21.
70 De acuerdo con este enfoque, la fornicación y el adulterio no son necesariamente malos. El
bien o el mal del acto depende de si “ayuda” o “lastima” a otra persona. De manera similar, el
mentir, el robar, y muchas otras cosas que hasta ese entonces habían sido consideradas como
malas, no deben ser necesariamente evitadas. FLETCHER, J. Ética de la Situación. La nueva
moralidad. Filadelfia: Ariel, S.A., 1966, p.31.
71 La obra Situation Ethics, revisada en 1997, controvertida desde su primera publicación, sigue
siendo discutida por su tesis en la cual sostiene que algunos actos (como la mentira y el
asesinato) pueden ser moralmente correctos, dependiendo de las circunstancias.
72 Dietrich Bonhoeffer con “Ethics” (Ética), Emil Brunner con su “The Divine Imperative” (El
imperativo divino), Paul Lehmann con su “Ethics in a Christian context” (La ética en el contexto
cristiano), aportan las raíces de la postura situacional de Fletcher.
73 Profesor de ética en un seminario Episcopal en Boston publicó en 1966 un libro titulado
“Situation Ethics” (Éticas de Situación). De inmediato su postura resultó muy atractiva, sobre
todo en algunos círculos liberales. Esta teoría afirma que la ética cristiana no impone otro deber
que el deber del amor. Al enfrentar una decisión de índole moral en una situación dada, la ES
nos dice que todo lo que tenemos que hacer es preguntarnos cuál es la forma más amorosa de
actuar en ese caso en particular. Ibid., p.26.
74 Fletcher presenta seis proposiciones principales sobre el amor: 1. Solo el amor es
intrínsecamente bueno; 2. La única norma absoluta es el amor; 3. Justicia y amor son sinónimos;
4. El amor no es un mero sentimiento; 5. El fin justifica los medios; 6. El amor es situacional, no
prescriptivo. Cf. Obra en inglés. FLETCHER, Joseph. Situation Ethics: The New Morality.
Philadelphia: Westminster Press, 1966, pp. 57, 69, 87, 103, 120, 134.
16
Antinomianismo y Situacionismo. El define el legalismo como la preocupación por
la letra de la ley. Según ésta posición los principios de la ley no son meros
lineamientos o principios que esclarezcan una situación dada, sino que son
directivas que deben de seguirse en forma absoluta, con soluciones
preestablecidas que uno puede “buscar en el libro”.75
75 Fletcher distingue entre los principios que guían y las reglas que mandan. El establece los
siguientes principios que operan como lineamientos, al elaborar las aplicaciones de la ley del
amor: 1.Pragmatismo: Lo bueno y lo verdadero son determinados por lo que sirve;
2.Relativismo: El situacionista evita las palabras como “nunca”, siempre“, “perfecto”,
“absolutamente” al negar la existencia de los absolutos. Fletcher afirma que hay solamente un
punto de referencia absoluto para el “relativismo normativo”: el amor. 3. Positivismo: El
situacionista evalúa sus situaciones como ciertas, en función de si son positivas para un caso
particular. 4. Personalismo: La ética trata de las relaciones humanas. El legalista pregunta
siempre “¿Qué dice la ley?” El situacionista pregunta “¿quién es el beneficiado?”, pues se
interesa por las personas antes que por las ideas o principios abstractos. Ibid., pp.55-71.
76 Ibid., p.249.
77 En la misma idea de Fletcher, tratan de abordar la problemática pero con soluciones
insuficientes. HENNING, Stevan y DAVID Teran. (trads.). Cuando las cosas buenas le suceden a
gente mala: El cristiano y la envidia. Guadalupe, Costa Rica: CLIR, 2009.
78 Seguimos con la pregunta ¿Qué preguntarnos para descubrir lo que exige el amor en una
situación dada? ¿cómo protegernos de una visión distorsionada del amor?, Fletcher ofrece
cuatro preguntas para considerar: 1.El fin: ¿hacia qué resultado estamos apuntando? 2. Los
medios: ¿Cómo podemos garantizar ese fin? 3. El motivo: ¿Por qué este es el blanco al que
apuntamos? 4. Las consecuencias: ¿Qué es lo que predeciblemente puede pasar? FLETCEHER, J.
Op cit., pp.179-192.
17
actitud. Su argumento se centra en negar principios morales absolutos cuando
se ponen por encima de las personas. El único absoluto que se puede afirmar es
el amor. Pero ¿cómo se define este amor universal? Para Fletcher, hay que definirlo
en un sentido utilitario. Cualquier acción que produce el mayor beneficio para
la mayor cantidad de personas, es un acto de amor. En otras palabras sugiere
que el fin justifica los medios.79Así para él, un aborto sería justificable en ciertos
casos porque un bebé que no fue deseado ni planificado no debería
nacer.80¿Quién decide cuál es la definición de beneficio mayor?81 Fletcher cree
que no existen leyes absolutas que no sean la ley del amor Ágape y que todas
las leyes se establecieron con el fin de conseguir la mayor cantidad de este
amor.82 El lema que Él propone es: “Ama a Dios y haz lo que quieras,”83
Esto significa que todas las leyes son únicamente una guía para lograr este
amor, y por lo tanto se pueden ignorar si otra línea de acción se traduciría en
más amor, porque a veces “estás tan repleto de lo correcto que no puedes ver lo
bueno.”84
distributiva. En: Amor, poder y justicia. Oxford: Ariel, S.A., 1970, p.41.
83 Frase popularizada por AGUSTIN de Hipona. Ama Deum et fac quod vis.
84 Disponible en: http://centrodeartigo.com/revista-digital-universitaria/contenido-35211.html
la teología cristiana tradicional. Tras su publicación en SCM Press en 1963 se desató una
tormenta de controversia. Robinson ya había alcanzado notoriedad por su defensa de la
publicación de El amante de Lady Chatterley. Robinson, evaluando su libro Sincero para con Dios,
asumió que se definía desde una mirada secular, distante y post moderna en la constante
exploración de lo que significa estudiar a Dios. Declaró que la principal contribución de este su
libro fue su síntesis satisfactoria de la labor de teólogos aparentemente opuesto como Paul
Tillich, Dietrich Bonhoeffer y Rudolf Bultmann. Ofrece una reinterpretación de Dios, a quien
definió como amor. La aportación del best-seller del obispo Robinson provocó un cambio de
paradigma que hizo reflexionar, incluso en la ética del no creyente. ROBINSON, A.T. Honest to
God. London: Smc press, 1963, pp. 63, 75, 105, 115, 127, 130.
18
supuestos “situacionalistas” como los de, entre otros situacionalistas, Barth
Karl, Dietrich Bonhoeffer o Paul Tillich. Para ellos86 son legalistas el judaísmo,
el catolicismo romano y el protestantismo clásico. (Episodios de burdo
legalismo de la historia de la iglesia fueron por ejemplo quemar homosexuales
en la hoguera durante la Edad Media.)
86 “Cuando el hombre que aborrece el nombre de Dios y se cree ser sin Dios, se consagra por entero al
diálogo con el Tú de su vida, como un Tú que no puede ser limitado por otro, entonces está dialogando
con Dios.” BUBER, Martin hablando de una persona que ostensiblemente niega a Dios: I and
Thou, p.76, Cit. Tillich En: The protestant Era. Nueva York: Paidós, 1965, p. 65.
87 Un ejemplo que cuestiona la postura situacionalista: Una pareja puede decidir que mantener
relaciones sexuales antes del matrimonio les será beneficioso y que ninguno de ellos se verá
perjudicado. Pero no lo pueden saber con certeza, y muchos, si no todos, que han razonado de
esta manera se han equivocado. Hay demasiada culpa, demasiados patrones de infidelidad
profundamente incorporados, y demasiados niños no deseados, para hacer de la Nueva
Moralidad una opción valedera. THOMPSON, Les. La persona que soy. 3 a ed. Miami: Logoi,
1997, pp. 79-82.
88 LEWIS, C.S. Mere Christianity. Miami: Caribe, 1977, p. 75.
89 BOICE, James Montgomery: “Los diez mandamientos: el amor a los demás”. En: Ética
19
de amor con la de 1 Corintios 13 dejando de lado otras como la de Romanos
13.8-10 que Fletcher no tiene en cuenta.90 Tras la problemática que suscitan las
propuestas de la ES, debemos en el siguiente apartado, fundamentar el camino
que proponemos seguir.
90 Cf. WILKENS, Steve. Beyond Sticken Ethics. Downers Grove: IVP, 1995, pp.174-177.
91 Para Sócrates, la virtud y el conocimiento eran una sola cosa. Trató de identificar la excelencia
del carácter con la visión intelectual. Platón vio la ética como la búsqueda de la justicia. Para él,
la moral era una rama de la política. Lo que se logra en un buen estado es válido también para
los individuos que lo componen. La justicia es una armonía en la que la sabiduría gobierna
sobre los intereses y apetitos personales. El hombre justo deja que la sabiduría lo controle. El
valor permanente del sistema de Platón es que pone el bien supremo en el reino del espíritu. El
bien es espiritual en su naturaleza. Su efecto es como el sol en el mundo físico, que da luz y vida
a todas las cosas. Así, la idea de lo bueno se revela a sí misma en cada cosa que de verdad
existe. Es la fuente de toda verdad, conocimiento, belleza y bondad moral. Aristóteles (384-
322 a.C.) considerado como uno de los pensadores más destacados de la antigua filosofía griega
y posiblemente el más influyente en el conjunto de toda la filosofía occidental, fue más práctico
para tratar el tema. Él vio al hombre como un ser social en su esencia. RUSSELL, Bertrand.
History of Western Philosophy. Vol.1. London: Alnoah, e pub., 2014, p.1708.
92 CICERÓN, Marco Tulio traduce al latín el término ética griego como moral e introduce este
concepto en el pensamiento romano. Su obra De officiis. Libro I, Cap. VII. (Sobre los deberes, o De
oficios) es una obra filosófica que trata de los deberes a los cuales cada hombre debe atenerse en
cuanto miembro del Estado. Fue compuesto en los últimos meses del año 44 a. C.
93 El amor al prójimo como ideal moral sólo se produce en plural. El prójimo se da en sociedad y
un derecho natural, una conciencia hacia la acción “buena”. Somos malos por naturaleza pero
20
de propósito moral deliberado “determinado por la razón y por la prudencia.”95 En
términos muy generales, las tres “escuelas” clásicas de la ética filosófica son la
deontológica96, la teleológica y la ética de las virtudes.97 Todas buscan
principalmente que el sujeto ético98 tome la decisión correcta en una situación
determinada.
existe un reconocimiento innato de la buena acción. CHOZA, Jacinto. Los otros humanismos.
Estella: Eunsa, 1994, pp. 137-142.
95 Ética a Nicómaco, obra escrita por Aristóteles para su hijo, Nicómaco, consta de diez libros y su
contenido versa sobre la felicidad. Está considerada una de las dos obras fundamentales en que
posteriormente se basó la ética occidental. BRENTANO, Franz. Aristóteles. Barcelona: Labor,
1983, libro 2, capítulo. 6.
96 Cf. KOHLBERG, Lawrence 1927-1987. Procedente de la Universidad de Chicago y Yale,
21
escolasticismo.100 Este planteamiento ha tenido una especie de resurrección en
las últimas dos o tres décadas, especialmente a través de los escritos del
filósofo-eticista Alisdair MacIntyre.101 Su enfoque se concentra en el carácter
moral de la persona, con la meta de formar el carácter, es decir, la conducta,
actitudes y hábitos, a fin de que la persona pueda discernir, elegir y vivir cada
vez mejor cada acción en las diversas situaciones de la vida. Es una cuestión de
llegar a ser un individuo ético, que crece en madurez hacia un estilo de vida
marcada por la integridad, la sensibilidad y la coherencia.102
1982.
103 TURIENZO, A. Saturnino. El hombre y su soledad. Una introducción a la ética. Salamanca:
Agustinos, 2004.
105 ESTRADA, Juan A. El sentido y el sin sentido de la vida. Madrid: Trotta, 2010, p. 219.
22
felicidad.106 Muchos comentarios bíblicos sobre el Decálogo hacen eco de esta
expresión clásica, y se sitúan en la perspectiva de una ética de la virtud.
106 Es difícil encontrar equivalentes adecuados para algunos de los términos técnicos empleados
por Aristóteles en griego. MacIntyre da algunos ejemplos de este problema. Cf. MACINTYRE,
Alisdair. After Virtue: A Study in Moral Theory, 2a ed. Indiana: University of Notre Dame Press,
1985.
107 Cf. Axiología. Las virtudes son aquellas disposiciones que se necesitan poseer para
2008.
109 En realidad hay más de siete virtudes; muchos consideran que estas son las más
preeminentes. La lista de virtudes compuesta por Aristóteles era bastante larga. Cf. LLEDÓ,
Íñigo. (ed. y trad.) “Ética nicomáquea-ética eudemia”. En: Biblioteca Clásica Gredos, Madrid:
Gredos, 1985, pp.129–409. Aristóteles dividió las virtudes en dos categorías, las intelectuales y
las morales, que debían de entenderse según la doctrina del punto medio, es decir, en la
elección de conductas y actitudes que mediaban entre extremos opuestos (por ejemplo, el valor
como el punto medio entre la temeridad y la cobardía). Algunas virtudes que serían
fundamentales para una ética cristiana no aparecen en la lista de Aristóteles, por ejemplo, la
humildad y la caridad. Cf., ALISDAIR, Macintyre. After Virtue: A Study in Moral Theory. pp.162–
63.
110 2 Ped 3.9
111 Tradicionalmente se ha catalogado la justicia en tres formas básicas: la justicia recíproca entre
individuos; la justicia distributiva, por la cual la sociedad actúa de manera correcta hacia los
individuos; y justicia legal, a la cual todos los individuos idealmente deben responder. Es
importante señalar que el contenido de cada uno de estos conceptos dependerá en gran medida
de la particular comunidad o tradición bajo consideración. Cf. RAWLS, John. Teoría de la justicia.
Méjico: Cambridge: Harvard University Press, 2000.
23
virtud no basta con hacer lo correcto; el interés por la virtud buscará ir más
lejos.112Además, un compromiso con la justicia involucra “sentimientos de
empatía”, esos lazos emocionales que son cruciales para la práctica de la virtud
cristiana. Una virtud así debe conducirnos a mostrar misericordia hacia otros.
¿Cómo evolucionaron los sistemas éticos desde entonces? Los estoicos y los
epicúreos reaccionaron contra el intelectualismo de estos sistemas.116 Los estoicos
encontraron que una vida buena consiste en suprimir las emociones. Para ellos
la virtud principal era la firmeza. Para los epicúreos117 el ideal era el placer.
Estas ideas éticas han viajado a través de la historia del pensamiento
hibridándose con otras.118 Los griegos raramente trataron el problema de la
obligación moral, es decir, el por qué alguien debería perseguir el bien.119 El
pueblo judío elabora un sistema ético basado en el estudio de la ley divina,
deber tendía a perderse en tales sistemas de pensamiento. AUDI, Robert. (ed.). Diccionario de
filosofía. Madrid: Akal, 1999, p.266.
24
denominado “Pilpul”120 y el cristianismo elaboró diversos sistemas éticos
basados en la Biblia,121 y en las diversas tradiciones eclesiásticas.
120 Por pilpul se conoce uno de los métodos empleados por los estudiosos talmúdicos para tratar
de descubrir las razones de los mandamientos. Consiste en examinar todos los argumentos
pensables, tanto los pro como los contra, en procura de hallar argumentos lógicos para los
preceptos. Para esto se desmenuza y analiza cada sentencia de la Torá, se despeja el sentido
correcto de cada vocablo o expresión y luego se reintegra el objeto a su estado original
dotándolo de un sustrato probable y razonable. Luego, se examina el objeto en relación a su
contexto, y si se halla que el análisis de lo particular no coincide con el campo que lo rodea,
entonces se retoma el análisis. Cuando lo particular y lo contextual concuerdan, se examina en
relación a sentencias similares en otras partes de la Torá, para verificar la consistencia de lo que
se presume haber hallado. Cuando se cree haber despejado definitivamente la incógnita,
entonces se parte de cero, se retorna al análisis particular de la sentencia, pero ahora desde la
perspectiva antitética. Y así se continúa el proceso hasta saciar todas las posibles
argumentaciones. SUAREZ, Luis. Los judíos. Barcelona: Ariel, 2003, pp.514.
121 Algunos teólogos modernos emplean la expresión bibliolatría (adoración al libro) para
los tiempos de Abraham. Cf. WRIGHT, Bryant. Semillas de conflicto. Las raíces bíblicas de la
crisis inevitable en el medio Oriente. Nashville: Nelson, 2011.
25
relativismo moral cobra importancia en su utilidad práctica, aunque como
sistema no sea seguro.124 Aquí no apoyamos el antinomismo125, sino una
comprensión más bíblica de la conciencia moral,126 que tenga como imperativo
fundamental al amor y lo demás como variables.127 No olvidemos que el
proyecto que nos ocupa conlleva la máxima exigencia de conducta y ante ella
nos preguntamos por las herramientas de que disponemos.
124 Cf. FLECHA, A. José Román. Moral de la persona. Madrid: autores Cristianos, 2002.
125 Teológicamente, el antinomismo es la creencia de que no hay leyes morales que Dios espere
que obedezcan los humanos. LOCWARD, Alfonso. Nuevo diccionario de la Biblia. Miami: Unlit,
1999, p.643-644.
126 “La Teología moral católica del futuro tendrá que hacer un esfuerzo notable por repensar y reformular
la función de la conciencia moral a fin de que en ella se articule la tendencia hacia el ideal y la sensibilidad
hacia las situaciones especiales en que se encuentran las personas.” VIDAL, Marciano. Nueva moral
fundamental. El hogar teológico de la ética., Bilbao: Desclée, 2000, p.693. En la misma línea se sitúa
el esfuerzo del filósofo VALADIER, P. Elogio de la conciencia. Madrid: PPC, 1995, p.53.
127 Pero un amor agapeísta fundado en la familia. Cf. DUCH, Luis. Ambigüedades del amor.
la Iglesia con el mundo, teniendo como objetivo la solución de los muchos y agudos problemas
sociales. DE ANDRADE, Correa. Op. cit., pp.288.
129 El naturalismo pretende no descartar la religión, sino simplemente aquellos elementos de la
religión que dependen en última estancia de una estructura no física del universo. Por ejemplo:
una mente divina, una interpretación teleológica del universo como un todo, etc. Los
naturalistas teístas como Julián Huxley, Henry Nelson Wieman y Bernard Meland mantienen
que todos los valores religiosos verdaderos que tradicionalmente se asocian con el teísmo
sobrenatural podrían mantenerse en un marco puramente naturalista. KANTZER, Kenneth.
(ed.). Diccionario de Teología. Vol. 2. Michigan: Desafío, 1960, p. 416.
130 El obispo BUTLER, Joseph cuyo libro de texto se adoptó en colegios y universidades de
Oxford durante muchos años, veía en la conciencia la autoridad moral suprema. Cf. Conscience,
consciousness and Ethics. Philosophy and ministry. Nueva York: Boydell press, 2011.
131 La evolución moral del individuo es un hecho. No lo es la discusión moral sobre dicha
evolución. Algunos pretenden abocarnos hacia una mejoría otros en cambio hacia una
degeneración universal. Cf. GREEN, G. Dialogando con la evolución: Una perspectiva bíblica.
Enfoque del escepticismo moral. San José: Clir, 1997, pp. 33-37.
26
característica es la libertad y la capacidad de reflexionar por sí mismo y de
criticar sus ideas. Pero la personalidad pensante no puede explicarse sobre
bases naturalistas. Si la explicación naturalista no es suficiente, deberemos
volver a investigar el origen de la conciencia moral, buscando un sistema más
valido.
132 Kant postuló que cada ser racional tiene el concepto de obligación; la ley moral compromete
a todos los seres racionales como tales. Es categóricamente imperativa, no admitiendo
excepciones. El agente moral debe actuar únicamente sobre la máxima de que lo que él desea
tendría que poder llegar a ser una ley universal. Cf. KANT, Immanuel. Crítica de la razón
práctica. 11 a ed. Madrid: Materiales de filosofía. En: Universidad de Valencia, Alfaguara, 2000.
133 HARRISON, Everett. Diccionario de teología. Michigan: Desafío, 1999, p. 260.
134 MILL, J.S (1806-1873). Economista, lógico y filósofo británico. Hijo del también economista
James Mill, fue educado de forma exclusiva por éste según los estrictos principios del Emilio de
Rousseau. Dotado de una inteligencia extraordinaria, a los diez años estaba versado en griego y
latín y poseía un exhaustivo conocimiento de los clásicos. A los trece años su padre le introdujo
en los principios de la lógica y de la economía política. PAPINEAU, David. Filosofía. Barcelona:
Blume, 2004, p.139.
135 El bien supremo del hombre es la unión con Dios. Esta unión del espíritu humano con el
Espíritu Santo purifica el motivo del amor egocéntrico desordenado y en su lugar otorga el
ágape, el amor desinteresado de un ser humano como hijo de Dios, fundamento de la ES. Cf.
CONGAR, Yves. Sobre el Espíritu Santo. Espíritu del hombre, Espíritu de Dios. Salamanca:
Sígueme, 2003, pp.51-69.
27
2.2 Absolutismo y relativismo éticos
136 ATKINSON, David y David FIELD. (eds.). Diccionario de ética cristiana y teología pastoral.
Terrasa: Clie, 2004, p.191.
137 Ibid., p.193.
138 Llamamos teología moral a la rama de la teología que, basándose en las Sagradas Escrituras y
las diversas ramas de la tradición y de la jurisprudencia cristiana, procura dirimir los problemas
y las dudas en cuanto a la conducta del cristiano en sociedad. DE ANDRADE, Correa: Op. cit.,
p.57.
139 FLETCHER, Joseph. Op cit., p.31.
140 URDEIX, Josep. La didajé. 3 a ed. Barcelona: Cpl, 2004, p.6. Es el texto no canónico más
antiguo que conocemos. Algunos doctores del siglo III, como Clemente de Alejandría, llegaron
a citar la Didajé como escritura divinamente inspirada. En la enseñanza de la cita, lo importante
no es la acción de dar limosna, sino el por qué, el para qué darla.
141 Es evidente que algunas de las enseñanzas del galileo no siempre estaban claras ni siquiera
entre sus seguidores. Los cristianismos posteriores y el gnosticismo lo demuestran. Así como la
sabiduría oculta de la que habla la teología paulina. PIÑERO, Antonio. Cristianismos derrotados.
Madrid: Edaf, 2007, p.48.
28
Por otro lado, tenemos el relativismo moral. Muchos críticos ven un peligro
en el situacionalismo que definen como la anarquía “moral”, creyendo que
podemos eludir los conflictos morales acogiéndonos a un conjunto de leyes.142
142 Tal posición suscita problemas de justicia civil. Cf. VARONA, G. Daniel. “El miedo
insuperable y la ética del hormiguero: Reflexiones sobre el papel de las eximentes fundadas en
la inexigibilidad de otra conducta.” En: Revistas de estudio de justicia, 2010, núm. 12.
143 Especialmente ante la evidente existencia de desafíos morales. Cf. Reflexiones sobre dilemas
actuales de varios autores. IURONO, Edgardo. (ed.). Dilemas éticos actuales. San Martín: ER,
2015.
144 KÜNG, Hans. Libertad conquistada. Madrid: Trotta, 2003, pp.427-517.
145 Si las pautas sobre el comportamiento adecuado las prescribo “anteriores a las cosas vividas”
hablamos entonces “ante rem”. Si las vivo en la situación concreta, hablamos de in rebus. Es la
tensión entre realismo y nominalismo. HARRISON, E. Op. cit., pp.159-160.
29
de la toma de decisiones.146 Es un confort más seguro pero sólo en apariencia ya
que pretende actuar utilizando la Biblia pero no busca su esencia, y la finalidad
de sus leyes, que es la disciplina redentora.147
Los absolutos los encontramos tanto entre los biblicistas como entre los
naturalistas. La obsesión fanática por la obediencia ha ocasionado, en opinión
de algunos, más daño a los hombres y a la sociedad que “todos los vicios
juntos”.148 Prummer Dominie se pregunta: “¿Podemos hacer reglas para casos
complejos?” Las respuestas afirmativas suelen obedecer al probabilismo o al
prudencialismo, pero no siempre pueden solucionar ciertos dilemas. Por otro
lado, numerosos absolutistas cristianos se niegan a reflexionar sobre la equidad
en ciertos actos,149 en su interpretación de la ley porque alegan que Dios ha
previsto todos los supuestos y todas las situaciones de antemano. La realidad es
que subsisten demasiadas lagunas para depender de un sistema así.
146 Si sigo con KÍS, Miroslav, un modelo normativo en el cual la voluntad de Dios no es
arbitraria ni imposible de cumplir, y no reconozco que la situación puede no ser previsible, entonces
encuentro dificultades en la vida moral que he escogido. Op. cit., p.175.
147 Cf. MOLINA, C. Francisco. Leer la Biblia como Palabra de Dios. La lectio divina. Estella: Verbo
divino, 2009.
148 RUSSELL, Bertrand. History of Western Philosophy. Vol.1, p.148.
149 Igualdad: proviene del latín "equitas". Equivalencia, uniformidad, paridad. Si se trata de
externos. Como tales considera, ante todo, la influencia del medio y del espíritu del tiempo, la
pertenencia a un determinado círculo cultural y los factores determinantes contenidos en él.
DEIROS, Pablo A. Diccionario Hispano-Americano de la misión. Bellingham: Deiros, 2006, p.458
151 BADIOU, Alain. Ética de la conciencia del mal. Disponible: [en línea]. www.elortiba.org.
30
Por otro lado, hemos de admitir que las doctrinas en las que creemos,
ejercen una gran influencia en nuestras decisiones éticas, al igual que aquellas
cosas en las que no creemos.152 Las religiones mayoritarias, muy a caballo sobre
sus dogmas parecen haber fracasado en el ámbito de la ética.153 Contra ellas ha
cobrado cierta relevancia la moral secular sin religión, pero también ha
mostrado su debilidad, lo que nos lleva a un replanteamiento de nuestra
teología de cara al mundo secularizado, para desprendernos de una forma de
cristianismo que hoy no parece ofrecer nada más que cualquier religión,154 y
alcanzar una vivencia cristiana de mayor nivel.
152 Por ejemplo: si dejo de creer en una ideología que me oprime, experimento liberación.
ROBINSON, T.A. Op.cit., p.46.
153 La importancia de los mensajes defensivos de las doctrinas religiosas no son escuchadas hoy
en día en sociedades que parecen haber dejado de creer en la inmanencia de Dios. Cf.
RATZINGER, Joseph. ¿Dios existe? Madrid: Espasa, 2008.
154 ROBINSON, T.A. Op.cit., p.75.
155 No se respetan los mínimos ante la codicia en una sociedad corrupta. Necesitamos aprender
a vivir sin tantas necesidades artificiales resultantes de una sociedad de consumo tecnológica y
cruelmente competitiva. Cf. BILBENY, Norbert. La revolución en la ética. 2 a ed. Hábitos y
creencias en la sociedad digital. Barcelona: Anagrama, 1997.
156 “La ética y la plegaria son el interior y el exterior de la misma realidad, un encuentro de lo
31
desafíos de la vida porque hay situaciones sin retorno. 158 Tras las deficiencias de
las propuestas que hemos analizado ¿Cuál podría ser la ética más segura? Si
falla el absolutismo y el relativismo, ¿cómo acceder a un mejor discernimiento?
158 Si por ejemplo estamos en una embarcación a la deriva en un río. Éste termina en una
cascada sin retorno. No hay medio alguno de escapar ante la toma de una decisión. Saltar al
agua o seguir hacia la cascada. El tiempo no se detiene. ¿Qué hacer?
159 Doctrina según la cual Dios es libre para actuar en el universo moral de acuerdo con su
32
la responsabilidad moral, diferente de las narrativas rivales y de los modelos
sociales de las culturas de su entorno.
La ética propuesta por tanto en la Biblia apunta por una parte, a una
autonomía162 moral, porque el sujeto ético es capaz de tomar decisiones
libremente, pero por otro lado, se basa en una teología agapeísta, en la que Dios
ama al individuo, a pesar de que, a veces su comportamiento sea censurable. El
amor agapeísta es el único principio que puede obligarnos en conciencia pero
161 Los que adoptan la perspectiva de la ética de las virtudes subrayan el papel del texto bíblico
en el desarrollo de la imaginación moral. Cf. BRUEGGEMANN, Walter. Texts under Negotiation:
The Bible and the Postmodern Imagination. Minneapolis: Fortress Press, 1993.
162 La autonomía moral es heterónoma, según Locke. Cf. HABERMAS, J. Israel o Atenas. Ensayos
33
no es algo que tenemos, sino algo que usamos, cuando buscamos el mayor bien
posible.163 Obrar según el amor agapeísta podría consistir en hacer algo
aparentemente contradictorio164. “Para saber si un hombre es bueno no hemos de
preguntarle por sus creencias ni por sus esperanzas sino por el objeto de su amor.” 165
En la Biblia, Dios no se define como “razón”, sino como amor, pero se sirve
de la razón como instrumento de su amor. 166 Ese amor no puede ser cosificado
y definido por conductas únicamente determinadas, y exige una “nueva”
definición de pecado: ¿Qué podría ser peor que el mal? la respuesta sería: la
indiferencia hacia él. Una conciencia atada por la ley, cosifica el bien y el mal.
Por consiguiente, podemos afirmar que la ética bíblica requiere un esfuerzo por
cooperar con Dios en la reconstrucción de la imagen divina en su ser, con
madurez y autonomía, dentro del marco relacional descrito entre Dios, el ser
humano y la creación. Es así como se realiza el proyecto de Dios en su vida, a la
vez que se “plenifica” su existencia personal y social, y se convierte en un
instrumento con capacidad de contribuir más eficazmente a la tarea de Dios en
el mundo. Concretar este rasgo de autonomía, especialmente en el plano social,
puede demandar grandes esfuerzos, pero es necesario en función de la
dignidad humana.167.
BULLÓN, H. Fernando. Misión y desarrollo en América Latina. Buenos Aires: Kairós, 2000.
168 Confucio, dijo: “Ésta es la suma de toda verdadera justicia: Trata a otros como quieres ser tratado.
Nada hagas a tu prójimo que después no quieras que tu prójimo te haga a ti” Mahabarata XIII, p.5571.
La regla del rabí Hillel: “No hagas a tu prójimo lo que te resulta aborrecible; ésta es toda la ley; todo el
resto es explicación” Talmud babilónico, Sabbat 31a. Textos de Filón “No debe uno hacer lo que le
disgusta que le hagan” Tobías 4:15 “Lo que odias, no lo hagas a nadie”. Aristóteles “Debiéramos
34
el creyente y el incrédulo juntos pueden edificar un mundo en paz, buena
voluntad y fraternidad.169
soportar a los demás de la misma manera que ellos nos soportan a nosotros” Isócrates “Lo que otros
hacen que te produce enojo, no lo hagas a ellos”. Cf. Disponible: [En línea].
http://www.biografiasyvidas.com/[Consulta: 23 junio 2014].
169 Uno de los más conocidos defensores de una ética universal es KÜNG, Hans. Lo que yo creo.
capaz de discernir. Cf. RAHNER, Karl. Espíritu y mundo. Metafísica del conocimiento finito según
santo Tomás de Aquino. Barcelona: Herder, 1963, pp. 242-289.
171 Apel y Habermas son claros ejemplos de la ética discursiva como puente intermedio. Había
que criticar tales fenómenos para lograr que la sociedad se volviera más libre, racional, justa y
humana. Los partidarios de la teoría crítica deseaban lograr que el progreso técnico y científico
alcanzado por el hombre sirviera para liberar a los individuos, en vez de caer en los mismos
errores del pasado. CRUZ, Antonio. Sociología. Una desmitificación. Terrasa: Clie, 2001, p.27.
172 “No es posible separar a Dios del milagro pero sí interpretarlos y anunciarlos a ambos de un modo no
religioso” Carta de Bonhoeffer desde la cárcel en 1944 a Bultmann. Cit. ROBINSON, A.T. Op.
cit., p.75.
173 Bonhoeffer explora que el Dios de la "religión" sea un Deus ex machina. Debe estar "ahí" para
35
El teísmo ha convertido a Dios en “persona celeste”174 completamente
separada de la humanidad.175 Sin embargo, la teología kenótica176 muestra un
camino diferente, porque Dios se ha hecho accesible en Cristo mismo.
autores del N.T, no había supuesto ninguna dificultad intelectual. No era un ultraje contra la fe, en
cambio hoy, son expresiones espaciales burdas que asimilamos normalmente.” ROBINSON, T.A. Op
cit., p.14.
175 TILLICH, Paul. Teología sistemática. La razón y la revelación. El ser y Dios. vol. 1. 3 a ed.
verbo griego kenoo, usado en Fil. 2:7, donde dice que Cristo “se vació a sí mismo”. Algunos
Teólogos kenóticos como Tomasio, W.F. Gess, J.H. August Ebrard y Hans L. Martensen han
sugerido teorías que han sido rechazadas por teólogos conservadores, entre otras razones,
porque todas ellas afectan la doctrina de la Trinidad. CARBALLOSA, Evis L. La deidad de Cristo.
Michigan: Portavoz, 1982, p.67.
177 RAHNER, Karl. Espíritu en el mundo. Metafísica del conocimiento finito según Tomás de
proyecto que proponemos. VENN, John. ¿Interesado en las cosas espirituales? 4 a ed. London: SBL,
2004, pp.21-25.
179 “Ve y pídele a Dios que te ilumine ¿pero no hay una luz que ya ilumina a todo el mundo?”
121.
182 Cristo muestra más claramente que nadie la exégesis del Padre. BARTH, Karl. Church
dogmatics. Vol. 4. The doctrine of reconciliation. Edinburgh: T&t, 1958, pp. 727-824.
36
alcanzar la “piedad del pensamiento”,183 lo cotidiano ha de ser el locus de la
encarnación, en una vida de secularidad sagrada.184 Por eso, cuanto más uso
hagamos de Dios para oponernos a una nueva comprensión de la moralidad,
tanto más anticristiana la hacemos.185
Hoy las prescripciones del Sinaí han perdido para millones de seres
humanos su poder “aterrador” y la autoridad de Jesús ya no se acepta, excepto
en círculos reducidos: en cambio su llamada, a pesar de estar distorsionada por
telepredicadores más preocupados de su exaltación propia que de la adoración
de este Jesús ético, sigue cautivando al mundo. 186
3 Implicaciones éticas
183 Frase emblemática de un confuso pero influyente HEIDEGGER, Martin. Cf. Ser y tiempo. Para
un resumen de su legado. Cf. CAPELLE-DUMONT, Phillippe. Filosofía y teología en el
pensamiento de Martín Heidegger. Buenos Aires: Fce, 2012.
184 ROBINSON, T.A. Op.cit., p. 56.
185 Ibid., p.58.
186 DELÁS, Eduardo. Seguir a Jesús hoy. Barcelona: Ateneo, 2011, pp. 77-87.
187 RICOEUR, Paul. Fe y filosofía. Problemas del lenguaje religioso. 3 a ed. Argentina: Prometeo,
1992, pp.55-58.
37
“Summum bonum” desde el punto de vista divino, intentaremos describir una
ética práctica “en el ser y en el tiempo.”
3.1 El yo responsable
Lo que buscamos es una ética religiosa que se inspire de los más altos
niveles de la fe y de lo transcendente, que hace del amor agapeísta un ideal en
el que se apoya una visión trascendente del otro. Un enfoque solamente místico
desprecia la historia secular buscando la comunión con Dios sin preocuparse
por el prójimo y un enfoque exclusivamente hermenéutico fragmenta el texto
188 NIEBUHR, H. Richard. El yo responsable. “Un ensayo de filosofía moral cristiana”. En:
Conferencias en la Universidad de Glasgow, 1960. Bilbao; Desclée de Brouwer, S.A. 2003.
189 El creyente debe esforzarse por comprender la ética en el diálogo abierto ante la alteridad. Cf.
URE, Mariano. El diálogo yo-tú como teoría hermenéutica en Martín Bubber. Buenos aires. Eudeba,
2001.
190 Se trata de sentirse responsable respecto a sus hermanos y ante la historia. La
verdadera grandeza del hombre es la razón ética, mucho más que la razón especulativa o la
razón operante. VIDAL, Marciano. Moral de actitudes II. Madrid. Ps, 2ª ed. 1977, pp. 12
191 Es la acción moral la que es propiamente humana, a saber, aquella que tiene una
debe ser considerado en mayor profundidad. ¿Fueron responsables de sus acciones morales los
soldados nazis de los campos de concentración? FREGROSO, Guadalupe. Ética. México.
Instituto politécnico nacional. 1995, pp.86
193 Todavía nos quedamos con tan sólo la vía estrecha, un camino muchas veces difícil de encontrar, de
vivir cada día como si fuese nuestro último día, pero en la fe y con la responsabilidad de vivir como si un
gran futuro estuviese todavía delante nuestro. BONHOEFFER, Dietrich. Letters & Papers from Prison.
Londres: Collins-Fontana Books, 1966, p.146.
38
sagrado y podría fabricar una ética sin moral. En cambio, una ética del amor
agapeísta, siempre busca unir la justicia con el ideal, sabiendo que el amor se
vive a nivel personal y que la justicia a nivel social.194
194 Cf. TILLICH, Paul, Amor, poder y justicia. Oxford: Arielsa, 1970.
195 Como ha demostrado la institución de la esclavitud, es posible que cristianos sinceros,
motivados por el amor, no se movilicen de manera vigorosa en contra de las injusticias sociales
de la sociedad que, como ellos saben muy bien, están en conflicto con sus ideales religiosos y
morales. Por el contrario la teología de la liberación ha seguido el camino inverso. Cf.
ANTONCICH, Ricardo y JOSE MIGUEL Munarriz. Doctrina social de la Iglesia. 2 a ed. Madrid:
Paulinas, 1986.
196 BOSCH, David Jacobus: Misión en transformación: cambios de paradigma en la teología de la
39
¿Cómo debe ser la conducta del yo responsable?197 La bondad o maldad en
una ética teleológica se definen con respecto a un bien supremo último. Unos
hablarán de hacer el bien para alcanzar la felicidad, mientras que muchos
cristianos hablarán de hacer el bien para alcanzar el cielo, que es para ellos el
bien supremo último. Pero esto no es suficiente para el yo responsable no
creyente, porque necesita razones empíricas para los actos que provengan de su
experiencia. Estas razones no tienen validez en el caso de que no se acepte el
bien último, en éste caso el cielo. Si no me interesa ir al cielo no practico el bien.
Tales razones no dejan al sujeto tener autonomía, es decir no le permiten
determinar por sí mismo la ley que lo regirá. Cuando la ley llega desde afuera,
el individuo no decide su propio comportamiento. Pero, cuando la ley del amor
está escrita en el corazón, en una ética ideal, el yo responsable actúa no movido
por una causa externa, sino independiente de ella y sus actos están razonados
de modo autónomo, determinando su propia conducta sin que se le impongan
principios externos. Kant resume sus creencias básicas, o sus absolutos en dos
realidades: “el cielo estrellado sobre mí y la ley moral en mí”.
197 “El yo responsable aparece con respecto a esto como aquel que responde al acontecimiento natural,
como cuando el niño llama al cordero ‘gatito’ y su madre le corrige, o como cuando un científico publica
su teoría del origen de las especies y espera su verificación, corrección, y negación por sus colegas
científicos, filósofos, teólogos, y por la comunidad en general; o como cuando otro científico que mantiene
la realidad de la percepción extrasensorial y responde a la incredulidad social masiva se encuentra con
una certeza individual, si bien esperando una verificación social futura.” NIEBUHR, Richard. El yo
responsable. Un ensayo de filosofía moral cristiana. Bilbao: Desclée, 2003, p.97.
198 QUEIRUGA, T. Andrés. ¿Qué queremos decir cuando decimos infierno? 2 a ed. Bilbao: Sal Térrae,
1995, pp.30-40.
199 La libertad entendida como libertad cristiana, abierta a lo transcendente, a Dios. LÓPEZ,
Antonio. “El concepto de libertad en el pensamiento de Jacques Ellul”. Tesis doctoral inédita.
Facultad de Teología Vicente Ferrer, Valencia, 2012, p.112.
40
ejemplarizar la moralidad perfecta y conceder la felicidad suprema,
inalcanzable para el hombre sin la gracia divina.200
200 Cf. BARTH, Karl. Al servicio de la palabra. Salamanca: Sígueme, 1985, pp.189-197.
201 Hablamos de la formación de la autoestima desde el punto de visto psicológico y
pedagógico. Cf. PÓLL, Wilhelm. Psicología de la religión. Barcelona: Herder, 1969, p.368.
202 Como propone A.T. Robinson: En los próximos años, seremos llamados a ir mucho más allá de lo
que requeriría una simple reiteración, en términos modernos, de la ortodoxia tradicional. Si nuestra
defensa de la fe se limita a semejante tarea, con toda probabilidad descubriremos luego que todo lo hemos
perdido, salvo un pequeño remanente religioso. A mi juicio se precisa una refundición mucho más radical,
en cuyo proceso deberán entrar en fusión las categorías más fundamentales de nuestra teología—las
categorías de Dios, de lo sobrenatural e incluso de la misma religión. ROBINSON, A.T. Op cit., p.23-
24.
203 KÚNG, Hans. Lo que yo creo, p.90.
204 El pensamiento filosófico se ha ocupado desde Agustín de Hipona de este problema bajo el
título de “bien y bondad” (bonum et bonitas). Cf. ZUBIRI, Xabier. Naturaleza, historia, Dios. 12 a
ed. Madrid: Alianza, 2012.
205 Procedimiento jurídico practicado en la antigüedad consistente en dejar que la divinidad
revele la culpabilidad o inocencia del acusado. Cf. BADENAS, Roberto. Más allá de la Ley.
Madrid: Safeliz, 2000, p.64.
41
encarnada, porque “Dios se adapta a la humanidad”, como demuestra el
ministerio de cristo incluido su sufrimiento redentor.206
En contraste con la ética griega, la Biblia centra la bondad en Dios. Las ideas
del helenismo sobre la naturaleza del Summum Bonum no conducen a un Dios
personal viviente como el fundamento del bien. Se ha dicho con razón que “Si
no hay Dios, entonces todas las cosas son permisibles.” Porque sin el bien supremo,
no puede haber bien en absoluto.207
206 VAUCHER, F. Adolf. La Historia de la salvación. 4 a ed. Madrid: Safeliz, 1988, p.34.
207 Frase de Dostoievski. SPROUL, R. C. La Santidad de Dios. Graham: Pfc, 1998, p.167.
208 El proceso es: El descubrimiento de los mandamientos recibidos (hay 613: 248 positivos, 365
negativos), la protección de estos mandamientos por medio de otros nuevos que garantizan el
respeto de los primeros, “haciendo un cerco alrededor de la Tora”, la aplicación de estas leyes
ampliadas a todas las esferas imaginables de la vida. LACUE, Juan. Introducción al Antiguo
Testamento. El Paso: Cbp, 1999, p. 304.
209 STÉVENY, George. “La debilidad de Dios.” En: De la antropología a la Cristología. Barcelona:
42
Un experimento sobre el peligro de basar la moralidad de las acciones
humanas en la obediencia ciega a la ciencia de parte del “hombre arrojado al
mundo” lo encontramos en el experimento del Dr. Milgram. 211
211 En los años 60, el psicólogo, Stanley Milgram realizó un estudio que desveló que la mayoría
de las personas corrientes son capaces de hacer mucho daño, si se les obliga a ello. Los
participantes fueron 40 hombres de entre 20 y 50 años y con distinto tipo de educación, desde
sólo la escuela primaria hasta doctorados. El procedimiento era el siguiente: un investigador
explica a un participante y a un cómplice (el participante cree en todo momento que es otro
voluntario) que van a probar los efectos del castigo en el aprendizaje. Les dice a ambos que el
objetivo es comprobar cuánto castigo es necesario para aprender mejor, y que uno de ellos hará
de alumno y el otro de maestro. Les pide que saquen un papelito de una caja para ver qué papel
les tocará desempeñar en el experimento. Al cómplice siempre le sale el papel de "alumno" y al
participante, el de "maestro". En otra habitación, se sujeta al "alumno" a una especie de silla
eléctrica y se le colocan unos electrodos. Tiene que aprenderse una lista de palabras
emparejadas. Después, el "maestro" le irá diciendo palabras y el "alumno" habrá de recordar
cuál es la que va asociada. Y, si falla, el "maestro" le da una descarga eléctrica. Al principio del
estudio, el maestro recibe una descarga real de 45 voltios para que vea el dolor que causará en el
"alumno". Después, le dicen que debe comenzar a administrar descargas eléctricas a su
"alumno" cada vez que cometa un error, aumentando el voltaje de la descarga cada vez. El
generador tenía 30 interruptores, marcados desde 15 voltios (descarga suave) hasta 450 (peligro,
descarga mortal). “Los aspectos legales y filosóficos de la obediencia son de enorme importancia, pero
dicen muy poco sobre cómo la mayoría de la gente se comporta en situaciones concretas. Monté un simple
experimento en la Universidad de Yale para probar cuánto dolor infligiría un ciudadano corriente a otra
persona simplemente porque se lo pedían para un experimento científico. La férrea autoridad se impuso a
los fuertes imperativos morales de los sujetos (participantes) de lastimar a otros y, con los gritos de las
víctimas sonando en los oídos de los sujetos (participantes), la autoridad subyugaba con mayor frecuencia.
La extrema buena voluntad de los adultos de aceptar casi cualquier requerimiento ordenado por la
autoridad constituye el principal descubrimiento del estudio.” Cf. BADENAS, Roberto. “Gérmenes
de violencia.” En: La no violencia. Barcelona: Aula7 activa, 2004, pp.5-8.
212 La teología de la muerte de Dios se fundamenta en la constatación del alto grado de
secularización de la sociedad. COX, Harvey, en The Secular City, 1965 estima que para fines del
siglo XX, los cristianos verdaderos serían en Occidente una minoría rodeada de un paganismo
agresivo y arrogante. en el que trata de mostrar que la secularización no es la enemiga del
evangelio sino el fruto del mismo. Por secularización, Cox entiende el proceso histórico por el
cual las sociedades se liberan del control de la iglesia y de sistemas metafísicos cerrados. En su
posición el Dios de la Biblia tiene que ser redefinido como el Dios de este mundo. En: Colección
de pensamiento cristiano. Vol 13: Madrid: Península, 1973, p.302.
213 Declaración mundial sobre ética. [en línea]. Disponible en: http://www.weltethos.org/
43
3.3 Ética en el ser y en el tiempo.
En la búsqueda del bien supremo por parte del sujeto ético es importante
reflexionar sobre el tiempo y la evolución que experimenta toda situación y
todo individuo. “Uno de los aspectos esenciales para comprender la ética es observar el
proceso de la Historia humana.”214 Hoy la ética de los derechos del individuo,
patrón moral de los tiempos modernos democráticos, es laica y
universalista, no religiosa.215Porque subsiste una persecución humana del ideal
de bien, para regular la sociedad civil o por la necesidad de autorrealización.216
De ahí que respondamos a todas las acciones217 sobre nosotros y sobre los
demás con un modo de evaluación y un método de correlación. Los seres
humanos pueden parecernos buenos o malos según sus obras se consideren o
no aceptables.218Encerrar el bien en fórmulas de un tiempo pasado o definirlo
desde una confesión determinada puede dificultar el desarrollo moral. Este
mecanismo de acción afecta a los grupos religiosos desde los fariseos del Nuevo
Testamento hasta a aquellos creyentes que temen que Dios pueda morir si ellos no
sobreviven.219Esto sería adueñarse de la noción del bien y hacerla nuestra, por
muy legítimo que sea el que la queramos poseer.220
adecuarlas dentro de un proceso de interacción. Las cuestiones que planteamos sobre ellas no son sólo
aquellas de su rectitud o equivocación, de su bondad o maldad, sino también las que se refieren a su
adecuación o inadecuación en el movimiento total, en la conversación completa.” Ibid., p.113.
218 Pensamiento dicotómico muy común en religión que no asume otras opciones. Cf.
44
debe impacientarnos.222 El actuar de Dios no es estático sino dinámico223 y no
puede ser comprendido más que en parámetros que admitan el desarrollo.
Nuestra teología necesita ser compatible con un espíritu secular, aunque se
presente como un movimiento contracultural. Por eso nuestras decisiones éticas
personales no pueden ser individualistas sin importarnos lo que ocurre
alrededor. No pueden ser sólo “verdades para mi” porque hemos de ser sensibles
al mundo que nos rodea.224
Toda existencia bien compuesta y templada tiene que ser a la par religiosa y
moral. El esfuerzo ético rectamente cumplido se abre necesariamente a la
religiosidad, termina por desembocar en ella…la actitud religiosa eficaz
fructifica en acción moral, en buenas obras.225
En el proceso de la redención del ser caído, es preciso que surja “el nuevo
ser” con una nueva naturaleza, capaz de verdadera compasión.226 Nos
encontramos, para Tillich y otros, ante una evolución ontológica.227 ”La religión
entonces, no es una función especial de la vida espiritual del hombre, sino la dimensión
de la profundidad en todas sus funciones.”228 Cuando influye la ética cristiana,
surgen descubrimientos a partir de la fe, de un hombre nuevo, un sujeto lleno
de posibilidades.229
222 Cf. REALE, Giovani y DARIO, Antiseri. Historia del pensamiento filosófico y científico. 2 a ed.
Vol 2. Barcelona: Herder, 1995.
223 Cf. VALLÉS, G. Carlos. Dejar a Dios ser Dios. 12 a ed. Santander: Sal Térrae, 1997.
224 NIEBUHR, Richard. Cristo y la cultura. Barcelona: Ep, 1968, p.252.
225 ARANGUREN, L. José. Ética. Vol 2. Madrid: 1994, p.200.
226 Cf. TILLICH, Paul. Teología de la cultura y otros ensayos. Buenos Aires: Amorrortu, (eds.). 1968.
227 Al considerar los libros bíblicos como producto de un proceso histórico, algunos llegan a la
conclusión de que representan etapas sucesivas que van llevando a un conocimiento cada vez
más elevado de Dios y de sus leyes morales. KIERKEGAARD, Soren. Temor y temblor. Madrid:
Tecnosa, 1998, p.11.
228 TILLICH, Paul. Teología de la cultura. London: Jht, 2000, pp.5-6.
229 RAHNER, Karl. Curso fundamental sobre la fe. 5 a ed. Barcelona: Herder, 1998, pp.147-167.
230 Los indígenas sin escritura ni tecnología también han desarrollado una ética elemental con
una jerarquía de valores: vida, propiedad, honor, familia. KÚNG, Hans. Lo que yo creo. pp.54-57.
45
explica el origen del mal, sino que en ella captamos el pasado, presente y futuro
de nuestros actos y de nosotros mismos.231
46
PARTE II
LA BIBLIA Y LA ÉTICA
47
1. El A. Testamento y La ética cristiana
Cultura) [en línea]. Ha declarado a la Biblia como Patrimonio de la Humanidad. Disponible en:
http://www.unesco.org/new/es [Consulta: 12 agosto 2014].
237 Un estudio actual de éste tipo de influencias recíprocas de las que nadie está exento lo
encontramos en: BARON, A. Robert y DONN, Byrne. Psicología social. 10 a ed. Madrid: Pearson
Education, S.A. 2005, pp.357-397.
238 La misión de Dios existe desde mucho antes de su descripción en la Biblia. La ética
situacional de Dios buscando al hombre para volver a cubrirlo de pieles y no de hojas es toda
una propuesta por iniciativa divina con un alto contenido moral por encima del esfuerzo ético
del individuo. MEJÍA, Moisés y LEVI Decarvalho. (eds.) Glosario del manual de perspectivas.
En: Misión global. California: Clm, 2006, p. 360.
48
Hay cosas que no comprendo sobre Dios que me dejan moralmente turbado.
Algunas de estas son cosas que suceden en la propia Biblia, y especialmente
en el Antiguo Testamento. Hay una gran cantidad de violencia: actos
violentos, palabras violentas, metáforas violentas. El acontecimiento
sobresaliente en que todo el mundo piensa es la destrucción de los cananeos
cuando los israelitas del Antiguo Testamento se apoderaron de la tierra que
Dios les había prometido. ¿Hay alguna manera en que podamos interpretar
esas cosas que sea consistente con lo que nos dice el resto de la Biblia sobre el
carácter de Dios?239
Tomando como ejemplo el marco violento del sistema patriarcal, y sin ser
el tema de nuestro trabajo, lo citamos como ejemplo de situaciones que han
cambiado. Existen costumbres, no prescritas por Dios pero si descritas en la
Biblia. En Jesús tenemos el filtro adecuado para depurar unas de otras. El
sistema ético revelado por Dios no empieza ni termina en una serie de proof
texts, sino que se basa en la analogía de la fe.240Y para ello necesitan toda la
Biblia.
239 WRIGHT, Christopher. Cit. “Re: Facebook” [en línea] 27 enero 2015. Disponible en:
https://www.facebook.com/alfonso.p.ranchal.3/posts/408152526017506?comment_id=408316
392667786&ref=notif¬if_t=comment_mention [Consulta: 27 enero 2015].
240 Hay que diferenciar entre textos descriptivos (que describen situaciones, a menudo no
deseadas por Dios pero que adopta para cambiarlas en el tiempo) y textos prescriptivos (en los
que claramente se manifiesta una intencionalidad divina) Hoy, si no diferenciamos éste hecho
básico, explicaremos equivocadamente la Escritura.
49
sacerdocio perpetuo, porque tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los
hijos de Israel. 241
hora de interpretarlos. Cf. VON RAD, Gerhard. Estudios sobre el antiguo testamento. Salamanca:
Sígueme, 1976.
244 Cf. TREBOLLE, B. Julio. Crítica histórico-filológica. La Biblia como caso de estudio. Madrid: Trotta,
2002.
245 KÜNG, Hans. Lo que yo creo. p.152.
246 Cf. ANDIÑACH, R. Pablo. Introducción hermenéutica al antiguo testamento. Estella: Evd, 2012.
50
algunos eventos pudieran tener otras lecturas posibles.247 De ahí esas imágenes
terribles para nuestra sensibilidad cristiana. Son lecturas respetables que los
antiguos hebreos hicieron de su historia nacional.248 Para saber cómo es Dios en
realidad, hemos de recurrir a la totalidad de la revelación y buscar al Jesús
revelado en los Evangelios. Y si queremos encontrarlo en el Antiguo
Testamento, ha de ser leyéndolo a la luz del Nuevo, (Heb 1.1-3) Esto no
deforma su lectura sino que la sitúa.
247 BRUGEMANN, Walter. Teología del antiguo testamento. Un juicio a Yahvé. Salamanca:
Sígueme, 2007, pp. 435-441.
248 EICHROD, Walter. Teología del antiguo testamento. Dios y hombre. Vol 2. Madrid: Cristiandad,
1975, pp.235-2167.
249 Esta disciplina fue popularizada por el importante teólogo. Cf. SCHLEIERMACHER, D.E.
Jürgen. “Ética discursiva.” En: Doce textos fundamentales de la ética del siglo XX. GÓMEZ, Carlos.
(ed.). Madrid: Alianza, 2002, pp. 174-185.
251 El A. Testamento es enormemente avanzado. Cf. CORTINA, Adela. La Ética de la Sociedad
51
alegando que se trata de la moral de aquel pueblo porque a todos hoy nos parece
una atrocidad. Esa es la estructura moral que triunfa con el tiempo. Ahora bien,
un código de normas que guía la vida de los individuos y de la sociedad y que
inspira la orientación de las relaciones interpersonales puede describir
contenidos morales diferentes y esto es lo que encontramos también en el A.
Testamento.
Para aceptar una ética que se desarrolla en el tiempo tendría que ser en
cierto sentido “situacional”, es decir, aceptar que los mismos asuntos no son
entendidos de la misma manera con el paso del tiempo.253 Vivir el amor de Dios
como “ethos” (costumbre) y como “pathos”254 (vivencias), marca una manera de
afrontar la vida espiritual, de forjarse un carácter que es la evidente intención
del profeta.255
252 Cf. BULTMANN, Rudolf. Habla del A. Testamento como si en ocasiones se presentara
dificultando la posibilidad de creer, como un “aborto de la fe” en su imposibilidad de ver un Dios
como el de los evangelios y se especializa en la Teología del N. Testamento. Creer y comprender.
Vol 1. Madrid: Estudium, 1974.
253 Cf., RODRIGUEZ, Pepe. Los pésimos ejemplos de Dios. Barcelona: Temas de hoy, 2008, pp.16-
17.
254 Concepto ético referido a todo lo recibido por la persona, biológica y culturalmente desde el
sufrimiento. LAWRENCE, Eleanor. (ed.). Diccionario Akal de términos biológicos. Madrid: Akal,
2003, p.686.
255 En la experiencia profética el mensajero destaca que ha recibido una inspiración, que no
52
Hemos de reconocer que el Antiguo Testamento257 debe entenderse como
parte de una enseñanza progresiva, y sujeta a revelaciones posteriores.258 La
Biblia debe ser considerada como un sistema de enseñanza, de principio a fin, y
cada libro como parte de un todo. 259 Tener en cuenta el orden canónico es
importante así como una lectura en perspectiva.260
257 DE LA FUENTE, Tomás. Claves de interpretación bíblica. Texas: El Paso, 1985, p.133.
258 Ibid., p.175.
259 GILLIS, Carroll. El Antiguo Testamento: Un Comentario Sobre Su Historia y Literatura, Tomos I-
divino, 2012.
261 MURRAY, Jhon. La redención. Consumada y Aplicada. Michigan: Desafío, 2007, pp. 79-87.
262 Un ejemplo de la universalidad del mensaje divino es Jetro. 2 Cron 19.6-7, Ex 18.13-27.
53
En la formulación de la letra de la ley, por ejemplo, no se busca matar a los
adúlteros, sino evitar el adulterio. Verlo de otra manera sería deducir una ética
de mínimos. La ética descriptiva del Antiguo Testamento presenta unas
diferencias muy notables respecto a otras culturas.265 El camino de la Torá
señala un sistema ético innovador y moderno que se adelanta a su tiempo en
ejemplos como: las relaciones laborales, preceptos humanitarios, contra la
xenofobia, contra la esclavitud, protección de la mujer, en la restitución de los
bienes encontrados, condena del fraude, la prohibición de recibir intereses por
los préstamos entre israelitas, contra la codicia, principios de reparación del
daño ocasionado y muchos otros casos de alto contenido moral que nos indican
que muchos males de nuestro tiempo podrían haberse evitado si hubiéramos
escuchado la vieja ley.266
Ahora bien, ¿es lógico hablar de una ética en los profetas? Por un lado ya
hemos mencionado que están convencidos de ser portadores de un mensaje
revelado por Dios, pero además, son conscientes de que su mensaje se dirige al
pueblo, a la corte, al ciudadano, y de que su contenido lucha contra la opresión
de los poderosos y critica los desmanes de la sociedad donde viven. También
prometen un mundo mejor, cuyos valores se impondrán un día, no sólo en
Israel sino en toda la tierra. La ética profética tiene un ámbito nacional y otro
internacional.267
265 Las diferencias y parecidos con las fuentes encontradas anteriores incluso a la Torá escrita
son muy significativas. BADENAS, Roberto. Más allá de la ley. pp.68-75. La propuesta ética
bíblica nace desde el monoteísmo (Is 45.22). Para una moderna paráfrasis Cf. p.81.
266 Lv 25.35-36, Núm. 15.14, Ex 12.49, Ex 20.12, Ex 21.15. Ibid., pp.57-58.
267 SICRE, L. José. “Profetismo y ética” En: Conceptos fundamentales de ética teológica. Madrid:
54
secularización268 y ésta los tenga, reconocen que el hecho de una divinidad que
busca por iniciativa al ser caído y no le exija “acciones de redención” es singular
con respecto a todas las religiones.269
268 Cf. GELLNER; Ernest. Posmodernismo, razón y religión. Barcelona: Paidós, 1994, p.100.
269 VELASCO, M. Juan. “Religión y moral” En: Ibid., pp.185-191.
270 AZPITARTE, L. Eduardo. “Magisterio eclesiástico y moral” En: Ibid., pp.213-216.
271 VIDAL, Marciano. “Fundamentación de la ética teológica” En: Ibid., pp. 233-241.
272 No todo el mundo comprende de la misma manera y en el mismo momento la moral del
texto. RAHNER, Karl. Reflexiones en torno a la “humanae vitae”. Madrid: Ec, 1968, p.68.
55
se da en una situación donde aparecen dos o más principios, virtudes o normas
en conflicto.273 Aquí no abordamos este problema desde la exégesis del texto.
Decimos que por lo menos es necesaria una reflexión antes de cualquier
decisión. Nuestro objetivo es plantear el reconocimiento de la existencia de una
ES en la Biblia que no puede ser identificada con el subjetivismo. Pero no
solventamos el problema de un plumazo con la ES, ni decimos que tenga la
solución al problema axiológico. Ante el dilema, las situaciones son diferentes y
solo importa la voluntad de Dios. Todos los episodios bíblicos han de leerse en
relación a un contexto situacional, en la tensión entre los principios divinos
inmutables y las situaciones humanas, siempre variables. Así, intentar discernir
las intenciones divinas.274
273 Un dilema moral específico en que cualquier acción que se decida tomar incurriría en una
infracción o en varias. JIMÉNEZ, Pablo. Introducción a los ministerios juveniles. Decatur: Aeth,
1997, p.62.
274 “La ceguera intelectual y moral es un dilema que se plantea al hombre a causa del mal uso de su
libertad y de su incapacidad para usar plenamente la inteligencia.” KING, Luther. La fuerza de amar.
Colección de sermones. Madrid: Acc, 1999, pp.39-47.
275 Cf. KAPLAN, A. Précis de pensé juive. Paris: Vida, 1976, pp. 253-312.
276 En las sociedades primitivas nada había que limitase la ira del agraviado. Las represalias
podían ser ilimitadas y no guardaban proporción con el daño causado. La llamada ley del
talión con la célebre fórmula del ojo por ojo y diente por diente, pese a lo bárbara que hoy nos
parece, representó un gran avance en comparación con la venganza ilimitada anterior, porque
estableció al menos una proporcionalidad entre el daño inferido y la represalia de la víctima.
Esta ley aportaba una limitación en el ejercicio de la venganza. Ordenamientos jurídicos se han
inspirado en la ley de talión, desde la Edad Antigua y hasta hoy. La aplicación de la pena, con
barbarie, a lo largo de los siglos, no implica un defecto de la ley, sino un defecto de los
aplicadores. El Código de Hammurabi, 1760 a.C. es uno de los conjuntos de leyes más antiguos y
se basa en la aplicación de la ley del Talión. Otras leyes del Cercano Oriente permitían a la
víctima infringir más herida que la recibida. Ex 21.24 hace la ley más equitativa. . CF. LASOR,
W. Sanford. Panorama del Antiguo Testamento. Mensaje, forma y trasfondo del Antiguo
Testamento. Grand Rapids: Desafío, 2004.
56
ley, una “relación consigo mismo”277 más allá de la conciencia. La ley siempre ha
de darse en libertad si se quiere comprender su plenitud. Sin la libertad, el acto
será útil o conveniente solamente.
277 En el campo de la sexualidad por ejemplo. Cf. FOUCAULT, Michael. Historia de la sexualidad.
Vol 2. El uso de los placeres. Madrid: Siglo veintiuno, 1987, p.29. En relación con la sexualidad.
278 Un ejemplo de la dificultad que tiene hablar de pecado hoy, lo encontramos en el moralista
Juan de Ávila: “Hay muchos que están mucho tiempo de su vida ocupados en pensar los pecados que han
hecho, y nunca osan pensar en la pasión o en otra cosa que les de algún consuelo. El contrario de lo cual
hacen otros que, el primer día que comienzan a servir a Dios, olvidan sus pecados del todo, y con
liviandad de corazón se dan a pensamientos más altos que provechosos. A los cuales les está cercana la
caída como a casa sin edificio.” ÁVILA, de Juan. Audi Filia I. Obras completas del Santo maestro
Juan de Ávila. Madrid: 1970, p.482.
279 Un ejemplo la situación del pobre, huérfano o enfermo congénito. Su situación social era
achacada al pecado suyo o de sus padres, o a una maldición. (Jn 9) Cf. BRAVO, R. Sierra. El
mensaje social de los padres de la Iglesia. Madrid: Herder, 1989.
280 Kierkegaard intuía la angustia que genera la definición de pecado. KIERKEGAARD, Soren.
57
moral parte de la estructura humana, se sobreentiende la existencia de un
contenido moral, a fin de que el hombre pueda hacer frente a la realidad
de un modo responsable.282
282 La oración es para este autor, una manera de existir. Cf. CASTILLO, M. José. Oración y
existencia cristiana. 2 a ed. Salamanca: Sígueme, 1995.
283 La definición del tipo de amor al que se refiere esta ética, saber si es un amor agapeísta o si es
58
El sacrificio de Isaac plantea aparentemente una crueldad.286 Un acto contra
la vida puede ser el mayor acto de amor solicitado de Abraham aun cuando no
sea del todo comprendido. Y es que, desde el conocimiento de la ley solamente,
no podemos mantenernos en un camino recto.287Se necesita algo más que
conocerla. Necesitamos discernirla con una conciencia crítica. Kierkegaard
escribe que todos los mandamientos éticos son trascendidos por los deberes
religiosos, tal como Abraham tuvo que dar “un salto de fe” trascendiendo toda
moral para sacrificar a Isaac.288
286 En el episodio en Gn 22, la "Akedá de Yitzjak" los hebraístas muestran una manera de leerse el
texto diferente de la de escribirse y mucho más en sus interpretaciones posteriores en donde no
se tienen en cuenta detalles que transcienden al contrasentido ético del sacrificio y lo dibujan
con otra sintonía. La figura del padre Abraham es exaltada en el judaísmo y la del hijo Isaac en
el cristianismo. Cf. LASOR, William. Manual de hebreo bíblico. Vol 2. Bogotá: Clc, 2001.
287 Rom 2.14s. Una ley escrita en los corazones de los gentiles que no la conocen frente a los
59
un concepto jurídico de imputación, según el cual cada acto es voluntario, y un
concepto biológico de herencia, que me imposibilita su cumplimiento, es el
primer paso para una comprensión ética de nuestra situación como raza
caída.291 ”El pecado es mi verdadera situación ante Dios.”292 El pecado es “una
realidad ontológica de la existencia.”293. Ahora bien, para cambiar nuestra realidad,
no lo podemos hacer desde la apresurada costumbre de actuar en nombre de
Dios, exigiendo máximos. Se trata de comprender la situación de cada uno para
poder comprender el contrasentido entre lo que fuimos, lo que somos y lo que
seremos.
Los dilemas nos ponen ante nuestra realidad y no siempre tenemos una
solución rápida.296 Karl Jaspers explica bien que cualquier situación en la que el
individuo o un grupo que se encuentre en el límite de sus posibilidades,
291 RICOEUR, Paul. Cit. PACHECO, H. Javier. Corrientes actuales de filosofía. Vol 1. La escuela de
Fráncfort. La filosofía hermenéutica. Madrid: Tecnos, 1997, pp.310.
292 Ídem. Finitud y culpabilidad. Madrid: Trotta, 2004, p.278.
293 Ídem. Culpabilidad, ética y religión. Buenos Aires: Apa, 1976, p.419. Sócrates ya preguntaba que
veces en el mismo río, porque el agua siempre es nueva”. De esa manera señalaba el cambio constante
que afecta todo nuestro existir. Si todo está continuamente cambiando entonces, nada
permanece igual. Todo es relativo en cuanto a la manera en que las cosas son en un momento.
¿Cómo puede algún valor ser absoluto? Cf. HEIDEGGER, Martín. Heráclito. Barcelona: Ariel,
1986.
296 ARRIBÉRE, Roberto. Bioética y derecho. Dilemas y paradigmas en el siglo XXI. Buenos Aires:
Cáthedra, 2008.
60
provoca una situación límite, esta conlleva en ocasiones la necesidad de escoger
entre dos males.297
Unas de las intuiciones más interesantes que ofrece la ES, es que no toma
las decisiones éticas en el vacío, sino que las deduce de contextos muy reales, a
menudo dolorosos. Estos contextos deben considerarse. El alto valor atribuido
al amor y al valor de las personas es positivo, pero insuficiente si consideramos
el llamado de Cristo. Ahora bien, ¿no es acaso un absoluto escoger
arbitrariamente en base a la ley del amor? ¿Qué exige el amor? Por un lado, si
deposito toda mi confianza en el amor, fuera de la revelación divina, ¿no olvido
el valor de la inspiración? Por otro lado, si obedecemos las Escrituras como si
fueran un libro de reglas, somos legalistas. Pero si miramos la Biblia como la
revelación de aquel que es amor, entonces, debemos tomar muy en serio lo que
el amor ha mandado.
297 Cf. BIEMEL, Walter y HANS, Sanner. (eds.). Martin Heidegger y Karl Jasper. Correspondencia.
(1920-1963). Madrid: Síntesis, 1990.
298 Cf. Inspiración verbal o de la personalidad, debate llevado hasta la década de 1970 en la
SDA. KNIGHT, R. George. Nuestra identidad. Origen y desarrollo. Florida: Apia, 2005, pp. 65-100.
299 KÜNG, Hans. Lo que yo creo. pp.70-72.
61
por una cultura de la tolerancia y la vida veraz, por una cultura de la igualdad
y la colaboración entre el varón y la mujer. Éstos imperativos éticos no son
leyes que deban ser aprobadas. Están dadas de antemano y requieren un
compromiso personal voluntario. Son prescripciones propias del Dios del A.
Testamento de rigurosa actualidad hoy.300
300 “Sé el que eres”. No te dejes determinar por otros, define tú mismo tu papel. Pero no
gires en torno a ti, no seas un egocéntrico. No cedas. ¡Avanza! me escribió a mano el gran
Karl Barth en una tarjeta personal para mi tesis doctoral sobre La justificación. Ibid., p.73.
301 Cf. JUNQUERAS, J.R. Diario de un cristiano impertinente. Zaragoza: Domoesfera, 2014, p.185.
302 Cf. ALLETI, N. Jean. Eclesiología de las cartas de Pablo. Estella: Verbo divino, 2010.
62
la ES nos ayuda a comprender las circunstancias de nuestras acciones, la ética
cristiana nos aporta soluciones diferentes a las meramente legales.303¿De qué
manera la podemos conocer mejor el mensaje ético del Nuevo Testamento?
303 VIDAL, Marciano. Para conocer la ética cristiana. 3 a. ed. Estella: Verbo divino, 1989, pp.349-
361.
304 ALEJANDRÍA de, Clemente. El pedagogo. Madrid: Gredos, 1988, p.41.
305 Término procedente de Aristóteles y los sofistas adoptado por Clemente de Alejandría. En
sus obras Stromata, Protréptico y Pedagogo, muestra que la filosofía fue el camino que Dios usó
para atraer a los gentiles. GONZÁLEZ, L. Justo. Historia del cristianismo. Vol 1. Miami: Unilit,
2003, p.91.
306 Experiencia personal. Cf. AGUSTIN. Confesiones. Madrid: Alianza, e-pub. 2000.
307 Fracaso de la nación ante su cometido, fracaso de los justos que sufren, fracaso en la
63
embargo, Jesús va tomando la dirección de nuestras vidas. No vino tanto para
hacernos “buenos” como para comunicarnos su fe en la bondad de Dios. Por eso,
la ética del N. Testamento es una ética de agradecimiento, caracterizada, no por
sus normas sino por su motivación y por eso la acracia o falta de incentivos debe
ser combatida.308La ética del N. Testamento es sobre todo cristocéntrica y no
pregunta qué he de hacer solamente sino qué es lo que ha hecho Dios ya. La
obediencia al mandamiento no es una cuestión de salvación sino de vocación.
La conducta cristiana no se basa en un código fijo establecido sino en un
esfuerzo continuo de superación relacional.309
¿Qué ha hecho la ortodoxia tradicional con éste mensaje? Logró hacer casi
imposible la verdadera proclamación del evangelio, que viaja a nuestro
alrededor pero no hace mella en el hombre moderno, y lo que es peor, a penas
lo lamentamos.310
64
ofrecer la posibilidad de volver a empezar. El logos no ignora las variables y
entiende que el moralismo pueril ha de hacerse adulto.315Lo que pretende
nuestro enfoque es la equidad ante la flaqueza humana sin mirar lo que dice el
texto de la ley solamente sino lo que en ella pretende el legislador. Miramos no
solamente el acto sino también la intención, no la parte sino el todo.
315 El legalismo vive en el pasado, la esperanza lo hace en el futuro pero sólo la ES lo hace en el
presente. La ética cristiana en cambio, supera todas las expectativas.
316 Cf. BONHOEFFER, Dietrich. ¿Quién es y quién fue Jesucristo? Barcelona: Ariel, 1971.
317 Cf. La visión de Jesús que tiene este autor judío. VERMES, Geza. Jesús el judío. 2 a ed.
65
Comprender la Imagen de Dios en el hombre tropieza con dos grandes
dificultades: la imposibilidad de conocer a Dios y la de conocer
exhaustivamente al hombre.322 Ahora la figura de Jesús, nos clarifica esa
dificultad porque no solamente va a mostrarnos una enseñanza situacional, sino
que la va a vivir desde su misma esencia.323
Uno de los más altos ideales al que hemos sido llamados es, restaurar la
imagen de Dios324 en el hombre. Para ello, inspirarnos de la acción moral del
galileo es una urgencia. Para tal osadía el episodio registrado en Jn8.1-11 es
nuestra referencia.325
321 Cf. MOLTMANN, Jürgen. El hombre. Antropología cristiana en los conflictos del presente.
Salamanca: Sígueme, 1976.
322 LEÓN, Jorge A. La comunicación del evangelio en el mundo actual. Buenos Aires: Pleroma, 1974,
p.19.
323 Cf. FLUSSER, David. Jesús en sus palabras y en su tiempo. Huesca: Cristiandad, 1974.
324 Cf. QUEIRUGA, T. Andrés. Del terror de Isaac al abbá de Jesús. Hacia una nueva imagen de
66
nosotros mismos; en una palabra, para el amor, porque como dice el refrán
español: Mal hace el que no hace bien, aunque mal no haga.327
En este relato (Jn 8.1-11), asistimos al encuentro de Jesús con una mujer
acusada de adulterio. Dejamos aparte un objetivo exegético porque lo que nos
interesa observar es la sorprendente libertad con la que Jesús vive y enseña la
ley, punto central de la religión judía, a la que pertenece. Él busca directamente
qué bien puede hacer a las personas en la situación en la que se encuentran. 332
Lo decisivo en él es el amor. Este episodio en la vida del maestro resume y
67
ejemplifica nuestra tesis sobre las aportaciones de “cierta ética situacional” a la
ética cristiana.333
333 Jesús adoptó una conducta que rompía los códigos morales vigentes en aquella sociedad.
Trataba públicamente con mujeres y las admitía entre sus discípulos. Si es imagen de Dios,
logos encarnado, tiene algo que decirnos. Jn 8.1-11. Este conmovedor episodio, integrado hoy en
el evangelio de Juan, es probablemente un fragmento de un evangelio perdido o un relato
suelto que circuló por la comunidad cristiana. Hasta los investigadores más críticos piensan
que, en alguna ocasión, Jesús actuó defendiendo a una mujer adúltera con esa manera tan suya
de acoger a los pecadores más despreciados y mostrarles la compasión de Dios. PAGOLA, A.
José. Jesús. Aproximación histórica. 6 a ed. Madrid: Ppc, 2007, p.214.
334 Cf. CASTILLO, M. José. El discernimiento cristiano. Por una conciencia crítica. 2 a ed. Salamanca:
Sígueme, 1984.
335 Jesús escandaliza también por relacionarse con mujeres de mala fama. Lo que es más molesto
no es verle en compañía de gente pecadora, sino observar que se sienta con ellos a la mesa. Cf.
PAGOLA, A. José. Jesús. Aproximación histórica. p.200.
336 No dijo no sea apedreada, para que no pareciese que hablaba contra la Ley. Tampoco dijo sea
apedreada, porque había venido, no a perder lo que había encontrado, sino a buscar lo que se
había perdido. ¿Pues qué responderá? "El que entre vosotros esté sin pecado, tire contra ella la piedra
el primero". Esta es la voz de la justicia. Sea castigada la pecadora, pero no por los pecadores.
Cúmplase la Ley, pero no por medio de los mismos que la quebrantan. Y habiéndoles herido
con los rayos de la justicia, ni se dignó a verlos caer, sino que separó de ellos su mirada. Por esto
sigue: "E inclinándose de nuevo, continuaba escribiendo en la tierra" Cf. AGUSTÍN, in Joannem, tract.
33.
337 Éxodo 20,14-17. Al varón le está prohibido tener relaciones sexuales con la esposa o
prometida de otro. El adulterio equivale a un robo. Al dar la ley, se piensa en los varones como
los verdaderos responsables de la sociedad; luego, al reprimir el delito, se castiga a las mujeres.
Jesús no soporta esta hipocresía social construida por los varones. PAGOLA, A. José.
Aproximación histórica, p.215.
68
La conciencia en los dispuestos a ejecutar sentencia, provoca un aparente
movimiento de alejamiento inconsciente de la ley.
338WHITE, G. Elena. El deseado de todas las gentes. Buenos Aires: Aces, 1979, pp.426-427.
339 El pecador debía manifestar su arrepentimiento mediante los sacrificios apropiados en el
templo; debía abandonar su vida alejada de la Alianza y volver al cumplimiento de la ley; por
último, los daños y ofensas al prójimo exigían la debida restitución o reparación. Si Jesús
hubiera acogido a su mesa a pecadores para predicarles el retomo a la Ley, logrando que
publicanos y prostitutas abandonaran su vida de pecado, nadie se hubiera escandalizado. Al
contrario, lo hubieran admirado y aplaudido. Lo sorprendente es que Jesús acoge a los
pecadores sin exigirles previamente el arrepentimiento, tal como era entendido
tradicionalmente, y sin someterlos siquiera a un rito penitencial, como había hecho el Bautista.
Les ofrece su comunión y amistad como signo de que Dios los acoge en su reino incluso antes
de que vuelvan a la ley y se integren en la Alianza. PAGOLA, A.J Jesús, aproximación histórica.,
p.207.
69
acusadores y acusada en una misma situación.340 Pero si esta mujer pecó, ¿no
decía la ley que debía ser apedreada? Eso era lo que deseaban sus acusadores,
pero Jesús aunque puede hacerlo con toda la autoridad moral que demuestra su
vida, sin embargo busca otra salida. Sabe que el objetivo de la ley no es matar
adúlteros sino prevenir el adulterio y confía en ella, quiere para ella lo mejor y
la anima a no pecar, sin condicionarla en absoluto. De sus labios no brota
ninguna condena. Únicamente quedaron dos frente a frente, la miseria y la
misericordia. Jesús se coloca en el lugar de la mujer y comprende su
situación.341 No la enseña desde una cátedra sino desde el suelo, con ella, a su
lado, confiando a pesar de todo en su decisión (haga después lo que decida
hacer, el texto no lo dice). No la obliga, la deja libre, no le impone otra
oportunidad, se la regala.
340 Mc 7.15 y el Evangelio apócrifo de Tomás 14.5 que circuló de manera independiente entre los
primeros cristianos refleja la verdadera naturaleza de la inmoralidad. No se produce en el
exterior sino en el interior del ser humano y cualquier intento de entender la ley desde el
exterior no produce bondad sino injusticia. Cf. Ídem, p.251.
341 EI no pretende la violación de la ley mosaica, sino su total cumplimiento, Mat. 5. 17-
20. Solo Jesus hubiera tenido el derecho de aplicar la ley de Moisés. El encontró el medio
de hacer sentir la justicia y el valor de la ley, al mismo tiempo que suspendía la
ejecución. ROCHEDIEU, Louis. Comentario práctico de Juan y Hechos. Vol 2. Terrasa: Clie, 1980,
pp.44-46.
342 No era muy frecuente este tipo de castigo, según el rabino Cf. SHLTA, B. Moshe. Leyendas del
70
responsabilidad de ambos. La insensibilidad de los acusadores contrasta con la
ética metanómica345 que aplica Jesús. Entiende el propósito de la ley, conoce a
su legislador y comparte su espíritu. No excusa al pecador, ni al pecado, sino
que asume la ley, la interioriza, la comprende y así ataca al pecado en su centro
vital, que es la separación o el alejamiento de Dios.
345 El no pronuncia ningún perdón a la mujer en posición de superioridad moral o de juez que le
perdona la muerte. Se sitúa para provocar un nuevo autoconcepto en el alma desesperada ante
una situación límite. Cf. BARRETT, Charles. The Gospel according to John. 2 a. ed. Filadelfia:
Westminster Press, 1978.
346 La manera de aplicar disciplina en la Iglesia es un tema pendiente de revisión, ya que, no
siempre obedece a la sensibilidad cristiana necesaria. Cf. AGUIRRE, A. José. Disentir con la
Iglesia. Reflexiones de un cura. Buenos Aires: Brujas, 2008.
347 Cf. LOIS, Julio. Jesús de Nazaret. El Cristo liberador. Móstoles: Hoac, 1995, pp.55-59.
348 Un resumen del episodio de especial belleza se encuentra en: BADENAS, Roberto.
lo ofensivo del mensaje para una tradición aún reacia a tal enseñanza. Ningún padre oriental lo
citará y si lo hará Jerónimo en la Vulgata. San Agustín captó su hermosura y la dejó plasmada
en una brillante fórmula latina: “Relictisunt duo: misera et Misericordia” (Quedaron los dos: la
miserable y la Misericordia) ALDAY, C. Salvador. El evangelio según San Juan. Estella: Verbo
divino, 2010, pp.266-267.
71
condenado con toda valentía351 el adulterio de Herodes con Herodías. El
adulterio, símbolo de idolatría352, había sido seriamente censurado por Jesús en
muchas ocasiones, pero la actitud religiosa de los acusadores que aparentaban
“combatir el pecado”, para él era absolutamente inmoral.353¿Jesús actuaría en
cada situación de la misma manera? No parece ser esa la conclusión si leemos
en contexto los evangelios, más bien, estos presentan al Maestro asumiendo los
mínimos de una ley disuasoria que busca sobre todo, la redención del ser
humano y recuperar su dignidad, si se atiende a su espíritu y no solamente a la
letra, que es como la entendían aquellos religiosos.354 Y a parir de esos mínimos,
Jesús propone los más elevados ideales (Mt 5.48).
351 KLAUSNER, Joseph. Jesús de Nazaret. Vida, época y enseñanzas. Barcelona: Paidós, 1989,
p.185.
352 LACUE, Juan: Introducción al Antiguo Testamento. El Paso: Casa Bautista De Publicaciones,
1999, p.147.
353 La moral y la religión aparecen siempre unidas y en conflicto en la historia humana. La unión
tiende a la confusión en las épocas más pacíficas y al dominio de una sobre la otra en tiempos
de crisis. Hubo etapas en que la religión absorbió a la moral convirtiéndola en una simple
manifestación suya, sometida a sus dictados. En otras, la moral tiende a erigirse en señora
absoluta. Jesús, que no funda ninguna iglesia en particular pero se convertirá en el fundamento
de todas, muestra una actitud moral relacionada con la situación desesperada de una mujer
injustamente tratada desde la religión inmoral practicada. SCHNACKENBURG, Rudolf. El
testimonio moral del nuevo testamento. Vol. 7. Madrid: Rial, 1965, pp. 257-262.
354 El aprendizaje de la dignidad, es aprendizaje de los gestos dignos, que tienen lugar en
cualquier momento, en cualquier circunstancia, y en cualquier edad. MASSÍA, Juan. (ed.). Ser
humano, persona y dignidad. Madrid: Desclée de Brouwer, 2005, p. 342.
355 CASTILLO, Mª José. El discernimiento cristiano, p.137.
72
hay quienes opinan que, es bueno que lo haga.356 Sin embargo, se sigue
necesitando responder a las preguntas más fundamentales de la existencia, en
donde Dios, sigue siendo absolutamente necesario.
356 No necesitamos a Dios desde un sentido utilitario, egoísta de la vida. Ésta no parece precisar
su presencia, pero por otro lado, el hombre sigue necesitando responder a las cuestiones
fundamentales sobre su ser mismo, en éste sentido, seguimos necesitando su implicación. Cf.
QUEIRUGA, T. Andrés. Recuperar la salvación. Para una experiencia liberadora de la experiencia
cristiana. 2 a ed. Santander: Sal Terrae, 1995, pp.216-225.
357 Cf. QUEIRUGA, T. Andrés. Repensar la revelación. Barcelona: Trotta, 2008.
358 En los primeros tres siglos se representaba a Jesús como el lampiño y juvenil “buen pastor”.
Las dos representaciones más antiguas del Crucificado que se han conservado proceden del
siglo v. Así pues, rechazo la cruz no sólo como signo para guerreros y gobernantes, sino
también para blandengues y cobardes. Todo ello muy alejado de aquel joven intrépido y
valeroso Jesús. KÜNG, Hans. Lo que yo creo. pp.193-195.
359 Las relaciones de intimidad familiar no se plantean a partir de un reglamento o de
una codificación legal. Sería sencillamente absurdo que dos personas, que se quieren a
ese nivel, se pusieran a redactar un reglamento en el que se estipulara taxativamente
cómo se tienen que agradar mutuamente. Cuando se trata de una relación personal, vivida
en esa profundidad, es el dinamismo del amor el que hace a cada uno inventar su
propia conducta, descubrir lo que agrada al otro y evitar a toda costa lo que puede
distanciar a los que se quieren de esa manera. En este sentido, es interesante indicar que
Pablo pone en estrecha relación el discernimiento cristiano con el amor. (Flp 1.9-10)
afirma que lo que él más desea en los cristianos es la expansión y la maduración de un amor
cuyo objeto es conducir al creyente hasta una "penetración" y una "sensibilidad" que
73
comporta una situación muy distinta. (Gal 4.4-6). El amor revelado por Cristo
a la humanidad sigue siendo hoy tan actual y necesario como lo fue entonces.
En este amor se manifiesta una gran libertad: un amor semejante no se
guía ya por el precepto o la prohibición que debe ser observada de forma
automática, sino por lo que la realidad misma exige y posibilita. Así es
como la imagen de Dios busca ser redimida en el hombre
Como la flor se dirige hacia el sol para que sus brillantes rayos le ayuden a
perfeccionar su belleza y simetría, así deberíamos volvernos hacia el sol de
justicia, a fin de que la luz celestial brille sobre nosotros y nuestro carácter se
transforme a imagen de Cristo.360
74
PARTE III
75
1. Aplicaciones prácticas de la ética cristiana
363 Cf. QUEIRUGA, T. Andrés. Creo en Dios Padre. El Dios de Jesús como afirmación plena del
hombre. Santander: Sal Terrae, 1986, pp.151-187.
364 BONHOEFFER, Dietrich. Resistencia y sumisión. Salamanca: Sígueme, 2004, p. 455.
365 Ídem., Vida en comunidad. Salamanca: Sígueme, 2003, p.10. Pese a todo, la presencia sensible
76
enfoque comunitario.367¿Cómo valorar mejor a la ES y aplicarla a la vida en la
iglesia? ¿Para qué puede servir hoy?368
1.1 La problemática
367 Los problemas morales son, por lo general, muy complejos. No se presentan dos situaciones
iguales. Cada una de ellas requerirá un estudio cuidadoso y, aunque las diferencias entre un
caso y otro sean mínimas, cada situación requerirá una solución particular. El Espíritu debería
ser siempre requerido por quienes tengan que resolver problemas morales. Fideicomisarios del
patrimonio White. Cf. WHITE, E. Consejos sobre conducta sexual y adulterio. Miami: Api, 1994.
Presenta diferentes soluciones a casos que tienen el común la violación del 7º mandamiento.
368 Cf. RAMOS, A. Marcos. El pastor en la Iglesia de hoy. Nashville: Convention Press, 1991.
369 Como el desarrollo natural de la Iglesia puede transformar el pensamiento teológico. Cf.,
77
A pesar de que la iglesia es depositaria de un sistema ético hermosamente
integrado en una filosofía adelantada a su tiempo, y a pesar de los desajustes374
propios del pasado, y porque no decirlo del presente, es evidente que muchos
creyentes no reconocen con facilidad su verdadera identidad como grupo
social.375
374 Podemos aprender del legado adventista y criticarlo con el fin de aprender de sus errores y
valorar sus triunfos, pero no imponer, sino proponer como objetivo eclesiástico su modelo de
vida y aplicarlo a la situación actual. Cf. KNIGHT, George. Nuestra identidad. Origen y desarrollo.
Florida: Apia, 2005.
375 Según Jn 13.34, es el amor lo que marca la seña de identidad cristiana, más que la doctrina
demasiado no probada, “un desperdicio del dinero del Señor.” La idea de NET (programa de
emisiones vía satélite) era loca. ¿Quién iría a una iglesia para ver a un predicador en una
pantalla? Para un resumen sobre la historia del movimiento adventista; Cf. KNIGHT, George.
Anticipating the advent. A brief History of seventh day adventists. Idaho: Pppa, 1993.
78
siquiera presionado a actuar bajo la inmediatez o el ansia por aplicar una
disciplina, debe ocasionar más daño del que pretende evitar. ¿Cuál puede ser el
origen del problema? ¿Puede ser que exista una manera equivocada de
interpretar el mensaje ético de la Biblia? ¿Puede existir el riesgo de ministrar
bajo una hermenéutica deformada?
¿Qué pasos se pueden tomar para dar a la ética del Espíritu el lugar que le
corresponde dentro del adventismo? ¿O esperamos completar nuestra obra sin
abordar este asunto? Cualquier tema antiguo serviría: desde los estilos de
adoración, hasta las normas del vestir. ¿Qué puede hacerse? No podemos
pensar de forma tribal, nacionalista o racial. En la iglesia no caben las luchas de
poder. En las situaciones más difíciles necesitamos comportarnos como
hermanos nacidos de nuevo, capaces de discutir sin perder de vista la misión de
la iglesia, lo que hace que cada asunto debe ser tratado en su lugar apropiado.
Por ejemplo: ¿Cuándo se regocijan algunos adventistas? ¿El viernes al atardecer
o el sábado al atardecer? Hay quienes actúan como si el sábado fuese el castigo
por ser adventista, en vez de una señal de nuestra salvación y la bendición más
377Algunos adventistas sostienen que todas sus creencias son de igual importancia, siendo que
la realidad es que el tener una relación salvadora con Jesús está en el centro mismo del
cristianismo. Todo el cristianismo genuino fluye de una relación salvadora con Jesucristo. Es
fácil ser adventista sin ser cristiano. Cf. KNIGHT, R. George. Nuestra Iglesia. Florida: Apia, 2005.
79
grande de la semana. Esta actitud desafortunada se da en algunas de nuestras
iglesias.
378 George R. Knight presentó este discurso en la sesión de la Conferencia General del año 2000
en Toronto. Disponible en: http://www.adventistreview.org/2000-1544/devil.html [Consulta:
4 febrero 2015].
379 BONHOEFFER, Dietrich. Vida en comunidad, p.85.
80
1.2 Deformación hermenéutica
construir teología sin ser ese su cometido, pueden generar tensiones alienantes “Los cristianos
deberían seguir a Cristo y vestirse de acuerdo a la Palabra de Dios. No deben irse a los extremos”
WHITE, G.E. Mensajes selectos. Tomo 3. Florida: Aces, 1979, p.276. Cf. Ellen G. White Estate.
GELABERT, Ramón, (ed.). Ellen G. White y la hermenéutica. En: Aula 7. Barcelona: 2007.
383 BONHOEFFER, Dietrich. El precio de la gracia. Salamanca: Sígueme, 1968, p.946.
384 El fundamentalismo constituye una forma de suicidio de pensamiento. Apoyarse con versículos
bíblicos y citas de Elena G. de White tomadas fuera de contexto, e interpretar literalmente todos
los detalles de la Biblia sin el buen uso de un buen método ofrece interpretaciones piadosas,
pero falsas. En relación al fundamentalismo, Cf. PAGOLA, Juan Antonio. Jesús. Aproximación
histórica, p. 477.
81
adecuadamente.385 También, la obsesión desmedida por preservar “la imagen”, a
toda costa, puede añadir una posible deformación, inconsciente incluso, en las
relaciones afectivas.386 Creer que sólo hay una forma de hacer algo y que todos
tienen que proceder de esa única manera, ocasiona tensiones. Por ejemplo: el
estilo de la adoración.387 De ahí que, aplicar soluciones fijas388 y no comprender
la importancia de la situación individual, no comprender la verdad bíblica que
es progresiva, ni la realidad del entorno, etc., plantea problemas en temas como:
el divorcio, el control de la natalidad, el aborto, la eutanasia, la
homosexualidad, la discriminación racial, las relaciones con el gobierno, el uso
del dinero, etc., Se pueden dar respuestas genéricas y vagas que resultan
insuficientes para el que las demanda.389 No es cuestión solamente de
posicionarse sobre lo que está mal o bien, sino de vivir en comunión con las
situaciones que experimentan los demás, independientemente de lo que en ese
momento practiquen o crean.390
385 El método de emplear muchos textos bíblicos con el fin de sustentar una idea, aparenta
erudición, pero eso no garantiza que la idea sea fiable ni veraz. Ha de tenerse en cuenta el orden
del pensamiento del autor, los motivos de los escritos, los destinatarios de los mensajes, la
lengua empleada, la gramática, las diferentes cosmovisiones, la conexión entre las frases, etc.
No podemos sostener la idea del “texto prueba”. Cf. FERRARIS, Mauricio. La hermenéutica.
Madrid: Taurus, 1998, pp.28-38.
386 LEÓN, Jorge A. Tres caminos para conocerse a sí mismo y alcanzar la salud integral. Buenos Aires:
Apia, 2006.
387 “No todas las mentes deben ser alcanzadas por los mismos métodos” Cf. WHITE, Ellen. Testimonies,
Tomo. 6, Florida: Aces, 1979, p. 116. Los estilos de adoración, por ejemplo, están relacionados
con la clase socioeconómica de una persona. Lo que tal vez alcance a algunas comunidades de
clase media-alta quizás no alcance a pentecostales o anglicanos u ortodoxos o islámicos. El
adventismo no necesita una o dos maneras de adorar, sino muchas.
388 Es necesario una buena exégesis y una buena hermenéutica. Cada cual toma un pasaje, lo
2005.
390 Jesús no cambia la conducta de las personas para que se sientan amadas ni les otorga su paz
cuando obtienen victorias sino que al amarlas y darles una paz incomprensible sus vidas
comienzan a cambiar, progresivamente, sin la inmediatez que les exigimos los demás. Cf. FAUS
GONZÁLEZ, J. Ignacio. Acceso a Jesús. 3 a ed. Salamanca: Sígueme, 1980, pp. 142-158.
82
El hombre391 post-moderno no siempre es tan maduro como para
comprender sus deberes, por eso nuestra ayuda no ha de centrarse
principalmente en su conducta sino en sus relaciones. Para Dios, aún más que la
conducta, que lo que hacemos, le interesamos nosotros.392 La psicología social393
enseña que las relaciones se producen mediante diálogos.394 Si la manera de
relacionarnos es deficiente y no empatizamos395 con nuestros interlocutores
podríamos dar lugar a un “malestar” moral como grupo, en la iglesia, donde
podemos apenas conocernos realmente.396 La ética cristiana aprende entonces
de una manera concreta de la ES.397 Pero la considera y la utiliza, la supera y la
mejora. 398
391 Cf. VILLAMAR, Winston: La educación teológica en la iglesia local. Decatur: Asociación para la
educación teológica hispana, 1998.
392 Cf. Diferentes teorías sobre el comportamiento religioso visto como consecuencia o como
causa. ARGYLE, Michael. Conducta religiosa. Buenos Aires: Paidós, 1996, pp.182-222.
393 La influencia del individuo sobre el grupo, la identidad base y la individual son aspectos que
personas interactúan entre sí, mediante transacciones psicológicas, con sus estados del yo
Padre, Adulto y Niño, aprendiendo a utilizar el primero para dar cuidados, el segundo para
individualizarnos y el tercero para buscar y recibir cuidados, tanto en nuestra interacción con
los demás, como también en nosotros mismos, creciendo en el logro de una personalidad
integradora. Cf. BERNE, Eric. What Do You Say After You Say Hello? London: Corgi books, 1975,
p.462.
395 Cf. STEIN, Edith. El problema de la empatía. Madrid: Trotta, 2004, pp. 132-134.
396 Sobre el abandono de la Iglesia en adolescentes y jóvenes, los asuntos relacionados con la
forma de aplicar disciplina, la incoherencia de los mensajeros, la relación hogar y escuela son
determinantes. El tipo de liderazgo, la forma de evaluar y la falta de amor incondicional son
claves en el estudio del Dr. Dudley. Cf. DUDLEY, L. Roger. Why teenagers reject religión?
Washington: R&H, 1998. El proyecto patrocinado por la división Norteamericana y la Sierra
University conocido como “Valuegenesis” entre los años 2000-2002 destaca la demanda de
enseñanza bíblica y una falta de comprensión de la ética religiosa como fundamento de la
felicidad, una falta de confianza en el espíritu de profecía, escasa calidad en los programas de
las iglesias y una separación frente a la ortodoxia en algunos aspectos en los que no hay
consenso. El estudio sugiere una formación pastoral más eficiente y una manera diferente de
presentar las doctrinas. Cf. Ibid., Valuegenesis. Faith in the balance. Washington: La Sierra
University press, 2002. En general, tras los estudios del Dr. Dudley, las causas principales del
abandono son la alienación, la intolerancia, la irrelevancia, la convivencia, los conflictos
personales y el no sentirse aceptados. Cf. Ibid., Why our teenagers leave the church. From a 10-year
of study. Hagerstow: R&H, 2005.
397 Cf. CALVO, M. Diego. “El ciego de nacimiento. Un evento escatológico” Disponible en:
http://www.aula7activa.org/edu/investigador/documentos/elciegodenacimiento.pdf
[Consulta: 12 enero 2012]. Ejemplo de un acercamiento situacional.
398 Robinson ataca la ética cristiana tradicional por tender a ser antihumana, orientada hacia
principios sobrenaturales que a veces tienen precedencia sobre las personas, y a los cuales hay
que conformarse prescindiendo de las circunstancias, pero eso obedece a una visión de
83
En gran parte del mundo evangélico,399 la excesiva preocupación “pastoral”
ha hecho que el mínimo hermenéutico exigido haya bajado. La hermenéutica
bíblica tiene unas reglas y en los temas relacionados con la espiritualidad, tales
como la devoción personal, la oración, etc., no sirve la política del que “todo
vale” mientras se practique. Pero, ¿tenemos la seguridad de que tales prácticas
garantizan la calidad de una vida espiritual personal efectiva? “Hay muchos que
profesan creer la verdad pero son de moral corrupta, empañan la pureza de pensamiento
y los impulsos de otros, arruinan las almas bajo la pretensión de salvarlas.” 400
todo el mundo. Se estima que el 75% de ellos viven en África, Asia o América del Sur y, aunque
es imposible saberlo a ciencia cierta, se calcula que hay cerca de 2,2 millones de iglesias
evangélicas en todo el mundo. Sin embargo, el 85% de ellas están dirigidas por pastores con
poca o ninguna formación teológica. Cf. Trabajo de la comisión evangélica góspel. Disponible
en: http://www.thegospelcoalition.org/blogs/tgc/ [Consulta: 13 marzo 2013]. Algunos que
hace unas décadas ridiculizaban el estudio teológico, hoy sienten la necesidad de estudiar para
obtener un título. Unas ofrecen títulos baratos y rápidos por internet, y otras sin un campus
ofrecen sus cursos en iglesias locales alrededor de América Latina. Algunos ejemplos: "Latin
University of Theology"; "Miami International Seminary";” la Asociación Internacional
Hispanoamericana de Capellanes (AIHCA); "Universidad Nuestro Pacto Internacional". SEGURA,
Osías. “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Ayuda pastoral, 27 Agosto 2010.
400 Con relación a ministros que están en la obra. Cf. WHITE, G. Ellen. Testimonios acerca de
84
Desde siempre, el proceso de secularización y sus secuelas han sido un
verdadero desafío para los cristianos, pero frente a un mundo secularizado lo
que necesitamos es una teología más “secular” en su formulación, no una
secularización y una humanización de lo religioso. 402
402 Deiros, Pablo A.: Historia del Cristianismo: El cristianismo denominacional (1750 al Presente),
Formación Ministerial. Buenos Aires, Argentina : Ediciones del Centro, 2012
403 Cf. Donner, Theo G.: Fe y posmodernidad: Una cosmovisión cristiana para un mundo fragmentado.
Proforme, 2008.
405 Reconociendo esto, los que formularon las veinte y siete doctrinas fundamentales del
adventismo hicieron claro en su preámbulo que no se trataba de un credo y que no debía usarse
el documento para juzgar a los miembros de la iglesia. Sin duda cuando se añadió la doctrina
veinte y ocho, se estaba proclamando que las doctrinas no son permanentes. Son cambiables.
85
que explicamos al Dios en el cual creemos tienen la misma base pero no la
misma expresión. En nuestra iglesia hay quienes creen que cada página de la
Biblia fue dictada por Dios y quienes creen que la Biblia fue escrita por seres
humanos cuya iluminación por el Espíritu Santo respetó los límites de su
humanidad. Hay quienes piensan que la organización de nuestra iglesia es el
modelo de organización perfecta, que nuestra liturgia es admirable y nuestras
doctrinas son las únicas perfectamente cristianas. Tal ilusión cercana a la
soberbia es, sin duda, lamentable y hace que algunos defensores de ortodoxias
se conviertan en cazadores de brujas.406
Por desgracia hay quienes mantienen que la iglesia está constituida por sus doctrinas y las ven
publicadas en el Manual de la Iglesia como inmutables e infalibles. Muchos, a propósito, se
olvidan del preámbulo que las introduce, o dejan de publicarlo cuando las reproducen. El único
inmutable e infalible es Dios, y las doctrinas siempre han sido y seguirán siendo cambiables. Cf.
“Growing in Christ” Revista: Adventist News Network. Núm.2005-07-04.
406 Hay quienes creen que el Señor no vendrá mientras no haya en la tierra un pueblo que haya
alcanzado la perfección frente a la ley igual a la del Cristo encarnado y hay quienes creen que lo
único que cuenta es la fe y el amor. Hay quienes enseñan que hay en el cielo un santuario
material con dos salones y que el 22 de octubre de 1844 Cristo entró por primera vez al segundo
salón, el lugar santísimo, y quienes creen que desde su ascensión Cristo está sentado a la diestra
del Padre disponiendo y gobernando. Otros, sin embargo, piensan que ambas descripciones de
las actividades de Cristo en el cielo son metafóricas, parábolas que nos exigen despertar nuestra
imaginación. Hay quienes creen que es imposible creer en el Dios creador de todas las cosas y
tomar en serio las conclusiones del consenso de los científicos que formula un proceso evolutivo
y quienes creen que tal cosa no sólo es posible sino necesaria. Hay quienes conceden al gobierno
la autoridad para imponer y efectuar la pena de muerte a los declarados culpables de serios
crímenes y hay quienes creen que el mandamiento “No matarás” incluye a castigos penales.
Sobre esa base, hay quienes se niegan a portar armas y quienes entran como voluntarios al
ejército como combatientes dispuestos a matar. Ninguna de estas contraposiciones puede ser
considerada de menor importancia, pero los que las mantienen conviven dentro de la iglesia.
Cf. WEISS, Herold. Considerando al disidente. 15-06-2009. [en línea] Disponible en:
http://spectrummagazine.org/node/16951
407 BONHOEFFER, Dietrich. Vida en comunidad, p.93.
86
saber qué hacer de acuerdo a la ética cristiana.408 Y esto especialmente, en
situaciones de enfermedad.
Hasta hace muy poco, la mayoría de los países tenían leyes que prohibían la
eutanasia (muerte con dignidad), asociada con la corrupción de la medicina en
la Alemania nazi. Pero recientemente, nuevas técnicas aplicadas en la medicina
con el objeto de prolongar la vida humana, han causado que mucha gente
cuestione acerca de qué calidad de vida es la que se está prolongando. ¿Estamos
realmente salvando vidas o simplemente prolongando el proceso de la muerte?
La pregunta surge con mucha mayor frecuencia en aquellos países que son
suficientemente ricos como para cargar con la responsabilidad de una
tecnología eficiente. Habiéndose originado en los Países Bajos y continuado en
los Estados Unidos y en otros países, percibimos una nueva voluntad pública
de "ayudar" a aquellos que están pereciendo, acortándoles la vida
intencionalmente. ¿Pero puede considerarse la interrupción del cuidado médico
a un paciente, lo que a veces pareciera añadir más sufrimiento al moribundo,
moralmente equivalente a terminar activamente la vida del mismo? ¿Existe en
verdad una diferencia en los casos en los que los profesionales de la salud
tomen parte activa en la administración de las medidas para la eutanasia, o que
el paciente mismo se las administre, en un “suicidio asistido” por el profesional
408“Los que buscan reglas que rigen lo que se debe hacer en el caso de desacuerdos deben estar preparados
para ser chasqueados. A veces lo mejor es confrontar. En otros casos es más conveniente tomar un desvío
por la periferia. A veces es mejor renunciar. Otras es mejor quedarse. No se trata de encontrar la única
respuesta correcta. No existe la regla que rige la conducta en todas las circunstancias”. Cf. HASS,
Richard. Publicó en el número del 11-18 de mayo, 2009, del semanario Newsweek. [en línea]
Disponible en: http://www.cfr.org/experts/afghanistan-iraq-middle-east-and-north-
africa/richard-n-haass/b3350
409 Para un acercamiento al nuevo paradigma médico; Cf.BONNIN, S. P. Moral de la vida.
87
de la salud? ¿Tiene el cristiano (opuesto tradicionalmente al suicidio y a la
eutanasia) respuestas a los dilemas actuales introducidos por la capacidad de la
tecnología de controlar la etapa final de la vida?
protestante. Los problemas morales en juego se discuten por Willard L. Sperry, The Ethical Basis
of Medical Practice. Cf. Joseph Fletcher, en su libro, Morals and Medicine, defiende vigorosamente
la eutanasia voluntaria.
414 BADENAS, Roberto. Frente al dolor, p.216.
88
La compasión Cristiana nos llama al alivio del sufrimiento (Mateo 25:34-40;
Lucas 10:29-37). En el manejo de los agonizantes, es responsabilidad de los
Cristianos la de aliviar en todo lo que sea posible el dolor y el sufrimiento,
pero esto no incluye la activa eutanasia. Cuando está claro que la
intervención médica no curará al paciente, el principal objetivo debería ser
cuidar que el paciente sufra lo menos posible.415
Respetar la vida no significa prolongarla sin más, con tratamientos que sólo
prolongarán la agonía, frustrando el derecho a una muerte digna: La ética
cristiana prepara para aceptar con sobriedad y responsabilidad la llegada de la
inminente muerte y respeta el derecho a vivir esos momentos de manera tal que
podamos prepararnos, si es posible, a asumirla. Sin embargo, a la hora de
abordar la cuestión, es notable apreciar que en muchos de los planteamientos
que se leen y escuchan en los más diversos foros, la muerte, tanto como el
ineludible proceso previo en que ella desemboca, son temidos, viviéndose en
forma angustiosa por quienes están obligados a admitirla y gestionarla, como lo
son los médicos y los familiares del moribundo, y sobre todo por quien sufre su
proximidad con indecibles padecimientos.
http://www.periodistadigital.com/religion/mundo/2013/10/01/hans-kung-enfermo-de-
parkinson- se-plantea-recurrir-al-suicidio-sistido-iglesia-religion-dios-jesus-muerte-vida.shtml
[Consulta 2 enero 2015].
89
fueron censurados y llevados a cargar con una culpa innecesaria.417Esto se ha
hecho como consecuencia de teologías poco reflexivas.418
La ES nos ayuda pues a juzgar mejor a aquellos que son esclavos de malos
hábitos. “Muchos consideran a estos extraviados como casos desesperados; Pero Dios
no los considera así, pues comprende todas las circunstancias que han hecho de ellos lo
que son, y se apiada de ellos.”420
417 Casos como la depresión, el suicidio, las patologías duales, adicciones diferentes a las
producidas por sustancias químicas pero que operan de forma similar, como por ejemplo el
sexo, el trabajo, etc., no siempre han sido sensiblemente ubicadas en el terreno que les
corresponde como enfermedad. Cf., SANABRIA, Ambrosio. Psicobiología de la drogadicción.
Cerebro y drogas. Madrid: Manuel Moderno, 2013.
418 WIERSBE, W. Warren: Bosquejos expositivos de la Biblia: Antiguo y Nuevo Testamento. Nashville:
90
2. Hacia una de una ética metanómica
421 Cf. BROOKS, Ron: Apologética: Herramientas valiosas para la defensa de la fe. Miami: Unilit, 1997,
p.101.
422 Un espacio de generación de cultura, vida e interrelaciones comunicativas y sociales regidas
91
En la educación de los niños425 cada vez pierden más importancia la familia
y la escuela a favor de la televisión, los móviles, la tecnología y las redes
sociales que se han convertido en los protagonistas de esa labor. Los niños
hacen más caso a lo que dicen los amigos y a la tele que a lo que dicen sus
padres. La publicidad los manipula, pues, aunque no se den cuenta, todos
quieren ir a la moda para ser aceptados en la sociedad. Se defiende el derecho a
la diferencia, pero cada vez más, tendemos a hacer todos lo mismo. Todos
necesitamos educación moral, pero más los niños y adolescentes, pues estos no
tienen aún la conciencia moral plenamente formada y su personalidad es
modificable. En una tecnosfera como la de la sociedad actual, urge una
sensibilización y concienciación del problema y para ello se precisa informar,
formar y prevenir desde todos los estamentos y en todas las áreas.
92
Por otra parte los controladores del poder427 están a favor del monismo
moral, es decir, de que impere un único código moral impuesto, ya que opinan
que si hay diversidad de opiniones no se puede manejar fácilmente a las masas.
Los más independientes piensan todo lo contrario: que cada uno debe pensar
como quiera, pero sin ser influido por los demás: Hay que respetar las demás
opiniones, pero cada cual debe ir a lo suyo. Esto se llama politeísmo moral,
posición que defiende que, en cuestiones de moral, no se necesita llegar a
ningún acuerdo universal si no es de forma casual. El pluralismo moral
defiende que cada persona es libre de tener unos ideales, pero que, sin
embargo, todos debemos compartir unas opiniones iguales sobre lo que es
justo, aunque no ya sobre lo que es bueno. La ética imperante en los media se
interesa sobre todo del valor del consumo y del ocio.428
427 Cf. BLOCH Ernst. Marx y la dialéctica idealista. Madrid: Cica, 2009.
428 Disponible en: http://elpais.com/elpais/2015/03/27/eps/1427474949_926013.html
[Consulta: 28 marzo 2015].
429 BECK, Ulrich. La sociedad del riesgo global. Madrid: Siglo XXI, 2000.
430 WELLS, David F. Losing Our Virtue. Michigan: Grand Rapids, 1998, pp. 23-30.
93
sí mismas.431Igual que a lo largo de los siglos se han descubierto fórmulas
matemáticas que son transmitidas a través de la educación, y no se exige que
cada uno vuelva a descubrirlas, lo mismo pasa con los valores. Para acabar de
formar nuestra moral hay que asumir una actitud dialógica, y enseñar a los
individuos a fomentar la autoestima.
431“Obra de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro siempre
al mismo tiempo como un fin, y nunca solamente como un medio.” BARBOSA, Pedro. (ed.). KANT,
Manuel. Fundamentación de la física de las costumbres. Puerto Rico: Creative Comuns, 1921, p.130.
94
tecnológico necesita expandir el horizonte de la consideración moral para
enfrentar los diversos problemas globales en diversos horizontes, a partir de
unos mínimos de justicia. Pero si la ética cívica es una ética de mínimos, la ética
cristiana es una ética de máximos que nos indica qué caminos seguir para
alcanzar la felicidad, por las mejores vías.
Los pilares del hogar, la Iglesia y la escuela, están en crisis432 y este hecho se
manifiesta de diversas maneras: la adoración de la juventud y el consentimiento
de sus caprichos; el dinero como símbolo de éxito y felicidad; una economía de
mercado donde en vez de “ser” importa “tener”: consumir, usar y tirar; la
identidad definida por las adquisiciones y no por las convicciones. En contraste
con la ética del trabajo y el ahorro, propia de la modernidad, la búsqueda de
gratificación, de placer y de realización personal es hoy para muchos el ideal
supremo. El culto a la independencia personal y a la libertad irresponsable de
estilos de vida se ha vuelto en algo generalizado. El pluralismo relativista
provee una multiplicidad de valores, con muchas opciones individuales, pero
ninguna de ellas absoluta o segura. Las diferencias ideológicas y religiosas son
tratadas superficialmente como modas. Todo esto ocurre en el marco de un
axioma aceptado por casi todo el mundo: un mínimo de austeridad y un
máximo de deseo y disfrute, menos disciplina y más comprensión. Al mismo
tiempo, Los medios reemplazan las interpretaciones religiosas y éticas
pretendiendo una información puntual, directa y objetiva colocando la realidad
más allá del bien y del mal. Paradójicamente, la influencia de los medios
aumenta a medida de que se generaliza una crisis de comunicación. En el
planteamiento del futuro y para evitar lo ocurrido en el pasado, la impaciencia
y la rapidez a la hora de evaluar deben ser revisadas.
95
2.2 Crítica del juicio irreflexivo
Las leyes y las normas, por el hecho de ser principios generales, no pueden
ser operativos en cada caso particular nada más que a través de la mediación de
la conciencia. Para el cristiano, en último término, todo se reduce a la puesta en
práctica del amor agape, en cada situación particular. (I Cor 11.28, 29, II Cor
13.5). Pero éste es un proceso lento que tarda en madurar. Aquellos que siempre
tienen prisa para juzgar, sentenciar y condenar al ostracismo a quienes no les
dan la razón, caen en la sinrazón y la intolerancia. 434
433 Cf. HORTELANO, A. Moral responsable. Conciencia moral cristiana. Salamanca: Herder, 1969, p.
61.
434“La conciencia se presenta como la voz de Dios y como la norma de la relación con los demás hombres.
Por consiguiente, de la correcta relación consigo mismo, el hombre debe recuperar la correcta relación con
Dios y con el hombre. Esta perversión es la pretensión del hombre equiparado a Dios en su saber sobre el
bien y el mal. El hombre se ha convertido en el origen del bien y del mal. No niega su mal, pero en la
conciencia el hombre se llama a sí mismo, que ha venido a ser malo, para que retorne a su ser auténtico, a
su yo mejor, al bien. Este bien, que consiste en la unión del hombre consigo mismo, debe ser el origen de
todo bien. Se trata del bien de Dios y del bien para el prójimo. Llevando en sí el saber del bien y del mal, el
hombre es juez de Dios y del hombre, tanto como lo es de sí mismo.” BONHOEFFER, Dietrich. Ética.
p.14.
96
espiritual auténtica creciente: La experiencia del amor cristiano hacia los demás.
Este amor, que desborda la vida afectiva del creyente, se traduce en
conocimiento profundo y práctico; y en una sensibilidad o tacto afinado, que
descubre, con cierta naturalidad y espontaneidad, lo que agrada al Señor, lo
mejor y lo más acertado, en cada situación y en cada circunstancia concreta.
(Rom 12.1-2) discernir equivale a escoger lo mejor y eso no se hace imponiendo
una conducta a cada individuo para cualquier situación.
435 “Quizá durante algún tiempo la buena semilla permanezca inadvertida en un corazón frío, egoísta y
mundano, sin dar evidencia de que se ha arraigado en él; pero después, cuando el Espíritu de Dios da su
aliento al alma, brota la semilla oculta, y al fin da fruto para la gloria de Dios. No es una cuestión que nos
toque decidir.” WHITE, G. Ellen. Palabras de vida del Gran Maestro. Miami: Api, 1971, p.47.
436 BONHOEFFER, Dietrich. Ética. p.24.
97
Solamente la intervención del Espíritu Santo puede conseguir que nuestra
conducta sea coherente y agradable a Dios (Rom 8, 9-11).
Pero hay todavía otra causa de posibles engaños para nuestra conciencia.
Se trata de la acción del pecado arraigado en nuestra naturaleza, que interviene
misteriosamente en la vida de los cristianos, para desviarlos del buen
camino (Rom 7.7-25). Por lo tanto, nos preguntamos con qué criterios cuenta
el creyente para saber que en sus decisiones acierta y no se engaña. La
transformación y santificación del cristiano es obra del Señor (Rom 8, 11; Fil 3,
21), a través del Espíritu (2 Cor 3, 6; cf. Jn 6, 63). Resulta que, con bastante
frecuencia, las prácticas y las observancias religiosas se suelen utilizar para
tranquilizar la propia conciencia. De sobra sabemos que, muchas veces, no
queremos y buscamos para los demás lo que queremos y buscamos para
nosotros mismos. Pero como somos fieles en tal o cual práctica religiosa,
aunque sea de tipo legalista, entonces nos decimos que "valga lo uno por
lo otro". De ahí la legitimación de tantas conductas marcadas por el egoísmo.
La práctica religiosa, la observancia legal y cualquier otra cosa, por
importante que sea, tiene valor ante Dios en tanto en cuanto está
informada por el amor y es, por eso mismo, manifestación del amor
cristiano. Por eso mi enfoque busca el hecho de reflexionar sobre el riesgo de la
“inmediatez” con la que gestionamos las experiencias cristianas y la necesidad
de reflexionar acerca de las ventajas de una ética metanómica.
98
particular. De ahí que no es frecuente encontrar libros o escuchar
predicaciones que hablen claramente sobre la libertad de los creyentes. Me
refiero al miedo que muchos experimentan cuando se trata de la libertad,
ante la ley religiosa. En efecto, por más extraño que parezca, es un hecho
que la libertad constituye, a un tiempo, la aspiración más grande de la
vida y el terror más profundo de las personas. Es decir, la libertad es, al
mismo tiempo, lo más deseado y lo más temido de este mundo.437
99
tenga su origen en los designios de Dios, lo que no se puede decir es que,
una vez fundada la iglesia, el Espíritu Santo queda supeditado, de la
manera que sea, a la institución y a la organización eclesial (Rom 14.17-18).
100
inadmisible cuando el tema del discernimiento se plantea correctamente.
Discernir cristianamente no es defender y afirmar el propio saber, sino
exactamente al revés: renunciar al saber que procede del orden presente,
para encontrar el saber que procede de Dios. Por eso, la clave del
discernimiento es la renovación y transformación de la persona, que hará
posible el paso de un saber a otro saber, de la escala de valores del mundo a
la escala de valores que proyecta la cruz. Por lo demás, es evidente que esta
manera de plantear el tema del discernimiento representa una subversión
de nuestros esquemas habituales de pensamiento. Dietrich Bonhoeffer supo
formular esta subversión con particular acierto:
Lo primero que hay que hacer, para acertar con lo que Dios quiere, es
renunciar a las propias ideas asumidas del ambiente o del sistema
institucional, acerca de lo que es la voluntad de Dios. Tal renuncia,
obviamente, nos puede parecer ilógica o incluso quizá absurda. Pero
téngase en cuenta que no se trata de quedarse en esa renuncia, sin más. La
clave está en la renovación y transformación de la persona.440
101
dificultad más seria que representa esa manera de concebir la voz de la
conciencia, y por lo tanto el problema de la moralidad consiste en que el
hombre, inevitablemente, se repliega sobre él mismo, de tal manera que,
desde la relación a sí mismo, enjuicia y dictamina su relación a Dios y a los
demás. O dicho de otra manera, la propia conciencia se constituye en
centro, de donde resulta que, paradójicamente, hasta Dios queda
desplazado a segundo término.
441 Ampliando más el horizonte, a una visión del Nuevo Testamento, podemos aceptar el
razonamiento de J. Blank: no hay ningún principio universal para un sistema ético del
nuevo testamento. Éticas basadas en el reino de Dios, en la imitación de Cristo, en el amor,
en la escatología, en la comunidad, en el Espíritu..., todos estos puntos de vista son tan
variados como justificados, pero ninguno puede convertirse en absoluto, pues todos están
interrelacionados y cada uno subraya un aspecto del ethos del Nuevo Testamento. Vienen
a demostrar la complejidad de la ética del nuevo testamento y cuan distinta es esta
situación del legalismo y la sistematización ética. J. BLANK, Sobre el problema de las normas
éticas en el nuevo testamento: Concilium 25 (1967) 191. Una cuestión muy distinta es si se
puede y se debe admitir la existencia de normas humanas, que tengan una dimensión
absoluta, en cuanto que corresponden a la humanidad del hombre, porque en tales
normas el hombre se expresa y se realiza. Aquí ya no nos situamos al nivel de la
reflexión estrictamente cristiana, sino en el plano del comportamiento ético general.
Ahora bien, desde este punto de vista, los moralistas (al menos los católicos) están
generalmente de acuerdo en que, efectivamente, se debe admitir la existencia de tales
normas, que serían la expresión de lo que es humanamente recto y justo. El fundamento
último de tales normas sería lo humano como recta razón, prescindiendo de las
discusiones sobre la llamada "ley natural".
442 BOECKLE, Franz. Hacia una conciencia cristiana. Conceptos básicos de la moral. Estella: Verbo
102
CONCLUSION
103
que es imposible controlar todos los pensamientos de forma normativa. La ética
cristiana es un caminar y no solo un resultado. Por eso, defendemos la
necesidad de un aggiornamiento del lenguaje ético religioso y proponemos una
solución teónoma que desarrolle en el individuo autonomía moral desde la
libertad y desde el discernimiento crítico de una conciencia guiada por el
Espíritu divino.
Las decisiones éticas son parte de la vida diaria. Los cristianos debemos
entender lo que está en juego, porque si no lo entendemos, no tendremos
ningún impacto en los debates acerca de la vida que están sacudiendo a nuestra
sociedad. La discusión ética necesita ser iluminada por la revelación divina.
Debemos reconocer que la ética humanista es una pendiente resbalosa. Los
cristianos debemos entender la naturaleza compleja de los asuntos éticos.
Debemos aprender a pensar bíblicamente y cristianamente acerca de asuntos
éticos, así como a defender nuestra posición. Debemos no solamente saber lo
que creemos, sino también saber explicar por qué lo creemos. Por eso, la
revisión de la moral tradicional es fundamental para generar un sistema de
comportamiento receptivo a la reforma que conduzca a la compasión y a la
equidad. Ahí parece emerger desde la ES.
104
Fundamentando bíblicamente la ética cristiana desde una perspectiva
metanómica, impulsamos desde la sensibilidad, mejores comportamientos, más
humanos que consideren las circunstancias personales de los demás. Esta
reflexión nos lleva a implicaciones morales en nuestra comunidad. A vivir en
comunidad mejorando la sensibilidad moral y corrigiendo las posibles
deformaciones que hallemos. Ante la problemática de lo inmediato
respondemos con la sensatez, el amor agapeísta y el ejemplo ético de Jesús para
que nuestra membresía se convenza de que la intolerancia es un mal moral que
debemos superar.
105
se ve enfrentada nuestra fe. Proponemos que se conceda más espacio para el
estudio ético dentro de una teología moral, en los planes de estudios del
programa de grado.
106
GLOSARIO DE TÉRMINOS USADOS EN ESTE TRABAJO
ÉTICA METANÓNICA: Ética que “va más allá de la ley” como marco de
referencia. Tiene en cuenta la sensibilidad responsable y atiende al espíritu de la
ley, a su equidad, y a la intencionalidad de su legislador. Incluye la gracia como
motor de arrepentimiento y redención. Supera a los planteamientos de la
deontología y de la teleología de la ley.
107
ÉTICA SITUACIONAL: Se refiere al concepto que deja de lado la confianza
en las normas y principios éticos, que se supone obligan en todo tipo de
situación, y apela más bien a una comprensión y juicio simpático del contexto
específico en el que se lleva a cabo la acción. El carácter único de la situación y
la singularidad de los propios requerimientos y potencialidades son tales y
requieren una decisión tan particular, que ninguna norma o ley puede
anticipar. Movimiento popularizado por Fletcher Joseph, James Pike, Harvey
Cox entre otros a mediados del siglo XX en contraposición a la moral
tradicional.
MORAL: Son las reglas, posicionamientos, normas o consensos por las que
se rige y juzga el comportamiento o la conducta de un ser humano en
una sociedad (normas sociales). En ese enfoque lo que forma parte del
comportamiento moral está sujeto a ciertas convenciones sociales no siempre
universalmente compartidas. Por otra parte la mayor parte de las sociedades
humanas parecen compartir un núcleo de consensos sobre la conducta correcta
y sobre la inaceptabilidad de ciertas conductas ampliamente rechazadas
108
racionalista, que tratan la Biblia como un manual de textos dispuestos para su
orden y su clasificación, sin reparar en su contenido sagrado y profundo, en
cuanto tienen a Dios como origen y fin.
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