RESEÑA
Un Siglo y Medio de Arqueología.
Glyn Daniel.
Alumno: Adán Hernández Cruz.
Maestro: Luis Rodrigo Álvarez.
Título: Un Siglo y Medio de Arqueología.
Autor: Glyn Daniel
Editorial: Fondo de Cultura Económica.
Fecha de Publicación: 1950
N.º de páginas: 387
Reseña:
Para conocer y sumergirse en la historia de la arqueología prehistórica,
nadie como el científico y arqueólogo de origen galés, Glyn Daniel que en
su obra un siglo y medio de arqueología, expresa de forma más detallada
los orígenes de la arqueología prehistórica, el salto que da en la historia
este objeto de estudio hasta la época en que se considera una ciencia sin
discusión; El autor, en sus 387 paginas es muy claro al decir que el tema
central de su obra es narrar el descubrimiento y la descripción del hombre
prehistórico así como el cambio que sufre nuestra perspectiva de nuestro
pasado en virtud de estos descubrimientos arqueológicos, y, como
veremos más adelante, la importancia que es tener un conocimiento basto
del pasado del hombre, nos puede ayudar a sentirnos más identificados
en cualquier nación de la que el lector sea originario.
Todo esto se puede lograr partiendo de esta obra, empezando por una
pequeña luz de interés y gusto por las cosas antiguas, luz que
gradualmente fue haciéndose más y más grande hasta llegar al año 1970,
fecha en que la arqueología, como ciencia ya contemplada, alcanza la
madurez y como no, la innovación también en sus técnicas; El libro
empieza con el relato siempre importante del interés que empezaba a
surgir en las personas por los objetos antiguos, por mera curiosidad (y en
ocasiones por codicia), podemos nombrar personajes como Nabonido,
ultimo rey de Babilonia, que fue considerado uno de los primeros
arqueólogos por su interés en excavar y saber algo acerca de su historia,
y lo que esta tenía que decirle. Sin embargo, el “segundo” estimulo de
interés por la arqueología surge (y el autor es claro en esto) entre los siglos
XVI-XVIII con viajeros de otros países que iban a Italia y Grecia en busca
de restos materiales en el siglo XVI, así como las practicas del papa Sixto
IV y su familia y cardenales de coleccionar antigüedades en Roma,
practica que solo podía ser realizada por personas de la alta sociedad,
estos practicantes llevan el nombre de Diletantti que significa “Los que se
deleitan en las artes”; Estos personajes pueden ser considerados los
fundadores de la arqueología según la opinión de Glyn Daniel.
Pasando esta etapa de lo que ya era el renacimiento, vemos al siglo XVIII,
con nombres como William Camden, John Leland, John Stow, etc., en que
Inglaterra comienza a interesare por el estudio de lo antiguo, así también
es importante y muy bien explicado por el autor, la relevancia que tuvieron
tres factores que impulsaron a la arqueología, estos tres motores fueron el
descubrimiento de Grecia, el movimiento romántico y, por último, el
desarrollo de la historia natural. El siglo XIX también fue una época
relevante, la geología se para firmemente para respaldar a la arqueología,
y es una ayuda idónea para exponer algo más que la idea del creacionismo
con sus sustentos en la biblia para interpretar la cronología del hombre el
la tierra; La geología sirvió para cuando los daneses proponen una
cronología relativa, y apropiadas de las antigüedades prehistóricas, para
demostrar mediante huesos fósiles y artefactos la antigüedad del hombre,
y, fue creando el camino para el origen de las especies, de Charles Darwin.
Una de las partes que más se pueden destacar de este libro, es ver toda
la difusión que tuvo la arqueología en todo el mundo, su expansión en
diferentes lugares, a veces mencionados de forma muy pobre con otros
autores, pero que en esta obra se analiza de forma más amplia, lugares
como la ya mencionada Grecia, el gran trabajo arqueológico que se ha
realizado en Egipto, India, Mesopotamia, Irán y Transcaspio, la siempre
interesante China, Anatolia, y, el muy buen acierto de parte de Glyn Daniel,
ahondar un poco más en la arqueología Americana. Es importante conocer
que no solo en Europa se podía encontrar restos del hombre antiguo, sino
que en muchas partes igual, así mismo conocer arqueólogos y no
arqueólogos que en cierto sentido ayudaron a la historia de la arqueología,
como el polémico Belzoni, anticuario, explorador y también ladrón que
realizó cosas interesantes en Egipto, con el saqueo de tumbas, entre otras
cosas pero que, a opinión del autor, no se puede, y no se debería condenar
a estos anticuarios y saqueadores, ya que forman parte de la historia de la
arqueología, y sus pecados solo fueron adelantarse a su tiempo donde no
existía técnicas de excavación y cuidado de las antigüedades y de los
fósiles; Hablando de América, Glyn nos dice que su historia de redescubrir
las antiguas civilizaciones comienza en 1840 con el arqueólogo John Lloyd
Stephens, que trabaja en la zona de los “egipcios o Griegos del Nuevo
Mundo” los Mayas. Pero también encontramos nombres importantes como
Sir. Alfred P. Maudslay, que describe las ciudades de Copán, Quiriguá,
Chichen Itzá y Palenque, H.J. Steward, Spinden, o incluso la opinión de
Braidwood, donde expresa que no se pueden usar tecnicismos como
industria, cultura, o civilización a la arqueología americana, y que solo
están reservadas a Europa.
Asimismo, y retomando la historia de la arqueología, el libro nos menciona
los años en que la arqueología nace, años de 1840-1870, con la
propagación del sistema de las tres edades, propuesto por Worsaee,
sistema que sirvió para clasificar las diferentes piedras y artefactos
encontrados, así como las diferentes clasificaciones de la Edad de Piedra,
donde parece que todos y ninguno tenía la razón, y que cada quien podía
usar la clasificación que mejor le pareciera, o al menos esa impresión deja
el libro. Seguidamente de los años de 1870-1900, épocas en que la
arqueología alcanza la madurez, nuevamente con la clasificación de la
Edad de Piedra, o el descubrimiento del arte en la cavernas, con
pictogramas e ideogramas, que se fueron descubriendo y que poco a poco
interesaba a estudiosos como a curiosos; También cabe destacar de forma
muy acertada, el espacio que se brinda al desarrollo y progreso de las
técnicas y métodos con nombres como Mariette, quien se interesaba
mucho en obtener resultados importantes y que en ocasiones fue
cuestionado por sus métodos de excavación por ser “primitivos”, pero que
ante todo, fue un precursor de nuevos métodos arqueológicos; Schlieman,
como precursor de una larga línea de excavación del cercano oriente y en
ocasiones considerado el primero de los arqueólogos modernos, o Pitt-
Rivers al que se le debe dos contribuciones al método arqueológico, el
análisis de los artefactos y la técnica de excavación, donde reunió toda
clase de armas, botes, telares, vestidos, instrumentos musicales, símbolos
mágicos y religiosos y que poco a poco convirtió su sótano en un museo
de colecciones etnográficas y prehistóricas.
Después de mencionar a grandes rasgos el descubrimiento de las
civilizaciones del cercano oriente entre 1900-1950, como las ya dichas
Creta, Egipto, Mesopotamia, el Egeo, Irán, Palestina, Siria, Chipre, entre
otras, y que de igual forma ya se mencionó la importancia de esta
expansión y difusión de interés arqueológico en otros lugares del mundo,
el autor nos lleva al desarrollo de técnicas y métodos entre 1900-1950 casi
al término del libro; con técnicas de excavación, descubrimiento y de
interpretación. En esta época al arqueólogo ya no le interesa unos cuantos
sitios u obras de arte, o cosas interesantes halladas, no, ahora todo
testimonio que se pueda obtener de una excavación, desde la alfarería
domestica hasta los huesos y semillas conservadas en montones de
desperdicios es importante para el arqueólogo; Entre las técnicas que nos
comenta Glyn Daniel la de mayor interés personal es la fotografía aérea y
su gran importancia en el descubrimiento arqueológico; dicha técnica
surge y se vuelve realidad en 1858 donde Gaspard Félix “Nadar” fotografía
Paris desde un Globo, a partir de entonces, como en 1891 Sir Charles
Close, sugirió que un aparato similar se usara para fotografiar sitios
arqueológicos, lo demás es historia; donde se usó en las guerras
mundiales arqueólogos para tomar fotografías aéreas, y en otras
situaciones también.
Tratar de encerrar todo lo que Glyn Daniel tiene para contarnos en unas
pocas páginas no basta para poder apreciar todo lo que la historia de la
arqueología prehistórica tiene para ofrecernos, si bien es un libro un poco
pesado de seguir, es sumamente importante si se desea practicar la
arqueología prehistórica, y es regla leerlo mas de una vez para poder
apreciar todo lo que se ha dicho y echo del pasado del hombre
prehistórico. Existen otros temas que se tocan en el libro, como lo son las
técnicas de datación de los artefactos, el famoso C14, el de potasio-argón,
entre muchos otros, así como la clasificación de la Edad de Piedra, que
debería leerse detenidamente, y que el mismo Glyn Daniel aclara en su
prefacio en que ahondaría mas en unos temas que en otros, y que esa
elección era por su voluntad. Dejando a un lado eso, Un Siglo y Medio de
Arqueología es una obra muy importante que debería hacernos pensar
cómo una ciencia puede irse transformando con el paso del tiempo, como
de los errores se aprende y como dice Worsaee, para reflexionar en el
pasado de una nación deberíamos interesarnos por la arqueología.