LAS ENMIENDAS CALCÁREAS.
UN INSUMO TECNOLÓGICO VITAL
PARA LOS SUELOS ACIDIFICADOS DEL SUR DE CHILE.
Ricardo Campillo R. Ingeniero Agrónomo M.S.
Departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Centro Regional de
Investigación Carillanca, Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA,
E-mail:
[email protected] Angélica Sadzawka R. Química Farmacéutica
Departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Centro Regional de
Investigación La Platina, Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA,
E-mail:
[email protected]I . INTRODUCCIÓN
Desde hace varios años se ha establecido claramente una baja productividad de
cultivos y praderas desarrollados en algunos suelos derivados de cenizas volcánicas de
la zona sur del país, en donde se practica una agricultura de tipo intensivo. Ello podría
ser consecuencia de un proceso de acidificación de estos suelos, con la aparición de
toxicidad para las plantas por la liberación de hidrógeno y aluminio principalmente, y la
consecuente disminución en la disponibilidad de otros nutrientes, junto con un efecto
depresivo en la actividad microbiológica del suelo.
Por otro lado, estos procesos tienden a intensificarse hacia el sur de Chile, hasta
alcanzar su mayor expresión en la provincia de Chiloé, cuyo potencial de producción de
praderas naturalizadas y establecidas actualmente se encuentra severamente limitado
en su productividad (Campillo, 1994).
Resultados preliminares de un reciente estudio realizado en suelos de Chiloé (Campillo,
Zúñiga y Quilaqueo, 1997), confirman las restricciones de fertilidad que sufren las
praderas naturalizadas de la zona. La toxicidad por aluminio limita dramáticamente el
potencial productivo de las praderas, en particular el desarrollo y sobrevivencia de los
tréboles que son muy importantes por su capacidad de fijación de nitrógeno. Sin duda
que si se pretende incrementar los índices productivos de sus praderas, se debe
implementar a la brevedad un plan masivo de encalado correctivo de estos suelos, que
permita neutralizar este aluminio tóxico.
II. REACCIONE S DEL ENC ALADO EN EL SUELO
Consiste en agregar al suelo cualquier compuesto de calcio o de calcio y magnesio que
sea capaz de reducir la acidez e incrementar el pH. Estrictamente, la cal es el óxido de
calcio; sin embargo, el término cal también se aplica a otros materiales encalantes
como hidróxidos, carbonatos y silicatos de calcio, o de calcio y magnesio.
Las reacciones básicas de la cal en el suelo, representadas por el caso del carbonato
de calcio (calcita), son las siguientes:
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CaCO3 + H2O <-> Ca2+ + HCO3- + OH-
HCO3- + H2O <-> H2CO3 + OH-
H2CO3 <-> CO2 + H2O
H+ (solución de suelo) + OH- <-> H2O
Al 3+ + 3(0H) <-> AI(0H)3
Los mecanismos de la reacción de los materiales encalantes permiten la neutralización
de la acidez en la solución del suelo al ponerse en contacto la cal con el agua del suelo.
Es por esta razón que la cal es efectiva solamente cuando existe humedad en el suelo.
Es interesante observar que el calcio proveniente de la disolución de la cal no interviene
en las reacciones de incremento del pH. Este nutriente pasa simplemente a ocupar
sitios en la superficie de las partículas del suelo y servirá como nutriente de las plantas.
Los iones hidrógeno (H+) y aluminio (Al 3+
) de la solución de suelo reaccionan con los
-
hidroxilos (OH ) provenientes de la hidrólisis de la cal, formando agua y precipitando el
aluminio, el cual es reemplazado en los sitios de intercambio con calcio y otros cationes
básicos. De esta manera, el aluminio tóxico de la solución queda químicamente inerte.
Es importante indicar que es el ion bicarbonato (HC03-) el que realmente eleva el pH al
hidrolizarse y producir iones OH-. Luego, el ion bicarbonato se disipa como CO2 al cabo
de las reacciones de hidrólisis. Por esta razón, el impacto de la cal se limita al lugar de
aplicación. Por lo mismo, es que el yeso y otras sales neutras no son materiales
encalantes ya que no neutralizan los hidrógenos de la solución de suelo. El efecto del
yeso se puede apreciar en el Cuadro 1, en un experimento de establecimiento de
praderas. La aplicación de altas dosis de yeso incrementó el calcio de intercambio
como era de esperar. Sin embargo, tanto el pH como el aluminio de intercambio
permanecieron sin variación. Es decir, los niveles de acidez inicial del suelo no fueron
neutralizados por el yeso.
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Cuadro 1. Efecto del yeso sobre las características químicas del Andisol Osorno luego
de un año (0 - 20 cm). Remehue, marzo 1996.
Yeso Ca int. PH PH Al int.
ton/ha me/100 g. agua CaCI2 me/100 g
0 3,71 5,5 4,8 0,34
1,7 4,21 5,5 4,8 0,24
3,4 4,72 5,4 4,8 0,33
6,8 5,43 5,4 4,8 0,30
Fuente: Campillo, (1996).
El efecto final de las reacciones de la cal reduce la acidez del suelo (incrementa el pH),
precipitando al aluminio en un compuesto insoluble y eliminando así su efecto tóxico
para las plantas y la principal fuente de iones hidrógeno. Esto es fundamental puesto
que el aluminio interfiere diferentes procesos al acumularse en las raíces de los cultivos,
limitando su productividad.
III. CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS
Existen varios productos capaces de reaccionar en el suelo y elevar el pH. Entre los
más importantes están: óxido de calcio, hidróxido de calcio, calcita y dolomita
(Espinoza, 1995).
Óxido de calcio (CaO)
También conocido como cal viva, es un polvo blanco, muy difícil y desagradable de
manejar. Se obtiene calcinando piedra caliza y la pureza depende del material de
origen. Cuando se aplica al suelo reacciona de inmediato, por lo cual es útil cuando se
requieren resultados rápidos. Este material debe mezclarse inmediatamente con el
suelo puesto que se endurece rápidamente haciéndose inefectivo.
Hidróxido de calcio (Ca(OH)2)
Se conoce también como cal apagada o cal hidratada. Es una sustancia blanca,
polvorienta, difícil y desagradable de manejar. Se prepara hidratando la cal viva. Este
material reacciona también rápidamente en el suelo.
Cabe señalar que la cal viva y la cal apagada son productos que normalmente no se
utilizan debido a su alto costo y a los riesgos que implica su manipulación en las
actividades productivas.
Los productos más utilizados por su economía son los carbonatos. Existen dos
categorías generales de enmiendas calcáreas (Suárez, 1994):
- Cales calcíticas : carbonato de calcio (CaCO3)
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- Cales dolomíticas : carbonato doble de calcio y de magnesio (CaCO3 x MgCO3).
Las cales calcíticas pueden ser también :
• de origen minero.
• residuo o subproducto industrial (azúcar)
• minero industrial (calcitas con contenidos de óxido de calcio libre o hidróxido de
calcio libre).
• moliendas de conchas marinas.
La calidad de estos materiales depende del contenido de impurezas, como arcillas por
ejemplo.
Los carbonatos son de baja solubilidad y, por tanto, de efecto relativamente lento (uno a
varios meses según la finura del material).
Las cales dolomíticas presentan altos contenidos de magnesio (hasta 21% de MgO), el
cual también debe ser valorado. En suelos con claras deficiencias de magnesio, las
cales dolomíticas presentan ventajas comparativas puesto que la aplicación de
magnesio resultará en incrementos de rendimiento.
IV. SELECCIÓN DEL MATERIAL ENCALANTE
La calidad de los materiales encalantes depende principalmente de los siguientes
factores (Rodríguez, 1993):
• Grado de finura
• Valor de neutralización
• Contenido de otros nutrientes
• Costos de producción, transporte y distribución.
Grado de finura
Un factor de gran importancia en el encalado de los suelos es el grado de finura o
tamaño de las partículas de la cal a usar. Éste se debe a que la velocidad de la
reacción de la cal en el suelo depende de la superficie del producto en contacto con el
suelo. Mientras más fino es el material, tiene más superficie de contacto y reacciona
más rápido.
Cuando se utiliza calcita o dolomita es necesario asegurarse que el material sea molido
a un tamaño de partícula adecuado. Las partículas gruesas de cal reaccionan más
lentamente, mientras que las partículas finas lo hacen más rápidamente y en forma
completa. El costo de la cal aumenta con el grado de fineza de la molienda. Lo ideal es
utilizar un material que requiera un mínimo de molienda y que a la vez tenga una
cantidad suficiente de material fino que permita un cambio rápido de pH.
El grado de finura es el factor más importante en la elección de un encalante. Las
partículas mayores de 2 mm se consideran totalmente inefectivas, entre 0,25 y 2 mm se
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clasifican como 50 % efectivas y las menores de 0,25 mm como 100 % efectivas Estos
rangos de efectividad pueden no representar la solubilidad real del material, pero
permiten una evaluación práctica de los diferentes materiales.
En general, la granulometría de las enmiendas calcáreas más finas tiende a mejorar la
eficiencia inicial pero también encarece los costos del producto y dificulta su aplicación
en terreno.
La finura determina la rapidez de la acción encalante. Así, la velocidad del efecto varía
notablemente en función del tamaño de las partículas. Al mismo nivel de finura, las
calcitas exhiben mayor efecto que las dolomitas, producto de su mayor velocidad de
solubilización en agua (Cuadro 2).
Cuadro 2 Eficiencia relativa de Calcitas y Dolomitas según el grado de finura
Finura Eficiencia relativa
(Mallaje ASTM) ------------------ % ---------
Calcitas Dolomitas
20-60 19 11
60-100 50 25
100-200 85 39
>200 100 60
Fuente Suarez, (1994)
Se ha establecido que las cales con finura mayor a 100 mallas son de alta eficiencia
agronómica, mientras que las partículas retenidas por malla 10 no tienen valor como
enmienda (sin efectividad agronómica). Las partículas retenidas por malla 60 ya
presentan limitaciones, en cambio, las partículas que pasan por malla 60 y superiores
son de adecuada eficiencia.
Valor de neutralización
El Valor Neutralizante o Equivalente de Carbonato de Calcio es la capacidad para
neutralizar ácidos que tiene un producto encalante agrícola. Al valor de neutralización
del carbonato de calcio puro se le ha asignado el valor 100% y sirve como punto de
referencia para calificar el valor de neutralización de las cales.
El Valor Neutralizante de algunos compuestos se presenta en el Cuadro 3. Se observa
que mientras la cal calcítica tiene un valor neutralizante de 100 % (equivalente a 1000
kg/ha de cal), la cal viva tiene un valor de 179 %, que es equivalente a 559 kg/ha de cal.
Es decir, para provocar el mismo aumento de pH se requiere aplicar al suelo mayor
cantidad de cal calcítica que de cal viva.
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Cuadro 3. Características y valor neutralizante relativo de diferentes tipos de
materiales encalantes.
Fuente Nombre Valor neutra- Equivalencia
común lizante (%) CaCO3 kg/ha
Carbonato de calcio cal calcítica 100 1000
Carbonato de caldo
y magnesio dolomita 109 917
Hidróxido de calcio cal apagada 136 735
Óxido de calcio cal viva 179 559
(Adaptado de Tisdale et al., 1985)
Es importante tener presente que la eficiencia de neutralización de una enmienda es
función de la reactividad y de su efecto residual (duración de la corrección de la
acidez). Ambas características del material encalante son antagónicas: a mayor
reactividad menor es el efecto residual y viceversa (Rodríguez, 1993).
Aporte de otros elementos
El contenido de magnesio debería ser considerado en la selección de un material
encalante, especialmente si será aplicado en suelos claramente deficientes en
magnesio. La dolomita es la fuente más barata para corregir una deficiencia de
magnesio. Es importante considerar que en suelos con bajos contenidos de bases, la
aplicación de grandes cantidades de enmiendas calcáreas puede provocar un
desequilibrio entre el calcio y el magnesio, induciendo así una deficiencia de magnesio.
Además, una alta concentración de calcio y magnesio puede inducir una deficiencia de
potasio cuando sus valores en el suelo son bajos.
Otros nutrientes que deben ser considerados en la enmienda calcárea es el fósforo que
aporta el fango de cal, junto a otros nutrientes en menores cantidades. Dicho porcentaje
fluctúa entre 0,6 y 1,2, lo cual puede ser bastante significativo en aplicaciones de varias
toneladas de enmienda.
Costos de producción, distribución y aplicación
El costo de producción está ligado al grado de elaboración industrial de la enmienda. El
carbonato de calcio es la enmienda calcárea más barata porque requiere solamente
una molienda. El óxido de calcio es más caro ya que debe sufrir un proceso de
calcinado.
El fango de cal tiene un precio relativamente bajo, pero presenta un alto grado de
humedad, lo que baja su valor de neutralización y encarece el transporte y su
aplicación.
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El hecho que los centros productores de cal se encuentren mayoritariamente en la
zona centro norte, con excepción de la cal de conchas marinas y la cal lansa, determina
que los costos de transporte suban significativamente los precios de la enmienda.
Una adecuada comparación de enmiendas calcáreas requiere considerar el contenido
de humedad, el contenido y tipos de carbonatos, óxidos e hidróxidos, y la finura del
material. El contenido de agentes alcalinizantes se obtiene mediante el cálculo de su
eficiencia relativa (base CaCO3 igual a 100). Para ello se multiplica la fracción de cada
componente por su valor alcalinizante (ver Cuadro 3). El valor resultante es el
porcentaje de CaCO3 equivalente: a mayor valor, mayor es la magnitud del efecto
encalante (Suárez, 1994). Los porcentajes de CaCO 3 equivalentes y otras
características de interés de las principales cales agrícolas existentes en el mercado se
presentan en el Cuadro 4.
Cuadro 4. Porcentaje de CaCo3, equivalente y otras características relevantes de
algunas cales comerciales.
Producto comercial % CaCO3 Otras Características
equivalente
FANGO IANSA 40 Alta humedad; producto difícil de
aplicar con humedad original;
heterogéneo; compactado.
CAL IANSA 58 30% de humedad; terrones (por
compactación); presenta nutrientes
(N, P y otros) al igual que el fango.
MAGNECAL 98 Contiene Mg (15-16% de MgO);
producto seco y de alta finura.
SOPROCAL 90 Presenta 0.6 a 1.2% de Ca (OH)2
(rapidez). Contiene 0.6 a 1.2% de
MgO. Seco y de alta finura.
CONCHAS MOLIDAS 95 Calcio Sur, Carbonatos del Sur, Cal
Santa María (entre otras). Finura
similar a otros productos. Humedad
baja a muy baja. Bajo contenido de
inertes.
Fuente: Suárez, 1994.
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V. CÓMO APLICAR EL ENCALADO
El material calcáreo debe ser aplicado en su totalidad en una sola oportunidad. Se ha
demostrado que su parcialización en 3 ó 4 años no ofrece ventajas. Al contrario, se deja
de elevar los rendimientos en los primeros años y se encarece la utilización debido al
mayor número de aplicaciones.
Las reacciones de neutralización de la cal exigen que el material se hidrolice
previamente, lo que determina que se deba aplicar la cal en un suelo húmedo antes de
la siembra. Si no existe humedad en el suelo, las reacciones de neutralización no se
producirán.
Dado que las enmiendas son productos de lenta solubilidad, el tamaño de las partículas
es muy importante. Mientras más fino es el material, mayor es el contacto que se
produce entre las partículas y el suelo. El efecto de la cal requiere de algún tiempo (30 a
60 días) para manifestarse en forma significativa (tiempo de incubación). Este efecto
benéfico se circunscribe sólo a la zona de aplicación. En razón de esto, las enmiendas
precisan una aplicación y su incorporación al suelo mediante rastraje, por un período de
incubación que es variable y depende de la solubilidad del material, temperatura y
humedad existente en el suelo. De esta manera, es posible extender su efecto en la
capa arable del suelo (20 cm de profundidad).
Cuando se trata de praderas sembradas y cultivos perennes, la incorporación
solamente se puede hacer al inicio del cultivo. Una vez que el cultivo está establecido o
en caso de praderas permanentes, sólo se puede aplicar cal en la superficie, lo cual
genera un efecto muy parcial del encalado.
La aplicación de cal en cobertera en praderas permanentes es efectiva para aquellas
especies forrajeras con un sistema radicular superficial, como son las ballicas y el trébol
blanco. Una aplicación en cobertera de cal logra neutralizar la acidez principalmente en
los primeros 5 cm. del suelo, por la escasa movilidad de la cal. Su efecto real se
observa luego del primer año. Sin embargo, este efecto puede ser más rápido si la
acidez del suelo es más intensa.
Una vez que el pH de un suelo se ha incrementado por la aplicación de encalado y los
problemas de acidez de suelo han sido corregidos, el suelo volverá otra vez a
acidificarse si es sometido a las mismas condiciones de manejo. La tasa de
acidificación será lenta pero similar a aquélla previamente experimentada en el potrero.
La duración del encalado dependerá del tipo de suelo, precipitación durante el invierno,
cantidad de enmienda aplicada y la tasa de acidificación producida en ese suelo.
VI. DETERMINACIÓN DE LOS REQUERIMIENTOS DE CAL
La decisión de encalar dependerá de las características del suelo y de la especie o
variedad de cultivo. En condiciones de gran acidez de suelo, se solubiliza una gran
cantidad de aluminio activo, que puede alcanzar niveles tóxicos, dependiendo de la
variedad y especie de planta y del tipo de suelo en que se desarrollen. La estrategia
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recomendada para abordar la limitación de acidez de los suelos es reducir el aluminio
tóxico disponible para las plantas, mediante el encalado.
La cantidad de enmienda usada debe ser la suficiente para reducir el aluminio de la
solución de suelo a niveles no tóxicos, para lo cual se requiere de un análisis de suelo
de CIC efectiva. Sin embargo, se debe tener presente también que la toxicidad del
aluminio es relativa, dependiendo del grado de sensibilidad o tolerancia del cultivo. Por
esta razón, no es posible definir un nivel crítico de aluminio en la solución de suelo a
alcanzar con el encalado, que sea válido para todas las especies y variedades. Por otra
parte, se ha establecido que las especies tienen distintos requerimientos individuales
de pH. Estos valores indican los pH en los cuales un cultivo en particular crece mejor.
Sin embargo, ello no significa que un cultivo no pueda crecer fuera del rango indicado.
Se ha determinado que la medición del pH del suelo puede utilizarse como un indicador
de la toxicidad por aluminio. Para ello, debe establecerse previamente la relación que
existe entre ambas variables mediante la experimentación de campo, evaluando así
estos parámetros en condiciones reales para los diferentes tipos de suelos de la región.
Mediante ensayos de campo, se ha establecido que los suelos presentan diferencias en
su resistencia al cambio de pH (poder tampón del suelo), con la aplicación del encalado.
Este poder tampón varía según algunas características de los suelos, como el
porcentaje de materia orgánica, tipo y contenido de arcillas y contenido de bases. Así,
se han establecido algunas categorías de suelos de las Regiones Novena y Décima
(Cuadro 5), basados en experimentos de campo de respuesta al encalado con especies
forrajeras (Campillo y Sadzawka, 1995).
Cuadro 5. Poder tampón de algunas agrupaciones de suelos trumaos (0-7,5 cm), de
las Regiones Novena y Décima.
Región Zona Localidad Poder CaC03
Geográfica Tampón kg/ha.2
Novena V. Central Vilcún 0,11 -0,12 820 - 940
Precordillera Pucón 0,14-0,15 650 - 700
S. Costero Hualpín 0,17-0,19 530-600
Décima V. Central Máfil 0,13-0,14 710-770
V. Central Osorno 0,12-0,14 710-830
V. Central Purranque 0,12-0,14 710-830
1]: Variación del pH en agua del suelo por ton/ha, de carbonato de calcio.
2]: Carbonato de calcio para elevar el pH en 0,1 unidades.
Se ha observado que la respuesta de los diferentes trumaos a la aplicación de
enmiendas es bastante parecida considerando 7,5 cm de profundidad. El poder tampón
(resistencia al cambio de pH) que presentan los suelos estudiados es semejante,
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independientemente de su ubicación geográfica (Campillo, 1996). También se han
determinado diferentes categorías de pH y la probabilidad de respuesta al encalado de
las especies de cultivo en general (Cuadro 6).
Cuadro 6. Rangos de pH en agua y en CaCl2 y respuesta al encalado de especies de
cultivos.
Rangos de pH Categoría de pH Respuesta al encalado
agua CaCl2
<5,0 < 4,3 muy fuertem. Ácido alta / muy alta
5,1-5,5 4,4-4,8 fuertemente ácido media/ alta
5,6-6,0 4,9-5,3 moderadamente ácido baja / media
>6,0 > 5,3 ligeramente ácido nula / muy baja
¿QUÉ DOSIS DE CAL USAR?
La definición de la dosis de encalado para corregir la acidez del suelo dependerá de los
siguientes factores (Rodríguez, 1993):
• Tolerancia del cultivo a la acidez.
• Capacidad tampón del suelo.
• Variación entre el pH inicial del suelo y el pH a alcanzar según el cultivo.
• Composición y características de la enmienda calcárea aplicada.
• Profundidad del encalado.
Resulta evidente la imposibilidad de generalizar dosis de encalado para todos los
suelos, dado los diferentes factores que la están condicionando. Es importante reiterar
que así como no existe un pH óptimo para todos los cultivos, tampoco existe una misma
capacidad tampón para todos los suelos. De esta manera, la dosis de encalado variará
en función a la tolerancia de los cultivos y también de acuerdo a la capacidad tampón o
resistencia de los suelos a los cambios de pH.
VIl. BENEFICIOS DEL ENCALADO
• Aumenta el pH del suelo.
• Aumenta el nivel de calcio de intercambio en el suelo.
• Reduce la concentración de aluminio en la solución de suelo.
• Reduce la concentración de manganeso y hierro en la solución del suelo
• Aumenta la disponibilidad de molibdeno, aunque no necesariamente lo suficiente para
el crecimiento de las plantas (esto es variable según el tipo de suelo)
• Disminuye la disponibilidad de algunos micronutrientes como boro, cobalto, cobre y
zinc.
• Puede aumentar la utilización de fósforo por el sistema radical de las plantas.
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• Favorece la nodulación de algunas leguminosas de zonas templadas, cuando el pH
del suelo es restrictivo para la fijación simbiótica de nitrógeno.
• Favorece la presencia de microorganismos deseables y el reciclaje del nitrógeno del
suelo y otros nutrientes, mediante el incremento de la actividad biológica.
• Permite un mejoramiento de la cantidad de lombrices de tierra, las que requieren un
nivel de calcio superior al que está naturalmente presente en muchos suelos.
VIII. RESPUESTAS ERRÁTICAS DEL ENCALADO
Las razones más comunes de una respuesta errática al encalado se deben a:
• Diagnóstico incorrecto del problema.
• Aplicación de la cal sin la suficiente antelación a la siembra.
• Deficiencias de otros nutrientes esenciales para las plantas, como es el caso del
fósforo.
• Tamaño de partículas del material encalante demasiado grueso.
• Luego de la aplicación del encalado en cobertera (caso de praderas establecidas),
cualquier respuesta puede no ser medible antes de uno a dos años.
IX. PELIGROS DEL SOBREENCALADO
El sobreencalado del suelo puede provocar una serie de problemas como:
• Deficiencia de magnesio.
• Reducción en la absorción de fósforo.
• Deficiencia de los micronutrientes cinc y boro.
• Deterioro de la estructura física del suelo.
• Reducción en la infiltración del agua.
Por tanto, la aplicación de dosis excesivas de enmienda constituye una práctica
peligrosa que puede ser nociva para la producción de los cultivos, además de encarecer
innecesariamente los costos de producción del cultivo. No debe olvidarse que el
objetivo básico del encalado es eliminar sólo aquella acidez tóxica, provocada por el
aluminio activo de la solución de suelo, y no pretender neutralizar toda la acidez natural
de los suelos derivados de cenizas volcánicas del sur de Chile.
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LITERATURA CITADA
CAMPILLO, R. 1994. Diagnóstico de la fertilidad de los suelos de la Décima Región.
En: Campillo y Bortolameolli (ed.). Corrección de la fertilidad y uso de enmiendas en
praderas y cultivos forrajeros. Serie Remehue, N°53. Instituto de Investigaciones
Agropecuarias, Centro Regional de Investigación Remehue, Osorno, Chile. 135 p.
CAMPILLO, R. 1996. Encalado de suelos ácidos para producción de alfalfa. Instituto
de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Chile, Ministerio de Agricultura. Tierra
Adentro, N°8. p. 41-44.
CAMPILLO, R. y SADZAWKA, A. 1993. Manejo del encalado y sus implicancias.
Investigación y Progreso Agropecuario, Carillanca, 12 (3): 8-12.
CAMPILLO, R. R; ZUÑIGA, B. H. y QUILAQUEO, R. J. 1997. Los suelos de Chiloé y
sus limitaciones nutricionales. En : R. Campillo y G. Bortolameolli (eds.).
Seminario : Diagnóstico nutricional de los suelos de la Isla de Chiloé. Instituto de
Investigaciones Agropecuarias, Centro Regional de Investigación Remehue, Osorno
(Chile). Serie Remehue N° 65. p. 27-46.
ESPINOZA, J. 1995. Acidez y encalado de los suelos. Instituto de la Potasa y el
Fósforo. Quito-Ecuador. Informaciones Agronómicas N°20. p. 6-14.
RODRÍGUEZ, J. 1993. Enmiendas calcáreas. En: J. Rodríguez y J. Donoso (Editores).
Manual de Fertilización. Facultad de Agronomía, Pontificia Universidad Católica de
Chile, Santiago, Chile. P. 117-125.
SUÁREZ, D. 1994. Uso de cales y fertilizantes en praderas de la zona sur. En: L.
Latrille (ed). Avances en Producción Animal. Universidad Austral de Chile, Facultad de
Ciencias Agrarias. Instituto de P. Animal, Valdivia, Chile. Serie B -18. p. 39-65.
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