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Presion de Tierras Sobre Elementos de Soporte Introduccion Capitulo IV DD

Este documento describe las fuerzas que actúan sobre los muros de retención. Explica que las fuerzas incluyen el peso propio del muro, la presión del relleno, las presiones en la cimentación, la presión de la tierra en el frente del muro, fuerzas de puentes, sobrecargas, fuerzas de filtración de agua, subpresiones y vibraciones. También describe cómo se distribuyen y calculan estas fuerzas.

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Presion de Tierras Sobre Elementos de Soporte Introduccion Capitulo IV DD

Este documento describe las fuerzas que actúan sobre los muros de retención. Explica que las fuerzas incluyen el peso propio del muro, la presión del relleno, las presiones en la cimentación, la presión de la tierra en el frente del muro, fuerzas de puentes, sobrecargas, fuerzas de filtración de agua, subpresiones y vibraciones. También describe cómo se distribuyen y calculan estas fuerzas.

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Capitulo IV 
Presión de tierras sobre elementos de soporte. 
Introducción

Este capítulo
elementos de trata sobreencargados
retención la determinación de las presiones
de soportarlos.  que la tierra ejerce sobre

En la actual ingeniería se usan generalmente dos tipos de elementos de soporte: los


rígidos y los flexibles.
f lexibles. Los primeros serán denominados aquí genéricamente muros y
los segundos tablestacas.
Los muros se construyen generalmente de mampostería o de concreto, simple o
reforzado. Las tablestacas suelen ser de acero. Aparte, se dará atención al estudio
de ademes de madera o metálicos en cortes y excavaciones. 
Un muro diseñado con el propósito de mantener una diferencia en los niveles del
suelo de sus dos lados se llama de retención. La tierra que produce el mayor nivel se
llama relleno y es el elemento generador de presión. Este tipo de muros constituye un
muy importante grupo de elementos de soporte.  
En las siguientes figuras se ilustran las nomenclaturas usuales en muros de retención
y los principales usos de éstos.  
 

 
 

El primer intento para calcular la presión de tierras sobre elementos de soporte con
metodología científica fue realizado por Coulomb, sobre la hipótesis de que la tierra
es incompresible, que su deformación antes de la falla es despreciable y que la falla
ocurre a lo largo de superficies planas de deslizamiento: la resistencia al esfuerzo
cortante del suelo fue, naturalmente, interpretada por Coulomb por medio de su propia
ecuación.

En algunos casos, el ángulo de fricción interna de un suelo podía diferir


tremendamente del de reposo, el uso de este último en la ecuación de resistencia
continuó por largo tiempo, investigaciones más recientes pusieron de manifiesto la
falacia inherente al concepto ángulo de reposo. 
puso de manifiesto la falacia inherente al concepto ángulo de reposo. Así en arenas
colocadas a volteo, el ángulo de reposo pudiera coincidir más o menos con el 4>
correspondiente al estado suelto, pero diferirá seriamente del de una arena compacta.
En arcillas, un criterio ciego pudiera llevar a decir, a la vista de un pequeño corte casi
vertical en equilibrio, que, interpretado como ángulo de reposo, tuviese valores
cercanos a los 90°, lo cual, a todas luces, conducirá a resultados absolutamente
erróneos en cualquier aplicación práctica en que la resistencia de la arcilla se
interprete a partir de tal dato. Huelga decir que la interpretación que hoy se da al
concepto ángulo de fricción interna, ø. 

Fuerzas que intervienen en el cálculo de un muro de retención IV-2

En general, las fuerzas actuantes contra un muro de retención en el cual la sección


estructural se mantenga constante a lo largo de un trecho considerable, pueden
calcularse para un segmento unitario de muro en la dirección normal al plano del
papel, generalmente un metro. De hecho, cuando en lo que sigue no se mencione la
longitud
analice unde muro
muro sujeta a análisis,
acartelado o con se entenderáo que
machones se trata de generalmente
contra-fuertes, 1 m. Cuando se
se
refieren los cálculos al segmento de muro comprendido entre dos planos normales
trazados por el centro de los mencionados elementos. 
Las diferentes fuerzas que deben tomarse en cuenta en el cálculo de un muro que,
por simplicidad, se supone trapecial, son:
  El peso propio del muro, Esta fuerza, que actúa en el centro de graveda
gravedad
d de la
sección, puede calcularse cómodamente subdividiendo dicha sección en áreas
parciales de cálculo sencillo 
  La presión del relleno contra el respaldo ddel
el muro, con su corre
correspondiente
spondiente
intensidad y distribución. 
 

   La componente
componente norm
normal
al de las presiones
presiones en la cimentació
cimentación.n. Usualmente
Usualmente se
considera a la presión en la cimentación linealmente distribuida a lo largo de la
línea AC, dando lugar a un diagrama trapecial. La resultante vertical de estas
presiones (EV) actúa en el centro de gravedad de tal diagrama. 

  La componente horizontal de las presiones en la cimentación. La resultante de estos efectos
horizontales se representa en la siguiente figura como EV. La distribución de estas presiones
horizontales, no dibujada en la mencionada figura, se supone análoga a la de las presiones
normales en arenas y uniforme en suelos plásticos. 

   La presión de la tierra contra el frente del m


muro.
uro. El niv
nivel
el de desplante d
de
e un
muro de retención debe colocarse bajo la zona de influencia de las heladas y
a nivel que garantice la adecuada capacidad de carga del terreno.
ter reno. Así, la tierra
colocada en el frente del muro ejerce una resistencia, sin embargo, esta fuerza
f uerza
suele omitirse en los cálculos en algunas ocasiones, a causa de ciertas
incertidumbres que pudieran existir en lo relativo a su magnitud en un caso
práctico. 
   Fuerzas de puen
puente.
te. Se incluye a
aquí
quí el conjunto de
de fuerzas actuantes ssobre
obre el
muro, si éste forma parte, por ejemplo, de un estribo de puente. El peso propio
de los elementos de puente, las fuerzas de frenaje, centrífugas para puente en
curva, etc., deben ser consideradas. 
   Las sobrecargas
sobrecargas actuan
actuantes
tes sobre el relleno, usualmente uniformemente
distribuidas o lineales. 
 

   Las fuerzas
fuerzas de filtración y otras debidas
debidas al agua. Si se per
permite
mite la acumulación,
de agua tras el muro generará presiones hidrostáticas sobre él, independientes
de la calidad del relleno, pero en este caso, por otra parte, se reduce la presión
debida a la tierra por efecto del peso específico sumergido. Sin embargo, esta
condición debe siempre ser evitada, instalando en el muro el drenaje adecuado
que garantice la eliminación eficiente de las aguas. Si en un relleno arcilloso
existen grietas cercanas al muro y el agua las llena, podrá ejercer, en la
correspondiente profundidad, empujes hidrostáticos contra el muro. Si a través
del relleno se establece un flujo, por ejemplo, por lluvia, la condición de
presiones contra el muro puede hacerse más desfavorable, por lo que será
preciso analizar la condición de flujo, tomando en cuenta la presencia de
fuerzas de filtración. 
   Las subpresiones.
subpresiones. Cuando
Cuando el drenaje bajo el muro no es correcto o ha sufrido
desperfecto, puede almacenarse agua en aquella zona. Si la cimentación es
impermeable, el agua puede fluir a lo largo de ella emergiendo a la superficie
del suelo en el frente del muro; en estas condiciones puede haber riesgo de
tubificación. En cimentaciones permeables, el agua que sale a la superficie
puede ser poca, pero en todo caso se producirán presiones de agua contra los
materiales constituyentes del muro (subpresiones).
( subpresiones). 
   La vibración.
vibración. Las vibraciones producidas por el paso del tráfico sobr
sobre
e caminos
o ferrocarriles, máquinas u otras causas, pueden incrementar las presiones
contra muros cercanos. Ello no obstante no es frecuente introducir estos
efectos en los cálculos comunes por lo pequeños. A veces puede convenir
tomar en cuenta la vibración haciendo α= 0. 
   El impacto de fuerzas.
fuerzas. Ciertas causas ex
externas,
ternas, tales como mov
movimiento
imiento de
vehículos y otras pueden producir impacto sobre el relleno de un muro. Estos
efectos tienden a ser rápidamente amortiguados por el propio relleno y no

   suelen tomarse. El
Los temblores.
temblores enefecto
cuenta.de
 
los movimientos
movimientos sísmicos
sísmicos puede ser el aumentar
momentáneamente la presión lateral contra un muro. El efecto no suele ser de
gran consideración, pero en zonas críticas puede tomarse en cuenta
incrementando los empujes calculados en un 10%. 
   La acción de las heladas. Cuando
Cuando el drenaje de los rellenos no es adecuado,
la parte superior del mismo puede saturarse y en condiciones climáticas
apropiadas el agua puede helarse. Esto
E sto puede producir expansiones de cierta
importancia en el relleno sobre el muro y este efecto puede hacerse notable
cuando se repite frecuentemente. Estos efectos se evitan con drenaje
apropiado. 
 

  Las expansiones
expansiones debidas a ccambios
ambios de humhumedad
edad en el relleno. Estos
problemas son frecuentes en rellenos arcillosos en los que la expansión
produce un aumento en las presiones laterales sobre el muro; este aumento
de las presiones está limitado por las condiciones de fluencia del muro. Cuando
el suelo se seca, se contrae y la presión disminuye correspondientemente. La
reiteración de estos procesos puede ser perjudicial. El efecto suele presentarse
más intensamente en la superficie del relleno, decreciendo con la profundidad,
de modo que rara vez se manifiesta abajo (¿le 1.5 m aproximadamente, bajo
la superficie del relleno. No hay ningún método seguro para calcular los
incrementos de presión producidos por estos fenómenos, que pueden evitarse
en gran parte con estratos horizontales de material grueso, que actúe como
dren. 

IV-3. Estados “plásticos” de equilibrio. Teoría de Rankine en suelos


friccionantes 
Considérese un elemento de suelo de altura dz  situado
  situado a una profundidad z en el
interior de un semiespacio de suelo en “reposo” (es decir sin que se permita ni ngún
desplazamiento a partir de un estado natural, que es lo que en lo sucesivo se
entenderá por "reposo” en este capítulo); sea la frontera
f rontera del semiespacio horizontal.

En tales condiciones la presión vertical efectiva actuante sobre la estructura del


elemento es:

Donde y es el peso específico correspondiente al estado en que se encuentre el


medio. Bajo la presión vertical actuante el elemento de suelo se presiona lateralmente
originándose así un esfuerzo horizontal,  ph, que, con base en la experiencia, se ha
aceptado como directamente proporcional a  pv. 
 

La constante de proporcionalidad entre  pv   = y z y Ph se denomina coeficiente de


presión de tierra en reposo y sus valores han sido obtenidos experimentalmente en
laboratorio y en el campo, observándose, que, para suelos granulares sin finos, oscila
entre 0.4 y 0.8. El primer valor corresponde a arenas sueltas y el segundo a arenas
intensamente apisonadas; una arena natural compacta suele tener un K0 del orden
de 0.5. Si se representa en el diagrama de Mohr el circulo correspondiente al estado

de1,esfuerzos
el descrito para
que evidentemente noeleselemento
de falla. mencionado, se obtendrá
A partir de estas un círculo
condiciones tal como
de esfuerzo en
“reposo” se puede llegar a la falla por dos caminos de interés práctico. El primero
consistirá en disminuir el esfuerzo horizontal, manteniendo el vertical constante; se
llega así al círculo 2 de falla, con un esfuerzo principal menor c3 = KA y z, donde KA
se denomina coeficiente de presión activa de tierras; nótese que este esfuerzo tr3
corresponde en este círculo a la presión horizontal, pues, por hipótesis, el esfuerzo
principal mayor correspondiente es yz   o presión vertical debida al peso del suelo
sobre yaciente sobre el elemento. El segundo camino para llevar a la falla al elemento
en estudio consistirá en tomar al esfuerzo yz  como  como el principal menor, aumentando
por consiguiente ahora la presión horizontal hasta llegar a un valor Kp y z, tal que el
círculo resultante sea tangente a la línea de falla. El valor Kp recibe el nombre de
coeficiente de presión pasiva de tierras.
Las dos posibilidades anteriores son las únicas de interés práctico para llegar a
estados de falla a partir del de "reposo”, puesto que respetan el valor yz  de
 de la presión
vertical, que es una condición natural del problema, por lo menos en un primer análisis
simplificado. De acuerdo con Rankine se dirá que un suelo está en estado plástico
cuando se encuentra en estado de falla incipiente generalizado. Así, de acuerdo con
lo anterior, caben dos estados plásticos prácticos. El que se tiene cuando el esfuerzo
horizontal alcanza el valor mínimo Kayz y el que ocurre cuando dicha presión llega al
valor máximo Kp yz . Estos estados se denominan respectivamente activo y pasivo.
En el estado plástico activo, evidentemente se tiene:
 

Se ve entonces que:

Y resulta:

para el coeficiente pasivo de presión de tierras. Los dos casos de estados plásticos
anteriores parecen tener una correspondencia con la realidad ingenieril que los hace
de interés práctico. Considérese un muro cuyo relleno se supone originalmente en
“reposo”.

Dicho muro podrá físicamente ser llevado a la falla de dos maneras. Una por empuje
del relleno, cediendo la estructura hacia su frente: otra, por acción de algún empuje
exterior, incrustándose el muro en el relleno
r elleno y deformándose hacia su espalda. puede
llegar a determinarse la inclinación de las lineas; de fluencia de una masa de suelo
sujeta a cualquiera de los dos estados “plá sticos" según se vio, en un elemento de
suelo sujeto a un esfuerzo principal mayor vertical o-! y a uno menor horizontal cr3, la
línea de fluencia se presenta a un ángulo de 45° + /2 respecto a la dirección del
esfuerzo principal menor, supuesta válida la hipótesis de falla de Mohr-Coulomb. En
la fig. IV-5 se muestran las líneas de fluencia obtenidas en cada caso; la obtención se
explica en los croquis que aparecen en la parte superior.
 

Debe notarse cuidadosamente que las fórmulas o ideas expuestas valen sólo para el
caso en que la superficie del relleno
r elleno de tierra sea horizontal y el paramento del muro
vertical. Para superficie de relleno en plano inclinado se analizan los estados de
equilibrio “plástico” en el Anexo IV-a.

IV-4. Fórmulas para los empujes en suelos friccionantes. Hipótesis para


su aplicación 
Si las expresiones para las presiones activa y pasiva, dentro de la Teoría de Rankine,
obtenidas para una profundidad z, se integran a lo largo de la altura H de un muro de
retención, podrán obtenerse los empujes totales correspondientes. El procedimiento
implica la suposición de que los estados plásticos respectivos se han desarrollado
totalmente en toda la masa del relleno, es decir, que el muro se ha deformado lo
necesario. Así, para el estado plástico activo podrá escribirse, con base en la ec. 4-2:
4 -2:
 

Expresión que da la presión horizontal actuante sobre el muro a la profundidad z, para


el caso de relleno con superficie horizontal. En un elemento dz  del
 del respaldo del muro,
a la profundidad z, obra el empuje.

Supuesta una dimensión unitaria normal al papel; por lo tanto, en la altura H el empuje
total será: 

Que da el empuje total activo ejercido por un relleno de superficie horizontal contra
un muro de respaldo vertical.  
En forma análoga, para el estado plástico pasivo, a partir de la fórmula se llega al
valor del empuje pasivo total:  

Válida también para muro de respaldo vertical y superficie de relleno horizontal. Para
efectos de cálculo de la estabilidad del muro, considerado como un elemento rígido,
el volumen de presiones puede considerarse substituido por sendas fuerzas
concentradas, cuya magnitud queda dada por E A y E P; dada la distribución lineal
que para ambas presiones se tiene en la Teoría de Rankine, se s e sigue que el punto de
aplicación de tales fuerzas está a un tercio de la altura del muro contado a partir de la
base. 
En el caso de que la superficie del relleno sea un plano inclinado a un ángulo ¡3 con
la horizontal, las presiones anotadas para los casos activo y pasivo en el Anexo IV-a,
permiten, por un proceso de integración análogo al arriba efectuado, llegar a las
expresiones de los empujes activo y pasivo. Estas expresiones son: 
 

 
En vista de que las distribuciones de presión también son lineales y su dirección es
paralela a la superficie del relleno, las resultantes serán paralelas a la superficie del
relleno y estarán aplicadas a un tercio de la altura del muro, a partir de su base.

 Al obrar la sobrecarga q, el esfuerzo


esfuerzo vertical se transforma en: 

y el horizontal en: 

por lo tanto, podrá ponerse:

De donde

Por comparación con el caso de sobrecarga nula se deduce de inmediato: 


 

O sea que, para el caso activo, el efecto de la


sobrecarga uniformemente distribuida es simplemente el aumentar uniformemente la
presión actuante contra el muro en el valor dado por la ecuación. 
De un modo totalmente análogo puede verse que para el caso pasivo el efecto de la
sobrecarga uniforme es aumentar la presión en el valor:

Otro caso de interés práctico es aquél


que se tiene cuando parte del relleno horizontal arenoso tras el muro está en condición
sumergida. Si H es la altura total del muro y H Xt contada a partir de la corona, es la
altura de arena no sumergida, la presión vertical del relleno en un punto bajo el nivel
del agua será: 

 Así, la presión ejercida horizontalmente


horizontalmente por la arena bajo el nivel freático será
será::
 

 Además, en este caso, sobre el muro y bajo el nivel freático se ejercerá la presión
hidrostática: 

El empuje total activo estará dado, por consiguiente, por:

Nótese que, a pesar de que el


hecho de que la arena esté sumergida hace disminuir el valor de y a T> empuje sobre
el muro aumenta grandemente en este caso, pues el efecto hidrostático del agua no
está afectado por ningún término reductor del tipo ø
Todas las fórmulas anteriores se aplican frecuentemente en la práctica de la
construcción de muros de retención de mampostería o de concreto reforzado, por lo
cual es de fundamental importancia recapitular las condiciones de su aplicabilidad.
Estas son, por supuesto, las hipótesis de que está afectada la Teoría de Rankine y
se destacan a continuación: 
  Los estados “plásticos”, tanto activo como pasivo, se desarrollan por completo

en toda la masa del suelo. Ya se comentó que esta hipótesis se verifica


razonablemente en los muros reales, que pueden deformarse lo suficiente para

ello, siempre
restringir los ymovimientos
cuando el proyectista no tome
de la estructura precauciones
como especiales
cuerpo rígido. El tipopara
de
movimiento necesario para que pueda desarrollarse un estado "plástico” es un
ligero giro del muro en torno a su base, en el sentido conveniente.
c onveniente. 

  Cuando la superficie del relleno es horizontal


 horizontal y si el respa
respaldo
ldo del muro es
vertical, como implícitamente se ha considerado hasta ahora, el muro debe ser
“liso”, es decir, el coeficiente de fricción entre él y el suelo de relleno debe ser
nulo. Cuando la superficie del relleno es un plano inclinado a un ángulo ¡3 con
la horizontal, ha de admitirse que el muro es rugoso con un coeficiente de
fricción con el suelo tal que las presiones resultantes sobre el respaldo vertical
 

resulten inclinadas al mismo ángulo ø.   En muros de concreto reforzado con


secciones típicas el análisis por el método de Rankine presenta ciertas
variaciones que se mencionan en el Anexo IV-b.  
IV-5. Teoría de Rankine en suelos
sue los “cohesivos” En suelos puramente
“cohesivos” 
para la aplicación práctica de las fórmulas que se obtienen a continuación, es
necesario tener muy presente que la “cohesión” de las arcillas no existe como
propiedad intrínseca, sino que es propiedad circunstancial, expuesta a cambiar con
el tiempo, sea porque
por que la arcilla se consolide o sea que se expanda con absorción de
agua. Por ello, es necesario tener la seguridad, en cada caso, de que la "cohesión”
de que se haya hecho uso en las fórmulas de proyecto, no cambie con el tiempo.
Obviamente esta garantía, según se comenta adelante, es, por lo menos, muy difícil
de obtener. 
Considérese un elemento de suelo puramente "cohesivo” a la profundidad z. Al igual
que en el caso de los suelos friccionantes, si la masa de superficie horizontal de suelo
está en "reposo”, la presión horizontal sobre el elemento, sujeto a la presión vertical
yz, será K0 yz. En este caso el valor de K0 depende del material y de su historia previa
de esfuerzos 
En la siguiente figura e representa, en el círculo 1, al estado de esfuerzos del elemento
arriba mencionado. Como antes, si se permite deformación lateral, el material puede
llegar a la falla de dos modos.

En el primero se permite que el elemento se deforme lateralmente, por disminución


de la presión horizontal, hasta el valor mínimo compatible con el equilibrio; este nuevo
estado de esfuerzos se representa con el círculo 2 y corresponde al estado “plástico”
activo, en el cual las presiones valen:
 

pv es el esfuerzo principal mayor y pÁ el


menor, en el círculo de falla 2 tangente a la envolvente s = c, obtenida en prueba
rápida. El otro modo de alcanzar la falla en el elemento situado a la profundidad z,
sería aumentar
alcanza la presión
uno tal que horizontal
hace que el nuevohasta que,
círculo después de
de esfuerzos sobrepasar
(círculo el valor
3) resulte yz,
también
tangente a la envolvente horizontal de falla. En este momento se tiene el estado
"plástico” pasivo y las presiones alcanzan los valores. 

Respecto a la generación de los estados plásticos el diseño de muros de retención.


Las fórmulas para las presiones activas pueden relacionarse
r elacionarse con el empuje de suelos
sobre muros, en tanto que las pasivas se relacionan con los casos en que los muros
presionan
el caso dealsuelos
rellenofriccionantes,
tras ellos. Desde este punto
fórmulas de vista
para los pueden
empujes obtenerse,
totales activo ycomo en
pasivo,
integrando en la altura H del muro las respectivas presiones horizontales. El
procedimiento para ello es el ya descrito y los resultados obtenidos son:  

Estos empujes son horizontales y pasan por el centroide del área de presiones. Debe
notarse que el
relleno tras lasmuro
fórmulas
fuera4-19 y 4-20 únicamente
horizontal serían
y si los estados aplicables
plásticos si la superficie del
correspondientes se
desarrollaran por completo en el relleno. La fórmula 4-19 proporciona un
procedimiento sencillo para calcular la máxima altura a que puede llegarse en un corte
vertical de material “cohesivo” sin soporte y sin derrumbe. En efecto, para que un
corte vertical sin soporte se sostenga sin fallar, la condición será E a = 0, lo que, según
la expresión 4-19, conduce a: 
 

El valor H c suele denominarse altura crítica del material "cohesivo”. La fórmula 4-21
da valores un poco altos de la altura estable real y en caso de ser usada en la práctica
deberá ser afectada por un factor de seguridad de 2, como mínimo. La Teoría de
Rankine aplicada a suelos "cohesivos’' debe ser obj eto de una discusión de carácter
fundamental. En efecto, como va se mencionó, la "cohesión”, tal como se ha
interpretado en el pasado, no es un elemento de cálculo confiable, sino un parámetro
cuya variación con el tiempo es grande, difícil de prever y generalmente tendiente a
disminuir el valor inicial. 

Un relleno siempre tiene la posibilidad de saturarse de agua más o menos


rápidamente; una excavación siempre induce un flujo hacia sus bordes. Así, en
cualquier caso, el material “cohesivo” tiende a dismin uir su resistencia finalmente y un

proyecto
insegurasbasado
con elenpaso
la resistencia del Se
del tiempo. suelo porcitado
han "cohesión”
casosquedará en por
en que, condiciones
razones
particulares, pudiera pensarse en la posibilidad de que el relleno no variase su
contenido de agua con el tiempo. El caso de relleno superficialmente pavimentado
(zonas urbanizadas) o recubierto de algún modo es el más socorrido. Pero aún así,
la ruptura de un tubo que conduzca agua, la presencia de áreas verdes o, inclusive,
la utilización posterior dei terreno para otros fines que obliguen a retirar el
recubrimiento, aconsejan al proyectista no confiar inicialmente en un parámetro de
resistencia expuesto a desvanecerse. Existe el hecho adicional de que cuando el
relleno cohesivo aumenta su contenido de agua y, por consiguiente, pierde
“cohesión”, la presión sobre el muro aumenta fuertemente sin signo exterior que lo
acuse. Así la falla se presenta en forma abrupta, sin avisos precursores. 

El valor de
extiende la tensión
la zona en la superficie
de tensiones de relleno
caracterizada p. \es
por p.\ 2c resulta
— 0, y la profundidad
ser   a que se

la presión pasiva. Como al suelo no se le supone capacidad para trabajar a la tensión,


debe admitirse que, en el caso del estado activo, se desarrollarán grietas verticales,
cuya profundidad está dada por la fórmula. El mecanismo de la formación de grietas
puede concebirse como sigue: en la superficie es donde el suelo está expuesto al
máximo esfuerzo de tensión: si en este plano por cualquier motivo se inicia la grieta,
en suque
hará parte inferiorprogrese
la grieta se produce una
hacia fuertehasta
abajo, concentración
la zona ende esfuerzos
que de tensión,
ya no existan que
esfuerzos
 

de tensión. Es, pues, bastante lógico sup oner que en suelos “cohesivos”, los
agrietamientos se producen siempre a cierta profundidad. 

IV-6. Teoría de Rankine en suelos


su elos con “cohesión y fricción”.  

En la presente sección se tratará precisamente la aplicación de la Teoría de


Rankine a aquellos suelos en los que la envolvente de falla, con base en esfuerzos
totales, obtenida del tipo de prueba triaxial adecuado al caso, presenta “cohesión”
y "fricción”, es decir, es del tipo tantas veces repetido. 
 

 
IV-7. Influencia de la rugosidad del muro mi la forma de las líneas de
fluencia
En el caso de un muro con relleno horizontal y de respaldo vertical, la Teoría de,
Rankine supone que éste es liso de modo que no se desarrollan esfuerzos
cortantes a, lo largo de él, con lo que las presiones horizontales son esfuerzos
principales. Las líneas de fluencia resultan ser, entonces, dos familias de rectas
inclinadas 45° ± ø/2, respecto a la horizontal, según que se trate de los estados
plásticos activo o pasivo, respectivamente. Si el respaldo del muro ha de ser
considerado rugoso podrán desarrollarse en su superficie esfuerzos cortantes que
modifican la forma de la red de líneas de fluencia. La nueva forma de estas redes,
con una somera discusión al respecto se presenta en el Anexo IV-d,
IV -d, para el caso
de suelos "friccionantes”. 

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