La evangelización del mundo es responsabilidad de toda la iglesia, así cada
miembro del cuerpo de Cristo, está comprometido al cumplimento de la Gran
Comisión. Aunque no todos pueden llegar a ser obreros transculturales. Sin
embargo todos los cristianos podemos participar en la evangelización
transcultural, por medio de oraciones y donativos.
No sé pueden enviar a jóvenes obligados a ir, ya que sirven de tropiezo para los
misioneros recién llegados, es necesario enviar misioneros bien capacitados, ya
que la actitud del misionero es lo que determina el éxito de las misiones, y no solo
la juventud o la fortaleza. Una postura amorosa compensan deficiencias que
existen en otras áreas.
La mayor parte de veces los misioneros dependen económicamente del apoyo de
los creyentes, en otras ocasiones suciedades financieras apoyan mensualmente
con una cantidad fija. Otras veces los misioneros reúnen una cantidad de dinero,
otras veces la iglesia los apoya, algunos buscan trabajo para sostener su
ministerio. Así es como la actitud del misionero respecto al dinero y estilo de vida
afecta su ministerio.
Este tema es bastante delicado, ya que todo lo que se convierte en una barrera
para la tarea de comunicación del Evangelio es un factor negativo.
Un estilo de vida diferente a los que el misionero pretende ministrar es un
obstáculo para la evangelización, ignorar este punto crea piedras de tropiezo.
Existen lugares en donde solo sobreviven con una comida al día, y el misionero al
tener tres comidas al día y vestir ropa de marca, acrecientan un abismo, además a
los ojos del no creyente parecieran que el misionero no hiciera nada para ganarse
la vida. No es cuestionable que una congregación quiera apoyar grandemente al
misionero, pero resulta poco creíble que un misionero sobre salga por la
abundancia en la que vive, esto evita el identificarse con la gente nativa del lugar,
lo cual es esencial para poder comunicar el Evangelio.
Si queremos identificarnos con otros y comunicar el mensaje tenemos la
responsabilidad de mostrar una imagen de manera positiva, se transmita el
mensaje del Evangelio, debemos adaptarnos lo más pronto posible, al nivel
económico de las personas a los que vamos a ministrar.
El misionero tiene que estar dispuesto a cambiar hábitos alimenticios, personales
y estilo de vida. Además debe saber que no en todos los lugares los mismos
métodos para evangelizar son efectivos, así que deben ser innovadores, el
Evangelio debe ser comunicado a hombres y mujeres y así persuadirlos de seguir
a Cristo.
La misionologia, la ciencia de las misiones, ha progresado recientemente, ya que
existen recursos que antes no existían.
En algunos casos los diferentes puntos de vista son puntos de conflicto que
surgen entre jóvenes misioneros y misioneros de mucha experiencia. Estos
problemas ser presentan en cualquier empresa misionera, destruyendo las
relaciónes minimizando la obra de Cristo ya que es muy importante en testimonio.
Estás competencias no tienen lugar dentro de la obra misionera, se debe trabajar
en armonía, y hacer lo posible para explorar los dones de cada uno y por sobre
todo debemos mostrar amor. El amor a nuestro hermanos es esencial para cumplir
la tarea a la cual Cristo nos envío al mundo.
El misionero debe tomar en cuenta todas las actitudes viables. La localidad a la
que va, debe reconocer el importante papel que el misionero desempeña, el
misionero también debe tomar en cuenta a la iglesia que lo envía, ya que siempre
necesitará de su apoyo y estímulo. El misionero no puede perdurar en la localidad
a la que va, si aún lo ven como extranjero o como espía. Los residentes de esa
comunidad deben sentirse cómodos con su presencia. Debe evitar que lo vean
como un extranjero, ya que se ese modo nunca lo verán como parte de la
comunidad, debe tratar de identificar hasta cierto punto con la comunidad, y así
tendrá un buen resultado del trabajo al que fue enviado.
El misionero debe ser un aprendiz del idioma, ya que si la comunidad persive su
interés para aprender el idioma, ellos darán el valor que tiene el misionero, ya que
se esfuerza por entenderlos, así se llega al punto en el cual el misionero es
entendido y viceversa.
El misionero también debe ser un cambista, intercambia información, experiencias,
habla de la forma en que viven otras personas de cómo se ganan la vida, cómo se
divierten, cómo sufren y luchan para satisfacer sus necesidades y lograr su
supervivencia es decir" enseñar y decir". Así se establece no solo como aprendiz,
sino también como alguien que se interesa por otras personas y que intercambia
información.
El misionero también debe ser un narrador. Narrando las peregrinaciones del
pueblo de Israel, la venida de Cristo, la formación del nuevo pueblo de Dios y la
experiencia en el caminar cristiano compartiendo relatos hasta donde sea posible,
y así cada día conocer más gente, tendrá amigos y así es como se convierte en
aprendiz, cambista y narrador.
Desafortunadamente estos puntos no son tomados mucho en cuenta y son
cuestionables, ya que el misionero suele ser sermoneador u oradores, en vez de
narradores, en cuanto al papel de aprendiz, al misionero rara vez se le da el
tiempo necesario, y tampoco se le alienta a que intime con los residentes.
En cuanto al papel de cambista no ha sido comprobada debidamente, y se le
debería dar la importancia de manera más cuidadosa.
Por otro lado es importante tomar muy en serio el aprendizaje del lenguaje y de la
cultura. Es importante aprender frases del idioma de la localidad, con las cuales se
pueda establecer una plática desde el primer día que se llega a la comunidad o
país, se debe aprender juntos los nativos de la comunidad y el misionero a adorar
a Dios.
Lamentablemente el misionero integrado es visto por sus colegas no integrados de
forma distinta, ya que en el peor de los casos lo verán como un traidor. En varias
ocasiones los nuevos misioneros enfrentan oposiciones por el esfuerzo de
adaptarse al nuevo estilo de vida y al nuevo idioma, y esas oposiciones son en
cuatro formas: Rechazo, celos, culpa y temor.
El rechazo puede venir porque la comunidad misionera piense que el recién
llegado los ha rechazado, pero lo que han rechazado es la evangelización por
incursiones.
Los celos se suscitan cuando un misionero ya establecido se da cuenta que el
recién llegado tiene más amistades entre la gente local que él.
La culpabilidad se suscita cuando el misionero ya establecido, se da cuenta que
en cuanto a integración con la comunidad ha fallado, y el recién llegado posee un
potencial de efectividad.
El temor aparece cuando el cambio de métodos tradicionalistas con los que el
misionero se siente identificado deben ser diferentes, y los siente como difíciles y
desconocidos.
Es de suma importancia que el misionero lleve su ministerio por el método de
vinculación, ya que si no lo hace así jamás llegará a sentirse cómodo en la
comunidad a la que llevara el Evangelio. Cuando no se está vinculado con la
comunidad, el misionero vive aislado, convive poco con la comunidad, y siempre
regresa a la protección del grupo misionero.
Sin la vinculación, se da el maltrato a la comunidad en vez de amarla.
El misionero debe tener en cuenta que él va para ofrecerle a la gente la
oportunidad de pertenecer a la famila de Dios.
Es muy importante lograr la vinculación desde la llegada a la comunidad, saber
cómo abordar un autobús, cómo hacer las compras, cómo dirigirse a las personas,
aprender a vivir como la comunidad.
A las personas les gusta ayudar siempre y cuando se demuestre la necesidad de
aprender.
La vinculación haber posible que se hagan nuevos amigos locales, se genera
apoyo de las personas nativas, y así se facilita la adaptación a las costumbres y se
evita un choque cultural.
El misionero debe permanecer alejado de otros misioneros que ya vivan en esa
localidad.
Los misioneros experimentados, pero no vinculados son un gran obstáculo, para el
misionero nuevo que quiere exprimentar la vinculación .
Se debe tener en cuenta que la integración a una nueva cultura
también representa algún riesgo y tensiones, pero también representa un riesgo
no hacerlo, pero este sería a largo plazo. Ya que la gran parte de misioneros que
no asumieron este riesgo desde el principio ya no vuelven a servir por segunda
vez y se quedan mejor en su casa.
No es fácil vivir con una familia que no se conocen costumbres, ideologías,
expresiones etc .
Pero tampoco es bueno seguir viviendo como extranjeros sin amistades y claves
culturales y con todo lo que conlleva vivir así.
La vinculación también es ser bicultural, es decir seguir aceptando su cultura (la
nativa), con la que se aceptará, y así mismo respetarlas.
En algunos casos existe un cambio de nombre a algunos misioneros, a algunos
nombres locales y lo hacen cómo forma de protección, así que debe sentirse libre
para actuar de manera creativa, sin inhibiciones.
El misionero cristiano debe reconocer que Dios en su soberanía no cometer
ningún error al crearnos en nuestra primera identidad racial.
Para poder ir a la misión de Evangelismo se debe estar preparado a cambiar
hábitos, estilos de vida, ser inovadores,capaces de comprender a aquellos
misioneros que no comparten los mismos puntos de vista, esforzarse por aprender
el idioma, las costumbres y no ser ante los nativos extranjeros esforzase por
relacionarse con ellos. Pero sobre todas las cosas se debe mostrar el amor a Dios,
atraves de sus relaciones. La vinculación es muy importante así como volverse
bicultural y el aprendizaje del idioma.
Alumno Elideht Rodríguez Maya
Profa. Hna. Lucimara
Introducción a las misiones.