SENTENCIA NÚMERO: CUARENTA Y OCHO
Corral de Bustos-Ifflinger, dieciocho de mayo de dos mil quince.-
Y VISTOS: Estos autos caratulados “G, AR C/ O, MV – DESALOJO”, EXPTE.
Nº XXX, de los que resulta que a fs. 7/10 comparece el señor A.R.G., quien
promueve demanda de desalojo contra la señora M.V.O. y/o terceros ocupantes
del inmueble sito en calle XX, designado como XX del plano oficial del Pueblo
Ifflinger, Estación Corral de Bustos, que mide 12 metros de frente al Norte sobre
calle X, por 30 metros de fondo en el costado Este y frente también al Oeste
sobre calle X, solicitando que en definitiva se la condene a desocupar el inmueble
designado, con costas. Dice que la demanda de desalojo se interpone por la
simple tenencia que detenta la demandada en el inmueble, el cual ha adquirido en
el año 2004, por boleto de compra venta y, de cuyo inmueble detenta la posesión
desde entonces. Relata que en fecha 19 de julio de 2004 ha adquirido del señor
E.A.C., el terreno designado, por boleto de compraventa. Que, en la cláusula
cuarta del referido boleto, han designado a la Escribanía X para que confeccione
la escritura traslativa de dominio, luego de que se encuentren terminadas las
declaratorias de herederos respectivas, que indicó el vendedor debía realizar. Que
se encontraba habitando el inmueble, junto con la demandada, estando en pareja
junto a vuestros hijos, A.G. y E.G.. Que, el año pasado, en el mes de abril de
2013, fue expulsado del hogar familiar por una denuncia de violencia familiar,
sin sentido que ha realizado la demandada en su contra. Dicha denuncia se
encuentra radicada en la secretaría pertinente de este Juzgado, donde obra acta de
su retiro del hogar conyugal y la fecha y demás precisiones que no obran en su
poder. Desde entonces ella se encuentra habitando el inmueble cuya posesión
detenta, mientras que el compareciente no tiene donde habitar. Dice que el 29 de
mayo de 2013 le envía misiva a la demandada a los fines de que restituya la
documentación del inmueble en cuestión y a fin de que desocupe el mismo. Se
ofrece a colaborar con el alquiler de un inmueble para que se mude con vuestros
hijos a otro domicilio. Anteriormente, precisamente en el mes de julio de 2012 ya
había enviado misiva en similares términos. Dice que ha tenido respuesta
negativa a sus pedidos, tanto en lo que respecta a la documentación de la
vivienda, que la niega, como a la posibilidad de que busque otro lugar para vivir
con vuestros hijos. Dice que no se está desentendiendo de los deberes de
asistencia que le corresponden como padres, pero el inmueble que ella habita es
producto de su esfuerzo personal, y actualmente no tiene donde vivir. En el mes
de octubre de 2013, la Sra. O. fue beneficiada con una vivienda social, por sorteo
realizado por la Municipalidad de Corral de Bustos, porque ella se había inscripto
porque sabe que no tiene vivienda. La municipalidad de Corral de Bustos le
notificó la situación de beneficiaria y ella, se dirigió a la escribanía X y manifestó
el rechazo o la denuncia a dicha vivienda. Cree que la única finalidad que
persigue es perjudicarlo, cuando en realidad se perjudicó ella y a vuestros hijos.
Las decisiones de ella no tienen porqué perjudicarlo. Ella tuvo la posibilidad de
tener una casa y la rechazó y el compareciente está viviendo de prestado en la
casa de su hermana R.G., de prestado, en un galponcito en el fondo. No hay
derecho. En su afán de hacerle un mal, se privó de una vivienda para ella y un
bien tan preciado como el techo para vuestros hijos en un futuro. Insiste que el
inmueble fue adquirido por boleto de compraventa, y ha iniciado demanda de
escrituración seguidamente a la adquisición del inmueble, con el patrocinio del
Dr. G. J., quien le ha informado que en etapa de ejecución de sentencia se ha
quemado el expediente, así como el Protocolo de Sentencia en los
acontecimientos de público conocimiento de fecha 4 de diciembre de 2006. El
Dr. J. la asistió a la demandada en el juicio de alimentos a favor de vuestros hijos,
y extrajudicialmente la asistió para que envié y conteste cartas documentos y, su
actual letrada en infinidad de oportunidades le ha pedido que la demandada le
entregue los papeles de la casa, precisamente boleto de compraventa y plano de
mensura confeccionado por el Arquitecto G. B., y la demandada nunca entregó la
documentación. Por ello, en esta oportunidad se vio obligado a ir a pedirle a la
parte vendedora el ejemplar que obraba en su poder, para sacar copia y hacer
certificar la misma por el Escribano X. Dice que le ha negado los papeles que
acreditan la posesión del inmueble, le ha negado el plano del inmueble,
instrumentos que necesita para realizar nuevamente el juicio de escrituración
porque el Dr. J. le ha informado que es imposible reconstruirlo porque no tiene
copias de los escritos. Hasta el momento no ha logrado que desocupe el
inmueble, como que tampoco entregue la
documentación que le pertenece. El compareciente no ha podido entrar nunca
más a la casa, desde aquella exclusión y ella se aprovecha de esa situación, para
privarle de documentación y objetos personales. Dice que le ha otorgado más de
un año y medio desde que le excluyó de su propia casa para que busque una
solución habitacional, y realmente no le importa solucionarlo. Es su problema, ha
pasado ya el tiempo otorgado y constatado su permanencia en el inmueble
destinado a casa habitación, promueve esta demanda de desalojo. Denuncia que
desconoce si existen terceros ocupantes, que no sean sus hijos A.G. y E.G.. Deja
formulada reserva de que no se tome esta acción como un desentendimiento con
sus hijos, a ellos siempre los va a ayudar, y de hecho cumple con la cuota pactada
y homologada por este Tribunal, pero el inmueble es suyo y no tiene otro lugar
donde vivir; y oportunamente, si la demandada quiere que vuestros hijos vivan
con ella, deberá buscar un lugar donde vivir y el compareciente aportará lo
necesario dentro de sus posibilidades. Si ella no puede tenerlos, sus hijos pueden
quedar en el inmueble viviendo con el compareciente. Quiere dejar aclarado,
porque es muy importante para él, que ella no debe vivir en el inmueble que es
suyo, sus hijos sí, y pueden quedarse viviendo consigo; pero como ella tiene la
tenencia, si quiere seguir ejerciéndola, puede irse con ellos, y el compareciente
aportará como corresponde; pero la demandada debe desocupar el inmueble.
Ofrece pruebas: Documental; Confesional; Testimonial; Informativa. Funda su
derecho en los arts. 2460 y siguientes del Cód. Civil y arts. 750 y siguientes del
C. de P.C. Cita jurisprudencia a la que me remito en honor a la brevedad. Que el
Tribunal admite la demanda, al que da el trámite de juicio abreviado. Cita y
emplaza a la demandada a comparecer y contestar demanda en los términos del
art. 508 del C. de P.C., bajo apercibimiento. A fs. 90/94 comparece la
demandada, señora M.V.O., quien contesta demanda y ofrece pruebas. Niega
todos y cada uno de los hechos expuestos en la demanda y el derecho invocado,
salvo los que sean de expreso reconocimiento en el responde. Niega que detente
la simple tenencia de dicho inmueble, es cierto que el actor detentaba la posesión
del inmueble adquirido en el año 2004 por el propio G.. Es cierto que en fecha 19
de julio de 2004 adquirió el actor el inmueble de referencia al señor E.C.. Dicho
inmueble –dice- ya desde esa época fue ocupado por su persona, la actora, y
vuestros dos hijos. Expresa que distintas reyertas, discusiones, agravios, etc.,
motivaron que en el mes de abril del año 2012, tuviera que efectuar denuncia por
violencia familiar en contra de su pareja, que fuera acreditada en los autos
respectivos, que motivara que el mismo fuera excluido del hogar que compartían.
Aclara que ya estaban en pareja cuando el actor adquirió el inmueble (cuatro
años antes, conforme constancia de concubinato), y después con el esfuerzo del
mismo y el producto de su trabajo, más la mano de obra aportada por su persona,
cual fuera la ayuda de su extinto padre, quien tenía conocimientos de albañilería,
se construyó lo que es hoy actualmente la casa habitación, es decir que el actor
aportó el inmueble, y lo edificado, clavado y plantado, y mejorado fue fruto del
esfuerzo compartido. Todo ello será de probanza oportuna. A partir de la
denuncia efectuada, continuaron los problemas del suscripto hacia su persona,
respecto a la visita, al traro a los hijos, el ingreso a la casa a pesar de la exclusión,
en fin, distintas cuestiones que hacen a esta problemática, sin embargo, el mismo
siguió guardando el camión que detenta en el garaje de la casa, y mantiene
algunas pertenencias personales, que esta parte no le niega que las retire, sin
embargo no lo hace, habida cuenta, que no existe mala voluntad de la
compareciente hacia el actor, para que recupere sus pertenencias. Dice que es
cierto que recibió carta documento en el mes de mayo de 2013, cuyo texto la
actora reproduce en su demanda a fs. 7 vuelta, y que por razones de brevedad
remite. Dicha misiva fue contestada mediante carta documento, cuya copia
adjunta. Niega tener la documentación de la vivienda, niega tener que retirarse
del hogar que coadyuvo a construir, detenta la tenencia de vuestros hijos, ya que
el padre por razones laborales no los puede tener, además de que su hijo mayor
no quiere ver a su padre ni ir con el mismo en la visita. Niega por no ser cierto
que el actor no se desentienda de los deberes de asistencia (en la época invernal
ocurrió un accidente grave que puso en peligro la vida de su hijos, al llevarlos a
pescar, con baja temperatura, cuando la razón y las condiciones climáticas no lo
aconsejaban, y al sufrir un percance el bote que tenían, fueron rescatados por los
bomberos voluntarios de Viamonte), niega que el inmueble sea fruto del esfuerzo
personal del actor, y niega que el actor no tenga donde vivir. Refiere que es cierto
que ha sido beneficiada a través de la Municipalidad de una vivienda social, por
sorteo, a la cual se inscribió como todos aquellos que carecen de vivienda propia
a su nombre (no es el caso de la presente, ya que detenta la posesión y es
copropietaria de las mejoras, no así del inmueble), a la cual rechazó porque no
tiene ni tenía la suma de pesos quince mil que se necesitaba para acceder a ella,
situación que tampoco la actora colaboró si tenía la intención de que se vaya de
la casa. Niega que el rechazo a la vivienda lo haya realizado para perjudicar al
actor, niega por no ser cierto que se haya perjudicado la compareciente y sus
hijos, niega por no ser cierto que haya tomado decisiones para perjudicar al actor,
es cierto que tuvo la posibilidad de acceder a la vivienda, pero la tuvo que
rechazar por problemas económicos que ya manifestó, tiene la tenencia de los
dos menores, trabajo, carga con todos los gastos de la vivienda, los gastos de su
hijo, y todo sale de sus ingresos, ya que el actor solo percibe la suma de $ 2.000,
de manera tal que no puede costear los requisitos que exigía la Municipalidad;
niega porque no le consta que el actor este viviendo de prestado en el fondo de la
casa de su hermana, si el actor hubiera colaborado en la ocasión y abonara el
importe de las mejoras que son comunes en el inmueble que pretende desalojar,
no lo hubiera, según él, perjudicado, tendría una vivienda para su persona, y
niega que sus hijos tuvieran un techo para el futuro, porque ya lo tienen. Dice que
es cierto, reitera, que el inmueble fue adquirido por boleto de compraventa,
también es cierto que el actor inició una demanda de escrituración, que se obtuvo
una sentencia favorable, pero también es cierto que dicho expte. fue objeto del
fuego en los aciagos acontecimientos del día 4 de diciembre de 2006. Expresa
que es cierto que el Dr. J. le asistió en el juicio de alimentos, y extrajudicialmente
en el envió de cartas documentos, pero niega por ser cierto
que la letrada del actor le haya requerido la entrega de papeles del inmueble, que
niega tenerlos. Niega porque no le consta que el actor haya requerido a la parte
vendedora el ejemplar que obraba en su poder; niega que le haya negado los
papeles, que nos tiene en su poder; niega que necesite de instrumento alguno para
realizar el juicio de escrituración (que ya lo tiene); es cierto porque la
compareciente corrobora que el Dr. J. carece de los antecedentes del pleito. Niega
tenga que desocupar el inmueble; niega que tenga que entregar documentación de
la vivienda, que no tiene en su poder; niega que no haya podido entrar nunca más
a la vivienda (en épocas de restricción entraba a la vivienda situación que
permitía para que pudiera ver a sus hijos, además de cebarle mates), a pesar de la
denuncia de violencia familiar que le ha realizado, todavía hasta el día de hoy
sigue guardando el camión en el garaje; niega por no ser cierto que haya privado
a la actora de documentación como también niega que le haya privado de objetos
personales: prueba de que se manda la parte, lo constituye que ha adquirido un
nuevo camión, una camioneta cero km. Para realizar los pedidos, y además
mantiene en su poder el automóvil que se encuentra exclusivamente a su nombre
y que no restituye. Enfatiza que si el actor hubiera querido que abandone lo que
considera su casa, podría haber vendido el vehículo que detenta a pesar de no
estar inscripto a su nombre, para la compareciente pudiera acceder a la vivienda,
y no lo hizo, por lo que él quiere es que la accionada se vaya a la calle con sus
hijos, que le ha reiterado en n numerosas oportunidades. Niega que le haya
otorgado plazo alguno para que
busque una situación habitacional, niega por no ser cierto que no le importe
solucionarle. Reitera ha tenido la intención, pero sola no puede, y tampoco va
abandonar la vivienda que ayudo a construir en recurso, en el cuidado de los
hijos del actor, y la mano de obra que realizó su padre, que nunca le cobró un
centavo, sólo para ayudarme a mi persona. Niega porque ninguna persona vive
con ella y sus hijos, y tampoco ingresa pareja, amigos, novio alguno, que se
quede tranquilo el actor. Rechaza la reserva formulada por el actor, este como
padre de los hijos no tiene la posibilidad de optar por atenderlos o desentenderse
de los mismos. Cualquier cosa que intente con la vivienda implica en si
desentenderse de los mismos, porque a pesar de que detenta la tenencia de sus
hijos el mismo pretende que desocupe la misma llevándome a sus hijos,
quedando en total desamparo. Dice que aún que logre la escrituración del
inmueble a su favor, debe saber que las mejoras son compartidas, y que tiene los
mismos derechos que el actor para ocupar la vivienda. El mismo se encuentra en
una posición económica holgada, que le permite afrontar los gastos de vivienda,
de la cual, reitera, por las razones apuntadas no tiene los recursos para hacerlo.
Dice que es tan absurdo el planteo que le manda a vivir con sus hijos a otro lugar,
debiendo buscar un lugar donde vivir que deba buscar su persona y si a sus hijos
no los puedo tener, se pueden quedar viviendo con el padre en el inmueble que
pretende desalojar. Nada tan absurdo y antojadizo. Sus hijos son menores de
edad, el mayor no quiere ver al padre (se encuentra con tratamiento psicológico),
y encima pretende que vivan a la intemperie. El actor parte de una premisa estéril
y falsa. Pretende y se atribuye la exclusividad de la posesión, que no es tal, ya
que reitera, estaban juntos cuando adquirió el inmueble y coadyuvo a su
construcción y mantenimiento. Dice que debe rechazar la demanda de desalojo.
Ello porque no tiene la obligación de restituir el inmueble, que reitera fue
construida la casa habitación con el esfuerzo de su persona y la mano de obra de
su padre, razón por la cual detenta la posesión del mismo en carácter de
copropietaria de las mejoras del mismo, en forma ininterrumpida, de buena fe, a
justo título y de manera pública. Por ende, no es una mera conviviente, no es una
simple tenedora del inmueble, es copropietaria de las mejoras del mismo, detenta
la posesión, abona los impuestos, los servicios, razón por la cual es razón
suficiente para rechazar la demanda de desalojo, con costas. Ergo, atento a que
no tiene la obligación de restituir, en cuanto es copropietaria de la mejoras del
mismo, sea porque en caso de que así no fuera entendido, además de detentar la
tenencia de los menores hijos, ha realizado actos de conservación del inmueble,
art. 2466 del C.C., que impiden la devolución hasta que no fuere indemnizado.
Ofrece pruebas, consistente en: Instrumental; Informativa; Testimonial;
Confesional. A fs. 100/vlta. se abre la causa a prueba, proveyéndose las pruebas
ofrecidas por las partes, las que una vez diligenciadas, se dicta el decreto de
autos. Atento a la existencia de menores, a fs. 170 se da intervención al
Ministerio de Menores y se corre vista sobre la pretensión de desalojo, la que es
evacuada a fs. 173/174 de autos. A fs. 175 se emplaza a la parte demandada para
que acompañe partidas de nacimientos de los menores de autos, los que son
acompañados a fs. 176/177, quedando la causa en condiciones de ser resuelta.- - -
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Y CONSIDERANDO: I) Que, el señor A.R.G., con el patrocinio letrado de la
Dra. C. G., promueve demanda de desalojo en contra la señora M.V.O. y/o
terceros ocupantes del inmueble sito en calle XXX Nº XXX, designado como X
del plano oficial del Pueblo Ifflinger, Estación Corral de Bustos, que mide 12
metros de frente al Norte sobre calle X y contrafrente Sud, por 30 metros de
fondo en el costado Este y frente también al Oeste sobre calle XXX, solicitando
que en definitiva se la condene a desocupar el inmueble designado, con costas.
Dice que la demanda de desalojo se interpone por la simple tenencia que detenta
la demandada en el inmueble, el cual ha adquirido en el año 2004, por boleto de
compra venta y, de cuyo inmueble detenta la posesión desde entonces. Hace otras
consideraciones a las que me remito breviatis causae. Que el Tribunal admite la
demanda, al que da el trámite de juicio abreviado. Cita y emplaza a la demandada
a comparecer y contestar demanda en los términos del art. 508 del C. de P.C.,
bajo apercibimiento. A fs. 90/94 comparece la demandada, señora M.V.O., con el
patrocinio letrado del Dr. G. J., quien contesta demanda y ofrece pruebas. Solicita
el rechazo de la demanda, manifiesta ser poseedora, por las construcciones y
mejoras realizadas por la compareciente y su padre, en el inmueble, y, que no
tiene obligación de restituir en virtud de la relación de concubinato habida con el
actor, y la tenencia de sus dos hijos, los cuales
conviven en el inmueble. Que, el Ministerio de Menores, con fundamento en el
art. 3 inc. 1º, de la Convención sobre los Derechos del Niño y jurisprudencia que
cita, se expide por el rechazo de la pretensión de desalojo. En dichos términos ha
quedado trabada la Litis, que debe ser resuelta por el Tribunal. II) Que, el actor
pretende el desalojo de su concubina, Sr. M.V.O., salvo sus hijos que podrían
quedar a vivir allí; “pero como ella tiene la tenencia, si quiere seguir
ejerciéndola, puede irse con ellos, y yo aportaré como corresponde; pero la Sra.
M.V.O. debe desocupar el inmueble” (aclaración a fs. 9 de autos). La demandada
no desconoce el boleto de compraventa, sustento de la acción, cuya escrituración
no fuera formalizada en virtud de que el juicio iniciado a tales fines fue objeto de
la quema del Tribunal de Corral de Bustos-Ifflinger, en virtud de los hechos
vandálicos ocurridos en esta sede con fecha 4 de diciembre de 2006. Ergo, no se
encuentra en cuestión la legitimación activa del actor para promover la demanda
de desalojo; solo que agrega –en su contestación de demanda- que no tiene
obligación de restituir por ser concubina, haber construido la casa –junto a su
padre- sobre el inmueble de propiedad del actor, esto es, ha realizado actos de
conservación por los cuales, previamente, debería ser indemnizada y, tiene hijos
de la convivencia, sin que tenga otro lugar donde ir a vivir. III) Que, la relación
concubinaria habida entre las partes, se encuentra acreditada por la propia
manifestación del actor, por ante el Juez de Paz de la localidad de Colonia
Italiana, en fecha dos de noviembre de dos mil cinco, cuando el Sr. A.R.G.,
manifiesta que “Vive en aparente matrimonio (concubinato) desde cinco años
con la señorita M.V.O., D.N.I. Nº XX, y su hijo menor de edad llamado A.M.O.,
D.N.I. Nº XX, y que los tiene a su cargo…” (v. fs. 79, cuyo instrumento en copia
no fuera desconocida por el actor). En efecto, de las partidas de nacimientos
obrantes a fs. 176/177, surge que los niños A.M.O., nacido el XX, reconocido
por el actor con fecha 22.12.11 y, E.A.G., nacido con fecha XX, son hijos de los
contendientes, por lo que la relación concubinaria tiene más de diez años de
existencia (v. en dicho sentido la declaración de la Sra. V.B.C., fs. 151). IV) Que,
es cierto que la relación concubinaria a los fines del desalojo es harto discutida,
por cuanto el concubino no es intruso, ni comodatario, ni tenedor de lo cual se
deriva que no existe a su respecto un título autónomo de detentación de la cosa.
Naturalmente tiene la cosa, pero la circunstancia no conforma el corpus
posesorio, no alcanza a la efectividad que prescribe el art. 2352 del Código Civil.
No obstante ello, la doctrina y jurisprudencia ha entendido que el marco legal que
brinda el juicio de desalojo y las normas procesales permite encuadrar como
sujeto pasivo de la acción al concubino cuando se refiere a “cualquier otro
ocupante cuya obligación de restituir o entregar sea exigible”. Así lo establece el
art. 750 del C. de P.C., cuando establece que el juicio de desalojo procede en
contra del locatario o sublocatario de inmuebles urbanos o rurales, o contra
cualquier ocupante de los enumerados en el art. 2462 del Código Civil, siempre
que no procediera la desocupación por la vía de ejecución de sentencia o de otro
juicio o que las leyes establecieran su procedimiento y, así lo ha entendido el
suscripto en la causa “M., C. c/ C., G.T. –Desalojo”, Sent. Nº 167, de fecha 26 de
junio de 2012, lo que ha sido confirmada por la Excma. Cámara de Apelaciones
de la ciudad de Marcos Juárez, por Sent. Nº 17, de fecha 16 de mayo de 2014.
Que, si bien la demandada alega tener la copropiedad, lo es por las mejoras
realizadas en el inmueble (construcción de casa habitación por su padre el Sr. O.
y hermanos de la demandada, v. declaración testimonial del Sr. J.A.T. y R.E.C.,
fs. 123 y 125, respectivamente), los que en definitiva, son mejoras necesarias y
útiles, las que al no ser introducidas formalmente a la causa, como derecho de
retención (art. 762, segundo párr., C. de P.C.), resulta inviable su análisis. V)
Que, la demandada introduce, además, la falta de obligación de restituir, fundado
en la circunstancias de que en el inmueble viven con ella, sus hijos, que, son a la
vez del actor, por lo que no corresponde su desalojo, dejando a los hijos en el
inmueble, lo que implica una modificación de la tenencia y un desmembramiento
de la pertenencia familiar, con perjuicio para los menores, cuando uno de ellos no
quiere quedar con el padre, ni existe evaluación de idoneidad de la paternidad;
tampoco corresponde –dice la demandada- su desalojo con sus hijos, porque no
tienen donde ir a vivir. Está claro que la situación planteada, es ajena a la
corriente que se presenta en situaciones de crisis financiera del Estado, en donde
el locatario o comodatario resiste el desalojo, a los fines de perdurar en el uso del
inmueble, fundado en vivir con ella o ellos sus hijos menores y no tener a donde
ir a vivir, lo que ha motivado que los jueces otorguen un plazo de desahucio más
extenso que el corriente (de 10 a 30 días) y, aun comunicado a las autoridades
administrativas –Oficina de Derechos Humanos- a los fines de su solución (en
este sentido, la Excma. C. 5ª C.yC. Cba., in re “S., M. c/ M., M. D. y Otros –
Desalojo – Comodato –Tenencia precaria – recurso de apelación”, Sent. Nº 20,
del 11.3.14). Tan es así, que el mismo actor se percata de ello, al introducir su
demanda, cuando en el Punto 3.c) hace reserva y dice que “no se tome esta
acción como un desentendimiento con mis hijos, a ellos siempre los voy a
ayudar, y de hecho cumplo con la cuota pactada y homologada por este Tribunal,
pero el inmueble es mío y no tengo otro lugar donde vivir…” (v. fs. 8vlta.). Si
bien es cierto que no corresponde sin más trasladar normas que rigen la relación
matrimonial, en donde el legislador ha otorgado una especial protección a la
vivienda que habita la familia (por caso, los arts. 211 y 1277, C.C., en este
sentido el joven jurista local, Dr. Mariano Díaz Villasuso, “Desalojo del
concubino. ¿Un supuesto discutible de legitimación pasiva?”, en El juicio de
desalojo, Leonardo González Zamar y Manuel Rodríguez Juárez (Directores),
Mediterránea, Córdoba, Vol. 3, 2009, p. 97); empero, no podemos
desentendernos de los principios que emanan de dichas normas, que serían
aplicables en virtud del art. 16 de igual cuerpo legal, como la protección por el
Juez del “superior interés familiar” que ordenan dichas normas, que, resulta
aplicable a una situación no regulada; como la vigencia del “superior interés del
niño”, que imponen tratados de derechos humanos con jerarquía constitucional
(art. 3.1º, de la Convención sobre los Derechos del Niño, en virtud del art. 75 inc.
22, de la Const. Nacional), como bien lo pone de resalto el Ministerio de
Menores. Dicha norma internacional es –parafraseando a Hart- de una “textura
abierta” -con una sustancia inacabada-, cuyo contenido obliga al Juez a ser
llenado conforme a las circunstancias del caso, debiendo prevalecer siempre
dicho superior interés. Tampoco se puede desconocer, como el mismo actor lo
hace, de que el progenitor tiene obligación alimentaria conforme a su condición y
fortuna, dentro del cual se encuentra la provisión de una casa habitación (art. 265
y 267, C.C.). Ello es así, toda vez que debe prevalecer el criterio de la
adjudicación del hogar para proteger al grupo familiar más numeroso y
desvalido, siendo el primer elemento a tener en consideración el bienestar de los
hijos de la pareja, debiendo por ello el privilegiarse a quien detenta su tenencia.
Por otra parte, debe evaluarse asimismo quien tiene mayores dificultades para
procurarse la vivienda, debiendo preferirse a la concubina a los fines de la
atribución del hogar común dado que se presume que el marido cuenta con
mayores facilidades para resolver el problema habitacional. Y, a los fines de la
interpretación de las normas, no podemos desentendernos de la vigencia de todas
ellas; ni tampoco, como dice Cossio –con cita de Fornieles- “no es posible que el
intérprete maneje los artículos del código en un estado de indiferencia por los
resultados” (Cossio, Carlos, El derecho en el derecho judicial. Las lagunas del
derecho. La valoración judicial, Librería El Foro, Bs. As., 2002, p. 90). Si bien,
también es cierto que, el Juez no puede, en principio, juzgar de la equidad de la
ley no sólo puede sino que debe juzgar con equidad en los casos concretos
sometidos a su decisión. De lo contrario, aplicar la ley se convertiría en una tarea
mecánica reñida con la naturaleza misma del derecho y conduciría, a menudo, al
absurdo, que ya previeron los romanos: “summun jus, summa injuria” (locución
utilizada por los romanos para denotar que la aplicación estricta e inflexible de
una norma de derecho puede representar, en ocasiones, la comisión de notoria
injusticia). En el sub-iudice, la propia hermana del actor, Sra. N.R.G., declara que
el actor “casi siempre (trabajó) de comisionista, trabajó con T. y ahora en forma
independiente” (v. fs. 121), por lo que tiene ingresos y posibilidad de adquirirlos,
cuando la demandada –madre con dos hijos a su cargo- no tiene recursos y hasta
ha perdido la posibilidad de adquirir una vivienda proveída por la Municipalidad
de Corral de Bustos –la que fuera adjudicataria por sorteo, v. informativa de fs.
161- debido “porque no tenía acceso al dinero que me pedía la municipalidad
para pagar el adelanto” (Sra. Ochoa Posición 20, v. fs. 166vlta.). Como surge del
informe remitido por la Municipalidad de Corral de Bustos, la Sra. O. debía tener
residencia o trabajo en esta ciudad con una antigüedad demostrable mínima de
tres años para cualquiera de ambos requisitos, con un ingreso igual o superior a
pesos tres mil ($ 3.000) el solicitante y cinco mil ($ 5.000) el grupo familiar y
ofrecer garante propietario de bienes inmuebles y/o con ingresos iguales o
superiores a los ut-supra establecidos, cuyas condiciones no las pudo cumplir,
cuanto menos no ha sido demostrado lo contrario, quedando la manifestaciones
en contrario de la hermana del actor, en puras conjeturas, con evidente
intencionalidad de favorecer la posición procesal de su hermano; ni se ha
demostrado que el actor tenga intenciones reales de ayudarle a pagar la vivienda
adjudicada. Lo único demostrable, es que en la Secretaría de Control de este
Tribunal, tramitan dos denuncias de violencia familiar formuladas por la Sra. O.
en contra del actor, iniciadas con fecha 12.4.12 y 28.5.13 (v. informe de
secretaría de fs. 150), habiendo explicado en la causa la Sra. O. que “lo denuncié
porque me pegó delante de los chichos” (Posición 8va., v. fs. 166), en donde al
actor se le habría excluido del hogar, como éste lo afirma en su libelo
introductorio (v. fs. 7vlta.), por lo que mientras no se hayan modificados las
circunstancias fácticas, no puede pretender el desahucio del inmueble, porque
ello significaría el desamparo y desmembramiento de su familia y lograr por otra
vía procesal, lo que este Tribunal ponderó en dicha oportunidad que no
correspondía. VI) A la luz de lo expuesto, la presente causa de desalojo, viene a
ser una extensión reeditada de violencia de género (contra la mujer), lo que surge
implícito en la demanda del actor cuando expresa que “…mis hijos sí, y pueden
quedarse” en el inmueble, “…pero la Sra. M.V.O. debe desocupar el inmueble”
(fs. 9 de autos). Entonces, se debe tener presente el nuevo paradigma normativo
que impone la Convención de “Belém do Pará” y la Ley Nac. Nº 26.845, que
busca prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, en cuyo
parámetro legal nacional e internacional, se encuentran comprometidos todos los
funcionarios que integran el Poder Judicial. Es que, nuestro país a través de la
Ley N° 24.632 aprobó la “Convención de Belém Do Pará” [la Ley Nº 26.485 de
Protección Integral a las Mujeres para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra las Mujeres, reglamentó y concretizó los postulados de la
aludida Convención de Belém do Pará], que busca prevenir, sancionar y erradicar
la violencia contra la mujer (CPEyS la violencia contra la mujer). Este
instrumento internacional enuncia una serie de derechos que asiste a la mujer. En
particular, define que toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio
y protección de todos los derechos humanos y a las libertades consagradas por
los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos, entre los
cuales encontramos el derecho a que se respete su integridad física, psíquica y
moral (art. 2 CPSyE la violencia contra la mujer). Por otra parte, el art. 7,
establece deberes para los Estados Partes en lo que aquí interesa, dispone que los
Estados “condenan todas las formas de violencia contra la mujer” y se obligan a
(…) b. actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la
violencia contra la mujer (...)"... Cabe destacar que la orientación político
criminal... también se encuentra en armonía con las recomendaciones de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresadas en el documento
sobre Acceso a la Justicia Para las Mujeres Víctimas de Violencia en las América
(Doc. 68, 20/I/2007). La pretensión del actor, bajo una acción de desalojo en
contra de su concubina, cuando aquel ha sido excluido del hogar, en virtud de la
aplicación de leyes de violencia familiar, es pretender –al dejarla a la mujer que
le dio sus hijos sin habitación- realizar una forma solapada de violencia de
género, lo que –a la luz de los tratados de derechos humanos- resulta inadmisible.
VII) Por todo lo expuesto, corresponde el rechazo de la acción de desalojo
incoada por el señor A.R.G. en contra de la señora M.V.O.- VIII) Costas: Que las
costas se imponen por el orden causado, en virtud de la complejidad de la causa,
las jurisprudencia y doctrinas no pacificas existentes y la especial cuestión
familiar materia de resolución (art. 130, in fine, C. de P.C.). Que, en
consecuencia, no corresponde que sean regulados los honorarios profesionales de
los letrados intervinientes en esta oportunidad (art. 26, “a contrario sensu”, C.A.).
Por ello, oído el Ministerio de Menores y disposiciones legales citadas,-
RESUELVO: I) Rechazar la acción de desalojo incoada por el señor A.R.G. en
contra de la señora M.V.O..- II) Costas por el orden causado. III) No regular los
honorarios profesionales de los letrados intervinientes en esta oportunidad (art.
26, “a contrario sensu”, C.A.). PROTOCOLICESE, HAGASE SABER Y DESE
COPIA.-
Dr. Claudio Daniel Gomez – Juez Competencia Múltiple de Corral de Bustos