DERECHO CONCURSAL VENEZOLANO
Diversos aspectos son los que pueden, de forma aislada o conjunta, influir en el
destino económico de una empresa mercantil. Las circunstancias económicas, sociales o
políticas pueden converger y ocasionar que una empresa que ha contraído deudas de
distintos tipos no pueda afrontarlas; se entiende entonces que la misma se encontrará en
estado de insolvencia y se requerirá que el trastorno sea de tal naturaleza que involucre la
cesación de los pagos o la inevitabilidad de estos. El Derecho Concursal Venezolano es la
rama del Derecho Mercantil Venezolano que tiene por objeto la regulación del concurso de
acreedores.
La historia de la legislación concursal venezolana puede ser reducida a tres etapas; a
saber: 1. Los textos que estuvieron en vigencia en la Colonia, especialmente Las
Ordenanzas de Bilbao, hasta el 05 de julio de 1862 (fecha de entrada del primer código de
comercio venezolano) simultáneamente con algunas leyes dictadas en 1863, 1841, 1849,
1850, 1860 y 1861. 2. La regulación de comercio del 29 de agosto de 1962 y 1873, el
primero de la influencia Francesa del Código de Comercio y el segundo con la del Código
de Comercio chileno de 1865; y 3. El régimen adoptado por el Código de Comercio de
1904, cuya mayor innovación se introdujo en los artículos 855 y siguientes (anexándosele
la figura del atraso y tomándola de la moratoria italiana en su mayor parte; reguló la
liquidación de la quiebra por los propios acreedores; encomendó la formación del
inventario al síndico, sin intervención del juez).
El Código de Comercio de 1919 introdujo tres (03) reformas importantes (la precia
citación del demandado para la declaración de quiebra a instancia de los acreedores, la
ocupación judicial preventiva, las excepciones oponibles por el deudor) y algunas reformas
procesales de menor importancia. Desde entonces, la legislación venezolana ha
permanecido sustancialmente igual.
PRIMERA ETAPA SEGUNDA ETAPA TERCERA ETAPA
Ordenanzas de Bilbao Regulación de comercio Código de comercio de
del 29 de agosto de 1904, artículo 855 en
Leyes dictadas en 1863, 1962 y 1873 adelante
1841, 1849, 1850, 1860
y 1861
El Código Civil Venezolano regula en sus artículos 1863 y 1864 el derecho por
parte de los acreedores de exigir el cobro inmediato de sus créditos sobre el patrimonio del
deudor; por otra parte, y de forma antagónica, converge junta al anterior derecho, el interés
de las pretensiones favorables a la continuación de la empresa como unidad económica de
empleados, suplidores, consumidores e inversionistas.
El Código de Comercio Venezolano se ocupa del Derecho Concursal en el libro
tercero, denominado “De los Atrasos y Las Quiebras”, dedicándole desde el artículo 898
hasta el artículo 1081 inclusive. Esta regulación corresponde a la antigua naturaleza
sancionatoria del proceso concursal; se dirige, específicamente, a la satisfacción de los
acreedores con el patrimonio del fallido, si atender a ningún otro interés. Es básicamente
una ejecución colectiva con concurrencia de todos los acreedores, que deberán distribuirse,
el resultado de la liquidación del patrimonio del deudor. Esta característica está dirigida,
exclusivamente al procedimiento concursal por excelencia: “La Quiebra” que sustituye a la
ejecución individual y ordinaria a la cual tiene derecho cualquier acreedor sobre el
patrimonio de su deudor, en aplicación de los artículos 1863 y 1864 del Código Civil.
El derecho concursal está integrado por dos conjuntos de normas; 1. Sustantivas o
materiales: relativas a las nociones de patrimonio, comerciante, cesación de pago, igualdad
entre los acreedores, privilegios o garantías etc. Y 2. De naturaleza estrictamente procesal;
las referentes a la presentación de la declaración de quiebra por el fallido o a la demanda de
los acreedores, la citación del demandado, la contestación de la demanda y la oposición de
excepciones o defensas.
El derecho concursal venezolano contenido en el Código de Comercio no ha
recibido el influjo del derecho de la empresa en dificultades consolidado en la segunda
mitad del siglo XX; a él no ha llegado lo que llama la doctrina “la nueva dimensión de la
quiebra con sus nuevas instituciones; la conservación de la empresa, su saneamiento, la
separación de la empresa y del empresario, nuevos funcionarios y funciones, tratamiento
de los grupos, intervención del Estado para auxiliar en la crisis y formulas conexas.
En concordancia con la cualidad ejecutiva del proceso concursal, el derecho positivo
venezolano desarrolla los siguientes aspectos de la institución:
1. Presupuesto subjetivo de la quiebra (la condición de comerciante del fallido)
En el atraso la compañía debe tener los activos superiores a los pasivos; La quiebra el
fallido debe tener los pasivos superiores a los activos.
La Quiebra por definición es el Estado jurídico en que una persona jurídica o
natural, industrial o comercial se coloca, cuando por déficit suspende los pagos de sus
deudas. Dicho estado jurídico implica la liquidación del activo del quebrado y la
distribución del mismo entre sus acreedores en forma equitativa y de conformidad con las
leyes aplicables hasta por el importe total de los mismos si fuere necesario».
A la quiebra únicamente están sometidos, de acuerdo a la tradición del derecho francés
y al artículo 914 del Código vigente, los comerciantes que han tenido capacidad para
contratar que hacen del comercio una profesión habitual y las sociedades mercantiles. A la
quiebra también pueden ser sometidos los comerciantes individuales, el comerciante social,
el comerciante retirado y el fallecido.
La Persona del Comerciante Fallido es la situación en que se encuentra un patrimonio
que es incapaz de satisfacer las deudas que pesan sobre él; por lo que, la expresión “estar en
quiebra” quiere decir no poder pagar íntegramente a todos los que tienen derecho a ser
pagados: es un estado de desequilibrio entre los valores realizables y los créditos por pagar.
La Quiebra cómo “procedimiento” puede definirse como “Un conjunto de normas
y actos procesales dirigidos a la liquidación del patrimonio del fallido y su reparto
entre los acreedores unitariamente organizados bajo el principio de la comunidad
de pérdidas”.
2. Presupuesto objetivo (La cesación de pagos)
Consiste en dejar de pagar las deudas de naturaleza comercial vencida y exigible. Entre
nosotros se requiere hacer una distinción con la suspensión de pagos o sea el retardo o
aplazamiento en los pagos de que habla el código de comercio, al definir el estado de
atraso; en cambio la cesación de pagos se debe a un estado de impotencia patrimonial en
que se encuentra el deudor comerciante para hacer frente a los compromisos adquiridos.
Para evitar las confusiones recordamos que la suspensión o el retardo de los pagos es un
malestar económico momentáneo o accidental. Cuando un comerciante se encuentra en éste
estado, le es aplicable el procedimiento de atraso; pero cuando la cesación de los pagos se
debe a insolvencia, la situación patrimonial deficitaria y por consiguiente el desbalance da
lugar a la cesación de pagos permanente o definitiva.
3. La organización de la masa activa y pasiva de la quiebra (colectividad y
universalidad)
El proceso concursal es un procedimiento universal en el sentido de que compromete
todo el patrimonio del deudor, salvo las excepciones que la ley establezca. Por ello, en la
sentencia de quiebra se ordena la ocupación de todos los bienes del fallido, en esta materia
se deben de hacer algunas precisiones:
El Código de Comercio emplea la expresión masa para hacer referencia al
conjunto de los acreedores, a la asa de acreedores a la cual pasa de derecho la
administración de los bienes del fallido, representada por los síndicos, una vez
que es declarada la quiebra (Artículo 924, 940, 972, 1039) de la lectura del
artículo 40 se desprende que la declaración de quiebra los acreedores del fallido
quedan unidos legalmente: “La unión es legal y obligatoria” Para denominar
esta unión no se ha encontrado un término jurídico adecuado, no puede, en
efecto, incluirse en ninguna de las categorías previstas por el derecho civil y de
ahí que esta expresión se bastante vaga “masa”
El código de comercio usa también el vocablo de masa para identificadas el
grupo de acreedores quirografarios, a los cuales llama masa quirografaria, así
como usa la palabra masa para referirse a al activo de la quiebra
El pasivo de la quiebra esta construido por los créditos contra el fallido
El conjunto de los bienes del deudor, su patrimonio, la garantía común de la cual
habla el artículo 1864 del Código Civil, se llama generalmente más activa
Este proceso concursal describe la concurrencia de acreedores sobre el patrimonio del
deudor común. Los procesos concursales son procedimientos colectivos porque no se
desarrollan en beneficio de uno o varios acreedores sino de la totalidad de los acreedores
del fallido, además, en el proceso concursal, todos los acreedores llamados deben de
presentar los títulos justificativos de sus créditos para revalidarlos, después de un proceso
de clasificación en el orden en que deben de ser pagados.
4. La privación del fallido de la administración de sus bienes y la ocupación de
estos y de sus libros (el desapoderamiento)
Además de la desocupación de todos los bienes del fallido, de sus libros y registros,
como consecuencia del funcionamiento del principio de universalidad del proceso
concursal, simultáneamente el deudor, aunque continua siendo el propietario de los bienes,
es privado del poder de disposición y e administración sobre los mismos (artículo 939). En
la hipótesis de que pagados todos los créditos y cubiertos los gatos del proceso concursal,
sobraran dinero o cosas, los mismos deben de ser entregados al fallido en su condición de
legítimo propietario, quien recupera libre disponibilidad de sus bienes
5. La convocatoria a los acreedores para la presentación de sus créditos y el
reconocimiento y la graduación de estos conforme a la regla par condictio
creditito, salvo la legitimas de prelación.
Los acreedores en la quiebra deben de recibir un tratamiento igualatorio. Tal regla se
enuncia por medio del conocido aforismo par condictio reditorum, en la quiebra, sin
embargo, existen dos grupos de acreedores: los acreedores quirografarios o comunes,
llamados a soportar las pérdidas en proporción a la aplicación del principio igualatorio.
6. La designación de un síndico como administrador del patrimonio fallido
El síndico además de administrador y liquidador, es órgano motor del procedimiento.
También es un órgano informante a los fines de justicia penal. Podemos definir al síndico
como el órgano ejecutivo de la quiebra, a quien corresponde asegurar y administrar los
bienes de la quiebra. Practicar su liquidación y distribuir el producto entre los acreedores
proporcionales a sus créditos.
Designación Definitiva del Síndico
Reunida la primera Junta de Acreedores y presentados como hayan sido los documentos
justificativos de sus créditos, la Junta debe pronunciarse acerca de la elección del síndico.
Una vez que haya determinado quien es la persona que debe desempeñar el cargo, mediante
el voto de la mayoría, el juez le extiende su nombramiento y se lo hará comunicar.
Funciones del Síndico
1. Actos de Administración: Administra los bienes de la quiebra, cobra créditos,
paga obligaciones, emplea al fallido (en el caso de que la quiebra haya sido fortuita Art.
978 Código de Comercio.).
2. Actos de Gestión y Disposición: Conservar los bienes y defenderlos, vender
bienes que puedan deteriorarse, vender cualquier otro bien (siempre, con la autorización del
Juez. Art. 975 Código de Comercio.).
3. Actos de Representación: Representa a la masa de acreedores, quienes lo
designan con la intervención del Juez (Art. 972 Código de Comercio.).
¿Quiénes no pueden ser Síndicos?
Los comerciantes menores de 21 años.
Los fallidos, mientras no obtengan rehabilitación.
Los acreedores con créditos discutidos.
Los parientes del fallido, 4to grado de consanguinidad y 2do grado de afinidad.
El cónyuge del fallido.
Los acreedores cuyos créditos están controvertidos.
De la Remoción del Síndico
Puede ser removido de oficio. Cuando el juez así lo decida; o a instancia de parte:
bien sea que lo soliciten los acreedores o por solicitud del propio fallido (deudor).
Causas de remoción: Impericia, negligencia, fraude, colusión con el fallido. En los
casos de fraude o colusión se pasará el caso al juez penal para que aplique las sanciones
correspondientes.
7. El arraigo del fallido.
La quiebra por sí sola no es delito, esto es la cesación de pagos judicialmente declarada,
no está tipificada como delito. Por ésta razón la quiebra fortuita la califica el Juez de
Comercio. Pero el delito surge cuando se llega a comprobar la existencia de circunstancias
que aparecen enumerados en los Arts. 916, 917 y 918 del Código de Comercio en cuyo
caso será castigada con arreglo al código Penal.