MEDICINA Y AMOR
ANGELA ISABEL CHAMORRO
MARIA PAZ DIAZ
OPTATIVA
ROSIRIS URRUTIA
MEDICINA IIB
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA DE MEDICINA
UNIVERSIDAD DEL SINÙ
ELÌAS BECHARA ZAINÙM
SECCIONAL CARTAGENA
JUNIO DEL 2020
Ningún bebedizo, infusión o tratamiento alguno administrado al enfermo, surtirá más efecto
que el amor y la constancia del médico por su paciente.
Sir. Francis Thomas
Amor, una palabra muy elástica y que podemos amoldar a nuestro deseo. Pero que a la vez
cumple un papel principal a nivel universal. Una cosa es la atracción de los sexos, el cual
sirve para la conservación de la especie. Aquí nos referimos al verdadero amor, al amor
universal a amar a tu prójimo como a ti mismo.
Nuestra profesión sin amor seria vacía. Nuestro deber es proteger la salud de las personas.
Aunque aún estamos en formación, tenemos la certeza de que cuando estemos muy
pendientes a un paciente, a saber, lo que tienen, a curarlo, a mejorar su salud, ahí estamos
hablando de amor, eso sí, solo cuando ese sentimiento viene del fondo de tu corazón. Pero
si solo actuamos por cumplir con el deber, nuestro corazón está ausente.
De amor hablar sólo se puede, cuando este ejercicio, del corazón proviene, cuando el tener
conciencia de haber ayudado a alguien, es la recompensa. Es cuando se habla de vocación.
Y cuando no se la tiene, sí, la medicina se la puede ejercer, pero sin amor, su ingrediente
más sublime, a la enfermedad, más de una vez, no se la podrá vencer.
Para poder mantener la actitud de amor por nuestra profesión debemos tener condiciones
especiales. La vocación, haber nacido para esto, van a haber tiempos muy difíciles, en los
cuales no vamos a poder ayudar a un paciente y en el peor de los casos podríamos perderlo
y es ahí cuando sale nuestro lado más emocional, es amor cuando nos preocupamos mucho
más por ellos, más que un nivel profesional, no los vemos como nuestros pacientes, los
vemos como personas iguales a nosotros que están pasando por momentos difíciles y
confían en nosotros esperando nuestra ayuda. Podríamos ser nosotros los que estuviéramos
de otro lado de la situación, sin embargo, si escogimos este camino es porque algo dentro
de nosotros nos mueve a hacerlo, a pesar de la ayuda debemos brindarles comprensión, un
hombro donde apoyarse, alguien con quien hablar sobre lo que están sintiendo, una mano
amiga. Es esa conexión entre paciente y doctor la que permite que todo sea más fácil.
¿Qué sería de nuestra profesión sin amor? Seria frívola a nuestro parecer.
El primer médico que ejerció debió tener tanto amor hacia sus prójimos para crear tan
hermosa carrera y dedicar su vida a proteger la vida de los demás.
Cuando se hacen las cosas con amor, se ven muy diferentes. Tienden a salir muchísimo
mejor que lo demás y el regocijo al saber que nuestro paciente va a estar bien y que gano la
batalla contra la enfermedad, eso, es lo que nos llena el alma y nos da las energías
necesarias para seguir adelante y jamás rendirnos. No queremos que nos vean como héroes,
queremos que nos vean como personas que brindan amor a lo que hacen y que siempre
vamos a estar dispuestos a brindarles lo mejor de nosotros a todos y cada uno de ustedes.