Pensamiento Juridico y Argumentacion
Pensamiento Juridico y Argumentacion
MODULO II:
PENSAMIENTO JURIDICO
ARGUMENTACION JURIDICA
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Índice
Pág.
Introducción
1. La lógica del Derecho………………………………………………………. 5
1.1. El Razonamiento Jurídico como Razonamiento Dialéctico…………….. 6
2. Silogismo Jurídico…………………………………………………………... 6
2.1. Escuela Exegética………………………………………………………….. 7
3. Las Concepciones Teleológica, Funcional y Sociológica del Derecho…… 9
4. La Nueva Retórica y los Valores como Expresión de la Argumentación
Jurídica……………………………………………………………………………. 10
5. Pensamiento Jurídico………………………………………………………. 10
6. Características del Pensamiento Jurídico………………………………….. 11
6.1. Pensamiento Problemático………………………………………………….. 11
6.2. Pensamiento Práctico……………………………………………………….. 12
6.3. Pensamiento Valorativo, Axiológico……………………………………….. 13
6.4. Pensamiento Dialéctico Retoretórico………………………………………. 13
6.4.1 Discurso Persuasivo……………………………………………………….. 14
7. Visión Trialista del Derecho………………………………………………... 14
7.1. Cuarto enfoque del Derecho ………………………………………………. 15
8. ¿Qué es un Argumento?.................................................................................. 16
8.1. Argumentación Jurídica…………………………………………………….. 16
8.2. La Argumentación y el Lenguaje…………………………………………… 17
8.3. Argumento para Explicar la Decisión………………………………………. 18
8.4. Argumento para Justificar la Decisión……………………………………… 19
9. Principales Quince argumentos empleados en el campo del 20
Derecho…………………………………………………………………………….
Conclusión………………………………………………………………….…….. 24
Referentes Bibliográficos.…………………………………………….…………... 25
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Introducción
La argumentación Jurídica es un mecanismo o como muchos estudiosos la llaman
teoría mediante el cual el derecho se basa para lograr de manera efectiva la interpretación
de las normas jurídicas; valiéndose también de la propuesta de otras visiones no
tradicionales en el estudio de los argumentos, representadas por la tópica de Viehweig, la
retórica de Perelman (llamada por él nueva retórica), y la lógica operativa o informal de
Toulmin, llamados por la doctrina los precursores de la teoría del derecho como
argumentación.
Cuando hoy se habla de argumentación jurídica o de teoría de la argumentación
jurídica, se hace referencia a un tipo de investigación que no se limita al uso de la lógica
formal e incluso a veces a un tema de investigación que se contrapone al de la lógica
formal. El papel de la lógica formal es hacer que la conclusión sea solidaria con las
premisas, pero el de la lógica jurídica es mostrar la aceptabilidad de las premisas. Esa
aceptabilidad resulta de la confrontación de los medios de prueba y de los argumentos y de
los valores que se contraponen en el litigio.
En la búsqueda de esa interpretación surge el Silogismo y la Escuela Exegética que
para la época de su creación tuvo su importancia, pero pierde vigencia porque lejos de
buscar un método creador del derecho para atender necesidades sociales, visualizaba al
derecho como un medio de control para el Estado que le permitiera de manera absoluta y
arbitraria regular la conducta de la sociedad, inclusive, de los propios juristas y juzgadores,
ya que no podían tener mayor intervención que la de sujetarse a la ley, visualizada como la
razón escrita y equitativa.
La Teoría Trialista del mundo jurídico o Tridimensionalismo jurídico, es una teoría
jurídica elaborada por el jurista alemán Werner Goldschmidt, quien sostiene que el
fenómeno jurídico es una totalidad compleja que denomina Mundo Jurídico. Se propone así
el estudio del Mundo Jurídico mediante el análisis de los tres grandes elementos que lo
integran (conductas, normas y valores). La teoría trialista del mundo jurídico sostiene que
ese mundo resulta identificable, en definitiva, por las posibilidades de realizar la justicia en
la realidad social y en las normas.
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Es así como la teoría de la argumentación jurídica hoy en día es indispensable para
los juristas, los jueces y las personas que imparten justicia; porque una vez establecido
que tipo de argumentación utilizar para cada decisión, encontrarán un instrumento valioso
que aumentará y enriquecerá su labor diaria, dando legitimidad a su función, la cual causará
una justicia más efectiva al recibir los interesados sentencias más racionales, con mejores
argumentos y, por tanto, más y mejor motivadas.
En esta investigación se conceptualizaron los diferentes tipos de argumentación
utilizadas en las decisiones y justificaciones jurídicas. Igualmente se definieron los distintos
pensamientos jurídicos que es la manera como el jurista aborda la problemática del derecho
para darle en su momento la respuesta más acorde a los tiempos en que se desenvuelven
tanto social, política y económica.
Se parte en esta investigación desde la lógica del derecho, el razonamiento jurídico
como razonamiento dialéctico, silogismo jurídico, escuela exegética, las concepciones
teleológica, funcional y sociológica del derecho, la nueva retórica y los valores como
expresión de la argumentación jurídica. pensamiento jurídico, características del
pensamiento jurídico, pensamiento problemático, pensamiento práctico, pensamiento
valorativo, axiológico, pensamiento dialéctico retoretórico, discurso persuasivo, visión
trialista del derecho, cuarto enfoque del derecho y para finalizar ¿qué es un argumento?
argumentación jurídica, la argumentación y el lenguaje, argumento para explicar la
decisión, argumento para justificar la decisión, principales quince argumentos empleados
en el campo del derecho.
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La lógica Jurídica.
La lógica como ciencia constituye el instrumento formal básico y más importante
para el estudio, análisis e interpretación de las normas que constituyen la columna
vertebral del derecho actual. La norma implica la única garantía de un debido proceso para
lograr una buena y correcta sentencia procesal, que deben favorecer a las mayorías; para
convivir en paz y tranquilidad. En cambio, la Lógica Jurídica estudia los pensamientos que
hacen referencia únicamente a los objetos generales o especiales que estudian las Ciencias
Jurídicas. Pero debe considerarse, además, que la elaboración del derecho positivo y su
expresión en normas escritas supone un gran esfuerzo por parte del Legislador, si se trata de
un estado democrático, o por parte del Jefe del Gobierno o de quienes detenten el ejercicio
del poder público, en los estados que no siguen el sistema democrático.
En el primer caso, la función de interpretar y aplicar al derecho es inseparable de la
expresión positiva del mismo y cuando se lleva a cabo con un criterio lógico, son los
principios de la Lógica del Derecho los que guían al intérprete y aplicador del derecho. En
este caso, también, la expresión del derecho se hace en forma enunciativa, judicativa o
descriptiva o proposicional, pues el legislador, al anunciar el derecho, emplea inferencias o
raciocinios jurídicos. Puede decirse, entonces, que las operaciones lógicas más importantes
en la Lógica del Derecho son, pues, las que tienen por objeto la elaboración del concepto y
del juicio jurídico y, también, la sistematización científica.
En el segundo caso, en cambio, el trabajo de elaboración del derecho, como también
todas las que lleva a cabo el jurista, suponen un trabajo lógico completo: la conceptuación,
el juicio, el raciocinio, la sistematización científica, como también la definición, la división
y la clasificación. Esta es la denominada lógica de los juristas, de tanta importancia como la
primera y que en cierto sentido se ha olvidado por muchos tratadistas.
Esta problemática ha llevado al desarrollo de diversos tipos de lógicas encaminadas a
revelar la aparente estructuración lógica del derecho como la lógica modal alética, la que
introduce operadores de necesidad (N) y posibilidad (M) que anteceden a las variables
proposicionales (Badía, 2011);
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También encontraremos la lógica deóntica o del deber ser, que regula
específicamente las relaciones normativas de manera lógica a través de operadores
deónticos que representan la obligatoriedad (O), la permisión (P) y la prohibición (O-).
Lo que se conoce como “lógica de las normas” no es más que un conjunto de
nociones confusas entre normas e imperativos; confusión que nació en el marco del
positivismo jurídico, en donde, según Hans Kelsen, citando a la escuela voluntarista, son
tratados como enunciados jurídicos como productos creados por la voluntad exclusiva del
legislador; así, el concepto lógico de las normas y los imperativos llega hasta determinar
qué puede o debe o no debe hacer el hombre, expresando tales normas en forma de
proposiciones construidas por medio de verbos que determinan la ocurrencia de la acción;
ante los cuales, las normas, como proposiciones voluntaristas y positivistas, se encuentran
expresadas en forma de imperativos.
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que se ubica el caso concreto que debe ser resuelto, de las que se infiere una conclusión que
está dada por la consecuencia jurídica prevista en la norma aplicable a dicho caso.
El razonamiento que los jueces realizan para fundar sus decisiones puede
reconstruirse como un razonamiento silogístico que puede definirse del siguiente modo: El
razonamiento jurídico que pretende mostrar que una decisión o una pretensión están
justificadas de acuerdo con el derecho vigente es esencialmente deductivo o, por lo menos,
puede ser reconstruido como una inferencia lógica en la que, sobre la base de dos tipos de
premisas, normativas y fácticas, se llega a una conclusión que afirma que ciertas
consecuencias jurídicas son aplicables a un caso particular.
Algunos autores (en especial, Jerzy Wroblewski) han apuntado que el silogismo
jurídico solo sirve como modelo del argumento inmediato de la decisión del juez, pero en
gran parte de los casos es necesario, a su vez, brindar argumentos para justificar las premisas
(menor y mayor) del silogismo jurídico.
Aunque el silogismo jurídico, en sentido estricto (como silogismo categórico o, por lo
menos, como esquema deductivo), es un buen punto de partida para caracterizar la
justificación interna de las decisiones judiciales, tiene importantes limitaciones si nuestro
objetivo es el análisis argumentativo, es decir, si buscamos un modelo útil para la
identificación, reconstrucción y evaluación de la diversidad de argumentos que tiene lugar
en los debates jurídicos (no solo las sentencias judiciales).
Y esta limitación no solo tiene que ver con la existencia de una pluralidad de
argumentos deductivos difíciles de reconstruir según el esquema del silogismo, pues, como
indica Piacenza, ni siquiera la justificación interna de las sentencias puede ser modelada -al
menos, en gran parte de los casos- como deductiva. Por el contrario, la mayor parte de las
argumentaciones de los debates jurídicos es preferible (y más exacto) modelarla mediante
argumentos de conclusiones no necesarias (i.e. no deductivos o, como dice Piacenza,
argumentos de consecuencias no monótonas).
Por lo anterior, es preferible modelar la argumentación jurídica a partir de una amplia
y abierta gama de esquemas argumentativos, tanto deductivos como no deductivos, tomando
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en cuenta que lo más importante del debate jurídico es la posibilidad del conflicto y
contradicción de posiciones.
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exposición de motivos de una ley, las discusiones de las cámaras, el contexto social, entre
otros.
La ideología de la escuela exegética, tiene como principal ideal reunir en el Estado a
través del legislador, el poder absoluto para la creación del derecho mediante la formación
de un código “ideal”, sin dar mayor intervención a la interpretación o descubrir las
insuficiencias que las leyes pudieran contener.
Actualmente, el sistema metodológico de la escuela exegética, ya no es del todo
aplicable, el pensar que la palabra escrita del legislador es la “razón”, y que las disposiciones
de la Ley son perfectas y que atienden a las necesidades sociales y proporcionan al juzgador
los principios elementales para solucionar el asunto, que desde el punto de vista objetivo,
congruente y lógico, las leyes creadas por el legislador sean perfectas, simplemente porque
el legislador no puede prever todas las circunstancias, conductas, cambios y
transformaciones de la vida social, se requiere de un conocimiento de hechos y conductas
sociales que muestren las necesidades que deben atenderse, así como la intervención de los
juristas y los juzgadores en la interpretación de las leyes con base en las circunstancias de
cada caso, a fin de detectar las insuficiencias de las mismas, y no sólo buscar una norma que
aplicada de manera analógica resuelva el asunto.
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4. La Nueva Retórica y los Valores como Expresión de la Argumentación Jurídica
Como se Sabe retórica proviene del latín rhetorica, que a su vez deriva del griego
retorike. Del arte del buen decir, esto es, de la elocuencia, se le denominaba rhetor,
maestro de retórica o, también, orador. Desde la Antigüedad hasta el siglo XVIII, el
dominio de la palabra era señal de dominio de las facultades preeminentes del hombre
como ser racional.
La Nueva Retórica se apoya en otras ciencias como la psicología, sobre todo la
behaviorista, las ciencias de la comunicación, la informática, la sociología, la politología, la
lingüística.
Ello no quiere decir que pasen por alto la retórica tradicional. Al contrario, se revela
que muchos aspectos de la retórica antigua conservan validez y eficacia comprobables ahora
con métodos y criterios modernos. Se trata, por tanto, de estudiar las técnicas discursivas
que tratan de provocar o de acrecentar la adhesión a las tesis presentadas a un determinado
auditorio. Una nueva retórica que ya no es necesario modelar sobre una lengua ideal que se
caracterice por la univocidad y por la ausencia de vaguedad y de ambigüedad.
Siguiendo la definición aristotélica de la retórica, para Perelman es la disciplina que
tiene por objeto el estudio de técnicas discursivas que tratan de provocar y de acrecentar la
adhesión de los espíritus a tesis que se presentan para su asentimiento.
5. Pensamiento Jurídico
Para Carl Schmitt, cuando un jurista adopta su concepto de derecho, lo adopta bien
como regla, como decisión o como un orden o configuración concretos. Surgen de esta
forma los tres modos de pensar jurídico. Incluso desde la doctrina del derecho natural se
hallará como última representación del derecho una norma, una decisión o un orden
concreto (Schmitt, 1996, p. 5).
Es de aclarar que el modo de pensar jurídico varía en distintos pueblos y en distintos
tiempos. Así, la distinción de los diferentes modos de pensar en sentido jurídico se
manifiesta “en los presupuestos y fundamentos de un orden global, en las características de
lo que se puede considerar una situación normal” (Schmitt, 1996, p. 09).
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6. Características del Pensamiento Jurídico
1) Fomento del individualismo sobre el gregarismo y los privilegios de casta
2) Impulso de la igualdad de los ciudadanos como un derecho que debe ser recogido en las
leyes.
3) todos los seres humanos poseen la misma naturaleza y son iguales al nacer por tanto
portadores de unos derechos individuales que se tornan universales.
4) se postula la tolerancia y la libertad.
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la premisa es verdadera o falsa, sino que esté válidamente estructurada y que permita
proceder formalmente de una a otra.
Viehweg hace notar que el primer método de pensamiento da más importancia al
problema y el segundo, al sistema, haciendo prescindir al operador jurídico de la búsqueda
de un punto de vista dentro del problema en su conjunto.
Esto se debe a que desde el principio de la formulación el problema ya está adoptado
por el propio sistema y es en razón del cual se seleccionan los axiomas que posibilitan su
resolución.
Esta cuestión entraña una serie de objeciones que Viehweg contesta en su obra,
reivindicando el interés que para la teoría y la práctica jurídica tiene el resurgimiento del
modo de pensar problemático. La tópica, al centrarse en el problema como tal (y no en el
sistema ni en su formalidad interna), puede operar válidamente para el razonamiento
jurídico puesto que ofrece una fase prelógica o de búsqueda inventiva de premisas, y luego
en otra, propiamente lógica, ya orientada a la conclusión. En suma, toda la estructura
jurídica se explicaría en razón de la necesidad de resolver problemas, casos concretos.
Sí partimos del sistema, se opera una selección del problema. En el sistema tengo que
encontrar cual es la solución del problema. Este tipo de pensamiento se encuadraría en el
modelo del silogismo jurídico, de la lógica deductiva, donde el paso de una a otra premisa
es necesario.
El problema es que en la jurisprudencia no vamos a utilizar la lógica deductiva, sino
la lógica material, en la cual vamos a analizar el contenido de cada una de las nuestras
premisas y ver si se puede hacer una subsunción, es decir, como se hace en la lógica formal.
Pero en la lógica formal no importa si la premisa sea verdadera o sea falsa, lo que importa
es que esté estructurada y que se pase de una a otra.
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6.3. Pensamiento Valorativo, Axiológico
La Axiología Jurídica, conocida también como Teoría del Derecho Justo, es una parte
de la Filosofía Jurídica que procura descubrir los valores en los cuales se debe inspirar el
Orden Jurídico Positivo, dilucidando un modelo que primará, una lisa Teoría de la Justicia.
En este sentido, la Axiología es la ciencia que trata de los valores. La Filosofía del
Derecho, como fundamento de su existencia, tiene una doble finalidad: indagar sobre los
orígenes del derecho en búsqueda del concepto más adecuado, como también en lo relativo
a sus valores, esto último comprende la Axiología Jurídica, dedicada a tratar los fines
valorativos del derecho, encontrarlos, analizarlos, calificarlos y hasta jerarquizarlos.
Dentro del pensamiento filosófico existe un punto central que es cómo queremos
llegar a ser en el futuro, en un estado mejor. Para poder pasar de un estado actual a un
mejor estado es necesario que se comprenda primero que para hacer mejoras tenemos
que fundarlas en ciertos puntos claves.
Esto se llama la axiología filosófica o axiología existencial, es decir, los valores, que
son aquellos fundamentados de la acción que nos pueden llevar a un estado mejor el día de
mañana. Esto se debe a que los valores dan sentido y coherencia a nuestras acciones.
Entonces En la Axiología Jurídica, se ve al Derecho como un Valor mediante el cual es
posible una existencia social, impregnada de bienestar; y así mismo ese orden jurídico
positivo debe aspirar la materialización de los valores que son objeto de estudio de la
Axiología. El valor del derecho en las sociedades humanas está a la medida que permita y
fomente: la justicia, el bien común y la seguridad jurídica.
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pensamiento dialéctico incluye y trasciende al pensamiento convencional. Se considera que
la lógica dialéctica es el único medio para disponer de un método absolutamente
incompatible con el positivismo.
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Dimensión Fáctica
Manifestada como un hecho social, esta dimensión observa al Derecho como un
acontecer que se presenta de manera cotidiana en la vida de las personas, a este fenómeno
se le conoce como la omnipresencia del Derecho. De igual forma, al ser un fenómeno
social, el Derecho forzosamente se encuentra interrelacionado con los demás fenómenos
que podemos encontrar dentro de la vida comunitaria, como lo son los fenómenos
económicos y políticos.
Dimensión Normativa
En esta dimensión, se reconoce al fenómeno jurídico en su presencia estrictamente
jurídica. Así, el Derecho se caracteriza entonces por establecer las conductas sociales que
los individuos deben asumir dentro de la vida en comunidad. Como consecuencia de esto,
esta dimensión se ve reflejada en las normas jurídicas que prescriben una conducta
social debida. A esto se le conoce como norma jurídica.
Dimensión Axiológica
Esta dimensión es la que concibe al derecho como valor, portador y garantizador de
otros valores superiores. Detrás de la existencia de las normas jurídicas, y como razón de su
obligatoriedad, se encuentran los valores que necesariamente son perseguidos por
todo Derecho.
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dudas sobre la existencia de determinados hechos primarios y lo que se discute es si
subsumen en el supuesto de hecho de la norma.
8. ¿Qué es un Argumento?
Un argumento es un razonamiento que se emplea para demostrar o probar que lo que
se dice o afirma es cierto, o para convencer al otro de algo que aseveramos o negamos. La
palabra, como tal, proviene del latín argumentum.
En este sentido, el argumento siempre busca persuadir a la otra persona sobre la
veracidad de lo que decimos. Por esta razón, para que sea convincente, debemos procurar
que nuestro argumento sea coherente, sólido y sin contradicciones que puedan afectar su
credibilidad. De allí que se diga que un buen argumento debe estar siempre blindado, es
decir, sin puntos débiles, para enfrentar réplicas y refutaciones.
Por otro lado, como argumento también se designa, en el ámbito de la literatura, el
teatro y la cinematografía, el conjunto de situaciones, hechos, acciones o episodios que
tienen lugar en el transcurso de una narración, ya sea literaria, dramática o fílmica. En este
sentido, por extensión, se puede también denominar como argumento el resumen de una
obra literaria o de una película.
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aplicabilidad o inaplicabilidad o la compatibilidad incompatibilidad de la norma jurídica al
caso concreto.
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diversos niveles según su capacidad de sujeción. En este mismo sentido, cabe anotar que el
poder que le confiere el lenguaje al individuo por medio de la enunciación le permite a éste
producir quiebres desde el lenguaje, desde su entender y su posibilidad de dar cuenta de su
entendimiento del mundo.
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f) Decisión final, que es propiamente los puntos resolutivos de la sentencia que resumen los
considerandos, esto es, la fundamentación y motivación.
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f) Función científica: a la hora de la descripción y reconstrucción sistemática del derecho
vigente, con su modo de operatividad, sus fuentes del derecho, etc., es forzoso atender al
discurso justificatorio judicial.
g) Función estabilizadora: justificando la proyección de las respuestas jurídicas generales a
los casos, es posible descargar futuras argumentaciones mediante la invocación de esos
precedentes y aportar a la previsibilidad de respuestas concretas.
h) Función pacificadora: la argumentación apropiada cumple una función persuasiva y no
meramente resignada respecto de aquéllos a los que son derrotados en el proceso.
i) Función moralizadora: al inscribir la autoridad en el ámbito de lo racional, y así superar
el conflicto moral —apuntado por Kant— que supone el disponer acerca de la libertad del
otro.
j) Función procesal: porque la justificación pretende demostrar que la sentencia es racional
y si es así las partes quedarán convencidas y la justicia habrá cumplido su cometido.
k) Función política: desde esta perspectiva la justificación busca legitimar la posición
institucional del juez a través de las sentencias aceptables.
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extender la consecuencia legal a una hipótesis no expresamente prevista. Este argumento
permite realizar o justificar esa operación de paso.
1. El Argumento Apagógico
El argumento apagógico o por reducción al absurdo se define como aquel argumento
que permite rechazar una interpretación de un documento normativo, de entre las
teóricamente posibles, por las consecuencias absurdas a las que conduce.
2. El Argumento de la no Redundancia
Este argumento es aquél por el que a un enunciado normativo no se le atribuye un
significado que ya le haya sido dado a otro enunciado normativo que existiera antes que el
primero, o que sea jerárquicamente superior o más general que el otro.
3. El Argumento a Contrario
Es un argumento por el que dado un enunciado normativo que predica una
calificación normativa de un término perteneciente a un enunciado destinado a un sujeto o a
una clase de sujetos, se debe evitar extender el significado de aquel término de tal modo
que comprenda a sujetos o clases de sujetos no estricta y literalmente incluidos en el
término calificado por el primer enunciado normativo
4. El Argumento Pragmático
Con este argumento se establece la verdad o el valor de las tesis que se defienden a
partir de las consecuencias favorables que de ella se derivan o la falsedad o disvalor de tesis
defendidas por el adversario por las consecuencias desfavorables que de ellas se
desprenden. Podemos concluir a partir de esto que el valor de las tesis se deriva a través de
las consecuencias.
5. El Argumento de Autoridad
El argumento de autoridad es aquel “por el que a un enunciado normativo le es
atribuido aquel significado que ya le había sido atribuido por alguien, y sólo por ese
hecho”. Implica un desacuerdo respecto a la atribución de significado a un enunciado
normativo. Y, en definitiva, consiste en utilizar la opinión de una persona en favor de una
tesis propia, pero al no proporcionar más que opiniones esa forma de argumentación
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obtiene una fuerza mayor o menor en función del prestigio que se le reconoce a la autoridad
invocada.
6. El Argumento Comparativo.
Consiste en atribuir a un enunciado normativo el significado que se considera que
constituye el significado de otro enunciado normativo perteneciente a un ordenamiento
jurídico diferente. Es decir, el juez nacional se encuentre frente a un enunciado normativo
de su propio ordenamiento, y si pone en práctica la argumentación comparativa, el
significado de ese enunciado vendrá dado por el significado que él considera que posee otro
enunciado normativo que regula la misma materia pero que pertenece a un ordenamiento
jurídico diferente el suyo. Y la única razón por la que se apela a la regulación establecida en
otro sistema jurídico es porque ese sistema es tomado como autoridad.
9. La Argumentación Sistemática
Unos de los métodos de interpretación y argumentación es la sistemática, que
significa que debe interpretarse teniendo en cuenta el sistema, lo que no es demasiado
teniendo en cuenta la diversidad de formas en las que aquel puede ser entendido y la
diferente amplitud que puede otorgarse al contexto
10. Argumento a Cohaerentia:
Es aquel por el que dos enunciados legales no pueden expresar dos normas
incompatibles entre ellas y se caracteriza por ser un instrumento negativo y auxiliar. Es un
argumento negativo, porque no sirve para acreditar la atribución de un significado
determinado sino para desacreditar las atribuciones de significado que produzcan una
incompatibilidad de normas y auxiliar, porque una vez rechazados los argumentos
incompatibles, es necesaria la intervención de otro argumento a favor de la atribución de
otro significado compatible.
9. El Argumento a Rúbrica
Está muy relacionado con el anterior y consiste en atribuir un significado a un
enunciado en función del título o rúbrica que encabeza el grupo de artículos en que se
encuentra.
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10. El Argumento Sistemático en Sentido Estricto:
Es aquel que para la atribución de significado a una disposición tiene en cuenta el
contenido de otras normas o su contexto jurídico. Su fundamento es la idea de que las
normas forman un sistema que obtiene su coherencia del diseño racional realizado por el
legislador y de los principios que lo gobiernan.
11. El Argumento Psicológico
Es aquel por el que se atribuye a una regla el significado que se corresponde con la
voluntad del emisor o autor de la misma, es decir, el concreto autor que la redactó. Hay que
tener en cuenta, por tanto, que dado que el intérprete no puede realizar una indagación de
tipo psicológico que tenga por objeto la mente del legislador en el momento en que elaboró
la regla, el intérprete tiene que acceder a la “presunta voluntad del legislador”.
12. El Argumento Teleológico
El instrumento teleológico de interpretación se da cuando las normas se interpretaran
en relación con la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo
fundamentalmente al espíritu y la finalidad de aquellas
13. El Argumento Histórico
Hay que tomar la historia como una tendencia hacia el futuro, como un proceso de
cambio continuo, irregular, con rupturas y cambios en las circunstancias lo que impide
entender las reglas actuales de acuerdo con los criterios proporcionados por normas de otras
épocas ya superadas.
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Conclusiones
La argumentación jurídica, presente en las discusiones de los legisladores que se
transforman en normas persiguen el interés jurídico en cuanto interfieren en el ámbito de
derechos y obligaciones ya establecidos; igualmente los reglamentos, puesto que su
finalidad es hacer más nítidos los límites y más eficaces los derechos y las obligaciones;
también las sentencias judiciales, prototipo de argumentación ya que en ellas se establece el
alcance del derecho; igualmente los abogados y los particulares a través de sus
consideraciones que anteceden a sus conductas intentan la práctica del interés jurídico que
es el objeto material de los derechos y obligaciones.
La argumentación jurídica se elabora en función a los sujetos de derecho, ya que se
enfoca a concretar estas acciones en el sistema de derechos y deberes, a interpretarlas en
orden, a calificar su conformidad con el sistema y a determinar las consecuencias por haber
actuado de acuerdo a la ley o por haberla transgredido, de acuerdo a esto una persona
actúa en su condición de sujeto jurídico.
Para la argumentación jurídica su radio de acción son las instituciones donde se
imparte justicia, esta se constituye por impartir el derecho positivo y procedimientos que la
regulan por lo que las argumentaciones debe estar basadas en el derecho positivo vigente
en cada país.
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Referencias Bibliográficas
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https://www.significados.com/axiologico/
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https://www.wikifilosofia.net/caracteristicas-del-pensamiento-
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http://www.scielo.org.co/pdf/folios/n31/n31a09.pdf
PERELMAN, Chaïm: La lógica jurídica y la nueva retórica, trad. de Luis Díez-
Picazo, Civitas, Madrid, 1988 (1ª ed.: 1979).
Piacenza, Eduardo. Silogismo judicial, no-monotonía y enfoque dialógico de la
argumentación. (Revista de Derecho, UCAB, 1999).
Wróblewski, Jerzy. Legal Decision and its Justification.(Le raisonnement juridique, Actas
del Congreso Mundial de Filosofía Jurídica y Social,
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