Barranquilla y El Deterioro
Barranquilla y El Deterioro
Barranquilla y el deterioro
de su entorno natural
Por Jorge Villalón Donoso
E
ste trabajo tiene la intención de contribuir al co-
Análisis agudo de los desastres naturales nocimiento de la historia de Barranquilla desta-
cando los hechos relacionados con la utilización
causados por la intervención del de los recursos naturales que tiene a su disposición
hombre a lo largo de más de un siglo en su entorno inmediato desde mediados del siglo xix
hasta el presente.
en el departamento del Atlántico. Se
Hasta el siglo xx los hechos que más interesaron a los
presentan aquí casos que evidencian historiadores fueron los relacionados con el poder y la
una relación utilitarista y sin visión política, que incluyeron las guerras, pero ante el surgi-
miento de la conciencia del problema de la crisis am-
a largo plazo con nuestro entorno: el biental del planeta en la década de 1970, se han visto
obligados a interesarse por las comunidades humanas
abandono del muelle de Puerto Colombia, y su relación con los territorios de una manera dife-
la creación de los tajamares de Bocas de rente de la tradicional.
4
mundo y con la economía del interior de Colombia,
tuvo necesariamente que intervenir su propio territo-
rio y su entorno natural.
5
El geógrafo e historiador José Agustín Blanco confir- del abogado Domingo Malabet, escrito en 1875, en el
ma lo anterior cuando dice: que describe cómo habría sido este lugar:
En el área en que nació y se formó Barranquilla las La ciénaga, que hoy solo es un caño, era en aquellos
condiciones geofísicas generales determinaron la tiempos grandísima, era una especie de lago que
aparición y evolución de cambiantes vías de agua o tenía gran caudal de aguas profundas. Había sido
“caños”, o de depósitos en parte lacustres y en parte primero una parte del mar, como lo prueban los ves-
lagunares, de relativo escaso fondo, y que denomina- tigios que existen todavía en todo el terreno. Tam-
mos “ciénagas”5. bién abrigaba en su seno la referida ciénaga grande
abundancia de peces de todas clases, desde los más
En un estudio sobre el río Magdalena, realizado entre diminutos hasta los más corpulentos, y poblaban sus
1929 y 1966, se pudo establecer la forma que tenía su orillas grandes bandadas de aves acuáticas de varia-
desembocadura en 1780. En este mapa, se puede ob- do y vistoso plumaje.
servar que las Bocas de Ceniza son la parte final del río
y que en la orilla izquierda al sur estaban los puntos de Por consiguiente, esta ciénaga tan favorecida por la
poblamiento de La Playa, Las Flores, Siape y Barran- naturaleza, que podía ofrecer al hombre toda clase
quilla6. de peces y toda clase de aves como alimento sano y
abundante, que no costaba más que el fácil trabajo
de cogerlo, fue sin duda un poderoso atractivo para
Hasta mediados del siglo xix, la intervención humana
decidir a los que podían aprovechar tan ventajosas
en el estuario había sido mínima. Existen varios tes-
condiciones a establecer su residencia definitiva en
timonios de viajeros que lo demuestran, como el del
este terreno que les ofrecía tanta comodidad inme-
biólogo estadounidense Isaac Holton, quien estuvo
diata, tanta prosperidad futura9.
unos días en 1851 y describe el tramo entre la bahía
de Sabanilla y Barranquilla a través de los canales y A fines del siglo xix, el periodista y cronista barranqui-
caños de la siguiente manera: llero Julio H. Palacio cuenta de una conversación de
Rafael Núñez con algunos contertulios, en su casa en
Todavía era de noche cuando me desperté ya está-
El Cabrero de Cartagena, sobre las rivalidades entre la
bamos navegando, primero por un canal umbrío,
casi descubierto por las ramas entrelazadas de los
ciudad colonial y la nueva ciudad de Barranquilla. Se-
árboles, y al amanecer dejamos atrás una mancha
gún Palacio, Núñez se oponía a la idea de canalizar las
flotante de malezas altísimas con flores espléndidas Bocas de Ceniza para permitir la entrada de los bar-
y bulbosas7. cos al río y hasta los pies de la ciudad, propuesta que
había hecho Aníbal Galindo en 1875. Rafael Núñez,
Luego, cuando describe el lugar donde está el edificio de quien tenía en su cabeza a Colombia y su relación con
la aduana, actualmente llamado Castillo de Salgar, ofre- el naciente sistema económico internacional, estaba
ce un testimonio elocuente de la existencia de una zona interesado en la mejor forma de articular las vías de
de manglares: “Regresando a pie al embarcadero de la comunicación para permitir la inserción del país en la
aduana observé por el camino la Rizophora, llamada economía europea y estadounidense, que era el “mun-
aquí mangle”. do” de fines del siglo xix. Dice Núñez:
En otra parte del estuario, donde surgió el germen de En tu tierra creen que yo me valgo de mi posición
la actual urbe de Barranquilla, la historiografía ha para hacerle daño; que yo no quiero a Barranquilla.
[…] si yo fuera enemigo de Barranquilla, me habría
logrado demostrar que su origen se encuentra en los
opuesto al contrato de prolongación de la línea hasta
terrenos en los cuales existió un pueblo de indios a
un puerto menos incómodo y seguro que Salgar; me
orillas de una ciénaga. Cuando este pueblo de indios
habría opuesto a la construcción del muelle de Puer-
llamado Camacho desapareció al ser trasladados sus to Colombia.
habitantes hacia Galapa, surgió a principios del siglo
xvii un sitio de libres que se fue conformando de ma-
A continuación, se refiere Núñez a la construcción del
nera espontánea8. En esta parte del estuario en la que ferrocarril que uniría a Cartagena con Calamar; si-
surgió el sitio de libres de las Barrancas de Camacho, guiendo los consejos de un ingeniero de apellido Sosa,
en lo que hoy corresponde al tramo de la calle 30 entre creía:
la carrera 41 y la Base Naval, había una ciénaga conec-
tada con el río por varios caños. Existe un testimonio
6
Muelle de Puerto Colombia, Barranquilla 1922.
En 1922, cuando se estaba planeando la construcción La idea planteada por Galindo revivió a principios del
de los tajamares de Bocas de Ceniza, Eduardo B. Ger- siglo xx y se comenzaron a realizar estudios sobre la
lein, jefe del Resguardo Nacional de Puerto Colombia, factibilidad de canalizar el río Magdalena, construir
le escribía una carta al administrador de la aduana en un puerto marítimo y fluvial a orillas de este y aban-
la que señalaba su punto de vista contrario al proyecto donar el ferrocarril y el muelle de Puerto Colombia.
y defendía la vigencia de Puerto Colombia:
Después de varios intentos fallidos, finalmente en la
década de 1920, se avanzó en la idea de la construc-
7
En julio de 2012, un tramo del muelle de Puerto Colombia colapsó.
Fotografía de Rubén Darío Mejía.
ción de los tajamares de Bocas de Ceniza y se hicieron escuetos, como vestigio de la vegetación primitiva.
masivas manifestaciones en Barranquilla en favor del La causa de esta alteración ecológica es, al parecer,
proyecto. Las obras civiles de Bocas de Ceniza se termi- atribuible a la obra indirecta del hombre: en efecto,
naron de construir en 1936 y el 22 de diciembre hubo la construcción del dique de piedras, largo de 7 ki-
una fiesta en toda la ciudad cuando el primer barco lo- lómetros, que se extiende por toda la orilla del Río
gró entrar por el río Magdalena hasta el nuevo puerto Magdalena, desde muy cerca de Las Flores hasta re-
matar en el malecón o “tajamar” occidental de Las
construido en la misma orilla del río. Con estas obras,
Bocas, cerró por completo el paso de las aguas hacia
las embarcaciones ya no tenían necesidad de ir hasta
los esteros, que por esta causa se han estado secando
Puerto Colombia, sino que podían descargar y cargar
poco a poco, convirtiéndose gradualmente en vastos
a los pies de Barranquilla en el llamado Terminal Ma- playones de cieno enjuto y endurecido, cuya aridez
rítimo y Fluvial. Estas construcciones fueron un anhe- impide que siga subsistiendo una vegetación tan es-
lo muy sentido por todos los grupos sociales y se perci- pecializada, como es la de los mangles, esencialmen-
bió como un gran adelanto para la ciudad. Tal decisión te adaptada a los terrenos saturados de agua salobre
significó, en primer lugar, el abandono del muelle de o salada.
Puerto Colombia, del ferrocarril de Bolívar que comu-
nicaba a la ciudad con el mar Caribe y el abandono del Esta exigua defensa ha retrocedido considerable-
llamado puerto fluvial en el centro histórico, el cual mente en el curso de los últimos veinticinco años y,
perdió su función económica de ser el epicentro de las cuando desaparezca, las olas se estrellarán en la pro-
actividades comerciales. pia orilla de Salgar inundando quizás las partes más
bajas de esta población13.
Doce años después de la inauguración del nuevo puer-
to, Armando Dugand Gnecco daba cuenta de los daños Rafael Tovar Ariza, gran intelectual de Barranquilla
que habían ocasionado los tajamares en las playas ale- que a mediados del siglo XX ocupó el cargo de rector de
dañas hasta Puerto Colombia. En 1947, en un artículo la Universidad del Atlántico, publicó un detallado ar
de la revista Caldasia, encontramos una de las prime- tículo sobre las consecuencias de los tajamares sobre
ras referencias a la situación que se observó en la lí- su lugar de nacimiento que era el pueblo de pescado-
nea costera entre Bocas de Ceniza y Puerto Colombia, res de Salgar, basado en las observaciones que ya ha-
donde nos dice: bía escrito Dugand14. Las predicciones de Dugand y de
Tovar lamentablemente se hicieron realidad y a prin-
Existían hasta hace unos doce años, vastos y tupidos cipios del siglo XXI el deterioro de las playas de Salgar
manglares que cubrían unos diez a doce kilómetros está a la vista de los visitantes que buscan los fines de
cuadrados de esteros cenagosos. Hoy han desapareci- semana un baño de mar en aquellas playas.
do y sólo quedan en esos parajes millares de troncos
8
“El futuro de la vida en el planeta se
decidiría en un replanteamiento de
la relación del hombre con la Tierra”.
9
Magdalena afirma: “Tajamares de Bocas de Ceniza, cu- rias oportunidades se ha referido al tema del deterioro
chilladas del río sobre el mar”. ambiental del entorno de Barranquilla. En 1999, repro-
duce una carta del periodista Alejandro Vallejo, quien
Quizá la crítica más directa y cáustica sea la del bió- lamenta el abandono del muelle de Puerto Colombia,
logo Francisco Álvarez Iguarán, autor de varios libros con el argumento de que con la cuarta parte del dine-
de ecología y precursor de las ideas ambientalistas en ro gastado en las obras de Bocas de Ceniza se podría
Colombia, quien en un artículo periodístico dedicado haber alargado la ciudad hasta el muelle22. En 2001,
a Puerto Colombia en 1989 señala las gratas horas que volvió sobre el mismo tema en su columna semanal
pasó en su infancia y juventud en sus playas, entre las de un periódico local manifestando:
décadas de 1930 y 1940, cuando además se disfrutaba de
una gran abundancia de peces: Fueron los días equivocados de convertir a Barran-
quilla en puerto terminal, para iniciar así, también
Natural provisión dada por el mejor estero de Améri- su decadencia. Porque esa es la verdad histórica. El
ca, después del Amazonas, cuya riqueza pesquera se absurdo del abandono del muelle, y la canalización
destruyó por el daño que a la cuña de estuario hizo del río Magdalena en procura de un calado —siem-
la construcción de los tajamares. Qué lástima que la pre inferior al del muelle— fue causa de la desapa-
ambición y el afán de lucro, disfrazados de acendra- rición de la isla que protegía la bahía y, por lo tanto,
do regionalismo, hubieran prevalecido sobre la lógi- también de su fin23.
ca clara que nos dice que, situada Cartagena a unas
diez horas de navegación y Santa Marta a la mitad, Desde hace algunos años el viejo muelle de Puerto Co-
con posibilidad de conectarse con Barranquilla por lombia se está desmoronando a pedazos y las playas se
vías terrestres relativamente cortas y de fácil cons- han ido destruyendo tal como lo previeron Armando
trucción, era un gasto superfluo sostener una obra Dugand y Rafael Tovar a mediados del siglo xx.
como Bocas de Ceniza […]
En 1971, se creó un convenio internacional para la
[…] Todo lo anterior es irrecuperable porque el cos- protección de determinadas zonas del planeta, en las
te de volver atrás sobrepasa cualquier presupuesto que animales, sobre todo pájaros, realizan viajes lar-
nacional; pero digo yo: ¿Seguiremos con el cuento de guísimos en determinadas épocas. Esta reunión pro-
terminal marítimo de Barranquilla, primer puerto piciada por biólogos de diversos países tuvo lugar en
aéreo, fluvial y marítimo del país?20
una pequeña ciudad de Irán a orillas del mar Caspio
que le dio el nombre al Acuerdo de Ramsar. Colombia
Casi al terminar el siglo xx, el industrial y dirigente cí- ha firmado estos acuerdos internacionales y el estua-
vico Kenneth Loewy, en un artículo escrito a propósito rio del río Magdalena es una de las zonas del planeta
del futuro del muelle de Puerto Colombia, continúa en donde en determinadas épocas, como en el invierno
la misma tradición cuando escribe: del hemisferio norte, llegan miles de aves a desovar
y en busca de alimento para sus crías hasta empren-
La decisión —pienso equivocada— de trasladar el
der el vuelo hacia el norte. Estos convenios interna-
puerto marítimo de Puerto Colombia a Barranquilla
cionales podrían servir de punto de partida para una
y la precedente construcción de los tajamares de Bo-
cas de Ceniza, destruyó el estuario más importante
necesaria discusión sobre el futuro de uno de los más
del país y borró del mapa entre otras a la Isla Verde importantes estuarios de América Latina.
y con ella desapareció la Bahía de Cupino donde se
albergaba y refugiaba de las olas el Muelle de Puerto En los últimos años, se comenzó un proyecto por parte
Colombia. Luego quedó sumido por más de seis dé- de las autoridades distritales de Barranquilla para ur-
cadas en abandono absoluto. Desde la perspectiva banizar el sector llamado La Loma, donde se pretende
histórica, el daño ecológico más grande del país y el hacer una avenida y unos edificios para la futura al-
desatino estratégico de nuestros dirigentes es irre- caldía. Esta intervención podría volverse problemáti-
versible; hoy tendríamos una bahía de aguas cristali- ca si consideramos la información que nos entregan
nas, el ferrocarril, una hermosa y pujante ciudad mi- los estudiosos, quienes nos muestran la fragilidad de
rando de frente al Caribe; con muelle, barcos, turistas esta zona y lo cambiante que ha sido el río en su en-
y puerto de aguas profundas21. cuentro con el mar en su estuario natural.
10
Llanada de Juan Mina ubicada detrás
de la ciudad hacia el suroccidente
El actual poblado de Juan Mina se encuentra ubicado “Ahora existe la preocupación por
entre Barranquilla y Tubará, y cuenta con la categoría recuperar algunas zonas afectadas por
de corregimiento. Durante la Conquista y la Colonia
no existió en este lugar un pueblo de indios; de haber el progreso y, sobre todo, hacer posible
existido, hubiera sido una encomienda y debería fi-
gurar en los archivos de la época, que han sido muy
el desarrollo económico con un mínimo
bien estudiados por el historiador José Agustín Blanco de afectación del entorno natural”.
o por el arqueólogo Carlos Angulo Valdés en sus inves-
tigaciones.
11
Mina, donde los clasificaban y estos negros minas en la idea del progreso que se vivió en aquella época.
eran los mejores en cuanto a contextura física, esta- Además, fue la puerta de entrada de muchos extranje-
tura. También eran los más rebeldes. ros que desempeñaron un papel relevante en la vida
material y cultural de Barranquilla33.
A mediados del siglo xix, Juan Mina figura como una
agregación de Barranquilla según la Ley del 7 de octu- Los primeros historiadores de Barranquilla ya sabían
bre de 185729. Luego, en otra ley del 26 de diciembre de en 1922 sobre la importancia de esta vía ferroviaria
1862, y en la Ley 44 de 1876, Juan Mina continúa en la para el desarrollo de la naciente ciudad. En el prólogo
misma categoría.30 del primer libro que recogía la memoria reciente, de-
claran Vergara y Baena:
A principios del siglo xx no había carretera entre Ba-
rranquilla y Tubará, sino solo un sendero, según cons- Fue en aquel año (1871) cuando comenzó el desenvol-
ta en el relato del geógrafo Vergara y Velasco, quien vimiento de esta ciudad y cuando por su condición
estuvo en la zona y escribe una breve descripción de de vigoroso elemento nuevo vio surgir todos aquellos
su recorrido desde Barranquilla hacia Tubará, en la progresos que la colocan actualmente en un plano de
que señala: superioridad muy diverso de su primera etapa, la que
consideramos expirada en 1875.
En la vía de Barranquilla a Tubará el ascenso del ce-
rro de este nombre parece de lejos imposible, por pre- En efecto, las empresas con que hoy cuenta, tales
sentarse como rocosa muralla de cuya cima se divisa como el mercado público, el acueducto, la luz eléctri-
al E. a Galapa, al N.E. a Salgar, al S.E. el Magdalena, ca, las fábricas, el comercio activo, las industrias, el
lo cual constituye un hermoso panorama en los días teléfono, el tranvía, por un aspecto, y la vida intelec-
despejados. tual, como el periodismo, las artes, etc. por otro, fue
en una nueva época cuando surgieron y florecieron34.
Esto nos indica que a principios de siglo xx aún no
existía un camino entre Barranquilla y Tubará sino Según Armando Dugand, los travesaños utilizados en
solo una vía. La actual carretera se construye muchos la construcción y el mantenimiento de los rieles desde
años después, probablemente en la década de 1920, 1870 hasta 1940, es decir, durante setenta años, son de
cuando se comenzó a sembrar algodón para la fábrica maderas obtenidas en la Llanada de Juan Mina:
de tejidos Obregón, que explica el nombre de Carre-
tera del Algodón. Para este trabajo es importante este Cuando se construyó el ferrocarril de Barranquilla
dato, porque nos indica que la Llanada de Juan Mina a la Estación Salgar en 1871, prolongado luego (en
aún estaba intacta al menos hasta principios del siglo 1888) hasta la ensenada de Cupino en cuya playa se
xx31. fundó entonces a Puerto Colombia, se sacaron de los
bosques vecinos a la vía férrea y los de comarcas cer-
canas, inclusive la de Juan Mina, miles sobre miles
Juan Mina después del progreso de polines o traviesas de madera de corazón cuyas
dimensiones eran de 15 a 18 cm tanto de ancho como
El aprovechamiento de los recursos naturales de la de grueso 1 m 80 de largo. Y en medio siglo que trans-
Llanada de Juan Mina comienza cuando se construye currió mientras funcionó esta empresa (hasta 1936)
el Ferrocarril de Bolívar a partir de 1865, año en el que fueron también muchos millares los polines que se
el Estado Soberano de Bolívar decidió dotar de una necesitaron para remplazar los que se dañaban35.
bahía en el mar al puerto fluvial de Barranquilla, el
cual se comunica por una vía férrea hasta Sabanilla. En otro pasaje, se refiere Dugand a la explotación de
La inauguración de este tramo ferroviario, tan impor- madera y de carbón en Juan Mina. Sus apuntes de las
tante para los exportadores de tabaco y para el comer- observaciones en el terreno son de la década de 1930.
cio exterior colombiano, ocurrió el 1 de enero de 187132. Cuando escribe su trabajo definitivo, a fines de la déca-
Este ferrocarril fue muy importante en el momento en da de 1960, afirma al respecto:
que Colombia comenzaba a insertarse en la economía
mundial capitalista, a través de la producción y expor- Desde 1960 para acá esta porción ha desaparecido,
en unas partes gradualmente, en muchas otras de
tación de tabaco y luego de café. Para Barranquilla sig-
manera rápida (por tala masiva y quema), al igual
nificó un gran impulso a todas las actividades econó-
que los bosques circunvecinos. Los restos muy es-
micas y culturales; fue el símbolo del gran entusiasmo
casos que aún quedan aparecen hoy (1970) aislados,
12
“La Llanada de Juan Mina es una
zona muy especial en el entorno
natural de Barranquilla, la cual,
vista con los ojos del siglo xxi, es
un verdadero tesoro regalado por
la geografía aledaña a la ciudad”.
Armando Dugand Gnecco, biólogo. En la Revista Mejoras de Barranquilla, un autor hace re-
ferencia a los gobernadores del Atlántico y en la parte
inconexos, en extremo degradados por la acción de que corresponde a don Eparquio González, quien go-
los campesinos, que los explotan de modo continuo bernó entre 1922 y 1927, se le asigna el mérito de haber
sacando madera y haciendo carbón de leña, el cual habilitado el camino a Tubará. En otro número de la
se consume todavía en muchos millares de hogares misma revista, aparece una pintura en la portada que
de la ciudad de Barranquilla36. dice: “Camino a Juan Mina”, sin mayor explicación.
Llama la atención que la carretera actual en su primer
En 1988, se publicó un libro de Jacinto Sarasúa titula- tramo hasta Cuatro Esquinas es totalmente lineal, lo
do Recuerdos de Barranquilla, quien se hacía llamar por cual indica que no es un sendero indígena, sino que
sus amigos Juan Mina, por ser uno de los más célebres corresponde a la mentalidad occidental. En la década
cazadores en esta zona. En uno de sus recuerdos, ma- de 1930, comenzó a funcionar esta vía como la Carre-
nifiesta: “Hasta la puerta misma de la fábrica podían tera del Algodón que llegaba hasta Piojó.
llegar las canoas que traían la leña de mangle que se
usó inicialmente como combustible para las calderas. En la segunda mitad del siglo xx se continuó con el
(Más tarde se usó lo que llaman fuel oil)”. proceso de destrucción de esta reserva natural. Por
ejemplo, los grupos de cazadores de tigres y de otros
El cronista Miguel Goenaga cuenta que en 1891 co- animales demuestran que la cadena biológica natu-
menzó a funcionar en la ciudad una compañía eléctri- ral aún estaba intacta. Uno de los más célebres de es-
ca creada por el ingeniero Pedro Blanco Soto, que fun- tos cazadores fue llamado por sus amigos como Juan
cionaba con dos máquinas de vapor de 80 caballos de Mina39. Sobre estos tigres el pintor Noé León nos ha le-
fuerza, que podía encender unas 1000 lámparas de 16 gado muchos cuadros en los cuales pinta a los felinos
bujías. Seguramente el combustible utilizado para es- en su hábitat natural.
tas dos máquinas era la madera de las zonas aledañas
a Barranquilla. La más cercana era la de Juan Mina, En 2011, las aguas del arroyo León destruyeron el
donde el bosque seco tropical ofrecía abundante ma- puente sobre la antigua carretera a Puerto Colombia
dera de los árboles37. después de un periodo de fuertes lluvias. Es muy pro-
bable que esto haya sido una consecuencia de la cons-
En un estudio del economista Adolfo Meisel sobre la trucción de parques industriales y basureros en esta
fábrica de textiles Obregón, que inició labores en 1908, zona. En los días en que se escribe este trabajo, está
afirma que durante mucho tiempo se utilizó la made- culminando un proceso de más de un siglo que ha con-
ra como combustible para producir electricidad para ducido a la destrucción y desaparición de este resto de
la fábrica y luego también para la ciudad38. Es muy bosque seco tropical.
13
La zona de manglares ubicada hacia el oriente de John Potter Hamilton, quien estuvo en Colombia en
en la Ciénaga Grande de Santa Marta la primera mitad del siglo xix, y se refirió a un viaje a
través de la Ciénaga de Santa Marta, señalando:
Antes del progreso
Unánimemente los viajeros apreciaban la belleza
La zona de manglares localizada al oriente de Barran- natural de estos rincones, que se hacía más sorpren-
quilla, desde la ribera derecha del río Magdalena, te- dente con el vuelo que alzaban centenares de aves
nía a mediados del siglo xx una superficie de 50 000 multicolores al oír el ruido de las embarcaciones y
hectáreas. Este ecosistema está conformado por tres las voces rudas y sonoras de los bogas. Se alcanzaba
zonas: la isla de Salamanca, la Ciénaga Grande y el a distinguir el ruido de los micos desde los árboles a
complejo lacustre de Pajaral. De estas tres zonas, la la orilla de los caños y el viajero tenía a menudo la
llamada isla de Salamanca es la más importante para sensación de atravesar un túnel oscuro por la abun-
Barranquilla y donde se encuentra una extensa super- dancia de la vegetación que se interponía entre el sol
ficie de manglares. Se le ha llamado isla porque se for- y la ruta de viaje40.
mó una “flecha litoral” de unos cuarenta y cinco kiló-
metros a partir de un banco de arena que fue cerrando Rafael Tovar Ariza, geógrafo y licenciado en Ciencias
una antigua bahía por la orilla que mira hacia el mar; Sociales en la Escuela Normal Superior de Bogotá, nos
por el oeste está el río Magdalena y por el sur existió ha dejado un testimonio que él pudo constatar perso-
el caño del Clarín que comunicaba a Ciénaga con Ba- nalmente. En una publicación de 1951 señala que: “El
rranquilla y con el río. pescado de la ciénaga es transportado en botes fres-
queros, a los centros de consumo”41.
Sobre la flecha litoral o isla de Salamanca se formaron
varios canales naturales que hacían posible un inter- Estos centros de consumo eran las poblaciones aleda-
cambio de agua dulce del río y la ciénaga con el agua ñas al río Magdalena, en primer lugar, Barranquilla y
salada del mar. Este fenómeno natural hizo posible también Soledad, Malambo, Sabanagrande, Santo To-
que surgiera una zona de manglares que tiene mucha más y Palmar de Varela. Otro investigador escribe un
incidencia en la calidad de vida de los habitantes de comentario sobre la situación de los caños del merca-
Barranquilla. En primer lugar, por los vientos alisios do de Barranquilla en 1951:
que provienen desde el norte y que toman una direc-
El viajero que hoy tenga la curiosidad de visitar el
ción noreste-suroeste debido a la rotación de la Tierra.
Caño del Mercado, cualquier día de la semana, podrá
Antes de acariciar con su frescura la laderas donde
ver trescientos metros de ambas orillas llenos de di-
está Barranquilla, a su paso por la zona de manglares,
versos tipos de canoas, desde el ágil cayuco, que en
el viento se nutre de oxígeno, el cual es aprovechado realidad es una pequeña piragua marina, disfrazada
por sus habitantes en un doble sentido: por la calidad con un nombre extranjero, hasta los grandes botes
del aire y por lo agradable que es sentir la llamada bri- de dos palos, cargados de camarones frescos y secos,
sa de Barranquilla. de lisas frescas, conservadas en hielo, o secas y ahu-
madas en barbacoas, ostras, pescados de mar de la
Además de la brisa oxigenada, los habitantes de la costa desde Pueblo Viejo hasta Santa Marta, guineos
zona en la que surgió Barranquilla han disfrutado de de la Zona, mangos llamados de Ciénaga, mamones
una importante fuente de proteína por la abundancia de Gaira, leña, paja para entechar, etc.42.
de peces y moluscos que viven allí, en especial porque
los peces ponen sus huevos en las raíces de los man- Después del progreso
glares.
El empresario estadounidense Karl Parrish, uno de los
En tiempos prehispánicos existieron varios asenta- más importantes visionarios de la ciudad en el siglo
mientos humanos en forma de concheros, en los que xx, llamó la atención sobre el problema de las vías de
sus habitantes vivían de pescados y moluscos que comunicación en el desarrollo económico de Barran-
intercambiaban con pueblos agricultores de Malam- quilla, al cual califica como “el problema básico” de la
bo o la Sierra Nevada. Hasta mediados del siglo xx la ciudad y expresa la necesidad del “ensanche y mejo-
ciudad se proveía de manera significativa de la pesca ramiento en las vías de comunicación”43. Entre estas
de esta ciénaga. El historiador norteamericano Theo- estaba la comunicación con el interior del país, que
dore E. Nichols, en un libro dedicado a un estudio de solo era posible conectándose a la carretera de Santa
Cartagena, Santa Marta y Barranquilla, cita un relato
14
Marta a Bucaramanga por medio de un puente sobre
el río Magdalena. En 1950, Barranquilla estaba inco-
municada con el resto del país por vía terrestre en el
momento en que el río Magdalena perdía importancia
desde 1940 y no había ferrocarriles.
15
ficar por el reducido tamaño de determinados pesca- Notas
dos, como las mojarras de la Ciénaga.
1 Sobre estos aspectos económicos existen estudios muy detallados.
Véase, por ejemplo, Adolfo Meisel Roca, “¿Por qué se disipó el
dinamismo industrial de Barranquilla?”, Lecturas de Economía
Palabras finales 23 (1987): 57-84; “Evolución de la industria manufacturera
La crítica definitiva a la experiencia de la modernidad, en Barranquilla”, Revista del Banco de la República 735
con su objetivo de dominar la naturaleza para satisfacer (1989). También Jorge Villalón Donoso, comp. Historia de
Barranquilla (Barranquilla: Universidad del Norte, 2000);
las necesidades humanas, se produce desde la misma fi-
Jaime Bonet, “Desindustrialización y terciarización espuria en
losofía y la realiza Martin Heidegger con la publicación
el departamento del Atlántico, 1990-2005”, en Las economías
de Ser y tiempo en 1926, sobre todo, en la conferencia de
departamentales del Caribe Continental colombiano, editor Adolfo
1938, “La época del mundo como imagen”, cuyo título
Meisel Roca (Cartagena: Banco de la República, 2007); Efraín
original señalaba: “La fundamentación de la imagen Llanos, Una aproximación a la geografía histórica de Barranquilla
moderna del mundo a través de la metafísica”. Este en el siglo xx (Barranquilla: Universidad del Atlántico, 2011).
texto aparece en una colección bajo el título Holzwege,
traducido como Caminos del bosque o Sendas perdidas. 2 ONU. Primera Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio
Allí Heidegger afirma que el problema, que hoy llama- Ambiente. Consultado en: http://www.un.org/es/globalissues/
mos ambiental, surge cuando Descartes coloca al hom- environment/
bre como subjectum. 3 Cervantes Angulo, José. Yo, el Magdalena. Barranquilla: Ediciones
del Litoral, 1990.
Para Heidegger, la metafísica funda en la época mo-
4 H. C. Raasveldt y Antonio Tomic, “Lagunas colombianas”, Revista
derna la ciencia, que está dominada por la relación
de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y
sujeto-objeto y ubica al hombre como dimensión de-
Naturales 10, nº 40 (1958): 182.
terminante. La naturaleza y el hombre se convierten
en cosa, la primera como campo de investigación para 5 José Agustín Blanco, El norte de Tierradentro y los orígenes de Barran-
la ciencia y el hombre como una cosa pensante. El ini- quilla (Bogotá: Banco de la República, 1987): 194. También José
ciador de este pensamiento sería entonces Descartes, Agustín Blanco, Obras completas, t. 1, Barranquilla (Barranquilla:
quien, según Heidegger, “logra con la interpretación Universidad del Norte, 2011): 88.
del hombre como subjectum la premisa metafísica para 6 Este mapa se encuentra en Eduardo Rico Pulido, Las obras de Bocas
las futuras antropologías de todo tipo y dirección. En de Ceniza (Bogotá: Empresa Puertos de Colombia, 1968): 91.
el ascenso de la antropología celebra Descartes su ma-
yor éxito”47. Esta propuesta de Descartes significa que 7 Isaac Holton, La Nueva Granada: veinte meses en los Andes (Bogotá:
Banco de la República, 1981).
la ciencia está consciente de que su meta es convertir a
la Tierra en su sierva. Precisamente, los efectos negati- 8 José Agustín Blanco, Obras completas.
vos de esta empresa tenemos que soportarlos nosotros
9 José Ramón Vergara y Fernando Baena, Barranquilla: su pasado y
ahora.
su presente, vol. 1 (Barranquilla: Banco Dugand, 1922): 73-74. El
texto de Malabet había sido escrito originalmente en 1875 para
Heidegger no plantea un regreso romántico al pasa- el periódico El Promotor de Barranquilla.
do, sino que pretende superar el concepto cartesiano
de Yo como si fuera una cosa y propone el de Dasein, 10 Julio H. Palacio, Historia de mi vida (Cali: Librería Colombiana
como el “estar ahí en el mundo”, donde el Yo está de- Camacho Roldán, 1942): 284-285.
terminado por la existencia, la cual es más originaria 11 Sobre este tema véase Jorge Villalón Donoso, “La experiencia his-
que el yo mismo. tórica de la inserción de Barranquilla en el sistema internacio-
nal desde fines del siglo XIX y sus posibilidades en el siglo XXI”,
El punto de partida es la existencia del ser humano en en Memorias del XIII Congreso de Colombianistas (Barranquilla:
el mundo, el futuro de la vida en el planeta se decidi- Universidad del Norte, 2005).
ría en un replanteamiento de la relación del hombre
12 Citado por Elkin Núñez, “La desaparición de Isla Verde”, Revista
con la Tierra: “Esta es la pregunta, la pregunta mun-
Huellas 69-70 (2003): 31.
dial del pensar. Lo que llegue a ser de la tierra, y de la
existencia del hombre en esta tierra, se decidirá en la 13 Armando Dugand, “Aves del departamento del Atlántico,
respuesta a ella”48. Colombia”, Caldasia 4, nº 20 (1947): 499-648.
16
Fotografía de Rubén Darío Mejía.
Sendas de agua.
14 Rafael Tovar Ariza, “Salgar y el ataque marino”, Revista Geográfica 28 Blanco, Obras completas, 212 y ss.
1, nº 1 (diciembre de 1952): 49.
29 Vergara y Baena, 34.
15 José Agustín Blanco, “Geografía física de Barranquilla”, en His-
30 Ibid., 138.
toria general de Barranquilla, vol. 1, Sucesos (Barranquilla: Aca-
demia de Historia de Barranquilla, 1997): 13-22). También Obras 31 Francisco Javier Vergara y Velasco, Nueva geografía de Colombia
completas, t. 1. (Bogotá: Banco de la República, 1974): 613-614. Citado por Blanco,
Tubará.
16 Sobre la relación entre Macondo y Barranquilla véase Jorge
Villalón Donoso, “Barranquilla en el tiempo de la prosperidad 32 Vergara y Baena, 371 y ss.
de milagro 1947-1957”, Revista Huellas 40 (1994): 14-30.
33 Miguel Rodríguez Becerra y Jorge Restrepo Restrepo, “Los empre-
17 Gabriel García Márquez, Cien años de soledad (Buenos Aires: sarios extranjeros en Barranquilla: 1820-1900”, Desarrollo y So-
Sudamericana, 1972): 168-169. ciedad 8 (1982): 77-114. También Gustavo Bell, comp. El Caribe co-
lombiano (Barranquilla: Universidad del Norte, 1988); Adelaida
18 Eduardo Posada, Una invitación a la historia de Barranquilla
Sourdis, El registro oculto: los sefardíes del Caribe en la formación
(Bogotá: Cerec, 1987).
de la nación colombiana. 1813-1886 (Bogotá: Academia Colom-
19 Joaquín Hahn, “Una visión biogeográfica del Caribe colombiano”, biana de la Historia, 2003); Jorge Villalón Donoso, Las colonias
Revista Huellas, 32 (1991): 35. extranjeras y las representaciones consulares en Barranquilla (Ba-
rranquilla: Universidad del Norte, 2008).
20 Francisco Álvarez, “Puerto Colombia”, Diario del Caribe, Barran-
quilla, marzo 21, 1989. Esta columna fue publicada en Ramón 34 Vergara y Baena, Barranquilla…
Illán Bacca, Había una vez en Barranquilla: mirada a los años 80
35 Dugand, “Observaciones botánicas y geobotánicas”…, 424.
(Barranquilla: Universidad del Norte, 2012): 47.
36 Ibid., p. 423.
21 Keneth Loewy, El Heraldo, 25 de septiembre de 1999.
37 Miguel Goenaga, Lecturas locales (Barranquilla: Tipografía Goena-
22 El Heraldo, 14 de septiembre de 1999.
ga, 1944): 90.
23 El Heraldo, 19 de junio de 2001.
38 Adolfo Meisel Roca, La fábrica de tejidos Obregón de Barranquilla,
24 José Agustín Blanco, Tubará. La encomienda mayor de Tierradentro 1910-1957 (Cartagena de Indias: Centro de Estudios Económicos
(Bogotá: Centro Editorial Javeriano, 1995): 53. Regionales, 2008): 12. Hay una segunda edición de este trabajo
en “¿Por qué se disipó el dinamismo industrial de Barranquilla?”,
25 Armando Dugand, “Observaciones botánicas y geobotánicas
Lecturas de Economía 23 (1987): 57-84.
en la costa colombiana del Caribe”, Revista de la Academia de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 13, nº 52 (1970): 418. 39 Jacinto Sarasúa, Recuerdos de Barranquilla (Barranquilla: El Cid,
1988): 74 y ss.
26 Ibid., 445.
17
40 Theodore Nichols, Tres puertos de Colombia (Bogotá: Biblioteca Blanco, José Agustín. “Geografía física de Barranquilla”. En
Banco Popular, 1973): 84. Historia general de Barranquilla. Vol. 1, Sucesos. Ba-
41 Rafael Tovar Ariza, “Nueva Venecia: pueblo palafítico del depar- rranquilla: Academia de Historia de Barranquilla,
tamento del Magdalena”, Revista Divulgaciones del Instituto de 1997.
Investigación Etnológica (octubre de 1950): 49.
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42 Roberto Castillejo, “Medios de transporte”, Revista Divulgaciones rranquilla: Universidad del Norte, 2011.
del Instituto de Investigación Etnológica (diciembre de 1951): 104.
43 Karl C. Jr. Parrish, Segundo plan decenal para Barranquilla. 1857- Bonet, Jaime. “Desindustrialización y terciarización espuria
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44 Carlos Angulo Valdés, Arqueología de la Ciénaga Grande de Santa
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45 Jaime Polanía, “Crónica inconclusa del desastre ambiental de la Castillejo, Roberto. “Medios de transporte”. Revista Divulga-
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46 Tallulah Flores, Cinematográfica (Barranquilla: Instituto Distrital bre de 1951): 104.
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47 Martin Heidegger, Holzwege (Frankfurt am Main: Vittorio ciones del Litoral, 1990.
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48 Martin Heidegger, Der Satz vom Grund (Frankfurt am Main: Dugand, Armando. “Aves del departamento del Atlántico,
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18
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