NOMBRE: Luis Alberto Gutiérrez Sánchez CODIGO: 2016231156
RESUMEN DE LA SEMANA 01 – CLASE 01 Y 02
Visión geopolítica y geoestratégica del espacio en el contexto americano y mundial
Somos un país de montañas tropicales. Por eso, los
peruanos de estos tiempos andamos perdidos en
«nuestro territorio» y no sabemos cuidarlo ni
manejarlo. Tenemos que reconocer que las
montañas marcan en gran medida el carácter y el
alma de las personas. Somos un país telúrico, en el
cual la naturaleza fragua nuestro
temperamento, irradia nuestro rostro, anima nuestro
ser y modela nuestra manera de vivir.
Los andes son una cadena de montañas localizadas
en el trópico y de muy reciente formación, debido a la colisión de la placa de Nazca con la
placa continental de América del Sur. Esta cordillera configura todos los ecosistemas
andinos de nuestro territorio y es la columna vertebral del Perú, ya que se extiende a lo
largo del territorio y corre paralela y muy próxima al océano Pacífico. Las diferencias
abismales de altitud entre las cumbres nevadas y los valles, por donde discurren los
ríos, imponen la dimensión de verticalidad en el hábitat andino y por ello debemos ser
conscientes de que en nuestro país la ley de la gravedad está vigente permanentemente. Las
masas de nieve, las lagunas de las altas montañas y las precipitaciones, que ocurren con
mayor intensidad por encima de los 3.500 m.
El Perú, por lo tanto, es un país de montañas que requiere una dinámica singular en el
manejo de sus recursos naturales, particularmente del sistema hídrico, en la construcción de
carreteras e hidroeléctricas, en los sistemas de cultivos y crianzas, en la actividad minera y
en la ubicación de los poblados. Las catástrofes no son naturales, sino sociales y
económicas, ya que la desgracia radica en los daños materiales y humanos ocurridos por la
presencia normal de estos fenómenos, sobre los cuales la sociedad ha construido en este
territorio.
Los parámetros andinos más importantes son los siguientes:
1) Ubicación en el trópico occidental de américa del sur
La posición del Perú en la zona tropical del extremo occidente de América del Sur y la
presencia de la Cordillera de los Andes a lo largo de su territorio, configuran una de las más
extraordinarias y complejas geografías de la tierra. Esta cordillera impone, además, la
verticalidad en la dinámica de todos los acontecimientos físicos, biológicos, y humanos que
ocurren en el Perú. Estos fenómenos impiden, por un lado, la formación de nubes y la caída
de lluvias en la costa, provocando su aridez. La conjunción de los fenómenos
atmosféricos, las corrientes marinas de los Andes peruanos y los diferentes pisos
altitudinales, originan la gran variedad de climas y la mega diversidad biológica, en el
mar, en los bosques secos de la costa y los bosques tropicales húmedos de la ceja de selva.
2) La verticalidad del espacio
La verticalidad es una dimensión fundamental en el funcionamiento de una cuenca.
También son utilizados los pisos altitudinales y las correspondientes zonas de vida como
parámetros de referencia para localizar y caracterizar sistemas productivos o para calificar y
describir centros poblados y su gente.
La altitud y la localización en las laderas de los Andes determinan para cada lugar la forma
y el relieve de los terrenos, la calidad de los suelos, las horas diarias de sol y la intensidad
de la radiación solar, el sentido y frecuencia de los vientos y las variaciones diarias y
mensuales de la temperatura y del ciclo hídrico.
3) La transversalidad de las cuencas
Las partes altas de las cuencas son el recipiente principal de las lluvias. El agua de las
lluvias es retenida en glaciares, lagunas y pasturas alto-andinas, para luego ir discurriendo
por las laderas, por la fuerza de la gravedad, como escorrentía superficial o por drenaje
subterráneo, formando riachuelos en las quebradas o microcuencas, para luego converger
en el cauce principal, que es el río que desemboca en el mar o el afluente de un gran río
amazónico. Lluvias, glaciares, lagunas, suelos, pendientes, pasturas, arbustos, forestas, prad
eras, cultivos, animales y hombres, son todos parte de un circuito hídrico.
4) La variabilidad del clima
La verticalidad que impone el macizo andino y su presencia en el trópico, cerca del océano
Pacífico, configuran una dinámica climática compleja y variada. Este es el origen de los
bosques húmedos amazónicos.
Así, la época y la intensidad de las lluvias para cada lugar dependerán de la latitud y la
altitud, y de su localización en la vertiente occidental u oriental de los Andes.
5) La diversidad biológica
La biodiversidad da cuenta del número de especies y variedades genéticas de seres vivos en
un espacio determinado. Todos estos factores originan una gran diversidad de ecosistemas
en un pequeño espacio de la superficie de la Tierra. Su riqueza radica más bien en el
extraordinario tejido de asociaciones y en la mutua dependencia que existe entre esas
especies y en la manera cómo ese sistema de vida se adapta, utiliza la geografía del lugar y
se relaciona con la diversidad de los recursos y la variabilidad del clima que caracteriza a
ese territorio.
6) La fragilidad de los ecosistemas
La complejidad de relaciones que existe entre la gran diversidad de seres vivos responde a
la necesidad de adaptarse a una geografía igualmente compleja y variable.
El crecimiento demográfico que presiona por una mayor labranza de las laderas andinas o
un menor periodo de descanso o barbecho de los campos de cultivo, lo que provoca una
mayor erosión de los suelos por la pérdida de la cobertura vegetal, la exposición del suelo
al impacto de la lluvia, la escorrentía, los cambios drásticos de la temperatura diaria y la
acción de los vientos.
7) La dispersión de los espacios productivos
La formación de las montañas andinas ha configurado espacios muy diferenciados,
fragmentados y dispersos, que se utilizan en actividades productivas. En efecto, los cursos
de agua –los ríos- forman las cuencas o valles, donde predomina la agricultura de laderas.
En la Amazonía, la agricultura y los asentamientos humanos prosperan en las orillas de los
ríos. Por otro lado, los centros mineros son enclaves territoriales, próximos a los
yacimientos y a la explotación de los minerales.
Para llegar de un pueblo a otro, hay que subir y bajar varias veces por caminos en espirales
de zigzag, durante largas horas polvorientas, a pesar de que un pueblo está frente al otro o a
su espalda.
8) La inestabilidad geológica
Recordemos que el levantamiento del macizo andino es muy reciente en tiempo geológico,
el cual fue originado por la colisión y la intrusión de la placa de Nazca por debajo de la
placa de américa del sur, lo que produjo una zona de subducción. (…) Los peruanos
tenemos que reconocer que estamos parados sobre territorio sísmico y volcánico. Cada
generación tiene la probabilidad de enfrentar durante su vida la ocurrencia de cinco
terremotos de fuerte intensidad y, por lo tanto, tenemos que ubicar y construir las ciudades
en los lugares apropiados y con los diseños, métodos constructivos y materiales
antisísmicos adecuados. Así, no tendremos que lamentar las terribles consecuencias de
estos fenómenos naturales.