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Efecto Lucifer (RESUMEN)

El capítulo describe el inicio de un experimento realizado por Philip Zimbardo en la Universidad de Stanford para investigar cómo la situación y el contexto pueden afectar el comportamiento de las personas. Se reclutó a estudiantes universitarios para que asumieran roles de guardias y prisioneros en una simulación de prisión en el campus. El experimento comenzó con las detenciones sorpresa de los estudiantes seleccionados para ser "prisioneros", incluyendo protestas sobre sus derechos. El capítulo explora cómo la etiqueta social de "delincuente" puede a
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Efecto Lucifer (RESUMEN)

El capítulo describe el inicio de un experimento realizado por Philip Zimbardo en la Universidad de Stanford para investigar cómo la situación y el contexto pueden afectar el comportamiento de las personas. Se reclutó a estudiantes universitarios para que asumieran roles de guardias y prisioneros en una simulación de prisión en el campus. El experimento comenzó con las detenciones sorpresa de los estudiantes seleccionados para ser "prisioneros", incluyendo protestas sobre sus derechos. El capítulo explora cómo la etiqueta social de "delincuente" puede a
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EL EFECTO LUCIFER

EL PORQUE DE LA MALDAD
AUTOR: Philip Zimbardo
CAPÍTULO I
LA PSICOLOGÍA DEL MAL: TRANSFORMACIÓN DEL CARÁCTER POR LA
SITUACIÓN

Es una obra sumamente interesante, llena de tanto conocimiento de las ciencias

penales y en especial de criminología, aunque el mismo no es escrito, por un abogado, ni

por un criminólogo reúne un conjunto de teorías y sus respectivas comprobaciones en el

comportamiento y conducta del ser humano en relación a la criminalidad y el delito. El

renombrado psicólogo social Philip Zimbardo tiene el cómo y la multitud de porqué, de la

vulnerabilidad al atractivo que ejerce nuestro lado oscuro, malvado y vil, esto basándose en

ejemplos históricos y en sus propias e innovadoras investigaciones, Zimbardo nos detalla

en la presente obra, cómo interactúan las fuerzas situacionales y la dinámica de grupo para

convertir a hombres y mujeres decentes en monstruos, en personas buenas, en malas, he

aquí el efecto lucifer, desde las malas prácticas corporativas y el genocidio organizado,

hasta los alguna vez íntegros soldados estadounidenses que acabaron torturando a

prisioneros iraquíes en Abu Ghraib, Zimbardo nos ofrece las claves para entender mejor un

gran número de conductas deleznables.

El capítulo I, empieza en una forma tan audaz de llamar la atención del lector, como una

ilustración puede marcar una gran diferencia en los puntos de vista y la percepción que

tenemos del mundo que nos rodea, el Círculo límite IV, de M. C. Escher, pone en acción no

solo a nuestra mente, sino también las perspectivas que tenemos, al influir que a simple
vista podemos observas ángeles o demonios, es decir el bien o mal. El efecto Lucifer es el

intento de la obra de entender los procesos de transformación que actúan cuando unas

personas buenas o normales hacen algo malvado o vil. Se ocupa de una pregunta

fundamental: ¿Qué hace que la gente actúe mal?. Sin embargo, en lugar de recurrir al

tradicional dualismo religioso del bien contra el mal, de la naturaleza sana contra la

sociedad corruptora, veremos a personas reales realizando tareas cotidianas, enfrascadas en

su trabajo, sobreviviendo en el mundo a menudo turbulento del ser humano. Trataremos de

entender las transformaciones de su carácter cuando se enfrentan al poder de las fuerzas

situacionales.

Tememos el mal, pero nos fascina, creamos mitos de conspiraciones malvadas y llegamos a

creer en ellos lo suficiente para movilizar nuestras fuerzas en su contra, pero rechazamos al

otro por diferente y peligroso porque nos es desconocido, pero nos fascina contemplar

excesos sexuales y violaciones de códigos morales cometidos por quienes no son como

nosotros, justificamos los linchamientos, los robos a los ricos, la corrupción de los policías

porque no somos nosotros los actores de estos ilícitos.

Otra de las cosas que hay que resaltar en la presente obra, es, si el mal es fijo e

interno o mutable y externo, para ello, mantener esta dicotomía entre el bien y el mal

también exime de responsabilidad a la buena gente, incluso la exime de reflexionar sobre su

posible participación en la creación, el mantenimiento, la perpetuación o la aceptación de

las condiciones que contribuyen al crimen, la delincuencia, el vandalismo, la provocación,

la violación, la intimidación, la tortura, el terror y la violencia, por el simple hecho de ser

calificada como una buena persona.


La naturaleza del ser humano puede variar hacia el lado bueno o el lado malo, según la

perspectiva incremental de la maldad, las cualidades se adquieren mediante la experiencia

o la práctica intensiva o por medio de una intervención externa, como el hecho de hallarse

ante una oportunidad especial. En otras palabras, se puede aprender a ser buenos o malos

con independencia de nuestra herencia genética, nuestra personalidad o nuestro legado

familiar. He aquí la contradicción a la escuela positivista criminológica que establecía que

el delincuente cometía los delitos por las influencias del medio en que vive, de igual

manera al establecer que el poder cometer hechos ilícitos es independiente de la herencia

genética que se pueda poseer.

Otras concepciones que explican del porque una persona buena, puede convertirse en

alguien malvado o vil, son la disposicional, situacional y sistémica, la noción esencialista

atribuye la conducta a factores disposicionales y la noción incremental la atribuye a

factores situacionales, el método tradicional ha consistido en identificar las cualidades

personales que han dado origen a la acción: la estructura genética, los rasgos de la

personalidad, el carácter, el libre albedrío y otras predisposiciones de la persona, la

sistemática establece que es el sistema que ayuda a que una persona pueda ser víctima del

efecto lucifer, de convertirse en una mala persona, pues los sistemas de poder se ejercer

sobre un dominio vertical, el ejemplo claro sobre esto es el cesto de las manzanas podridas,

no son las manzanas malas las que contagian a las otras, sino es el cesto, es decir el sistema

donde se desenvuelven las personas.


El Malleus Maleficarum o Martillo de las brujas, es un documento eminentemente

jurídico penal y objeto de estudio de la criminología como una arma para reprimir las

conductas que estaban en contra de los que pensaban diferente a la Iglesia, pero en este

libro también aparece como antecedente histórico de la forma en que las personas buenas

pueden convertirse en malas, en el dualismo ideológico del bien y el mal.

El rol de los medios de comunicación es un arma muy importante para despertar el interés y

realizar una fachada de una persona malvada, vil y sin escrúpulos a un enemigo, tal como lo

hacían los países que iban a la guerra no solo con sus soldados sino con la población el

despertar el odio y el desprecio por el contrincante, actualmente en Guatemala y en el

ámbito político es palpable, el rol de los medios de comunicación y las redes sociales

respecto a crear una imagen negativa y una campaña negra contra los adversarios.

Como antecedentes históricos del efecto lucifer, el Psicólogo social Philip

Zimbardo, ejemplifica los crímenes de lesa humanidad como el genocidio, las violaciones

de Nanking, las de Ruanda las de Abu Gharaib, donde persona buenas, integras atendiendo

a las situaciones y al aparente anonimato se convirtieron en malas personas y sometieron a

las víctimas a tratos crueles y vejámenes.


CAPÍTULO II

DOMINGO: DETENCIONES POR SORPRESA

El tema principal del efecto lucifer, es poner en desarrollo el proyecto de una

supuesta prisión en la Universidad Stanford, esto con el propósito de investigar la

psicología criminal y la psicología carcelaria desde otro punto de vista, con el objetivo de

reclutar personas normales, buenas, para ver su conducta y su comportamiento en sus roles

de prisioneros y carceleros y como influían las situaciones y el anonimato en su forma de

actuar y comportarse.

El primer experimento echado andar por el autor del efecto lucifer, consistió en dejar un

automóvil abandonado en dos ciudades completamente diferentes, en Bronx en New York

y en Palo Alto cerca de la Universidad de Stanford, este experimento fue muy satisfactorio

al establecer la forma de actuar de las personas, por los efectos antisociales que induce el

anonimato cuando la gente cree que nadie la puede reconocer en un entorno que fomenta la

agresividad, mientras que en Bronx la gente desarmo y robo las piezas del auto, en Palo

Alto el automóvil seguía intacto, incluso los vecinos llamaron porque supuestamente se

estaban robando un auto abandonado.

Lo interesante del experimento anterior fue la comprobación de la teoría de las

ventanas rotas, es decir que el desorden público, la suciedad y el ambiente son estímulos

situacionales que fomenta la delincuencia, la presencia de posibles delincuentes, cuando la

gente se encuentra en un entorno que fomenta el anonimato, su sentido de la

responsabilidad personal y cívica se reducen o desaparecen.


El inicio del proyecto de la prisión de Stanford empezó con el reclutamiento de los

participantes, se necesitaban personas que asumieran el rol de carceleros y otros que

asumieran el rol de delincuentes, la mayoría de los entrevistados se identificaron para

personalizar a los delincuentes, esto a lo mejor porque todos en algún momento sabemos en

nuestro interior de las pocas o muchas probabilidades que tenemos de delinquir y cometer

hechos ilícitos, por otra parte ninguno se imaginaba trabajando de carcelero, por el simple

hecho de considerarlo un trabajo no apto para ellos.

El proyecto inicia con las detenciones de las personas elegidas para convertirse en

los reos, lo impresionante de estas detenciones es que se desarrollan en un día domingo,

donde todo está tranquilo, donde nadie se inmagina que la policía llega a su casa a

detenerlos, la primera detención inicia con Hubbie Whittlow, lo interesante de esta acción,

es el desarrollo de una de las teorías penales en cuanto al delincuente, la teoría del

etiquetamiento, como la etiqueta que pone la sociedad a una persona lo hace delincuente y

delinquir de forma constante, el vecino Palmer, lo señala y lo trata de delincuente, sin saber

los motivos de su detención el joven Whittlow se siente avergonzado pues es solo un

experimento pues él no es un delincuente.

La siguientes detenciones se llevan con normalidad, se les hace saber sus derechos y luego

son aprehendidos y conducidos a la prisión experimental de Stanford, las detenciones que

sobresalen son las de Doug Karlson, pues este increpa al oficial y le dice que ya sabe los

derechos que le asisten, pero lo interesante es que le pide que le muestre la orden judicial

que tiene para poder aprenderlo, tanto el oficial como el creador del proyecto no se

percataron de este pequeño error, pues el supuesto delito no era en fragancia por lo tanto si
debería haber existido una orden judicial de aprehensión, otros de los detenidos que vale la

pena mencionar es a Tom Thompson, pues era una persona ejemplar con metas personales

propuestas a conseguirlas, con objetivos claros y con el deseo de superación personal y

profesional, una persona aparentemente buena y social exquisita para el experimento del

efecto lucifer.

CAPÍTULO III

DOMINGO: RITUALES DE DEGRADACIÓN

Con las aprehensiones de los nueve reos el experimentos social de la cárcel de

Stanford dio inicio posteriormente fueron llevados, fichados y fotografiados para tener un

registro de los mismos, les dieron sus uniformes, los bañaron con insecticidas, empezaron a

perder su identidad y el trato a su dignidad se empezó a dar, los que personificaron a los

carceleros iniciaron de una manera sorpresiva, arrogante, controladora y ejerciendo el poder

sobre los mismos, los desnudaron a todos y empezaron a humillarlos y apoderarse de la

voluntad de los mismos, burlándose de sus genitales, humillando su hombría y virilidad, la

pérdida de identidad de quienes eran antes de ingresar a la prisión era palpable, les

otorgaron unas medias para que se las colocaran en el cabello para simular el rapado, les

obligaron a colocarse una cadena a los tobillos de manera que esta les recordara su

situación.

Los carceleros tomaron el control y perdieron su humanidad respecto a los reos, hablaban

en una forma hostil y autoritaria, el obligar a los reclusos a olvidarse de sus nombres y

ahora llamarse por el número que aparecía en su uniforme, de la misma forma memorizarse
las 17 normas de convivencia, las flexiones y los gritos también formaban parte de la forma

de control que ejercían estos sobre los presuntos delincuentes. La forma de vestir de los

carceleros, el usar el uniforme y las gafas oscuras para evitar el contacto visual también

aportan otro factor de autoridad.

Los carceleros se adecuaron perfectamente en sus roles de forma inmediata, los reclusos

por su parte no, bromeaban y reían con algunas de las diligencias que pasaban dentro de la

prisión de Stanford, pero luego asumieron ese papel y los personificaron de mejor manera,

al momento de observar que el recuento de los mismos, no era simplemente para asegurar

su presencia dentro de la prisión sino también era el momento perfecto para que los

carceleros los humillaran, castigaran, hicieran con ellos vejámenes aprovechándose de su

posición de poder y control, dio como resultado que estos mismos se organizaran para una

protesta para el respeto de sus derechos como reos, es de notar aca, que ya se encontraban

en su rol de delincuentes, pues bastaba que amenazaran con abandonar el proyecto para

mejorar sus condiciones y acabar de esta forma con los maltratos y humillaciones de las

cuales eran víctimas, pero no lo hicieron y sin darse cuenta, se fueron metiendo más y más

en su papel.

El oficial Hellmann, y Geoff Landry, en los recuentos de reos, compiten por quien

va a tener el control y la autoridad sobre los reos, los castigos y sanciones contra de estos

cada vez son más crueles y sin remordimientos que iban desde la memorización de nuevas

identidades, la repetición de las 16 normas de convivencia, flexiones por confusión, saltos y

hasta cantos, la humillación llego a su resplandor por parte de los carceleros en contra de
los detenidos, sus castigos cada vez hay más inventiva: la maldad creativa empieza a

asomar.

El efecto lucifer era en todo su esplendor en los carceleros, porque comportarse de esta

manera con los reos, si se trataba de un experimento social, será que las situaciones y el

anonimato, la falta de control sobre ellos, la de subordinación y supervisión juegan un

papel esencial para el cambio de conducta y comportamiento, o simplemente influyo la

capacitación y la información dada a los carceleros en la forma en que debían de actuar

dentro de la prisión como un experimento social.

A los carceleros el día sábado anterior a empezar andar el proyecto social de la prisión de

Stanford, estos recibieron información sobre los procedimientos y deberes que debían de

realizar dentro de la misma, pues se les entrevistó a los estudiantes que iban a hacer de

carceleros para explicarles los objetivos, darles a conocer sus tareas y proponerles maneras

de controlar a los reclusos sin necesidad de recurrir a la fuerza. Nueve de los carceleros

habían sido asignados al azar a los tres turnos y los otros tres serían reservas o suplentes por

si surgía algún contratiempo.

Después de que les resumiera por qué estábamos interesados en un estudio de la vida en

prisión, el subdirector David Jaffe les describió algunos de los procedimientos y deberes de

los carceleros mientras Craig Haney y Curt Banks, en calidad de asesores psicológicos, les

daban información detallada sobre las detenciones del domingo y sobre el acomodo de los

reclusos cuando llegaran a prisión de Stanford.


En el efecto Lucifer, existe un gran desafío, el poder observar y ver más alla de nuestras

perspectivas, de aquellos malhechores específicos y reflexionar sobre la responsabilidad

colectiva en los males que atañen el mundo, permitir entender mejor este tipo de fenómenos

del crimen, la idea de que el entorno social es quien corrompe a los individuos y no por el

contrario, que es una persona quien trasmite la maldad a otra como el ejemplo de las

manzanas podridas, este libro muestra de qué somos capaces los seres humanos cuando nos

vemos envueltos en una dinámica social. Sin embargo, también ofrece esperanza: somos

capaces de resistir el mal.

De la misma forma trata de explicar que las fuerzas situacionales tienen más poder del que

pensamos para conformar nuestra conducta en muchos contextos y que la psicología social

ofrece muchísimas pruebas de que el poder de la situación puede más que el poder de la

persona en determinados contextos.

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