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Iconografia de La Serpiente

Este documento describe los diferentes significados y representaciones de la serpiente en varias culturas. En la cultura cristiana occidental, la serpiente representa el pecado y la tentación, como la serpiente en el Jardín del Edén. Sin embargo, en las primeras épocas del cristianismo también representaba la sabiduría. En las culturas nativas americanas, la serpiente a menudo representaba poderes curativos y era un mensajero entre los dioses y el más allá. El documento analiza en particular el ritual de la serpiente entre los indios Hop

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Iconografia de La Serpiente

Este documento describe los diferentes significados y representaciones de la serpiente en varias culturas. En la cultura cristiana occidental, la serpiente representa el pecado y la tentación, como la serpiente en el Jardín del Edén. Sin embargo, en las primeras épocas del cristianismo también representaba la sabiduría. En las culturas nativas americanas, la serpiente a menudo representaba poderes curativos y era un mensajero entre los dioses y el más allá. El documento analiza en particular el ritual de la serpiente entre los indios Hop

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Iconografía y significado de la

serpiente en distintas culturas de


Oriente y Occidente III

Tesina: Lucia Gallego Andrés


Diploma Universitario en Danza Oriental 2012/2013
Universidad Rey Juan Carlos, Instituto Universitario de Danza «Alicia Alonso» y Fusion Art
-Escuela de Danza Patricia Passo
Bilbao, Octubre del año de la serpiente 2013

1.4.5. La serpiente como representación del


pecado
En esta sección es necesario mencionar a la serpiente más famosa en la cultura
occidental, la serpiente del Jardín del Edén que representa el lado oscuro de la serpiente.
Con la expulsión de Adán y Eva vino la enfermedad y la muerte. También aparecen
serpientes en el castigo a los israelitas que iban con Moisés en el desierto.
En el Cristianismo generalmente representa al diablo aunque también sabiduría (“sed
tan prudentes Como la serpiente y buenos como palomas” Mateo 10,16) y también sutileza
(Génesis 3,1). Pero lo más habitual es su presentación como la tentación de Adán y Eva
para que comieran la fruta del árbol de Conocimiento del Bien y del Mal. En Irlanda, la
serpiente representa el paganismo y en la leyenda de St. Patrick, patrón de Irlanda, éste
alejó a todas las serpientes de la isla. Representa al diablo como tentador. Debajo de la
cruz de Cristo, representa el triunfo sobre el diablo; debajo del pie de la Virgen María, se
compara con la serpiente de Eva.
Sin embargo, en contra de la creencia general no siempre fue así, y de hecho los
primeros cristianos llamaban a Cristo “La Buena Serpiente” (Juan 3, 15). En el manuscrito
medieval “Book of Kells” cuando se ilustra Mateo 27:38 que trata de la crucifixión está
iluminado con serpientes.
Una serpiente enrollada en el árbol de la vida es beneficiosa pero enrollada en el del
conocimiento es maléfica (excepto entre los gnósticos). El cáliz de San Juan es
representado con una serpiente emergiendo de él representando poderes beneficiosos. Y
en Monasterboice, Louth, Irlanda, hay una Cruz de Muiredach que tiene dos serpientes
una hacia arriba y otra hacia abajo, con tres cabezas humanas entre las colas y que
terminan en una mano humana con un círculo arriba representando un círculo solar. Se le
conoce como Dextra Dei o la mano derecha de Dios.
San Agustín decía “¿qué es una serpiente alzada? La muerte del Señor en la cruz”.
Cristo era el sanador divino y la identificación con la serpiente fue hecha frecuentemente
sobre todo por los ofitas (sectas agnósticas de Siria y Egipto que se desarrollaron
alrededor del año 100 d.C.), una secta cristiana que representaba a Cristo como una
serpiente. El nombre se deriva del griego ophis (ojiz) que significa «serpiente». El
pensamiento común que tenían estas sectas es la gran importancia que dan a la serpiente
de los relatos bíblicos, puesto que este animal es la conexión entre el árbol del
conocimiento posteriormente considerado del bien y del mal) con la gnosis o conocimiento
(32).
En el Judaísmo la serpiente representa el diablo, tentación, pecado, pasión sexual, y
las almas de los condenados en Sheol (sepultura común de la humanidad). Pero también
hay descripciones de la serpiente retorcida como referencia al conocimiento y también el
brazo de la serpiente de Moisés es un símbolo de curación. Y en la Kábala el hombre
primordial lleva una serpiente en el cuello.
A pesar de todos los aspectos positivos que la serpiente tenía en los primeros tiempos
del Cristianismo, todos quedaron anulados por el hecho de que la caída que provocó a
través de Adán y Eva fue lo que trajo la enfermedad al mundo. Y ya en la Edad Media fue
una de las representaciones de la lujuria, uno de los pecados que más preocupaban a las
autoridades eclesiásticas, y muchas obras de arte mostraban los motivos de la serpiente,
la caída, el pecado, la enfermedad y el castigo (Fig. 8 y 9).

Figura 8. “Los amantes muertos” de Matthias Grünewald (1470-1528).


Figura 9. Iglesia de Santa María de Uncastillo, Zaragoza (España)

1.4.6. Mensajeros de los dioses y del “más allá”


La serpiente es el animal más importante en la cultura espiritual indígena de los
Nativos Americanos ya que poseían la sabiduría de la naturaleza y buenos y malos
poderes. En general eran protectoras, animales medicina y de buena suerte y se les
rezaban para pedir la curación de los seres queridos.
En numerosos pueblos que habitaban los bosques en Norteamérica creían que las
serpientes y otras criaturas acuáticas se comunican con los poderes del inframundo.
En la mitología de la zona sudeste tiene un papel importante Uktena, la Gran Serpiente. En
la mitología Cherokee aparece adornada con una gran joya en la cabeza y siete bandas de
colores en el cuello. En otras versiones tiene cuernos como un ciervo o alas y puede
moverse por la tierra, agua o aire. Según la leyenda un chamán Shawano prometió matar
a la serpiente para salvar su vida y llevar el cristal mágico de su cráneo para que con sus
poderes curase a los enfermos, llenara de peces los ríos e hiciera crecer al maíz (33). Los
hechiceros de los Seminola, Creek, Cherokee y Choktaw hablan también del cristal
sanador que puede curar enfermedades, acabar con la esterilidad de las mujeres y
profetizar el futuro.
Uktena adquirió el estatus de tótem y aparece en incisiones de conchas, cerámica y
joyería. En materiales pertenecientes a tribus de Florida se ha encontrado imágenes que
representan una serpiente con cabeza de puma y que se cree es una variación del mito
(Fig. 10).
Diferentes tribus tenía diferentes dioses y tradiciones relacionados con las serpientes y así
los Iroqueses y Hurones tenían el mito de la Gran Serpiente de Agua que devoraba a la
humanidad, pero que fue matada por Hino el Espíritu del Trueno y sus guerreros. El Gran
Manitou, el creador, también adopta la forma de una serpiente con cuernos y Onnioni es
una serpiente con cuernos dios de la mitología Hurón cuyo cuerno podía traspasar
montañas y rocas.
Figura 10. Grabado de Uktena y totems de los Nativos Norteamericanos

El mito de la Gran Serpiente de la tribus de los bosques del sudeste podrían tener su
máxima expresión en el montículo de la Gran Serpiente en el condado de Adams, Ohio,
construcción que se atribuye a los indios Adena (1000-100 a. C.) y que representa una
gran serpiente que está engullendo un sapo (Fig. 11). También se les atribuye a los que
habitaron sucesivamente ese territorio como los Hopwell (100 a. C.-500 d. C.) y a los
representantes de la llamada Cultura del Fuerte Antiguo (900-1400 d. C.) ya que los tres
pueblos fueron constructores de monumentos con forma de animal.
Figura 11. Colina de la Gran Serpiente en el condado de Adams (Ohio, Estados Unidos) atribuido a los
indios Adena (1000- 100 a. C.).

1.4.6.1. El ritual de la serpiente, Indios Hopi de Nuevo


México
Este ritual se conoce gracias a los estudios de Aby M. Warburg (1866-1929) pionero en
la investigación de la historia cultural mediante el análisis de las imágenes y la
interpretación de los símbolos y considerado fundador de los métodos contemporáneos en
iconología.
Los indios Hopi (Moki) vivían en el suroeste de Estados Unidos, en el altiplano de
las Montoñas Rocosas donde se unen los estados de Colorado, Utah, Nuevo México y
Arizona. Se les denominó indios “pueblo” porque vivían de manera sedentaria en pueblos
de casas de abobe y de piedra. El objetivo fundamental de sus prácticas mágicas y
religiosas era solucionar la escasez de agua y dominar las inhóspitas fuerzas de la
naturaleza en la región. Los indios adornaban con frecuencia sus piezas de alfarería y
representaban dibujos con imágenes de una casa, que según la cosmología india
representa el universo, junto a una serpiente. Pero la forma de animación espiritual de la
naturaleza era una danza de máscaras que se manifestaba como danza de animales, de
culto a los árboles y, finalmente, como danza con serpientes vivas (34).
Los motivos más utilizados en alfarería eran el pájaro y la serpiente que entre los Hopi
era considerado como el símbolo de culto más influyente. La alfarería encontrada con
estos motivos, y que aún se seguía fabricando a finales del siglo XIX, procedía de técnicas
prehistóricas independientes de la introducida por los españoles. La iconografía de la
serpiente aparecía exactamente en vasijas recientes igual motivo que en vasijas
prehistóricas, enroscada y con la cabeza emplumada. Los recipientes se situaban en unos
adoratorios subterráneos llamados kiwa en donde la serpiente ocupaba una posición
central dentro del culto como símbolo del rayo de la tormenta (Fig. 12).
En algunos lugares como Oraibi y Walpi, los indios realizaban una danza con serpientes
vivas, la danza de la serpiente, que duraba varios días y en la que se utilizaban serpientes
de cascabel que participaban voluntariamente o al menos no oponían resistencia, según
las descripciones de Warburg. Los participantes pertenecían a dos clanes: el del antílope y
el de la serpiente.
En el mes de Agosto, cuando tienen que llegar las tormentas, se capturaban
serpientes (serpientes de cascabel sin manipular y a las que no se les quitaban sus
colmillos venenosos) en una ceremonia que tenía lugar en el desierto durante 16 días.
Luego se las trasladaba al kiwa donde los caciques de los clanes del antílope y de la
serpiente las guardaban cautelosamente. Allí se les hacía pasar por ceremonias de las que
la más sorprendente era la del lavado. Según Warburg se trataba a la serpiente como si
fuera un iniciado sumergiendo su cabeza a la fuerza en una especie de agua bendita que
contenía todo tipo de hierbas medicinales. Luego se las arrojaba sobre un dibujo de arena
que estaba delineado en el suelo y que mostraba a las cuatro serpientes de la tormenta, y
en el centro, un cuadrúpedo. En otro kiwa, un segundo dibujo de arena mostraba
un cúmulo de nubes del cual emergían cuatro rayos en forma de serpientes de diversos
colores, que correspondías a los cuatro puntos cardinales. Arrojada violentamente sobre la
primera pintura de arena, la serpiente acababa destruyéndola. El objetivo era obligar a la
serpiente a actuar como propiciadora de los rayos y generadora de la lluvia. Serían como
santos de la lluvia vivientes y zoomórficos. El último día de la ceremonia eran trasladadas
a un arbusto.
En la parte final de la ceremonia, los indios se acercaban al arbusto, atrapaban a la
serpiente viva, la acariciaban un rato y luego la envíaban a la llanura como mensajera de
sus plegarias. Para cada serpiente había un grupo de tres indios, uno la agarraba
rápidamente y se la colocaba en la boca, otro revoloteaba un plumero para desviar la
atención del reptil y un tercero era el cuidador y atrapaba a la serpiente en caso que se
deslizara de la boca de su portador (Fig. 13). Duraba media hora y se hacía al ritmo de
unos cascabeles y caparazones de tortugas con piedras que los indios llevaban atados a
las rodillas (35).
Parece ser que este culto se remonta a leyendas cosmológicas que hablan del semidios
Ti-yo que desciende al inframundo en busca de la fuente originaria del agua. Tras pasar
por diferentes lugares llega al gran kiwa de las serpientes donde se encuentra el baho
mágico para la invocación de la lluvia. Ti-yo regresa también con dos serpientes hembras
con quienes engendra hijos serpiente, criaturas peligrosas que obligan a las tribus a
emigrar (36).
La serpiente no es sacrificada sino convertida en mediadora y enviada junto a las almas de
los muertos para que, en forma de rayo, provoque la tormenta en el cielo. Y está
totalmente prohibido comer serpiente.
Figura 12. Plato de cerámica y altar ritual de los indios Hopi

Figura 13. Indios Hopi durante la fase final de la danza de la serpiente (año 1924)

1.5. EL MOVIMIENTO SERPENTEANTE EN LAS DANZAS


ORIENTALES
La serpiente no sólo ha tenido un especial protagonismo como símbolo iconográfico
estático y así el movimiento serpenteante y ondular es una de la características principales
de las Danzas Orientales. Según la descripción de Patricia Passo, autora de “El Universo
que Danza,Visión antropológica de la Danza en Oriente y Occidente” y experta en el
estudio antropológico de las Danzas Orientales y en su ejecución, este movimiento
representaría la energía infinita y renovable de la serpiente y expresaría “el poder
femenino a través de la curva en un movimiento infinito, aparentemente imposible y
mágico, hipnótico” (37).
Al contrario de lo que se cree en Occidente, en donde generalmente se ha desvirtuado de
su contexto, la Danza Oriental se enmarca principalmente en la esfera de lo ritual. De
hecho autoras como Wendy Buonaventura en su libro “Serpent of the Nile, Women and
Dance in the Arab World” y que ha estudiado en profundidad no sólo la Danza Oriental
sino muchas otras a lo largo del mundo recomienda llamar a esta forma occidentalizada
“Danzas Orientalistas” dado que su origen estuvo en las impresiones de los europeos en la
época colonial. Incluso describe como en España se la llamaba antiguamente “La Danza
Serpiente” por sus característicos movimientos ondulantes que hacen serpentear la
columna hacia arriba y abajo y alrededor de las caderas considerando éste el nombre que
mejor la describe (38).
En textos originales de los primeros europeos en la época colonial se pueden leer
las descripciones que hacen cuando ven estas danzas. El pintor inglés James August St.
John realiza esta descripción en 1845 de un grupo de bailarinas en El Cairo “…sus
cuerpos adoptaban las más variadas posturas. Se enrollaban unas a otras como
serpientes con una flexibilidad y gracia como nunca había visto antes…”. En las
impresiones de Lucie Duff Gordon, en la misma época, se relata como al principio la danza
le parece aburrida y gimnástica pero que de pronto la bailarina, llamada Latifeh, se
convirtió en “La Serpiente del Nilo, la cabeza, hombros y brazos inclinados hacia delante,
la cintura y caderas avanzaron sobre las rodillas flexionadas con la posición de una cobra
a punto de empezar un combate” (39).
Una de las mejores y más conocidas bailarinas de Egipto fue una ghawazee llamada
Kutchuk Hanen con la que el escritor Gustave Flaubert tuvo una especial relación dejando
muchos documentos escritos sobre ella y las danzas que interpretaba. Uno de los que más
impresión le causó fue la “Danza de la Abeja” una danza antigua y perdida en la que la
bailarina simulaba tener ese insecto entre la ropa que se iba quitando para atraparla. En
uno de sus relatos Flaubert escribe cómo en el año 1850 Aziza, una bailarina nubia
competencia de Kutchuk se le presentó así “Soy una bailarina, mi cuerpo es más flexible
que el de una serpiente…” (40).
La ondulación de estas danzas egipcias se realiza dentro del propio eje gravitacional
siendo un movimiento “…vinculado a la regeneración de energía, al redondeo del ciclo
constante, al movimiento infinito de la serpiente…” (41). La polarización del cuerpo en
miembros superiores (espiritual) e inferiores (terrenal) mantiene el carácter ritual de la
danza aunque, en muchos momentos de la historia, la danza pasó de ser un rito religioso a
un entretenimiento social (Fig. 14).
Se sabe que en Egipto acontecimientos como el parto era un ritual y estaba acompañado
de danza (42). Incluso se ha descrito la costumbre de vecinas y amigas de la parturienta
que bailaban para ella con el fin de favorecer el parto haciendo que la parturienta imitara
sus movimientos de manera inconsciente. En este aspecto y, cómo ejemplo de cómo
influyó el “orientalismo” en esta separación de la danza de su significado ritual y cómo
acabaron representándose en cabarets, se puede constatar en las impresiones de Armen
Ohanian, una magnífica bailarina de origen armenio pero que vivió en Persia, Egipto y
finalmente en París durante los primeros años del siglo XX en donde tuvo un tremendo
éxito. La escritora Anatole France escribió varios libros sobre ella, uno de ellos titulado
“Les Rires d’une Charmeuse de Serpents” en el que se puede leer la siguiente impresión
de su visita a un cabaret en El Cairo a principios del siglo XX en su viaje hacia Europa:
“ …En El Cairo una noche vi con incredulidad algo que me enfermó, una de
nuestras danzas más sagradas degradada a un bestialismo horrible. Era nuestro poema
del misterio y dolor de la maternidad. En la Asia antigua, en la que la danza se conserva
en su estado puro, representa la maternidad, el misterio de la concepción de la vida, el
sufrimiento y alegría con el que una nueva alma es traída al mundo…pero el espíritu del
Oeste ha tocado esta danza sagrada y la ha convertido en el hoochie koochie, danse du
ventre, la danza del vientre. Oía a los europeos reirse entre dientes. Incluso vi sonrisas
lascivas en los labios de los asiáticos y huí” (43).
También en otros grupos étnicos es evidente la importancia del movimiento
serpenteante como por ejemplo en los bailes de los gitanos y gentes del pueblo Rom. Y en
la cultura de la India, la serpiente tiene un lugar muy importante tanto entre sus dioses y
diosas como en la danza. En la tribu Kalbelia del Rajastán los encantadores de serpientes
son un espectáculo habitual. También es frecuente verlos en Oriente Próximo y Medio. En
esos lugares la serpiente con sus ondas y sinuosidades se incorpora al baile. Y en
palabras de Patricia Passo “…El dominio sobre la serpiente representa el intenso intento
de control sobre la vida y la muerte. El poder de decisión sobre el propio modo de vida,
está ligado a la libertad que tanto inspira y estima el gitano…” (44).
Figura 14. Imagen vintage coloreada de Ouled Nail, Argelia.

2. LA SERPIENTE EN
LA ANTIGÜEDAD
“Lee lo que dicen los libros apropiados y lo encontrarás.
Debes saber que: “Habla a -los reptiles de- la tierra y te
adoctrinarán, pregunta a las bestias, y te instruirán; a las aves del
cielo, y te enseñarán; los peces del mar te informarán (Job, 12.)”.
En todo ello hay un significado muy útil”
Dhuoda, Liber manualis, III, 10, 117-124

2.1. PALEOLÍTICO Y NEOLÍTICO


La serpiente como motivo iconográfico aparece ya en el Paleolítico Superior, en
el Magdaleniense (15000 a. C.), en objetos fabricados en astas y huesos de animales
decorados con líneas espirales y onduladas, como los encontrados en el yacimiento de
Lortet (sureste de Francia) donde la serpiente está asociada con aves y plantas lo que
tendría probablemente relación con ritos estacionales de primavera.
En el Neolítico es muy frecuente encontrar la asociación de la serpiente con
grafismos acuáticos: líneas verticales paralelas o convergentes, líneas verticales cruzadas
en retículas o tramas, zigzags paralelos verticales y líneas paralelas ondulantes o rectas.
En esa misma época se han encontrado abundantes sellos circulares con espirales
grabadas en yacimientos como el de Katai Huyk (Anatolia) y en vasos de cerámica en
asentamientos de la cultura Cucutemi de Frumusica (Moldavia) y en Karanovo (Bulgaria)
(45).
También se han encontrado reproducciones de cabezas de serpiente en algunos vasos
de cerámica en yacimientos de Cerdeña o en terracotas en Centroeuropa. En
Aberdeenshire, Escocia, se encontraron unas piedras datadas en el Neolítico Tardío (3000
a. C.) y talladas con espirales. Y también se han encontrado en piedras monolíticas
verticales en tumbas en Irlanda (yacimiento de Newgrange) espirales que coexisten con
zigzags y líneas paralelas.
Otros hallazgos similares se han encontrado en platos de cerámica en asentamientos
en Dimini al norte de Atenas (5500-4500 a. C.), en grabados sobre piedra en Tende al sur
de Francia, en Hacilar en Anatolia (6500-5500 a. C), Beletinci en Yugoslavia (4500 a. C.) y
en Munhata en Palestina (4000 a. C.).
Pero quizás la primera representación clara de una serpiente está en la cueva de La
Baume-Latrone en el sur de Sainte-Anastasie en Gard, Francia, datada entre el 40000 y
26000 a. C. En ella se hace evidente una línea larga serpenteante donde ese distinguen
unos colmillos y lengua bífida (Fig. 15). La serpiente parece estar amenazante, y se intuye
la figura de una mujer.
Algunos autores han interpretado esta imagen como un juego de palabras visual que iría
de la serpiente como mujer a la serpiente como diosa. La escena está animada con unos
mamuts que apoyan a la serpiente-mujer-diosa. Se le llama Nuestra Señora de los
Mamuts.

Figura 15. Cueva en La Baume-Latrone en el sur de Sainte-Anastasie en Gard, Francia (40000-


26000 a. C.)

También en Italia en Porto Badisco se han encontrado pinturas datadas en el 39000 a.


C. con líneas serpenteantes y en zig-zag. Las líneas tienen un extremo ancho y otro
elongado lo que podría significar la cabeza y la cola. Todas las imágenes son
representaciones de la vida en un ambiente agrícola (46).
En España se podría destacar la estela-menhir del dolmen de Navalcán (Toledo), en la
que se puede apreciar en una cara una serpiente grabada y, en otra cara, varias
incisiones serpenteantes (Fig. 16). Estas imágenes de serpientes grabadas, abundantes
en las tumbas megalíticas asociadas a temas antropomorfos y solares, se han relacionado
con el carácter mítico del personaje enterrado (47).
Figura 16. Estela-menhir del dolmen de Navalcán (Toledo)

2.2. CENTRO RELIGIOSO DE GÖBEKLI TEPE, TURQUÍA


Göbekli Tepe (monte panzudo) es un centro religioso descubierto en el sur de Turquía
de más de 11600 años de antigüedad (7000 antes que la pirámide de Keops) que
representaría el templo más antiguo del mundo y sugiere que la civilización pudiera haber
empezado por la conciencia de lo sagrado y no por la agricultura (48).
La construcción consta de decenas de enormes columnas (de hasta 5,4 metros de altura
y con un peso de 16 toneladas) dispuestas en una serie de círculos, apiladas unas encima
de otras, y que recuerda a Stonehenge. Pero es más antiguo y, al contrario de éste, los
pilares son piedras de caliza tallados y con bajorrelieves de animales, gacelas, serpientes,
zorros, escorpiones y jabalíes.
Figura 17. Columnas encontradas en Göbekli Tepe, Turquía. En primer plano, una columna con
un sacerdote tallado y un poco más atrás otra con imágenes de serpientes.

Uno de los edificios más importantes con pilares monolíticos en los que aparecen
grabados de serpientes es la llamada “Casa del pilar de la serpiente” pero hay otras dos
zonas del complejo con pilares con grabados similares (Fig. 17). Parece claro que fue un
centro de culto en el que las serpientes tenían una alta consideración pudiendo simbolizar
quizás fertilidad, vida y divinidad aspectos muy importantes para los habitantes del Periodo
Neolítico (49).
Su importancia es tal que incluso está cambiando la idea de que la revolución neolítica
fue un suceso único ocurrido en un único lugar, Mesopotamia, entre los ríos Tigris y
Éufrates (actual Iraq) y que más tarde se extendió a la India, Europa y el resto del mundo
favorecido por los cambios climáticos. Sin embargo, Göbekli Tepe hace pensar que esa
revolución fue obra de muchos lugares que actuaron en un área muy extensa y a lo largo
de millones de años. Incluso que su motor no fuera el medio ambiente (50).
Los pilares en forma de T representan figuras humanas que miran al centro del
círculo como en una reunión o danza. Las figuras de animales, a los que pudieron atribuir
un carácter totémico, podrían estar protegiendo a las figuras humanas.
La construcción de este templo parecen indicar que la religión pudo haber surgido
antes que la agricultura y sugiere que el impulso humano de congregarse para la práctica
de rituales sagrados apareció cuando el ser humano dejó de verse como parte del mundo
natural y empezó a tratar de dominarlo. Algunos investigadores creen que la necesidad de
conseguir alimento para quienes trabajaban en Göbekli Tepe y los que allí se reunían para
sus ceremonias pudo conducir al cultivo de cereales silvestres.
Algunos de los primeros indicios de la domesticación de plantas empezó en el sur
de Turquía en Nevalt Çori, situado a 30 kilómetros de Göbekli Tepe. Allí se hallaron pilares
en forma de T con imágenes parecidas a las de Göbekli Tepe y datados en el neolítico
precerámico (8000 a. C.). Pero lo más sorprendente es una escultura humana de tamaño
natural con una serpiente en la parte posterior de la cabeza (Fig. 18).
Figura 18. Nevalt Çori, Turquía (8000 a. C.)

2.3. PUEBLOS CELTAS


En la Edad del Hierro los celtas mantienen el icono aunque con variaciones
como añadiéndole cabeza y brazos humanos. Como ejemplos de este periodo tenemos los
hallazgos en la tumba de una princesa celta encontrada en Reinheim (Alemania), las
piedras grabadas de los pueblos Pictos en Escocia y otros pueblos en distintos puntos de
Europa Central y Occidental. Los celtas ocuparon Gales, Escocia, Irlanda, la Bretaña
francesa y el Norte de España, aunque hay investigadores que localizan su origen en el
suroeste de Alemania, en el curso superior del Danubio. Fueron grandes orfebres y
fabricaron verdaderas obras de arte en forma de joyas en plata y oro.
En todas estas zonas se han encontrado santuarios o templos para el culto de la
diosa Serpiente, casi siempre situados en grutas o lugares subterráneos. Algunos que se
remontan al Neolítico conservan grabadas en las paredes imágenes de serpientes. En
otras se han hallado figurillas de la diosa a veces formando círculos lo que sugiere la
realización de rituales más o menos elaborados (51).
En la iconografía celta europea, la serpiente aparece con cabeza de toro o carnero y
suele estar asociada a personajes antropomorfos y a otros animales. En España suelen
aparecer solas y de manera esquemática en fíbulas y formando parte de broches de
cinturón. Cabe destacar la encontrada en la tumba 350 de la necrópolis de la Osera
(Ávila), donde la urna funeraria era un caldero de bronce con asa en forma de serpiente
(52).
La figura de la serpiente con cabeza de carnero o cornuda está conectada con el
dios cornudo que se representa en el caldero de Gundestrup, vaso de plata ricamente
decorado datado en la edad de hierro (200-300 a. C.) y encontrado en Dinamarca en 1891
(Fig. 19). También en Meigle (Peethshire, Escocia) se han encontrado imágenes que
muestran un dios con cuernos de toro y piernas de serpiente (Fig. 20). Son las piedras
grabadas de los Pictos que eran una confederación de tribus que vivieron en el este de
Escocia hasta aproximadamente el año 850. Fueron convertidos al cristianismo en los
siglos VI y VII.
Este tipo de imágenes con serpientes también se han encontrado en otros lugares
como Cirencester, Gloucestershire (Reino Unido) en altares dedicados al dios celta Vitiris
“el poderoso”. También en Lypiatt Park, Gloucester.
Los druidas consideraban a la serpiente como imagen de la vida que surge en primavera
y como icono que ocultaba y defendía el conocimiento para que no cayera en manos
perversas.
También en este caso podía estar representada con cabeza de carnero como en los ritos
órficos de Grecia y Tracia (53).
Figura 19. Caldero de Gundestrup encontrado en Dinamarca (200-300 a. C.).

Figura 20. Dios con cuernos de toro en una piedra grabada de los Pictos encontrada en Meigle
(Peethshire, Escocia)

La mitología celta conectaba la serpiente con las aguas curativas y la diosa Brighid,
diosa de la inspiración relacionada también con la sanación y la adivinación. También otros
muchos cultos acuáticos incorporaban la veneración a las serpientes. Por ejemplo, Borvo,
dios sanador asociado con las aguas de manantiales burbujeantes era representado con
una serpiente con cuernos enrollada hacia él. Verbeia, diosa del río Wharfe (Yorkshire,
Reino Unido) era representada como una diosa sujetando dos serpientes.
La diosa gala Rosmerta diosa de la fertilidad y abundancia era a veces representada
con un caduceo y según la mitología celta estaba emparejada con Mercurio en la síntesis
de los panteones romano y celta, especialmente en el este de la Galia. Otros ejemplos han
sido encontrados en Mavilly en Francia también con una diosa con dos serpientes en su
mano izquierda. Las serpientes también pueden ser malévolas en la mitología celta. En
Irlanda en las Dindshenchas (poemas épicos) se describe una poderosa serpiente que
podría haber consumido todo el ganado de los irlandeses pero que fue asesinada por el
dios de la curación, Diancecht. Y también la historia del héroe MacCecht cuenta que mató
en combate a Mechi porque se había profetizado que causaría un desastre en la isla de
Irlanda descubriendo que tenía tres corazones con una serpiente en cada uno (54).
La decoración más frecuente que ese encuentra en el arte celta son dibujos de
líneas entrecruzadas sobre todo grabadas en piedra. En la mitología cósmica celta es muy
conocida la imagen del “wuivre”, dos serpientes entrecruzadas. Se utilizaban como
talismán ya que se cree que como serpientes se arrastran por el interior de la tierra, se
entrecruzan en puntos determinados, provocando concentraciones de energía que
convierten tales encrucijadas en enclaves sagrados. La serpiente simboliza la fuerza de la
tierra.

2.4. PUEBLOS INDOEUROPEOS: SUMERIA Y MESOPOTAMIA


En la antigua cultura sumeria la manifestación de la divinidad se representaba a través
de una serie de niveles simbolizados por sus construcciones en forma de torres
escalonadas, llamados zigurats y consideradas reflejo de las etapas o niveles de desarrollo
de la conciencia humana. En un kudurru o piedra babilónica utilizada para señalar el límite
de unos terrenos y datada en el siglo XII a. C. se muestran los seis niveles de la Montaña
del Mundo que en orden descendente son: el planeta Venus representado por Ishtar, la
diosa de la vida, la luna creciente del dios lunar Sin y el disco solar de Shamash, bajando
hasta los elementos del abismo oceánico.
Una enorme serpiente se yergue por todo el lateral izquierdo inclinándose en la parte
superior para mostrar su cabeza por encima de la luna creciente (Fig. 21). La fluidez de la
serpiente sugiere el agua y su roja lengua bífida, el fuego (55).

Figura 21. Kudurru representando los niveles del mundo

En la mitología sumeria la diosa Ishtar, diosa del amor, de la guerra y la fecundidad,


se decía que estaba cubierta con escamas como una serpiente. Las serpientes también
estaban presentes en muchos ritos religiosos y eran el emblema principal de Sabazios
cuyos sacerdotes dejaban caer serpientes doradas a través de sus túnicas para simbolizar
el dios en su seno.
En mitos Asirio-babilónicos Ea o Enki dios de las aguas, es algunas veces dividido
en Lakhmu y Lakhamu, serpientes masculina y femenina de los que nace Anshar (el
principio masculino del cielo) y Kishar (el principio femenino de la tierra).
La diosa Nidaba, diosa de la escritura, educación, ciencia y del maíz llevaba
serpientes subiendo por sus hombros. En el templo de Inanna en Uruk (Mesopotamia) la
escritura se hacía en forma de pictogramas; las mujeres eran escribas, poetas, escolares y
autoras de textos religiosos. En la figura 22 se muestra una de estas diosas serpiente
amamantándo un bebé.
Algunos autores creen que Mesopotamia era originariamente un matriarcado y
que gradualmente se hizo patriarcado con la emergencia de las ciudades estado. Durante
ese proceso, las diosas serpiente de la antigüedad se convirtieron en temidas como
manifestaciones del poder femenino y del misterio.
Y cómo ya se ha comentado en la introducción, en la “Epica de Gilgamesh” se cuenta
la leyenda del héroe y de la serpiente que le roba la hierba de la inmortalidad.
Figura 22. Diosa serpiente de terracota. Ur , IV milenio

Sin embargo, uno de los hallazgos más representativos de esta cultura es el vaso
de libaciones del rey Gudea de Lagash (2000 a. C.) que tiene una ornamentación del dios
serpiente Ningishzida (dios del inframundo) manifestado como una pareja de víboras
copulando enrolladas en un palo. Ningishzida era el dios del Árbol de la Vida. La imagen
tiene una gran importancia ya que se asemeja tanto al caduceo de la mitología griega
como a los chakras de la sushumna en la mitologia hindú.
En la tradición ofítica a la diosa de la Luna Cibeles (diosa de la Madre Tierra, adorada
en Anatolia desde el neolítico y equivalente de Gea, de la Rea minoica y la Magna Mater
romana se la suele representar ofreciéndole una copa a una serpiente. En Canaan y
Palestina, la serpiente enrollada en un palo fue adorada como dios de la curación y
también como representación de la diosa Tierra. A la diosa de los cananitas, Astarté,
también se le relaciona con serpientes. Otra diosa serpiente era Kadi, una deidad asirio-
babilónica adorada en Der que controlaba la mortalidad, se representaba como una
serpiente con senos humanos. Y a los dioses de la muerte se les representaba con
serpientes subiéndoles por los hombros. También la serpientes representaba al dios de la
oscuridad, Tuiamat.

2.5. EGIPTO
Entre los egipcios existe constancia de la serpiente como símbolo desde el año 3000 a.
C. Incluso su lenguaje está influenciado por la iconografía de la serpiente ya que los
jeroglíficos son también un arte pictórico. Entre el lenguaje escrito entre los años 2240
hasta 1740 a. C. dos de los 24 fonogramas son el símbolo de la serpiente: el sonido f se
representa como una víbora cornuda y la d como una cobra en la forma del uraeus. El
signo de la babosa o serpiente cornuda (fonéticamente f) se refiere a lo primigenio y a las
fuerzas cósmicas.
El origen del mundo para los egipcios antiguos estaba representado por cuatro parejas
de dioses en los que los elementos masculinos se representaban por serpientes. Nun y
Naunet, la primera pareja de demiurgos representaban el agua primigenia; Heh y Hehet, el
espacio infinito, Kek y Keket, la oscuridad y Nia y Niat (luego fueron Amón y Amonet) lo
oculto.
La cobra sagrada era el animal protector de los faraones y miembros de la realeza y por
eso se colocaba en las coronas y tocados en actitud de vigilancia siendo el más preciado
adorno de la diadema real (Fig. 23). Representaba a la diosa Uadyet, “la Verde”, hija de
Anubis, ojo izquierdo de Ra. Los antiguos egipcios creían que el ojo de Ra destruía a sus
enemigos con fuego. En su origen se cree que era el símbolo del crecimiento pues el Delta
del Nilo, lugar del que procedía, estaba lleno de serpientes (56).

Figura 23. Uraeus en la máscara de Tutankamon y en una diadema real.

Renenutek, mujer con cabeza de cobra, protege los graneros, las cosechas y los
ciclos agrícolas y es la encargada de los nacimientos, de amamantar al rey y de que no
falte la leche a las madres.
En general, los nombres de las diosas presentaban como signo determinativo el de
la serpiente. También se empleaba para aludir a lo primordial, a los estratos más primitivos
de la vida. En el Libro de los Muertos los reptiles son los primeros en aclamar a Ra cuando
aparece sobre la superficie del Nou. La asimilación como demonio estaba representada a
través de Tuat, cuyos genios maléficos se representan como serpientes, pero que también
podían aparecer en forma benéfica y en esta expresión corresponden a las diosas Nekhbet
y Bouto (57).
En Egipto la serpiente tiene gran importancia adoptando características tanto
benignas como malignas. El dios Amón en su papel de dios creador, puede adoptar la
forma de serpiente primordial denominada “Amon Kamutef” (“el que está en el origen del
doble país”).
En el lado negativo estaba Apofis, que encarnaba a todas las serpientes excepto a la
cobra, de carácter solar. Representa a las fuerzas del mal que acechan desde el “más allá”
para entorpecer el recorrido de la barca solar en la noche y destruir el orden cósmico.
Nunca lo consigue de la misma manera que tampoco ella puede ser destruida ya que
ayuda a mantener la balanza equilibrada. Sin su concurso tampoco podría existir el Bien.
Cuenta la leyenda que una vez herida por uno de los defensores de la barca su sangre tiñe
de rojo el cielo del amanecer. Es la hora 12 del Amduat (libro de aquello que existe en el
inframundo) y en la que el dios Sol se encarna renovado en una gran serpiente que asoma
en el horizonte.
Uno de los ejemplos más impactantes de iconografía de la serpiente está en las
catacumbas de Kom el-Shuqafa, Alejandría, y datada en el siglo I-II d. C. (aunque
originariamente más antigua, los romanos la utilizaron para sus enterramientos) La entrada
a la cámara funeraria está llena de simbolismo (58). Para entrar hay que pasar por una
puerta en cuya parte superior hay un disco bajo un friso de cobras. En cada lado hay un
escudo circular cubierto de escamas y con una cabeza de Medusa en el centro (para
petrificar a los posibles ladrones de tumbas), y dos serpientes (representando a
Agathodaimon, el dios benevolente) llevando puesta la doble corona de Egipto. Es más,
cada enorme Agathodaimon a los lados de la entrada sujeta un caduceo de Hermes
Psychopompos (el dios que lleva a los muertos al siguiente mundo). Por encima,
cada enorme serpiente tiene un escudo con la representación de Medusa con serpientes
en el pelo (Fig. 24).
Una de las asociaciones más conocidas es la de la serpiente y Cleopatra VII que
es representada con un áspid mordiéndole o a punto de morder su pecho aunque no se
sabe si fue.
realidad o un mito que ha hecho que la reina sea inmortal. Su historia es casi idéntica a la
de Dido, una reina africana cartaginesa cuyo suicidio se relata en la Eneida de Virgilio (59).
En algunas imágenes encontradas se pueden ver serpientes con dos piernas, con pies y
dos manos. En muchas descripciones y mitologías de la antigüedad se asumía que tenían
piernas, incluso el hecho que Dios condenara a la serpiente a caminar sobre su abdomen
es interpretado por algunos como que en algún momento de la historia las pudieron tener.

Figura 24. Catacumbas de Kom el-Shuqafa en Alejandría (anteriores al siglo I-II d. C.)
La serpiente también se relacionaba con la Medicina y así Meretseger era la diosa
cobra, diosa de la Medicina y curaba las picaduras de serpiente (Fig. 25). Personificaba
una montaña cercana al Valle de los Reyes y velaba las tumbas de los faraones
escupiendo veneno a los que intentaban perturbar su descanso. Y en la tumba de Merit
Ptah, la primera mujer médico de la que hay constancia en la historia se encontró una
estatua representándola con una tiara en la que llevaba el uraeus.

Figura 25. Meretseger, diosa de la Medicina, representada en la forma de una cobra


2.6. CRETA, GRECIA Y ROMA
2.6.1. Creta
En la era del Bronce Minoico (2000 a. C.) ya se encontró una corona o tocado de la
diosa Serpiente en cuya parte trasera se representa un entrelazado de serpientes. La
representación más conocida de la diosa Serpiente fue hallada en el palacio de Cnosos en
forma de figurillas de cerámica o terracota decoradas con espirales serpentiformes a lo
largo del tronco, falda y brazos (Jesús Herrera Marcos, 2012, p. 178). Datadas alrededor
del año 1600 a. C. también hay algunas fabricadas en marfil que son ejemplos del periodo
más esplendoroso del arte minoico (Fig. 26).

Figura 26. Diosas serpiente de terracota y de oro y marfil (Knossos, 1600-1500 a. C.)

La gran diosa a menudo es representada con serpientes, especialmente en Creta donde


puede sujetar una en cada mano, como protección doméstica y signo fálico. Parece que en
Creta había un culto a la serpiente y en monedas de esa época se ve a la Gran Diosa
sentada debajo de un árbol acariciando la cabeza de una serpiente. También aparece una
serpiente en el culto a Eileithya, diosa del nacimiento. Las serpientes son asociadas con el
embarazo en muchas mitologías, en las que la serpiente se ve como el marido de todas
las mujeres.
El ejemplo más antiguo de diosa serpiente apareció en Creta en una terracota encontrada
en Kato Chorio. Datada en el Neolítico (6500-3500 a. C.) representa a una mujer sentada
con el cuerpo de una serpiente (Fig. 27). También se ha encontrado muchos vasos y
jarrones de la cultura minoica, tanto de uso doméstico como religioso, que se adornan con
serpientes (60).
Figura 27. Diosa serpiente Kato Ierapetra (4500 a. C.)

Característicamente en la sociedad minoica lo femenino no era temido ni


estaba marginado; por el contrario las mujeres dominaban de la manera más atractiva en
las ceremonias religiosas bien como diosas o como sacerdotisas. Y existen evidencias que
hacen creer que en uno de los laberintos de Knossos se guardaba una serpiente que
representaba a la diosa. El hecho que estas diosas se representaran con los senos
expuestos, habitual en la vestimenta de las clases privilegiadas, hacen creer que esta
pudiera ser la causa de la relación de la serpiente con la fertilidad, poder, belleza,
maternidad y todo lo que se pueda desear. Incluso se han encontrado pruebas de una
fuerte relación entre las sacerdotisas, la serpientes y la danza como se constata en un
anillo encontrado cerca de Knossos, en la tumba de Isopata, ejemplo de tumba-edificio
del periodo neopalacial entre el 1700-1400 a. C. (Fig. 28). También se ha encontrado una
serpiente en un amuleto. La cultura minoica influenció a los canaanitas y así se han
encontrado numerosos cuencos y jarras con dibujos de serpientes en la antigua Palestina
(61).

Figura 28. Anillo con figuras de sacerdotisas danzando con serpientes encontrado cerca de
Knossos, en la tumba de Isopata (1700-1400 a. C.)
2.6.2. Grecia y Roma
Los griegos, seguidos muy de cerca por los romanos fueron los que más emplearon
la simbología de la serpiente y ambos estuvieron grandemente influenciados por los
egipcios. El desarrollo común de la simbología ofídica en Grecia y Roma se ve clara
cuando se comparara con los mitos Persas (62). El dios diabólico Angra Mainyu (Ahriman)
puede adquirir la forma de lagartija o serpiente. En una piedra del siglo II se ve al dios con
dos serpientes levantadas cerca de su hombro izquierdo, y parece que dos serpientes
sobresalen de sus hombros. El médico y guerrero Thraetaona considerado el “más
victorioso de todos los victoriosos cercano a Zaratustra” curaba el daño causado por la
serpiente y peleaba contra los dragones.
En la antigua Roma el Mithraismo fue muy importante y hay constancia de su culto
desde la alta Alemania hasta Persia. Mithra, el dios sol que todo lo conquista, se
representa matando un toro habitualmente acompañado por una serpiente, un escorpión y
un perro (Fig. 29). Algunas veces el perro y la serpiente pueden estar bebiendo la sangre
del toro o incluso, en algunas imágenes, la serpiente no sólo bebe la sangre sino que le
muerde los testículos.
Otro dios en el Mithraismo denominado Aeon es un dios con cara de león y con
serpientes enrolladas en su cuerpo, representando la naturaleza repetitiva del tiempo. A
veces, en Roma y en el oeste, Mithra aparece con cabeza de león con el cuerpo enrollado
por una serpiente.
Algunos piensan que era una deidad benevolente (Aion, Chornos, Zurvan) mientras otros
piensan que está asociado con el dios diabólico Ahriman (63).
Durante mucho tiempo la adoración a Mithra fue considerada una religión militar,
pero ahora se sabe que Mithriates construyó santuarios y fue adorado en ciudades
importantes, incluyendo Ostia y Roma. Originaria del este fue transformada por griegos y
romanos y se hizo muy popular.
El Mihtraismo fue un peligro para el Cristianismo y así se destruyeron muchos de
los templos y se obligó a abandonar su culto aproximadamente en el siglo IV d.C. Eso sí,
se apropió de la fecha de nacimiento de Mithra, el 25 de diciembre. También otro culto
denominado Deus sol invictus celebraba el nacimiento del sol en esa misma fecha (64).
La serpiente fue un símbolo positivo en el Mithraismo y éste se asoció con la astronomía
y astrología. Se le asignó un sitio en el zodíaco situándolo entre las dos osas, mayor y
menor.
Figura 29. Representación del dios Mithra

Al contrario que en la cultura persa, las imágenes de serpientes sí abundan en la


literatura, arte y culturas griegas y romanas. Aparecen en frescos en villas de Pompeya, en
vasijas, jarras, monedas, etc. y en poemas y documentos oficiales.
En Griego hay 41 nombres para la taxonomía de la serpiente e incluso hay una
palabra que significa perteneciente a las serpientes, ophiakos. Hay palabras para designar
la comida de las serpientes, el matador de serpientes, el luchador de serpientes el
encantador de serpientes, etc.
En Grecia la serpiente se asocia a la divinidad y simboliza fertilidad y muerte.
Algunos ejemplos son Medusa, la serpiente que guarda las manzanas de oro de las
Hesperides, la Pitón Apolonia, la serpiente que mata a Laooconte y sus hijos, y con la
lucha de Hércules niño. Y también un atributo de la Madre Tierra, personificada en
Demeter (Fig. 30). Demeter y su hija Perséfone se representan enviando a Triptolemus a
los humanos con el regalo del trigo. Habitualmente se le representa sentado en un carruaje
tirado por serpientes.
Figura 30. Demeter

El mito de Pitón, la serpiente que enviada por Hera, cuenta que oficiaba y guardaba
el oráculo de Demeter en Delfos y tenía el don de la predicción. Tenía 100 cabezas y por
sus bocas escupía fuego. Como sabía que uno de los hijos de Leto le habría de matar,
intentó asesinar a la diosa durante su embarazo, pero Zeus, el padre, le salvó y Pitón tuvo
que esconderse en el monte Parnaso. A los cuatro días de nacer, Apolo hirió a la serpiente
con una flecha y, aunque se escondió en Delfos la siguió hasta allí y acabó con ella. Se ha
comparado a Apolo con Cristo pues también fue vencedor del mal.
Tifón, hijo de Gea se representaba con piernas de serpientes enroscadas y los dedos de
sus manos cabezas de serpientes. También la serpiente fue el emblema de las
sacerdotisas de Dionisio y en las ceremonias las llevaban en las manos. El cambio de su
piel era señal de los cambios en las personas para mejorar o transformarse mental o
espiritualmente.
En la leyenda de Jasón, capitán de los argonautas, el Vellocino de Oro está custodiado
por una serpiente o dragón del que se apropió con la ayuda de Medea, símbolo de la
búsqueda de lo imposible. El patrón iconográfico de este mito guarda similitudes con el
patrón de Adán y Eva en el románico.
Cuando Roma conquistó militarmente a Grecia, la cultura romana fue
conquistada intelectualmente por la cultura griega tanto en el arte como en la iconografía.
En definitiva, y según la visión de Horacio, “la civilización griega fue hija de las culturas del
este, y la romana el producto de la educación griega”.
En Roma las serpientes eran protectoras del hogar, de la familia y los animales
domésticos. Aseguraban la fertilidad, la felicidad y la salud de los hogares. Se creía que su
energía vital se transmitía a los humanos y que si se mataba una serpiente algún miembro
de la familia iba a morir. Por esta razón en las casas solían existir altares de ofrendas para
los reptiles (Fig. 31).
En muchos hogares griegos las serpientes eran mascotas y servían para proteger la casa
de bichos, ratas y otros animales. En Roma podían representar al padre de la familia y
también se les asociaba con las tumbas de los antepasados.
Plinio en su Historia Natural dice que después de que el culto a Esculapio llegara a
Roma se encontraban frecuentemente serpientes en las casas. Incluso había un juego
denominado mehen que significa el enroscado en el que el tablero tiene dibujada una
serpiente. Este juego se ha encontrado en Egipto, Creta, islas del Egeo, Chipre, Líbano y
Siria.
También la serpiente era empleada para indicar erotismo. Hay representaciones de
Príapo con una serpiente por pene y con serpientes en un plano inferior balanceándose
con su música. Aunque está claro esa relación con el falo y el erotismo parece ser que no
era ese su simbolismo principal.
Figura 31. Fresco de un altar romano encontrado en Pompeya en el que se ve a la pitón protectora del
hogar que aparece junto a los Lares o dioses domésticos.

La iconografía ofídica en Grecia y Roma es importante y hay evidencias de ella en


todos los países en los que estuvieron. En joyería no sólo tenía un papel de ornamentación
si no que tenía un objetivo religioso y simbólico. Hasta las fuentes se decoraban con
serpientes acuáticas.
Los personajes mitológicos más importantes y que se relacionan con serpientes son
los siguientes:
• Hermes (Mercurio) : el mensajero de los dioses, asociado con el caduceo.
• Agathadaimon: dios serpiente benevolente. Alejandro el Grande le construyó un santuario
en Alejandría.
• Hércules: héroe al que se le suele representar matando serpientes o también en el jardín
de las Hespérides con una serpiente enroscada en un árbol.
• Cancerbero: perros guardianes de las puertas del inframundo para que nadie escape de él.
A veces tienen rabos que son serpientes.
• Laocoonte: asesinado por serpientes para que no avisara a los troyanos sobre el contenido
del famoso caballo de Troya.
• Glicón; serpiente a menudo representada con cabeza humana. A veces aparece
con Esculapio. Su nombre significa “el dulce” y es como la serpiente que acompaña a
esculapio pero siempre se le dota de una personalidad diferente y con emociones
Humanas. Es un símbolo positivo.
• Gorgonas: la más famosa de las hermanas fue Medusa y se utilizó su imagen
como símbolo de poder, magia, misterio, temor a los dioses y, sobre todo para proteger
los hogares.
• Ladón o la serpiente que nunca duerme y que guarda las manzanas de las Hespérides.
• Chronos: significa eternidad, tiempo de vida, edad y generación. Puede denotar la vida
entera, el destino. Chronos se representaba desnudo con una serpiente enrollada en su
cuerpo y con la cabeza de la serpiente descansando en su cabeza (Fig. 32). También
Aion, su hijo puede tener la misma representación.
• Ouróboros: serpiente formando un círculo y devorando su propia cola que
personifica tiempo, continuidad y el cosmos. Significaría la circularidad del tiempo y
el movimiento del cosmos como un ente completo.
• Babi, Sid: dios serpiente. Una imagen suya se encontró en el siglo V-VI a. C.
• Chnoubis: figura de serpiente encontrada en gemas mágicas. De origen egipcio.
• Zeus: dios del cielo representado algunas veces con una serpiente.
• Apolo: dios de la música y la poesía que mató a la Pitón de Delfos.
• Mithra: dios sol que a veces aparece con una serpiente y un perro que le ayudan a matar
al toro. A veces aparece también bebiendo la sangre del toro o mordiéndole los testículos.
• Abraxas: demonio muy citado en los textos de los primeros cristianos. Se le representa con
torso humano, cabeza de gallo y dos serpientes como piernas (Fig. 33).
• Esculapio, Asclepio: dios de la Medicina cuyo bastón con serpiente enrollada es simbolo.
• Hygea, hija de Esculapio: se la representa alimentando a una serpiente de su mano o de
una copa, siendo ésta última el símbolo de Farmacia. Es la diosa de la salud y la higiene.
Figura 32. Imagen de Chronos con una serpiente enrollada en su cuerpo (Museo de
Mérida)

Figura 33. Sellos con la imagen de Abraxas

3. ORIENTE: ISLAM, HINDUISMO Y


BUDISMO
“La pasión hace nueva a la vieja medicina
la pasión corta la rama del cansancio
la pasión es el elixir que renueva
¿cómo puede haber cansancio cuando
está presente la pasión?
oh! no suspires con pesadez por la fatiga
¡busca la pasión, búscala, búscala”
Jalal al-Din al-Rumi
Mathnawi VI, 4302-4304

3.1. PAISES CON INFLUENCIA DEL ISLAM


El arte islámico abarcaría las obras producidas no sólo en el territorio que se extiende
entre España y Marruecos y Afganistán, sino también el arte musulmán en la India,
Sureste Asiático y África subsahariana. Sin embargo, a efectos prácticos este apartado se
centrará en lo que tradicionalmente se conoce como países árabes.
Existe una creencia generalizada que en la cultura islámica la representación figurativa
está tajantemente prohibida. La prohibición está dentro del contexto de no representar
seres vivos en cuanto que puedan suponer un intento de imitar al único Creador y ello
explica que no haya este tipo de representaciones en las mezquitas. Sin embargo, y desde
muy antiguo, en parte por influencias siria, persa, egipcia, mesopotámica, etc. se extendió
la representación animal en telas, cerámica, talla de madera, miniaturas y objetos
cotidianos conviviendo con la decoración vegetal y caligráfica (65).
A los intelectuales de la cultura islámica les gustaba discutir de muchos temas y
las conversaciones eran redactadas con frecuencia. No hacían lo mismo con las artes
visuales por lo que la mayor cantidad de información, sobre todo en lo que concierne a su
arte en la Edad Media, viene dado por poesías, libros de viajes, tratados científicos y sobre
todo por códices iluminados.
La prohibición contra la reproducción de imágenes ha sido y es fuente de
mucha controversia y así no parece que haya ninguna certeza absoluta de que el Corán
contenga ninguna absoluta prohibición contra la representación de seres vivos. Lo que sí
existe en el Islam, herencia de otras tradiciones orientales, es la “aversión por el intento
sacrílego de imitar al Creador”. Ni en el Corán ni los hadices (tradiciones, dichos….) del
Profeta expresan unadoctrina del arte o de las imágenes, fueron los teólogos los que
establecieron una jurisprudencia y así condenarán la soberbia de aquellos que intenten
imitar la creación de Alá mediante imágenes e ídolos (66).
De lo que sí existía prohibición explícita en el Corán es contra la fabricación de ídolos y
de esculturas en general. En la sura 5:92 se dice “Oh creyentes, el vino, los ídolos y la
adivinación por medio de las flechas son una abominación, obra de Satanás, así es que
evítenlos”. Algunos hadices que mencionan expresamente este tema son “Los ángeles no
entrarán en la casa que tenga el dibujo de un perro”;”Aquellos que serán más severamente
castigados en el Día del Juicio serán los asesinos de un Profeta, los que hayan sido
sentenciados por un Profeta (…) y los que hagan imágenes o pinturas”/ “¿Cuáles son las
tres clases de enemigos de Dios? El hechicero (…) y el que hace imágenes o pinturas es
enemigo de Dios…” .
Sin embargo, no habían pasado 50 años de la muerte del Profeta y ya existía un arte
del Islam promocionado por los califas omeyas de Damasco. Y con la instalación del
califato en Damasco se entró en contacto con la rica herencia de Bizancio.
En la Edad Media los territorios bajo influencia del Islam fueron inmensos y muy
diversos abarcando desde España y las costas marroquíes hasta el norte de la India. Y,
como en todas las culturas, el entendimiento de sus obras artísticas es inseparables de su
historia y religión.
El Profeta Mahoma nació en el 570-1 en La Meca y hacia el 610 recibió la primera de
una serie de revelaciones visionarias del arcángel Gabriel, en las que le dictó el Corán. En
los años siguientes, Mahoma predicó el Islam como la realización del Cristianismo y
Judaísmo, y como la revelación definitiva de la palabra de Dios. Era monoteísta, y
proclamaba la unión de los creyentes para obedecer las mismas leyes y luchar en misma
guerra santa, la jihad. Dado el atractivo por su simplicidad y austeridad y que había un
antiguo sentido de identidad cultural en las sociedades tribales de Arabia, en muy pocos
años la cantidad de conversos no tuvo precedentes. Para cuando murió Mahoma en el 632
sus seguidores ya controlaban La Meca y Medina y gran parte de Arabia occidental. Bajo
los califas que le sucedieron, los ejércitos árabes derrotaron a los bizantinos en el sur de
Palestina y a los sasánidas en el sur de Mesopotamia conquistando una extensión de
territorio que incluía Palestina, Siria, Iraq y la mayor parte de Irán. Las dinastías siguientes
desde los omeyas, abasí, samaní, gaznaví, selyuquí hasta los safavíes y turcos otomanos
consiguieron que el Oriente Medio islámico abarcara toda la cuenca del Mediterráneo
hasta Irán y parte de la India (67).
Sin embargo, entre ellos merece la pena destacar la contribución de los sufíes y las
órdenes derviches sin las que es muy difícil entender la historia cultural del mundo
islámico. Safi al-Din, fundador de la dinastía safaví en el siglo XIV, ya ha sido descrito
como un jeque sufí. El sufismo no es ni fue un único movimiento. El término describe un
número extenso de creencias místicas dentro del Islam. Sin embargo, mientras algunos
sufíes nunca se apartaron de la corriente oficial, otros fueron influidos por el misticismo
cristiano, el cabalismo judío o el chamanismo de Asia Central. En el sufismo existe una
estrecha relación con el arte ya que estos tomaban parte en gremios y prácticas
artesanales y sus escritos son base fundamental del estudio de arte islámico, y ellos, mas
que nadie consideraban fundamental el siguiente pensamiento atribuido al Profeta: “Dios
es bello y ama la belleza”. Obras importantes son Kimmiya l-Saadat (La alquimia de
la felicidad) de al-Ghazali y datada en 1016, Mathnawi (discursos rimados) escrito por Jalal
al-Din al-Rumi (1207-1273) persa que fue una de los grandes maestros místicos y en
cuyos escritos el arte y la artesanía se plasman frecuentemente en alegorías y metáforas
(68). Otro texto importante, y que fue leído por Rumi, es el Kalila wa-Dimna (Calila y
Dimna) que consta de una serie de fábulas animales, como una serie de alegorías sufíes.
Así se les van dando interpretaciones a las miniaturas y los animales que aparecen en
ellas.
La contemplación de la belleza tenía un papel muy importante entre los sufíes y así
el místico andalusí Ibn al-Arabi (1165-1240) declaró que “el amor a las mujeres forma parte
de la perfección de los gnósticos, pues viene heredado del Profeta y es un amor divino”.
Según él ver a Dios en la forma de una mujer era la visión más perfecta de todas las
posibles.
Sin embargo, las fuentes documentales de los significados de las imágenes son escasas y
ni siquiera hay evidencia del simbolismo atribuido a los libros persas bajo “lectura sufí”.
Ni siquiera las evidencias que se tienen son claras ya que muchos edificios y objetos
solían estar protegidos por la veneración religiosa y muchos de los que no lo estaban,
como los objetos profanos, obras ilustradas, palacios, etc., no han sobrevivido hasta
nuestros días.
3.1.1. Iconografía de la serpiente en el arte
islámico
La serpiente también ha formado parte de la mitología en muchos países y así por
ejemplo en la mitología iraní, la serpiente es un aspecto de Ahriman o Angra Mainyu, la
Serpiente de la Oscuridad, el mentiroso. La serpiente Azi-dahak, el enemigo del dios sol.
En el Islam también la serpiente está muy asociada con la vida. Se le llama el-hayyah, y la
palabra para decir vida es elhyat. Sin embargo, una de las representaciones más
extendida es la que le relaciona con los yinn que son entidades que irrumpen en la vida
humana, animal y vegetal causando enfermedades y males. Dotados de ambivalencia, son
también protectores a los que conviene respetar. Se les describe con multitud de
apariencias a veces como hombre joven y guapo, un gigante, animal, espíritu de la
Naturaleza, mujer joven o vieja, servidor del fuego, príncipe, rey de los océanos, servidor
del anillo, bebedor de sangre, desecador de arterias, etc. Forman familias con sus
congéneres y con los seres humanos con los que pueden mantener relaciones sexuales.
Todas estas características están reflejadas en el libro de Las Mil y Una Noches
donde aparecen, entre otras, como serpientes y serpientes aladas.
Los yinn se transforman en pez, serpiente o rana. Pueden vivir en árboles,
jardines, bosques, grutas, mar, montañas, caminos, pozos e incluso en el cielo. Se les
describe con poderes para volar, hacer magia, mostrarse en sueños, mandar sobre las
bestias salvajes, trasladar a la gente de un punto a otro, producir enfermedades, etc.
Otras descripciones que aparecen en la narrativa son de vigilantes de los días de
la semana, genio del árbol, bosque, etc. Con lo que se podría decir que el yinn sería
espíritu protector o habitante de la Naturaleza verde, árbol, bosque o jardín, guardián de
casas, identificado entre otras con animales ctónicos como la serpiente y la rana que
puede relacionarse con el fuego o con el agua, vinculado a pozos y subterráneos y con
relación con las enfermedades.
Etimológicamente yinn significa ocultar (todo lo que se oculta a la vista, ángel o genio) y a
veces estar cubierto por una vegetación abundante. Muy relacionados con los ellos están
los saytan, diablos en su sentido religioso que se aplica tanto a los genios como a los
hombres rebeldes, a la planta que crece muy rápidamente como a todo ser humano que
tiene un espíritu vivo, pronto o inteligente. La raiz stn parece indicar indócil o contrario a
algo. La palabra saytana es a la vez ruindad y agudeza de espíritu. Entre ellos, el más
importante es Iblis, el ángel custodio del Paraíso que se niega a prosternarse ante Adán,
es condenado por Dios, y a partir de esta condena y durante la tentación a la que como
venganza somete al primer hombre, es llamado al-saytan (Satanás).
Antes del Islam la estirpe de los yinn era equiparable en lo celeste y terrestre a la
humana. Fueron sometidos por Salomón pero una vez que el Profeta empezó a predicar el
Islam, muchos genios se convirtieron por lo que no todos los yinn son sayatin (69).
3.1.2. Manuscritos iluminados
Las obras ilustradas se podían dividir en educativas y de ficción y así la mayor parte
de imágenes de serpientes nos las encontramos en tratados de Medicina, como remedios
para muchas enfermedades, zoología, etc. y en miniaturas de manuscritos iluminados
formando parte de mitos y leyendas.
El libro iluminado árabe más antiguo data del siglo XI y es un tratado astronómico de
Abd al-Rahman ibn Umar al-Sufi, Kitab al-Kawakib al-Thabita (Libro de imágenes de las
estrellas fijas) realizado en el año 1009. Sin embargo hubo textos ilustrados de los que
quedan fragmentos antes de esa fecha muchas veces influenciados por técnicas y lugares
comunes de libros cristianos. La práctica sasánida de realizar historias ilustradas continuó
en el periodo islámico. Aunque la mayoría con decoraciones abstractas también hay
dibujos. Uno de los más antiguos de los que hay constancia es una historia de los reyes
iraníes que había sido traducida al árabe para el califa omeya Hisham en 731 con retratos
de gobernantes sasánidas. Y en el 841 ya hay constancia de la copia ilustrada del Kalila
wa-Dimna (Calila y Dimna), una traducción de fábulas animales indias.
Sin embargo parece que la ilustración de libros empezó a ser frecuente a partir del año
1200 pero que sorprendentemente hacia el 1350 esta moda desapareció de tierras árabes.
La iluminación del Corán tuvo su cima en los siglos XIII y XIV bajo los sultanes mamelucos
y los iljaníes mongoles (70).
La mayoría de obras ilustradas proceden de textos educativos a menudo en libros escritos
en tiempos preislámicos. Como ejemplos esta el Kitab al-Diryaq (Libro de antídotos para
venenos) escrito por un médico autodenominado Galeno (Pseudo-Galeno) en el año 1199.
También De Materia medica tratado de remedios naturales escrito por Dioscórides en el
año 77 d. C.
Estos tratados de medicina, zoología, veterinaria y filosofía siguen la tradición de
libros helenística-bizantina e incluso se encuentran similitudes entre las posturas de los
sabios y doctores con las de los padres de la Iglesia cristiana. Los retratos de autor que
solían aparecer en el frontispicio de los manuscritos árabes también parecen seguir estos
modelos.
Un famoso autor al-Jazari escribió e ilustró un tratado sobre autómatas (que estuvo muy
de moda en el periodo mameluco) y manuales sobre la guerra a finales del siglo XII.
3.1.2.1. El Kitab manafic al-hayawan (Libro de las
utilidades de los animales)
Es uno de los códices árabes mejor conservados en España. Data del siglo XIV y se debe
al iraquí Ibn al-Durayhim el de Mosul que recoge la obra de importantes médicos
anteriores. Sin embargo, el autor original de la obra es Ibn Bajtisuc, célebre médico sirio
del siglo XI. El interés del libro es tanto práctico como estético ya que reune elementos
médico-científicos junto con otros folklóricos. Hay ciertos contenidos mágicos y algunos
autores lo han relacionado con varios bestiarios semejantes de época mogol (71). Es una
obra en la que caligrafía e imagen están perfectamente organizadas dando como resultado
un destacable ejemplo de calidad artística y científica.
En el manual se describen las propiedades beneficiosas de diferentes partes de los
animales junto con utilidades excepcionales y las para preparar todo tipo de remedios
incluso para otros fines como la preparación de venenos o filtros amorosos.
En las miniaturas se cumplen varios principios generales en la estética de la
pintura islámica:
a) el principio de inverosimilitud en el que el artista no busca imitar lo real;
b) horror alvacío y
c) la estética de la ambigüedad y de la ambivalencia microcosmos de la miniatura
y macrocosmos del universo.
Además el mundo animal del Islam medieval está dotado de gran simbolismo y los
animales
representan tipos psicológicos.
Dedica un capítulo completo a los “reptiles y animales que reptan: el dragón, la víbora y
las serpientes” (Fig. 34). En él se describen distintos tipos de víboras como la pitón o
ajadna de la que dice que hay una variedad que mata con la mirada. Distingue aquellas
elegidas para fabricar antídotos y que tiene la piel suave, cabeza ancha, movimiento
acompasado y conducta no maligna y otras de piel áspera, rabo corto y escamada que
produce unos cálculos beneficiosos para muchos problemas de salud. Otros tipos son la
negra, la roja, la que tienen cuernos y también nombra a la de dos cabezas que llaman
“escondidas”.
Habla de la fisiología de las víboras destacando dos aspectos citados también en
códices medievales occidentales en cuanto a su reproducción y a la muda de la piel. De
las distintas partes beneficiosas nombra la carne, el cerebro, el colmillo izquierdo,
el corazón, grasa, hiel, sangre, rabo, piel, vértebras, huevo, etc. En algunos de estos
remedios cita a autores previos como cIsà b. cAli, al-Ahwazi y Galeno (72).
Figura 34. Libro de las utilidades de los animales.

3.1.2.2. El Kalila wa-Dimna


Este libro es una colección de fábulas animales, originalmente de la India, que fue
traducida del persa al árabe por Ibn al-Muqaffa a finales del siglo VIII. En una versión
posterior del siglo XIV se expresa que el objetivo del autor de la representación de
imágenes animales en una variedad de colores y pigmentos fuera para deleite de reyes y
que la popularidad del texto diera trabajo a pintores y escribas.
En realidad se cree está basado en frescos soghdianos en Panjikent (región Transoxiana-
Soghdania, entre Samarcanda y Bujara) que datan de los siglos V al VIII y representan
escenas del Panchatantra, colección de fábulas animales.
Las ilustraciones del Kalila wa-Dimna representan momentos dramáticos de las
historias que tratan de intrigas cortesanas en las que se ofrecen consejos sobre cómo
hacer alianzas, tomar precauciones contra enemigos y usar la astucia en la guerra (Figs.
35, 36 y 37). Aunque descrito para príncipes, también fue muy leído por burócratas y
escribanos. También los niños de los ricos formaban parte de este público lo cual puede
hacer pensar que éste era el objetivo de las imágenes. Fue un libro muy valorado para la
enseñanza del árabe y el propio autor decía que los niños se verían atraídos por el hecho
que los animales hablasen. Todas las fábulas tenían un fin educativo y moralizante. En
uno de los capítulos aparece la serpiente, el capítulo XVII “El peregrino y el orfebre (“ El
hombre, la serpiente y el ratón” tradición oral marroquí) (73). El libro fue traducido del
árabe por Alfonso X el sabio y tuvo una amplia difusión no sólo durante la Edad Media si
no hasta la actualidad ya que existen ediciones recientes.
Junto con este libro existieron otros iluminados con narraciones épicas e
historias moralizantes en las que aparecían animales siendo los más destacados el
Maqamat escrito por al- Hariri de Basora (1054-1122) copiado del original de Badi al
Zaman al-Hamadhani (968-1008) y el Shahnama escrito por Firdawsi alrededor del 1010. y
que es el poema más largo en la historia de la literatura universal con entre 50 y 60.000
pareados (no hay un texto fijo) (74).
Figura 35. Kalila wa Dimna, Imagen número 21(Museo Nacional de Baviera).
Figura 36. Kalila wa Dimna, Imagen número 63 (Museo Nacional de Baviera).

3.1.2.3. El Libro de la Felicidad


Fue una obra realizada por orden del sultán Murad III que fue considerado el califa
más refinado de toda la historia del Imperio Otomano. Durante su sultanato se protegió
a miniaturistas, poetas y artistas, astrónomos y astrólogos. En su reinado se acomodaron
todos los que tenían cierta relevancia en el mundo de las artes, medicina y adivinación.
Fue nieto de Solimán el Magnífico pero siempre se mantuvo alejado de las guerras
dejando muchas facetas de su gobierno a sus mujeres, siendo conocido su sultanato como
“el sultanato de las mujeres”. El libro lo encargó para su hija Fátima.
Tanto Solimán el Magnífico como Murad III, cultos y sibaritas, fueron grandes mecenas
y responsables del espectacular desarrollo de los talleres del Serrallo, que crearon un arte
otomano original pero de influencia persa.
El Libro de la Felicidad fue copiado por Mohamed ibn Emir Hasan al-Su’udi y contienen
los signos del zodiaco con magníficas miniaturas, predicciones según las conjunciones de
los planetas, tablas de concordancias fisonómicas, para la interpretación de los sueños y
un capítulo sobre adivinación.
Las fuentes son el Corán, Las mil y una noches, el Shahnama (Libro de los reyes), el
Libro de las maravillas de Marco Polo, el Libro de las natividades de Albumasar, el
Ikhtilajnama o Libro de los espasmos, etc. Y sobre todo el Iskendername o Vida de
Alejandro Magno, héroe con influencia fundamental en la literatura árabe, persa y turca.
En las miniaturas aparecen personajes con exóticas vestiduras, palacios y
mansiones, mezquitas, caballeros sobre caballos y multitud de animales exóticos como
pavos reales, serpientes, peces, águilas, golondrinas y garzas entre otros. También hay un
capítulo dedicado a los yinn o genios. Todas las pinturas parecen haber sido realizadas en
el taller de un célebre maestro Ustad Osman entre 1559-1596 (Figs. 37, 38 y 39).

Figura 37. Libro de la Felicidad. La Serpiente Reidora f.83v .


Figura 38. Libro de la Felicidad. La Muralla de Gog y Magog f. 76r

Figura 39. Libro de la Felicidad. Un hombre dando muerte a una serpiente f. 83v

3.2. INDIA
La civilización de la India ha tomado forma partiendo de la idea de que este mundo con
los cielos, infiernos y todo su contenido es un gigantesco sueño de un solo ser cuyos
personajes sueñan a su vez. El gran soñador, Vishnú, se representa recostado flotando en
el Océano de Leche cósmico, acunado en medio de los anillos de una cobra de múltiples
cabezas, la serpiente abisal Ananta cuyo nombre significa “ interminable” (Fig. 40). En
muchos casos se le representa con el objeto del sueño que son los cinco hermanos
Pandava, héroes del poema épico Mahabharata, que representan los cinco sentidos y con
Draupadi, su esposa que representa la mente. A los pies de Vishnú, la diosa Sri-Lakshmi
masajea su pierna derecha y así estimula el sueño cósmico (75).
En algunas representaciones del dios Vishnu le acompañan dos Nagas, mitad humanos
mitad serpiente que representan las aguas fertilizadas a partir de las cuales surge la diosa
tierra. Krishna, la encarnación de Vishnú, también es protegido por la serpiente cósmica
de múltiples cabezas cuando su padre en la tierra, Vasuveda, intenta salvarlo del malvado
rey Kansa, tirano de Mathura, que asesinaba a todos los recién nacidos por miedo a una
predicción que pronosticaba su muerte.
Esta misma representación de la cobra está también en muchas de las imágenes de Buda
en las que la cobra de siete cabezas, el Naga Muchilinda, le protege mientras medita. En
el budismo, la serpiente está a veces asociada con Buda porque se convirtió en naga para
curar a la gente. Es uno de los animales centro de la Rueda de la Existencia, donde
representa la ira. El sueño de Bramha también se simboliza con dos serpientes, una hacia
arriba y otra hacia abajo representando el sueño y el despertar y el lingam de Shiva a
veces se representa con una serpiente enroscada alrededor de él.
Hay grupos que reverencian a la serpiente como guardian y los que creen que Vishnu
se manifiesta como Shesha, la serpiente cósmica (76). La serpiente es también uno de los
animales que sujeta el mundo en la cosmología hindú, junto con el elefante, la tortuga, el
toro y el cocodrilo.
El dios del fuego Agni es una serpiente feroz y oscura. Y Vitra es una serpiente de
tres cabezas que fue matada por Indra y que encarcela las aguas causando sequías
aunque también las puede producir con su rayo.
Figura 40. El gran soñador Vishnú junto con Ananta la cobra de múltiples cabezas.

En la cultura de la India, la mayoría de representaciones iconográficas estarán ligadas a


los textos religiosos y épicos. Veda en sánscrito significa “ciencia, sabiduría” y
Puranas “antigüedades” son los textos sagrados del hinduismo con relatos legendarios
sobre el universo, la genealogía los dioses, etc. Los más conocidos son el Bhagavata
Purana y el Visnú Purana que pretenden pasar como el quinto libro de los Vedas. En ellos
existen numerosas leyendas que describen dioses y diosas-serpiente como la leyenda del
elefante en el Bhagavata Purana 8, 2-4 (77).
En la India, el culto de las serpientes y de sus genios está vinculado a las aguas.
Las serpientes son poderes protectores de las fuentes de la vida y de la inmortalidad. La
serpiente cobra es sagrada en la India, se le llama la buena serpiente y se le
considera protectora y presagio de éxito. A pesar que es muy venenosa, muy pocos
hindúes harían daño a una cobra, y menos matarla. Incluso en muchos pueblos durante el
festival de Nagapanchami, en honor de los semidioses serpiente, las cobras tienen
especial protagonismo. Son acaparadas por los lugareños que las dejan libres como un
acto religioso meritorio.
No todas las serpientes son adoradas, es la cobra la que es sagrada por sí misma.
Es más en una gran parte de la India se pueden encontrar rudimentarias tallas
representando una serpiente, o una piedra redonda en representación, cerca de casi cada
gran árbol. Estas representaciones se llaman Nagas y se les hace ofrendas de comida y
flores y se encienden velas.

3.2.1. Semidioses-serpiente: Nagas


Naga en sánscrito quiere decir serpiente y en la India hay dioses serpiente y gente
serpiente. Los Nagas son seres o semidioses que se representan mitad humanos y mitad
serpiente. Se cree que la veneración a esta serpiente viene probablemente del culto al Sol
en civilizaciones antiguas y esto está apoyado por numerosas investigaciones a través de
textos clásicos y otros que a través de pruebas arqueológicas, históricas y antropológicas
(79).
Aunque algunos escritores europeos han considerado a los Nagas y a los Devas dioses,
es más correcto denominarlos semidioses ya que serían seres humanos deidificados y
cuyo origen serían héroes de la antigüedad. Aquí también se debe distinguir a los
semidioses Naga en el cielo y a la gente Naga en la tierra. Los actuales son los
descendientes de los ancestros deidificados.
Los escritores Brahmánicos utilizan el término Naga para distinguir a aquellos que
veneran a la cobra, o serpiente con capucha.
El folklore de la India está lleno de leyendas sobre los rajás y guerreros de la estirpe de
las serpientes. En el del norte del país está lleno de leyendas en relación a la conexión del
poder de la lluvia con los Nagas. Cuando en el país hay inundaciones se pide a ellos antes
que a cualquier otro dios (Fig. 41) e incluso la tradición habla de que se les llegaba a
ofrecer sacrificios humanos en el pasado (80).
La religión de la antigüedad en la India es el culto Brahmánico en el que se basa el
sistema de castas y en cuyos rituales incorporaban sacrificios de animales. Sin embargo
surgieron disidencias a este sistema, sobre todo en las ciudades donde eremitas y ascetas
predicaban doctrinas opuesta al ritual védico. Entre los siglos VI y IV a. C. durante lo que
se denomina periodo védico tardío se racionalizan los textos védicos y se perfilan los dos
conceptos centrales del pensamiento religiosos y filosófico de la India: el del karma (la
impronta de la acción sobre el alma) y el del samsara (la transmigración de las almas,
como consecuencia de esa impronta). En el curso del siglo V a. C. el Brahmanismo
empieza a ser contestado por dos corrientes ascéticas y éticas de significación atea: el
Budismo y el Jainismo (Javier Pérez-Embid Wamba,
2012, p. 25-9). Y durante al segunda mitad de primer milenio el Brahmanismo, en
constante relación dialéctica con el Budismo y Jainismo, se transformó y renovó dando
lugar al Vishnuismo y Shivaismo (78).

Figura 41. Altar dedicado a los Nagas


La cobra erguida fue un tótem para los pueblos de la antigüedad que se Creían
descendientes del Sol y los semidioses Naga, que están descritos en los textos
Brahmánicos como “Las Serpientes Celestiales pertenecientes a Surya (el dios Sol),
fueron caudillos deificados del linaje Solar. Estos semidioses son una clase de deidaes
muy populares que todavía tiene sus templos, sus sacerdotes y sus adoradores, tanto en
el norte como en el sur de la India. Incluso es a ellos, incluso más que a los grandes
dioses de los Brahmanes, a los que el pueblo hindú ruega para tener buenas cosechas y
en épocas de hambre. Les ofrecen la primera leche de sus vacas y las primeras frutas de
sus árboles.
Existe bastante confusión en el origen de este culto pero se cree que tanto los Asuras
y Serpas del Rig Veda, los Asuras y Nagas de Manu y el Mahabharata, y los Asuras o
demonios de los Brahmanes, representan tribus hostiles de la antigüedad que se
opusieron a la invasión de los Aryan. Por ejemplo en el Rig Veda el término Ahí, o
serpiente, se aplica a los Asuras o Dasyus. Los Asuras veneraban al dios Sol del que
creían que eran descendientes y veneraban a la cobra, como el tótem protector de su raza.
Una o más capuchas de esta serpiente expandida sobre la cabeza era la marca tanto de
un semidios Naga como del jefe solar deidificado. Y en la India, Surya, el dios Sol, se
representa con un dosel sobre la cabeza formado por las capuchas de una cobra de siete
cabezas; y de esta misma manera Asura Rahu, los semidioses Naga Vasuki o Baska
Naga, Indru Naga y otras deidades.
En tiempos de Herodoto existen ya numerosos escritos describiendo muchas de esas
tribus, sus continuas guerras, sus costumbres entre las que estaban el culto a la serpiente
en el que se incluían crueles ritos como el sacrificio humanos. En el Shahnama se cita que
las serpientes del culto de Azi-dahaka tenían que ser alimentadas todos los días con
cerebros humanos. Ahí y Azi significan serpiente y hacían referencia a dinastías tribales,
no a nombres personales. Se creía que Azi-daaka tenía serpientes creciéndole en los
hombros y en la India algunas de las esculturas de los semidioses Naga se representan
igual (81).
Los Asuras a pesar de su fama como guerreros eran un pueblo muy civilizado
y construyeron grandes ciudades y castillos. Tuvieron grandes logros en salud, lujo, uso de
magia, arquitectura avanzada y habilidad para restaurar los muertos a la vida según los
escritores Brahmánicos, que se cree era debido a sus grandes conocimientos de cirugía y
de medicinas que hacía que enfermos y heridos graves se curaran (82).
Estos pueblos tenían mucho en común con los primeros habitantes de Babilonia, o
incluso más con los de Elam y países limítrofes. Adoraban el sol, consideraban sagrada a
la cobra que se representaba habitualmente con varias cabezas, deidificaban reyes y
ancestros, veneraban el cedro, sus danzas religiosas, sus ritos de sacrificios, su
comunicación con los dioses a través de profetas, su tendencia ocasional a instituciones
democráticas, su uso de emblemas tribales o tótems y algunas otras costumbres.
A lo largo de los años los escritores Brahmánicos representaron a los Asuras como
demonios que atacaron a los Devas, al igual que los Titanes atacaron a los dioses de
Grecia. Y más tarde los Asuras se convirtieron en los Nagas de Patala, el infierno
Brahmánico. Y así la palabra Naga se aplicó para nombrara a los descendientes de la
tribus Solares que mantuvieron la religión y costmbres de sus antepasados. Hoy en día se
han convertido todos en hindúes más o menos ortodoxos (83).
Antes de la invasión musulmana y que la población se convirtiera al Islam en
Persia gobernaban también jefes-serpiente y los semidioses Naga eran muy populares en
todo el territorio desde Kabul al Indo.
Estos viejos dioses también son populares en la mayoría de los valles del Himalaya. Y
allí hay muchos templos como los dedicados a Kailang Nag deidad a la que se le ofrecían
sacrificios humanos en la antigüedad en épocas de sequía. Y lo mismo con una Nagini
conocida como “Ama Naga” que no provocaba la lluvia hasta que “no había comido
hombres” (84).
La primera gente que encontró Alejandro Magno al pasar el Indo fue a las tribus de
los Takhas o Kathas. Los Takha, Katha, Kathak, Kathia, Kathuria, y Kator, entre otros,
eran adoradores del sol y la serpiente. La mayoría de los Kathas mantienen su nombre y
siguen adorando a los semidioses Naga de sus ancestros y se encuentran en el Punjab,
en el valle de Chenab, y de los ríos Ravi y Beas. Muchos sirvieron en los regimientos
angloindios y la mayoría de los ejércitos de Cachemira estaban formados por ellos.
En la zona entre los ríos Chenab y Ravi, al norte de la India, perviven los Nagas
del Mahabharata que se han resistido al cambio. Entre la población Takha perviven los
dioses serpiente Sesha, Vasuki, Basdeo, o Basak Nag, Talshaka o Takht Nag y otros
Nagas.
Los templos Naga no están dedicados a la serpiente, sino a los rajas Naga que eran
los antiguos jefes de la raza, Sesh Nag. Basak Nag, Takht Nag, Prithu Nag, Karkota Nag,
Karsha Nag, Sabir Nag, Santan Nag y otros que son adorados en forma humana. Cada
uno, tiene las cabezas de 3, 5, 7 o más serpientes formando un dosel sobre sus cabezas.
También hay templos dedicados a las Nagini Devis que eran las esposas de los jefes Naga
(Fig. 42).
Los Asuras fundaron también colonias en el sur de la India, aunque algunos creen que
en realidad fueron esclavizados por lo Aryas, y que finalmente se mezclaron ambas
poblaciones lo que dio lugar a la difusión de sus costumbres y cultos. En este mismo
sentido la civilización de los países Indo-Chinos también se relacionan con invasiones
procedentes de la India. Y esto está conectado con los Nagas de Magadha, y del norte y
oeste de India. También fueron expertos navegantes y llegaron a muchos lugares
fundando colonias en costas distantes. Incluso se cree que el tridente de Neptuno fue
tomado prestado de los semidoses Naga, y la concha de Tritón era ya usada por los
Asuras (85).
En la isla de Bali en algunas ceremonias funerarias se lleva a la procesión
una representación de la serpiente, que se llama Naga, que se quema junto con el cuerpo.
En estos países la cobra se mantuvo sagrada, y se le denominaba por su nombre
indio. Los escritores Budistas también hacen referencia a estos poderes sobre los
elementos especialmente el agua a través de la lluvia en relación con inundaciones o
sequías de los Nagas. Y peregrinos chinos budistas aluden ese este poder de los Nagas o
dragones. Y este poder se sigue adscribiendo a dioses-serpiente en países en los que se
adora al sol como en China,
Manchuria y Korea.
Religiones como el Budismo y el Jainismo (jainas, ascetas desnudos) estan también
muy relacionados con el culto al Sol y la Serpiente. Según las autoridades Brahmánicas
tanto Budismo como Jainismo tenía su origen entre los Asuras (86).
Desde el periodo Védico y el descrito en los poemas épicos, ha habido
muchas modificaciones en la religión y costumbres de la India y el Hinduismo de hoy en
día es bastante distinto del descrito en el Veda y el representado en el Mahabharata. El
budismo es minoritario en la India y mucha gente se ha convertido al Islam. Sin embargo,
al igual que se describía en sus poemas épicos, los rajás Nagas siguen siendo adorados
como semidioses; el sol, el cedro y la serpiente son sagrados; Indra y sus Devas siguen
siendo adorados en sus templos.
Figura 42. Dios y diosa serpiente

De algunas de las costumbres de los Nagas actuales tenemos referencias ya en el libro


“La India” de Mircea Eliade, gran orientalista que vivió varios años en India aprendiendo
sánscrito, en el que publicó su diario con las impresiones se sus viajes por el país en las
que relata lo siguiente sobre los eremitas en Swarga-Ashram “Mi vecino es un naga
(asceta desnudo) del Pendjab, corpulento, guapo y piadoso…se pasa los días leyendo los
inmensos Bhagavata Purana y pronunciándo la misma palabra, Sankara…por la noche
practica el yoga de la respiración (pranayama) y me invita a menudo a su choza después
de salir las estrellas, para iniciarme en la terrorífica técnica de prolongar la consciencia
durante el sueño, un sueño sin visiones oníricas, e incluso en una situación de pura
catalepsia. Su método es el de la conocida escuela Hata yoga, tal y como se practica en el
Himalaya y en el Tibet…El cuerpo adquiere una inmovilidad rígida, a veces catalépsica y
por el ritmo de su respiración, se puede comprobar que el asceta duerme, en el sentido de
que todas sus actividades sensoriales y mentales están en suspenso. En este estado,
liberado de los obstáculos de la conciencia diurna, lúcida, el naga explora la zona
inaccesible del sueño…” (87).
Y en las grutas de Brahmapuri “bajamos la orilla del Ganges a buscar la gruta de
un naga…Nos pusimos a gritar ¡om!, ¡om! ¡Namo Narayan!, y el asceta abrió el ventanuco
de madera que tapaba la entrada de la cueva….completamente desnudo, con la
pelambrera recogida en un moño en la coronilla, salió a la entrada de la cueva a vernos. Mi
guía me dijo que la gruta estaba llena de serpientes.” (88).
Y cuando relata las peregrinaciones a Hardwar, Rishikesh y Swarga-Ashram que es
cuando vio por primera vez la cobra negra y su culto relata” Nunca he dejado de ver
serpientes en el ashram, ya fueran víboras o cobras., pero aquí nadie las ataca, de modo
que no revisten peligro. Además resulta chocante que nadie recuerde que alguna vez una
serpiente mordiese a algún sadhu…” y lo compara con su experiencia acompañando a un
ingeniero inglés por la jungla de Bengala “…nos detuvimos de pronto los dos, al escuchar
un chillido de ave, era un grito extraño, humano, agónico. Yo ignoraba que era el de una
paloma salvaje aterrorizada por los ojos de una cobra….una gigantesca cobra había
clavado su mirada de acero azul en los ojos de una paloma que estaba en un árbol
próximo.la cobra la hechizaba con su mirada telúrica y permanecía expectante. Pero mi
camarada, tras descubrirme el drama cotidiano de la jungla,
mató a la cobra. Nos acercamos a la paloma. Había muerto de miedo.” (89).

3.2.2. Concepto yoga de la Kundalini


En el Hinduismo, la energía espiritual esencial es representada como la Kundalini,
una serpiente blanca que descansa enrollada en la base de la columna denominado
chakra muladhara. Kundalini significa circular, anillado o enrollado y es un sustantivo que
significa serpiente femenina. La kundalini permanece dormida hasta que se despierta por
efecto de las prácticas encaminadas a su espiritualización, como el Hata Yoga. Entonces
comienza ascender a través de los chakras integrando el poder asociado a cada uno de
ellos, hasta que llega al punto más alto de conciencia, a la región correspondiente al tercer
ojo (frontal, de Shiva). La kundalini sería shakti primordial, la serpiente dormida poder de la
psique. Desenrollar la serpiente kundalini es ascender a un nivel mítico de conciencia,
donde la iluminación puede ser conseguida. En ese momento recupera el hombre, según
la doctrina hindú, el sentido de la
eternidad (90). Este proceso es similar a la muda de piel de la serpiente. La kundalini
cuando alcanza el chakra de la coronilla o sahasrara-padma o es como la luna llena con
una luz tan poderosa como el sol. La kundalini es generalmente femenina y una
manifiestación del poder universal (Fig. 43).
“The goddes is more subtle than the fibre of the lotus……..She uncoils herself and
raises Her head, and enters the roral road of the spine, piercing the mystic centres, until
She reaches the brain. These things are not to be understood in a day….you taste Her
néctar, and know that She is Life.” (91).
Hay aquí, probablemente, un símbolo de la ascensión de la fuerza, desde la
región dominada por el sexo, hasta la del pensamiento. El tratado fundamental del Yoga
denominado Yoga Sutras está atribuida a Pantajali (panta significa “caida” y anjali significa
“manos unidas”) llamado así porque cayó del cielo en forma de una pequeña serpiente en
las manos del gramático Panini cuando éste unía sus manos para orar. El origen de esta
práctica podría remontarse a primitivas civilizaciones del valle del Indo entre 2500 y 1500
a. C. donde se ha encontrado (aproximadamente durante el mismo periodo de la copa
sumeria del rey Gudea) un sello datado en el 2000 a. C. en el que aparece una deidad en
posición de yoga con dos fieles postrados a ambos lados y detrás dos
serpientes gigantescas. Esta sería una referencia explícita del concepto de la fuerza
espiritual simbolizado en la elevación del “poder de la serpiente” que promueve la práctica
del yoga (92).

Figura 43. Representación del concepto kundalini

3.2.3. Danza y serpientes


Shiva Nataraja “Señor de la danza cósmica” se representa como un dios danzante que
se presenta en sus múltiples manos con los atributos que representan el pulso de la
creación del mundo, la llama de la espiritualidad, la disipación de temores y la enseñanza.
Con su pierna izquierda elevada representa la danza de la vida mientras que con la
derecha aplasta al enano de la ignorancia que mira a la serpiente del mundo. El dios
siempre aparece rodeado de numerosas cobras (Fig. 44). En su cabeza refleja calma y
serenidad en medio de la vorágine de creación y destrucción representada por sus brazos
y el equilibrio de su pie derecho y se adorna con un pendiente masculino y otro femenino y
alguna flor de datura, planta alucinógena, ampliamente usada en todo el mundo. También
pueden aparecer pequeñas representaciones de la diosa Ganges, ya que Shiva, según la
mitología hindú, recibe en su cabeza el impacto inicial del torrente de aguas celestiales
que manan hasta la tierra (93).
Figura 44. Shiva Nataraja ejecutando la danza cósmica sobre el diablo de la ignorancia.

La relación de la serpiente y la danza está también en determinados gestos o mudras de


las danzas tradicionales de la India y así Sarpashirsa, o cabeza de cobra (Fig. 45), es el
décimosexto gesto de los 28 mudras de una mano descritos en el Abhinaya Darpana (94).
Figura 45. Sarpashirsa o cabeza de cobra.

4.OCCIDENTE: CRISTIANISMO
“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que
era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la
sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dió también a su marido,
el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de
ambos, y conocieron que estaban desnudos…Y Dios le dijo:
¿Quién te enseñó que estabas desnudo?¿Has comido del árbol de
que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer
que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho?
Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. Y Jehová Dios
dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre
todas las bestias y los animales del campo; sobre tu pecho
andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. A
la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus
preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu
marido, y él se enseñoreará de ti…”
Génesis 3, 6-24
El pecado ha sido definido de manera genérica como la desobediencia voluntaria a la ley
de Dios. Por ello durante la Edad Media la tarea principal de la Iglesia era adoctrinar a
los fieles y prevenirles del castigo que sufrirían. En esta tarea la iconografía fue clave para
que el mensaje llegara a la mayor parte de la población y ya San Bernardo en la Apología
a Guillermo de Saint Thierry señala que los obispos pueden utilizar las imágenes porque
a través de ellas se puede aleccionar y conseguir una mayor devoción de los feligreses.
Según palabras de Gregorio Magno (540-604 d. C.) las imágenes no deben servir para ser
adoradas, sino para enseñar a los ignorantes: “lo que los doctos pueden leer con su
inteligencia en los libros, lo ven los ignorantes con sus ojos en los cuadros. Lo que todos
tienen que imitar y
realizar, unos lo ven pintado en las paredes y otros lo leen escrito en los libros” (95).
Los soportes de imágenes en esa época fueron los templos románicos y los
códices iluminados que tuvieron principalmente una función didáctica aunque también
mostraban elementos meramente decorativos. El espectador medieval al que se dirigían
era en el caso de los códices monjes y autoridades eclesiásticas y eruditos de la nobleza y
que supieran leer pero los templos románicos eran accesibles a toda la población, incluso
sin entrar en el recinto ya que muchas imágenes estaban en los canecillos y en las puertas
exteriores el templo (Fig. 46).

Figura 46. San Lorenzo en Vallejo de Mena y Santa María de Siones, Valle de Mena (Burgos)

La serpiente en la antigüedad ha tenido muchos significados tanto positivos


como negativos. Sin embargo, con el advenimiento del Cristianismo como religión
mayoritaria su multivalencia fue desapareciendo prevaleciendo sus aspectos negativos y
así se convirtió en el símbolo del pecado y del Mal. Desde el momento que Eva come del
fruto del árbol del conocimiento y trae los males a la humanidad, la asimilación de
serpiente-mujer-pecado queda ya determinada. El desarrollo de esta imagen durante la
Edad Media fundamenta una corriente de misoginia que ha sido clave para la
consideración y situación de la mujer hasta la actualidad.
Su naturaleza inquietante que le convierte en un ser misterioso y temible y su
mirada, seductora y mortal a la vez, representa la vida y la muerte y muchas
cosmovisiones en la antigüedad la habían convertido en el símbolo de la fertilidad, de la
vida y de la resurrección. Pero en Occidente se le ha relacionado tradicionalmente con el
pecado y el Mal asimilándose a la religión cristiana como una de las principales
iconografías del Diablo. En el Cristianismo la serpiente se presenta asociada a la mujer, no
sólo a Eva que trajo la muerte y el pecado, sino también con María, la madre de Dios que
trae la salvación derrotando al Mal y aplastándolo bajo su pie (Fig. 47). Mujer y serpiente
simbolizan la vida
pero también el Mal, por eso debe ser vencida y la mujer dominada y vigilada por el
varón. Este arquetipo cultural ha impregnado de misoginia el pensamiento occidental
durante siglos, convirtiendo a la mujer en instrumento del Diablo.

Figura 47. Virgen de los palafrenieri, Caravaggio

4.1. SIGNIFICADOS NEGATIVOS DE LA SERPIENTE


En los capítulos anteriores se han descrito multitud de connotaciones positivas de
la serpiente en la antigüedad pero también podía presentar aspectos negativos , muchos
de los cuales fueron asimilados por el Cristianismo para derivar en la concepción del mal y
del pecado (96). Las más importantes, y que tienen relación con la propia biología del
reptil, serían las siguientes:
1. Causante de muerte, incluso con un sólo mordisco. En muchas representaciones
medievales la serpiente está acompañada de un esqueleto. Ejemplos como las serpientes
que
manda Hera para matar a Hércules, las que matan a Laocoonte y sus hijos, a Cleopatra,
etc.
2. Destrucción: debido a su capacidad de abrir la boca hasta el límite y tragar a sus víctimas
enteras y vivas le convierten en el símbolo ideal de la destrucción. En Egipto
estaba representado por el dios serpiente Apophis (Apep). Entre los griegos también se
creía que su abdomen representaba a Hades. Otro ejemplo son los yinn en su faceta de
demonios malignos.
3. Caos y oscuridad: a veces no se sabe bien dónde empieza y acaba, puede
romper barreras y desaparecer en la tierra o en el agua, deja su piel, entra por aberturas
escondidas. Ejemplos de caos en la antigüedad serían Azì-Dahaka en Persia, Tiamat y
Labbu en Babilonia, Apophis en Egipto y Pitón en Grecia. Como oscuridad podemos citar a
Set símbolo de lo diabólico y oscuro y representado por una serpiente y que es matado por
Horus representado como un águila, símbolo de la bondad y la luz.
4. Portadora de conocimiento corrupto y diabólico: basado en su lengua bífida y sordera. El
ejemplo más claro es la serpiente del jardín del Edén. También en algunos manuscritos del
Talmud de Babilonia se advierte del conocimiento diabólico que puede venir de una
serpiente. Y Prudencio, poeta español del siglo V, dice que el pecado es como
la descendencia de una víbora y que asume que su origen está en que es capaz de
transmitir conocimiento dañino a los humanos.
5. Mentira: por su lengua bífida. Geryon, el monstruo de la falsedad, del que ya habla Virgilio,
se describe como una serpiente. “Puede tener un rostro piadoso, sus pies como los de un
oso, pero su cuerpo es una serpiente con una larga cola venenosa”. Dante lo coloca en
el octavo círculo del infierno.
6. Dualidad: por los dos penes (hemipenes) y la lengua bífida. El ejemplo más claro es el
caduceo. El veneno de las víboras, puede matar o curar y en la mitología griega la sangre
de las Gorgonas puede hacer lo mismo.
7. Independencia, individualidad, aislamiento: debido a su sordera y su independencia social.
8. Tentadora: también aquí su lengua bífida le da el carácter. El ejemplo más claro
la serpiente del jardín del Edén.
9. Antisocial, sin amigos: debido a su independencia, su falta de capacidad de parpadear, reir
o hablar. No parece tener ningún afecto ni siquiera a las crías ya que las abandonan
nada más nacer.
10. Batallador o enemigo: debido a su potente veneno puede destruir a rivales más grandes
(una cobra puede matar un elefante con un sólo mordisco).
11. El antagonista de Dios: es sorda a la palabra de Dios y por lo tanto rebelde
y desobediente. Esto también está en otras culturas como asirios en los que la palabra
serpiente (sèru o serru(m)) es muy similar a serru que significa puerta de entrada para
demonios pero también enemigo o adversario.
12. Diablo, Satán: la serpiente es babosa y escurridiza y provoca sentimientos desagradables.
Su esquivez, sordera, falta de temor, así como su sangre fría, le hacen el símbolo ideal del
diablo.
13. 13. Otras criaturas diabólicas: demonios del desierto, los espíritus diabólicos del desierto o
yinn, en la mitología sumeria y akadia, en Egipto, en India (Kaliya) e incluso en los Nativos
Norteamericanos donde los poderes de la oscuridad son controlados por Sisiul,
la serpiente.
14. Ojo diabólico: no parpadea porque carece de párpados. Muchos amuletos
judíos, cristianos y gnósticos mostraban serpientes destacando el poder de sus ojos.
15. Temor: su rapidez y su habilidad de aparecer inesperadamente, su capacidad de tragar a
sus víctimas enteras y vivas, su tamaño…
16. Sexo corrupto; debido a su forma, a que el macho tiene dos penes y a su capacidad de
erguirse sobre su cola.

4.2. CRISTIANISMO Y DEMONIZACIÓN DE UN SÍMBOLO


UNIVERSAL
Aproximadamente en el siglo IV el Cristianismo se convirtió en la religión
dominante. Constantino el Grande prohibió a los magos por su paganismo y a la magia
maléfica aunque permitió la magia para propósitos de salud y agricultura. También dictó un
edicto contra el sacrificio pagano que fue la base para el Código Teodosio del 438 que
proscribió cualquier sacrificio a dioses paganos.
Es aproximadamente en esos tiempos cuando se percibe a los “daimones” (espíritus) o al
“demonio” como algo maligno ya que, hasta ese momento, era considerado bueno en
las sociedades helénica y romana. Incluso Sócrates decía que un “buen demonio” había
jugado un importante papel en su vida y le había guiado desde su juventud (97).
Así la serpiente se convirtió en algo diabólico como Satán y se fue eliminando de
sus representaciones habituales. Por ejemplo, Orfeo en la antigua Roma y Grecia aparece
con un arpa y todos los animales, incluida la serpiente pero cuando se copia esta imagen
en la época cristiana se suele omitir la serpiente. Otro ejemplo es que antes del
cristianismo el león y la serpiente eran la representación de la realeza, poder y divinidad. A
partir del Cristianismo la serpiente es el diablo y el león está allí para matarla.
Relacionar la serpiente del Génesis con el diablo fue habitual entre los Padres de la Iglesia
y también la relacionaron con los relatos del Apocalipsis 20,1 identificándola con el dragón
encadenado por el ángel.
Los aspectos más importantes del Cristianismo que determinan esa visión son
los siguientes:
• La serpiente del Jardín del Edén: que convence a Eva para que coma de la fruta del árbol
prohibido. De esta manera se provocó la ira de Dios trayendo todos los males a
la humanidad. Es la representación del pecado, la caída y el caos. Iconografía muy
representada en el Cristianismo.
• Dios condena a la serpiente a arrastrase por el suelo y comer sólo polvo, siendo
éste símbolo del caos y oscuridad (Genesis 3:14).
• La serpiente dado que es sorda y muy independiente se asemeja a los que no oyen
la palabra de Dios o los que prestan oídos al conocimiento corrupto. En el jardín del Edén
la serpiente es inteligente y lista y puede hablar con la mujer. En realidad no era
mentirosa, mostró el camino al conocimiento pero a un conocimiento que separó al creado
del creador lo que según las escrituras, no era sabiduría sino conocimiento corrupto.
• En diversos textos bíblicos se interpreta que la serpiente del Jardín del Edén tenía
una mente cruel, mostraba envidia e intenciones maliciosas por lo que Dios le quitó la
capacidad de hablar y le enemistó con los humanos.
• Cristo venciendo a la serpiente significa el triunfo sobre la muerte. En el Juicio Final Cristo
sujeta una serpiente y en algún amuleto Copto se da a entender que Cristo bajó a la tierra
el 25 de Diciembre para juzgar a todas las serpientes venenosas. Y en el evangelio
de Bartolomé la Muerte y sus hijos van a la tumba de Jesús apareciendo en forma de
serpientes.
• El castigo de las mujeres que no seguían las normas de los evangelios sobre todo
de malas madres y de las mujeres lujuriosas era la tortura en el infierno por dragones,
fuego, serpientes y víboras.
• Tanto en el Judaismo como en el Cristianismo la serpiente significa la mentira y también
en la cultura árabe denota esa misma característica reflejada en el dicho “una serpiente no
puede traer nada excepto una serpiente pequeña”. En el Talmud de Babilonia también se
hace referencia a la mentira en cuanto a la mujer que rompe los votos matrimoniales y dice
“No es posible para un hombre habitar de manera segura con una serpiente en la cesta”.
• Mucha iconografía cristiana muestra al arcángel Miguel decapitando al dragón como al mal
que hay que vencer y también en el arte copto y árabe se encuentra a la serpiente
como símbolo del poder hostil. Constantino adoptó el símbolo de la serpiente para que se
le viera cómo el que había derrotado a la serpiente y en los primeros cristianos la serpiente
aparece como el enemigo vencido por Cristo representándolo algunas veces al pie de la
cruz.
• Es la representación del diablo. En la historia de la caída Adán dice: “El Señor Dios puso
dos ángeles para guardarnos. La hora llegó cuando los ángeles ascendieron a adorar
a Dios. Inmediatamente, el adversario, el diablo, encontró oportunidad mientras los
ángeles estaban ausentes y engañó a tu madre que comió del árbol prohibido, Y ella
comió y me lo dío a mí”. Y en el Génesis 3 está el relato de cuando el diablo habla a la
serpiente y la convence para que coma del árbol del Jardín del Edén. Es ahí donde la
serpiente y el diablo se hacen una entidad.
• Representación de todo lo maléfico o pecaminoso. Incluso en algunos momentos de la
historia como con Clemente de Alejandría (150-215) llevar símbolos de serpientes en joyas
fue castigado ya que dado que la serpiente engañó a Eva, los adornos con
serpientes conducían a las mujeres a prácticas viciosas, que usaban la forma de la
serpiente como cebo tanto en adornos como en decoración.
En las figuras 48, 49 y 50 se pueden observar diferentes representaciones del Mal,
el diablo y el infierno en las que las serpientes son protagonistas.

Figura 48. Demonio con cuerpo de serpiente y serpiente saliendo de la boca de lo que parece
un yinn o demonio oriental. Santa María de Siones, Siones, Burgos.
Figura 49. Miniatura del Infierno del Beato de Silos (Infierno, f.2r) en el que se ve a los cuatro demonios
(Átimos, Belcebú, Radamás y Barrabás) castigando a los pecadores que son mordidos por serpiente y
sapos. En la zona superior, San Miguel portando la balanza para el pesaje de la almas.
Figura 50. Portada de la Iglesia de San Lorenzo en Vallejo de Mena, Burgos

4.3. LA SERPIENTE DEL JARDÍN DEL EDÉN


La historia del Jardín del Edén en el Génesis 3 muestra una narrativa pictórica
que probablemente ha tenido más impacto en el Cristianismo que cualquier otra historia
Las explicaciones del comienzo de la humanidad en el Edén con el pecado, la caída y el
castigo siguen hoy en día vigentes en discusiones sobre la creación, evolución y ecología.
Sin embargo, según algunos expertos los textos han sido malinterpretados y después de
revisarlos desde muchos puntos de vista han concluido que esas interpretaciones no son
correctas (98). La serpiente es la tentadora que seduce a Eva por medio de la manzana.
Visualmente queda clara la causa del pecado que no es otra que la desobediencia de la
prohibición divina de comer el fruto del Árbol de la ciencia del bien y del mal como se relata
en el Génesis (Fig. 51).
Figura 51. Árbol del Jardín del Edén. Capitel de Santa María de Siones y portada de la iglesia de San
Lorenzo en Vallejo de Mena (Burgos).

Aunque se podría asumir que la serpiente es probablemente masculina aunque parece ser
que no tiene connotaciones sexuales cuando se acerca a Eva, la evidencia que se extrae
de la lectura del Génesis 3 es que la serpiente es femenina. La serpiente tienta a Eva y
Eva misma es la serpiente (Fig. 52).
En muchas obras la serpiente es un híbrido y tiene cabeza humana. Cada artista
decidía en su obra si la serpiente era femenina o masculina, si la colocaba en el árbol o
detrás, si era fea o bonita. En algunos casos la apariencia es de belleza e inteligencia y
muy cerca de la mujer, cómo si fueran almas gemelas (Fig. 53). Rafael para el Papa Julio
II pintó en el Vaticano una serpiente angelical y con aspecto de querubín. Está cerca de la
mujer y transmite tranquilidad. Y esta visión parece que también inspiró a Miguel Ángel
que también la presenta con aspecto femenino. También Paolo Ucello, otro gran maestro
italiano, la representa de la misma manera Sin embargo en la Biblia hebrea y en la antigua
Palestina la serpiente se representaba como masculina o, al menos, carente de atributos
femeninos.
Uno de los primeros escritos describiendo a la serpiente con cabeza femenina, está en
la Historia scholástica: Liber Génesis, 21, escrita por el inglés Pedro Comestor en el siglo
XII donde dice “elige una especie de serpiente que tiene una cara de virgen”. La
misma asociación la hace posteriormente Vincent de Beauvais en Speculum Naturale
(comentario al Génesis). Sin embargo es a Beda el Venerable, benedictino del siglo VIII al
que se le considera la primera fuente con este comentario en sus escritos “El diablo eligió
una serpiente que tenía cara de mujer”.
Uno de los más primitivos ejemplos de esta iconografía la tenemos en la catedral
de Amiens donde se explica la figura transformada por el hecho seductor que lo
femenino conlleva en sí mismo. A partir de ese momento la serpiente híbrida fue muy
representada y asi lo podemos ver en miniaturas de textos como Speculum Humanae
Salvationis, en la Biblia pauperum, en estampas de la Nave de los Locos, en la Biblia de
Colonia de 1479 y en la Chrónica de Nuremberg (99).
Figura 52. Cruz de Kurutziaga en Durango, Bizkaia, España (datada en el s. XV)
Figura 53. Eva y la serpiente, pórtico de la catedral de Colonia, Alemania.

4.4. ICONOGRAFÍA DEL PECADO DE LA LUJURIA


Autores como Goodenough en su libro “Jewish Symbols in the Greco-Roman
Period” aseguran que cuando una mujer aparece con una serpiente o como una serpiente
indica su relación con ella o el hecho que la serpiente puede tomar su lugar indica para
algunas personas la pelea entre el espíritu y la carne. La serpiente del Edén, Eva, y la
mujer en general, simbolizaron durante esa época indistintamente el placer sexual y el
placer de la carne por excelencia. Y la destrucción o la victoria sobre ésta era la esencia
de la salvación. En este sentido, y para algunos autores, en las imágenes de caballeros o
santos, como San
Jorge, sería indiferente que mataran una mujer, una serpiente, o ambas (100).
Durante la Edad Media, los pecados que causaban mayor cantidad de condenados eran la
lujuria o vicios de la carne y la mayor parte de esfuerzos eclesiásticos durante esa época
fue imponer un comportamiento moral cristiano en el que la sexualidad era únicamente
para la procreación dentro del matrimonio. Característicamente era uno de los pocos
placeres más accesible a las clases más populares ya que los otros pecados más
frecuentes, como la avaricia y el orgullo, sólo estaban al alcance de las clases
privilegiadas.
Los pensadores medievales utilizaron la imagen de la mujer cuyo cuerpo desnudo ya
era de por sí símbolo de este pecado junto con el castigo apropiado representado por
serpientes y sapos mordiendo sus senos. A esta imagen se le denomina “femme aux
serpents”. La idea de renuncia sexual tuvo sus antecedentes en el Imperio romano y ya en
el siglo II con el emperador Marco Aurelio surge un ideal de ascetismo asumido después
por la moral cristiana. Enunciaron esa moral de manera contundente San Jerónimo (340-
420) y San Agustín (354-430) que después de haber disfrutado del mundo grecolatino se
convirtieron en sus más firmes detractores.
Sin embargo, durante los siglos siguientes también coexistieron elementos
que relacionaban la relación sexo, vida, fuerza y vinculación con la divinidad. En una placa
de terracota de Grésin de época paleocristiana se representa Cristo con el globo celeste,
los órganos sexuales apareciendo bajo un faldellín y más abajo hay una serpiente. Y no es
único ya que representaciones del mismo estilo han sido encontradas en placas de
cinturones y broches.

4.4.1. Sexo y serpientes en diferentes culturas


La serpiente ha sido símbolo tanto de la fertilidad y procreación como del falo y el sexo. Ya
Aristóteles describía que las hembras tenían numerosa descendencia (una pitón
reticulada puede poner 100 huevos en una puesta). Si a esto le unimos la presencia de
dos penes en los machos y la posibilidad de erguirse sobre su propia cola es fácil imaginar
el por qué de esta relación. Y no sólo en la antigüedad sino que en el siglo XX, Freud
centró sus teorías del psicoanálisis en el sexo relacionando la serpiente con el pene.
La asociación de la serpiente con el pene está en todas las culturas del mundo y a menudo
simboliza también sexo en la danza y el arte.
Como símbolo positivo ya en el antiguo Oriente Próximo y en la tradición semítica
la serpiente tenía papel importante en los matrimonios sagrados y se han encontrado
muchos amuletos de manos y falos que eran llevados por soldados judíos del siglo I.
Griegos y romanos consideraban a la serpiente como un símbolo fálico. El dios
Dionisio era simbolizado como serpiente y falo. La “cista mística”, cofre que podía servir
para guardar ungüentos o joyas, era usado en el culto de Dionisio/Baco para guardar una
serpiente sobre hojas de parra aunque otros decían que guardaba el falo del dios. Los
cristianos del siglo II se ofendían por este simbolismo y hay relatos que destacan que “los
misterios de la serpiente eran un fraude devotamente observado en los hombres que, con
piedad adulterada, promueven sus iniciaciones abominables y los ritos orgiásticos
profanos”. Incluso se describen algunas de esas bacanales u orgías en las que el símbolo
era una serpiente consagrada y donde los y las participantes se adornan con serpientes en
la cabeza, comen carne cruda, y gritan el nombre de Eva. Curiosamente y según la
interpretación del término hebreo, el nombre Hevia, aspirado, significa serpiente femenina
(101).
No hay duda que la serpiente se ha usado para simbolizar sexo ilícito. Hay dioses griegos
y romanos cuyo falo está erecto y en ocasiones se asemeja a una serpiente. Por ejemplo
Bes, genio protector de la mitología egipcia también relacionado con el sexo y placeres
libertinos, se muestra de manera itifálica, con un tamaño exagerado y algunas veces en
forma de serpiente.
Numerosas deidades y héroes fueron descendencia de serpientes y concebidos por
la unión de sus madres con un dios en forma de serpiente que se aparece en sueños o
como entes en el templo de Apolo. Entre ellos Alejandro Magno, Escipión el Africano,
César Augusto, etc. Incluso hay quienes relacionan estos mitos con el nacimiento de Jesús
o se preguntan si un Agathadaimon habría visitado a María. En De natura animalium de
Aelio, se habla de un manuscrito apócrifo que indicaría que la chica judía visitada por una
serpiente durante la época de Herodes no era otra que María, la madre de Jesús. En ese
mismo libro hay más pasajes que cuentan historias similares de mujeres y serpientes
como la de Halia, hija de
Sybaris, en el recinto sagrado de Artemisa (102).
También las diosas-serpiente minoicas simbolizarían fertilidad y la necesidad de proteger
la tierra y las cosechas. Sin embargo sus amplias caderas, cintura estrecha y
senos expuestos pueden tener también una connotación sexual aunque la exposición de
los senos era una costumbre habitual en la vestimenta de aquella época. La figura de
Afrodita con una serpiente en su muslo encontrada en Monte Carmelo y la
encontrada en Agrigento (siglo I-II d. C.) con una enrollada en su brazo
claramente simbolizan buen sexo, poder y fertilidad (Fig. 54). También Diana o Artemisa
como un ciervo con una serpiente alrededor del cuello tiene connotaciones positivas.

Figura 54. Afrodita encontrada en Monte Carmelo (continuación de las colinas Samaritanas, Palestina)

En cuanto a símbolo negativo la serpiente también ha sido la imagen del sexo corrupto. Su
forma es fálica y tiene la capacidad de erguirse con lo que recuerda al acto sexual.
La presencia de dos penes en el macho no hace más que corroborar esta idea. Ya en la
antigüedad, Plutarco relataba que el padre de Alejandro Magno perdió la visión de un ojo
cuando espiaba a través de la cerradura de una puerta a su mujer que se encontraba en la
cama con un dios en forma de serpiente.
Algunos autores creen que dado que la serpiente puede representar elementos
opuestos, como en el caduceo, puede simbolizar también el útero. En grabados
prehistóricos la iconografía de la serpiente aparece como círculos y se le ha relacionado
con la fertilidad femenina y los sembrados. Esos círculos formarían patrones cuyo
significado es la vulva. La serpiente con estos dibujos podría significar la puerta al mundo
ctónico (103). La violencia en el sexo ha estado presente desde el origen de la humanidad
y hoy en día los crímenes sexuales, o de pasión, son bastante habituales. No es difícil
imaginar que las orgías en la antigüedad podían degenerar en sexo corrupto ( referido al
contrario a la relación amorosa y respetuosa de dos amantes) (Fig. 55). Príapo, uno de los
dioses con una serpiente como falo, representaba el poder erótico masculino, pero
también tenía connotaciones de sexo violento y corrupto. Y en el culto orgiástico a
Dionisio, las Ménades bailaban con serpientes vivas llevándolas en la mano y sobre la
cabeza a modo de diadema. El punto culminante de la danza religiosa era el sacrificio
sangriento de la serpiente a la que se desgarraba (104).
Figura 55. Baco y Ariadna cuadro pintado por Tiziano entre 1520-1523.

Evidencias de la relación de la mujer y la serpiente en el aspecto sexual las


encontarmos en textos como en Macabeos 4 donde se cita a “la serpiente seductora y
engañadora” que contamina a las mujeres jóvenes. Esta misma idea está en Los Corintios
2 11:2-3 en donde se compara a los conversos con novias puras que pueden ser
engañadas por la serpiente, como Eva.
De todas ellas, la serpiente bíblica juega un papel negativo principal siendo
calificada como un animal inmundo y que se usa para representar la tentación y el poder
del diablo o el deseo carnal, apetito sexual y concupiscencia.

4.4.2. La lujuria en el Occidente europeo


medieval: la lujuriosa o “La femme aux serpents”
Los tres pecados más representados en el arte medieval son la lujuria, la avaricia y
la soberbia, siendo los dos primeros los más destacados. La predilección por ellos ha
sido explicada en parte por la secularización de la sociedad medieval y por el desarrollo de
burgos y ciudades considerados “centros de corrupción y nidos de todos los males”
(105). La lujuria sobre todo en los siglos XI y XIII tenía multitud de representaciones
todas ellas con el objetivo de transmitir un contenido didáctico con finalidad doctrinal y
moralizante a través de imágenes de gran impacto visual “a todas luces espectacular para
los ojos del cristiano” como señaló Prudencio. Y así en los templos se pueden ver figuras
abrazándose y besándose, relaciones sexuales explícitas, mujeres y hombres
exhibicionistas, diversos gestos
procaces, destacando el onanismo, personajes itifálicos, representación del espinario,
escenas de homosexualidad, de bestialismo, mujeres dando a luz e incluso escenas de
danzarinas contorsionistas. También se representan animales relacionados con este
pecado como la sirena, el centauro, macho cabrío y la cabra, mono y cerdo (106).
Sin embargo, la representación más significativa de este pecado y su castigo es
la lujuriosa o femme aux serpents. Esta representación no hace sino corroborar el
pensamiento de la Iglesia de aquel tiempo en el que el castigo inflingido al pecador, la
pecadora en este caso, se recibe en los órganos del cuerpo con los que había pecado. Y
así la femme aux serpents es mordida en los senos y en el sexo por serpientes, y a veces
también por sapos u otros animales (Fig. 56).
La asociación de lujuria con el Pecado Original tiene su base en el discurso de
San Agustín en La Ciudad de Dios. La lectura de esos textos que se hizo en la Edad Media
fue simplificándose y radicalizándose de tal manera que el deseo de bienes materiales o
terrenos se transformó en deseo sexual exacerbado o desordenado. Y así un pecado que
en un principio había sido de orgullo y desafío hacia Dios, se convirtió en pecado sexual.
Figura 56. Femme aux serpents en diferentes iglesias de Francia (San Join de Marnes, Museo
de Toulouse), España (Santa María la Real, Sangüesa) e Irlanda (Glendalough).

Los vicios o pecados capitales ya ocupaban un lugar importante para los Santos Padres de
la Iglesia oriental y occidental desde el siglo III aunque ellos los calificaron más bien
como tendencias que llevaban al mal. Las primeras sistematizaciones fueron debidas a
Evagrio el Póntico (siglo IV) y su discípulo Juan Casiano, siendo San Gregorio Magno el
que basándose en esas clasificaciones determina ya los siete pecados capitales tal y como
han llegado a nuestros días y así la lujuria aparece ya en la lista de los siete pecados
capitales que Gregorio el Grande establece al final del siglo VI en los Moralia in Job.
Evagrio el Póntico y Juan Casiano no hablan de Lujuria sino de Fornicación, término que
indica la unión carnal fuera del matrimonio, pero que acabará designando todos
los pecados ligados a la sexualidad.
En la obra de San Gregorio la lujuria es la inclinación exacerbada hacia el placer de
los sentidos con lo que su campo de actuación no se limita a los órganos sexuales,
consideradas zonas inferiores y viles del cuerpo humano, sino también a los ojos que
miran con deseo, a los oídos que oyen melodías y palabras dulces y suaves, a la nariz que
inhala perfumes embriagadores, a la boca ávida de comida y bebida excitante y a las
manos responsables de contactos y actos impuros (107).
Existió por tanto una tendencia a devaluar el cuerpo y sus funciones que ya
venía heredada de concepciones de Platón, Aristóteles y de los primeros ascetas
cristianos como Orígenes.
La renovación teológica y pastoral que se produce en los siglos XII y XIII modifica
de manera importante el aspecto del cristianismo occidental. Y es ahí cuando la figura de
la lujuriosa o mujer con serpientes alcanza su protagonismo. La sexualidad es uno de
los problemas que más preocupan y las mujeres son consideradas objeto de tentación y
causa del pecado, cuando no agentes del diablo. Ya advierte Santo Tomás de Aquino que
el peligro de la lujuria frente a otros vicios o pecados es que inflinge daños al alma, de los
cuales el más grave es que afecta a la más noble de las facultades, la razón. Los
sermones de la época insisten en inculcar miedo y repulsión hacia el género femenino
advirtiendo de sus artimañas destinadas a embellecer su aspecto físico y así tentar a los
hombres. Y así Odón de Cluny decía “la belleza
física no va más allá de la piel. Si los hombres vieran lo que hay debajo de la piel, la
mera vista de las mujeres les daría nauseas. Pero si nos negamos a tocar el estiércol o un
tumos con la punta del dedo ¿cómo podemos desear besar a una mujer, un saco de
heces?” (108).
Uno de los ejemplos más visuales de la “femme aux serpents” está en la portada
de Moissac (datado entre los años 1115-1130) en donde la mujer es casi un esqueleto de
cuerpo descarnado y pechos caídos succionados por dos serpientes y con el sexo cubierto
por un sapo. Otra representación que se cree anterior a ésta es la que está en el Museo de
los Agustinos de Toulouse en donde una mujer desnuda es atacada por una serpiente que
se enrosca en su cuerpo y se introduce en su vulva. Y en la Basílica de Saint Sernin de
Toulouse de finales de siglo XI el suplicio al que se somete a la lujuriosa es contemplado
por dos mujeres horrorizadas. En la misma idea, en la pila bautismal de Rebanal de las
Llantas
(Palencia) otra mujer que contempla la escena parece mirar hacia otro lado (Fig. 57).

Figura 57. Pila bautismal de Rebanal de las Llantas (Palencia)

Otros ejemplos a destacar están en la iglesia de Bourg-Argental, en la Sainte Croix


de Bordeaux, en un capitel de Vezelay, en la capilla sepulcral de Monmorillon, en Notre-
Dame de Mailhat o en la iglesia de Beaulieu-sur-Dordogne. En España, en la catedral de
Santiago, San Isidoro de León, San Martín de Frómista, San Miguel de Estella, Santa
María la Real de Sangüesa o en la catedral de Tudela.
En cuanto al origen de esta representación se barajan varias ideas. En la Visio Sancti Pauli
o Apocalipsis de San Pablo de mediados del siglo III las mujeres que han pecado contra la
castidad son entregadas a serpientes, aunque no se especifique el lugar de la mordedura.
Se cree que se basa en la tradición griega y siríaca en el que el castigo a las prostitutas
era ver sus pechos devorados por monstruos de dos cabezas.
Sin embargo, muchos investigadores ven en esta representación del castigo una influencia
clara de los hadices árabes. En los textos teológicos musulmanes el castigo a
los libidinosos es ser picados y mordidos por alacranes y serpientes, especificando que
sería en los lugares que se han besado. Los hadices tuvieron mucha influencia en los
exégetas cristianos, algunos de los cuales reproducen pasajes casi al pie de la letra,
siendo así como los monjes serían los responsables de la cristianización del motivo (109).
Y así se destaca el párrafo escrito por un monje de Saint-Victor: “…La cortesana pasa,
como el resto. Ésta, que peinaba su bella cabellera con peines de oro, que coloreaba su
frente y su rostro, que decoraba sus dedos con sortijas, ha pasado a ser presa de los
sapos y de la culebra, la culebra se enrolla alrededor de su cuello y muerde sus senos”.
El castigo de las serpientes para los adúlteros y lujuriosos también se asocia al suplicio
a las malas madres (prostitutas que abandonan a sus hijos y no les dan de mamar) en
diferentes tradiciones donde se señala el tormento con mordeduras en los senos. En la
visión de San Alberico de Montecassino, en 1130, el castigo a las adúlteras y lujuriosas se
amplia a las madres solteras o las que rechazaban amamantar a los huérfanos. “Dos
serpientes mordían las mamas de cada una de ellas…estas mujeres eran aquellas que
habían rehusado dar de beber de sus pechos a los huérfanos y bebés sin madre o que
debiendo amamantarlos no lo harían”.
Y en el Libro de las Maneras del obispo de Rennes Etienne de Fougerés (1168-1178) se
dice “Sapos, culebras y tortugas que cuelgan de las mamas desnudas. Ay! Cuan mal
fueron entonces vistos los amoríos de las frívolas amantes”. (Eukene, p. 152, Huertas
poder y seducción de la imagen)
En cuanto a la búsqueda de fuentes visuales que den soporte al origen de esta iconografía
la imagen de referencia es la representación de la Tierra en la antigüedad. La Gea griega,
la Tellus y Madre Tierra romanas se representaban como diosas semidesnudas ofreciendo
sus pechos a niños o a distintos animales entre los que figuraba en ocasiones la serpiente
(110).
En el arte carolingio se recupera la imagen de la Madre Tierra romana que
aparece representada en muchas crucifixiones junto al Oceáno. Su iconografía sigue
siendo mujer que amamanta a una serpiente o a niños y porta una cornucopia. En este
mismo sentido en la cubierta del Libro de los Perícopes de Enrique II y datado en el año
870 está representada en la Roma pagana en la parte inferior flanqueada por las
personificaciones del Mar y de la Tierra. Ésta es una mujer de senos descubiertos, uno de
ellos succionado por una serpiente.
Más ejemplos en este sentido están en el Codex Aureo de San Emerano de
Ratisbona hacia el 870, en un códice de la abadía de Montecassino, en las ilustraciones
del Exultet en el Canto de la Vigilia Pascual y en un rollo de Exultet de la Biblioteca
Apostólica Vaticana.
En la imagen que se encuentra en la catedral de Santiago de Compostela se encuentra
ya la asociación entre la Lujuria y el Pecado Original. Datado en 1075-1088 presenta un
busto de mujer al que dos animales similares a sapos le succionan los pechos. Esta
escena está enmarcada por dos árboles por los que trepan dos serpientes que acechan su
cabeza. Y en este mismo sentido los capiteles de la parroquia de San Nicolás del siglo XIII
en Teza de Losa, Burgos, parecen ser representativos de esta idea ya que la mujer está
en actitud serena (desnuda pero cubierta con la toca medieval) con dos serpientes que se
nutren de sus pechos mientras se lleva las manos a su abdomen en donde están
dibujados unos círculos
concéntricos.
La mayoría de autores que han estudiado este tema coinciden en que la
transmutación sufrida por la Madre Tierra romana podía deberse a varias razones. En
primer lugar, la consideración de la mujer como objeto de tentación e incitadora al pecado.
La serpiente fue un animal ligado a la mujer, fertilidad y al sexo pero en la mentalidad
cristiana es una criatura diabólica y maléfica. La maldición divina hace que sea la serpiente
sea la encarnación del demonio y que junto con la mujer sean las responsables del
Pecado Original por lo que la asimilación entre ambas está clara. Las mejores imágenes
de la asimilación de la serpiente y el Pecado Original las encontramos en las serpientes
híbridas con cabeza femenina o incluso
en mujeres que se arrastran sinuosas como serpientes, como la Eva de San Lázaro de
Autun que se muestra en la figura 58 (111).
La danza y la música en la mentalidad cristiana también eran vistas como incitadoras
al pecado o pecaminosas en sí mismas y por tanto ampliamente representadas en el
románico y Edad Media. Y así, otras imágenes mostrando el pecado pero no el castigo de
la lujuria muestran exhibicionistas, parejas o danzarinas que se contonean al son de la
música.
La presencia de juglaresas, soldaderas, cantaderas o dançaderas durante la Edad
Media era común en los espectáculos de ocio y diversión. Muchas de las especialidades
artísticas eran heredadas de las bailarinas de los festines romanos especialmente de las
puellae gaditanae que ya eran citadas en los versos de los poetas Marcial y Juvenal pero
otras procedían de las danzarinas musulmanas. La calidad y nivel artísticas de estas
danzarinas musulmanas debía ser muy alta ya que su formación se realizaba en
academias-conservatorios donde se impartían especialidades como canto, danza, música,
juegos malabares con sables, y también formación en filosofía, gramática, bellas artes, etc.
Una de las academias con más fama fue la de Úbeda auque también había otra en Játiva.
Las características que estas bailarinas tenían que reunir están descritas por Al-Masúdi, el
Herodoto de los árabes o el imán de los historiadores en su libro Las Praderas de Oro del
s. X. (112).
Sin embargo, las bailarinas de la época medieval tuvieron que sufrir la moral
del pensamiento cristiano sobre la mujer y en ese aspecto la actividad que desarrollaban
era la imagen culminante de los vicios de todas las mujeres, personificada en la nefasta
Salomé. Los moralistas de la iglesia censuraban tanto a las danzarinas como a “el
espectáculo indecoroso y obsceno que hacían de su cuerpo convertido en un instrumento
de lujuria, señalando que las habilidades del cuerpo que se ofrece a la contemplación les
acerca a las prostitutas”. Por tanto la representación tanto de Salomé como de los juglares,
danzantes y acróbatas serán representaciones pecaminosas. A partir del siglo XII la
representación de Salomé reflejará las evoluciones de las juglaresas de la época
adoptando una postura de contorsionista
que será la favorita de los escultores y pintores de la época (113).
Imágenes muy interesantes de este motivo iconográfico y que se muestran en la figura 59
están en Moarves de Ojeda (Palencia), en San Pedro el Viejo (Huesca), en la Abadía
de Canigó (Cataluña), entre otros. En ellas se observan varias representaciones de
bailarinas con el cuerpo contorsionado, probablemente realizando danzas ondulantes o
serpenteantes y cuya vestimenta tiene reminiscencias claramente orientales.
Figura 59. Danzarinas musulmanas A) Moarves de Ojeda, Palencia B) San Pedro el Viejo,
Huesca y C) Abadía de San Martí del Canigó, Cataluña

4.5. LOS HIEROGLYPHICA, FISIÓLOGOS Y BESTIARIOS


MEDIEVALES
Volviendo a las palabras de Gregorio Magno que consideraba que las imágenes no deben
servir para ser adoradas, sino para enseñar a los ignorantes: “lo que los doctos
pueden leer con su inteligencia en los libros, lo ven los ignorantes con sus ojos en los
cuadros. Lo que todos tienen que imitar y realizar, unos lo ven pintado en las paredes y
otros lo leen escrito en los libros” no se puede pasar por alto la tremenda importancia que
los textos escritos han tenido para desvelar los mensajes de los jeroglíficos y para
entender la iconografía de la antigüedad y de toda la Edad Media.
Gran parte del conocimiento que hoy en día se tiene sobre el simbolismo en la antigüedad
viene dado precisamente por textos como los Hieroglyphica, los Fisiólogos y los Bestiarios
en los que se explicaban los motivos iconográficos usados por los artistas de aquéllas
épocas junto con el significado que le querían dar.
4.5.1. Hieroglyphica de Horapolo
Los Hieroglyphica de Horapolo se presentan como el único tratado del mundo
antiguo sobre la escritura jeroglífica egipcia que ha llegado a nosotros. Se desconoce el
texto original y sólo se dispone de una traducción al griego realizada por Filipo. Incluso no
está claro quién fue Horapolo si Horapolo del Nilo, un gramático que enseñaba en
Alejandría y Constantinopla durante el siglo V d. C o un filósofo conocido como “el egipcio”.
En la cultura alejandrina de la baja edad antigua, el jeroglífico se presenta como un
elemento visual que esconde un significado arcano, o lo que es lo mismo desconocido o
difícil de conocer (114).
La estructura de los Hieroglyphica es constante. En primer lugar se señala la idea que
se desea significar, posteriormente se indica literariamente (nunca visualmente) el
signo jeroglífico a que corresponde y, en tercer lugar se establece una correspondencia
entre contenido significante e imagen.
Este tratado tuvo notable incidencia en el pensamiento humanista renacentista
posterior pues la visión de los jeroglíficos como ideogramas caracterizó la cultura de la
época moderna, siendo una de las fuentes esenciales que tanto eruditos como mentores y
artistas utilizaron con profusión. Supusieron para los intelectuales de esa corriente una
verdadera clave para el conocimiento de la sabiduría antigua considerándose un auténtico
diccionario sin el cual no se podría comprender el jeroglífico egipcio.
Los jeroglíficos que se relacionan con la serpiente y los atributos que representan son los
siguientes:
Capítulo I. Jeroglíficos sobre la idea del tiempo (115):
Jeroglífico I. La eternidad: “ si quieren escribir eternidad pintan una serpiente con la cola
escondida debajo del resto del cuerpo, que los egipcios llaman ureo y en griego
es basilisco….Los egipcios dicen que la eternidad se revela a través de este animal,
porque, aunque hay tres clases de serpientes, las otras son mortales, pero sólo ésta es
inmortal, porque destruye a todos los demás animales incluso soplando encima de ellos
sin morder. Como parece ser señora de vida y muerte, por eso mismo la ponen sobre la
cabeza de los dioses”.
– Jeroglífico II. El universo: “ cuando quieren escribir “universo” pintan una serpiente que
se come su propia cola….Cada año quitándose la piel vieja se desnuda, como el año en
el universo cambiándose se rejuvenece. El que use su propio cuerpo como alimento indica
que todo cuanto se produce en el universo por la providencia divina también tiende a
resolverse a sí mismo”.
Capítulo VII. Jeroglíficos sobre la idea de los sentidos; otros órganos y sus
cualidades (116):
– Jeroglífico II. Boca: “Para escribir “boca” pintan una serpiente,porque la serpiente no
tiene fuerza en ningún otro de sus miembros excepto en la boca”.
Capítulo VIII. Jeroglíficos sobre la idea de poder (117):
– Jeroglífico I. Rey muy poderoso: “Para escribir “rey muy poderoso” pintan una serpiente
,que adopta la forma del universo y ponen su cola en la boca; escriben el nombre del rey
en medio del enrollamiento…”.
– Jeroglífico II. Señor del mundo:”…pintan la misma serpiente y en medio de ella indican
“casa grande”…”.
– Jeroglífico III: Rey guardián: “…pintan la serpiente vigilante, y en vez del nombre del rey
dibujan un centinela…”.
– Jeroglífico V. Rey que domina una parte del mundo: “…dibujan media
serpiente, representando al rey por medio del animal…”.
– Jeroglífico VI. Todopoderoso: “…completando el animal, dibujando de nuevo la serpiente
entera…”.
Capítulo XI 5. Jeroglíficos sobre el odio (118):
– Jeroglífico III. Odio de la mujer al marido: “Si quieren representar “mujer que odia a su
marido y conspira contra él para su muerte, y que sólo lo halaga por la unión sexual” pintan
una víbora. Pues ésta, cuando se une al macho, metiendo la boca en su boca, y después
de separarse, mordiendo la cabeza del macho, lo mata.”.
Capítulo XI 8. Jeroglíficos sobre la impiedad (119):
– Jeroglífico III. Impiedad con las madres: “Si quieren expresar “hijos que conspiran contra
sus madres” pintan una víbora. Pues ésta no es concebida en la tierra, si no que sale tras
devorar el vientre de su madre”.
Capítulo XI 13. Jeroglíficos sobre la injuria (120):
– Jeroglífico I. Hombre injuriado: “Si quieren expresar “hombre injuriado por una acusación
y que por ello enferma” pintan un basilisco. Pues aquél mata a los que se acercan a su
aliento”.

4.5.2. Obras del pensamiento cristiano medieval:


El fisiólogo atribuido a San Epifanio y El
bestiario Toscano
4.5.2.1. El Physiologus atribuido a San Epifanio fue la obra
capital de la literatura eclesiástica de la Edad Media y,
después de la Biblia, el más leido hasta el siglo XIII.
Partiendo de una traducción del Physiologus griego fue traducido al latín y comentado por
el español Gonzalo Ponce de León en la segunda mitad del XVI. Para algunos su origen
pudo ser Alejandría en el siglo II d.C. en su versión griega pero otros los sitúan en la
ciudad siria de Cesarea Stratonis en el siglo III. El libro que según el especialista italiano
Sbordone podría definirse como pequeño manual zoológico-simbólico, llegó a tener 200
descripciones no sólo de animales sino de plantas y piedras por lo que la obra se dividió
en bestiario, herbario y lapidario (121).
En cuanto a las propiedades contenidas tanto en el Physiologus como en los Bestiarios, se
podrían establecer las siguientes: a) la interpretación está basada en el alegorismo místico
y religioso; b) el simbolismo moral fue utilizado como ejemplos en los sermones de
los predicadores y c) los motivos de los bestiarios pasaron al dominio de los poetas
cultos populares y así los bestiarios religiosos y morales se convertirán en bestiarios
amorosos. En la Edad media hubo otros bestiarios famosos como el de Filipo de Thaün
(1121), Pedro de Picardía, Guillermo de Normandía (siglo XIII); De animalibus , atribuido a
Alberto Magno; el Llibre de les Besties de Ramon Llull; y el Bestiaire d’Amour de Fournival
(siglo
XIV) (Juan Eduardo Cirlot, 2011, p. 83) y no sólo en Europa si no también de origen
árabe como el “Libro de las utilidades de los animales” de Ibn Bajtisu, célebre médico sirio
del siglo XI.
San Epifanio de Salamis fue obispo de Constancia y nació cerca de Gaza (Palestina) hacia
el año 315. Su vida estuvo llena de querellas porque fue un ardiente defensor de la fe
de los Padres y opuesto a la especulación metafísica. Se enfrentó a Orígenes, teólogo
alejandrino, al obispo de Jerusalén y a los “Hermanos Largos” y a San Juan Crisóstomo.
Finalmente tuvo que huir de Constantinopla a Chipre y murió en alta mar en el año 403.
Fue contrario a la veneración de imágenes de los ángeles o santos e incluso
consideraba indigno que se representase a Cristo. Envió un carta a Teodosio I sobre la
inconveniencia de que los cristianos tuvieran un Dios pintado y que todas las
representaciones que había eran falsificaciones y debían retirarse (122).
El texto de San Epifanio dedica cuatro capítulos a la serpiente (123). Las peculiaridades de
la serpiente que se describen en su libro y que se muestran en la figura 60 son
las siguientes:
1. Primera peculiaridad: dice Cristo en el Evangelio “sed prudentes como serpientes
y sencillos como palomas”. El Fisiólogo comenta que cuando la serpiente está vieja se le
nubla los ojos, deja de comer durante 40 días y al fin busca una roca y se mete por las
hendiduras para arrancarse la piel. Y de esa manera se llena de alegría y rejuvenece. La
interpretación que se realizaba a este texto es que ensalzaba las bondades del ayuno para
el hombre espiritual. La serpiente tiene un cuerpo alargado, y los antiguos decían que
tenía el corazón cerca de la faringe y los testículos próximos a la cola; tienen veneno
mortífero; carecen de patas pero se arrastran a gran velocidad, dejando clara huella; son
omnívoros y muchas veces recurren a ponerse verticales apoyándose en su cola.
2. Segunda peculiaridad: “Cuando la serpiente contempla al hombre vestido, se llena de
temor y huye de él; pero si lo ve desnudo, le ataca”. Esta característica se pretende
incidir sobre la mentalidad bíblica hacia el desnudo como sinónimo de algo vergonzoso.
Como en el caso de Adán y Eva que cuando se dieron cuenta que estaban desnudos
fueron a cubrirse con hojas de higuera, Sem y Jafet ante su padre Noé, borracho y
desnudo. El profeta Jeremías personifica a Jerusalén como una mujer libidinosa que
levanta sus faldas dejando bien clara su indecencia. Sin embargo, está constatado que en
la versión original latina el texto era el contrario “si la serpiente ve a un hombre desnudo, le
teme, pero si lo ve vestido se abalanza sobre él”.
3. Tercera peculiaridad: “si alguna vez el hombre ataca a la serpiente, ella oculta sólo su
cabeza; el resto del cuerpo lo muestra” que se interpreta como que en tiempo de peligro
se debe ofrecer el cuerpo entero a la muerte y guardar sólo la cabeza, no abandonar a
Cristo que sería la cabeza de todo hombre. En la antigüedad se llegó a exaltar la cabeza
como parte esencial hecho que se refleja en la serpiente anfisbena que tenía dos cabezas.
En ella se vio la conjunción del Bien y del Mal
lo que pasó al arte cristiano medieval representando a Cristo y a Satanás.
4. Cuarta peculiaridad: “cuando la serpiente se dirige a la fuente para beber, no
lleva veneno, sino que lo arroja en su cueva y así viene limpia, a fin de no infectar con su
veneno a los que beban de aquellas aguas”. La idea que refleja es que debemos entrar en
la iglesia inocentes y puros alejando el veneno de la maldad y corrupción.
Figura 60. Imágenes de las cuatro peculiaridades de la serpiente según “El fisiólogo”
atribuido a San Epifanio

4.5.2.2. El Bestiario Toscano completa la fuente del


simbolismo animal. Este bestiario y otros de origen
catalán de la Baja Edad Media solían ser traducciones de
los originales italianos y se escribió para ayuda de los
predicadores.
La característica que aparece es que la víbora “cuando encuentra a un hombre
bien vestido, se le echa encima y le hace tanto daño como puede pero cuando está
desnudo, le huye y tiene gran temor”. Esto se ve también en la traducción original del
fisiólogo aunque parece ser que la versión de Ponce de León cambia los términos para
que encaje mejor con la moral cristiana.
En la interpretación la víbora significa el mundo malvado que nos acecha y en el
que cuantos más adornos y riquezas tenga el hombre, el mundo más tribulaciones y daño
les dará. Si se quiere huir del mundo se debe despojar de las riquezas mundanas (al morir
o por decisión propia) y esa es la manera de encontrar a Dios (124).
4.5.3. El Bestiario de Oxford.
El manuscrito Ashmole 1511 del Bestiario de Oxford (finales del siglo XII y comienzos del
XIII) ha tenido una influencia decisiva en los bestiarios iluminados. Destaca por
su magnífica calidad artística con 131 miniaturas pintadas a la aguada sobre fondo de oro
(Figs. 61 y 62). Esta decoración es la expresión de un dominio de los procedimientos y
está considerada una de las obras más importantes de la pintura inglesa de transición del
románico al gótico (entre 1180 y 1220).

Figura 61. Imágenes del Bestiario de Oxford, de izqda a dcha: Serpiente (Serpens), pág. 209 (fol.78 v.),
Anfisbena (Amphivena) , pág. 225 (fol.17 v.) y Áspid (Aspids),pág. 225 (fol.80 v.).

4.5.4. Otros Fisiólogos y Bestiarios medievales


Entre los textos más importantes y que han tenido gran influencia en la sociedad
se destacan los siguientes: Naturalis historia de Gaius Plinius Secundus (23-79 d. C.),
el Fisiólogo griego (siglos II-V d. C.), el Fisiólogo armenio (¿siglo V?), el Liber monstrorum
de diversis generibus (siglo VI), el Bestiario de Philippe de Thaün (PT) (1121-1152), el
bestiis et aliis rebus cuyos cuatro libros han sido atribuidos a Hugo de Folieto, Enrique de
Gante y Guillelmus Peraldus (siglo XII), el Bestiario de Cambridge (XII), Imago Mundi de
Honorius Augustodunensis (siglo XII), el Bestiario de Pierre de Beauvais también llamado
Pierre de Picard(1206), el Bestiario de Guillaume le Clerc (1210), la Image du monde de
Gossouin (hacia 1250), el Bestiaire d’Amour de Richard de Fournival (1252), el Bestiaire
d’Amour rimé anónimo (siglo XIII), el Livre du trésor de Brunetto Latini (XIII), las canciones
de amor, pastorelas, etc., de Teobaldo de Champagne, rey de Navarra (1201-1253), los
Bonum universale de apibus y De natura rerum del dominico Tomás de Cantimpré (1200-
1274), De animalibus de Alberto Magno (1206-1280), De arte venendi cum avibus del
emperador Federico II (siglo XIII), el Bestiario en prosa de Cambrai (1260), el Nuzhatu-l-
Qulub (deleite de los corazones) de Al-Qazwini funcionario persa (XIII), Bestiario del
párroco Gervaise basándose en el Dicta Chrysostomi (XIII), el Roman de la Rose por
Guillaume de Lorris y Jean de Meun (1235 y 1270), el Liber de propietatibus rerum del
franciscano Bartolomé el Inglés (1240), el Bestiario moralizado de Gubio (siglo XIV), el
bestiario provenzal Aiso son las naturas… traducción del texto de Richard de Fournival
(siglo XIII), textos de viajes del franciscano Odorico de Pordenone (siglo XIII), el Libellus de
natura animalium (XIV y XV),
Deas propriotas de las animanças de Jaco (XIII), manuscrito de viajes de Mandeville
(hacia 1400), Bestiarios catalanes como el de Saverio Panunzio (siglo XV) y el manuscrito
G y Proprietez des bestes editado por Berger de Xivrey probablemente con traducciones
de Bartolomé el Inglés. Y ya a partir del siglo XVI se editan tratados y enciclopedias de
zoología que, hechos con parte del saber antiguo y medieval, mantienen la tradición de los
bestiarios aunque desapareciendo el trasfondo moral.
A continuación se recopilan los datos de diferentes bestiarios medievales y sus respectivas
fuentes en textos de la antigüedad donde hay referencia explícita a las
serpientes anfisbena y el áspid.
– Bestiario de Cambridge, 176-177: “La llaman anfisvena (Amphisbena) porque tiene dos
cabezas. Una cabeza se halla en el lugar adecuado, y la otra en la cola. Con una
cabeza sujetando a la otra, puede rodar en cualquier dirección, como un aro. Ësta es la
única serpiente que aguanta bien el frío y la primera que sale de la hibernación. Lucano
escribe de ella:”alzándose sobre sus cabezas gemelas, llega la peligrosa Amphisbaena, y
sus ojos brillan como lámparas” Y el áspid quema la hierba que se encuentra cerca de su
nido. Al extenderse la sequedad de su aliento, quema toda la tierra en un círculo de tres
pies, y ningún ser vivo puede acercarse a menos de siete pies, y si alguien, hombre o
bestia, entra dentro de este radio, con seguridad ha de morir .
– Phys. griego; Carlil, 234-235: ¿Y de qué modo atrapa el encantador al áspid? Va al lugar
en que aquél se encuentra, y hace siete gavillas de plantas secas, poniéndolas a
remojo siete días hasta que se pudren. Toma una varilla de siete metros de largo y se
obstruye los pulmones, los oídos y la nariz, de forma que el aliento del áspid no pueda
alcanzarle. Y se acerca desde lejos, con palabras de adulación, arrima y lanza sobre el
áspid, una tras otra las siete gavillas. Da fuego a la primera gavilla, lo mismo a la segunda,
y así con todas las demás. Cuando el encantador se aproxima, el áspid yace muy cerca
mirándole, y se tapa los oídos para no oir la voz del encantador, pues si oye su voz, muere
en seguida. Y cuando él hallegado a la distancia de siete metros del reptil, alarga su varilla
y separa la cola de sus oídos; el áspid muere inmediatamente. Y el encantador que la ha
sometido se convierte en su amo, y obtiene de ella lo que quiera”
– Bestiario de Philippe de Thaün, vv 1615-1680: “De tal índole son los ricos de
este mundo: tiene un oído en la tierra, para adquirir riquezas, y el otro lo tapan con los
pecados que los esclavizan: por la cola de la serpiente, has de entender los pecados
humanos. El rico apetece lo que ve, sea por medios malos o justos; una vez que lo ha
conseguido, no dará limosna, ni se arrepentirá de perjudicar al prójimo…” Y continúa
describiendo las diferentes clases de serpientes en el mundo “….los que resultan mordidos
por una, morirán de inmediato; otros se hincharán, y morirán al cabo del tiempo; otros
sufrirán sed, y morirán abrasados; a otros, después de morderles, les beberán la sangre.
Esto resolvió Cleopatra, experta en artes –fue reina del país de Egipto- que hizo el
siguiente prodigio: las colocó a sus
pechos, y mamaron de ella con tal violencia que bebieron su sangre; la reina murió.”
– Bestiario de Pierre de Beauvais, Cahier II, 147-148: en este caso se describe al
áspid cómo una “…serpiente que custodia el árbol del bálsamo; y nadie se atreve a
acercarse al árbol del que mana el bálsamo, mientras vela el áspid…”.
– Preste Juan: Denis, 200: “…existe en nuestra tierra el árbol de la vida, del que procede el
crisma; este árbol está totalmente seco, y una serpiente lo cuida, velando todo el año día y
noche, salvo el día de San Juan, en que duerme día y noche. Y entonces nos acercamos
al árbol, y en todo el año no produce más que tres libras, que manan de él gota a gota.
Cuando estamos junto al bálsamo, lo tomamos y después nos marchamos
rápidamente, por miedo a que venga la serpiente. Y este árbol está cerca del Paraíso
Terrenal…”.
– Brunetto, 133 (I:138): distingue varios tipos de áspid: 1) áspid, que hace morir de sed al
hombre que muerde; 2) príalis, que lo hace dormir hasta que muere y 3) emorois, que
le hace derramar toda su sangre hasta que muere. También cita otro tipo de áspid
llamado prester que va siempre con la boca abierta, y que cuando muerde a alguien se
hincha tanto que fallece, pudriéndose de inmediato. Destaca que el áspid tiene una piedra
muy reluciente y preciosa, a la que llaman carbunclo.
Figura 62. Imágenes de la fecundación y apareamiento de la víbora procedentes de diferentes
bestiarios medievales. Bestiario de Oxford y B.M. Sloane 278 (McCulloch).

Referencias
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Lucía Gallego

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