Situación histórica y confesional de las familias mixtas (católicas y protestantes) de
Esperanza y colonias
Enzo Pellini-Nagel
La realidad de las familias interconfesionales
Para hallar las pautas para la poiménica (cura de almas, cuidado pastoral), hacia familias
interconfesionales, es necesario comprender las características particulares de dicha situación. Trataremos de
ubicar geográfica e históricamente a la comunidad de Humboldt, de manera principal, y luego a la comunidad de
Esperanza, esta última por ser la colonia madre de aquella, ambas de la provincia de Santa Fe. Dos comunidades
son el objeto de investigación.
Necesidad de comprender el contexto de esta situación de intercambio confesional familiar, que
mostrará que el análisis que haremos se puede encuadrar de forma simple dentro de la temática de una
poiménica dirigida hacia matrimonios mixtos. Quisiéramos explicar la típica variedad de matrimonios mixtos
existentes en esas comunidades, con características particulares.
Humbold, comunidad evangélica, y Esperanza, congregación evangélica, del departamento de Las
Colonias, en localidades homónimas. El nombre las colonias es por ser la primera zona en la que se instalaron
inmigrantes.
Colonia de Esperanza y la comunidad evangélica: su historia.
Fundada por familias europeas, llegadas en 1856. Se fundó la ciudad, luego de varios intentos fallidos de
colonización. Hoy reconocida como la primera colonia agrícola organizada del país. En las colonias, se concentra la
mayor cantidad de protestantes, además del departamento San Javier.
La mayoría de las familias emigradas llegaron en razón de un plan organizado de inmigración desde el
gobierno argentino, consistente en transporte y afincamiento, llevado a cabo por medio de empresarios. El suceso
de inmigración que transformó a aquellas tierras casi inhabitadas, donde se erigió Esperanza, caracterizada por
gente extraña y por su particular distinción de la gente que habitaba en Santa Fe. Distinción que radicaba en lo
etno – cultural – idiomático como también en el confesional, propio de una cantidad importante de colonos.
La primera vez que llegaban inmigrantes con otra confesión cristiana. Venían católicos y protestantes,
estos últimos de origen luterano y reformado. Trasladaron el fenómeno característico de convivencia e
intercambio confesional de las zonas de Europa. La mezcla de confesiones en aquellas latitudes se daba de un
pueblo a otro. Pese a los orígenes protestantes diversos, no se puede decir que hobo problemas en práctica
teológica.
En los principios, una parte alemana, con un pastor, y otra francesa, con otro. Luego, con los años, se fue
transformando, desde tener dos pastores a no tener ninguno. Luego, las escisiones dentro de la comunidad,
originadas por la necesidad de atención y guía pastoral de los mismos fieles. Por ejemplo, en 1864, un grupo
sugirió, ante la falta de pastor, acudir a la Iglesia Metodista Episcopal de Bs. As. Para que proporcionase alguno.
Atendida hasta 1870 por pastores de esa iglesia, y esto provocó divisiones dentro de la comunidad. Partieron por
falta de financiamiento y por diferencias teológicas de mucho peso entre colonos e Iglesia Metodista, dejando a
lal comunidad por tres años sin atención.
En 1873, se consigue el envío directo de pastores desde Alemania, sin interrupciones, hasta 1914.
La iglesia católica no se constituye sino hasta 1862, con sacerdote europeo estable.
Todas estas comunidades con importante presencia protestante estaban organizadas en torno a
Esperanza, con excepción de San Carlos. Existían cuatro comunidades fuertes e independientes atendidas por el
mismo pastor. Las comunidades adquieren, desde allí, un seso alemán, en cuanto a características culturales,
llegando a identificar lo alemán con lo protestante, descartando o ignorando el carácter protestante de otro
oríenes europeos de los mismos colonos.
Situación histórica interconfesional de las colonias
Thurner señala la distinción entre matrimonios mixtos confesionales y los matrimonios mixtos étnicos.
En las colonias no tuvo lugar una gran diferencia entre los distintos grupos culturales que poblaron la región. Los
matrimonios interetnicos, con el tiempo, se fueron dando más u más, porque étnicamente los inmigrantes
provenían de pueblos, en general, de amplia presencia y orígenes históricamente germánicos, aunque de lenguas
y costumbres distintas. Menciona que en su estudio de la comunidad, en sus primeros años, la proporción de los
matrimonios mixtos interétnicos es significativamente menor que la de los matrimonios mixtos
interconfesionales.
Esperanza, por su carácter mixto, facilitaba la convivencia diaria de los miembros de la comunidad con
personas de distintas confesiones y grupos culturales, más propensión a matrimonios mixtos.
El primer matrimonio interconfesional documentado, en 1862, en la iglesia católica de San Carlos.
También es conocida la historia de Alois Tabernig, el colono católico que acudió a la iglesia para casarse con su
esposa que no lo era. El Jesuita le pidió la conversión de ella, y entonces dijeron no se casaron en la plaza, con
testigos, a la manera germánica, con un árbol de la libertad. En 1867, el gobernador sanciona la ley de matrimonio
civil, antecesora de la ley nacional de matrimonio civil. El matrimonio de Alois y Magdalena es considerado el
primer matrimonio que se denominó civil, aunque no se puede asegurar que impulsó o causó que se impulsara la
ley.
En 1875, Finkbein comenta que se producía un incremento numérico de los matrimonios mixtos, por lo
menos en la iglesia evangélica. Llegaba, en 1811, a 10, siendo que la iglesia evangélica contaba con 186 miembros
activos.
En las comunidades circundantes, los matrimonios mixtos no se daban en números tan altos como en
Esperanza. Es necesario comprender los sucesos en relación a este tema para tener luego la capacidad crítica de
elaborar perfiles hacia éste tipo de familias, para una función pastoral concreta, como es la poiménica.
La colonia de Humboldt
Se origina por la fundación de la colonia madre, Esperanza. Ante las comunidades, provenientes de las
“concesiones”, espacios de tierra que los colonos venían a labrar. Muchas de las familias eran protestantes,
además muy unida con lazos a Esperanza, que hasta hoy se mantienen.
En 1888, cincuenta familias se independizan de la comunidad evangélica de Esperanza para formar una
congregación propia e independiente. Hasta casi principios del SXX pudieron contar con la presencia de un pastor
(Forester). Se mantuvo como iglesia independiente, aunque sin pastor hasta mediados de siglo.
La congregación de Esperanza dejó de ser el centro comunitario, y el resto, con Humboldt, compartían un
pastor en común.
En Esperanza, el templo de la congregación evangélica está situado en un lugar céntrico de la ciudad,
junto al templo de la iglesia católica. Poco común en Argentina. En 1895, una comisión mixta de vecinos
interconfesionales reúne los fondos para instalar un reloj público en la torre del templo protestante. La
Municipalidad de Esperanza se encarga de su mantenimiento.
En 1949, el pastor Otto Faber decía que la relación con los católicos era mala. Recalcaba el empeño de
éstos en querer convertir a los evangélicos hijos de los matrimonios mixtos; remarcaba la indiferencia de los
padres y el desprestigio de los católicos a los protestantes. Luego, con el tiempo, los mixtos pasan a ser católicos,
y pastores se alarman de la falta de “conciencia evangélica”.
Los matrimonios mixtos van creciendo desmedidamente. De cuatro parejas que se casaban, una era
evangélica pura. La iglesia, según el pastor Faber, seguía presionando al cónyuge católico para que intente ganar
al otro en 1962. El pastor en esa época se encargaba de guiar al cónyuge católico para que conozca la iglesia
evangélica, y en esto encontró muy buena predisposición por parte de ellos. Aunque en los matrimonios que
habían sido efectuados en la iglesia católica esto resultaba mucho más difícil.
Era problemático establecer diálogos poiménicos con los matrimonios mixtos, casados por la iglesia
católica, donde el evangélico se mostraba indiferente e impedía lo que perturbara su paz y su hogar. Por eso se
pasaba el cónyuge a la iglesia católica.
Cuatro conclusiones del informe de Faber:
1 – La mayoría de la población católica reconocía a la iglesia evangélica como iglesia cristiana del mismo
valor. Lo que hacía casi nulos los efectos de un proselitismo.
2 – Algunas veces, en los matrimonios mixtos celebrados por la iglesia católica, se adoptaba una
modalidad de vida religiosa en pareja, donde el cónyuge católico proponía al evangélico continuar participando
normalmente de su iglesia
3 – El trabajo de cuidado pastoral hacia esos matrimonios fue exitoso, a que fue posible efectuarlo con
una asistencia pastoral continua, especialmente con los cónyuges católicos.
4 – Pocos jóvenes podían reconocer la problemática de un matrimonio mixto, haciendo hincapié en la
instrucción a la juventud de la comunidad
Ya durante la década del 60, en Humboldt, se ponen de manifiesto los intereses comunes de la población,
por encima de las distinciones religiosas. Se ve esto en la creación actual del Colegio Secundario de Humboldt,
idea que nace del pastor y de vecinos. Entre pastor y monjas de un primario, concretaron la idea, con enseñanza
religiosa, católica, dada por monjas y evangélica, por el pastor. Esto permitió que la comunidad priorizara otros
intereses por encima de las diferencias confesionales, como eran, por ejemplo, la educación planeada para los
jóvenes.
Ambas iglesias pudieron ir logrando entenderse.
Durante la década del 60, la poiménica hacia las familias de la comunidad de Humboldt, por medio de la
visitación domiciliaria, pretendía dirigirse a aquellas familias que demostraban interés de participación en la
comunidad evangélica. Se atendía a las familias que, no insistiendo en las otras por razones de
interconfesionalidad, se volcaban a lo católico. Parejas de origen católico, participaban en las ceremonias, luego
de una charla con el pastor acerca de su significado. En ésta valoraba, sobre todo, la búsqueda espiritual misma
del creyente, evangélico o católico, sea que lo haga en la iglesia católica o en la evangélica.
Dos conclusiones, hacia la actualidad, desde los 60’:
1 – Un aumento gradual de los matrimonios mismos en la actualidad
2– Un alto grado de falta de identidad evangélica: la falta de identidad se manifiesta en los jóvenes
evangélicos por su casi total falta de participación en las reuniones de jóvenes y cultos, siendo la mayoría,
procedentes de padres católicos.