0% encontró este documento útil (0 votos)
601 vistas8 páginas

Novena de Natividad de La Virgen

Este documento contiene una novena dedicada a la Virgen María de Albendín. Incluye oraciones diarias dirigidas a María, pidiéndole diferentes gracias. También incluye consagraciones diarias a la Virgen. El propósito es honrar a María durante los nueve días previos a su solemnidad y obtener su intercesión.

Cargado por

Ronaldo Lourenci
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
601 vistas8 páginas

Novena de Natividad de La Virgen

Este documento contiene una novena dedicada a la Virgen María de Albendín. Incluye oraciones diarias dirigidas a María, pidiéndole diferentes gracias. También incluye consagraciones diarias a la Virgen. El propósito es honrar a María durante los nueve días previos a su solemnidad y obtener su intercesión.

Cargado por

Ronaldo Lourenci
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 8

Parroquia Santa María de Albendín

Novena por la Solemnidad de la


Santísima Virgen María de Albendín
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Virgen María, Madre de Dios, Reina y Madre nuestra, acudimos
a Ti, llenos de confianza y amor, porque creemos que es por
medio de Ti, que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo
tuyo, quiere derramar sobre nosotros, pecadores, todas las
gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su
Divino Corazón. Por esto te suplicamos, Madre de Bondad y de
Misericordia, que alcances de Jesús, la conversión de corazón, el
perdón de los pecados, la fortaleza en las pruebas y
sufrimientos, el consuelo en las tristezas, sobre todo la salvación
de nuestras almas. Santa María de Albendín hoy nos ponemos
bajo tu manto, y pedimos que envíes el Espíritu Santo sobre
nosotros para que siendo hijos tuyos, seamos verdaderamente
hijos de nuestro Padre que esta en los cielos. Amén.

Pedir la gracia que deseo alcanzar de María en esta Novena.

ORACIÓN FINAL
Oh bienaventurada, gloriosísima Santa María de Albendín,
Madre de Dios, Reina de todo lo criado, elevada sobre todo el
cielo y más resplandeciente y pura que los rayos del sol: tú eres
más gloriosa que los querubines, más santa que los serafines y
sin comparación más sublime y aventajada que todos los
ejércitos del cielo. Tú eres la esperanza de los patriarcas, la
gloria de los profetas, la alabanza de los apóstoles, honra de los
mártires, alegría de los santos, ornamento de las sagradas
jerarquías, corona de las vírgenes, inaccesible por tu inmensa
claridad, princesa y guía de todos y doncella sacratísima; por ti
somos reconciliados con Cristo nuestro Señor. Guárdanos y
apiádate de nosotros, que estamos sucios con nuestras pasiones
y manchados con los innumerables males que hemos cometido
contra nuestro Juez y Creador. No tenemos otra confianza sino
en ti, que eres el áncora de nuestra esperanza, el puerto de
nuestra salud y socorro oportuno en la tribulación. O Madre
nuestra, que por tu gloriosa intercesión seamos libres de las
tristezas de la vida presente y disfrutemos de las alegrías de la
vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
(Cf. Oración de San Efrén de Siria, 306-373. Doctor de la Iglesia)


1
PRIMER DÍA: 

VIRGEN MARÍA, ¡BENDITA TÚ ENTRE TODAS LAS
MUJERES!.
Tú que fuiste predestinada desde toda la eternidad, y elegida
entre todas las mujeres, para ser la Madre del Hijo de Dios, por
lo cual Dios infundió en tu alma todas las virtudes y el Espíritu
Santo te colmó con todos sus dones e inflamó tu corazón en el
amor de Dios. Te rogamos, -ya que dicen que amarte es señal
de predestinación-, que enriquezcas nuestras almas con el
amor, las virtudes y frutos que necesitamos, para que nuestra
vida sea digna de hijos de Dios y de hijos tuyos, para que
imitándote, vayamos uniendo más y más estrechamente a la
Voluntad de Dios y así como con tu "Sí" a Su Voluntad dio inició
la Historia de la Salvación, al tomar carne el Hijo de Dios en tus
entrañas por obra del Espíritu Santo, también nosotros,
hagamos de nuestras vidas un "sí", y podamos emplear nuestra
vida en el amor y servicio del Señor y de la Iglesia, conviértenos
en instrumento de salvación para los demás.

Consagración a la Virgen
Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tí.
En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame y
defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

SEGUNDO DÍA: 

VIRGEN MARÍA, SIEMPRE INMACULADA, "BENDITO EL
FRUTO DE TU VIENTRE".
Tú que desde el primer instante de tu concepción fuiste
preservada por Dios de toda mancha de pecado y llena de
gracia , para que llegada la "Plenitud de los tiempos" su Divino
Hijo, llevando a cumplimiento el plan providencial de la
Santísima Trinidad sobre la salvación de los Hombres, se
encarnase en Ti por obra del Espíritu Santo, quedando Tú
introducida ya desde aquel primer anuncio en el Misterio de
Cristo tu Hijo para siempre. Te suplicamos por tu Inmaculada
2
Concepción que nos concedas Tu auxilio para que
mantengamos siempre nuestra alma limpia de pecado y el
Espíritu Santo pueda formar Contigo y en Ti a Jesús en nuestros
corazones y llenos de sus dones como Tu, seamos una digna
morada de la Santísima Trinidad.

Consagración a la Virgen
Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tí.
En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame y
defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

TERCER DÍA: 

VIRGEN MARÍA, MODELO DE HUMILDAD Y DE
OBEDIENCIA A LA VOLUNTAD DE DIOS.
Tú que te llamaste a Ti misma "esclava del Señor", Tú que te
gozaste en tu pequeñez, que Te consagraste del todo a Ti
misma, ¡con todo tu ser a la Persona y a la obra salvífica de
Jesús!, haciendo de tu vida no sólo un continuo canto de amor,
de alabanza y de gratitud a Dios, sino también un continuo
acto de servicio, cooperando así en la redención con humildad
y fidelidad. Te suplicamos que alcances del Señor que nos llene
de ese amor, nos llene de fe y con un corazón humilde y
generoso, podamos a ejemplo Tuyo, hacer de nuestra vida un
continuo acto de servicio a su Persona y a su misión salvadora,
siendo instrumento de salvación en sus Manos para otros y para
la total y completa instauración de su Reino y de la Iglesia en el
mundo, para que así un día Contigo podamos proclamar las
grandezas de Dios y cantar por siempre sus Misericordias.

Consagración a la Virgen
Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tí.
En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame y
defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

3
CUARTO DÍA: 

VIRGEN MARÍA, MAESTRA DE ORACIÓN Y DE
SILENCIO, PRIMERA OYENTE Y DISCÍPULA DE JESÚS.
Tú que como nadie conociste y viviste los Misterios de la
Encarnación y de la Redención, Tú que guardaste y meditaste
en tu Corazón con fe, esperanza y amor, las palabras que te
fueron dichas de parte de Dios y los acontecimientos que
constituyeron los Misterios de la infancia y de la vida de Jesús,
descubriendo poco a poco a través de todo ello los misteriosos
e inefables designios de Dios Padre sobre la salvación de los
hombres Te rogamos que alcances de Dios esa fe fuerte , firme
e indestructible, esa esperanza contra toda esperanza y ese
amor ardiente, pleno y total que adornaron tu Corazón, para
que aceptemos siempre los misteriosos designios de la Voluntad
de Dios, veamos en todo su Providencia que sólo desea nuestro
bien y seamos para otros testimonio de fe y de esperanza.

Consagración a la Virgen
Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tí.
En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame y
defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

QUINTO DÍA: 

VIRGEN MARÍA, MADRE, AUXILIO, SALUD, REFUGIO,
CONSUELO, SOCORRO, ABOGADA DE TODOS
AQUELLOS QUE TE NECESITAN Y ACUDEN A TI CON
CONFIANZA Y AMOR.
Tú que yendo a visitar a tu prima Sta. Isabel y luego en las
Bodas de Caná, me diste ejemplo de amor ,de generosidad y
solidaridad con el prójimo, manifestándose en ambos
momentos a través de Ti, la Divinidad y el poder de Jesús.
Enséñanos a tener ese espíritu de generosidad y de solidaridad
para con todos los que forman parte de nuestra vida, como
todos aquellos que de algún modo necesiten de ayuda,
4
especialmente los mas pobres y también en aquellas
necesidades por muy lejanas que estén en las que sea necesario
el "milagro" y el poder de la caridad; que como Tú y con tu
ayuda también nosotros podamos llevar a Jesús allí adonde
vayamos, para que descubran a través de nosotros "siervos
inútiles", el poder y la misericordia de Jesús y como Tú en
nuestras oraciones, presentes siempre y sin cesar, a Dios Padre
las necesidades de los hombres y del mundo.

Consagración a la Virgen
Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tí.
En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame y
defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

SEXTO DÍA: 

VIRGEN SANTÍSIMA DE LOS DOLORES.
Tú que como nadie viviste, "sentiste" y sufriste en Tu Corazón
de Madre, el desamor, la persecución, la calumnia, la
dolorosísima Pasión y Muerte que sufrió Jesús por nuestra
salvación, alcánzanos del Espíritu Santo la fe, el amor y el don
de fortaleza que llenaron tu Corazón en aquellos momentos,
para que también nosotros aceptemos con amor y que unamos
los sufrimientos de nuestra vida, a los de Jesús y a los Tuyos,
para completar en nuestra carne -como decía S. Pablo- lo que
le falta a su Pasión en bien de la Iglesia y por la salvación de las
almas.

Consagración a la Virgen
Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tí.
En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame y
defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

5
SÉPTIMO DÍA: 

VIRGEN MARÍA, MADRE DE DIOS Y MADRE DE TODOS
LOS HOMBRES.
Tú que estuviste junto a Jesús clavado en la Cruz, y sin duda te
asociaste con entrañas de Madre a su sacrificio, y te ofreciste
con Él al Padre para la salvación de todos los Hombres,
engendrándonos como hijos tuyos al pie de la Cruz en la
persona de S. Juan a costa de dolores tan inmensos y amargos,
defiende nuestra causa con tu protección maternal y tu
intercesión "omnipotente" ante Dios. Obténnos a los que
amamos y seguimos a Jesús el incesante socorro de su gracia,
para que nos mantengamos fieles a las exigencias y a los
compromisos de nuestro Bautismo y demos testimonio de Él
con toda nuestra vida y para que podamos luchar contra los
enemigos de nuestra salvación y no nos alejemos de Él por el
pecado. Y ya que eres Madre de Bondad y de Misericordia ora
sin cesar por tantos Hombres, que viven en pecado, cerrados a
su Misericordia; de espaldas a Él o negando su existencia. "Pon"
ante Dios Padre, los brazos de Jesús abiertos en la Cruz, para
que mantenga siempre sus brazos abiertos dispuestos a acoger
en un abrazo de amor y de perdón a todos los hombres por los
que Jesús entregó su vida, aunque sea en el último instante de
las suyas. Madre de los pecadores y Madre de la Vida, ruega
por nosotros.

Consagración a la Virgen
Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tí.
En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame y
defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

OCTAVO DÍA: 

VIRGEN MARÍA, MADRE Y MODELO DE LA IGLESIA.
Tú que unida como una discípula más, a los Apóstoles y
discípulos en el Cenáculo, esperaste orando e invocando sin
cesar, el Don del Espíritu Santo prometido por Jesús antes de su
6
Ascensión al Cielo. Alcánzanos, que unidos en oración con la
Iglesia, imploremos a Dios que se realice en Ella un Nuevo
Pentecostés, que El la una en la paz y en el amor y renueve y
transforme los corazones de todos los cristianos, para que llenos
de sus dones nuestra vida sea un testimonio de fe, de esperanza
y de amor como la tuya y seamos ejemplo de santidad en este
mundo tan secularizado, adonizado y alejado de Dios, para que
así los Hombres crean que Jesús es el Salvador, el Hijo enviado,
predilecto y amado del Padre y escuchando su voz, crean y
amen al Padre, y aceptando la Salvación vivan como salvados.

Consagración a la Virgen
Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tí.
En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame y
defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

NOVENO DÍA: 

VIRGEN MARÍA, REINA Y SEÑORA DE LOS ÁNGELES.
Tú que fuiste Asunta en cuerpo y alma al Cielo, y coronada
como Reina y Señora de Cielos y Tierra y gozas ya sentada a la
diestra de Jesús de la Unión , de la Gloria eterna y del Amor de
la Santísima Trinidad. Guíanos, acompáñanos y protégenos en el
peregrinaje de la fe hacia la vida eterna, para que no
apartemos de Jesús, único y verdadero Camino hacia el Padre; y
en la hora de la muerte experimentemos tu poderosa
intercesión y protección maternal y así Contigo podamos
alabar, adorar y gozar de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo por
toda la eternidad.

Consagración a la Virgen
Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tí.
En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame y
defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

También podría gustarte