Carlos Monge
LA REFORMA AGRARIA Y EL MOVIMIENTO CAMPESINO
La reforma iniciada en junio de 1969 alteró de manera sustancial el contexto y las
características de la movilización campesina que por la tierra y nuevas condiciones de
trabajo se desarrollaba en el país desde la década del 50.
La lucha de los 70 siguió siendo por tierra y contra relaciones semi feudales de trabajo,
pero aceleró el tránsito hacia una nueva estructura agraria y hacia la redefinición
sustantiva del movimiento.
Los campesinos y sus organizaciones recuperaron y reafirmaron tradiciones e identidades
antiterratenientes y antifeudales.
ANTECEDENTES
La agremiación campesina en el Peru contemporáneo se remonta a la década de 1920,
cuando se funda la Federación General de Yanaconas y Campesinos del Perú, impulsada
por el dirigente iqueño Juan Hipólito Pévez Oliveros.
El ascenso al poder del Frente Democrático (19451948) hubo un nuevo esfuerzo en este
sentido. El 11 de abril de 1947 se fundó la Confederación Campesina del Perú (CCP), la
que en diciembre de ese mismo año realizó su primer congreso, eligiendo a Pévez como
su secretario general.
La fundación de la CCP fue un intento por agrupar la lucha campesina que
se había reiniciado con la apertura democrática de 1945.
La dictadura militar del general Manuel A. Odria (19481956) terminó con dicha "apertura"
y, al igual que la FGYCP después de la crisis del 30, la CCP no logró sobrevivir al
ambiente de represión que se instauró con el régimen odriista, y prácticamente
desapareció.
LUCHA Y AGREMIACION CAMPESINA EN LOS 60
A fines de la década de 1950 se reiniciaron el movimiento y la agremiación campesinos.
Contribuyeron regímenes representativos y más democráticos, contradicciones entre los
hacendados tradicionales y fracciones burguesas y medias con afanes de cambio y
modernización, y la expansión de las economías campesinas y su inserción en el
mercado.
Las luchas más importantes fueron contra los hacendados en La Convención y Lares
(Cusco) y contra la Cerro de Paseo Corporación conflictos y demandas campesinas
realizada por Virginia Guzmán y Virginia Vargas permite una discusión detallada de las
características del movimiento campesino de esos años.
En cuanto a la distribución espacial de los conflictos, resalta la importancia del Cusco
(13.4%), Paseo y Junín (con un agregado de 14.3%), y de las zonas azucareras de
Ancash, La Libertad y Lambayeque (agregado de 21.20%): estos departamentos fueron
los centros del movimiento campesino por la tierra y de los trabajadores por la
sindicalización.
Esta movilización campesina dio lugar a un proceso de organización local, provincial y
departamental que, si bien fue intenso, no contó con una hegemonía política claramente
establecida. A fines de los 50 surgieron o se generalizaron organizaciones.
La lucha campesina de los 50 y los 60 precipitó la crisis final de la
dominación terrateniente, pero los campesinos organizados no lograron
liderar, con propuestas propias, el proceso de cambios que sus mismas
luchas impusieron en la sociedad rural.
En esas condiciones, el movimiento campesino se desorganizó rápida
mente con la represión que la primera administración de Femando Belaún
de desató en el campo para enfrentar a las guerrillas, y entró en un nuevo
reflujo del que sólo saldría en el contexto creado por la reforma agraria de
junio de 1969.
LA REFORMA AGRARIA Y EL MOVIMIENTO CAMPESINO
En el período que va de 1965 a los años iniciales de la década de 1970 no
hubo ningún nivel de movilización campesina comparable con aquel de
19561964.
En departamentos como Piura y Cajamarca existían federaciones campesinas
(FEDECAP, FEDECC), pero no la tradiciónni experiencia de movilización de Cusco y
PascoJunín.
Luego de un período inicial en el que se produjo una masiva movilización campesina
contra
la descapitalización de los fundos y por acelerar o implementar por cuenta propia la
reforma, el movimiento pareció alcanzar sus propios límites.
La falta de alternativas respecto de qué hacer después de las tomas y las
contradiccionepolíticas entre distintas corrientes al interior de la FEDECAP (que incluso
facilitaron la ofensiva ideológica y orgánica del gobierno.
La evolución inicial de las luchas en Cajamarca fue similar. La FEDECCque existía desde
los años 60 asumió, a inicios de los 70, una posición de apoyo incondicional a la reforma
agraria impulsada por lo militares.
Los primeros años del proceso reformista, entonces, allí donde anteriormente no había
habido grandes experiencias de movilización, surgieron nuevos movimientos campesinos
en respuesta a las condicione concretas planteadas por la reforma agraria. En sus inicios
estos movimientos no entrarorr en contradicción directa con la aplicación de la reforma
estatal.
La CCP de los 50 y 60 estaba asentada en sectores campesinos de Ayacucho y Ancash,
así como en trabajadores sindicalizados del norte chico, bases que habían desarrollado
sus experiencias de lucha antes del proceso de reforma agraria.
Esta desmovilización en las zonas en las que sólo una década antes se había
desarrollado un masivo movimiento campesino abrió las puertas a la hegemonía del
proyecto reformista militar en el movimiento campesino cusquefío y del centro del país. La
movilización autónoma del campesinado renacería sólo en contradicción con los límites
de la reforma agraria militar, ya pasada la primera mitad de la década del setenta.
Cambios en la sociedad, el Estado y el campesinado
Los hechos y eventos que forman parte de estos movimientos surgidos al calor de la
reforma son, además, indicios de procesos de cambio cuyas implicancias se
manifestarían sólo después de la reforma misma.
La reforma dio el golpe final a la clase terrateniente, que hasta ese momento se había
constituido en el obstáculo más importante para la organización y movilización
campesinas...
La realidad desbordó las intenciones oficiales. Junto con la modificación de la tenencia de
la tierra, de la reforma resultaron una estructura agraria integrada a un mercado
oligopólico que niega a la mayor parte de los campesinos.
Al eliminar a la clase terrateniente tradicional y redefinir el rol de la agricultura en la
economía nacional.Las contradicciones que se originan primero entre la CCP y el
SINAMOS, la CNA y el gobierno militar, y después entre los sucesivos gobiernos y el
rnovin El no campesino en su conjunto.
Otra consecuencia de la reforma ha sido la ampliación y extensión de las bases sociales
del movimiento campesino. Pese a la desmovilización temporal que en algunas zonas
siguió a las tomas de tierras o a la implementación de la reforma.
El cuadro de delega turas al séptimo congreso nacional de la CCP, realizado en Lima en
1987, es también indicativo de la nueva amplitud del movimiento.
La fragmentación de las vanguardias políticas constituidas en la experiencia anterior
había llegado al extremo a mediados de los 60. El reflujo del movimiento organizado que
duró hasta inicios de los 70.
Desde inicios de los 70, con el relanzamiento de la reforma agraria, se plantearían nuevos
interrogantes para el debate sobre la cuestión agraria una recomposición del liderazgo del
movimiento campesino.
Y DESPUES DE LA REFORMA AGRARIA, ¿QUÉ?
Si a lo largo de los años 60 y 70 el campesinado peruano logró acceder a la propiedad de
la tierra y ampliar nacionalmente el ámbito de su movilización, en los 80 se le plantearon
como problemas concretos.
El cuadro 8 presenta un resumen de las demandas contenidas en los
informes presentados por las bases campesinas asistentes al sexto congreso
nacional de la CCP, realizado en Lima en 1982.
Como puede observarse, para 1982 se había producido ya una redefinición sustantiva de
las reivindicaciones campesinas.
Si durante los años 60 y 70 el campesinado y sus organizaciones había logrado abrir y
mantener abierta la posibilidad de existir, de expresarse, de movilizarse, estos espacios
democráticos se ven amenazados por la espiral de violencia generada a propósito del
enfrentamiento SLFF.AA. y los ataques de ambos a la organización campesina.
No se trata, ahora, sólo del enfrentamiento con poderes y autoridades locales que
cuestionan cotidianamente el derecho campesino a expresarse y organizarse, sino de la
puesta en práctica de proyectos políticos de corte militarista, vertical y autoritario (Sendero
Luminoso y la contra insurgencia del Estado), que amenazan con destruir la existencia
misma del movimiento organizado.
CONCLUSIONES
la discusión sobre el agro peruano ha incorporado temas a los que antes no se prestó
atención. Junto con el interés por la tenencia y distribución de la tierra dominante en los
años 60 y 70, y que en la actualidad remite a temas nuevos como el destino de empresas
asociativas y la ampliación de la frontera agrícola.
El movimiento campesino y sus organizaciones gremiales no han sido ajenos a esta
evolución. Los campesinos han crecido en número y hexpandido sus economías; han
recuperado tierras por cuenta propia o se han eficiado de reformas agrarias.
Se han ampliado la frontera agrícola como parte de colonizaciones normadas desde el
Estado o por migraciones espontáneas; se han integrado al mercado para la venta de sus
productos ypara la compra de insumos productivos y productos de consumo doméstico.
En este camino, han cambiado también las percepciones que tienen de sí mismos y de
sus problemas, y las alternativas que su gremios proponen frente a ellos. En la
explicación de los cambios que han ocurrido en el movimiento campesino, la reforma
agraria iniciada el 24 de junio de 1969 tiene 'una importancia determinante. La
implementación de la reforma desdé el Estado alteró por completo el escenario en que se
desarrollaba el Movimiento campesino y sus gremios..
Vistos en perspectiva, los grandes debates de los años 70 en tomo a la tierra y la
autonomía de los gremios campesinos se ubican en un momento de tránsito global entre
dos situaciones sustancialmente distintas. Como resultado de estos cambios y, en
muchos casos, más allá de la acción y la intención que orientó tanto a la reforma estatal
como a la movilización campesina.