Último Suspiro
Último Suspiro
suspiro
Arik Eindrok
La condición mística de los últimos esfuerzos
por restablecer el nuevo orden
se ha trastornado entre aquellos
quienes proponen el esquema
que fractura las mentes más endebles.
Asimismo, el suspiro del fin llega hasta mis labios
para anunciar lo que me ocultó el corazón del suicida feliz.
Entronización demente
Me embauco una anómala y refulgente sombra sin nombre
Al menos así creía no conocerla e ignorar su origen atroz
Nunca colegí que acaso fuese yo su creador ni su próximo deudor
Embaído por poderes dementes falsifique los propósitos del ritual
Y entre la añoranza de sahumar los dolores de mi alma, fui cediendo
Ante sus sugerencias enloquecedoras comencé a perder la consciencia
Hasta que en cuestión de minutos no reconocía más mi figura
Más allá de mi sombra, los relámpagos habían sido liberados con violencia
Mi escasa resistencia y mi endeble voluntad no significaron nada para su
poder
Debilito todas mis fuerzas y absorbió la energía de mi alma y de mi mente
Alcanzo su máximo desarrollo sin que yo pudiera hacer algo por frenarle
En el interior me ahogaba; solitario y sin posibilidades de un grito proferir
Lo que sea que fuese, se enquistó en mi corazón con sepulcral vehemencia
Temía, con una mezcolanza de horror y agonía, con indecible algarabía
Que ni siquiera la muerte de sus garras pudiera arrancarme para renacer
Quizá seguiría estando conmigo esa impúdica forma tan parecida a mi reflejo
Me zahería cada vez que podía, intuyendo que era cada vez menos yo y más
ello
¿Cómo podía haber imitado tan perfectamente mis percepciones y nociones?
¿En qué clase de criatura estaba convergiendo mi absurda existencia
multiforme?
Tal vez eran varias las cosas que luchaban tan ferozmente por dominar mi ego
Y al motejarle e imponerme, solo conseguí enfurecer sus gomosas mandíbulas
Aunque sabía que era solo una quimera, pues su identidad era inextricable
¿Debía continuar oponiéndome a la presión insoportable de sus apariciones?
Ya no podía continuar evitando sus intervenciones en cada faceta de mis
visiones
¿Qué demonios eran esas cosas y por qué era yo al que tanto le susurraban?
¿Era yo asqueroso también y solo una vil masa de desperdicio putrefacto y
vacío?
No podía saber quién era o si era alguien, tampoco recurrir a la sencilla ilusión
Pues ahora sabía que yo les había creado, aquello al fin me había suplantado
Cuan funestos llegaban a ser los sonidos que desprendían cuando nacían
Sus rostros expresaban la estupidez de la existencia humana corrompida
¿Realmente iba a desaparecer y ellos obtendrían el control de este traje
alienado?
No recuerdo la última vez que pude ser yo, al final ellos me habían
fragmentado
Realidad impostora
Fecundada la verdad de la mentira, bramó el eidolon
Números infinitamente abismales trajeron la ampulosidad
Letras retumbantes cargadas de sentido, falsos profetas ordenando
Ejecución de los opuestos, conflagración del puente interno
Las cabezas rodaron, los tuertos olvidaron lo atisbado
Incompetentes en sus fútiles intentos para simular lo real
Su idolatría malsana castigó el espíritu redomado
Lo intimidó al punto de la herejía bestial y encarnada
Los sonidos nunca fueron más exóticos como aquella ocasión
Devorando la paz y colgándose de la sangre de los miserables
Llegaron a sostener en sus manos el poder para la resurrección
Abjuraron a los demonios y se aliaron con sus fantasiosos dioses
¿Y qué consiguieron? La inopia extendida de haber perdido su aspecto
Los mejores guerreros se abstuvieron de luchar en aquel sinsentido
¿No eran lo bastante fuertes para resistir a la criatura carcomida?
¿Acaso tenían necesidad alguna de presentarse y destruir el idilio?
Pueril recompensa atiborró los bolsillos de aquellos amaestrados monos
Por doquier se escuchaban vagidos de lamentación y pena
La tragedia fue mayor a la prevista por el cetro sacrosanto
En el osario yacían refugiados los animales menos malintencionados
La violencia y el asesinato fueron condecorados en el tribunal orlado
Ella recargó su hombro en mi pecho, susurró frente al espejo
Su aliento partió con agitación la esencia debajo de esta cáscara
Era solo una máscara, para reprimir el ente que añoraba desenvolver
Me había ocultado bien, ahora ellos controlaban el mundo, y yo no volveré
Malsana esencia
Se reunieron los emblemáticos y elevados seres que gobernaban la humanidad
¿Quién de todos sería el más poderoso? ¿Quién el mayor símbolo sexual?
El resultado final era sencillamente ridículo, pero el deleite incomparable
Solo importaba saber la cifra, el número inmaculado de los nuevos adeptos
Dinero, sexo, drogas, guerras, materialismo, posesiones, fronteras y
capitalismo
En la misma bolsa se mezclaban los elementos para doblegar al débil mono
En todo momento el adoctrinamiento estaba presente y en pleno resplandor
Desde el nacimiento hasta la muerte, el mono seguía patrones para sobrevivir
No querían precipitarse, preferían esperar y someter el subconsciente
Televisión, radio, juego, entretenimiento, diversión y globalización
¿En dónde habían quedado los sueños y las actividades sublimes?
Estaban muertas las divinas expresiones y marchitadas las entelequias
Poesía era obnubilada y despreciada por ser inútil e incomprendida
Literatura era rechazada y desdeñada por ser peligrosa y rebelde
Arte había sido ridiculizado y prostituido ante la vulgaridad estúpida
Música había sido tomada por las manos del poder y reducida a solo ruido
Bestialmente deplorable era la corrupción del mono y todos sus vínculos
¿Qué clase de valores existían en un mundo pestilente y sombrío?
¿No resultaba necesario matar a los ricos y revivir a los desnutridos?
Un pedazo de papel clandestino decidía la suerte de toda una raza impía
Cualquier persona era rechazada si mostraba una oposición sincera
Y aunque la mayoría permaneciese estúpido, inculto y dulcemente dormido
Aun así, seguía su ritmo el melifluo del río, intentando una misión suicida
La de farfullar a los enemigos el mayor tesoro en el umbral del destino
La costumbre permanecería, pero el tiempo acabaría con este accidente
Tan contaminada y controlada era la ilusoria realidad que los poderosos
esparcían
Tan bien montada era la farsa de existir que el rechazo hacia la muerte vivía
Grotescos monos, jamás percibirían lo que les había sido arrebatado en el
idilio
Tan solo importaba la superficialidad, el dinero y cualquier otro elemento sin
sentido
El poder emancipado se enmascaraba en las manos de supuestos líderes
Viles títeres hambrientos de satisfacer sus intrínsecos y asquerosos impulsos
No me agrada este mundo codificado por ellos para absorber los últimos
suspiros
Ensoñación baladí
Cerúleo conflicto, la guerra estallaba en el planeta del inferior y estulto
mendigo
En las montañas escurrían miríadas de centelleantes guerreros sangrando por
doquier
La victoria se había tornado en algo más imposible que la libertad para los
ignotos
Carecían de la llave para descifrar los arabescos idílicos en la construcción
cautivante
Durante las infinitas batallas usurparon la mente de los contaminados
Mas éstos, acostumbrados a las querellas enfermizas, opusieron infame
resistencia
Intentaron los espíritus del águila purificar la inenarrable asquerosidad
humana
Pero fallaron y cayeron desprovistos de alas, suplicando por el retorno del
eterno
Las guerras estaban definidas desde el prolegómeno del éxtasis sideral
Las supernovas imprimieron una esperanza cuáquera en los alienados del
dolor
Empero, los luctuosos y viles monos se parapetaron en su vomitivo pantano
Y los resplandecientes vuelos del águila memorial se perdieron en la oscuridad
En la modorra del ente siniestro surgían fofas e insanas oquedades
En la retahíla del cielo fúnebre descansaban los espirituales restos del águila
En mitón del olvido se encajaron todas las agujas destinadas al humano
sombrío
Fueron escasos los perdonados, en su mayoría fueron exiliados hacia el óbito
Calamidad del tiempo, constricción del inmenso manantial ingrávido
Primigenios hierofantes invocaban el regreso del águila espiritual
Todos bramaron y recurrieron al impertinente y falso dios a cambio de poder
Aunque intrascendente fue su existencia, los monos contaminaron el amanecer
Diatribas vehementes coronaron a los supuestos nuevos reyes del orden
Miserables larvas tomaron las riendas de una enervante civilización
Se implantaron absurdas creencias, así como pensamientos ínfimos y
humillantes
Pero los seres carentes de alma jamás cuestionaron las mentiras alucinantes
Numen diseminado
Define los límites en los cuáles esparcirás la catártica mentira
Controla las mentes de los débiles para dominar a los fuertes
Levanta la lengua y regocíjate con la bendita fortuna del sabio
Elige suicidarte o desfragmentar la profundidad de los sueños
Musitando drásticos cambios aparece el protector de la traición
El guerrero que lucha sin parar se rendirá cuando despierte
Y los tambores cesarán al igual que el monótono averno de humanidad
Sígueme si quieres ver caer lo que repugnas dentro de tu ser
La libertad que te ofrecieron sabe bien, pero no es real
La felicidad que ostentas complace, pero no sabe a verdad
El amor que has dilucidado es hermoso, pero ya acabará
La existencia que posees es placentera, pero sin ideal
Traspasa la sólida prisión y arroja las llaves al mar de fuego
Utiliza la muerte para desprenderte de lo que más atesoras
Vacía tu espíritu y vierte la sangre en la puerta principal
Abre los ojos para vislumbrar los agujeros en la pseudorealidad
Sé cauteloso, pues nacer y morir a la vez requiere bastante intuición
Saborea el exquisito bálsamo con que se escurre la sombra del suicidio
Juega tanto como puedas, una y otra vez, hasta agotar la audición
Luego rechaza la mentira y abraza el sendero de la agonía
El sufrimiento no es sino la respuesta a todo gran buscador
El dolor sanará el contacto aciago con tu anterior rivalidad
Ya no prosigas peleando por nada contigo mismo y sin piedad
Acepta lo que eres, deja que la luz y la sombra formen la unidad
Conócete a ti mismo, disfruta el idílico paisaje de la rítmica catarsis
Complace a cada uno de tus asesinos, luego mátalos cuando descansen
No tengas miedo al cambio, la aleatoriedad absorberá la evolución
Ven y sé libre, convéncete de restaurar el predominio de la verdad
La envoltura
No sabía qué hacer ni a qué demonio recurrir para adormecer
Escuchaba todo el tiempo su insistencia insana para sobresalir
Tan inmanentemente vinculada con el centro donde nace mi ser
Totalmente angustiada por salir, yo le encerré al nacer, tenía celos
Va desenvolviéndose y creciendo tras cada fatídico despertar
Ahogándome por momentos y enviciándome hasta disociarme
Despegarme de sus garras significaría asesinar lo más profundo en mí
Y aunque se agita para anunciarme cuánto ha crecido, no le interrogo más
¿Será esa la clave en que se fundan las concepciones más sublimes?
¿Deberé retirar la capa que me asemeja a un humano en esta realidad?
¿Deberé llorar para contenerle o matar para satisfacer su oportuna sed?
No quisiera someterle, sino dejarle expandirse, pero me aterra su poder
Si tan solo pudiera fundirle y hacerle para de mi esencia
Manejarle como ella lo hace con mi libre albedrío en el triste caos
Me sugiere evolución y promete la salvación; ¿debo creerle o no?
No hay con quién ir, nadie puede entender lo que agita el interior
¿Cómo entrar en el alma y la mente del prójimo siendo tan opuestos?
Entre algunas leyendas se sospecha del indomable caballo negro
Se abalanza sin consideración, amplía el panorama para la ascensión
Si me atreviera a liberarle, ¿quién puede asegurar mi protección?
Ella es salvaje, me sumerge en el abismo cuando tiene hambre
No se conforma con la energía, desea algo mucho más tangible
No hablo de alguna paranoia, ¿por qué me miras de ese modo dubitativo?
¿No crees que pueda ser real la criatura que me mantiene vivo?
Yo le veo arañando las paredes de esta forma carnal, sangrándome
Le siento mucho más real y audaz que esta existencia tan banal
Su esencia me convertirá en el dios al que todos aspiran doblegar
Pero hace tiempo que me pierde, reconozco que no sé dónde está
Solo es una sombra, cuyo hálito desprenderá mi infausta humanidad
Refulgente supremacía
Soy solo un humano más, vencido por las cadenas propias
Complicado por las mentiras a las que me aferro por mi bienestar
Confía en mí para renunciar a tu impulso de progreso y facilidad
No escuches esas voces, te aseguro que nada de esto es real
Quiero verte desprendiéndote de las máscaras, mostrándote al natural
Quiero conocerte sin ninguna capa, solo tú al final, sin aparentar
Quiero verte liberando lo que más odias en tu interior, sin disimular
Y llorando, pero aceptando tu auténtico yo, desgarrando la prisión
Te espantarías al conocer el ambiente hostil en ti, alucinarías de dolor
Correrías para refugiarte en sus mentiras al vislumbrar la tuya, al marchitarte
Me pregunto si resistirías lo que has sido en realidad, ¿o querrías morir?
Tal vez enloquecerías cuando sientas su vibración, ¿o volverías a mentir?
Posiblemente los misterios ya no sean tan imprevistos, ¿o sí?
Te miraré retorcerte ante la imposibilidad del cambio y la frustración glacial
Te llevaré conmigo y comprenderás el despertar, añorarás la libertad
Solo si me prometes no regresar y quererte suicidar, volver a la suciedad
Esto es lo que somos, lo que representa nuestra humanidad
Esto es lo que anhelamos, lo que moldea nuestra percepción
No temas, libérate de tu propia cárcel, desvanece la ilusión
Abraza lo despreciado, regocíjate de sentir toda su eternidad
Vuelta tras vuelta, volverás hasta el impertérrito e incierto umbral
Experiencias consumidas para alimentar el deseo de matar y conquistar
Cuando aceptes la ironía y uses el mal para aniquilar el mal, renacerás
Surgirá en ti una nueva esencia: la gloria de destruir para crear
Suplicio de perdición
Si a través de mí tú te vieras, renacerías inmortal y alado en la carne
ensangrentada
Pues estos fantasmales acercamientos decoran el cielo con matices fúnebres
Y con la respiración mermada he seguido el camino hasta la repisa ajada
Mediante el color del tiempo se tornasolan los vergeles plagados de entes viles
El atiplado sonido de sus masculladas voces me sugiere que estoy cuerdo
Mas la calamidad con que retuercen mis pensamientos farfulla en desacuerdo
¿Qué clase de situación burbujeante y frustrante se envanece en mi interior?
Que cual espada desgarrando mi corazón punza para expulsarme hacia el
exterior
Se apoderan de lo poco humano que permanece en esta pintura obscena e
impía
Se muestran remisas las amorfas percepciones ante el enfoque idílico del
crepúsculo
Y cuando no los escucho cantar, celebro con una marchitada nota de victoria
serena
Aunque vuelven tan pronto, no cedo en mis derruidos esfuerzos en este atroz
ocaso
Y con cada paso extienden sus fastidiosas y membranosas alas para obstruir el
camino
Oscurecen cada recoveco por donde la iridiscencia del infinito podría
vislumbrarse
Apesadumbrado e irreconocible me arrastro entre dolorosos reductos para
escapar
¡Cuán aciago es el destino cuando me encuentro con mi peor enemigo en la
cumbre!
Mis lamentos angustian a los atormentados ancianos de las catacumbas
sórdidas
Perturbando la paz muerden y devoran las formas etéreas de un conocido
ancestro
Lóbregas imposiciones y obediencia estricta me exigen los mares de la
demencia
No interesa lo que yo desee, los otros dentro nunca toman en cuenta mi
opinión
La calamidad del dragón se fortifica cuando el rojo de sus ojos salpica la hoz
Y el renuente miserable sueña con las cadenas retirarse para suspirar y avanzar
Por los torcidos e inmundos senderos que conducen al desenvolvimiento voraz
Para tropezar una y otra vez con el mismo obstáculo, el rostro del asesino sin
disfraz
Cuando contemplo la inexistencia del onírico escape hacia las estrellas, sufro y
rio
Entonces sé que yo mismo marchité mi destino y ensucié las huellas del niño
enfermizo
¡Cuántos libros escritos y ninguno logró expulsar las entidades que detesto
poseer!
¿Será que alguna vez cese su injerencia y pueda yo recuperar el control de mi
ser?
Abolición de humanidad
Creo que me molesta mi propia humanidad, tergiversa el mensaje
El implante alteró la composición de mis escasas neuronas
Si pudiera atravesarme el estómago con una espada, no dudaría
Para escapar y convertirme en dios tras la fúnebre ceremonia
Desde el nacimiento fue raptado, obligado a existir sin sentido
¿Por qué? ¿Es que no hay libertad para elegir morir sin retornar?
¿O es que soy incompatible con el sereno puente del vacío?
Se derrumban las estrellas, conozco lo que se siente estar vivo
El virus se propagó hacia las esferas y se apoderó de la catarsis
Se modificó el alba, presentí que estaba lejos de cargar el arma
Continúo elevando la verdad, aunque me repudien los monos sin alma
Qué extraño resulta escuchar sus gritos de odio hacia el misticismo
Cualquiera pudiera rechazar su naturaleza, yo la he despedazado
Entre más cerca está la palanca, menos espiritual se torna el juego
El drama que implica caer por el barranco de las visiones del ego
El sol cercenó al amor, escondió los corazones para anunciar el hado
Mi destino, si acaso fuese mío, no lo quiero musitando incoherencias
Suficiente tengo con tolerar haber encarnado en esta muerte viviente
Las tragedias divertían mi mente al rememorar la fantasía del fuego
Pero era una escoria pasearme entre la vacuidad del nuevo mundo
La modernidad era el sinónimo de la perdición matizada
En aquellas calles solitarias aplastaba las sobras para no regurgitar
Ante la equivocación general tomada como única verdad inmaculada
Con los ojos cosidos al espíritu vinculaba el símbolo sagrado
La inferioridad con que existía la humanidad era inaudita
Sembrando por doquier mentiras necesarias para envilecer
Asesinando como un modo de vida, fornicando para perpetuar la caída
De rodillas ante la destrucción, pero orgullosos de su inopia
Así se completaba otro ciclo, con la incapacidad de superarme
¿A qué diablos había venido? Mi percepción me invitaba al ostracismo
La batalla no estaba en el suelo, sino más allá del infierno
Proseguiré en el mismo camino, aunque de mí me haya extinguido
Divina purificación
Interrumpe el triste y anodino intercambio de vacuidad
No me mires hasta que tu humanidad no hayas asesinado
Sostén el báculo, aunque derrita tus pútridas entrañas
Abraza la evolución, mi amigo, sé partidario del cambio
No concibo la oposición que muestran los monos parlantes
El miedo obturó la verdad en sus cabezas inoperantes
Destruir debes, comenzando por ti, para crear lo verdadero
Purifica tu alma vaciando la sangre de tu absurda existencia
No merecen odio ni amor los que han desechado su espíritu
Vagan errabundos y están tan perdidos en las máscaras del dinero
El vómito secó las hermosas flores de creación que les fueron ofrecidas
Acaba con todo, incluyéndote; usa tus manos para encender la antorcha
Yo te guiaré, no intentes retroceder; sabes que es lo adecuado, es tu deber
¿Acaso no resultaría horrible permitir la propagación de tal ignominia?
La humanidad es la conclusión de eones transcurridos en la inutilidad
Representa la intrascendencia en el más tragicómico teatro sin razón
Qué sonido más coqueto y bucólico es la caída de toda esa falacia
No podría resistir ni un segundo más verlos por ahí vociferando su insensatez
¿Y tú, mi amigo, es que puedes continuar tolerando la blasfemia más insana?
¿No piensas en el suicidio, tal como yo, con la esperanza del glorioso fin?
La muerte lo es todo, la deidad excéntrica a la cual debemos retornar para
nacer
La vida es la mediocridad de los débiles y depravados asignada a los humanos
Tanto la cuidan, pero la desperdician extraordinariamente frente al televisor
Monos estúpidos, ¿no pueden hacer algo mejor que fornicar y envilecerse?
Fue un error haberles concedido la existencia, aunque sea una tan ínfima
Lo único que han ocasionado es propagar su miseria y su putrefacción
Si pudiera, suplicaría al tiempo para evitar el nacimiento de su raza
Por eso necesito algo de ti, portador de la verdad, ya sabes cómo proceder
El daño transmutará el sufrimiento y de él nacerá la perfección
Después del exterminio plantaremos el idílico silencio del cambio
No te resistas, usa la sombra de la insatisfacción y fortalécete con rencor
Toma la serpiente negra como espada y recupera la sublimidad desdeñada
No importa morir, podrás renacer cuantas veces exprimas la fruta
La prohibición ha sido sellada por el canto de la eterna neblina
Aniquílate a ti mismo para recuperar el poder que la vida te arrebató
Reflexiona antes de volver, si podrás en ese infierno humano permanecer
El agujero
Insospechado e insoslayable, se inhibió el entrelazamiento de nuestros
cordones
Cada día más tedioso el encuentro, cebando la oscuridad en nuestros
corazones
Una historia más, trágica y absurda; un dolor proveniente del refulgente vacío
Y los elegantes matices con que orlaste mis lienzos, ardieron en el olvido
eterno
Una pasión que brotó del sufrimiento, que se arrojó para mezclar nuestras
bocas
Y, de manera estúpida, cedimos ante nuestros impulsos, nos desgastamos
como locos
Cabalgamos sobre quimeras cuyo poder se desvaneció incluso antes que
nuestro amor
La utopía en que viví desde que te conocí al fin conoció al verdugo del falso
dios
Se expandía sin que pudiéramos evitarlo, había atrapado tanto de nuestro
interior
¿Cómo frenar lo que desde el comienzo ha sido conminado al fracaso en
cualquier mundo?
Lo nuestro fue tan hermoso, tan inefable, que terminamos por creer verdadero
lo más falso
No es culpa nuestra atisbar hasta ahora la nada donde habíamos esperado el
cielo
Impensable siquiera correr, el más ligero parpadeo expondría nuestros
fragmentos al vacío
El rugido debe pertenecer a las entidades resultantes del intercambio
enigmático en el ayer
El tiempo se ha distorsionado desde cualquier perspectiva, parece no unirnos
en el encanto
Pero fue, supongo, lo máximo que podría haber obtenido en mi actual estado
humano
Comprendo el delirio con que una falacia menos común atrofia la realidad y
sus vertientes
El ángulo queda reducido, ambos fuimos escupidos hacia las patrañas
vivientes
Todos los recuerdos no serán sino polvo, las sonrisas banas ironías de lágrimas
e hipocresía
Era evidente que dos humanos no podían pertenecerse, fue fútil teorizar
nuestra absolución
Cautivaste algo más que mi alma, para luego hundir incluso lo más mortal en
el sinsentido
Porque yo miré aquella tarde, supe que la llave había girado sin contemplarme
en tu camino
La puerta se cerró de golpe, no logré obtener de ti sino el amor y el dolor más
cruento
Y, aunque a veces mi memoria quiere acariciar tu recuerdo, sé que lo nuestro
está muerto
Misterios prosiguen vibrando en mi cabeza, intentando justificar el encuentro
Rechazando cualquier aleatoriedad, tratando de imponer el libre albedrío
La sangre hirvió hasta agobiarnos, las elucubraciones se desbordaron en el
pergamino
Tú y yo, una historia sin razón que ahora percibo en el fondo del agujero
El enviado de la restauración
En otro tiempo, en otro universo, alguna vez...tal vez su sino sea verdad
Esa imagen que cambia conforme las maneras en el halo sempiterno lo hacen
Ese verde esmeralda mondo y hermoso que centellea en las conexiones
inefables
Anunciando las posibilidades tanto tiempo vetadas de la mente y de la carne
Los vicios han sido todos anulados, la voluntad ha llamado a la muerte
La vida trágica y agitada no burbujea más en el corazón del señalado
El lobo dejó la manada y halló la sublimidad en el sendero solitario
La inquietud se apoderó de su alma, transformó la gruta perdida en el alba
Qué hermoso es su esplendor, la esencia magnificente recorre su espíritu
A la altura de la entidad divino-demoniaca en el centro del vacío estelar
Alineado con los multiversos puede desmaterializar la misma eternidad
La sublimidad ha soplado al polvo para encarnar la perfección máxima
Reconfigura el tiempo, moldea el espacio con la facilidad de once dioses
Pero es más que un invento, existe en el fondo de cada atormentado lobo
Se alimenta de la muerte, absorbe y transmuta la negatividad en poder
Los planos no significan nada para él, quien existe por simple placer
Las formas de su cuerpo enigmático se presentan tan variadas y distorsionadas
Dependientes del observador y no de la sustancia que conforma la materia
Es un misterio saber su verdadera silueta, acaso jamás haya tenido una
Cayó hace tanto en el planeta, despertó para restaurar los ciclos violados
Tan íntimamente conectado por un solo destino al todo y a nosotros
Levitan las construcciones estocásticas que perpetúan su existencia
No puede morir ni nacer, está a punto de emerger del capullo tornasolado
Presiona para rasgar, ostenta el emblema de la verdad y la restauración
Sus ojos han extirpado la sangre y con ellos purifica a cada mundano
Ningún cielo es digno de ser por él tocado, sus palabras son exquisitos
melifluos
Está por encima de la miseria y la putrefacción de estos planos bajos
Representa la evolución imposible de lo que existe destinado para fenecer
El paciente
Necesitado de comprensión, respuestas, sueños y verdadero amor
De una razón suficiente para continuar su tormentoso peregrinaje
De un motivo para guardar el arma y no hacer de esta noche su partida
Aún permanece con la cabeza afligida y el alma en espionaje
Va hacia el monte para buscar consuelo y un tratamiento adecuado
Viene de la civilización donde nada grato ha encontrado
Penas, dolor, embriaguez, sufrimiento, infidelidad y asco
Toda su vida ha sido una mentira y él requiere lo inmaculado
Va hacia el ermitaño con el objetivo de su interior sanar
Viene de un mundo donde su mente ha sido lastimada
Ambición, guerra, destrucción, injusticia y prostitución
Sus recuerdos laceran su interior, no necesita sino la receta
El paciente se acerca hacia la cueva donde su espíritu vibra
Quiere encontrar la esencia que solo la muerte puede proferir
La solución y la llave lejos de su alcance parecen estar
Pero él no se detiene, continúa indagando hasta el amanecer
No requiere de ningún billete, de ninguna propiedad o beldad
Se ha desprendido de todo cuanto posee y solo necesita sanar
Despertar estando despierto, sus dudas y cavilaciones aniquilar
El sonido le guía, la mañana se alza, en anacoreta quiere reencarnar
Está intranquilo, lo que ha vivido su interior ha machacado
Demasiado joven para morir, pero demasiado cansado para vivir
La continua lucha ha desgastado su bella armadura elevada
En un monstruo cree haberse convertido por su sombra encerrar
Buscando, paranoico y enloquecido, algún remedio para desprenderse
Por encima de toda la suciedad en que se ha acostado estos años
Indagando por el sermón que los maestros le han prometido
Alucinando entre las llamas de una extinta esencia carnal
El paciente avanza de prisa, trata de su interior apaciguar
Insondables valles ha de atravesar, la cima no alcanza a vislumbrar
Aún permanecen vetados para él los suspiros de la eternidad
Todavía quiere vivir, sin entender lo que realmente significa ser
Añora expandirse, conocerse a sí mismo y gritar en el desierto
Las tentaciones y los impulsos le han hecho esclavo de sí
No ha conseguido oponerse y su esencia se ha debilitado
Mas el paciente cree aún en el amor, ahora es tiempo de renacer
Quiere reconstruir su alma, sabe que aún puede superar su humanidad
Entidades inmanentes
Me alegré inútilmente cuando colegí que se habían marchado
Era liberador intentar existir sin su respiración cercándome
O sin esos ininteligibles pero inquietantes susurros anómalos
Siempre los tenía pegados a mí, demasiado dentro para extirparlos
Maldita sea la hora en que decidí inventarlos y concederles realidad
Aunque ni yo mismo lo era, ¿por qué ellos sí y más que mi humanidad?
Nadie podía auxiliarme, de ningún mortal esperaría jamás indulgencia
¿Acaso terminaría sanándome tras aceptar su impertinente existencia?
No quiero escuchar nunca más esas voces tan cargadas de insensatez
La vacuidad imperante en los monos terminó por trastornar mi lobreguez
Y ellas eran diferentes, no las entendía, pero requería una salida
Luego comenzaron a espantarme con sus balbuceos insanos y su calumnia
Eran etéreas sus depravaciones, pero oprimían con más verdad que la realidad
Eran falsas sus almas, pero se mantenían más firmes que mi cordura
Eran imaginarias sus nauseas, pero se elevaban más que cualquier razón
Eran invenciones mías, tal vez, pero mucho más bonitas que mi humanidad
Vendidos los ojos a la ilustración sempiterna mascullaron los destellos
Descompuestas máscaras se arrojaban en babel hacia los rostros descarnados
Así acontecieron los fenómenos en aquel bacanal de la expedición
Mientras yo me revolcaba para ignorar las apariciones de mi imaginación
Qué tonto fui, les rechacé cuando me mostraban la salvación y el sol
Pero decidí hundirme en las tinieblas de una existencia banal y efímera
Negué el poder que me conferían tan solo por ser yo su único creador
Ahora quieren alejarse, solicitan mi perdón para volver a mi interior
Nunca más entenderé algo de las cosas vinculadas con el infinito dolor
No me explico por qué les temo si me ofrecen lo que ningún dios
Reemplazar su puesto y ser yo el que decida lo que está bien o mal
Algo en su olor es extraño, parece que al fin revelarán quienes son
La cárcel
La cárcel me ató a esta innecesaria experiencia terrenal
Todavía demasiado inexperto en el manejo de la supremacía
Y tan humano y esclavo de mi sombra como para superarle
Enterrado y descuartizado yace el deseo de morir para evolucionar
Estaba asustado y le mandé callar, ahora de mí se apoderará
Yo he estado añorando un nuevo paraíso sin descuidar mi banalidad
Uniendo las piezas para desvanecerme entre el caos y la eternidad
Bramando como un loco en el ocaso, sugiriendo la extinción
Llegando es como despierta el gigante en su tumba inveterada
Basta ya de mentiras, necesito despertar y consumir la adivinación
El anhelo de fornicar permanece tan latente como el día de la caída
Aquella primera vez cuando se encendieron los símbolos externos
Y yo me cebé con la sangre del dragón rojo que tomó mis sesos
No obstante, dejó intencionadamente intacta mi iridiscente alma
¿Y para qué? ¿Para desperdiciarla en esta frívola emanación carnal?
Escuché su voz cuando aún no conseguía trascender al segundo nivel
Treinta y tres veces susurraron en mis sueños para destrozar la realidad
Cuarenta y seis sombras aullaron y se fusionar para liberar mi maldad
Pero seguía siendo yo, al fin y al cabo, renovado y sin querer vivir
El gran secreto que pocos comprenderán es opuesto al supuesto cielo
En la cárcel me liberé a mí mismo del modo menos natural e inhóspito
Las llagas bajo mis manos señalan el comienzo del nuevo mundo
Ya no tengo miedo, pues a ella recurrí para satisfacer mi percepción
Alertados han sido los prisioneros de mi huida, pero nadie prestó atención
Ilusos los monos quienes niegan la autodestrucción como purificación
Yo he visto el abismal sendero del vacío y olfateado la brumosa espesura de la
nada
Yo he visto al jinete degollar las cabezas y adornarlas para luego pulirlas
Yo he estado consciente todo el tiempo de no ser yo mismo hasta hoy
Y he soñado con la victoria, la libertad que se transformó en sombra
Yo he amado el instinto de sobrevivir para fingir existir en esta contradicción
La súplica
Lamentablemente viví, clavado en un sinsentido alterno
Estudiaba incansablemente, pero sin obtener ninguna pista
Y soñaba tanto, con la esperanza inútil de esta realidad tergiversar
Llegué incluso hasta contra mí atentar, pero tenía que esperar
Llegaría la época donde el médico aliviaría los males de todos sus pacientes
Verme muerto era lo único por lo que vivía, la retracción sensata
Imponer un nuevo panorama independiente de las fútiles percepciones
Admitir lo que nos destruye para conquistar el fuego bucólico
Desentrañar la existencia hasta domeñarla en la divagación
Expandir la consciencia hasta abstraerse de la lúgubre prisión
Me disfracé de humanidad, perdí lo único que me hacía respirar
Ninguna certeza tenía que esta pesadilla fuese la vida
Pero continuaba mi campaña, aplastaba los escollos del despertar
Y terminé siendo un anacoreta, la solemnidad atascó mi mente
Formaba el arcoíris de ojos embellecidos por el poeta fulgurante
¿De qué servía vivir rodeado de ignorancia, mentira e irrealidad?
¿Aceptaría ser una marioneta más, otro criminal de la verdad?
¿Por qué debía el mono continuar su deplorable y fatal reproducción?
¿Quién, siendo razonable, querría que continuase este tormento?
No puedo concebir por qué el mono se complacía con su propio veneno
Si ellos supieran lo ridículamente absurdo de sus acciones y sus pensamientos
El reptil casi culminaba de devorarse a sí mismo, la imprudencia imponía
Las lágrimas de la virtud purificarían el más grave y pútrido accidente
El experimento fue un vil fracaso, los dioses debían expiar su disparate
Y el tragicómico desenlace no podría ser otro, el diluvio reencarnaría
Me levanté, pero fui aplastado por la cruel infamia de la manipulación
Misma que crucificó al revolucionario y su mensaje divino deformó
Cualquier atisbo de verdad sería una injuria contra los fariseos
Mañana, antes del atardecer, una bala en mi cerebro se habría incrustado
Prefería eso que por la pseudorealidad ver mi espíritu estropeado
Involuntariamente condenado a permanecer entre los muertos
Feliz por la esencia que despertó cuando asesiné mi cuerpo
La belleza de la muerte a este solitario soñador al fin había escuchado
Penumbra de sinsentido
Comunidad y aceptación de los deseos opuestos ante la sibilina divinidad
hermafrodita
Y todo lo que concibo no permite que mi lubricidad espiritual se exponga al
natural
Infinitas ocasiones he derramado las lágrimas horribles de la incertidumbre
onerosa
¿Hasta cuándo dejaré de recorrer el círculo? ¿Será hoy el apocalipsis del
óbito?
La humanidad que fluye por mis venas ha humillado el vapor de lo sublime
Odiosa naturaleza que ha emponzoñado el único sendero posible en la
oscuridad
Abriendo la cabeza es como intento extender unas alas marchitadas por el
mortal deseo
Mi existencia, si es que tengo una, solo ha servido para masacrar la
encomiástica máscara
Conminado a esta pesadilla donde me asqueo de aquellos que se hacen llamar
vivos
Continúo la senda sin ningún deseo de permanecer en un estado de
putrefacción tal
Espero la llegada de la portadora de los cofres siniestros y el incienso sagrado
En sus ropajes lameré la semilla ignota que ignorará los próximos encuentros
mundanos
Mas la lucha no era solo externa, yo mismo me destruía entre las sombras
hambrientas
Cuán complejo era mantenerse ileso ante las singulares mordeduras de la
blasfemia
Esa inmundicia había mantenido adoctrinada a la raza absurda desde el origen
del ser
Y su poder no tenía comparación, pues siempre sabía dónde atacar con mayor
precisión
Te absorbía, te desequilibraba y te ofrecía la más cerval y vomitiva
contaminación
Pero siempre encubierta, parapetada bajo argucias momentáneas de placeres
efímeros
Empero, cuando menos lo esperabas, había tomado de ti lo único que aún
centelleaba
Porque esa era su mejor habilidad: extirpar las almas de los patéticos monos
atroces
La falacia iba más lejos aún, difícilmente mostraba los efectos hasta el éxtasis
del defecto
Asesinaba la soberbia creación y fraguando el moldeamiento que adormecería
el intelecto
Numerosas artimañas brotaban mientras me colgaba y me retorcía inútilmente
en tormento
Mi muerte sería el nacimiento de la penumbra donde escindiré mi mente de su
cuerpo
El hielo cubrirá la esquizofrénica esencia que otrora encendiera el olor de mi
sangre
No niegues que estás tan corrompido y pútrido en el interior como tu siniestro
reflejo
Eres uno más que recorre absurdamente el círculo, un títere sin remedio, una
víctima vil
Todo lo que impera dentro es la marca que nos hace hermanos en esta
existencia sin sentido
Engaño distópico
Anonadado por tan miserable y carcomida larva bajo mis pies
Gigantescas construcciones bloqueaban la visión supraterrenal
Qué majestuoso volver al mundo de la naturaleza onírica e inefable
Qué regocijo me invadía al presenciar la ejecución al caer la tarde
Curiosa vida, tan absurda y ridícula, pero tan dolorosa e inicua
Todos los monos la persiguen, como droga que adormece el espíritu
¿No están preparados para la llamada celestial del león alado?
Sigan gozando con su insignificante paso por las patrañas del averno
El cuerno apocalíptico anunciará la llegada del juzgado sublime
La oscuridad no ha vacilado al recostarse hasta el venerado monte
Si pierdes la paciencia, usa la pistola para finalizar la tortura
La puerta se mantiene siempre abierta ofreciendo el supremo sol
Difícilmente puedo recordar la variación expuesta ante el ojo
Es tan cierto que la mejor manera de escapar es durmiendo por siempre
Recostado y con el estómago cargado de mentiras fulgurantes
Este cuerpo no resiste más la estupidez que la existencia sugiere
Solo y demacrado, junto al sacerdote musito los versos palpitantes
Bailando en la querella del conflicto interno con la sombra inmarcesible
Reconóceme como aquel cuya ilusión remanente celebrará el comienzo
La era apologética se acerca triunfal, y con ella la muerte viene audaz
Sé que te parece extraño el desprecio de la energía vital que refulge
La sombra se libera y se rebelará en contra de la vacuidad mortal
Es solo un momento, pero infinitamente cerval se torna la vorágine
Llévame contigo, tómate tal cual, arrójame en los brazos del epílogo
Solo una palabra, melódica y sencilla, para renunciar a la perorata
Aquel que intente cambiar el mundo deberá también exterminar a la
humanidad
No se puede hablar de majestuosidad sin limpiar antes la sórdida suciedad
¿Será locura añorar el predominio del espíritu sobre la vil porquería?
Esto es como una quimera, aquí puedo fantasear hasta hacer sangrar el opio
Pido a cualquier dios que se compadezca y envíe el urgente diluvio absoluto
Brotará de la muerte el cósmico molde de la estrella trastornada en polvo
Al fin descansaré y cesarán los continuos suicidios acumulados desde hoy
Rapto sombrío
En un sillar se recostaba la esperanza por escindirle de mí
Cuánto desasosiego ha traído con su inhóspita aparición
Cuando dos colisionan, uno termina por absorber al otro
Cuando dos se enamoran, uno termina por asesinarse a sí mismo
Siento como si mi anterior fortaleza hubiese caído en la senilidad
Y ella ha robado la escasa juventud que coronaba mi mente
Siento la fractura, presiento que llegará repentinamente y sin piedad
Tengo miedo y tiemblo, suplico por la salvación de mi única mitad
Tal vez es que no lo acepto, no quiero verle y sentirme suyo
Pero está presionando con todo lo que tiene y me estremezco
No quiero la epilepsia atroz ni la desorientación cósmica
Pensé que podría encerrarle en su propia oscuridad, me equivoqué
Yo vivía para alimentarle con cada acción encuadrada en lo humano
Los límites de mi insalubre condición rozan la demencia de dios
Creía ser tan diferente, pero hoy caigo en cuenta de que soy solo otro más
Un desterrado que camina a ciegas la vereda de los menos sublimes
No puedo oponerme, la crueldad de esta realidad me fatiga
Cual venenoso alacrán inyecta su ignominia en mi alma
Y yo la acepto, dichoso y esperando emplearla a fondo
Ignorante de la conexión milenaria que ella guarda con mi espíritu
Está tan dentro de mí que, para aniquilarle, deberé hacer lo propio
Solo el suicidio podría lastimarle, y no sé si muera cuando yo no esté
Esperaría que no hubiese tomado suficiente fuerza para consumirme
¡Es horrible! Me detendrá la mano antes de que me fusile
Yo intenté exterminarle, traté de despojarle de mi energía
Me reprimí cuanto pude para acabarle por inanición
Me abstuve para no hacerle más grande con mi depravación
Pero todo fue vano, mi naturaleza ha sido la de un desolado
Es ella, mi sombra, la que ahora me tiene capturado
Tormento introspectivo
Congelado y destinado a la miseria de mi propia raza decadente
He escombrado hasta lo profundo del infierno para hallar una oración
Una sola me bastaría para sucumbir a la esperanza de proseguir
Aunque bien sabría de mi autoengaño, de la necesidad de morir
Quiero sentir la destrucción total de mi propia esencia
Requiero oprimir el botón y saltar muy lejos en conmoción
Que cada pájaro conquiste los vapores surgidos de la devastación
Que cada mono cese en su fatídico andar por esta maleza de ranciedad
Nunca mi pesimismo había sido tan optimista como anoche
En la hermosura del crepúsculo expelí el sermón favorito
Y los insectos devoraron mi carne para purgarme sin derroche
Contrito lupanar de locuras atrajo cordura para vaciarme
Era un hito perseguir colores y saborear el melifluo marchito
Petricor sublime y sueño divino, pernocto entre los senos clandestinos
La abolición de mi libertad incendió mi sombra y dejó escapar los gritos
Meras quimeras que postergaban el acto mediante el cual a dios mataría
La autodestrucción tendría que experimentar antes de fenecer
El tiempo derramado de los ascetas propaga el olor de lo sagrado
Pero no deseo satisfacerme, sino el signo para explotar este idilio
Cuando se termine, quedaré solitario y sin deseos de seguir vivo
Siempre había sido así, pues estar aquí no era parte de un destino
Nada bueno había en mí que quisiera proyectar hacia el infinito
Mas ellos era incluso una desdicha peor, un error sin sentido
La existencia del mono me producía vértigo, era atroz tal desatino
Faltaba muy poco para que el río acariciara mis pálidas mejillas
Tirarme o soportar la intrascendente estancia en el averno funesto
Escuchar la apelación de mi sombre y dejarle controlar mi corazón
O aniquilar de una buena vez la monserga y revivir en el vacío
Transmutación suicida
Se arrastra por la maleza el negro rocío que hastía mi percepción
Quisiera que se mantuviera apartada de mí esa indescriptible sensación
Pero no es posible, pues sobrepasa mi entendimiento con su intromisión
Infecta la miseria de mi existencia y arrebata el sentido a todo dolor
Gracias a ella he recobrado la energía para proseguir la anodina elucubración
Me espanta con sus necesidades, pero no tengo forma de evadir su influencia
Ya antes había sentido su llegada cuando se mezcló en mi cabeza con tal maña
Y, al despertar del letargo inhibidor, supe que no era ya el mismo que nació
Aquella noche de locuras reminiscentes algo se introdujo y me reconstruyó
¿Qué fue aquel vaho que del infierno se divinizó y modificó la encrucijada?
¿Qué independizó el cuerpo del presente malsano que amortajó el eco
sagrado?
Cada día desde entonces se ha tornado en una batalla por devolver mi razón
Fue así como se heló mi corazón y se marcharon los pensamientos de querer
vivir
Tan natural como contemplar el mundo al que pertenezco y regurgitar la
sapiencia
Se inmiscuyó hasta las profundidades la penumbra indescifrable de las
cavernas
Estaba harto de esta dimensión, nutriéndome con la esencia de la
incongruencia
Curioso despertar que me impulsó a la banalidad para luego trastornarme
Que alimentó las necesidades de mi humanidad con tal de satisfacer la célula
Y que, no obstante, destruyó lo impuesto para lanzarme hacia el río iridiscente
Donde me aguardaba la agonía de morir cuando por la mañana los ojos abría
Cada vez con mayor vigor, intolerable resultó la sombra que me reemplazó
Lo que conocí como inherente se esfumó para carcomer la ficción de existir
La nueva vida fue la entelequia mediante la cual yo mismo asesiné al tiempo
Y, cuando finalizada fue la meditación, comprendí que era yo quien se había
matado
Votivo agotamiento
De la muerte nace la semilla que propaga la creación
Desde el lejano y seco horizonte brotan los elementos
A cada momento se desarrollan nuevos y complejos encantos
De la vida se alimentará el vacío para purificar el tormento
Drenan la energía y se conectan con el centro del universo
Diminutas pero letales en su misión para establecer el contacto
Suenan tan dispares las notas que anuncian la triste despedida
Es melancólico y bucólico pensar en lo que el ayer nos ilustró
La reconstrucción del alma tomará todavía algunos eones sagrados
Los profetas y los demonios voltearán el polvo del sol oscuro
Los elegidos bajarán del infierno para fulgurar y corromperse
La esfera de algidez suprema recorrerá las cenizas de la humanidad
Es inminente la extinción de lo que supone oposición ante el destino
La cabeza tripolar de infinitos ojos presenciará el ritual de la iluminación
El diablo arrebatará a dios la potestad para juzgar cada despertar
Frente al espejo recitaré el mismo sermón que aprendí de los sibilinos
Y cuando se haya derrumbado el imperio que repugné en mi ostracismo
Cuando el último mono cese en su innecesario camino y putrefacción
Al fin soltaré el cósmico aliento que inmortalizará el compromiso
Jamás volverá a surgir tal desperdicio mientras perdure la exégesis
El tiempo nos recompensará por haber salvado lo inmaculado de la suciedad
Pero el mono no podrá contemplar el manantial del que beberemos sin parar
Su torpe comportamiento evitará que la muerte esparza otra vez el germen
La existencia se opondrá intuitivamente al regreso de la trivialidad
Levantarán la mandíbula los lobos solitarios de las colinas marchitadas
La blasfemia no gobernará jamás la pradera en donde yace lo acendrado
El grito renovará nuestras fuerzas y aturdirá las tumbas profanadas
El pasado será asesinado para asegurar el ciclo de la eterna dualidad