Fragmentos
De Heráclito de Éfeso*
- Aunque esta razón existe siempre, los hombres se toman incapaces de comprenderla, tanto antes
de oírla como una vez que la han oído. En efecto, aun cuando todo sucede según esta razón, parecen
inexpertos al experimentar con palabras y acciones tales como las que yo describo, cuando distingo
cada una según la naturaleza y muestro como es; pero a los demás hombres les pasan inadvertidas
cuantas cosas hacen despiertos, del mismo modo que les pasan inadvertidas cuantas hacen
mientras duermen.
- Por lo cual es necesario seguir a lo común; pero aunque la razón es común, la mayoría viven como
si tuvieran una inteligencia particular.
- Los asnos preferirían desperdicios antes que oro.
- Sobre quienes se bañan en los mismos ríos afluyen aguas distintas y otras distintas.
- Este mundo, el mismo para todos, ninguno de los dioses ni de los hombres lo ha hecho, sino que
existió siempre, existe y existirá en tanto fuego siempre-vivo, encendiéndose con medida y con
medida apagándose.
- Incapaces de comprender tras escuchar, se asemejan a sordos; de ellos da testimonio el proverbio:
aunque estén presentes, están ausentes.
- Para las almas es muerte convertirse en agua; para el agua es muerte convertirse en tierra; pero
de la tierra nace el agua y del agua el alma.
- Una sola cosa es lo sabio: conocer la Inteligencia que guía todas las cosas a través de todas.
- Los límites del alma no los hallarás andando, cualquiera sea el camino que recorras; tan profundo
es su fundamento.
- No entienden cómo, al divergir, se converge consigo mismo: armonía propia del tender en
direcciones opuestas, como la del arco y de la lira.
- El tiempo es un niño que juega, buscando dificultar los movimientos del otro: reinado de un niño.
- El mar es el agua más pura y más contaminada: para los peces es potable y saludable; para los
hombres, impotable y mortífera.
- Inmortales mortales, mortales inmortales, viviendo la muerte de aquéllos. muriendo la vida de
éstos.
- El hombre puede ser llamado niño frente a la divinidad, tal como el niño frente al hombre.
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El texto procede de las páginas 380 a 394 de:
Los filósofos presocráticos (1981) (C Eggers y V. Juliá, Trads.). Madrid: Gredos.
- Es necesario saber que la Guerra es común, y la justicia discordia, y que todo sucede según
discordia y necesidad.
- Como una misma cosa está en nosotros lo viviente y lo muerto, así como lo despierto y lo dormido,
lo joven y lo viejo; pues éstos, al cambiar, son aquéllos, y aquéllos, al cambiar, son éstos.
- Común es el comienzo y el fin en, la circunferencia de un círculo.
- A la naturaleza le place ocultarse.
- Las cosas frías se calientan, lo caliente se enfría, lo húmedo se seca, lo reseco se humedece.