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El Caso - Guy Le Gaufey

El documento presenta una intervención sobre la conferencia de Guy Le Gaufey titulada 'La problemática del caso: Prolegómenos'. La intervención aborda temas como los diferentes tipos de escrituras clínicas, la transmisión del saber analítico, la comunidad de analistas y la importancia del lazo transferencial.
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El documento presenta una intervención sobre la conferencia de Guy Le Gaufey titulada 'La problemática del caso: Prolegómenos'. La intervención aborda temas como los diferentes tipos de escrituras clínicas, la transmisión del saber analítico, la comunidad de analistas y la importancia del lazo transferencial.
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144 (2016) Revista uruguaya de Psicoanálisis (en línea) (123): 144-148


issn 1688 - 7247

Intervención sobre
«La problemática del caso:
Prolegómenos», de Guy Le Gaufey
Marta Labraga de Mirza1

Le expreso mi reconocimiento especial a Guy Le Gaufey por esta presen-


tación y por su trabajo de años de pensador reflexivo sobre el psicoanálisis
y su práctica, por su peculiar estilo de lectura de los «maestros de discur-
sividades», como llama Foucault a Freud y a Lacan. En sus libros hemos
encontrado un lector crítico, abierto, atento a las fisuras y las problemáticas
de los pensamientos de los autores, y también en sus seminarios en Monte-
video invitado por L’Ecole Lacanienne de Psychanalyse, a cuyos miembros
agradecemos el primer contacto con su obra. Como al comenzar mencionó
a Adorno y el juicio del filósofode que en el psicoanálisis todo es falso,
salvo las exageraciones, y lo usó para decirnos que tal vez iba a exagerar
en su presentación, yo recuerdo que es Adorno (1964/2009) también el
que me sirve para hablar de nuestra disciplina cuando dice: «Pensar filo-
sóficamente equivale a pensar intermitencias, es como ser interferido por
eso que no es pensamiento» (p.16).
Creo que nuestra presencia aquí tiene solamente la intención de re-
coger algunos puntos- problemas en lo vivo de sus palabras, después de
escucharlo, en este texto que si bien recoge preocupaciones que lo acompa-
ñan desde tiempo atrás —La problemática del caso—, hoy alcanzan un más

1 Miembro titular de la Asociación Psicoanalítica del Uruguay. [email protected]


intervención sobre «la problemática del caso: prolegómenos», de guy le gaufey | 145
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allá que abarca la práctica analítica toda. Las mías no serán preguntas que
esperen respuestas, sino que me anima esa otra espera de poder escucharlo
y seguir sus reflexiones.
Desde el comienzo nos introduce en la incomodidad del analista: sen-
tado torcido, entre lo secreto de la sesión y el ruido de lo público, conside-
rando que esas palabras que forman las historias de los casos clínicos son
necesarias para transmitir el saber analítico. ¿Pero de qué tipo puede ser
esa escritura? Justamente, en esta conferencia no desecha totalmente los
casos, pero se ocupa de deslindar, en especial, dos tipos de escrituras, dos
tipos muy diferentes de las llamadas viñetas clínicas.
Porque ¿cómo rescatar lo singular de algo que se produce entre-dos en
la sesión de análisis y que solo ha nacido de ellos, pero con una terceridad
imprescindible, con el «al menos tres» que sostiene Lacan para la expe-
riencia analítica, ese que no es un tercero ni un observador imparcial, y que
—a diferencia de la clínica médica sobre la que nos habló Guy Le Gaufey
retomando a Foucault y El nacimiento de la clínica— «no tiene signos que
se ofrezcan por sí mismos»? Pero también cuando evoca a Foucault en ese
supuesto estado de naturaleza edénica antes del saber, en el silencio de toda
teoría, donde se produce la mirada clínica (esa del jefe de clínica) de aquel
advertido que sabe leer los signos e instruir al alumno en cómo hacer su
montaje interpretativo, eso que vuelve al alumno devoto de su maestro,
en quien cree perdidamente, ¿no nos está advirtiendo a nosotros que esta
escena contiene estructuralmente los riesgos de una transmisión (que
puede ser la transmisión analítica tergiversada) vivida como instrucción,
modelización, amaestramiento?
Con esto abro toda la zona problema de los grupos de analistas: ¿Son
comunidades? Esos otros semejantes... ¿lo son? ¿Por qué son «una perma-
nente fuente de malentendidos»? ¡Sabios de un saber del cual no pueden
conversar!, como dice la cita de Lacan. ¿Por qué lazo de unión se unen y
desunen? ¿Quiénes y por quién quedan autorizados como tales analistas?
¿Sostendría que las instituciones —como los casos (de hecho hay algo
que se transmite a alguien)— están siempre reñidas con la privacidad e
intimidad analíticas? Guy Le Gaufey nos propone: «cada analista sería el
único miembro de la clase transferencial en la cual está actuando con su
paciente, lo que le califica mucho más que un título».
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146 marta labraga de mirza
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¿Esto sería por el fenómeno trastornante de la transferencia? Porque


debemos recordar que es falsa alianza, mésalliance, para Freud, y también
marejada de pasiones y ratage, relación fallida, para Lacan, y no solo por
el perfil imaginario en el que nos ubica el paciente, sino porque el lazo
analítico tiene mucho de des-encuentro. Se pone en juego la singularidad,
y esto ¿se relacionaría con la posibilidad de que apareciera en los relatos
la contingencia de lo que ocurrió? Esto que hemos escuchado es tan fuerte
como decir: podría haber sucedido otra cosa, entonces. Nuestras viejas
historias se rearman desde otras fantasías. Eso que Guy Le Gaufey dice
tan bien: «Ya no estamos del lado de la “fuerza del destino” ni tampoco
del cinismo analítico».
Él mismo, en otro texto, toma de Lacan («Posición del inconsciente»,
1966) que se ha llegado a una Koyné de la subjetivación, que se quiere ver
sujeto donde aparece signo y sentido, y que se precisa una enseñanza que
«triture» esa Koyné. ¿Esa lengua común —unificante y totalizadora, y, por
lo tanto, simplificadora— lleva al pluralismo o es el pluralismo?
Hay posibilidades en los institutos de psicoanálisis de dejar caer (¡no
hacerle caso!) al ejemplo y la ilustración aplicada de la teoría y del saber
establecido. Lo afirmo ¡aunque sea tan difícil! El problema no es hacer
o no hacer historias de material de análisis, más o menos completas o
fragmentarias, el asunto es que no estén siempre encaminadas a justificar
un modelo de analista (y «del saber analítico que se puede calificar de
universitario») y que no estén siempre dirigidas a justificar una postura
teórica que sostiene a un grupo de analistas, que no estén guiadas por el
propósito educativo, pedagógico y edificante, fortaleciendo con la etiqueta
de «clínica» el apoyo en la psicopatología. Entonces, de otro modo, se po-
dría así tomar como central en un relato de análisis el poder dar cuenta del
lazo transferencial que nos sostiene en la práctica y poder mostrar nuestra
relación con el saber cuando estamos implicados en la transferencia. La
situación de análisis es de transferencia, es un entre-dos con el cuidado
de no subrayar más el dos que el entre, ese espacio imaginario de valor
simbólico, que es hiato que no se resuelve, que «no es una falla, sino una
condición de funcionamiento». Subrayo que por ese lazo transferencial
pueden darse devociones e identificaciones, ¡el amor al que alude Guy Le
Gaufey al hablar de címbalos!, pero eso en la dimensión básica de la trans-
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ferencia, que es de disparidad subjetiva —y agrego que desde ella el analista


debe estar en espera, en souffrance, siendo, a mitad de camino, destituidos
una y otra vez de lugares supuestos, destitución subjetiva que se da en todo
momento de un análisis, en cada cierre de significación y no solo al llegar
al fin con el dejar de ser (desêtre) del analista. Y podríamos también pre-
guntarle por esas razones casi técnicas que nombrara como obstáculos a la
enunciación que el analista puede hacer de su ubicación en transferencia.
Guy Le Gaufey pone el acento en poder construir un relato de un saber
incierto, problemático, «que revela su fragilidad». Le importa subrayar que
«la teoría analítica [...] no se aplica a ningún sujeto» y tampoco la lengua
se aplica al mundo; (sino) «que permite articular un sujeto y un mundo
en una terceridad cuyo respeto disuelve momentáneamente el binarismo
del concepto y restablece el hilo incierto de la palabra», como tesoro que
«Freud exhumó a través de su invención de la regla fundamental».
Quiero destacar que en muchos trabajos de Guy Le Gaufey encuentro
la reaparición de dos palabras: hiato (le hiatus) y albergue (l’auberge), y
entiendo que las dos áreas semánticas de estos términos producen una
tensión especial que es propia de un modo de entender lo psicoanalítico
y que yo valoro: la importancia del fragmento, del corte, la fisura, el no
a la continuidad y a la historización ininterrumpida del yo historiador y
engañador, porque en esas interrupciones algo del sujeto fugaz aparece;
pero también albergue, refugio y continente para el paciente, que me re-
mite a libros muy significativos en el tratamiento del lenguaje: la obra del
especialista en traducción Antoine Berman con sus libros L’épreuve de
l’étranger (La prueba —o El juicio— de lo extranjero) y L’auberge du lointain
(El albergue de lo lejano); allí aparece la otra lengua (¿cuál?, ¿el inconscien-
te?). El analista hospeda y recibe extranjerías, pero, al mismo tiempo, su
decir no debe ser el lugar solo confortable de lo mismo, de la repetición;
su lengua es también extraña para el analizante. Cito sus palabras en el
final de uno de sus trabajos que condensa mucho de la conferencia de hoy:

Al respetar lo vago que caracteriza el cierre mismo de cada significación


este analista ofrece puntualmente a su paciente el albergue en el cual toda
realidad está en suspenso: la de su historia como la de sus fantasías, la de
sus traumas como las de su goce. De este suspenso no se puede decir mu-
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cho. Pero cuando este vacío falta, cuando la clínica que se quiere analítica
se construye y se enseña en forma de psicopatología se puede saber en el
acto, que se ha perdido esa carencia de realidad que da su llama, su ánimo
al orden y al desorden simbólico. (Le Gaufey, 2006, p. 472). ◆

Bibliografía
recibido: julio de 2016 - aceptado: agosto de 2016

Adorno, T. (2007). Dialéctica de la ilustración. Madrid: Foucault, M. (1987). El nacimiento de la clínica. México:
Akal. (Trabajo original publicado en 1944). Siglo XXI. (Trabajo original publicado en 1963).
— (2009). Observaciones sobre el pensamiento — (2010). ¿Qué es un autor? Buenos Aires:
filosófico. Buenos Aires: Amorrortu. (Trabajo Ediciones Literales. (Trabajo original publicado
original publicado en 1964). en 1969).
Berman, A. (1984). L’épreuve de l’étranger: Culture et Le Gaufey, G. (2006). El caso inexistente. México:
traduction dans l’Allemagne romantique. París: Editorial Psicoanalítica de la Letra.
Gallimard.
— (1999). La traduction et la lettre ou L’auberge du
lointain. París : Seuil.

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