0% encontró este documento útil (0 votos)
174 vistas7 páginas

Hanna Segal - Introducción A Las Ideas de Melanie Klein - Cap 8 Los Estadíos Tempranos Del Complejo de Edipo

Cargado por

Gisel Macovaz
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
174 vistas7 páginas

Hanna Segal - Introducción A Las Ideas de Melanie Klein - Cap 8 Los Estadíos Tempranos Del Complejo de Edipo

Cargado por

Gisel Macovaz
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 7
Cariruro VII LOS ESTADIOS TEMPRANOS DEL COMPLEJO DE EDIPO w la definicién Kleiniana de la posicién depresiva esta im- plicito que el complejo de Edipo comienza a desarrollarse en esta fase, de Ia que es parte integrante. Cuando el bebe per- cibe a Ia madre como objeto total, cambia no sélo su relacién ‘con ella, sino también su percepcién del mundo. Reconoce a las personas como seres individuales y separados y con rela- ciones entre sf; en especial advierte el importante vinculo que existe entre su padre y su madre. Esto prepara el terreno para el complejo de Edipo. Pero el bebe percibe las relaciones entre los otros en forma muy distinta al adulto o incluso al nifio mayor. La proyeccién desfigura todas sus percepciones, y cuan- do se percata del vinculo libidinal existente entre sus padres, proyecta en ellos sus propios deseos libidinales y agresivos. Cuando Ie dominan sus propios impulsos poderosos fantasea que sus padres estin en coito casi continuo, y la naturaleza de ‘este coito varia con las fluctuaciones de sus propios impulsos. Segin los impulsos que prevalecen en él, y que él proyecta en sus padres, fantasea que éstos intereambian gratificaciones orales, uretrales, anales o genitales. Esta situacién, en que per- ‘ibe a sus padres en funcién de sus propias preyecciones, le origina intensisima frustracién, eelos y envidia, ya que percibe a los padres dandose sin cesar precisamente aquellas gratifi- caciones que él desea para si Reacciona a esta situacién con més fantasias y sentimientos agresivos. En su fantasia ataca a sus padres con todos los re- cursos agresivos de que dispone, y en su fantasia los percibe destruidos. Como Ia introyeccién es muy activa en este estadio del desarrollo. introyeeta de inmediato esos padres atacados y 108 HANNA SEGAL destruidos, y siente que forman parte de su mundo interno. De modo que en la situacién depresiva el bebe no sélo se encuentra con un pecho y una madre internos destruides, sino también con la pareja parental interna destruida de Ia situacién edipica temprana. Los suefios siguientes ilustran Ia sitmacién edipica temprana de una paciente muy depresiva. Los sintomes de los que mas se quejaba cuando refirié los sueiios eran una sensacion de muerte por dentro, incapacidad de incorporar cosas, especial- ‘mente su andlisis, y una sensacién general de pardlisis y falta de vitalidad. Se trata de tres sueiios sofiados uno a continuacién del otro, Primer suefio: Comia dulee de cerezas y tenfa una sensacién horrible en la boca, de que le goteaban pedacitos de cerezas y de-jugo. Le parecia que habia mordido pedacitos songrantes de algo. Pensaba que el Dr. X tenia le culpa de todo. Su primera asociacién fue la siguiente: Ia noche anterior habia cenado con la sefiorita P. La seforita P. le habia con- tado que cierto Dr. Y le habia pedido que pronunciara una serie de conferencias sobre psicologia en su hospital. La pa- ciente no tenia ninguna conciencia de sentirse celosa, El Dr. X ‘es un joven de quien Ia paciente haba estado enamorada antes de su depresion y de cuya exposa siente intensos celos. La sefiorita P. es una figura muy positiva en la vida de Ia. paciente y par lo general representa el aspecta hneno de la analista y de la madre. Ineluso cuando esté muy deprimida tolera ver a la sefiorita P., por mas que siente que no puede establecer contacto con ella ni “tomar nada de ella”. La noche anterior al suefio no tenfa apetito, aunque la cena de la sefiorita P. era muy buena, Su segunda ‘asociacién con el suefio vinculé al Dr. Y con el Dr. X, y a la seforita P. dando conferencias conmigo misma dando conferencias en el Instituto. Pero el mayor caudal de afecto del suefio se referia a los pedacitos mordides y sa tes. Sentia que en eso habia transformado la cena de la sefiorita P. Al proseguir sus asociaciones, resulté evidente que la seiio- rita P. representaba a su analista y a su madre. que la cena re- presentaba el pecho, y que en cuanto fue mencionado el Dr. Y, en Ia paciente poderosos celos edipicos incons- sintié que habia atacado el pecho con sus dientes y lo habia convertido en los pedacitos sangrantes representados por el dulce de cerezas. INTRODUCCIGN A LA OBRA DE MELANIE KLEIN 109 Segundo sueiio: Comia porridge en un lindo tazoncito con pajaritos blancos pintados, pero al comenzar a comerlo sin- 146 repugnancia y miedo porque encontré tres objetos dentro del porridge que le cortaron los labios y se Te quedaron atra- gantados. Los tres objetos eran: una erucecita rota, un mone dero desgarrado, y una jaula con ganchos. Asocié los pajaritos del tazén con mi nombre? Con res- ecto a los tres objetos, después de cierta resistencia asocié la ‘cruz con’su propio malhumor y el monedero con Ia vagina. Yo tuve que sugerirle que la jaula con ganchos representaba la vagina conteniendo el pene. Este suefio prosigue el tema de su incapacidad para “incor- porar”, en su vinculacién con las dificnltades ccn el pecho al enfrentar la situacién edipica. El tazin de porridge representa muevamente el pecho, pero para ella este pecho esta Ileno de las partes sexuales de sus padres, como si el coito se estuviera rea- Tizando justo dentro del pecho. Siente el coito como muy malo y los pedazos de los genitales de los padres no. s6lo como daiiados (cl monedero desgarrado, Ia cruz rota) sino también vyengindose y dafiando. Como en el primer suefo, se halla en jtuacién en que las ansiedades edipicas parecen interferir ‘eon. su incorporacién de la comida buena proveniente de la madre y de figuras maternas, Estos dos suefios ilustran Ja interaccién entre Ia relacién con el pecho y los problemas edipicos. La influencia de los celos y envidia edipicos conduce al incremento de los ataques al pecho y, con esto, a la inhibicién de la alimentacién y a la intensificacién de’ la depresién. Inversamente, otro material revels como su relacién ambivalente con el pecho aumentaba eas en la medida en que nunca habia afianzedo suficientemente a la madre-pecho dentio de si, como objeto interno bueno con el que pudiera identificars. El tercer suefio, de la misma jona con otro aspecto de su depresié de parilisis y de muerte. En este suefio, se hallaba en una fiesta que se desarrollaba en un jardin y veia a un hombre yendo a un burdel “a hacer un ‘jig jig’ ”. Después estaba en un Iugar que pareefa un jardin ga TapD* (eta ot eke y sete, mabe em deyenn a sea gull = gaviota, (T] ‘malhumorado™. [1] 0 HANNA SECAL seoreto y veia dos pajaritos pico contra pico, pero inmovil zados, porque el pico de un tercer pijero atraveseba los suyos, [Los dos péjaros eran blancos; no recordaba claramente el ealor del tercero, el que los traspasaba, pero creia que era negro. ‘Asoci6 con El fin de la aventura de Graham Greene, en que uns relacidn amorosa acaba en En este libro aparece la exprstn “hacer un jigjig en realm con ana forma, de gradada de coitos uevamente asoci6 los dos pijaros con mi fpellido, ae Este sefo tenia muchas conexiones subyacentes. La paciente tenga sesién casi de noche, ya que tuve que tomarla en trata miento con cierta urgencia y_yo no disponia de otras horas. Ta semana anterior habia podido cembiarle su hora por otra mis temprana y habitual, y'me habia dicho canto la slegraba pensar que ahora yo podria pasar las tardes en el jardin con mi esporo, Bl jardin seereto de st suciio es una referencia. a un libro que habia leido en su infancia y al que se habia refe: ido a menudo durante el andlisis. Cuando tenia més esperan- 243, sentia que en st interior habia un jardin secreto, donde todo era bueno y viviente, y que con slo poder penetrar alli se poncria bien otra vez. Este suo la hizo sentir especialmente deprimida cuando al despertar se dio cuenta de que durante 1 sueio habia encontrado el jardin secrete, pero los pajaros del jardin no estaban vivos, estaban paralizados. Fl sue representa ot stage a mi y a mi eepoco, ropre sentantes de los. padres en la. situacién edipica. Mi jardin, dlonde yo haba de pasar las tardes con mi esposn, se convierte en el jardin de la fiesta del suefio. Nuestro coito se convierte fen una relacién sdrdida, em que mi espoco va al burdel a “haces un jig-jia”, y se suicida, La alternativa de esta situacién ex el jardin secreto; ali ella incorpora a los padves en dlos pajaros blancos pico contra pico— y los inmoviliay pare Tiza su coito. Bl jardin secreto representa su mundo interno y particularmente su genital, en el que contiene las aadas, y en identificacio dvi, En la situa tl padre, que se ha convert ni hacia la mad dip : Este sueiio tiene elementos genitales mis menifiestos que los dos anteriores, pero posee todas las caracteristias de un jo en un abjeto sexual may malo cuyo pecho siente destruido en la rivalida INTRODUCCION A LA OBRA DE MELANIE KLEIN. 111 complejo edipico muy temprano. La paciente trata a Ia pareja parental en una forma tipica de Ia posicién depresiva: la ataca ambivalentemente, la introyecta en su mundo interno y se iden: tifica parcialmente con ella, La parilisis de la pareja parental, y Ia idealizacién que hace de ella en este estado paralizado son tna defensa maniaca, Contra Ia situacién de privacién, celos, envidia, intensa destructividad, y la depresién resultante, se cespliegan, por supuesto, las ‘defensas que describi como pertenecientes, res: pectivamente, a las posiciones esquizo;paranoide y depresiva. La negacién, escisién e idealizacién pueden tomar diversas for- mas. Puede haber una escisién entre padres buenos, asexuales, y padres malos, sexuales. Puede haber una escisién entre la madre y el padre, convirtiéndose a uno de ellos en ideal mien- tras se siente al otro como perseguidor. Esta dltima forma de cescisién puede parecerse estrechamente a una situacién edipica genital, salvo por Ia extrema idealizacién del progenitor deseado ¥ el odio y persecucién extremas vivenciados en relacién con €l progenitor rival. Ademas, con semejantes extremos de idea- lizacién y persecucién, los roles de objeto ideal y persecutorio pasan por lo general répidamente de un progenitor al otro, La fantasia de los padres combinados juega un papel im- portante en el complejo de Edipo temprano. Esta fantasia a rece por primera vez cuando el bebe reconoce a la madre como Ubjeto total pero ain no difercnoia completamente al padre de Ja madre; en su fantasia el pene o el padre son parte de la madre, su idealizacién de ella le hace verla conteniendo todo Jo deseable: pecho, bebes, penes. Los ataques envidiosos, y las proyecciones pueden convertir a esta figura en un persegt dor terrorifico. A medida que va diferenciando mas a los pa: dres y sintiendo celos y envidia por sus relaciones sexuales, el nifio puede regresar defensivamente a la fantasia de los padres combinados. Niega asi la relacién entre los padres y en su fan- tasfa omnipotente la convierte en figura parettal combinada. ‘Al mismo tiempo proyecta en esta figura la agresién que le provoca el coito, Los padres en odiado coito s+ convierten en tin monstruo odioso y amenazador. Es esta figura aterradora la que constituye a menudo el centro de las pesadillas y delitios de persecucién de los nidos. Por lo que he dicho hasta hora resultard claro que segin Melanie Klein el nifio sabe muy tempranamente eémo son los uz HANNA SEGAL genitales masculinos y femeninos, y que la fase filica y la fan- tasfa de la mujer falica son estructuras defensivas —una de las versiones de los padres combinados. Una figura parental combinada aparece en el suefio de una paciente en fase maniaca, sofiado justo antes de las vacaciones de verano, Sofé que estaba en una feria, donde se representaba ‘una funcién, En esta funcién se exhibia un hombre monstruosa- mente gordo, embarazado, con dientes enormes. El hombre rronunciaba un discurso. Todos se refan y ella misma no sabia tenerle pena, asco, 0 reirse con los demés. No asocié direc: tamente con el suefi, situacién insdlita en esta pacientes pas6 ‘gran parte de la sesin atacndome secretamente con despre- cio y ridiculizacién, pero no habia vinculacién directa con Ia icin ridicula del suefio. Sin embargo, hacia el final de la hhora menciond que acababa de ofr algo sobre mi. Algunas se- ‘manas antes le habian dicho que yo iba a pronunciar una con- ferencia en Cambridge. Habia pensedo que seria en alguna de las facultades importantes, pero acababa de enterarse que seria sélo una charla para una organizacién estudiantil, Esta aso- ciacién aclaré inmediatamente el suefio. El tablado representaba la organizacién estudiantil y el hombre gordo, embarazado y en exhibicién, era yo misma leyendo mi conferencia. La socie- dad estudiantil, a la que ella no podia concurrir, se habia con- vertido en el miserable tablado de feria. Sabiemos, por material anterior, que mi paciente envidiaba mucho el hecho de que yo leyera cualquier articulo mio; representaba para ella mi poten- cia masculina y mi fertiidad femenina a la ver. A veces los articulos representaban bebes hechos conjuntamente por mi ¥ mi esposo en un buen coito. Esta situacién, en que los padres tienen un buen coito y la madre da a luz el bebe, es para ella Ia cispide de una situa- cidn de celos y envidia. La maneja combinando a ambos pa- dres en una figura monstruosa, Ademés proyecta en esta figura su propia agresién oral, doténdola de dientes enormes. La paciente habia experienciado muy a menudo dicha figura como enormemente amengzadora y persecutoria. Pero en este suefio puede enfrentarla con desprecio y ridiculizacién maniacos, El hombre monstruoso embarazado, como figura risible, es Ia negacién de sus celos y envidia de Ja situacién parental, un ataque a ella mediante desprecio y ridiculizacién, y la neg de la persecucién en relacion con esta figura, a quien mediante ence INTRODUCCIGN A LA OBRA DE MELANIE KLEIN 113 control manfaco y ridiculizacién se I hhace contener Ia. agresién proyectada. Esta es, por supuesto, una situacién muy precaria, y suefios posteriores mostraron que cuando la paciente no puede man- tener el desprecio y surge el miedo, en la fase maniaca lo ma- neja identificdndose con esta figura aterradora. Asi, pocas noches después tuvo un suefio en el que se identificaba clara ‘mente con un poderoso acoplado del que se estaba por perder el control, En los sueios que acabo de deseribir, sofiados por pacientes muy enfermos, podemos observar el estadio més temprano del complejo de Edipo. Este estadio temprano se caracteriza por Ia intensidad de la ambivalencia, el predominio de tendencias orales y la incierta eleccién de objeto sexual. Seria dificil deducir de cualquiera de es0s sueiios cuél de los progenitores 3 el mas deseado y a cudl se trata como rival. Ambos resultan deseables y a ambos se los odia, y el ataque principal se dirige a su relacién mutua, En el curso del desarrollo variard Ia elec- cién de progenitor y variarén también los fines libidinales yy los fines agresivos, tanto en la eleceién de objeto como en la importancia de Ia zona libidinal. Los fines libidinales evolu ccionan del temprano fin oral que es Ia incorporacién oral del echo o pene, a través de deseos uretrales y enales, al pleno deseo genital. Actualmente nos inclinamos a ereer que las ten- dencias genitales estén presentes mucho antes de lo que solia suponerse, aunque no predominan hasta mas avanzado el des- arrollo infantil. Este desarrollo de la. posi nital de. ningtin modo sucede en forma directa. o lin fluctuacién es constante, El propio desarrollo fisiolégico del nifio, a la vez que In frustracién de sus deseos tempranos, lo impulsan a deseos mis evolucionados. La frustracién y ansiedad que aparecen en la nueva posi- cin le hacen regresar nuevamente. De este modo hay cons- tantes fluctuaciones, superposicién y conflicto entre distintos deseos, hasta que gradualmente se establece la primacta genital y el nifio debe experimentar y elaborar todo el impacto de los celos. genitales. En forma similar hay una fluctuacién constante en la leceién del progenitor mas deseado, y ya en le situacién oral se sientan las bases tanto para la cleccién objelal heterosexual como homosexual. ataca ya la ver se la 4 HANNA SEGAL ‘Tanto para el varén como para la nifia el primer objeto de deseos es el pecho de la madre, y al padre se lo percibe primero ‘como rival. Pero ante las ansiedades persecutorias y depresivas cexperienciadas en relacién con la madre y su pecho, el pene del padre se convierte répidamente, para ambos sexos, en un ob- jeto alternativo de deseo oral hacia el que Ia criatura se puede dirigir aparténdose del pecho. Para la nifita, esta primera aproximacién oral al pene es tun paso hacia Ia heterosexualidad, que prepara el terreno para la situacién genital y el deseo de incorporar al pene en su va gina, Pero al mismo tiempo contribuye a sus tendencias ho- mosexuales en la medida en que, en ese est el deseo oral se vincula con la incorporacién y la identifica cién, y el deseo de ser alimentada por el pene se acompaiia del deseo de poseer un pene propio. Para el varoncito este volverse hacia el pene del padre como alternativa del pecho de su madre es primeramente un movi miento hacia la homosexualidad pasiva, pero al mismo tiempo la incorporacién del pene de su padre lo ayuda a identificarse con al y de este modo fortifica su heterosexualidad. Seria demasiado complicado examinar todas las combin cciones posibles de relacién oral con los padres y Iss diversas formas en que evoluciona hacia la relacién genital. Sélo ne- cesitamos decir que muy pronto las situaciones orales se acom- paiian de deseos ansles, uretrales y genitales, y que este vole verse hacia el pene del padre, tanto en el caso de la nifita como del varoncito, pronto evoluciona hacia una situacién genital, hacia el deseo de tener relaciones sexuales con él y de recibir bebes de él Al mismo tiempo, por supuesto, surgen sentimientos geni- tales hacia la madre. EI anhelo de recuperar la temprana re- lacién con el pecho se transforma en el deseo de unién genital, y los sentimientos depresivos relacionados con el dafio que el nifio siente que ha infligido al cuerpo de la madre y a su pecho estimulan ef desarrollo de tendencias genitales, y con ellas, el deseo de restaurar el cuerpo de la madre mediante un buen coito que Te restituya el pene y los bebes, y Ilene sus pechos de leche. Esta relacién con la madre se puede sentir predomi- nantemente como relacién con un objeto externo, y en ese caso ella se convierte en objetivo de descos genitales heterosexuales ‘en el varén y homosexuales en la nitia; o bien estos deseos se INTRODUCCIGN A LA OBRA DE MELANIE KLEIN. 115, pueden dirigir principalmente hacia la medre interna, con quien el nifio se identifica. En este iltimo caso, el deseo de restaurar ala madre mediante la genitalidad incrementa los de: seos heterosexnales en In nifia y homosexuales en el varon. A medida que avanza el desarrollo va predominando el fin genital, y con su predominio fluctiia cada vez menos la elec- ‘cién entre ambos padres. Se hace una eleccién mis definida y duradera del progenitor del sexo opuesto como objeto de deveos Tibidinales, a la ver que aumenta Ia rivalidad y la idemtificacién con el progenitor del mismo sexo. El crecien- te sentido de Ia realidad trae consigo la percepcién del pro pio sexo, y ayuda al nifio a renunciar parcialmente a sus de- seos homosexuales y a aceptar el propio sexo. De este modo se prepara gradualmente el escenario para el complejo de Edipo clasico en términos genitales. La masturbacién, que ha sido pregenital genital, poco a poco se vuelve predominante o exclusivamente genital; I fantasias masturbatorias, vinculadas al principio. a fantasi rales, anales. y uretrales, aun cuando Ia masturbacién fuera genital, empiezan a girar mis consecuentemente alrededor de Ta relacién sexual gen Las fantasias del varén se centran alrededor del coito con la madre y los temores de castracién; I coito con el padre y la ansiedad de que Ia madre la ataque. Es- tas ansiedades provocan a su yes Letovess reyresivus, hasta que la genitalidad se establece mas firmemente. Pero por supuesto jamés nada en el desarrolle del individuo se supera por completo o se pierde por completo, de modo que la situacién edipica genital Mevara vestigios de deseos an- terjores, incluyendo representaciones simbélicas de étos, que pronto se ponen en evidencia durante el anilisis. Se eoncibe al acto genital como incorporando y simbolizando todas las for- ‘mas anteriores de relacién, Sabemos también que la eleceién heterosexual nunca es terminante y que, acompaiando al com- plejo de Edipo positivo clisico, encontraremos siempre en for- ma reprimida y simbolizada su contraparte, el complejo de Edi- po negativo. EI material siguiente ilustra parte de la complejidad que se oculta tras un aparente complejo de Edipo genital positivo. Antes de una interrupcién por las fiestas de Navidad, que 116 HANNA SEGAL en su-mente se vinculaba con fantasias sobre embarazo de la analista, un paciente relat6 el siguiente suefio: Se iba de vacaciones a Sudafrica. E) pasaje costaba 2 li- bras, pero no estaba seguro de tener el dinero. Buscaba otra yet y descubria que tenia una caja de dinero extranjero cua- drado; sentia que habia algo magico en él, el dinero era inago- table. Estaba sentado en una sala del aerédromo esperando sl momento de subir al avién y se compraba dos cervezas. Habria podido tomar whisky también, si hubiera querido. Se sentia muy rico y leno de bienestar y'se encaminaba lentamente hacia el avién, mientras alguien comentaba su elegante apariencia. Frente al avién yeia a su hermana con su sobrino. Sus asociaciones giraron primero alrededor del Dr. S., un psicomnalista sudafricano que habia conocido la noche anterior. EI Dr. S. habia venido a Inglaterra para proseguir sus estudios. Mi paciente se sentia muy inferior a él, lo consideraba mucho mis serio y valioso que é mismo. Y sin embargo el Dr. S. vivia en relativa pobreza; trabajando muy duramente, incluso pasando hambre a veces y sufriendo por el clima frio. Compa- rado con él mi paciente se sentia muy rico y Ileno de bienestar, y especialmente culpable porque, en contraste con el Dr. S., sus actividades. se dirigian principalmente a ganar dinero. Tuvo una serie de asociaciones con Sudafrica como tierra célida, mis- teriosa, lena de jungles, y la vineulé con su propio anhelo de calidez. Pens6 que el dinero, representaba su potencia y la ave de Tas cosas anheladas. Se pregunté también si yo pasaria mis vacaciones de Navidad en Sudafrica, ya que me tomaba al gunos dias més de Io habitual ‘Ante esto el suefio se presentaba como un suefio edipico recto, Durante las vacaciones navidefias se deja al paciente fuera, a la intemperie, al frio, mientras se supone que su ana- lista viaja a tierras célidas en compaiiia del Dr. S., represen tante del marido 0 amante. En el suefio y en las asociaciones referidas a él, el paciente invierte esta situacién, Arroja fuera al Dr. S., para que sufra frio y hambre, mientras él mismo via- ja a Sudéfrica con su analista, y es él quien posee el pene por tente (el dinero para conseguir este objetivo). El paciente précticamente interpreté & mismo el suefio, y é- te le produjo muy poca ansiedad. Toda su ansiedad se centraba INTRODUCCION A LA OBRA DE MELANIE KLEIN 117 en un detalle del suefio —el dinero cuadrado'—. El dinero ‘era siempre un tema que le traia ansiedad; gran parte de su ‘omnipotencia se centraba en él, y en relacién con él su conducta ordeaba la deshonestidad. Su primera asociacién fue que el dinero cusdrado era mé- ico ya que en el suefio pareeia casi inagotable; en segundo lugar, se le ocurrié que no existia nada semejante a dinero cuadrado; asocié también “equi hhonestidad. Sentia que su dinero era magico y omnipotente, y de ningin modo habria podido obtenerlo en forma “honrada”. én sentia que podia estar usindolo en forma deshonesta. in posterior con la palabra “‘square” (en el sentido de manzana) le condujo a recuerdos infantiles. En el distri- to en que vivia algunas zonas se lamaban “square”, aunque no tuvieran forma cuadrada, Uno de estos lugares, especialmente jportante para él de nifio, era tertitorio prohibido, ya que los nifios que alli vivian se mostraban hostiles con los de su pro- pia calle. Para llegar hasta él habfa que atravesar un pasaje muy largo y estrecho, que a mi paciente le parecia misterioso y muy peligroso. Meterse en a significaba meterse en pelea Otra caracteristica del “square” era que los nifios que alli vivian eran més ricos y de clase més alta que mi paciente y sus amigos. Todas estas asociaciones estaban cargadas de ansiedad, y pronto se pudo vislumbrar por qué. Habia dos engafios ‘re- Tacionados con su dinero: primero habia adquirido el dinero, representante de su pene, en forma magica y deshonesta, des- plazando al padre y robindole; segundo, el engafio estaba en el uso que hacia de su pene y en el aparente fin de tener relaciones sexuales (el verdadero fin era volver al titero a través del es- trecho pasaje, y ocupar Ia posicién de un nuevo bebe). Estar en Sudifrica representaba estar en el titero y adquirir todas las riquezas del interior del cuerpo de Ia madre. Asocié los dos vatos de cerveza con los pechos, ¥ el whisky que también habria podido tomar, con el pene. De mode. que tras el aparente i co genital estaba el deseo culpable de adquirir las Fiquezas contenidas dentro de Ia mujer. Este tema ocupé varias sesiones siguientes. Luego, Ia noche 4 EI pacienteasocia primero con sguare money = dinero cuadrado, Iuego con ia palabra uve en diferentes scepeiones square dea tratos equitatves, hontader, y sqlare = manrana de sos, distito, [7] us HANNA SEGAL antes del dia en que esperaba que yo le enviara la cuenta, sof6 que alguien le enviaba un cheque por ochenta y nueve 0 no- venta y ocho libras esterlinas, Primero asocié ocho y nueve con los meses de embarazo. Pensé también en algunos cheques que habia recibido, dos de los cuales eran “‘post mortem”, pro- Venientes de herencias. Estos cheques Je hacian sentiree muy intranquilo, Gran parte de Ia sesion giré alrededor de su an- siedad por el futuro; se pudo ver que sentia principalmente que seguiria en anilisis, Io que en ese momento representaba para al ser el bebe, hasta que pudiera ser mas rico, mas grande y mejor que su analista. Igual que en el suefio anterior, tambi en éste hay inversion. Esta vez invierte la situacién de emba- razo. El es la madre embarazada; él recibe los cheques, que Fepresentahan aqui el embarazo, y los cheques son “postmor tem” porque son posteriores a ia muerte de la analista, cuyo Tugar como madre embarazada él ocupa. Su idea de seguir en anélisis hasta volverse mas rico y mejor que su analista se vvincula con la fantasia de permanecer en el sitero como bebe hhasta haber incorporado tanto de su madre rica, embarazada, que ella muera y él se convierta en lla. De modo que su po- sicién genital (y uno de sus sintomas iniciales era In promis- euidad compulsiva) es s6lo aparente. Su fantasia completa es usar su pene para meterse en el iitero, tomar posesién de éste, primero como bebe en el fitero, pero con el fin posterior de ro. bar a su madre y convertirse en ella, Esto es una elaboracién genital posterior de su envidia y rivalidad original con la madre, a las que se subordinaban todos Ios otros fines. Esto contrasta con Ia posicién de otro paciente que, al ter minar su andlisis, pudo incluir satisfactoriamente sus ‘compo- nentes homosexuales en su vida heterosexual, Habia perdido 1a su padre a los nueve meses. Al entrevistarse conmigo se que- i6 principalmente de homosexualidad relacionada con nifios y muchachos jévenes, ¢ impotencia heterosexual. Pronto se puso en evidencia que uno de sus problemas inconscientes eran sus deseos y temores homosexuales pasivos en relacién con hombres mayores, que representaban a su padre muerto. Nunca expe: iment6 conscientemente dichos deseos, ya que el padre muerto era también un perseguidor cuyo posible ataque le aterrorizaba. En su patologia elaboraba su problema mediante proyeccién ¢ inversién, poniéndose él mismo en el rol del padre que viola ¥ ataca, Hacia el final del anélisis sus sintomas desaparecieron INTRODUCCION A LA OBRA DE MELANIE KLEIN 119 y se casé, siendo feliz en su matrimonio, Mejoraron también notablemente sus relaciones personales. Poco entes del fin de su anilisis, cerca de Navidad, y cuando esperaba que su esposa ‘estuviera embarazada, tuvo al siguiente sue Soiié que Papa Noel descendia por la chimenea y le entre- gaba un paquete que él debia regalar a su esposa para Navidad. En este suefio, Papa Noel me representa a mi, ls analista, que le dio el regalo de la potencia, y también al padre muerto e ideali- zado que le da potencia y bebes para que él a su vez los dé a su esposa, El descenso por la chimenea representa evidente- ‘mente el coito anal. Pero aqui, en contraste con el paciente an- terior, el regalo homosexual que él desea de su padre se con- vierte en los bebes de su potencia y creatividad en relacién con a mujer. ‘Avoclaciones posteriores pusieron también en evidencia que esta combinacién de elementos homosexuales y heterosexuales expresaba st deseo de reunir simbélicamente a su padre y a su madre en su propio matrimonio. Es imposible, por supuesto,agotar el tema del complejo de Edipo en un solo capitulo. He optado por comentar sélo algu- nnos.aspectos, ‘tiles para ilustrar Ia gran importancia de las races tempranas de Ia constelacién edipica, y la forma en que desarrolla desde la primitiva relacién oral hasta la situacién- ccign genital descrita por Freud. BIRLIOGRAFIA PAvLA Hrmwanx: “A Contribution to the Re-evaluation of the Oedi ‘pus Complex", New Directions in Psycho-analyis (Cap, 2). 1. J Pe vol. 88. (1952), Hay version castellana: Navas direcciones. en psicoamdlisis, Buenos Aires, Paidés, 1965 Meanie Kirin “Early Stages of the Oedipus Conflict”, pig. 202, Contributions {o. Peycho-analysis, Hay version castellana:) Conti buciones al pricoandtisis, Bi 1964 The Oedipus Complex. in ly Anxietis", pig. 389, 1. J. Ps (1985

También podría gustarte