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Teatro

Miguel se encuentra con su amigo de la infancia Alexander, quien se queja de no tener éxito en la vida. Miguel le cuenta cómo logró salir adelante estudiando y trabajando duro, en lugar de depender de la suerte. Le aconseja a Alexander dejar de quejarse y esforzarse para alcanzar sus metas, en lugar de conformarse con lo poco que tiene. Esto motiva a Alexander a reconsiderar su actitud y esforzarse más para mejorar su vida.
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Miguel se encuentra con su amigo de la infancia Alexander, quien se queja de no tener éxito en la vida. Miguel le cuenta cómo logró salir adelante estudiando y trabajando duro, en lugar de depender de la suerte. Le aconseja a Alexander dejar de quejarse y esforzarse para alcanzar sus metas, en lugar de conformarse con lo poco que tiene. Esto motiva a Alexander a reconsiderar su actitud y esforzarse más para mejorar su vida.
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Título: “Si quieres tenerlo todo, esfuérzate”

Autora: Clara Pérez


2 personajes
1.- Alexander: Hombre acomplejado y que se queja de su vida.
2.- Miguel: Hombre triunfador que le da una lección.

Ambientación: Esquina de una plaza.

Introducción: Alexander está sentado en la acera de una plaza, matando el tiempo sin hacer nada provechoso cuando
Miguel pasa frente a él.

Alexander (en tono burlón): ¡Mira quién viene ahí! El riquito del barrio.

Miguel (tratando de seguir su camino): Hola Alexander. ¿Cómo estás?

Alexander (tomándolo del brazo): Pero, ya va ¿ahora hablas con la chusma?

Miguel (zafando el brazo): ¿Cuál chusma? A mí la gente de este barrio no me parece chusma, aquí crecí y me crié,
además aquí sigue viviendo mi mamá.

Alexander (irónico): Si, pero como ahora eres un ingeniero y vives en un lugar de ricos, tienes auto y una esposa
bonita, los del barrio debemos parecerte inferiores.

Miguel (mirando incómodo): Para mí todo el mundo es igual, unos que se esforzaron más y otros menos, pero lo
material no decide cuánto vales.

Alexander: Tú lo que tuviste fue suerte.

Miguel (riendo con ironía): ¿Suerte? ¿Tú piensas que la suerte te hubiese dado a ti todo lo que dices ahora yo tengo?

Alexander (encogiéndose de hombros): Claro amigo, si yo hubiese tenido la suerte de encontrarme un trabajo como
el tuyo, que me pagaran así de bien, también hubiese salido de este barrio.

Miguel (sin dejar de sonreír de manera irónica): ¿Y cómo lo ibas a conseguir? Porque para tener este trabajo que tengo,
yo tuve que estudiar mucho, hacerme una carrera y trabajar desde bien jovencito para poder ayudar a mi mamá a
pagarme los estudios y para poder tener mis cosas ¿tu hiciste eso mismo?

Alexander: No, yo no pude estudiar, no tenía recursos

Miguel: Yo tampoco tenía dinero, pero tenía ganas de salir adelante, y el poco tiempo que tenía libre lo use para
trabajar y ganar dinero para poder estudiar ¿tu recuerdas lo que hacías mientras yo trabajaba en lo que fuera para
estudiar?

Alexander: Bueno yo si salía con los amigos, me iba a fiestas, tomaba…

Miguel: ¿Y los fines de semana que te ibas a la playa a gastar más de lo que producías y le quitabas dinero a tu mamá
para irte de fiesta? ¿Sabes qué hacía yo? Me desvelaba estudiando para mis exámenes. Así que no creas que la suerte
te va a dar las cosas que otros se esforzaron por tener. La gente trabaja por lo que quiere, lucha por lo que espera sea
su vida.

Alexander: O sea ¿no tuviste suerte?

Miguel (algo molesto): No, no tuve suerte, tuve empeño, y tú todavía estás a tiempo, deja de querer lo que otros
tienen con su esfuerzo y esfuérzate por lo que tú quieres, párate de esa acera y sal a trabajar, trabaja día y noche,
ahorra y ponte una meta. La suerte la haces tú mismo y para tener lo que tienen otros, tienes que esforzarte lo que se
esfuerzan ellos. Tú no eres chusma, eres un conformista.

Miguel comienza a caminar dejando a Alexander sin saber que responder.

Alexander (viendo a miguel alejarse y hablando alto): Está bien pues, yo no tengo nada por vago, tú tienes razón
amigo.

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