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APELACIÓN

La apelación es el recurso ordinario que permite a la parte perjudicada por una decisión judicial acudir al tribunal superior para que revoque o reforme la sentencia. Mediante la apelación, la parte busca que el tribunal superior corrija el agravio cometido por la sentencia inferior. La apelación puede interponerse contra sentencias definitivas, con excepción de aquellas en que la ley prohíba el recurso, y contra sentencias interlocutorias que causen un gravamen irreparable. El plazo general para interponer la apelación es de

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APELACIÓN

La apelación es el recurso ordinario que permite a la parte perjudicada por una decisión judicial acudir al tribunal superior para que revoque o reforme la sentencia. Mediante la apelación, la parte busca que el tribunal superior corrija el agravio cometido por la sentencia inferior. La apelación puede interponerse contra sentencias definitivas, con excepción de aquellas en que la ley prohíba el recurso, y contra sentencias interlocutorias que causen un gravamen irreparable. El plazo general para interponer la apelación es de

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CONCEPTO
La apelación es el recurso ordinario por excelencia, por medio del cual el que
resulte perjudicado por una decisión judicial puede ocurrir al Tribunal superior a
fin de que la revoque o reforme, en todo o en parte. Mediante el recurso de
apelación, la parte perdidosa persigue del Tribunal superior le sea remediado el
agravio cometido por el fallo del inferior. La apelación es un recurso ordinario para
llevar ante el Tribunal superior inmediato una decisión considerada ilegal, a fin de
obtener la reparación de la injusticia cometida por medio de una nueva decisión.
REGLA GENERAL EN MATERIA DE APELACIÓN DE SENTENCIA DEFINITIVAS
De toda sentencia definitiva dictada en primera instancia se da el recurso de
apelación con la excepción de aquellas en que lo prohíba una disposición especial.
APELACIÓN DE LAS SENTENCIA INTERLOCUTORIAS
El Art. 289 CPC, no confiere el derecho de apelación sino de manera excepcional, y
así expresa que de las sentencias interlocutorias se admitirá apelación cuando
produzcan gravamen irreparable.
TÉRMINO PARA INTENTAR LA APELACIÓN
El Art. 298 CPC establece como regla general el término de 5 días para intentar la
apelación, debiéndose entender aquí esta expresión como un lapso, puesto que la
parte puede apelar en uno cualquiera de los días que se concede para apelación.
Excepciones:
Si se han pedido aclaratorias, rectificaciones o ampliaciones el lapso se contará
desde la fecha de la providencia que recaiga sobre la mencionada petición de
aclaratoria, ampliación o rectificación.
Si se ha solicitado experticia complementaria del fallo, el lapso para apelar correrá
una vez que se haya consignado en autos el informe de los expertos.
APELACIÓN EN UNO Y EN AMBOS EFECTOS
El Art. 290 CPC establece que de la sentencia definitiva se admitirá apelación en
ambos efectos, salvo disposición especial en contrario; cuando se oye una
apelación en ambos efectos quiere decir, que ella traslada el conocimiento total al
Tribunal superior, y éste es el único que puede seguir conociendo del asunto,
quedando suspendida la jurisdicción del inferior. En consecuencia tiene dos
efectos: 1) transmisión de la competencia al superior y 2) suspensión de ella en el
inferior; esto es, produce efecto devolutivo y suspensivo. Se traslada al Juez
superior suspendiendo la aplicación de la decisión del Juez inferior.
La apelación a un efecto se refiere al efecto devolutivo, el Juez de la causa
continúa actuando, y el Juez superior recibe copias certificadas del expediente.
DÍAS EN QUE SE RESUELVE SOBRE LA ADMISIÓN DE LA APELACIÓN
El Art. 298 CPC determina que el término para intentar la apelación es de 5 días,
siendo que este lapso es concedido a las partes para que resuelvan y mediten
sobre la conveniencia de intentar o no el recurso, a fin de no usarlo de modo
irreflexivo; de allí que el legislador deje transcurrir el lapso de apelar, y ordena
que sea oída en el día siguiente a la última de aquel lapso, acorde a lo establecido
en el Art. 293 CPC. El legislador quiere significar que la apelación debe intentarse
dentro del lapso legal para hacerlo, ya que si no se intenta dentro de los 5 días, la
apelación es extemporánea y no podrá ser admitida.
LA REFORMATIO IMPERIUS
Es el principio que rige la apelación. Opera cuando pudiendo apelar ambas partes
sólo una de ellas lo hace. El Juez no podrá desmejorar la condición jurídica de una
de las partes.
Derecho Tema
Procesal
XVIII
Civil I
La apelación
Contenidos
Ø     Concepto
Ø     Los sujetos de la apelación
Ø     Objeto de la apelación
l     La apelación como protesta
l     Objeto de la revisión
l     Contenido de la segunda instancia

l     Procedimiento de la segunda instancia

Ø     Sentencias apelables
Sentencias inapelables
l     

Ø     Apelación desierta
Ø     Término para apelar
Ø     Efectos de la apelación
l     Efecto suspensivo
l     Efecto devolutivo
l     La reformatio in peius

l     Su justificación en el derecho venezolano

l     La sentencia del Tribunal Superior

Concepto
Ø    Carácter ordinario del recurso
l     La apelación como medio de gravamen

Ø    El principio de la doble instancia


Ø    Concepto
l     Couture:

l     La apelación, o alzada, es el recurso concedido a un litigante que ha sufrido

agravio por la sentencia del juez inferior, para reclamar de ella y obtener su
revocación por el juez superior.
l     Más descriptivo:

l     La apelación es un recurso ordinario dirigido a revisar en una segunda instancia, la

adecuación de la conducta de los ciudadanos a la norma jurídica, o dicho de otra


manera, a obtener una nueva decisión de la controversia sometida a la jurisdicción
 
Recordemos
Presupuestos (requisitos de admisibilidad) de todo
recurso
Ø  Subjetivos
l    Cualidad de parte
l    Agravio
Ø  Objetivos
l    Sentencia o acto recurrible
l    Condiciones formales de interposición
•   Modo
•   Lugar
•   Tiempo
Los sujetos de la apelación
Ø    Artículo 297 CPC
l      No podrá apelar de ninguna providencia o sentencia la parte a quien en ella se hubiere
concedido todo cuanto hubiere pedido; pero, fuera de este caso, tendrán derecho de apelar
de la sentencia definitiva, no sólo las partes, sino todo aquel que, por tener interés
inmediato en lo que sea objeto o materia del juicio, resulte perjudicado por la decisión, bien
porque pueda hacerse ejecutoria contra él mismo, bien porque haga nugatorio su derecho,
lo menoscabe o desmejore.
Ø    Cualidad de parte
l     ¿Quiénes son parte?
l     Apelación de terceros

Ø    Agravio
Ø    La adhesión a la apelación
l     Modo
l     Lugar

l     Tiempo

l     Efectos

Objeto de la apelación
Ø    La apelación como protesta
l     El agraviado se alza contra la decisión
l     La apelación reemplaza el instinto natural de desobediencia y lo canaliza por una vía
procesal
l     La admisión del recurso no puede quedar al solo arbitrio del juez

Ø    Objeto de la revisión
l     La sentencia (Couture)
l     La pretensión (Rengel)

l     La controversia

l     Las actuaciones en primera instancia

•    Querella de nulidad
Ø    Contenido de la segunda instancia
l     Nuevas alegaciones
l     Nuevas pruebas

Ø    Procedimiento de la segunda instancia


Procedimiento de la segunda instancia
Ø   Recibo del expediente
l      Lapso para informes de 20 días si la sentencia es definitiva y 10 si es
interlocutoria
•    Lapso de 5 días para promover pruebas, o para pedir constitución con asociados para
la sentencia definitiva
En el último supuesto, constituido el Tribunal con asociados, se reinicia el lapso para
l    

informes
l      Informes
•    Lapso de 8 días para observaciones
l      Lapso de 60 días para sentenciar si es definitiva o de 30 si es interlocutoria
•    En los primeros 15 días podrá el Tribunal dictar auto para  mejor proveer, en tal caso
cumplidas las diligencias se reinicia el lapso para sentenciar
•    El abocamiento de un nuevo Juez
Sentencias apelables
Ø  De toda sentencia definitiva se admite apelación salvo
disposición legal en contrario
l     Interlocutorias que ponen fin al proceso
l     Sentencias definitivas inapelables
•    Juicios breves (-5.000)
•    Recurso de invalidación
•    Juicio de Queja
•    Arbitros arbitradores
•    Sentencias del Tribunal Supremo
Ø  De las sentencias interlocutorias se admitirá apelación si
causa un gravamen irreparable por la definitiva
Término para apelar
Ø   ¿Apelación desierta?
l      Cuando oída la apelación, ésta no fuere decidida antes de la sentencia definitiva, podrá
hacérsela valer nuevamente junto con la apelación de la sentencia definitiva, a la cual se
acumulará aquélla.
Ø   Modo de la apelación
l      Por escrito o diligencia que contenga la voluntad de apelar
Ø   Lugar de la apelación
l      Ante el Tribunal de primera instancia
Ø   Tiempo para apelar
l      Lapso de 5 días, salvo disposición legal en contrario
•    Cómputo del lapso para apelar
•    El recurso extemporáneo por anticipado
 
Efectos de la apelación
Ø    De la sentencia definitiva se oirá apelación en ambos efectos (devolutivo y
suspensivo), salvo disposición legal en contrario
Ø    De las sentencias interlocutorias se oirá apelación en un solo efecto (efecto
devolutivo), salvo disposición legal en contrario
Ø    Efecto devolutivo
l      La extensión del efecto devolutivo
l      La prohibición de reformatio in peius
•    Su justificación en el derecho venezolano
Ø    Efecto suspensivo
l      Trámite de la apelación oída en un solo efecto
Ø    La sentencia del Superior
l      El problema de la motivación acogida
l      La obligación de resolver la totalidad de la controversia
MATERIA: DERECHO PROCESAL CIVIL 
La impugnación, puede ser interpretada como la inconformidad
que una parte muestra con un acto procesal. Al hacer la
impugnación, nace una nueva pretensión consistente en atacar la
respectiva resolución; aparece un nuevo procedimiento, una
nueva resolución. Nace un nuevo proceso llamado proceso de
impugnación. El grupo de procesos de esta clase se les designa
en la ley con el nombre genérico de recursos. 
Según Devis Echandía: “la impugnación es el género; el
recurso, la especie”.
Introducción:
Los medios de impugnación son los procedimientos a través de
los cuales, las partes y los demás sujetos legitimados,
controvierten la validez o la legalidad de los actos procesales o
las omisiones del órgano jurisdiccional, y solicitan una
resolución que anule, revoque o modifique el acto impugnado, o
que ordene subsanar la omisión. Estos procedimientos
regularmente se desarrollan dentro del mismo proceso en el que
se emitió el acto impugnado o en el que se incurrió en la
omisión.
1.- La apelación
Es un recurso, esto es, un medio de impugnación de la sentencia
dirigido a eliminar la injusticia de ésta mediante su reforma; y
en ello se diferencia de la invalidación, cuya finalidad es hacer
declarar la nulidad del acto atacado.
Según Calamandrei el concepto de la apelación se ha
transformado y ampliado; según el concepto originario, la
decisión del superior se dirigía solamente a corregir directa y
singularmente los errores de los juez inferior, hoy día la ley,
partiendo de la premisa de que una sola instancia no ofrece
garantías suficientes para producir una sentencia justa, quiere
que en toda controversia la parte pueda obtener dos decisiones
(principio del doble grado).
Principio de Doble Instancia
Lo que consagra a cualquier ciudadano que resultare perdidoso
en un proceso, el pleno derecho de recurrir del fallo.
Base Legal: Código Procedimiento Civil, Artículos del 288 al
298
Artículo 288 De toda la sentencia definitiva dictada en primera
instancia se da apelación, salvo disposición especial en
contrario.
Objeto de la Apelación:
Es la pretensión procesal reconocida o negada por la sentencia
impugnada. Este recurso provoca un nuevo examen de la
relación controvertida mediante el juez de segundo grado de
jurisdicción; y el interés en la apelación está determinado por el
vencimiento.
Requisitos de Admisibilidad:
1) Que exista una sentencia definitiva;
2) Que la sentencia haya sido pronunciada en primera instancia;
y
3) Que la sentencia no sea inapelable por disposición especial de
la ley.
Lapsos para la Apelación:
El lapso para apelar una sentencia definitiva es de 5 días de
despacho y de una sentencia interlocutoria que cause un
gravamen irreparable 3 días de despacho, salvo disposición en
contrario, se computan a partir del día siguiente del vencimiento
del lapso para sentencia o si la sentencia sale fuera del lapso, a
partir del día siguiente que conste en autos la notificación de la
última de las partes. 
Artículo 298 CPC: El término para intentar la apelación es de
cinco días, salvo disposición especial.
Artículo 197 Los términos o lapsos procesales se computarán
por días calendarios consecutivos, excepto los lapsos de pruebas,
en los cuales no se computarán los sábados, los domingos, el
Jueves y el Viernes santos, los declarados días de fiesta por la
Ley de Fiestas Nacionales, los declarados no laborables por
otras leyes, ni aquéllos en los cuales el Tribunal disponga no
despachar.
Artículo 198 En los términos o lapsos procesales señalados por
días no se computará aquél en que se dicte la providencia o se
verifique el acto que dé lugar a la apertura del lapso.
Efectos de la Apelación:
La apelación produce dos efectos: el suspensivo y el devolutivo.
a)      Por virtud del efecto suspensivo de la apelación se suspende
la ejecución de la sentencia apelada. Artículo 290 La apelación
de la sentencia definitiva se oirá en ambos efectos, salvo
disposición especial en contrario. Artículo 291La apelación de
la sentencia interlocutoria se oirá solamente en el efecto
devolutivo, salvo disposición especial en contrario.
b)       Por efecto devolutivo se entiende la transmisión al tribunal
superior del conocimiento de la causa apelada, consistente en
desasir del conocimiento del asunto al juez inferior,
sometiéndolo al superior.
Artículo 296 Admitida la apelación en ambos efectos, no se
dictará ninguna providencia que directa o indirectamente pueda
producir innovación en lo que sea materia del litigio, mientras
esté pendiente el recurso, salvo disposiciones especiales.
Procedimiento para la Apelación:
Artículo 292 La apelación se interpondrá ante el Tribunal que
pronunció la sentencia, en la forma prevista en el artículo 187 de
este Código.
Artículo 293 Interpuesto el recurso de apelación en el término
legal, el Tribunal lo admitirá o lo negará en el día siguiente al
vencimiento de aquel término.
Artículo 294 Admitida la apelación en ambos efectos, se
remitirán los autos dentro del tercer día al Tribunal de alzada, si
éste se hallare en el mismo lugar, o por correo, si residiere en
otro lugar. El apelante deberá consignar el porte de correo, pero
podrá hacerlo la otra parte, si le interesare, y a reserva de que se
le reembolse dicho porte.
Artículo 295 Admitida la apelación en el solo efecto devolutivo,
se remitirá con oficio al Tribunal de alzada copia de las actas
conducentes que indiquen las partes, y de aquellas que indique
el Tribunal, a menos que la cuestión apelada se esté tramitando
en cuaderno separado, en cuyos casos se remitirá el cuaderno
original.
Artículo 296 Admitida la apelación en ambos efectos, no se
dictará ninguna providencia que directa o indirectamente pueda
producir innovación en lo que sea materia del litigio, mientras
esté pendiente el recurso, salvo disposiciones especiales.
Artículo 297 No podrá apelar de ninguna providencia o
sentencia la parte a quien en ella se hubiere concedido todo
cuanto hubiere pedido; pero, fuera de este caso, tendrán derecho
de apelar de la sentencia definitiva, no sólo las partes, sino todo
aquel que, por tener interés inmediato en lo que sea objeto o
materia del juicio, resulte perjudicado por la decisión, bien
porque pueda hacerse ejecutoria contra él mismo, bien porque
haga nugatorio su derecho, lo menoscabe o desmejore.
Artículo 298 El término para intentar la apelación es de cinco
días, salvo disposición especial.
Características del Recurso de Apelación
-       Es un Recurso Ordinario.
-       Quien está legitimado para ejercer dicho recurso es quien
resulte afectado y en su mayor numero de veces quien resulta
perdidoso.´
-       Una vez que se ejercite el recurso de apelación va ser objeto
de revisión por el juez superior para dictar la sentencia final.

2.- Recurso de Hecho 


Llamado en otras legislaciones recurso de queja por denegación,
es la garantía procesal del recurso de apelación,  el cual procede
una vez negada la apelación o admitida en un solo efecto Este
recurso solo puede ejercerlo el apelante al que se le negó o el
que se le admitió y solo se oyó un solo efecto.
Objeto
Su objeto se orienta, a que el tribunal de la causa ordene que se
admita la apelación o que la oiga libremente (devolutivo y
suspensivo), por lo tanto, persigue dejar sin efecto el auto
negativo de la apelación o limitativo de su admisión o la actitud
omisita o negligente del juez en pronunciarse sobre la admisión.
Base Legal:
Código Procedimiento Civil:
Artículo 305 Negada la apelación, o admitida en un solo efecto,
la parte podrá recurrir de hecho, dentro de cinco días, más el
término de la distancia, al Tribunal de alzada, solicitando que se
ordene oír la apelación o que se la admita en ambos efectos y
acompañará copia de las actas del expediente que crea
conducentes y de las que indique el Juez si éste lo dispone así.
También se acompañará copia de los documentos o actas que
indique la parte contraria, costeándolos ella misma. El auto que
niegue la apelación o la admita en un solo efecto, fijará el
término de la distancia, si fuere procedente, a los efectos del
recurso de hecho.
Artículo 306 Aunque el recurso de hecho se haya introducido
sin acompañar copia de las actas conducentes, el Tribunal de
alzada lo dará por introducido.
Efectos del Recurso de Hecho:
Los efectos del recurso de hecho, según el contenido del Art.
305 del C.P.C., no son otros sino la revocación o la confirmación
del auto del juez a qua sobre la apelación.

3.- El Recurso de Casación


Es el recurso extraordinario y un medio de impugnación que se
interpone ante el Tribunal, contra fallos definitivos en los cuales
se suponen infringidas las leyes o por quebrantamientos de
forma del procedimiento, siendo su propósito primordial la
integridad legislativa y la uniformidad de la Jurisprudencia.
Base Legal:
Art. 313 al 326 Código Procesal Civil
Artículo 313 Se declarará con lugar el recurso de casación:
1° Cuando en el proceso se hayan quebrantado u omitido formas
sustanciales de los actos que menoscaben el derecho de defensa;
o cuando en la sentencia no se hubieren cumplido los requisitos
del artículo 243, o cuando adoleciere de los vicios enumerados
en el artículo 244; siempre que contra dichos quebrantamientos
u omisiones se hayan agotado todos los recursos, o que la
omisión o quebrantamiento lesionen el orden público.
2º Cuando se haya incurrido en un error de interpretación acerca
del contenido y alcance de una disposición expresa de la ley, o
aplicado falsamente una norma jurídica; cuando se aplique una
norma que no esté vigente, o se le niegue aplicación y vigencia a
una que lo esté; o cuando se haya violado una máxima de
experiencia. En los casos de este ordinal la infracción tiene que
haber sido determinante de lo dispositivo en la sentencia.
Admisión o Negación del Recurso:
Artículo 315 El Tribunal competente para oír el anuncio del
recurso de casación lo admitirá o negará el primer día inmediato
siguiente al vencimiento de los 10 días que se dan para el
anuncio. En caso de negativa razonará en dicho auto los motivos
del rechazo, y en caso de admisión hará constar en el auto el día
del calendario que correspondió al último de los diez (10) que se
dan para el anuncio. Si no hubiere habido pronunciamiento
oportuno sobre admisión o negativa del recurso, el anunciante
consignará su escrito de formalización en la Corte Suprema de
Justicia dentro de los cuarenta (40) días continuos, más el
término de la distancia si tal fuere el caso, siguientes a los diez
(10) días del anuncio, para que ésta requiera el expediente e
imponga al Juez una multa entre diez mil y veinte mil bolívares
y se pronuncie sobre la admisión o negativa del recurso.
Tipos:
-       Casación de Forma: Es procedente este recurso, por
quebrantamiento de forma.
-       Casación de Fondo: Es procedente este recurso, cuando se
ha incurrido en un error de interpretación acerca del contenido y
alcance de una disposición expresa de la ley.
Se Admite:
· Sentencias que ponen fin al juicio del fondo.
· Sentencias interlocutorias con fuerza de definitivas.
· Autos en ejecución de sentencia.
· Sentencias de reposición.
· Sentencias interlocutorias que causan gravamen irreparable.
Conclusión:
Se puede justificar a la impugnación, por la desconfianza
humana, pues todo ser humano por naturaleza está expuesto a
cometer errores, nadie es perfecto, cometemos errores o incluso
injusticias sin siquiera darnos cuenta y otras veces, conscientes
de ello. Los medios para impugnar actos procesales, están
disponibles con la finalidad de que se puedan revisar
resoluciones o actuaciones procesales, a fin de corregirlas o
anularlas. Estos medios, están disponibles para combatir las
actuaciones jurisdiccionales, cuando estas sean incorrectas,
equivocados o no apegados a derecho. Son los medios que
tienen a su alcance las personas cuando sienten que la justicia
fue obstaculizada, siempre y cuando estas decisiones, puedan
probarse como erradas, injustas o cuando carezcan de los
principios legales disponibles.
Se ha discutido mucho sobre el origen de la apelación con variedad de opiniones.
Unos han considerado que en todos los tiempos y en todos los pueblos, la apelación ha sido una garantía acordada
por el legislador dentro de ciertos límites. Otros, al contrario, sostienen que ella ha, sido por mucho tiempo ignorada
y que ha nacido solamente cuando los litigantes comenzaron a recurrir al Rey contra la prevaricación de los jueces o
el defecto de la ley que no regulaba el caso controvertido.
Ambas opiniones son exactas dice Gargilo siempre que se determine el carácter que se quiere atribuir a la
apelación, sin lo cual la divergencia entre ellas no es conciliable. En efecto, si por la apelación se entiende, en
general, el medio de solicitar la reparación de una injusticia cometida por el juez, no se yerra observando que la
apelación es de origen antiquísimo, porque en todos los tiempos se ha sentido la necesidad de reclamar contra una
sentencia injusta.
Si por el contrario, la apelación se considera como un medio especial de gravamen contra una sentencia del primer
juez, a llevarse al conocimiento de un juez superior para un segundo examen de la causa, según el ordenamiento
vigente., entonces el instituto de la apelación pertenece a tiempos más próximos: a aquellos en los cuales fue
establecida una jerarquía jurisdiccional entre los jueces.

Es célebre el famoso pasaje de Ulpiano según el cual: "Ninguno hay que ignore lo frecuente y necesario que es el
uso de la apelación; porque ciertamente corrige la impericia y la injusticia de los jueces, aunque algunas veces se
reforman las sentencias que fueron pronunciadas justamente; porque no siempre pronuncia sentencia más justa el
último que determina".
En este breve pasaje del jurisconsulto romano, encontramos contenida la problemática que ha planteado
históricamente el instituto de la apelación; la necesidad de la misma; su función correctora de la justicia del primer
fallo; la realidad de que no siempre la apelación asegura una sentencia más justa que la del juez de primer grado; y,
en definitiva, la vigencia que exige este recurso, del principio del doble grado de jurisdicción fundado en la relación
de subordinación y superioridad jerárquica entre los tribunales.
La idea que hizo entrar a la apelación en la legislación, fue precisamente aquella de asegurar una eficaz garantía a
la justicia, esto es, la garantía resultante del doble examen, de dos sentencias dictadas una en seguida de la otra,
en torno a la misma causa. La Asamblea dice Gargiulo no fue movida por un sentimiento de desconfianza hacia los
tribunales de primera instancia, ni por el deseo de invadir su jurisdicción para hacerla absorber por la jurisdicción
superior. La nueva ley miró a constituir una segunda instrucción, independiente de la primera, que contenga todos
los Indios de llegar a la verdad.
El segundo grado de jurisdicción no es otra cosa sino un segundo examen de la causa: instruye y juzga como había
instruido y juzgado el primer juez; tiene las mismas atribuciones, el mismo poder; puede, es verdad, reducir a la nada
la primera sentencia, pero ello no ocurre por virtud de un poder superior, sino porque ejercita por segunda vez el
poder ejercitado por el primer juez, porque la primera sentencia no puede subsistir después de la segunda.
Hoy nos dice Calamandrei el concepto de la apelación se ha transformado y ampliado; mientras según el concepto
originario, la decisión del superior se dirigía solamente a corregir directa y singularmente los errores de los juez
inferior, hoy día la ley, partiendo de la premisa de que una sola instancia no ofrece garantías suficientes para
producir una sentencia justa, quiere que en toda controversia la parte pueda obtener dos decisiones (principio del
doble grado) o, en ciertas legislaciones, hasta tres, sobre la relación controvertida, de modo que la decisión posterior
se sobreponga a la decisión anterior, aun cuando ésta fuese perfectamente justa e inmune de errores. El juicio de
apelación concluye Calamandre viene a ser así, según la expresiva frase de Binding una "segunda primera
instancia", y la injusticia cometida por el juez inferior viene a ser tomada en consideración de un modo indirecto y
general, en cuanto la ley presume que el segundo juez, al decidir la causa el novo y sin preocuparse de la primera
sentencia, no caerá en los errores en que pudo haber caído el primero.

Puede definirse, pues, la apelación como: El recurso mediante el cual la parte, o los tercero! que han sufrido agravio
por la sentencia del juez de primer grado de jurisdicción, provocan un nuevo examen de la relación controvertida por
el juez superior o de Segundo grado, que debe dictar la sentencia final. O más brevemente como dice Chiovenda
"La apelación es el medio para pasar del primero al segundo grado de jurisdicción".
En nuestra definición se destaca:
La apelación es un recurso, esto es, un medio de impugnación de la sentencia dirigido a eliminar la injusticia de ésta
mediante su reforma; y en ello se diferencia de la invalidación, cuya finalidad es hacer declarar la nulidad del acto
atacado.

Es un recurso ordinario, que provoca un nuevo examen de la relación controvertida (novum judicium) y hace adquirir
al juez de alzada la jurisdicción sobre el asunto, con facultad para decidir la controversia y conocer ex novo tanto de
la cuestión facti como de la quaestio juris; y en esto se diferencia del recurso extraordinario de casación, limitado a
considerar exclusivamente los quebrantamientos de formas (errores in procediendo) y las infracciones de ley
(errores in indicando) en que haya incurrido el juez en la sentencia recurrida, sin que pueda la Corte extenderse al
fondo o mérito de la controversia, ni al establecimiento o apreciación de los hechos por parte del juez que salvo las
excepciones previstas en el Art. 320 C.P.C.
Está legitimada para ejercer los recursos, la parte agraviada por la sentencia y en general, todo aquel que por
tener interés inmediato en lo que sea objeto o materia del juicio, resulte perjudicado por la decisión, bien porque
pueda hacerse ejecutoria contra él mismo, bien porque haga nugatorio su derecho, lo menos- cabe o desmejore (Art.
297 C.P.C.).
El agravio, perjuicio o gravamen que la sentencia causa al litigante, constituye así, el interés sin el cual no puede
ejercerse el recurso, pues no tiene el derecho de apelación la parte a quien la sentencia hubiere concedido todo
cuanto hubiere pedido (Artículo 297 C.P.C.) , y así como para proponer la demanda debe haber interés (Art. 16
C.P.C.), del mismo modo, para que haya apelación, que no es otra cosa sino un desenvolvimiento de la misma
causa en la instancia superior, debe haber también interés y éste, lo determina el agravio, perjuicio o gravamen que
el fallo produce a la parte, el cual se mide, objetivamente, por el vencimiento sufrido.
El juez de segunda instancia o grado, al decidir ex novo la controversia, dicta la sentencia final. Con la sentencia del
juez inferior explica Calamandrei no se produce ya, en el momento mismo del pronunciamiento, la declaración de
certeza del derecho controvertido, puesto que sobre esta sentencia gravita, desde el momento de su nacimiento, la
amenaza de una sentencia ulterior, frente a la cual el primer juicio deberá perder toda eficacia .
Desde antiguo se admitía como principio general que la apelación se devolvía al superior toda la causa y la refería a
los términos de la litiscontestación.
El principio era expresado en el adagio latino: Appellatio extinguir iudicatum et revocat omnia ad terminos liris
contestatae; y así ha pasado al derecho moderno y ha sido acogido por nuestra casación en estos términos: "La
apelación reintegra a las partes a la condición que tenían inmediatamente después de la contestación de la
demanda.
EL SISTEMA VENEZOLANO.

Históricamente, el sistema positivo adoptado por la legislación venezolana, fue el de la doble conformidad de fallos,
que conducía a la tercera instancia.
Los Arts. 187 y 415 del Código de Procedimiento Civil de 1916, consagraban este sistema.
Según el primero: "De las sentencias interlocutorias o definitivas, dictadas en segunda instancia, se puede apelar
dentro del término de cinco días, sólo respecto de aquellos puntos en que difieran de las de primera instancia.
No habrá lugar a tercera instancia cuando la sentencia" de la segunda fuere conforme en el fondo con la de primera,
a menos que no condene en las costas de la instancia, o que, haciéndolo, condene también en las de primera, no
habiéndolo hecho el juez o tribunal que sentenció en ésta. En tal caso, del tribunal de tercera instancia conocerá
únicamente del punto sobre costas",
"La sentencia de tercera instancia quedará en todo caso ejecutoriada, a menos que se intentare y fuere admisible
contra ella el recurso de casación, sin que en ningún caso haya lugar a cuarta instancia",
"Tampoco habrá lugar a tercera instancia cuando la sentencia de la segunda se hubiere dictado en virtud y en
cumplimiento de un fallo de la Corte Federal y de Casación, salvo que la casación sea por un vicio de forma en la
sentencia".
Según el Art. 415, relativo al procedimiento en segunda y tercera instancia: "La sentencia de segunda instancia
causará ejecutoria cuando sea conforme con la de primera. Si no lo fuere, podrá apelarse de ella en cuanto difiera
de la primera".
Este sistema era conforme con las Bases de la Unión establecidas en la Constitución de los Estados
Unidos de Venezuela de 19 de junio de 1914, que reconocía la autonomía de los estados; el derecho de los mismos
a establecer su régimen y gobierno interior; a organizar sus tribunales y juzgados para la administración de justicia
ya tener todos una misma legislación sustantiva, civil, mercantil y penal.,así como la de procedimiento; y con
las leyesorgánicas de tribunales de los estados, que asignaban la tercera instancia a las cortes supremas en éstos .
En la base del sistema histórico de la doble conformidad de los fallos se encuentra la idea de que la cosa juzgada se
forma con la conformidad de dos fallos, pues ante la disconformidad de dos sentencias sucesivas, no hay razón para
considerar justa la segunda e injusta la primera, por lo cual es necesario que un magistrado de tercera instancia
examine de nuevo la controversia y emita una sentencia que sea conforme con la de primera o con la de segunda
instancia.
Sin embargo, no obstante que los sostenedores de esta idea tratan de darle a la misma el aspecto de un principio
absoluto e ideal, la realidad es que no ha pasado de ser más que una etapa en la historia de la apelación y,
modernamente, ha sido desechada de los ordenamientos procésales por las duras críticas que ha sufrido el sistema
en todas partes.
En efecto, se objeta que para que pueda hablarse de doble conformidad de los fallos, es necesario que
exista identidad de los medios sobre los cuales deban pronunciarse los tribunales y, consecuencialmente, la
prohibición de nuevos hechos y nuevas pruebas en la instancia superior, pues de lo contrario, el juez de la primera y
de la segunda apelación no juzgarían la causa como había sido presentada y decidida por el juez de primera
instancia, sino sobre una causa modificada por los nuevos hechos y las nuevas pruebas y, por lo tanto, distinta de
aquella que había sido discutida y decidida por el primer juez.
Además, el tribunal de tercera instancia podría dictar una sentencia disconforme con las dos primeras, en cuyo caso,
no admitiéndose la cuarta instancia, la sentencia produciría ejecutoria, no obstante no haberse alcanzado la doble
conformidad; y si el tribunal de tercera instancia debiera elegir necesariamente entre las dos opiniones
uniformándose a una de ellas, aunque encuentre en ellas errores de hecho y de derecho, entonces se tendría el
triste espectáculo de que, para servir al sistema y al principio vicioso que lo informa, el Tribunal debe disimular la
propia opinión y dar carácter de autoridad absoluta a una sentencia que reprueba.
La tercera instancia no puede tener por base sino el principio de autoridad, que traduce a la doble conformidad de
los fallos la presunción o la prueba de la justicia. Pero la doble conformidad no puede alcanzarse sino cerrando
irrevocablemente la instrucción después de la decisión del primer juez; y, sin embargo, en la mayoría de
los sistemas que lo adoptaron, con excepción del austriaco, el legislador ha querido conservar a la apelación
la libertad de instrucción y negar, sin embargo, el recurso a la tercera instancia en el caso de conformidad de las dos
primeras decisiones.
Desde 1945 rige el sistema del doble grado de jurisdicción, que admite solamente una apelación a segunda
instancia, causando ejecutoria el fallo de esta última, salvo recurso de casación. Nacionalizada la justicia desde
1945, las constituciones sucesivas han venido estableciendo que es competencia del Poder Nacional la
administración de justicia y la creación, organización y competencia de los tribunales.

Acorde con esta disposición constitucional, existe ahora una única Ley Orgánica del Poder Judicial, que desenvuelve
los principios de la Constitución referentes a la organización de la justicia, en la cual se ha suprimido la tercera
instancia y las Cortes Supremas de los Estados que conocían de ésta, quedando así derogados los mencionados
Arts. 187 y 415 del Código de Procedimiento Civil de 1916 que la contemplaban .
Nuestro sistema del doble grado de jurisdicción está regido por el principio dispositivo, que domina en
nuestro proceso civil, y por el principio de la personalidad del recurso de apelación, según los cuales el juez superior
sólo puede conocer de aquellas cuestiones que le sean sometidas por las partes mediante la apelación (nemo judex
sine actore) y en la medida del agravio sufrido en la sentencia de primer grado (tantum devolutum quantum
appellatum), de tal modo que los efectos de la apelación interpuesta por una parte no benefician a la otra que no ha
recurrido, quedando los puntos no apelados ejecutoriados y firmes por haber pasado en autoridad de cosa juzgada.
Si bien en la segunda instancia el juez adquiere la jurisdicción sobre el asunto apelado y decide la controversia ex
novo, ésta no se amplía en su contenido, sino que versa sobre los mismos términos de la litis, tal como ha quedado
ésta planteada de hecho al momento de la contestación de la demanda, que en nuestro sistema es el momento
preclusivo fundamental de todas las excepciones y defensas, sin que puedan admitirse posteriormente otras (Art.
364 C.P.C.C.). De allí que todas las cuestiones de hecho que han debido alegarse en primera instancia como
fundamento de la pretensión y de la defensa y que no lo fueron, no pueden hacerse valer en alzada, y lo que debió
probarse y no se hizo con la amplitud que permitía la primera instancia sólo puede hacerse en la segunda de modo
limitado, pues en ésta no se admiten otras pruebas sino la de instrumentos públicos, la de posiciones y el juramento
decisorio (Art. 520 C.P.C.), sin perjuicio de que el juez pueda dictar auto para mejor proveer dentro de los límites
expresados .en el Art. 514.
Hemos visto en los párrafos anteriores, qué es la apelación y hemos determinado su concepto; ahora, al estudiar los
sujetos de la apelación, se trata de saber quiénes pueden apelar.
En principio, sólo pueden apelar las partes, esto es, el sujeto activo y el sujeto pasivo de la pretensión que es objeto
del proceso. Siendo el recurso de apelación el desenvolvimiento de la misma pretensión en la instancia superior, es
lógico que los sujetos de ésta sean los legitimados para provocar con el recurso el nuevo examen de la controversia
decidida.
EL OBJETO DE LA APELACION.
El objeto de la apelación es la pretensión procesal reconocida o negada por la sentencia impugnada. Este recurso
provoca un nuevo examen de la relación controvertida mediante el juez de segundo grado de jurisdicción; y el interés
en la apelación está determinado por el vencimiento, que no es otra cosa sino el agravio, perjuicio o gravamen que
la resolución judicial causa a uno de los litigantes o a los dos recíprocamente, por haberse acogido o rechazado total
o parcialmente la pretensión planteada en el primer grado de jurisdicción.
Por tanto, si la apelación en esencia es una instancia sobre los hechos, que culmina en una nueva resolución, es
obvio que su objeto no es otro que la pretensión reconocida o negada por, la sentencia apelada.
Como la apelación se interpone contra la sentencia de primera instancia, generalmente se piensa que el objeto de la
apelación es la sentencia misma apelada. Pero en realidad, la sentencia, el agravio y su apelabilidad, no son más
que presupuestos de la apelación o requisitos de admisibilidad del recurso. Cuando el Art. 288 C.P.C., dice que: "De
toda sentencia definitiva dictada en primera instancia se da apelación, salvo disposición especial en contrario", sólo
está señalando los requisitos de admisibilidad del recurso, esto es:
1) Que exista una sentencia definitiva;
2) Que la sentencia haya sido pronunciada en primera instancia; y
3) Que la sentencia no sea inapelable por disposición especial de la ley.
El examen de la existencia o inexistencia de estos requisitos conduce a una providencia sobre la admisibilidad o
inadmisibilidad del recurso; en cambio, el examen sobre el mérito o fundamento del recurso, requiere el examen en
alzada del fundamento de hecho y de derecho de la pretensión examinada en primera instancia.
A este respecto la casación ha sentado el principio de que para considerar que una apelación resulte inadmisible, el
juez ha de limitarse a ubicar el caso concreto dentro del dispositivo legal que, por vía de excepción, repute
inapelable la decisión de que se trate, pero sin pronunciarse sobre el contenido mismo del asunto, pues el
pronunciamiento sobre el fondo escaparía a los alcances de una mera declaración de improcedencia de la apelación
intentada y el fallo así dictado contendría una verdadera sentencia confirmatoria del criterio de la instancia .
El estudio del objeto de la apelación, en el sentido expresado, implica necesariamente el estudio de la extensión y
limites que tiene o debe tener el nuevo examen de la controversia en el segundo grado de jurisdicción; estudio que
haremos más propiamente cuando se trate, más adelante, de los efectos de la apelación y, especialmente, del
llamado efecto devolutivo de la misma, que determina la medida y extensión en que la pretensión debe ser
examinada por el juez de segundo grado. Por ello nos limitaremos en este apartado a examinar qué sentencias son
apelables y cómo regula nuestro derecho esta cuestión.
a) La regla general de la apelabilidad de las sentencias definitivas está contenida en el Art. 288 C.P.C., según el cual:
"De toda sentencia definitiva dictada en primera instancia se da apelación, salvo disposición especial en contrario".
Según esta regla, basta que la sentencia sea definitiva; que sea dictada en primera instancia y que no haya
disposición especial que prohíba la apelación, para que sea admisible el recurso.
b) En cambio, la regla general para las sentencias interlocutorias es que sólo tienen apelación cuando producen
gravamen irreparable.
EFECTOS DE LA APELACION.

La apelación produce dos efectos: el suspensivo y el devolutivo.


a) Por virtud del efecto suspensivo de la apelación se suspende la ejecución de la sentencia apelada.
Es lógico que la sentencia apelada no sea ejecutada, porque sometida como está la causa a un nuevo examen en la
instancia superior, podría ser revocada la sentencia. Pero la razón jurídica que justifica el efecto suspensivo que
produce la apelación, está en que el recurso impide que la sentencia cause ejecutoria y sólo son objeto de ejecución
las sentencias ejecutoriadas que hayan queda- do definitivamente firmes ( Art. 524 C.P.C. ) ; esto es, aquellas contra
las cuales han quedado recluidos los recursos, incluyendo el extraordinario de Casación.
El efecto suspensivo de la apelación no es de la esencia del recurso en nuestro sistema, porque él no se produce en
todos los casos. Sólo respecto de las sentencias definitivas la apelación produce siempre el efecto suspensivo (Art.
290 C.P.C.) ; pero respecto de las sentencias interlocutorias, este efecto no se produce porque sólo se oyen en el
efecto devolutivo ( Art. 291 C.P .C. ) .Se tiene así una ejecución provisoria ex lege de la sentencia interlocutoria
apelada, que en caso de revocación por la alzada, dará lugar ala obligación de reintegrar el estado patrimonial
anterior, a menos que existan elementos particulares de culpa que justifique una pretensión mayor, de resarcimiento
de daños, sin perjuicio de la nulidad de lo actuado en ejecución del fallo revocado.
b) Por efecto devolutivo se entiende la transmisión al tribunal superior del conocimiento de la causa apelada. O como
dice Couture: "El efecto inherente al recurso de apelación, consistente en desasir del conocimiento del asunto al juez
inferior, sometiéndolo al superior" .
El efecto devolutivo siempre se produce en la apelación y es, por tanto, esencial a la misma, puesto que por un lado
hace perder al juez a quo el conocimiento del asunto y, por otro, hace adquirir al juez ad quem la jurisdicción sobre la
cuestión apelada; ya sea el mérito de la pretensión planteada ante el primer juez, o bien el de alguna cuestión o
punto incidental controvertido resuelto en la instancia inferior.
Por ello, una vez admitida la apelación en los dos efectos, no se dictará ninguna providencia que directa o
indirectamente pueda producir innovación en lo que sea materia del litigio, mientras esté pendiente el recurso, salvo
disposiciones especiales ( Art. 296 C.P.C. )
Se produce así, por virtud de la apelación, la renovación del proceso ante la instancia superior, pero poniendo de la
situación jurídica que tenían las partes después de la contestación de la demanda; lo que significa que como el acto
de la litiscontestación es el que fija los términos de la controversia, la cual queda delimitada por la pretensión que se
hace valer en la demanda y por la resistencia (defensa) que le opone el demandado en la contestación, el
conocimiento de la causa por el juez superior y la actividad misma de las partes, encuentran un límite en la actividad
desplegada por éstas en la primera instancia (principio dispositivo) y en el interés de las mismas en la apelación
(principio del vencimiento) ; lo que hace necesario examinar con detenimiento en qué extensión y profundidad puede
el juez ad quem conocer de la causa, esto es, cuáles son los poderes que adquiere por virtud del efecto devolutivo
de la apelación ".
c) Pueden considerarse varias situaciones, partiendo siempre del principio general aceptando en nuestra doctrina
y jurisprudencia, de que el efecto devolutivo se produce en la medida de la apelación (Tantun devolutun ne procedat
iudex ex oficio); del principio del vencimiento como causa de la apelación (non gravatus non potest appellare), y del
principio de la personalidad de la apelación, según el cual la decisión de alzada no produce beneficio a la parte que
ha consentido el fallo sino a aquella que lo ha apelado.
EL PROCEDIMIENTO DE LA APELACION

a) La forma de la apelación en nuestro sistema se diferencia notablemente de la seguida en otros países, entre
ellos Italia, Francia, Alemania y España, en los cuales la apelación se propone mediante una demanda en forma con
notificación de la otra parte.
En Italia, la forma de la apelación ha pasado por dos fases muy definidas. En la primera, ya por la brevedad del
término, o bien por el carácter de la apelación, que se dirigía más que todo contra el juez, la voluntad de apelar se
manifestaba al juez a quo (viva voce) y luego, bajo el cuidado de éste o del apelante, se comunicaba al juez ad
quem. En un segundo período que arranca del Código de Procedimiento Civil francés, la voluntad de apelar se
manifiesta generalmente en un solo acto, de, parte a parte. La apelación así propuesta, debe llenar todos los
requisitos exigidos para la demanda y, especialmente, aquellos referentes a la citación misma.
En nuestro sistema, la apelación es un verdadero y propio recurso con una acción introductiva de una nueva
instancia y se propone ante el tribunal que pronunció la sentencia (Art. 292 C.P.C.), mediante la simple manifestación
de apelar, expresada apud acta (las propias actas) , en el expediente de la causa en primera instancia, mediante la
forma ordinaria de la diligencia o del escrito (Art. 187 C.P.C.). Se sigue así aquella forma sencilla y simple que regía
en el Derecho Romano, según el conocido pasaje de Macer: Sed si apud acta quis appellaverit. satis erit. si dicat:
"Appello".
En la práctica del foro, basta pues la expresión: "Apelo de la anterior sentencia". O la otra más común de: "Apelo de
la anterior sentencia en todo cuanto me es desfavorable", para que esta manifestación se tenga, sin más, como
ejercicio del recurso.
Tampoco se requiere en nuestro sistema el llamado en otros países: "libelo o escrito de agravios", que consistía en
un escrito con la explanación del gravamen, que se presentaba al juez ad quem y justificaba el recurso; ni se exige
de parte del apelado, una contestación ( escrito de "agravios medios") con los cuales quedaba determinado el
alcance y la materia de la controversia en la alzada. En nuestro sistema, pues, el apelante tiene absoluta libertad de
expresar su apelación, siempre que sea en términos que manifiesten ostensiblemente su propósito de provocar un
nuevo examen de la cuestión decidida por el juez de apelación o de segundo grado.
La casación venezolana ha venido admitiendo la forma genérica de apelación y ha asentado la doctrina según la
cual, cuando la apelación es ejercida en forma genérica, el conocimiento del asunto es devuelto al juez de alzada en
forma absoluta y, en consecuencia, adquiere facultad para decidir todas las acciones, defensas y excepciones
esgrimidas por las partes. Dado así este efecto de la apelación genérica -asienta la Corte- el principio de la doble
instancia queda satisfecho por el solo hecho de que el proceso , considerado en su conjunto, haya sido decidido en
las dos instancias establecidas en la ley, independientemente de que alguno de los sentenciadores haya dejado de
pronunciarse sobre alguna acción o defensa por considerarlo innecesario en razón del resultado de otras.
Así, conforme a esta reiterada doctrina, si por haber declarado con lugar una excepción de inadmisibilidad opuesta
para ser decidida como punto previo en la oportunidad de la sentencia definitiva, el juez de la primera instancia no
entra a conocer ni decidir las defensas perentorias por considerarlo innecesario, una vez apelado en forma genérica
el fallo, el juez de alzada tiene plena facultad y autonomía para decidir esas defensas perentorias, en caso de
desestimar la excepción de inadmisibilidad y, al hacerlo así, sea que absuelva o condene al demandado, se estaría
dando cumplimiento al principio de la doble instancia, por cuanto el proceso pasó por ambas y en las dos tuvo el
resultado formal señalado en el Código de Procedimiento Civil .
Un camino heterodoxo fue tomado por la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia de 1976, al establecer que
en los casos en que conoce en apelación, "el apelante presentará escrito en el cual precisará las razones de hecho y
de derecho en que se funde", y que si el apelante no presentare el escrito en el lapso fijado, se considerará que ha
desistido de la apelación y así lo declarará la Corte de oficio o a instancia de parte.
Acogió así la Ley de la Corte, para el procedimiento en segunda instancia que puede darse ante la misma, la
doctrina sentada en la sentencia de la Sala de Casación, de fecha 8 de junio de 1955, que rechaza la apelación
hecha en términos generales y sostiene que quien apela debe precisar en su diligencia o escrito los puntos que
quiere sean juzgados de nuevo y quien apela en términos generales, sin expresar limitación alguna, debe
entenderse que ha querido someter a la alzada todos los mismos problemas considerados y decididos en primera
instancia.
Doctrina esta heterodoxa y errónea, que desconoce el principio fundamental del vencimiento, como condición de la
apelación (non gravatus non potest appellare) consagrado en el Art. 297 C.P.C., a tal punto que la mencionada
doctrina crea una "presunción" de querer someter a la alzada todos los mismos problemas considerados y decididos
en primera instancia a falta de expresión de los motivos de la apelación; lo que es evidentemente erróneo, porque el
juez de alzada, aun en caso de voluntad expresa del apelante, no puede considerar cuestiones en que éste es
vencedor y no vencido.
b) El tiempo para ejercer el recurso está limitado a un término muy breve de cinco días calendario consecutivos
(Artículo 197 C.P.C.).
Este término comienza a computarse desde el día siguiente a la publicación de la sentencia, conforme a la regla del
Art. 198 CPC., según el cual: "En los términos o lapsos procésales señalados por días, no se computará aquel en
que se dicte la providencia o se verifique el acto que dé lugar a la apertura del lapso"; pues la publicación de la
sentencia es el acto que da lugar al lapso 68, y termina a las seis de la tarde del quinto día siguiente ala publicación
de la sentencia. Pero en caso de aclaratoria, el término para la apelación comienza a correr a partir del auto que
concede o niega la aclaratoria porque la sentencia forma una unidad junto con ésta .
Es además un término o lapso perentorio o preclusivo, de tal suerte que si se ha dejado transcurrir inútilmente o si se
interpone el recurso después de pasado el lapso ( apelación tardía) , la sanción es la caducidad del recurso 70 y la
ejecutoria del fallo, pues el recurso de apelación no es de orden público, sino de interés privado y puede ser
renunciado aun tácitamente.
Si bien el término comienza a contarse al día siguiente de la publicación de la sentencia, se admite que pueda
proponerse la apelación el mismo día, inmediatamente después del fallo (apelación inmediata), sin que pueda
considerarse en este caso que hay apelación anticipada, pues ésta es la que se interpone antes de haberse
pronunciado la decisión, para el caso de que el juez no resuelva favorablemente; la cual evidentemente no
tiene valoralguno.
Las excepciones a la regla del Art. 298 C.P.C., contenidas en disposiciones especiales, son escasas; pueden
mencionarse: el término de tres días en materia mercantil para la apelación de las sentencias interlocutorias en que
sea admisible el recurso (Artículo 1.114 Cód. Com. ). Finalmente, interpuesto el recurso en el término legal, el
tribunal debe admitirlo o negarlo en la audiencia siguiente a la última del término ( Art. 293 C.P.C. ), pero sin
prejuzgar sobre la materia del recurso propuesto, porque ésta pasa al conocimiento del juez superior en virtud del
efecto devolutivo de la apelación.
c) En cuanto a las reglas para admitir u oír la apelación, la ley distingue si se trata de sentencias definitivas o de
interlocutorias.
La apelación interpuesta contra la sentencia definitiva se admite en ambos efectos (Art. 290 C.P.C. ) , salvo
disposición especia] en contrario, vale decir: en el efecto devolutivo, que es esencia] a la apelación y en el efecto
suspensivo, por el cual se suspende la ejecución de lo decidido .
La apelación de las sentencias interlocutorias se oirá solamente en el efecto devolutivo, salvo disposición especial
en contrario (Art. 291 C.P.C.).
Es esta una modificación introducida por el nuevo Código, con el fin de evitar la constante paralización del proceso,
con motivo de las apelaciones de interlocutorias oídas en los dos efectos.
Según el nuevo sistema, la interlocutoria es ape1able si produce gravamen irreparable, pero la apelación se oye en
el solo efecto devolutivo, salvo disposición especial.
No tiene ahora el juez potestad de apreciación, como la tenía bajo el Código de 1916, acerca de si por
la naturaleza del caso era urgente su ejecución, para oírla en los dos efectos. Sólo cuando una disposición especial
así lo autorice, deberá el juez oír la apelación de la interlocutoria libremente, en los dos efectos.
En conexión con esta nueva regla, está la otra, contenida en el mismo Art. 291 C.P.C., según la cual, cuando oída la
apelación ésta no fuere decidida antes de la sentencia definitiva, podrá hacérsela valer nuevamente junto con la
apelación de la secuencia definitiva, a la cual se acumulará aquélla.
En reciente sentencia de la casación, ésta ha interpretado que la acumulación que dispone el primer aparte de ese
Art. 291 C.P.C., es de naturaleza imperativa y no se puede alegar contra ella ninguno de los casos en los cuales no
procede la acumulación, señalados en el Art. 81 ejusdem, pues, de aceptarse este criterio, se haría absolutamente
negatorio el propósito y el espíritu del legislador de 1987 en esta materia.
Y, en efecto, ejercido el recurso de apelación contra la interlocutoria, oído en el solo efecto devolutivo, el gravamen
producido por ésta no debe quedar sin reparación por el hecho de que la sentencia definitiva haya sido dictada antes
de resolverse la interlocutoria, si no ha sido reparado en la definitiva, pues esto sería violatorio del derecho de
apelación contra la interlocutoria, admitido por la ley, y de la defensa ejercida, mediante ese recurso; lo que justifica
la acumulación de ambas apelaciones en el supuesto del primer aparte del Art. 291. Sin embargo, estimamos que la
justificación que tiene la norma, no supone la naturaleza imperativa de la acumulación, puesto que es dejada a la
voluntad o interés de la parte la reproducción o no de la apelación de la interlocutoria junto con la apelación de la
definitiva, pues si ésta hubiese reparado en alguna forma el gravamen producido por la interlocutoria, este gravamen
queda extinguido y no sería procedente, por falta de interés, hacer valer nuevamente aquella apelación, sin
considerarla como tal de oficio.
La imposibilidad de alegar contra la acumulación de que estamos tratando, ninguno de los casos del Art. 81 C.P.C.,
deriva más bien de la inaplicabilidad de dicha norma, referida como está a procesos o juicios conexos y no a la
acumulación de recursos contra decisiones en un mismo juicio (la interlocutoria y la definitiva) que se encuentran en
la segunda instancia con ocasión de la apelación de la sentencia definitiva, como lo dispone la norma especial del
Art. 291 C.P.C., que priva sobre la general del articulo 81 Ejusdem.
Otro aspecto de esta innovación que trae el Art. 291ha sido analizado por la Corte con acierto, a nuestro
juicio al sentar la doctrina de que la acumulación de la apelación de la interlocutoria con la interpuesta
contra la definitiva, cuando dictada esta aún no hubiese sido decidida aquélla, implica necesariamente que
la apelación contra la interlocutoria se haya oído en un solo efecto y que efectivamente se haya tramitado,
pues de otra manera no podría entenderse la acumulación, de manera que si dictada la definitiva el apelante
no había cumplido con su carga de señalar pertinentes y pagar los derechos correspondientes para su
remisión a la alzada (Art. 295 C.P.C.), no es aplicable la norma del Art. 291 C.P.C. denunciada en Casación.
pues en la realidad no había una apelación pendiente de decisión que se pudiera acumular a la apelación
sobre el mérito o del insumo y ello por la conducta omisiva de la parte interesada que no puede entonces de
su propia inactividad.
Pero, en todo caso, la falta de apelación de la sentencia definitiva, producirá la extinción de las apelaciones no
decidida.
Son excepciones a la regla general para las sentencias mencionadas en disposiciones especiales: en materia de
indirectos posesorios, la sentencia que se dicte en el juicio sumario tiene apelación solamente en el efecto
devolutivo; en los interdictos prohibitivos, la sentencia que prohíba continuar la obra, tiene apelación en un solo
efecto (Art. 714 C.P.C.); en materia mercantil, la sentencia que declare la quiebra, tiene apelación en un solo efecto
(Art. 1.050 Cód. Com.).
En cuanto a las interlocutorias, en algunos casos la ley expresamente dispone que la apelación se oiga en un solo
efecto.
Pero cuando la ley no lo dice expresamente, el juez oirá la apelación de la interlocutoria en un solo efecto, conforme
al Artículo . 291 C.P.C., que es la regla general.
d) Finalmente, contempla la ley, que el mismo tribunal ante el cual se interpone la apelación,1a admitirá o la negará
en el día siguiente al vencimiento del término de apelación (Artículo 293 C.P.C.), y cómo debe procederse cuando se
oye la apelación en ambos efectos y cuándo se oye en un solo efecto. Así, dispone que: "Admitida la apelación en
ambos efectos, se remitirán los autos dentro del tercer día al tribunal de alzada, si éste se hallare" en el mismo lugar.
El apelante deberá consignar el porte de correo, pero podrá hacerlo la otra parte, si le interesare, ya reserva de que
se le reembolse dicho porte" (Art. 294 C.P.C.).

"Admitida la apelación en el solo efecto devolutivo, se remitirá con oficio al tribunal de alzada copia de las actas
conducentes que indiquen las partes, y de aquellas que indique el tribunal, a menos que la cuestión apelada se esté
tramitando en cuaderno separado, en cuyos casos se remitirá el cuaderno original" (Artículo 295 C.P.C.).
La casación tiene decidido que el no enviarse al tribunal superior el expediente en virtud de una apelación oída en
ambos efectos sino parte de las actuaciones, constituye un error o falta en la sustanciación imputable al juez a qua
cuyo remedio debe procurarse en las instancias, pero que la Corte no es la llamada a corregir tal error y, también,
que si el apelante, cuyo recurso ha sido oído en el solo efecto devolutivo, no produce en la alzada la copia certificada
del auto apelado, como le corresponde, por ser su carga procesal, ello entraña una renuncia ala apelación; doctrina
ésta que es aplicable si las copias producidas han sido ilegalmente expedidas por el tribunal de la causa, o aparecen
expedidas oficiosamente por el secretario del tribunal, sin haber sido expresamente solicitadas por el interesado.
Igualmente ha decidido la casación que el auto del juez a qua que ordena remitir el expediente original al tribunal de
alzada, habiendo oído la apelación en un solo efecto, es apelable por el interesado, o materia de reposición a
solicitarse en la alzada, pero que, en todo caso, no es materia de orden público, por lo que no puede proponerse por
primera vez en casación, sin haber agotado los recursos ordinarios.
La diferencia anotada en las reglas de proceder que estamos comentando, tiene relación, como es obvio, con los
efectos diferentes que produce la apelación oída en uno y otro caso. Cuando se la oye en ambos efectos (devolutivo
y suspensivo) el juez a qua pierde la jurisdicción sobre el asunto y la adquiere el juez ad quem, por lo que debe
remitirle todo el asunto contenido en el expediente original. Por ello se dice, que la sentencia tiene carácter
transitorio, una vez ejercido dicho recurso y admitido por el tribunal . En cambio, oída la apelación en un solo efecto
(devolutivo) el tribunal conserva íntegra la jurisdicción sobre el asunto principal cuando la sentencia apelada es
interlocutoria y no sólo puede seguir conociendo de aquél, sino que también puede ejecutar lo decidido, por no
producirse el efecto suspensivo de la apelación y, por ello, requiere mantener en su poder el expediente original, a
menos que la cuestión apelada se esté tramitando en cuaderno separado, en cuyo caso se remitirá el cuaderno
original.

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