consecuencias de la inclinación del eje terrestre en la iluminación y en relación con los
movimientos
Durante el año, las estaciones cambian dependiendo de la cantidad de luz solar que llega a
la Tierra mientras gira alrededor del Sol.
Las estaciones ocurren a medida que la Tierra, que tiene una inclinación sobre su eje, da
una vuelta alrededor del Sol cada año. Es verano en el hemisferio que está inclinado hacia
el Sol e invierno en el hemisferio que está inclinado lejos del Sol. A medida que la Tierra
viaja alrededor del Sol, el hemisferio que está inclinado cerca o lejos del Sol cambia.
El hemisferio que está inclinado hacia el Sol es más caliente porque la luz solar viaja más
directamente hacia la superficie de la Tierra y menor cantidad de luz se esparce por la
atmósfera. Esto significa que cuando es verano en el hemisferio norte, es invierno en el
hemisferio sur. El hemisferio que está inclinado hacia el Sol tiene días más largos y noches
más cortas. Por eso es que durante el verano los días son más largos que durante el
invierno.
En general, durante verano e invierno, las temperaturas bajan a medida que nos alejamos
del ecuador. En el ecuador no hay estaciones porque todos los días los rayos del Sol
arrivan, aproximadamente, en el mismo ángulo. Todos los días del año el ecuador recibe
unas 12 horas de luz solar. Los polos se mantienen fríos porque nunca están inclinados en
dirección a la trayectoria de los rayos del Sol. La luz debe viajar a través de tanta atmósfera
que gran parte se esparce antes de llegar a la superficie de la Tierra. A mediados del
invierno, cuando un polo está inclinado lejos del Sol, no hay luz diurna en el polo. El Sol
nunca sale. Sin embargo, durante el verano, ¡un polo recibe luz solar todo el tiempo y no
hay noche!.
Características principales de las 4 estaciones
Verano
Es la estación más caliente del año, en la cual las temperaturas permanecen altas y los días
son más largos que las noches. El verano comienza poco después de la primavera (el 21 de
diciembre en el hemisferio sur y el 21 de junio en el norte).
Otoño
Es la estación de transición entre verano e invierno. En esta estación, los días dejan de tener
mayor duración que las noches. Gradualmente las temperaturas disminuyen y las hojas de
los árboles caen, como una forma de adaptación al frío que se acerca. El otoño comienza
poco después del verano (21/22 de marzo en el hemisferio sur y 22/23 de septiembre en el
norte).
Invierno
Es la estación más fría del año. Tiene como característica principal la caída de las
temperaturas, pudiendo llegar a grados bajo cero en muchas regiones del mundo, incluso en
Brasil. El invierno comienza poco después del otoño (21 de junio en el hemisferio sur y el
21 de diciembre en el hemisferio norte).
Primavera
Es la estación más colorida de todas, pues es en ella donde inicia la reforestación de la flora
terrestre y también de la fauna en el planeta. Es muy conocida también como «estación de
las flores». La primavera es una estación de transición entre el invierno y el verano
(alrededor del 21/22 de marzo en el hemisferio norte y 22/23 de septiembre en el
hemisferio sur).
Porque en Venezuela no se dan las 4 estaciones
En Venezuela no se dan las 4 estaciones debido a su ubicación geográfica, en el cual la inclinación
de los rayos solares son más directos, por encontrarse en la zona intertropical su incidencia es casi
perpendicular durante todo el año.
Venezuela es una zona tropical, por lo tanto solo presenta estaciones de sequía y lluvias, sin
cambios significativo en la calidez en sus temperaturas. La época lluviosa y abundante se
denomina invierno.
Año bisiesto
Año bisiesto es una expresión que deriva del latín bis sextus dies ante calendas martii
("repetido el sexto día antes del primer día del mes de marzo"), que correspondía a un día
extra intercalado entre el 23 y el 24 de febrero por Julio César.1
El 24 de febrero era el sexto día antes de las calendas (primer día del mes) de marzo. Los
romanos no contaban los días del mes del 1 al 31, sino que tomaban tres fechas de
referencia: calendas, nonas e idus (véase calendario romano). Para contar se incluía el día
de referencia (en este caso, el 1 de marzo).
En el calendario gregoriano, que es el que se emplea en la actualidad, y que fue instaurado
por el papa Gregorio XIII a partir de 1582, este día extra se situó al final del mes de febrero
(29 de febrero).
Se añade para corregir el desfase que existe entre la duración del año trópico: 365 días 5 h
48 min 45,10 s (365,242189 días) y el año calendario de 365 días. Esto requiere que cada
cuatro años se corrija el año calendario por una acumulación no contabilizada de
aproximadamente 1/4 de día por año que equivale a un día extra.
En el calendario juliano se consideraban bisiestos los años divisibles entre cuatro,
resultando años de 365,25 días.n. 1 Esto supone un adelanto de unos 11,25 minutos por año
respecto al año trópico. Puede no parecer mucho, pero solo en 500 años supondría un
desfase de casi cuatro días. Se hacía necesario acortar el año, y así el calendario gregoriano
establece:
Año bisiesto es el divisible entre 4, salvo que sea año secular -último de cada
siglo, terminado en «00»-, en cuyo caso también ha de ser divisible entre 400.
Es decir, se determinan dos grupos de años: los no seculares y los seculares. Los primeros
han de ser múltiplos de 4, mientras que los segundos habrán de serlo de 400.n. 2 De esta
manera se eliminan como bisiestos a 3 de cada 4 años seculares.
El ciclo juliano de 4 años da paso a uno gregoriano de 400 en el que hay 97 bisiestos y 303
comunes,n. 3 resultando años de 365,2425 días.n. 4 La diferencia con el año trópico queda
ahora reducida a menos de medio minuto por año (26,9 segundos aproximadamente)