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Declinacion Del Notario Dominicano

Este documento describe la evolución histórica del notariado desde la Edad Media hasta la Edad Moderna. Durante este período, el notariado progresó en países como Italia y España, mientras que en Francia requirió medidas para regular la profesión. Sin embargo, la venta de oficios notariales por parte de los estados monárquicos condujo a la corrupción y declive del notariado.

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Declinacion Del Notario Dominicano

Este documento describe la evolución histórica del notariado desde la Edad Media hasta la Edad Moderna. Durante este período, el notariado progresó en países como Italia y España, mientras que en Francia requirió medidas para regular la profesión. Sin embargo, la venta de oficios notariales por parte de los estados monárquicos condujo a la corrupción y declive del notariado.

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Introducción

El Derecho Notarial surge de una manera tan rotunda, contribuyendo con


el progreso del Derecho Privado, al respecto los civilistas franceses Colín y
Capitant, afirman que éste es "una de las más útiles de las instituciones jurídicas
y de la vida económica de la mayoría de los países".

Al Notario le corresponden tradicionalmente dos cometidos


desempeñados con un esmero que ha sido la razón de su prestigio; uno
comprobar la realidad de los hechos, y el otro, legitimar el negocio jurídico,
dejando todo ello acreditado en el documento notarial, especie característica e
irreductible.

El proceso evolutivo del Notariado es el mismo que el del instrumento


público. "En un principio fue el documento.

Desde mucho antes de la invención de la escritura, las necesidades de la


vida han llevado a los hombres a contratar entre ellos. Las personas siempre han
estado interesadas en poner testigos o poseer algún escrito para dejar
constancia de su negocio jurídico.

En los tiempos bíblicos la prueba era testimonial, era la única que podía
establecer las obligaciones recíprocas, las convenciones se hacían ante
numerosas personas presentes para que sirvieran de testigos de las mismas.
Esto afianzaba las negociaciones y a partir de allí siguió evolucionándolos
medios hasta llegar a la prueba escrita y perfeccionarla hasta lo que hoy en día
conocemos como actos notariales.
DECLINACIÓN DEL NOTARIO
Advenimiento del a edad moderna

La edad Media elaboro su proceso histórico con matices que culminaron


en una realización humana que cambio sustancialmente la fisonomía del hombre
occidental. La maduración fue tan marcada que pareciera mentira que viniera del
oscurantismo y mediocridad que, globalmente, semeja representar el medioevo.
Sin embargo, así fue. La Edad Media tuvo un algo que es difícil de valorizar, pero
que dio sustancia genética la historia inmediatamente ulterior.

El cristianismo, centrado en la Roma imperial, se desplazó como


tendencia religiosa por toda Europa occidental con una preponderancia que el
torno único y sin más divisiones que las emanadas de las reyertas dogmáticas
internas.

Las Cruzadas constituyeron, además, una forma de contacto entre


pueblos. El espíritu religioso que llevo a los hombres de Occidente hacia la vieja
Jerusalén, encontró en Oriente otras concepciones, religiosas cuya virulencia
ideológica no y va en zaga con relación al más entusiasta y fanático fervor
cristiano. Advirtieron que su religión no era la única, otros igual intensidad. Las
tácticas guerras y la pujanza de la caballería medieval, imbuida de tantos
preceptos, que la llenaban de jerarquía espiritual, encontraron una oposición
bélica que supero a la organización que llevaron ellos, en una presunta rápida
acción guerrera para recuperar, por siempre ya, el sepulcro de Jesucristo.

Cobijadas entre estas empresas desbordantes de idealismo y empujadas


por una profunda fe religiosa, ciudades como Génova y Venecia usufructuaron
la limpieza de espíritu con que actuaron unos, para hacer de su participación en
este esfuerzo, proyectado con sentido espiritual, una formula comercial de éxito.
Su objetivo oculto fue otro: Traer las especias y todo cuanto de Oriente pudiere
venir para disfrute de Europa occidente que pareciera paralizada en su
evolución. El enriquecimiento que apetecía fue la desvirtuación total de los
ideales que inspiraron a las Cruzadas.

La vinculación de pueblos que se mantuvo durante todo el periodo de las


Cruzadas, es decir, desde 1096 hasta 1270, tuvo su trascendencia mas
popularizada en el conocimiento de las artes y de las ciencias de la antigüedad,
que quedo durante siglos oculta y aparentemente perdida en Europa Occidental.
Este reencuentro con la cultura conservada en el Imperio Bizantino florecerá,
luego, esencial y primeramente en Italia, de esa manera aguerrida que se conoce
como Renacimiento.

Jurídicamente llego asimismo la actualización. El contacto de pueblos y la


evolución producida en las ciudades posibilito el retorno del derecho clásico,
rejuvenecido, reactualizado y revitalizado por la obra de los colaboradores de
Justiniano, que prosiguió en el Imperio Bizantino.

En Bolonia son los gozadores del derecho justinianeo quienes esparcen


esas normas actualizadas en las zonas del norte de Italia, parte de Francia y de
España, donde se mellaron preceptivas de origen romano clásico. Sus glosas
incidirán dando tónica a cuerpos jurídicos, especialmente en al legislación
hispana.

Las monarquías consolidan su poder, centralizándolo con la recuperación


de una idea política que fue común en la antigüedad y que, jurídicamente,
obedece a la inspiración de los legistas. Las ciudades se constituyen en fuerza
intelectual y cultural de donde ha de reclutar un liberalismo con ribetes y
pinceladas democráticas a cuyo compás los centros de estudio impulsaran una
filosofía y una técnica rectora en el moderno periodo histórico que se inicia. Es
la Edad Moderna, con organización social completamente distinta, dentro de
cuya nueva forma de vida el notario prosigue su evolución.
DESNIVELES DEL NOTARIADO.

El estudio del notariado dijimos que se hacía según los caracteres de los
distintos países, porque el proceso no fue parejo. En la propia época en que en
Bolonia se llegaba a un estudio minucioso de la técnica y que en España (en
Valencia) se conocía ya el régimen de concursos para acceder a al función
notarial, en Francia había necesidad de tomar medidas para evitar que el
desempeño de las tareas notariales no estuviese en manos de sectores de
población no preparado para cumplir con eficiencia su labor, sino que ni siquiera
merecían un elemental grado de consideración por parte de la sociedad.

INFLUENCIA PERTURBADORA DEL ESTADO.

La monarquía, en la lucha por obtener preeliminencia sobre los señores


feudales, en sus afanes por consolidar un poder absoluto, en la necesidad de
entender relaciones internacionales que, muchas veces, habían de entenderse
en el plano belicista, hace que, d continuo, este necesitada fondos de la manera
que fuese pero, sustancialmente, hacerse de fondos. Un procedimiento para
obtener ingresos consistió en la enajenación de la facultad de realizar, autenticar,
homologar o autorizar actos convalidados con la fuerza de la fe pública estatal y
que eran delegados a otras personas. Esto es lo que se conoció co9n el nombre
de “venta de oficios”, y entre los oficios que se vendieron, y mucho, estuvieron
aquellos relacionados con la actividad notarial.

Esta etapa, que se inició durante el medioevo, culmino perniciosamente


durante la Edad Moderna. A este mal se unió la confusión entre fe judicial y fe
extrajudicial. Francia España rivalizaron en esta faceta declinante de la notaria,
siendo más dolorosa la crítica y el daño en la nación española, porque en ella la
evolución del notario había dado pasos tan singulares como los que tuvimos
oportunidad de señalar. Estas forman venales de otorgar beneficios o de
mostrarse dadivoso para bienquistarse con la población, viene de tan lejos que
podríamos darlo por nacido simultáneamente con las primeras organizaciones
de la humanidad.
CORRUPCIÓN

Sin remontarnos a lo antiquísimo, fueron populares en España las


llamadas “mercedes enriqueñas”. Hacia 1369 se enfrentaron, en Montiel, los
hermanos Pedro el Cruel y Enrique de Trastamara, que pugnaban por la corona
de Castilla. Por ese entonces la Guerra de los Cien Años, que sostenían
Inglaterra y Francia, se desplazó hacia Castilla, donde el jefe de las tropas
franceses, Beltran Duguesclin, participaba en la contienda apoyando a Enrique
de Trastamara. Acorde con lo acecdorico-legendario en el propio campo de
batalla, al verse y encontrarse los hermanos, se trabaron en lucha armados de
puñal. O por más fuerte o porque las circunstancias de la lucha lo favorecieron,
Pedro el Cruel quedo sobre el cuerpo de su hermano teniéndolo en posición
riesgosa.
Parece que Beltran Duguesclin, al tiempo que daba vuelta a los cuerpos
de modo tal que Pedro quedara debajo de Enrique, comentando “ni quito ni
pongo al rey, pero ayudo a mi señor”, dio un vuelco al combate que termino con
el puñal de Enrique repetidamente clavado en el cuerpo de su hermano, a quien
le quito la vida y el reino. Hay quien libera a Duguesclin de estos menesteres
para acreditárselos a un grupo de caballeros castellanos que presenciaron la
singular y fraternal lidia.

Llegar a la monarquía apoyado en el puñal fratricida no era postura


cómoda, de modo que, para buscar opiniones favorables para conservar ayuda
y apoyo, Enrique de Trastamara dio en repartir tantas dadivas y tantos beneficios
que el dicho popular no tardo en generalizarse comentándolas como “mercedes
enriqueñas”.

En el transcurso no de años sino de siglos ser proyecto la perniciosa


concesión de oficios, alternándose medidas que encerraban un propósito
restrictivo y regenerador con dadivas y enajenaciones de mayor gravedad y
volumen; un mismo monarca tomara una medida severa, compulsiva,
rectificadora, y a poco modificaba su punto de vista, valido de la necesidad de
satisfacer inconvenientes de orden económico o bien influido por la gestión de
quienes deseaban defender sus beneficios.
ENAJENACIÓN DE OFICIOS NOTARIALES

Con el transcurso de los años se asentó la obligación conocida con el


nombre de Fiat, que era el pago indispensable para conseguir la posesión del
oficio y con ello la iniciación de la labor. Pero, además de este pago inicial, se
hizo común la obligación de efectuar un pago periódico, que se denominó “media
annata”, que el escribano debía efectuar en proporción a los habitantes
radicados en su demarcación territorial.

Es fácil comprender que en un clima venal de esta naturaleza, además


del pago que debía hacerse al Estado y que no siempre llegaba plenamente a a
las arcas estatales, el soborno ocupe un lugar como medio para obtener los
oficios que se estaban buscando. El escándalo dejo de ser tal, pues la repetición
encuadro ese proceder ente las cosas normales.

En 1513 Juana la Loca concedió a las villas de Guipúzcoa la facultad de


nombrar escribanos, siempre que pagaren determinadas sumas de dinero. El rey
Felipe II, en 1573, enajeno a la ciudad de Sevilla todas las escribanías de su
tierra y Jurisprudencia con la finalidad de nombrar servidores de ellas. Una real
cedula de 1614 determino que los receptores del Consejo, para obtener sus
oficios, pagaron 240 mil ducados de plata y posteriormente, en 1642, volvieron
a pagar 4500 ducados para conseguir su confirmación. Y por si esto fuera poco
más tarde, en 1662, pagaron 10 mil ducados más para ratificar aquella
confirmación. En Madrid los escribanos del número de la ciudad compraron su
privilegio por 43 mil ducados de plata y el monarca Felipe IV, de 1640 a 1646,
vendió la inconcebible cantidad de 62 mil oficios.

DISPENSAS

Las Leyes de Partidas exigían la edad de 25 años para ejercer antes


valiéndose del recurso de pagar 100 ducados, con lo que se podía comenzar el
ejercicio profesional un año antes. Por 200 ducados podía iniciarse dos años
antes, porque la cuota de 100 ducados era por cada año en que se pretendía
anticipar el ejercicio del notariado. Es así como, se argumentaba la existencia.

VIGOR ORDINATIVO DE LA LEY DE VENTOSO

La ley 25 de ventaso del año 11 de la Revolución Francesa es tenida como


el ordenamiento jurídico-notarial que imprimió modificaciones rectificadoras
capaces de eliminar aquellas normas defectuosas adheridas por siglos.

Si concatenamos hechos por la vía deductiva de aceres históricos,


podríamos señalar que el Renacimiento, con las posibilidades del mejoramiento
intelectual, dio cabida al movimiento filosófico que, en el plano religioso, se
conoce con el nombre de Reforma. De la evolución del pensamiento se
conocimiento el absolutismo monárquico basado en el precepto de que todo
debía ser para el pueblo, reconocido como despotismo ilustrado. La Edad
Moderna, pletorita de luminosidad, en contraposición al obscurantismo que se
acredito, tal vez injustificadamente, al medioevo, dio libertad y vuelo al
pensamiento filosófico, que modifico contexturas políticas y sociales o por lo
menos hizo temblar preceptos que se habían mantenido inconmovibles durante
muchos años. El pensamiento expuesto en el plano ideológico de la filosofía
cobro, en determinado momento, actividad real en procesos revolucionarios, del
cual la Revolución Francesa de 1789 fue la más eficaz y clara exteriorización.

Notarialmente, antes que la revolución entrara en su etapa sangrienta,


cuando todavía Luís XVI conservaba su cabeza, la Asamblea Nacional dicto una
nueva medida. Se llegó, sucesivamente, a la enajenación de por vida, es decir,
mientras viviera el adquiriente del oficio, luego por dos vidas y en algunos casos
a perpetuidad. Pero cuando la enajenación se constreñía al sistema de por vida,
se echaba mano a dos maniobras para prolongar la concesión, sea para un
heredero o para un tercero. El titular del oficio renunciaba en beneficio del otro y
como al ocurrir su fallecimiento, en razón de esta renuncia, el derecho había
pasado a un tercero, este prolongaba también de por vida la concesión.
Repitiendo la ingeniosa maniobra se lograba la perpetuidad.
EL ESCÁNDALO

Lo acaecido en España tipifico una época de Europa Occidental. El


desprestigio quedo mercado en escritos de la más variada índole, en los que el
escribano es el blanco de la crítica, la ironía y la mofa ridiculizarte. El
florecimiento renacentista de las letras hizo pullas al notario con la gracia y la
agudeza del despierto intelecto de estos hombres. La novela, el teatro y la poesía
dieron con una tela de subidos colores donde cortar a gusto. Y la queja austera
salto con justa indignación.

Quizás los escribanos del número hayan sido las menos proclives a actos
indecorosos. Pareciera ser que fueron los escribanos con funciones judiciales
quienes más agraviaban la buena fama con procederes tergiversantes de la
aplicación del derecho. Si el descrédito fue repartido parejamente entre la
institución notarial, ello acaeció como consecuencia de esa confusión en que
coexistieron tantos siglos de la fe judicial y extrajudicial.

La lectura de la prolífica literalmente hiriente, que tuvo inspiración en lo


notarial, en su mayor parte está relacionada con las cosas insólitas y con los
fraudes terribles cometidos en las actuaciones y en el expedienteo judicial. El
escribano de número cayó en la redada literaria, teniendo que responder por sus
culpas, que no eran pocas, y por las de su colega judicial, que fueron
desbordantes.
Conclusión

Los primeros escribanos de América están vinculados al descubrimiento.


Se trasladaron al nuevo mundo en los primeros viajes del Almirante Colón, como
parte de la expedición, teniendo como oficio dar fe y testimonio de la hazaña.

Tenían que estar dispuesto a ejercer su profesión en el lugar donde ello


fuere necesario y para esto trasladaban su escribanía, que era un cofre de cuero
o caja de madera con cerradura en la que guardaba el papel, las plumas, la tinta
y el tintero con los que escribía. Además, la caja de arenilla, usada como secante
y las agujas e hilos para coser los papeles.

La institución del notario como tal tiene su origen en la edad media y se


desarrolla en los países del derecho escrito, bajo la influencia del Derecho
Romano. En los inicios de la práctica notarial como función regida por el Estado
los nombramientos se hacían por influencias de tipo político, social o religioso.
La multiplicidad de notarios fue tal que hubo de ser minuciosamente
reglamentada por la autoridad real.
Bibliografía

✓ Castillo Ogando, Dr. Nelson Rudys. Manual de Derecho Notarial


Dominicano. Editora Dalis, Moca, Republica Dominicana, Año 2000.
✓ Reyes Ng Chong, Pedro Osvaldo - Derecho Notarial - Monografías
✓ Pineda Corredor, Carlos Humberto. Derecho Notarial I.
✓ Yanes, Antonio Rafael. El Registro Inmobiliario y el notariado en
Venzuela, Editores Grafiunica. Caracas, Venezuela.
✓ Ley del Registro y del Notariado.
Bibliografía

• Dr. Manuel V. Gomez R. Tratado de Derecho Notarial Dominicano. 1997,


Republica Dominicana.

• Toribio, Dr. Cesar Pina. Temas Notariales. Editora Universitaria-UASD,


Santo Domingo. Primera Edición 1986.

• Veras Bautista, Lourdes. Tesis, “Los Funcionarios y Oficiales


Públicos en el Derecho Notarial”. Universidad Nordestana (UNNE),
2001.

• Henry Capitant. Vocabulario Jurídico. Francia. Sexta Edición 1976.

• Abreu, Dra. Radhys. Derecho Notarial. Cátedras de Derecho Notarial,


PUCMM. 2002-2003.

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