La Logoterapia es la Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia y se centra en el significado de la
existencia humana, así como en la búsqueda de dicho sentido por parte del hombre.
La primera escuela psicológica es el psicoanálisis de Sigmund Freud y la segunda es la psicología
individual de A. Adler. De acuerdo con la Logoterapia, la primera fuerza motivante del hombre es la
lucha por encontrarle sentido a la propia vida, a la vida tal cual es y toda vida por más adversa que
sea siempre tiene algún sentido.
Por eso a pesar de los problemas que podamos tener, toda vida vale la pena ser vivida y más aún
cuando el hombre pone en práctica la fuerza de oposición del espíritu frente al destino, o sea frente
a aquello con lo que me encuentro en la vida sin haberlo elegido; pero ante lo cual sigo siendo libre
de actuar, de un modo o de otro.
El sentido está siempre cambiando, pero jamás falta. En caso de no verlo, habrá que dotar a la
vida de sentido aún en las situaciones mas difíciles donde lo que importa es dar testimonio de la
mejor y exclusiva potencialidad humana: la de transformar la tragedia, la enfermedad y el fracaso
en un triunfo personal, en un logro humano. Mas aún, según Frankl: “La vida cobra más sentido
cuanto más difícil se hace”.
Tan solo existe un problema auténticamente serio y es el de juzgar si la vida vale o no la pena de
ser vivida.
La Logoterapia ayuda a humanizar y personalizar al hombre; lo ayuda a lograr su plenitud a partir
de una adecuada concepción de hombre como persona en comunidad de personas.
Desde el punto de vista práctico esta psicoterapia siempre cumple como una característica de su
esencia el rol de despertador de conciencias porque el hombre corre el riesgo de transitar por la
vida sin nunca llegar a saber quién es, para qué existe y cuál es su misión existencial. Todo lo que
la logoterapia exige es una manera auténtica de vivir.
La Logoterapia despierta a la persona en su rol de protagonista de su propia historia, de su
felicidad, de sus logros y en su rol de constructor de su persona dado que el hombre es un ser
llamado a elegir un proyecto de vida en conformidad con su propio ser, por lo tanto “artífice de su
destino”. Proyecto de vida no son las ocurrencias antojadizas con las que llenamos el tiempo de la
vida, sino la orientación organizada de los esfuerzos para dar vida a la vida.
La logoterapia es obvia por que es sentido de vida, libertad responsable, práctica de valores,
autotrascendencia, sobre todo espíritu de renuncia, de sacrificio, son entre otros conceptos los que
tienen que ver con el hacerse cada día más humano.
El hombre solo llega a ser tal en la medida en que descubre el sentido de la vida el por qué y el
para qué existir.
La propuesta logoterapéutica es desarrollar la actitud de búsqueda de los para qué de las
situaciones tanto del fracaso como del éxito, de visualizar el futuro no como una utopía o como
algo que hay que saltar velozmente; sino como una posibilidad esperanzadora, la de asumir el
compromiso de la búsqueda de la misión en la vida y de ser capaz de hacerse preguntas filosóficas
tales como: ¿Qué espera de mi la vida? ¿Siendo finito no es mi responsabilidad que la vida no me
pase sino que esté en cada situación (con distintos grados de conciencia y responsabilidad ) pero
que al fin y al cabo la viva ? Cómo dice Frankl: “no basta con preguntarse por el sentido de la vida
sino que hay que responder a él respondiendo ante la vida misma”.
La Logoterapia contribuye a esclarecer el por qué del sufrir y del morir y ayuda a tener motivos
parta trabajar, luchar y amar.
La Logoterapia es obvia porque es el estilo de la vida que debe y puede practicar todo hombre por
el simple hecho de ser “humano” y que la mayoría de sus propuestas son de sentido común. Nada
hay más fácil que ser humano, pero a su vez es lo que más le cuesta al hombre.
La Logoterapia es una actitud ante la vida caracterizada por el protagonismo y la esperanza.
La Logoterapia ofrece un horizonte de sentido y herramientas para un cuidado de la existencia que
permanece aún en las situaciones aparentemente más desesperadas: porque el tiempo del
sufrimiento puede ser un tiempo en el que, lejos de agotarse o apagarse para siempre, se exprese
y se refuerce el “gran amor” por la vida.
La logoterapia da gran importancia a la relación del paciente y el terapeuta. Frankl (1987) dice en
su libro "Psicoanálisis y Existencialismo", que esta relación entre las dos personas es el aspecto
más significativo del proceso terapéutico, un factor más importante que cualquier método o técnica.
1. El proceso terapéutico consiste en una cadena continua de improvisaciones.
2. Esta relación debe contrapesar los extremos de la familiaridad humana y la separación
científica. Esto quiere decir que el terapeuta no debe guiarse por la nueva simpatía en su deseo
de ayudar al paciente, ni a la inversa, reprimir su interés humano por la otra persona,
reduciéndose a la pura técnica.
Frankl (ibid) expresa que el logoterapeuta puede entablar un diálogo mayéutico al estilo
de Sócrates. Sin embargo, no es necesario llegar a debates sofisticados con los pacientes.
Los problemas existenciales o espirituales son complicados, por lo que es necesario que el clínico
tome una postura determinada con respecto a los valores. El logoterapeuta debe estar alerta para
no imponer al paciente su propia filosofía. Tiene que impedir la contratransferencia al paciente,
respecto de su filosofía personal, de su personal concepto de sus valores, ya que el concepto de
responsabilidad implica que el paciente debe ser responsable de sí mismo. El logoterapeuta sólo
tiene que proporcionarle la experiencia de su responsabilidad.
La intención paradójica
Frankl acepta las otras técnicas psicoterapéuticas, pero él dice que existen dos logoterapéuticas,
que están diseñadas para el tratamiento de neurosis de angustia y lasneurosis obsesivo-
compulsivas:
La neurosis de angustia y las condiciones fóbicas se caracterizan por la ansiedad anticipatoria,
que produce una situación a la que el paciente tiene miedo. Esto queda reforzado si ocurre la
situación temida. De esta manera se crea un círculo vicioso que persistirá hasta que el paciente no
evite o se retire de las situaciones en las que espera tener miedo. A esto, Frankl le llama
"pasividad errónea". Cuando el logoterapeuta aplica la intención paradógica, no le interesan los
síntomas en sí mismos, sino la actitud del paciente frente a su neurosis y a sus manifestaciones
sintomáticas.
1. Esta técnica es especialmente efectiva en el tratamiento breve de fobias acompañadas de
ansiedad anticipatoria. No es un método superficial, ya que afecta a las capas más profundas de
la persona. Es una "reorientación existencial".
2. En el verdadero sentido de la palabra, la logoterapia se basa en el principio logoterapéutico
del “antagonismo psiconoético”, que se refiere a la capacidad específicamente humana de
separarse, no sólo del mundo, sino también de uno mismo.
La de-reflexion
En las neurosis obsesivo-compulsivas, los pacientes exhiben respuestas de "actividad
errónea" en sus ideas obsesivo compulsivas. Esta actividad errónea también está presente en
las neurosis sexuales, en las que el paciente al esforzarse por ser competente en la relación
sexual, que cree que se le exige, responde inapropiadamente a la situación. Las intenciones
desbordadas hacen imposible el funcionamiento deseado. En estos casos es frecuente el exceso
de atención y la observación compulsiva de uno mismo.
La ansiedad anticipatoria: en estos casos la técnica logoterapéutica que se aplica es la
"intención paradógica". Esta consiste esencialmente en "ignorar el problema". Sin embargo, esta
técnica sólo puede lograrse en la medida en que la conciencia del paciente se oriente directamente
hacia los aspectos positivos.
1. La de-reflexión en sí misma contiene aspectos positivos y negativos. El paciente ignorará
su ansiedad anticipatoria; pero la cambiará por alguna otra cosa. Mediante la de-reflexión, el
paciente es capaz de ignorar su neurosis y localizar su atención fuera de sí mismo. Se
dirigirá hacia una vida llena de potenciales significados y valores que tienen un especial atractivo
para sus potencialidades personales.
2. Busca, asimismo, animar al paciente a que reviva al menos por un momento la situación
con miedo, esto es, animarle a que haga lo contrario de lo que le dicta su actitud hacia esa
situación. Todo esto se deberá llevar a cabo en una atmósfera lo más humorísticamente posible.
3. El resultado es un cambio de actitud hacia los propios síntomas. El paciente es ahora
capaz de ponerse a cierta distancia de sus síntomas, de alejarse de su neurosis... Si se tiene
éxito, y el paciente deja de huir y luchar contra sus síntomas, y aún más, si los exagera, entonces
observaremos que los síntomas disminuyen y dejan de obsesionar al paciente.
La intención paradójica cambia la "pasividad errónea" por una "correcta pasividad". La de-
reflexión cambia la "actividad errónea" por una "correcta actividad".