A-68993 "GANTUS JOSE LUIS C/ PODER
EJECUTIVO Y OTROS S/ AMPARO. --
RECURSOS DE NULIDAD E
INAPLICABILIDAD DE LEY--"
LA PLATA, de de 2008.-
A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a de
de dos mil ocho, habiéndose establecido, de
conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que
deberá observarse el siguiente orden de votación:
doctores Negri, Kogan, Genoud, de Lázzari, Soria, se
reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia
en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva
en la causa A. 68.993, "Gantus, José Luis contra Poder
Ejecutivo y otros. Amparo".
A N T E C E D E N T E S
La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo con asiento en la ciudad de La Plata, por
mayoría, hizo lugar al recurso de apelación interpuesto
por la demandada y, por consecuencia, revocó la sentencia
de primera instancia. Con costas.
Disconforme con ese pronunciamiento, el
accionante interpuso sendos recursos extraordinarios de
nulidad e inaplicabilidad de ley -este último en subsidio
del primero- los que denegados por el a quo (v.
pronunciamiento de fs. 193), motivaron la presentación de
la queja.
Por resolución de fecha 20-IX-2006, esta Corte
acogió la queja y declaró mal denegados los remedios
extraordinarios interpuestos (v. resolución de fs.
249/250).
Oída la señora Procuradora General, una vez
glosado el memorial presentado por la demandada (obra a
fs. 272/277) y encontrándose la causa en estado de
pronunciar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y
votar la siguiente
C U E S T I O N
1ª) ¿Es fundado el recurso extraordinario de
nulidad?
En caso negativo:
2ª) ¿Es fundado el recurso extraordinario de
inaplicabilidad de ley?
V O T A C I O N
A la primera cuestión planteada, el señor juez
doctor Negri dijo:
I. El tribunal a quo revocó, por mayoría, la
sentencia de primera instancia en cuanto había hecho lugar
a la acción de amparo interpuesta en autos, condenando a
la demandada a entregar copia íntegra y autenticada del
legajo personal del señor Gantus y demás documentación
individualizada en la parte dispositiva del fallo
relacionada con su detención en la Unidad n° 1 de Olmos
(v. fs. 163/170).
Contra ese decisorio se alzó la parte actora, a
través del recurso extraordinario de nulidad bajo análisis
-y en subsidio de éste, interpuso el de inaplicabilidad de
ley, ambos remedios deducidos en el mismo escrito que luce
a fs. 181/191-.
En el primero, denuncia violación de lo
dispuesto en el art. 168 de la Constitución provincial por
cuanto expresa que el sentenciante omitió resolver una
cuestión que considera esencial consistente en el
tratamiento y valoración de un hecho nuevo que introdujo
en el proceso y cuya admisión hubiera modificado la
dirección decisoria del fallo.
Señala, en tal sentido que el hecho se relaciona
con el comportamiento procesal contradictorio que atribuye
a la demandada al oponerse, por un lado, al efecto
devolutivo con que fue concedido el recurso de apelación y
por otro, cumplir con el mandato judicial, acompañando en
el incidente de ejecución de sentencia un juego de copias
de la documentación requerida.
En la faz sustancial, repara -sin desconocer que
el acatamiento se realizó en forma parcial e incompleta-
que el proceder estatal importa el allanamiento de la
demandada a la pretensión actora.
Afirma que dicha circunstancia no fue ponderada
por el a quo al momento de dictar sentencia y que el hecho
nuevo denunciado ni siquiera fue agregado a los autos,
menos aún aludido en el fallo en crisis como así tampoco
expresó el sentenciante razones para desecharlo.
Cita jurisprudencia de la Suprema Corte referida
al análisis de las que constituyen cuestiones esenciales,
cuya preterición determina la procedencia del recurso
extraordinario de nulidad.
II. Entiendo que el recurso no puede prosperar.
La crítica del recurrente que, como quedó
expuesto, se cimienta en la falta de tratamiento y en su
caso admisión del denunciado hecho nuevo en la instancia
de apelación ordinaria -v. escrito que obra a fs. 178/179-
así como su oportuna valoración en la sentencia de mérito
está referida decididamente a presuntos vicios del proceso
judicial anteriores al fallo en crisis.
Siendo así, tales agravios no pueden tener
cabida a través del remedio extraordinario intentado -más
allá de la decisiva influencia que en la solución del
litigio asigna el recurrente al hecho denunciado- pues
esta vía sólo atiende a la sentencia definitiva y no es
idónea para alegar eventuales omisiones o nulidades
procesales en que pudieran haber incurrido los tribunales
ordinarios en la sustanciación de los procedimientos, con
anterioridad a su dictado (doc. causa L. 40.961, sent. del
15-VIII-1989; C. 86.134, sent. del 22-XI-2006).
Por lo expuesto, doy mi voto por la negativa.
Con costas (art. 298, C.P.C.C.).
Los señores jueces doctores Kogan, Genoud, de
Lázzari y Soria, por los fundamentos del señor Juez doctor
Negri, votaron la primera cuestión también por
la negativa.
A la segunda cuestión planteada, el señor juez
doctor Negri dijo:
I. El actor interpone acción de amparo ante el
juez de grado, en los términos de la ley 7166, denunciando
la omisión en que -según afirma- incurrió el Servicio
Penitenciario -Ministerio de Justicia- con relación a los
pedidos de vista del expediente administrativo así como el
suministro de copias autenticadas de todo lo actuado
respecto de su persona. En forma subsidiaria, deduce
amparo por mora con arreglo a lo dispuesto por el art. 76
de la ley 12.008 -texto según ley 13.101-.
Funda su pretensión en lo normado por el art. 11
del decreto ley 7647/1980 y las disposiciones de la ley
12.475.
II. El juez de primera instancia hizo lugar a la
acción de amparo incoada en autos, ordenando al Servicio
Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires a que provea
al actor de "una copia íntegra y autenticada del legajo
personal del señor Gantus, en especial, la historia
clínica o documentación donde conste los resultados de los
exámenes médicos que se le efectuaron durante su detención
en la Unidad n° 1 de Olmos, lo relativo a su examen de
ingreso y las constancias de donde surgen los accidentes
sufridos mientras desarrollaba tareas como mozo". Con
costas.
Disconforme con el citado decisorio, la Fiscalía
de Estado dedujo recurso de apelación.
III. La Cámara interviniente, por mayoría,
acogió en sentido favorable el recurso de apelación (v.
argumentos del voto del doctor de Santis y la adhesión del
doctor Spacarotel).
Para decidir del modo en que lo hizo, el
sentenciante -sin desconocer el derecho del peticionario a
acceder a la documentación requerida- circunscribió la
controversia a determinar si existió o no una conducta
reprobable de la Administración en relación al reclamo
formulado por el señor Gantus. En esa tarea, advirtió el
error inicial del interesado al no haber hecho constar en
su pedido la condición de internado de la unidad
penitenciaria n° 1, y en cambio, destacó la conducta
diligente de la autoridad administrativa respecto al
segundo pedido formulado por el señor Gantus al proceder a
la inmediata remisión de la solicitud a la dependencia en
donde se encontraban los antecedentes requeridos,
detallando el curso que siguió la tramitación
administrativa.
Concluyó que respecto del último requerimiento
no había vencido el plazo previsto en el art. 7 de la ley
12.475 y descartó la configuración de un comportamiento
manifiestamente ilegal o arbitrario de la autoridad
demandada que torne procedente la acción de amparo, al
tiempo que juzgó no acreditada la existencia de perjuicio
irreparable que justifique la utilización de la vía
procesal escogida.
A todo evento negó que la pretensión tenga
cabida a través del carril del amparo por mora.
IV. Contra el pronunciamiento anterior, el
accionante deduce recurso extraordinario de
inaplicabilidad de ley denunciando el apartamiento de las
disposiciones de la ley 12.475. Plantea absurdo y la
configuración de exceso de rigor formal en torno a la
exigencia de ciertos recaudos formales para acceder a la
instancia judicial, en particular respecto a la acusada
falta de configuración del silencio a que refiere el art.
7° de la citada ley e infracción a las reglas y principios
que informan el procedimiento administrativo.
V. Considero que el recurso debe prosperar.
1. Inicialmente, cabe reparar que no fue motivo
de discusión en las instancias jurisdiccionales previas el
derecho que asiste al reclamante de tomar vista de la
documentación relacionada con su detención en la Unidad n°
1 de Olmos, así como también de obtener copias
autenticadas de esas constancias en cuanto se hallan
consagrados en los principios y garantías que dimanan de
los arts. 15 y 20, Constitución provincial; 1 y conc., ley
12.475.
2. En cambio, la cuestión controversial se
debate en torno al trámite administrativo que confirió la
autoridad estatal a las sucesivas peticiones presentadas
por el interesado con ese objeto.
Contrariamente a lo que sostiene el a quo,
entiendo que las constancias del expediente administrativo
del caso exhiben un comportamiento reprochable de la
Administración, que derivó en un menoscabo cierto del
derecho de información y de publicidad de la documentación
relacionada con la persona del peticionario.
Llega indiscutido que el día 5 de diciembre de
2003 el accionante peticionó ante el Jefe del Servicio
Penitenciario la expedición de copias autenticadas del
legajo personal como así también de las actuaciones y
documentación obrantes en el seno de ese organismo
relacionadas con su persona y con las actividades por él
desarrolladas, así como la atención médica recibida,
solicitud que dio origen a la formación de los expedientes
administrativos 21.211-424.593/03 y 21.211-433.129/03
(obrante a fs. 23 de los autos).
Ahora bien, puede verificarse que a esas
actuaciones sucedieron pases a diferentes áreas del
organismo que, finalmente, culminaron con una nota
dirigida al letrado del peticionario, informándosele que
el señor Gantus no prestaba servicios en la dotación de
esa repartición, sin que exista constancia alguna de que
se hubiera notificado fehacientemente al interesado de
dicho extremo. Mas, se observa que luego de esa misiva y a
poco menos de haber transcurrido un mes de presentado el
pedido, las actuaciones fueron giradas al Archivo (v. fs.
25).
El segundo pedido de fecha 26 de diciembre de
2003, tuvo lugar ante el mismo organismo, y si bien el
interesado esta vez aclaró su condición de ex detenido, no
obtuvo mejor suerte que el anterior. La demandada refirió
al contestar el informe circunstanciado haber remitido
inmediatamente las actuaciones a la Unidad Carcelaria n° 1
de Olmos, en donde estuvo alojado, pero debe repararse que
a la fecha en que fue iniciada la acción de amparo, la
autoridad administrativa aún no había satisfecho su pedido
de acceso a la documentación requerida.
En tal sentido, abono la postura minoritaria del
Tribunal que previno, en cuanto restó entidad a la
denunciada "falta de diligencia del interesado por no
haber concurrido posteriormente a conocer el resultado de
sus peticiones, como medio para liberar la responsabilidad
que en el trámite incumbe a la autoridad estatal, en tanto
su obligación la alcanza, con prescindencia de la ulterior
comparecencia del administrado", especialmente cuando la
tramitación administrativa no pendía de carga alguna de
aquél (v. voto doctora Milanta).
Tampoco dispensa el temperamento remiso de la
Administración la omisión del peticionario de informar
oportunamente su condición de ex interno de la Unidad
Carcelaria, puesto que, a más de no configurar ese dato un
recaudo legal necesario para tener acceso a la información
requerida según los términos del art. 5° de la ley 12.475,
tal proceder estatal conspira contra el principio de
"formalismo moderado" informador del procedimiento
administrativo y que se traduce en la obligación de la
autoridad de intimar a los interesados a subsanar los
defectos de forma en que puedan incurrir en sus
presentaciones, en pos de la verdad material, de la
legalidad objetiva y en salvaguarda de la debida defensa
de los derechos que el art. 15 de la Constitución
provincial asegura a los administrados (doct. B. 57.700,
sent. del 19-IX-2003; B. 64.199, sent. del 10-XII-2003; B.
64.068, res. del 28-IX-2005; B. 60.104, sent. del 29-VIII-
2007 y sus citas).
En sintonía con lo expuesto, cabe recordar que
las normas aplicables al procedimiento administrativo en
el ámbito de la Administración Pública provincial -dec.
ley 7647/1970- obligan a la autoridad administrativa a
adoptar las medidas necesarias para asegurar la celeridad,
economía y eficacia del trámite; consagran que las
actuaciones deben impulsarse de oficio (art. 48), que
incumbe a las autoridades encargadas de su despacho
adoptar las medidas oportunas para que la tramitación no
sufra retrasos (art. 50) y que los plazos son obligatorios
para las autoridades públicas -art. 71- (doct. causas B.
69.199, sent. del 10-XII-2003; B. 53.340, sent. del 24-
VIII-2005 y sus citas; entre muchas otras).
Interesa destacar, asimismo, que encontrándose
la presente causa tramitando en la instancia de origen,
fue dictado el decreto provincial 2549 de fecha 18-X-2004,
reglamentario de la ley 12.245, que aprueba el Reglamento
General de Acceso a Documentos Administrativos -Anexo I-.
En su art. 5º enuncia los principios generales que debe
respetar la Administración a fin de garantizar el acceso a
documentos administrativos, a saber: publicidad,
celeridad, informalidad, accesibilidad, igualdad y
gratuidad (art. 5°).
Las constancias administrativas obrantes en la
causa son suficientemente reveladoras que esas reglas
rectoras del procedimiento administrativo no fueron
observadas por la autoridad administrativa en el trámite
transitado por el señor Gantus en el ámbito del Servicio
Penitenciario Bonaerense.
3. Por otra parte, en el marco del régimen
jurídico instituido por la ya citada ley 12.475, debo
señalar desacertada la conclusión a la que arriba el
sentenciante al referir como obstáculo para la
admisibilidad de la acción procesal interpuesta la falta
de demostración de la irreparabilidad del perjuicio que la
utilización de los remedios ordinarios pudiera ocasionarle
al peticionario.
Sabido es que el tratamiento constitucional del
amparo y del habeas data -en el marco de esta última
encuadra el derecho al acceso a la información cuya tutela
se persigue en autos- se ubica en la misma norma tanto de
la Constitución nacional cuanto de la provincial (arts. 43
y 20, respectivamente), pero no es menos cierto que esta
última garantía ha sido definida como un "proceso
constitucional autónomo" cuyo objeto preciso y concreto
consiste básicamente en permitir al interesado conocer la
información que conste de su persona tanto en organismos
públicos o privados a fin de controlar su veracidad y el
uso que de ella se haga -art. 20.3- (conf. Gozaíni,
Osvaldo, "Habeas Data: Protección de datos personales",
Rubinzal-Culzoni editores, 2003, págs. 386 y sigts.).
Cabe destacar que en el orden provincial, el
propio sistema diseñado por la citada ley 12.475 prevé el
proceso del amparo como el cauce breve y expedito con
aptitud suficiente para la protección eficaz de los
derechos que tiende a tutelar (arts. 8, ley cit. y 20 inc.
3, Constitución provincial), mas de ello no se sigue que
el interesado deba justificar la inidoneidad de las
acciones ordinarias, que por lo demás no aparece como un
recaudo exigido por la manda constitucional respecto de la
garantía del habeas data.
El reclamante ha ocurrido a la vía judicial ante
la inacción de la Administración, con arreglo a la
modalidad que contempla el art. 7° de la citada norma que
atribuye a la inactividad formal estatal un efecto
equivalente a la denegación o resolución adversa del
reclamo. La mentada ficción legal -como esta Corte ha
señalado al referirse a regímenes normativos que la
instrumentan para el caso de silencio administrativo-
revela el claro propósito de evitar dificultades al
administrado a la hora de acceder a la jurisdicción (arts.
18, Const. nac. y 15, Const. pcial.), situación que podría
presentarse, como sucede en el caso, ante la ausencia de
una resolución administrativa expresa susceptible de
impugnarse judicialmente (doc. causas B. 53.340, sent. del
24-VIII-2005 y B. 56.753, sent. del 4-VII-2007).
En las condiciones reseñadas, carece de sustento
normativo la objeción formal señalada por el a quo al
progreso de la acción con el alcance antes indicado,
configurando una solución que incurre en exceso de rigor
formal y que debe descartarse en resguardo del
principio in dubio pro actione o favor actionis, enraizado
en la más amplia regla de accesibilidad jurisdiccional que
fluye del art. 15 de la Constitución de la Provincia (doc.
causa B. 64.068, res. del 28-IV-2005; B. 65.256, res. del
7-IX-2005 y primordialmente, B. 65.706, res. del 26-IX-
2007; entre muchas).
Por lo demás, en cuanto a la faz sustancial de
la pretensión, las constancias del expediente
administrativo -agregado sin acumular- revelan la omisión
en que ha incurrido la Administración de dar vista al
peticionario de las actuaciones sustanciadas con motivo de
su detención en la Unidad n° 1 de Olmos, sin razón que
resulte atendible para justificar semejante demora; si se
repara en la fecha en que se presentó el primer pedido (5-
XII-2003), antes bien evidencian haber dado un curso
renuente a la tramitación sin satisfacer en debido tiempo
el reclamo del accionante.
En este último aspecto, debe señalarse que las
copias de las actuaciones administrativas acompañadas por
la demandada al momento en que fue presentado el informe
circunstanciado en los términos del art. 10 de la ley
7166, que fueron tildadas por el requirente de incompletas
y se observan cuanto menos ilegibles, no configuran el
cumplimiento integral -menos aún oportuno- de la
pretensión expuesta en la demanda, situación que desecha
cualquier intento de modificar la condena en costas
dispuesta en la instancia de origen (v. último párrafo,
punto III del recurso de apelación que obra a fs.
142/144).
Siendo ello así, el proceder de la autoridad
administrativa ha infringido los principios y reglas que
informan el procedimiento administrativo en general (arts.
7, 48, 50 y 71 del dec. ley 7647/1970) y en particular las
disposiciones de la ley 12.745, con severa afectación del
derecho de acceso a la documentación vinculada con el
recurrente (arts. 12 inc. 4, 15, 20 incs. 2 y 3, Const.
provincial; 1 y conc. de la ley 12.475).
Por todo lo expuesto, corresponde declarar
procedente el recurso de inaplicabilidad de ley
interpuesto contra la sentencia de Cámara por haberse
comprobado la errónea aplicación de la ley en la que se
fundamentó el fallo en crisis -arts. 1, 3 y 8 de la citada
ley 12.475-. Por consiguiente, debe ordenarse al Servicio
Penitenciario conferir vista al señor Gantus de su legajo
y de las actuaciones relacionadas con su persona durante
su detención en la Unidad carcelaria n° 1 -en particular
las sustanciadas con motivo del accidente sufrido por éste
realizando tareas de mozo y la atención médica recibida en
ese ámbito por el citado hecho- así como entregar las
copias respectivas (art. 289 incs. 1 y 2, C.P.C.C.). Con
costas (arts. 25, ley 7166 y 289, C.P.C.C.).
Así lo voto.
Los señores jueces doctores Kogan, Genoud, de
Lázzari y Soria, por los fundamentos del señor Juez doctor
Negri, votaron la segunda cuestión planteada en igual
sentido.
Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la
siguiente
S E N T E N C I A
Por todo lo expuesto en el acuerdo que antecede,
de conformidad con lo dictaminado por la señora
Procuradora General, se rechaza el recurso extraordinario
de nulidad interpuesto, con costas (art. 298 del
C.P.C.C.). En cuanto al recurso de inaplicabilidad de ley
corresponde hacer lugar, condenándose al Servicio
Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires a conferir
vista al señor Gantus de su legajo y de las actuaciones
relacionadas con su persona durante su detención en la
Unidad Carcelaria n° 1 de Olmos -en particular las
referidas con el accidente sufrido por éste realizando
tareas de mozo y la atención médica recibida en ese ámbito
por el citado hecho-; así como entregar las copias
respectivas (art. 289 incs. 1 y 2, C.P.C.C.). Con costas
al vencido (arts. 25, ley 7166 y 289, C.P.C.C.).
Regístrese, notifíquese y devuélvase.
LUIS ESTEBAN GENOUD
HECTOR NEGRI HILDA KOGAN
EDUARDO NESTOR DE LAZZARI DANIEL FERNANDO SORIA
JUAN JOSE MARTIARENA
Secretario