El botón rojo: Intertextualidad y minicuento
Guerrero Medina, Diego Armando
Una obra literaria puede referir a otra para integrar una semántica que de otro modo
resultaría inorgánica, pero también para confrontar dos visiones de un mismo hecho
en un texto nuevo, como es el caso de “El evangelio de Juan Rulfo según Julio
Ortega”, texto en el cual Adolfo Castañón hace referencia a la obra del autor de
Pedro Páramo y El llano en llamas, elemento que nos introduce en el ambiente
mágico y rural que caracteriza a la obra de dicho autor, pero además nos hace
mención de “Julio Ortega”, crítico literario, antologador del cuento latinoamericano y
miembro de la Cátedra Alfonso Reyes, al igual que Alfonso Castañón, de tal manera
que con este título el autor, como quien activa una bomba, ha presionado el botón
rojo en el texto, botón que sugiere al lector una dimensión metafórica de la obra,
toda vez que el elemento intertextual nos obliga a pensar tanto en Juan Rulfo como
en Julio Ortega, como condición necesaria para entender a cabalidad el minicuento
que nos presenta.
De acuerdo con David Lodge “Algunos teóricos creen que la intertextualidad es la
condición fundamental de la literatura, que todos los textos están tejidos con hilos
que son otros textos, lo sepan o no sus autores.” 1, esta afirmación cobra relevancia
para el minicuento, dado que en este subgénero es importante utilizar pocas
palabras para crear una obra “redonda”, y en el minicuento que analizamos el
elemento de intertextualidad que encontramos desde el título resulta fundamental
para darle redondez a la narración, lo cual es interesante porque el minicuento suele
1 Lodge, David, El arte de la ficción, Ediciones Península, 1992, pág. 161
integrar al lector como parte activa de la narración para que este asuma y complete
una historia, no obstante en esta obra el lector se ve obligado al principio del mismo
relato y no al final, ya que la referencia a Juan Rulfo y a Julio Ortega funciona como
elipsis necesaria, es decir, el autor omite cualquier explicación sobre la obra de Juan
Rulfo o la trayectoria de Julio Ortega, elemento que compromete al lector a conocer
la obra de ambos para dimensionar el valor metafórico de dichas referencias
intertextuales. Violeta Rojo menciona este elemento como una condición necesaria
del minicuento (Koch, 1986, se citó en Rojo 1997) , “3. Debe su origen, responde,
alude a otras obras o al proceso mismo de la creación literaria.” 2
Ahora bien, la intertextualidad en el presente cuento de Adolfo Castañón no se limite
a la alusión directa, sino que en el resto del texto utiliza un lenguaje que hace eco
de la obra de Juan Rulfo, en otro trabajo nos habíamos limitado a hablar del
aspecto, rural, agreste, de llanura, religioso y mágico, sin embargo estas referencias
además de hacer un eco de la obra rulfiana, también hacen un eco de la narrativa
latinoamericana, recordemos que Julio Ortega era un conocedor (antologador, de
hecho) de la narrativa de hispanoamérica.
David Lodge hace un análisis sobre las referencias de Joseph Conrad en su novela
autobiográfica La línea de la sombra, en relación con un famoso poema inglés
titulado “Antiguo marinero”, de Samuel Taylor Coleridge, y destaca como elementos
clave la descripción de los marineros y ciertos detalles técnicos: “La descripción de
los marineros enfermos y debilitados obedeciendo la orden de su capitán de ceñir la
vela mayor, a fin de que el buque pueda avanzar con el viento cuando éste llegue,
2Rojo, Violeta, Breve manual para reconocer minicuentos, Universidad Autónoma Metropolitana,
1997, pág.55
muestra, por los detalles técnicos (<<apagapenoI»·, «cabrestante», «batayola:»,
<<.escuadrear» ... )”3, si bien dichos detalles técnicos y habilidad descriptiva son
fruto de la experiencia de Conrad, también es cierto que las imágenes evocan al
poema inglés, y esto no significa ningún demérito en la obra de Conrad, sino que
demuestra una característica fundamental de la literatura: la intertextualidad.
Lodge, advierte que los autores fabrican constantemente elementos de
intertextualidad, a veces de manera involuntaria, pero otro tanto dicha
intertextualidad es un recurso literaria explícito, “Algunos escritores señalizan
semejantes referencias más explícitamente que otros.James Joyce hizo un guiño a
sus lectores: al titular Ulises su epopeya de la vida moderna en Dublín.” 4, algo
semejante pasa con la obra de Castañón, como hemos visto con el título de su
cuento, pero al igual que Conrad, Castañón describe de manera intertextual a los
personajes y el cronotopos donde se desarrollan los eventos, sólo que en relación a
la obra de Rulfo y no de un poeta inglés como es el caso de Conrad.
Oración a oración Adolfo Castañón parece calcar fragmentos de la obra de Juan
Rulfo, de hecho la primera frase parece una reescritura de Pedro Páramo, “Vine a
Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre” 5, y por otra parte la apertura del
cuento de Castañon, “Un día llegué de noche a un pueblo” 6, posteriormente el autor
describe aquel pueblo en “apariencia fantasma” como “realmente habitado”, juego
de palabras que nos introduce en el carácter realista mágico en el que muchos
críticos ubican ya a Juan Rulfo, pero que además es un referencia directa al pueblo
3 Lodge,1992, pág.163
4 Lodge, 1992, pág 162
5 Rulfo, Juan, Pedro Páramo,Fondo de Cultura Económica, 1964, pág. 7
6 Zavala, Lauro, antologador, Alfaguara, 2000, pág. 135
fantasma que es Comala cuando el protagonista los visita y que sólo al final
descubre que ha convivido con ánimas, por su parte Castañon le da la vuelta al
orden y lo que parece fantasma en realidad está habitado, de tal manera que sin
abandonar la semántica de Rulfo invierte (transposiciona) los resultados de dicha
semántica. Por todos estos elementos podríamos calificar el minicuento de Adolfo
Castañón como un pastiche, es decir una imitación del ambiente, los recursos y la
estructura de una obra, en este caso de Pedro Páramo, sin embargo hay otro
elemento que no hemos tocado, la mención a Julio Ortega.
La referencia a un elemento extratextual convierte al cuento de Castañón en un
caso atípico del cuento, aunque como hemos visto, al tratarse de un minicuento esto
parecería asegurar su lugar dentro del subgénero, para entender qué importancia
tiene Julio Ortega en el minicuento es necesario mencionar que Ortega es un crítico
literario, en este sentido los pobladores que amarran al crítico podría interpretarse
como un colectivo que poéticamente lo amarran porque al ser crítico literario carece
de alma, de tal manera que Ortega al convertirse en un personaje literario está
recuperando así algo que su oficio le había arrebatado. Desde luego la obra puede
parecer redonda sin necesidad de saber quién es Ortega, pero al investigar sobre
dicho personaje el texto adquiere una nueva dimensión, en la cual el valor poético
de la narración se potencializa.
Rojo a esta característica del minicuento la llama “cuadro”, “frame” en un lenguaje
más cinematográfico y de historieta, ya que toda relación intertextual es un cuadro,
una forma condensada de semántica, “Existen varios tipos de cuadros. En el
minicuento se usan en gran medida cuadros que podrían llamarse intertextuales.
Nuevamente, Eco nos explica que "Ningún texto se lee independientemente de la
experiencia que el lector tiene de otros textos"” 7, pareciera pues que la
intertextualidad es una especie de botón rojo de la cual echan mano los autores no
sólo en beneficio de la economía de lenguaje, sino de la saturación semántica y
como elipsis necesaria de la narración, que nos cuenta lo que no está escrito, pues
en el minicuento cada palabra debe decir el doble, a veces el triple.
7 Rojo, 1997, pág, 80
Bibliografía
Lodge, David, El arte de la ficción, Ediciones Península, 1992
Rojo Violeta, Breve manual para reconocer minicuentos, Universidad Autónoma
Metropolitana, 1997
Rulfo, Juan, Pedro Páramo, Fondo de Cultura Económica, 1964
Zavala, Lauro, antologador, Relatos vertiginosos, Antología de cuentos mínimos,
Alfaguara, 2000