Alfabetización Académica en Nivel Superior
Alfabetización Académica en Nivel Superior
Año 2017
Leer y escribir en el Nivel Superior.
Abrir diálogos, compartir inquietudes
Ana Inés Leunda y Romina Grana
Primeras palabras
El ingreso al nivel superior supone varios encuentros nuevos para un sujeto: encuentro con
una espacio escolar, con unas dinámicas de evaluación, con unos compañeros que descubren este
universo a la par, pero, sobre todas las cosas, supone un encuentro disciplinar que obliga, de
manera más o menos inmediata, a dominar habilidades que no están escritas en ningún lado y que,
en general, se dan por sentadas porque resultan obvias y sólo unos pocos se encargan de explicitar.
En este sentido, vale la pena reflexionar sobre cómo se integra la alfabetización académica a la
práctica docente de modo tal que se puedan ofrecer, tanto en el cursillo de ingreso cuanto en el
resto de las actividades curriculares anuales, algunas orientaciones sobre las expectativas de
comprensión y producción textual que se espera de los alumnos. Para ello es necesario que el
docente oriente sobre cómo planificar la escritura, las pautas de redacción, los objetivos que tienen
una monografía / informe / evaluación parcial, los aspectos formales que se evaluarán (tipo de
letra, tamaño, cantidad de páginas, etc.). En última instancia, se trata de integrar al currículum
estos conocimientos y los modos de facilitar su aprendizaje.
1
“El descubrimiento de la escritura académica” en F. Navarro (2014). Manual de escritura para
carreras de Humanidades, p. 11.
palabra escrita. Estos dos hitos históricos (la colonia y el Estado) tienen ecos en el presente, y así,
por ejemplo, advertimos que el uso de la palabra escrita y el ejercicio del poder continúan
estrechamente vinculados (Lienhard, 1990). Además, hoy sabemos que el poder nunca es
unidireccional, incluso podríamos decir con Foucault (1966) que nuestra subjetividad supone
regulaciones socio-culturales difícilmente pensables por fuera de vínculos de poder. Todos en
mayor/menor medida ejercitamos nuestra capacidad de poder-decir, poder-decidir, poder-hacer,
etc. De este modo, comunicación y poder suponen pensarnos como sujetos históricos, sociales y
culturales. Tomar conciencia de la dimensión del poder implicada en el uso de la palabra puede
ayudarnos a promover una mayor concientización de su uso. Somos responsables de lo que
decimos, de lo que no decimos y de cómo lo decimos.
Desde el punto de vista cognitivo, leer y escribir conllevan también una gran complejidad.
Juan Rey (1997) explica que redactar es una actividad de intensa concentración que exige conducir
y adaptar una idea desde su estadio mental hasta su dimensión textual. Desde esta perspectiva,
podríamos decir que leer y escribir constituyen habilidades muy cercanas a una artesanía, pues se
aprenden con uno o varios maestros y son susceptibles de ser perfeccionadas durante toda la vida.
Algunas personas tienen gran predisposición o facilidad para leer/escribir, otras necesitan un
andamiaje mayor, lo importante es destacar que todas pueden mejorar sus destrezas. De acuerdo
con nuestra experiencia, los errores en la escritura son más habituales que extraños y esto ocurre
en distintos estratos sociales y niveles de escolarización. Decimos esto para destacar la importancia
de incluir el error como parte de un proceso de mejoría constante y mitigar la estigmatización de
aquel que “escribe mal” o “no sabe leer”. Desde nuestro punto de vista, lo importante es generar la
conciencia del sentido de estas actividades, pues ello puede facilitar que los alumnos presten
atención a los propios errores, y de este modo, autocorregirse para ser hábiles usuarios de esta
herramienta de comunicación.
Entonces, la pregunta central que formulamos no interroga ¿Cómo lograr que los alumnos no
se equivoquen? sino ¿Cómo lograr que los alumnos comuniquen aquello que desean expresar? Es
decir, ¿Cómo minimizar los problemas de comunicación oral y escrita? ¿De qué manera mejorar la
legibilidad de sus textos? ¿Cómo ayudarlos para que puedan exponer el conocimiento académico
estudiado? Al respecto, proponemos algunas pistas que sirvan de orientaciones generales para
iniciar el trabajo de reflexión oralidad y escritura en los cursillos de los distintos profesorados del
Instituto. En tal sentido, a través de estas líneas invitamos a compartir saberes /experiencia s que
puedan abonar enriquecimientos mutuos.
Si deseamos que los alumnos elaboren una respuesta de cierta extensión, podemos
explicitarlo indicando cantidad de renglones y/o párrafos aproximados, pues ello los guía
sobre el tipo de respuesta que esperamos.
Podemos ayudarlos pidiéndoles que describan, ejemplifiquen, argumenten y/o narren en
función de las expectativas que tenemos sobre una consigna en particular. En este punto,
conviene advertir qué significa narrar o describir, es decir, si se trata de dar las cualidades
de un objeto o un proceso (describir) o si se trata de contar cómo funciona o sucedió algo
(narrar).
Podemos crear situaciones ficticias para facilitar el proceso de redacción: proponerles que
escriban un e-mail a un amigo en el que le expliquen tal o cual concepto; que elaboren un
cuadro para un compañero que no pudo ir a clases; que escriban una nota de opinión sobre
un tema actual que se vincula con los conceptos estudiados (por ejemplo, los debates sobre
el reemplazo de la estatua de Colón por la de Juana Azurduy puede invitar a escribir una
nota de opinión; las Neurociencias están en actual debate sobre su importancia en la
educación en Argentina; etc.). Estas estrategias tienen un beneficio extra, pues activan la
dimensión lúdica, pudiendo relajar instancias de tensión evaluativa y fomentar la no
repetición memorística.
2 La s normas APA (American Psychologycal Association) suelen ser usadas con frecuencia en revistas ci entífica s es peci a l i za da s . Se
a ctua lizan periódicamente y pueden consultarse on l ine. Se crearon con el fin de evitar plagios e incluyen modos d e ci ta r múl ti pl es
ti pos de textos sin desatender cuadros y es quemas. En i nglés puede visitarse la página http://www.apastyle.org/learn/i ndex.a s px o
bi en pueden revi s a rs e s íntes i s en es pa ñol como l a que a djunta mos con es te mens a je.
Mesa servida: es una estrategia que pone de relieve la construcción conjunta (docente /
alumnos) del conocimiento. Se trata de poner una mesa con libros / textos de diversa índole
a disposición de los alumnos para que ellos se acerquen a elegir y luego, puedan trabajar. Es
algo así como un ¨menú¨ de material elegido previamente por el docente quien reconoce
que la abundancia, el azar y el desconocimiento pueden ser puntos de inicio en el camino
para acercarse al conocimiento. Así, se ponen en marcha estrategias de reconocimiento de
títulos, fotos, olores, etc. que enriquecen el trabajo ulterior.
c) Glosario: puede ser interesante que los docentes vayan armando, conjuntamente con los
alumnos, un glosario de los conceptos más importantes que vayan surg iendo durante las
clases. Al comienzo, puede resultar intuitivo para luego ir especificándose clase a clase. Se
pueden hacer rondas de perfeccionamiento de las definiciones de modo tal que la
construcción sea revisada por distintos grupos que se formen en el aula.
d) Tour por biblioteca: se puede visitar la biblioteca para reconocer el material con que cuenta
cada disciplina; sería útil tener contacto con el bibliotecario quien puede orientar mejor
sobre los recursos disponibles. Es ineludible la apropiación de este espacio ya que se pone
en marcha una competencia paradigmática entre lo que debo buscar 7 elegir y lo que está
disponible como un todo para ser usado.
Esperamos que este punteo sobre los ¨tips¨ de trabajo con textos sea útil para quienes
integramos el cursillo de nivelación y, en este sentido, subrayamos la invitación a continuar con
este diálogo, que puede colaborar con pequeños y válidos avances en este constante andar
implicado en la tarea de aprender / enseñar.
Referencias bibliográficas
Cassany, D. (1996) La cocina de la escritura. Barcelona, España: Anagrama.
Flower, J. y Hayes, L. (1996) “Teoría de la redacción como proceso cognitivo” en Textos en
contexto. Buenos Aires, Argentina: Asociación Internacional de Lectura.
Foucault, M. (1966) Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas. D.F.,
México: Siglo XXI Editores.
Lienhard, M. (1993) La voz y su huella. La Habana, Cuba: Casa de las Américas.
Navarro, F. (2003): ¨Trayectorias de formación en lectura y escritura dis ciplinar en carreras
universitarias de humanidades¨ en RMIE, VOL. 18, NÚM. 58.
Navarro, Federico (coordinador). (2014). Manual de escritura para carrera de humanidades.
Buenos Aires, Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos
Aires.
Rey, J. (1997) Palabras para vender, palabras para soñar. Introducción a la redacción publicitaria.
Barcelona, España: Paidós.