RESUMEN DE PSICOLOGÍA DE LA REHABILITACIÓN
INTEGRANTES
MARIANA ALEGRÍAS
KAREN DANIELA BARBOSA
DANIELA CASTRO ROSERO
LAURA HOYOS CORTES
STEFANY MENA JARAMILLO
LUZ BETTY GONZALEZ RODRIGUEZ
INSTITUCION UNIVERSITARIA ESCUELA NACIONAL DEL DEPORTE
FISIOTERAPIA 7B
FEBRERO 19 DEL 2021-1
EL EMBARAZO
Se comprende como el período que transcurre entre la concepción (fecundación de un
óvulo por un espermatozoide) y el parto; durante este período el óvulo fecundado se
desarrolla en el útero. El embarazo dura aproximadamente 288 días y también se llama
gestación.
El síntoma más evidente de embarazo es la interrupción de la menstruación. Para confirmar
el embarazo lo primero que normalmente las mujeres realizan es un test de embarazo de
farmacia, aunque no sea seguro, deciden corroborar con el ginecólogo y un test de sangre.
Hacia las semanas 4 o 5 de embarazo, cuando tengas una semana de retraso
aproximadamente, se puede ver ya el embrión. Esto es lo que permite confirmar
definitivamente la existencia de un embarazo.
FECUNDACIÓN: entre los días 14 y 16 de un ciclo menstrual, los ovarios expulsan un óvulo
maduro, apto para ser fecundado. En el período en que el óvulo está maduro en las
trompas de falopio, puede darse la fecundación por un espermatozoide. Una vez el óvulo es
fecundado, saldrá de las trompas de falopio en un período de alrededor de una semana y
se aloja en el útero al cual se fijará para desarrollarse paulatinamente, y de él se formará un
feto y una placenta. La placenta se adhiere a la pared del útero y se encargará de darle
oxígeno, nutrientes y hormonas que tu bebé necesitará para su sano desarrollo. La
conexión entre la placenta y el feto se lleva a cabo a través del cordón umbilical que
engloba dos arterias y una vena. También comienza la formación del líquido amniótico, cuya
función es protectora y amortiguadora.
Desarrollo físico del feto en el embarazo
Primer trimestre de embarazo: SEMANAS 0 A 13
Primer mes:
● Durante las primeras 8 semanas, el bebé es un embrión.
● Aparecen los botoncitos de las extremidades, que crecerán para formar los brazos y
las piernas.
● El corazón y los pulmones se empiezan a formar. El corazón empieza a latir el 25º
día.
● El tubo neural, que se convierte en el cerebro y la médula espinal, se empieza a
formar.
● Al final del primer mes, el embrión mide aproximadamente 9 mm y pesa 0,5 gr.
Segundo mes:
● En este período el cordón umbilical tiene ya su forma definitiva.
● El líquido amniótico protege al feto, manteniendo constante la temperatura y
facilitando sus movimientos.
● Se forman todos los sistemas y órganos principales del cuerpo, aunque no se
desarrollan completamente.
● Las células del ectodermo crean todo el sistema nervioso central así como los ojos,
nariz, orejas y esmalte de los dientes.
● Las células del mesodermo que crean los tejidos conjuntivos, del hueso y los vasos
sanguíneos.
● Las células del endodermo que crean el sistema digestivo y respiratorio.
● La placenta realiza el intercambio de sustancias nutritivas que vienen del cuerpo de
la mamá y los productos de desecho producidos por el bebé.
● Se forman las orejas, los tobillos y las muñecas.
● También se forman y crecen los párpados, pero aún permanecen sellados. Se
forman los dedos de las manos y de los pies.
● El feto mide 4 cm y pesa 5 gr.
Tercer mes:
● Los dedos de las manos y de los pies ahora tienen uñas suaves.
● La boca presenta veinte botoncitos que se convertirán en los ''dientes de leche".
● La placenta es pequeña, pero cumple su función de intercambio de nutrientes y
productos de desecho y secreción.
● El organismo de la madre ha desarrollado una gran masa de líquido amniótico para
asegurar la nutrición del bebé en crecimiento.
● El feto mide aproximadamente 10 cm y pesa 20 gr.
● Se puede distinguir su sexo.
Síntomas de la madre:
● Primero hay cambios hormonales
● Presencia de fatiga y mucho sueño
● Náuseas, mareos y vómito
● Antojos ciertos alimentos y apetito
● Acidez e indigestión
● Aumento o pérdida de peso (presencia de estreñimiento)
● Las glandulas mamaria se agrandan o inflaman
● Areolas se agrandan y oscurecen (esto se da debido a que hay un aumento de la
secreción hormonal, que induce al aumento de la producción de melanina, efecto
conocido como cloasma o melasma)
● Aumento de la frecuencia y deseo de micción
SEGUNDO TRIMESTRE DE EMBARAZO: SEMANAS 14 A 27 (MESES 4 A 6)
Cuarto mes:
● En esta etapa del embarazo el feto se mueve y patea.
● El feto puede oír las voces del exterior.
● La piel es rosada y transparente.
● El cordón umbilical continúa creciendo y ampliándose para llevar suficiente alimento
de la madre al feto.
● No se puede ignorar que la madre también puede pasar sustancias dañinas como el
tabaco, el alcohol y otras drogas
● Su intestino se llena de meconio (la primera deposición de un bebé).
● Traga líquido amniótico.
● Sus dedos tienen uñas y huellas dactilares.
● A veces tiene hipo.
Quinto mes:
● El feto empieza a estar más activo, moviéndose de lado a lado o incluso en
ocasiones volteandose completamente.
● El feto duerme y se despierta a intervalos regulares.
● El feto tiene un mes de crecimiento muy rápido. Al final del 5º mes, el feto mide 25
cm y pesa 245 gr.
● Este mes el cuerpo del bebé se cubre de lanugo y vernix caseosa (fino vello y unto).
● Tiene pelo, pestañas y cejas.
● Se chupa el dedo.
● Duerme de 18 a 20 horas al día.
Sexto mes:
● La piel del bebé se torna roja y arrugada, cubriéndose de un vello fino y suave.
● El feto es por lo general demasiado pequeño y sus pulmones aún no están listos
para vivir afuera de su madre.
● Ante la posibilidad de nacer en este mes el feto quizás podría sobrevivir con cuidado
intensivo.
● Los párpados empiezan a despegar y los ojos se abren.
● Ya se pueden ver las líneas y pliegues de los dedos tanto de las manos como de los
pies.
● El feto continúa su rápido crecimiento.
● Al final de este mes, el feto mide 30 cm y pesa 640 gr.
● La cabeza representa menos del 30 % de la longitud total del cuerpo.
● Los ojos se abrirán pronto, ya que sus estructuras básicas están casi completas.
Los síntomas de la madre (los cuales disminuyen notablemente) persisten:
● El vómito
● La fatiga y dolor en los senos
● El apetito aumenta (el incremento de peso deberá ser controlado
mensualmente, ya que no debería superar los 300 gramos semanales).
● Los dolores en la espalda, el abdomen, la ingle o en los muslos.
● Las estrías en el abdomen, los senos, los muslos o las nalgas.
● La piel alrededor de los pezones se oscurece.
● Una línea en la piel que va desde el ombligo a la línea del vello púbico.
● El Síndrome del túnel carpiano, entumecimiento u hormigueo en las manos
debido a la hinchazón que es común en el embarazo.
● Picazón en el abdomen, las palmas y las plantas de los pies.
● Hinchazón de los tobillos, los dedos y la cara.
● También pueden aparecer varices por la presión del útero a la circulación de
las piernas, por eso se recomienda algún deporte que favorezca la
circulación.
TERCER TRIMESTRE DE EMBARAZO: SEMANAS 28 A 40 (MESES 7 A 9)
Séptimo mes:
● El feto puede chupar el dedo y llorar.
● Hace ejercicio pateando y estirándose
● El feto responde a la luz y al sonido.
● Si naciera ahora, el feto tendría una buena probabilidad de sobrevivir.
● El feto ahora mide 40 cm y pesa 1.200 gr.
● Algunos se colocan cabeza abajo, otros pueden hacerlo transversalmente o con las
piernas hacia abajo.
● Su cerebro entra en un período de crecimiento rápido a medida que las células más
complejas se desarrollan y empiezan a funcionar.
● El cerebro puede controlar una respiración rítmica así como la temperatura del
cuerpo del feto.
Octavo mes:
● A esta altura continúa el crecimiento rápido del cerebro.
● El feto ya está demasiado grande para moverse mucho, pero puede patear fuerte y
darse vuelta.
● Puedes notar a través de la pared de tu abdomen la forma de un codo o de un talón.
● Los huesos de la cabeza son suaves y flexibles para que le sea más fácil al bebé
pasar por la vagina (el canal del parto).
● Los pulmones pueden estar todavía inmaduros.
● Si naciera antes de las 37 semanas, el feto sería prematuro, pero tendría excelentes
probabilidades de sobrevivir.
● El feto ahora ya mide 45 cm y pesa 2.500 gr.
● El bebé acumula más grasa.
● Se cree que ya es capaz de sonreír, hacer muecas, distinguir sabores y chupar sus
dedos.
● Esta práctica lo ayudará a encontrar el pecho de la madre luego de su nacimiento.
Noveno mes:
● A las 38 ó 40 semanas el bebe, ¡por fin!, el bebé ha llegado a término.
● No tiene mucho espacio para moverse y hay menos líquido amniótico, por lo que tal
vez la madre sienta menos movimientos del bebé.
● Los pulmones del bebé han madurado y están listos para funcionar por su cuenta.
● Durante este mes, el bebé aumenta como 250 gramos por semana.
● El bebé usualmente se baja colocándose cabeza abajo y descansando en la parte
baja del abdomen de la madre.
● Para el final del noveno mes, el bebé mide 50 cm y pesa 3.200 gr.
Los síntomas de la madre:
● Dificultad para respirar
● Acidez
● Hinchazón de los tobillos, los dedos y la cara.
● Hemorroides
● Tu ombligo puede sobresalir
● Problemas para dormir
● El bebé se mueve sin parar
● Primeras contracciones
Estado emocional de la madre
En la vida intrauterina, el feto está inmerso no solo en líquido amniótico, sino también en un
“recipiente emocional” de la mente de su madre y padre, el cual puede ser más o menos
favorable para un desarrollo óptimo y saludable. Aunque el embarazo generalmente es un
periodo de expectativas positivas y felicidad, hay retos emocionales importantes. Una
barrera para reconocer algunas de sus dificultades es la expectativa de los futuros padres y
de quienes los rodean, de que el embarazo debe ser un periodo solo de alegría. En la
transición a la maternidad la mujer tiene la tarea psicológica de convertirse en madre. Este
proceso se ha denominado parentificación o parentalidad. Lebovici señaló que con el
nacimiento del bebé nace también la madre.
Durante el embarazo la madre puede mostrar a su hijo e hija su afecto de diferentes formas:
cuidándose así misma, alimentándose bien, cuidando su salud, siguiendo los consejos
dados por el equipo de salud, aprendiendo a tener tranquilidad en los momentos difíciles,
relajándose entre otras cosas.
Primer trimestre: La madre gestante experimenta tres emociones básicas: alegría,
preocupación e incertidumbre. Se alterna con cambios de humor frecuentes, temor y
pequeños signos de ansiedad. Todo ello, junto con el incremento de exigencia energética,
pueden afectar su autoestima y deseo sexual. Además aumenta el deseo de ser atendida
por otros, la mujer mostrará una mayor dependencia respecto a quienes la rodean. Esto les
permite manifestar conductas de cuidado y atención especial.
Segundo trimestre: En esta etapa del embarazo, los cambios hormonales se han
estabilizado, por lo cual la madre disfruta de un período de tranquilidad y estabilidad
emocional. Recupera el deseo sexual y se siente con fuerza y energía. La dificultad para
concentrarse será habitual debido a las hormonas. La gestante realiza un trabajo
psicológico de adaptación en tres etapas. La primera es: “estoy embarazada”, lo que solo le
pasa a ella y a su cuerpo; la segunda es: “estoy esperando un bebé”, lo que incluye a otro
ser distinto de ella y que por ahora está dentro de su cuerpo; y, la tercera es: “estoy
esperando un bebé de...”, lo que incluye, además del bebé, al padre de este, lo que da lugar
al surgimiento de la noción de paternidad. También aparece la ansiedad por "sentir al bebé".
El estado de ánimo es más estable. Hay alguna preocupación por el peso y por el cuidado
del cuerpo. Algunas embarazadas comienzan a sentir más incomodidad, a verse más
torpes; otras se sienten más sexys y lindas.
Tercer trimestre: Se notará más sensible e intranquila, incluso en ocasiones puede aparecer
el “Síndrome del nido”, una necesidad compulsiva de limpiar, ordenar y preparar todo para
la llegada del bebé. Para el final del embarazo, la madre y su familia tienen perentoriamente
la tarea psicológica de “hacer lugar” para su hijo o hija. La mujer y su compañero se
preparan psíquicamente para pensarse, no como individuos, sino como una entidad
conjunta con el bebé. Además, se refiere a las tareas que acompañan a este proceso,
literalmente creando espacios físicos (además de los psíquicos) para acomodar al recién
nacido: haciéndole ropita, adquiriendo una cesta o cuna para que duerma, etc. A esta serie
de conductas preparatorias algunos autores las denominan “preparar el nido”.
Hormonas influyentes en el embarazo
Gonadotropina coriónica humana (HCG). Se trata de una hormona reproducida
únicamente durante el embarazo, por eso es conocida como “hormona del embarazo”. Esta
hormona suprime la menstruación, evita la desintegración del cuerpo lúteo del ovario y
produce progesterona. La gonadotropina podemos encontrarla en la sangre y en la orina.
Esta hormona es la que identifica que el resultado de un test de embarazo sea positivo.
Estrógeno. Se trata de un grupo de hormonas que tienen la responsabilidad de desarrollar
las características del sexo femenino. Favorecen el crecimiento de folículos y la maduración
de los ovocitos.
Progesterona. Esta se encarga de ayudar a que la implantación embrionaria sea un éxito,
ya que acondiciona el endometrio.
Testosterona. Sin duda la más conocida de todas, y la que más mencionada en nuestro día
a día. Esta hormona se encarga de regular la libido y el deseo sexual; en los días previos a
la ovulación, los niveles de esta hormona se elevan.
Hormonas tiroideas. Estas trabajan con la progesterona y los estrógenos para que los
ovarios funcionen con normalidad y así los óvulos maduren a su debido tiempo. En el caso
de sufrir un desequilibrio en las hormonas tiroideas, se pueden originar problemas de
fertilidad como el hipertiroidismo o el hipotiroidismo, dependiendo de si se trata de un
exceso o una falta de esta hormona.
La nutrición en la gestación
La nutrición es un proceso de extraordinaria complejidad biológica que se refiere a la
distribución, utilización, transformación, almacenamiento y/o eliminación de los nutrimentos
en el organismo. Involucra la función metabólica celular y no es susceptible de ser
cambiado por intervenciones educativas sobre el individuo.
El estado nutricional de la mujer determina su salud integral especialmente su fertilidad, el
progreso de su embarazo, el parto, la recuperación y la lactancia. El estado nutricional de la
madre también es un factor determinante en el peso del bebé al nacer.
En el embarazo normal, la mujer debe aumentar entre 11 y 16 kilogramos de peso.
Aproximadamente 40% de tal incremento es atribuible al peso combinado del feto, el líquido
amniótico y la placenta. El resto se debe al cuerpo de la mujer y obedece al mayor tamaño
del útero, las glándulas mamarias, el mayor volumen sanguíneo, el líquido intersticial y al
aumento en la cantidad del tejido graso. El peso del feto depende en gran medida del
estado nutricional de la madre, ya que entre menor sea el peso del feto, mayor es su riesgo
de mortalidad. El aumento de peso en las primeras doce semanas de embarazo es
relativamente pequeño. Hay varios nutrientes que son cruciales para el desarrollo del feto.
La increíble demanda que hay sobre la madre durante un embarazo requiere de nutrientes
importantes obtenidos tanto por la alimentación como por suplementos.
Los suplementos nutritivos en los que a menudo se piensa deben incorporarse más durante
el embarazo, son el ácido fólico y el hierro. El primero es esencial para evitar
malformaciones del tubo neural, como la espina bífida, es una vitamina B necesaria para
una óptima división celular esto puede ayudar a prevenir defectos en el cerebro y la espina
dorsal del feto. El segundo para evitar la anemia en la madre y en el feto, es el más
necesitado durante los últimos tres meses porque el feto lo acumula para su uso después
de nacido, debido a que el volumen total de sangre es mayor, se necesita hierro para
transportar el oxígeno en la sangre.
En los macronutrientes encontramos las proteínas que tienen función reparadora. Las
grasas tienen gran importancia por su alta densidad energética y participan en la síntesis de
prostaglandinas, prostaciclinas entre otras. Se requiere en la dieta de 15 a 30% de la
energía recomendada. Por último los carbohidratos que tienen la función principal de
proveer energía. Su suministro depende de los valores fijados para la ingesta total de
energía de proteínas y carbohidratos, oscilando en 60% de la energía total recomendada.
Con relación a los micronutrientes (nutrientes requeridos en cantidades más bajas) el calcio,
es un mineral necesario para la formación de huesos del feto y para preservar la dureza de
los huesos de la madre. El calcio es sumamente importante durante los últimos tres meses,
cuando los huesos del feto se están formando. Si la alimentación de la madre no suple el
calcio suficiente, el feto utiliza el de la madre y la deja carente de este mineral.
Las necesidades de vitamina A aumentan en 20% durante el embarazo, debido al
crecimiento del feto y proliferación celular rápida. Los requerimientos de vitamina D
aumentan en 300%, aunque estos dependen, entre otros factores, de la exposición de la
piel de la mujer al sol. La mayor necesidad de vitamina D se debe a la mineralización de los
huesos del bebé, fenómeno que depende de esa vitamina. En cuanto a la vitamina E, se
recomienda incrementar el ingreso de esta en 25% del nivel previo al embarazo.
Respecto a las vitaminas liposolubles, los requerimientos de vitamina C se elevan en más
de 60%, los de tiamina (vitamina B1) en 12%, de riboflavina (vitamina B2) en 7%, los de
niacina en 10% y de vitamina B6, aumentan en más de 40%.
Papel del padre en el embarazo
La asistencia a las clases de preparación al parto es cada vez más frecuente. Allí aprenden
cómo ayudar a la mujer a relajarse cuando el parto está próximo, cómo debe respirar
cuando lleguen las contracciones. Si el padre está informado sobre el desarrollo del
embarazo y el parto, será capaz de afrontarlo con calma y de ayudar a su pareja.
A medida que avanzan los meses y el feto crece, el padre puede también comenzar a
relacionarse con su hijo. Bien a través del tacto, acariciando el vientre de su pareja, bien
mediante la voz. Hacia la mitad del embarazo, el oído del feto está suficientemente
desarrollado como para oír ruidos del exterior de la madre y, entre esos ruidos, la voz del
padre es una de las que reconocerá después de nacer.
La ayuda del padre en casa es fundamental para que la mujer embarazada pueda
descansar siempre que lo necesite. El hombre puede tener en ocasiones sentimientos de
preocupación y ansiedad hacia la salud de su pareja. Y los cambios físicos de la mujer
embarazada provocan en él un sentimiento de ternura que le hace actuar de forma
protectora.
La estimulación prenatal
La estimulación temprana y progresiva de los sentidos del bebé permite modelar su sistema
nervioso central e irle preparando para lo que será su vida en el mundo exterior.
1. El tacto:
Se ha comprobado que el feto es capaz de percibir las sensaciones táctiles que vienen del
exterior y reaccionar cuando la madre acaricia o presiona su vientre. Es el primer sentido
que se pone en funcionamiento. La primera señal de sensibilidad aparece en torno a las
siete semanas en una zona muy concreta: alrededor de la boca.
Durante las dos semanas siguientes, la región de la piel que es sensible a la estimulación
táctil se extenderá progresivamente al resto de la cara, a las palmas de las manos y al
tórax.
En la semana 11ª de embarazo, las plantas de sus pies y sus genitales muestran una gran
sensibilidad, y ya a las 12 semanas se amplía a toda la superficie del cuerpo, salvo la
coronilla y la espalda. Hacia la mitad del embarazo, toda la piel y las mucosas reaccionan
plenamente ante la estimulación táctil.
A partir del sexto o séptimo mes, si se toca la cara con las manos acerca la cabeza hacia
ellas, abre la boca y se chupa el dedo. A través de pequeños receptores cutáneos el feto
también detecta las leves variaciones de temperatura que se producen en el útero y las
vibraciones cuando, por ejemplo, la madre va en un autobús. También le permiten notar las
diferencias que hay entre las texturas de las paredes de la bolsa amniótica, del cordón
umbilical y de su propia piel.
2. La vista:
El recién nacido es capaz de seguir el movimiento de una luz y ve bien a una distancia de
30-35 cm, la que media entre sus ojos y los de la madre cuando toma el pecho.
En torno a los 22 días de gestación en el embrión empiezan a hacerse evidentes unos
pequeños surcos que poco a poco darán lugar a la estructura ocular.
En el octavo mes es sensible a la luz, lo que significa que sus pupilas se contraen o dilatan
dependiendo de la intensidad lumínica, y también abre los ojos cuando está despierto y los
cierra cuando está dormido (la mayor parte del tiempo).
Entre las semanas 30ª y 34ª sus pupilas ya se contraen y se dilatan, y distingue de dónde
procede la luz (por ejemplo, si el ecografista pone un foco junto a la tripa de la madre y lo
cambia de posición). Hacia el final del embarazo, la pared abdominal de la madre se ha
estirado tanto que penetra algo de luz y se difunde en el líquido amniótico
3. El gusto:
Los sentidos del gusto y el olfato están muy relacionados y en el cerebro se perciben de una
forma muy similar. Las sensaciones que siente el futuro bebé son el resultado de cómo
huelen y cómo saben las sustancias que contiene el líquido amniótico.
A partir del tercer mes su sistema gustativo ya está activo y en torno al cuarto mes es capaz
de distinguir diferentes sabores.
El feto tiene, desde el tercer mes de gestación, un sentido del gusto muy desarrollado. Si
percibe un sabor dulce en el líquido amniótico, acelera los movimientos de deglución,
mientras que si este contiene un sabor amargo o que le resulta desagradable, deja de tragar
en el acto.
4. El olfato:
A las siete semanas los nervios y la membrana olfatoria también están formados y a partir
de la 12ª semana la nariz está preparada para percibir todo tipo de olores.
En el útero el feto se familiariza con olores procedentes de los alimentos y las sustancias
que consume la madre
5. El oído:
El feto distingue la voz de su madre entre la de otras mujeres: si se pone junto al abdomen
una cinta grabada con la voz de mamá, su latido cardíaco aumenta, mientras que si la
grabación es de otra mujer, no.
Desde el final del sexto mes, el oído ya está en su sitio y completamente formado. Sin
embargo, el feto ya puede percibir sonidos procedentes de la madre o del exterior desde
algunas semanas antes, concretamente desde la 16ª, y reacciona a ellos acelerando el
ritmo cardíaco y la frecuencia de los movimientos corporales.
Al final del sexto mes es sensible a los sonidos externos y lo manifiesta mediante
movimientos: se sobresalta con los portazos, se agita o se calma según la música que
escucha su madre.
Se sabe que el feto prefiere la música suave y melódica. Por el contrario, rechaza la música
con estridencias y a volumen elevado.
Investigaciones recientes refieren que la estimulación prenatal, como disciplina
psicoterapeuta, propicia al feto las condiciones idóneas para el desarrollo intraútero; así se
fortalecen sus sistemas nervioso y muscular, mediante las interconexiones neuronales, lo
que favorece un apgar con puntuación normal en el momento de nacer.
Algunos estudios reflejan que la musicoterapia con recién nacidos prematuros es muy
favorable para su desarrollo, pues se observa una mejora de la frecuencia cardiaca y del
nivel de oxígeno, así como mayor relajación y un sueño más tranquilo. Esto hace suponer
que tendría el mismo efecto en la etapa prenatal.
Cabe destacar que la estimulación afecta a una adecuada oxigenación y una mejora de la
nutrición fetal; estas condiciones favorecen el peso fetal y este, a su vez, se convierte en un
factor que, en algún momento, puede condicionar la vía del parto o el uso de algún tipo de
instrumento.
Para concluir, la participación de la futura madre y de su pareja en todas las fases del ciclo
reproductivo beneficia, no solo a ellos mismos, por ser las personas que reciben los
cuidados y la educación, sino también al bebe en camino. Una mujer preocupada y con
buenos conocimientos sigue un régimen más saludable durante su embarazo. La mujer bien
preparada y el compañero que desea participar pueden adaptarse en forma positiva a las
tensiones del trabajo del parto, al enriquecer su relación y favorecer su maduración
psicológica.
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