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Introcucción A La Arquitectura Civil en Italia

Este documento resume la arquitectura civil en Italia entre los siglos XIII y XV. Durante este período, Italia estuvo fragmentada en numerosas ciudades-estado debido a las luchas entre el papado y el Sacro Imperio Romano Germánico. Dos tipos arquitectónicos importantes fueron el palacio y el hospital. Los palacios evolucionaron de formas fortificadas a estilos más abiertos y ordenados, siguiendo modelos como el Palazzo Pubblico de Siena. Las ciudades competían por patrocin

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Introcucción A La Arquitectura Civil en Italia

Este documento resume la arquitectura civil en Italia entre los siglos XIII y XV. Durante este período, Italia estuvo fragmentada en numerosas ciudades-estado debido a las luchas entre el papado y el Sacro Imperio Romano Germánico. Dos tipos arquitectónicos importantes fueron el palacio y el hospital. Los palacios evolucionaron de formas fortificadas a estilos más abiertos y ordenados, siguiendo modelos como el Palazzo Pubblico de Siena. Las ciudades competían por patrocin

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INTRODUCCIÓN HISTÓRICA

- En este primer apartado voy a tratar, brevemente el margen histórico y social de la


Italia de los siglos XIII, XIV y XV, parte que será común para el trabajo de mis
compañeras.

En general se tratará de un período muy convulso en la península con frecuentes luchas


entre el poder papal y el poder imperial del Sacro Imperio Romano-Germánico; que se
enfrentarán constantemente por el poder y el control de la península. Por otra parte, la
dinastía Anjou francesa, marcadamente procatólica, actuará a favor del papado en estas
guerras. El resultado será la fragmentación de Italia en numerosos territorios gobernados
por repúblicas (comunni) o por gobernantes nobiliarios (signoria), y que consistían en
pequeñas ciudades-estado independientes unas de otras. Los sistemas de gobierno solían
sucederse debido a la inestabilidad propia de las ciudades y a la incapacidad de ningún
gran poder de imponerse por estar luchando entre ellos. Cabe destacar la república de
Florencia, que en realidad enmascara el gobierno de la familia Médici; y la evolución
del ducado de Milán, que obtuvo ese reconocimiento al aliarse con el emperador
germánico.

Algunas de estas ciudades-estados desarrollaron una importante actividad comercial a lo


largo del Mediterráneo o más allá a través de la ruta de la seda, lo cual les generó
importantes riquezas. Se convirtieron en importantes ejes comerciales al ser el centro de
paso de las rutas fluviales del centro y norte de Europa hacia el mar Mediterráneo. Es el
caso de repúblicas como la de Venecia o Génova, que consiguieron importantes
imperios comerciales. Esta revolución social y económica va a ser clave en el desarrollo
artístico del momento ya que las ciudades también va a competir por tener los mayores
signos de las manifestaciones artísticas y no escatimaran los recursos obtenidos con este
comercio en mostrarse como benefactoras de las artes. Particularmente importante va a
ser en el caso del desarrollo de la arquitectura civil de la época, sin duda la más
importante de toda Europa ya que el resto de las naciones se preocupaba mucho mas por
la arquitectura religiosa; el ansia por obtener reliquias y hacerles templos dignos
también será mayor en Europa que en Italia, por tanto también su mercado será una
importante fuente de ingresos para estas ciudades que tenían mucho contacto con
oriente. Resumiendo, la importancia de desmarcarse de la amplia competencia de
ciudades estado va a propiciar muchas más obras arquitectónicas civiles que religiosas;
un importante edificio religioso se realizará en Italia únicamente por necesidad de una
orden monástica o por sacralizar un determinado momento o acontecimiento, no existirá
la fiebre occidental por el culto relicario, al menos al mismo nivel que en el resto de
Europa.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUITECTURA CIVIL ITALIANA DE


LOS SIGLOS XIII AL XV.

- De entre la amplia producción arquitectónica civil dada en la península itálica durante


la Baja Edad Media, me voy a centrar en la evolución de dos tipologías especialmente
significativas: el palacio y el hospital. Las desarrollaré en función de su período
cronológico; y dejando de lado, por tiempo y extensión, otras como los castillos o la
casa de familia acomoda (esta última será muy similar a la estructura de palacio).

ARQUITECTURA PALATINA.

I PERÍODO: 1200-1300; SIGLO XIII.

- En este primer período encontramos una continuidad con las formas anteriores, la
arquitectura bajomedieval italiana va a estar caracterizada, en general, por un proceso
gradual de transición de las formas románicas a las góticas; esta transición ordenada
constituirá un símbolo de estabilidad y orden en el complicado mundo italiano. Sin
embargo, los edificios no van a ser un mero reflejo del crecimiento físico y económico,
así como de la independencia y ambición de las ciudades; sino que van a ser también, la
personificación de la complejidad de la administración y un reflejo de la preocupación
por ordenar el caos de la sociedad. Teniendo en cuenta que ese mundo a ordenar es muy
religioso, no parece rara la coexistencia de edificios civiles y centros religiosos en la
misma plaza pública.

En la ciudad de Orvieto, en el centro de la península, encontramos un primer cambio


respecto al Románico. Se trata del Palazzo del Capitano (la figura del “Capitano del
Popolo” nace en este momento y se difundirá por Italia como institución que representa
a la burguesía y los gremios), en el palacio se rememoran las formas de fortaleza pero
con dos novedades importantes: la simplificación de la cubierta interna que consiste en
cuatro arcos apuntados que sostienen una cubierta a dos aguas (motivo que se repetirá
en la arquitectura italiana), y la apertura de la fortificación a partir de una asimétrica
balconada y una escalera en dos direcciones diagonales (en lugar de ubicarla en el
interior de la fortaleza). Este esquema los veremos repetido en otros palacios como el de
los Papas en la cercana ciudad de Viterbo. Esta tendencia a la desfortificación se
acentuará en el Palazzo Comunale de Piacenza, con la incorporación de una enorme
arcada de gran profundidad en la logia inferior.

Tenemos en este período otra tipología que responde mucho más al prototipo de
fortaleza y que es muy característico de la ciudad de Florencia, que seguía mucho mas
apegada a las tradiciones feudales de la Alta Edad Media y era un constante hervidero
de revueltas entre la burguesía pujante y la nobleza feudal que se resistía a abandonar su
puesto privilegiado; por ello las construcciones palatinas tendían a mostrarse mucho
mas fortificadas. El Bargello Florentino ejemplifica muy bien esta tipología con su
aspecto de castillo pero al que se le colocan unos vanos geminados y unas hileras en
voladizos de estilo Gótico. Interiormente está dividido en grandes salas que,
prácticamente, ocupan una planta completa y las que se añaden una serie de
antecámaras de menores proporciones. Tenderán a desarrollarse verticalmente y
también de forma horizontal en torno a patios.

A medio camino entre estas dos tipologías, encontramos una tercera que nos introducirá
la escalera de acceso externa y la arcada de la logia inferior muy abierta y profunda,
pero que al mismo tiempo mantendrá el aspecto de edificio fortificado en su exterior.
Así mismo, comenzarán a introducir multitud de elementos decorativos propios del
estilo gótico. Como ejemplos contamos con el Palazzo Lamba-Doria en Génova o el
Palazzo dei Priori de Perugia.

II PERÍODO: 1300-1350, PRIMERA MITAD SIGLO XIV.

- En esta primera mitad, que precede al gran y negativo acontecimiento que asoló el
territorio europeo, La Peste Negra; se apreció por primera vez desde la antigüedad
clásica, el deseo de convertir el conjunto de la ciudad en algo bello. Ya no es
importante, de manera única, que la ciudad sea fuerte, también debe responder a una
determinada organización visual y a unos incipientes criterios de urbanismo.

Este criterio de urbanismo lo encontramos encarnado por la ciudad de Siena en la


realización del Palazzo Pubblico en el recinto del Campo o plaza principal. En esta
construcción, se impuso una orden para que todas las viviendas edificadas en torno a ese
Campo tuvieran sus ventanas al modo de las del palacio para mantener la unidad visual
del conjunto; es decir, estaba planificado un centro urbano en torno al edificio de
gobierno. Edificio cuya sección central en forma de cuadrado muestra esa búsqueda de
belleza en sus formas cuadradas, manteniendo la logia en la planta baja y a modo de
combinación de los dos modelos anteriores de palacio. Posee dos alas simétricas a
ambos lados de menor altura (el tercer piso de las alas es añadido en el siglo XVII). Se
trata de una fachada unificada y con un criterio de orden (se impondrá posteriormente y
sentará bases incluso para el Renacimiento). La nueva prisión y el nuevo salón del Gran
Consejo, se construyeron siguiendo esta planificación, así como la Torre Della Mangia.
El contraste de alturas entre la torre y el cuerpo del palacio era un rasgo habitual de la
tipología en la época y, a su vez, era un reflejo de la época previa ya superada de las
construcciones fortificadas símbolo de las constantes luchas por el poder. El interior
refleja las impresionantes dimensiones externas y pone de manifiesto una idea, y es que
el edificio no se terminaba hasta que, como ocurre con una iglesia, sus paredes no
quedan repletas de frescos (como demuestran las pinturas de Simone Martini, Ambrogio
Lorenzetti, Spinello Aretino y Taddeo di Bartoldo).

A partir de este conjunto hemos visto algunas de las características cambiantes de la


arquitectura en este período, como puede ser, la planificación urbanística de una obra en
conjunto o la tradición anterior como símbolo de poder pero en un nuevo contexto sin
preocupación excesiva por la defensa. Ahora bien, no podemos extrapolar esta
modernización y apertura progresivas de los edificios a todo el conjunto italiano. En
Florencia, la situación no es tan estable como en otras ciudades y las luchas entre
facciones son constantes. Estos motivos son los que explican la sensación externa de
fortaleza y el conservadurismo de la construcción más importante de este lugar en este
momento: Palazzo Vecchio. De planta irregular, la historiografía nos dice que es debido
a que no se querían ocupar los terrenos del anterior palacio de la facción contraria,
contrariamente al gusto defensivo y austero presenta un suave almohadillado en el
exterior y unas elegantes proporciones. En la parte alta, cuenta con un enérgico voladizo
para la fortificación de las almenas. La regularidad en la fachada solo se establece con la
sucesión de arcos en esa zona alta y con la sucesión regular de vanos germinados en las
tres plantes bien diferenciadas; solución que además será clave en el desarrollo
posterior. Un elemento verdaderamente novedoso es la inclusión de la torre asentada
sobre el voladizo directamente; el secreto plástico de la construcción no esta aquí
únicamente sino que también radica en la proporción entre la torre y el edificio. La
realización de este palacio y la situación de peligro constante en Florencia llevó a la
conclusión de un tercer recinto amurallado en la ciudad que por una parte defendiera de
los peligros externos y por otra, sintonizara de alguna manera con el aspecto de esta
construcción y la relación de palacios “menores”, que se realizaron siguiendo esta forma
en la ciudad. Palacios privados o edificios públicos menores que solo se diferenciaban
del Vecchio por su tamaño y función, porque tipológicamente eran muy similares.

En la región de Umbría tenemos un nuevo ejemplo de integración total de un plan


urbanístico, que además cuenta con la curiosidad de tener una serie de elementos
propios de la arquitectura de Orvieto que hace que la historiografía denomine al
arquitecto como “maestro de Orvieto”. Estos rasgos pueden verse en el edificio
principal, el Palazzo dei Consoli como en la cornisa que corona y une entre si las
ventanas superiores, pero también son algunos de los rasgos principales del edificio
como el primer piso ocupado por una única estancia en bóveda de cañón y que descansa
sobre bóvedas de cañón transversales. Este palacio no se encontraba solo sino que,
como hemos visto en otras ciudades y como rasgo del período, formaba parte de una
estructura urbanística compleja con una plaza, la Piazza della Signoria y otro palacio, el
Palazzo del Pretorio. El conjunto, situado sobre la ladera de una colina, se trata de una
vasta obra de ingeniería digna de la antigüedad romana. Una de las cosas más llamativas
del conjunto, y que es un rasgo de la progresiva apertura del palacio al exterior, es la
majestuosa escalera de acceso al palacio. Se trata de una estructura ortogonal al palacio
y sustentada por dos arcos rebajados que se cruzan, parte de una estructura semicircular
y asciende hasta el balcón rectangular de la entrada, con la virtud de que deja acceso a
las estancias inferiores.

III PERÍODO: 1350-1450, SEGUNDA MITAD SIGLO XIV Y PRIMERA DEL


XV.

- El final del siglo XIV y el comienzo del XV, estuvo marcado, arquitectónicamente
hablando, por la finalización de proyectos previos; por un lado por la cantidad de
proyectos importantes que se habían comenzado en el siglo anterior, y por otro por las
nefastas consecuencias que tuvo la peste negra para la población, y por tanto para la
riqueza entre 1347 y 1353. Esta epidemia, también tuvo consecuencias en las esferas
políticas ya que en el norte de Italia se volvió a regímenes autoritarios dentro de las
ciudades-estado. Esto provocó un nuevo auge de las construcciones fortificadas que
protegiesen de revueltas a la clase dominante.

Siguiendo el orden de ciudades, cabe destacar el cambio de relaciones entre las ciudades
de Florencia y Siena en la segunda mitad del siglo XIV. En Florencia destaca la
construcción de la Loggia della Signoria en el recinto de la plaza del mismo nombre.
Transmite una nueva sensación de grandiosidad sin pesadez de la estructura y contrasta
con la masa del Palazzo Vecchio ubicado en la misma plaza; cuenta con arcos de medio
punto mucho mayores y sólidos y amplios pilares para soportarlos, las bóvedas de
crucería se sitúan a mayor altura y los elementos decorativos horizontales en la parte
superior se reducen para contribuir a la sensación de levedad. Por el contrario, la línea
de imposta bajo la cubierta se mantiene como reminiscencia fortificada. En cierta
medida, anticipa formas propias del incipiente Renacimiento del silgo XV con la
presión de las fuerzas ejercidas en la arquitectura.

En esta época nacerá un nuevo tipo de construcción de palacios fortificados, hacia


finales del siglo XIV, que serán muy populares en toda Italia. Consisten en un bloque
simétrico, compacto, construido en torno a un patio rectangular y reforzado con cuatro
torres en las esquinas. Se trata de construcciones al margen de la ciudad que aúnan el
componente palaciego y el militar; son auténticos castillos. Si se levantaban en zonas
llamas se defendían con un foso; mientras que si se hacían en zonas de montaña la
protección venía determinada por una subida en colina.

Durante este período, poco más podemos señalar sobre las construcciones palatinas
salvo el gran Palazzo Ducale de Venecia, que comentaremos más adelante y que supone
una gran síntesis de la arquitectura palatina en este momento.

PALACIO DUCAL DE VENECIA

- La ciudad de Venecia se constituirá en el foco de desarrollo más importante del


denominado estilo Gótico Flamígero en toda Italia; con la particularidad de elementos
de origen oriental (debidos al próspero comercio de la ciudad) y sobre todo bizantinos
tras la toma de la ciudad de Constantinopla por parte de los cruzados. Esta arquitectura
lujosa y luminosa va a tener a dos familias de artistas venecianos como máximos
exponentes: los hermanos Dalle Masegne, durante los siglos XIV y XV; y los hermanos
Bartolomeo y Giovanni Bon, durante el siglo XV. (del libro de Ramírez historia del arte
2).

En la arquitectura civil es donde los artistas venecianos tendrán mayor desarrollo, la


casa veneciana de acaudalados será una vivienda que se abrirá al exterior mediante
pórticos y logias; con ejemplos como La Ca d´Oro. Consiste en un doble piso de
galerías, construida para Marco de Amadeo por los hermanos Bon.

Sin embargo, el mayor edificio civil de Venecia de este período será el Palacio Ducal,
situado en la plaza de San Marcos. Se trata de una construcción erigida inicialmente
entre los siglos X y XI sobre un núcleo fortificado y con torres en las esquinas. Entre los
siglos XII-XII se llevó a cabo la primera reconstrucción en un estilo mucho más
elegante y perdiendo el aspecto de fortaleza.

La fachada que da al mar se reconstruye en 1404 por los hermanos Dalle Masegne;
mientras que la fachada que da a la basílica de San Marcos se reforma entre 1424 y
1442 por los hermanos Bon. La “parte interior”, entre el “ponte della paglia” y el canal,
corresponde a la reconstrucción tras el gran incendio de 1483. Estructuralmente
responde a la tipología de casa veneciana con el pórtico inferior y una logia superior, en
piso noble, para el comercio. La novedad responde a la magistral inversión de las masas
que coloca sobre dos niveles muy vacíos, con grandes arcadas; una estructura muy
maciza únicamente abierta por ventanas. En realidad, y como dice John White, “la
fábrica exterior constituye una suerte de símbolo visible de las realidades estructurales
que subyacen en el fondo de la aparente solidez de la ciudad”. Esta manera de construir
pesadas estructuras, con ventanas de tamaño inferior sobre logias que dejan “hueco” en
el nivel del suelo, es un elemento característico de multitud de edificios de la ciudad con
el sentido de “hacer levitar” visualmente el edificio sobre el entramado de canales. Lo
que no cuenta con precedentes es la sutileza con la que se elabora en esta construcción,
sobre todo teniendo en cuenta las descomunales proporciones del edificio. Advertimos
un contraste entre las partes inferiores huecas (que simulan un encaje) y la solidez y
continuidad de la superior, con una serie de vanos de mayor tamaño; este contraste es de
nuevo el que nos hace tener la sensación de que el edificio “flota”. Por otra parte, la
sensación de pesadez del cuerpo superior es aliviada, en parte, por la decoración del
muro con líneas diagonales que dan mayor sensación de levedad. Pero sobre todo, el
hecho de que notemos esa zona como algo que levita tiene su máximo “culpable” en la
forma de las ventanas superiores, de gran tamaño y repitiendo las formas de la arcada de
la logia inferior pero retranqueando la posición; de esta manera, al no estar alineadas,
producen esa sensación de levedad del piso superior.

EVOLUCIÓN DE LA ARQUITECTURA HOSPITALARIA.

CONCEPTO DE HOSPITAL.

- El concepto de hospital, tal como hoy lo conocemos, es el resultado de un proceso de


experimentación a lo largo de la historia. La propia evolución del concepto es la que
marca la evolución de la arquitectura hospitalaria. El concepto siempre ha avanzado de
manera ligada al binomio enfermedad-pobreza, que desembocarían en los términos
actuales de “hospital” y “hospicio”.

Los términos “hospital”, “hospicio”, “hostería” y “hotel” derivan de la misma raíz latina
que es “hospes” (huésped); además, todos estos términos representan la diversidad de
funciones que tenía el hospital medieval (que es lo que vamos a estudiar en nuestro
caso). La evolución fue, una vez más, consecuencia de esta pluralidad de términos; así,
al concebirse como un albergue y ver en el, una casa de Dios para la protección de
quiénes buscaban auxilio, se destinó un edificio modesto en comienzo; en realidad en el
ámbito monacal el término utilizado era el de “enfermería”, y que está más vinculado al
concepto actual. En los inicios de la arquitectura hospitalaria medieval tenemos las
tipologías de basílica y claustro de convento (destacando el plano de Saint-Gall). Ese
fan medieval de brindar al enfermo la ayuda espiritual es el que provocó buscar la
mayor comunicación entre la cama y el altar; primando hasta el siglo XIX resolver este
problema frente a otros de tipo higiénico, médico, social… Esta práctica, unida a la
influencia de elementos palaciegos, domésticos, carcelarios…; es la que provoca la
dificultad de definir una tipología de hospital. Los conventos eran quiénes asumían las
labores de hospital en sus claustros o naves de las iglesias, a menudo, con agregados de
otras tipologías y las novedades propias que necesitaba el avance de la medicina.
EVOLUCIÓN TIPOLÓGICA:

- Durante la Tardía Antigüedad y la Alta Edad Media, el hospital compartía casi


completamente la tipología de monasterio: se ubicaba cerca, pero fuera de la ciudad;
tenía una iglesia como centro; vivían de la caridad de la sociedad; las habitaciones se
colocaban como las celdas de los monjes, alrededor de la iglesia y los muros cerraban el
conjunto como un “microcosmos”. Toda esta tipología se ordenó, ya en la Alta Edad
Media, a raíz del ordenamiento monacal tras el monasterio de Saint-Gall.

Pasando a los siglos de la Baja Edad Media, en concreto al XII, XIV y XV, que nos
ocupan y en el territorio italiano; vemos como el proceso de evolución se detiene y pasa
a ser un mero conjunto de soluciones para acoplar el edificio hospitalario a una iglesia
según el concepto religioso que se servía de la “intervención divina para ayudar al
enfermo” (cita de la revista). La orden cisterciense ubicó edificios separados para la
enfermería y el albergue, ya diferenció entre ambos, y colocó la enfermería detrás de la
clausura en el este, y el albergue delante de ella en occidente. Se recurrió a amplias salas
rectangulares similares al dormitorio de los monjes. Esta tipología de una nave junto
con la de tres naves separadas en nueve tramos cubiertos a la misma altura, fueron las
dominantes en los posteriores siglos XII, XIV y XV. Cabe destacar una particularidad
común a la construcción de hospitales, debido a que el sistema de curación principal era
la expulsión del mal, ya sea con sustancias purgantes o con sangrías, se dio gran
importancia a las estructuras de canalización y evacuación. Al modo de lo que vemos en
el plano de Saint-Gall, se disponían instalaciones para tal uso en la planta baja.

Existió una tipología muy abundante en época de cruzadas, pero que fue desapareciendo
paulatinamente, la de las Leproserías. Eran pequeñas construcciones apartadas del
campo, pero no de los caminos para poder recibir limosna. Consistían en pequeños
conventos a modo de microclima aislado de la comunidad y en la que los enfermos
ocupaban habitaciones individuales.

En el cambio del siglo XIII al XIV, se produjo un traspaso de la administración del


hospital, que fue pasando a manos de las instituciones civiles. En esta exploran nuevas
soluciones para la anexión de la capilla al hospital como la longitudinal (de forma
paralela a las salas de enfermos), o transversal a las salas. Con el siglo XIV comenzado,
va a perder importancia la creación de un hospital junto a una capilla y por tanto la
ornamentación pasará a tener temas más profanos de tipo palaciego. También en este
siglo se insertaron dentro del recinto amurallado de las ciudades.

La construcción hospitalaria más importante que conservamos en Italia de esta época es


el Ospedale di Santa Maria della Scala en Siena, del siglo XIII. Esta construcción
presenta una gran sala destinada a pobres y peregrinos que se encuentra íntimamente
comunicada con la iglesia. Se trata de una construcción a tres alturas con grandes salas
rectangulares cubiertas con bóveda. La fachada, que da a la plaza y permite visualizar la
catedral, refleja la estructura interna de tres alturas y recuerda a las fachadas palaciegas
cerradas, sin logia inferior abierta, con vanos geminados de arcos apuntados y un friso
de arquillos ciegos en el remate superior.

En el hospital de Santa Maria Nuova en Florencia (1334), se desarrolló una nueva


tipología para dar solución al problema de la anexión de la capilla. Se desarrollaron
cuatro salas para enfermos, dispuestas a modo de cruz alrededor de la capilla; de tal
forma se veía la misma desde todas ellas. En la actualidad el edificio corresponde al
proyecto renacentista. Otros ejemplos de hospitales italianos de la época serían Génova
en 1420, Mantua en 1450 o Milán en 1457.

Para finalizar, comentar que el desarrollo del hospital con una tipología secularizada
sufrió un gran auge en el renacimiento, pero ya comenzó durante la Baja Edad Media.
Los primeros hospitales renacentistas seguían aún los modelos más populares del siglo
XIV, pero con la incorporación del nuevo lenguaje. El Hospital de los Inocentes de
Brunelleschi en Florencia (1419), incorpora el nuevo lenguaje, pero la tipología es la
misma de distribuir salas de enfermos alrededor de un claustro.

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