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Pasolini Ponencia Sobre El Discurso Indirecto Libre

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Ponencia sobre el Discurso Indirecto Libre Estoy un poco retrasadlo con la recensién de un fibre publi- » por Sansoni el ario pasado (Giulio Herceg, Flestilonerecto italiana): por lo tanto no se trata de una reset, sino de junto de apuntes y encursus —del tipo que se hacen en los. nes de los libros (de al clertas contracliceianes). La primera nota se ulbica —na sin cierto agragado de que tendrdn un insistente desarrollo— al margen de 0s sobre ef uso, en ef indirecto libre, de aquella los infinitivos* que Alf Lombard lama “infinitives 0 “infintives histérieos” El ejemplo, alazar, ests de L. Da Ponte: Noche y:dia trabajar para quien no sabe agradecer; iluviay viento soportar, comer mal y mal dormir. ‘Quiero:ser un Y¥ ino quiero rs servic” Esta forma gramatical que sirve para hablar a través del te —y suftiry aceptar, porlo tanto, el cambio psicolégh- aciolégico—, ha sido la que me ha producido la primera ‘que en! libro de un especialista Universitario, a duras encontrado Ins razones reales de un uso grama- Leporeo", que hemos traducida, con la que se inci la armors Mazert Dan Gir (1787), coro Norte es del escrito lallano Fame (1749-1838), autor también de los Uoretos de las céle~ smozartianas: Le nazze dl gore {V786)y Cos! fon tute 1790) y rantes Merri (1807, an verin aefntiva en 1830). (NT) al menos otras dos funciones. Llamémoslas “Epica” a una, @ “incoativa” a la otra. Si escuchamos bien, en el sonido de esa categoria Infinitiva hay un sentido muy especial de normatividad: espe- ‘ial en cuanto no presupone un destinatario, sino un coro de ‘destinatarios. Una eoraliiad, en suma, de escucha y de reco- ‘nocimiento de las experiencias desde la cual ha nacido la de- ducelén de la norma. Ms adn, a coralidad es tal, que asume laméxima relevancla, en perjuiclo de la experlencia testimo- iad. Es decir, la experiencia que dicta las normas es signifi- cativa s6lo en cuanto es coral, compartida por toda una cate- {goria de personas (se me estaba por escapar la expresién *por una clase social”). Si'con un fin normativo retina tos infinitivas no actiio de lun mado estilfsticameente diverso quelos autores de los textos de arte culinaria (“Tomar dos huevos...” las reglas que ent mero tienen un cardcter tradicional absolutoy, de algdn modo, institucionalizado de hecho. Es decir, implica una experiencia Popular, que es tipica de todas las normativas de los prover- bios ode los cantos de oficios, y que puede alcanzar una cierta forma de carécter épico, ‘Yasitambién el infinitive como “incoativo", es decir, como deseripcién de acciones tepetidas —siempre con una normatividad aludidta con la absoluta certeza de ser compren- didos, de suscitar sentimientos simpatéticos en otras personas que no sélo han vivido experiencias similares, sino que no tienen ni siquiera la posibilidad de pensar, por sf mismas, ex- erienias diversas. Estos versos citados de Da Ponte, se dir- gen, ebteniendo comprensién absoluta, casi come sifuera un ato inmutable, preeminente y fatal de la vida, a una catego- ‘fa de personas que hacen de su propia experiencia de hurl. des, desiervos (trabajar, soportar, comer mal y dormir mal), ‘una especie de sentimiento filos6fico de la realidad. También ‘en ésta funci6n incoativa suya —que expresa acciones realiza das, a realizarse, realizadas por todos, realizadas a través de {os siglos, pasados yfuturos, de hacedores que son siempre los ‘mismos, ¥ que se identifican ¢asi con los “hombres’— hay un profundo sentido de caracter coraly épico, La categoria del infinitivo en el indlirecto libre implica, de modos, un carfcter épico, humilde y, dita, indicat: no por tanto, slo un simple *revivir® eldiscucso de un piante como personaje particular, civilmente y, sobre toda, cialmente individualizado, sino de un hablante tipico, re- ue de toda una categorfa de hablantes: por consi= de un ambiente, incluso de un pueblo... La simpatla autor al “revivic” gramaticalmente su discurso no se dirige, a, sinoa todas aquellos como I, a su rundo. ‘También sobre el uso. del pretérito indefinide, Herczeg poco brillante. Es cierto, quizés, que ese us0 es cuente, con respecto a los otras tiempos (por ejemplo, [re=pectoal imperfecto, que es ol liempe prinelpal del dis x30 revivido). Sin embargo, es necesario tener presente fo ‘que existen libros que Son en su totalidad discursos os libres, Es decir, el frecuentisimo uso del imperfecto Un escritor-narrante que en cierto momento, por una rnecesidad de intercomunicacién con su personaje oimenos misteriosa necesidad de expresiviad, crea la estiltica necesaria para convertirse en narrador a avés de su personaje, Sobre toda en las representaciones sasado, y en las consideraciones amargas 0 felices sobre anes presentes:lronronear del pensar meditativo, ja, del lanento, de la recriminacién, ete. Peroexisten casos, repito, en los que el escritor renuncia principio a ser un escritor-narrador, y se sumerge yente en su personaje narrando todo a través de bdicacién es una técnica: par lo tanto, en si misma, inte, En efecto, un escritor puede usar esa operaciGn dos razones completamente opuestas: 0) para volver objetivo —asumiendo come narrador un perso= que no es el autor mismo— lo que él quiere decir: por su visién particular del mundo (Grass con el enano, \¢on Anteo Cracioni), b) para tratar de volver realmen- la narracién de un mundo objetivamente (Idase: camente) distinto de aquél del autor (como el que ‘con respecto a Tommaso Puzzili: iy Verga con los Malavogiial’®), En los-casos en que libros enteros son disc ‘sos indirectos libres, el pretérito indefinido se inserta inevi ‘blemente enel sistema lingUisthco del personaje adoptada: -narrador indirecto. Naturalmente Herczeg ha recopilado sus literatura naturalista-roméntica (y no podia hacer mucho -en ltalia), Pero me parece clara la funci6n tedricamente -damental del pretérito indefinido, en cuanto implica todo: libro concebida como revivide. ¥, por lo tanto, Ia defi ideologizaclin que deriva de ello —en el caso de que se de otra experiencia vital (clasista). Todos los pretéritos nidos de Verga son “épicos": son tiempos de un discurso ‘vido colectivamente en todos sus personajes, la "condi -estilistica" para tal diecurso se dilata hasta abarcar todo el bro. Esa operacién llegabs hasta Verga como una ilusién natu talista todavia no separada de las regresiones roménticas ios hablantes, del mito roméntico del pueblo: pero era -que habia algo que presidia esas dos operaciones perten -clentes a Ia ideologfa itearia, alas corrientes de pensamiento -estético. Yo diria, no con mucha originalidad, que se trataba dnconscientemente en el caso de Verga) de la presencia dela ‘vision elasista de la historia de Marx. "Un hallazgo precioso de Giinther es la referencia, Asiosto”, como fuente notable de riqueza del indirect Ghinther afirma que habria encontrado alrededor de: ejemplos en el Orlando furioso. Mis alin, es comdn que’ presente pensamientos y manifestaciones orales de sus pers Tommaso Puzzilli: Personaje principal de la novela pasoliniana Una itera (1859). | Motto (1481 rer de una seri Grcorple) rele. se lar vr (oe Vinyl error ara Tans Grane Vege (101922) OT) ""tudorco hieno (1474-589: gran poeta eacertta tana fa fs poor cabaerescn en cuenta sls cartos Cron iroso (5 1532), matey de er Cavan, ftias ttn son auras stales yn Sa 8) on el estilo indirecto libre, conwirtiéndose ast en el pri- ppresentante modemo de esta construcci6n; y prece- fo en un siglo y medio a La Fontaine, considerado hasta ‘también por Lerch, Bally, Spitzer y otras, el precursor del indirecto libre." (Tal indirecto libre pués durante algunos siglos, y reapareceré s6lo con “més para expresar los pensamientos que las pala- os otros": es decir, cteando la tradicién italiana del libee naturalista.roméntico, marcadamente nominal en imperfecto y en el presente. En atras palabras, revivida del discurso de un persanale atro psicol6- no-socialmente —dado que en Italia la diversidad ca fatalmente una diversidad de palabras.) {mo es que existe en Ariosto esta curiosa presencia caso indirecto libre? Curiasa también por ser limitada, el discurso indirecto libre es uno de esos fenéme- presencia-es, para un diagnéstico, el indicia de una. que no puede presentarse séto en algunos casos I- ‘que impregna desde lo profundo toda la obra. O ‘no existe. Que exista en la obra de Ariosto, és un 0 tan histéricamente significative e impanente, que no de limtar a constatarlo como una curiosidad 0 como ‘con respecto aL Fontaine. Se ve que ha habido un -en la sociedad Italiana con determinadas caracte- después se han repetido de un modo més vasta y Francia, un siglo y medio después, etc. dad que cada vez que se presenta ol discurso indi. implica una conciencia socioligica, clara o no, del ‘cul me parece la caracterfstica fundamental y cons- discurso indirecto libre. x obea de Ariosta, la cuestién se oculta dentro de los os intérnos de su mismo lenguaje. Lenguaje cuya tiva.con cursus no comprometidosy su léxico pro- ironizan sobre mito medieval, vienen a constituir, sublime de fa épica, una alternativa de lengua n§s.que humiide). La coexistencia no es de tones: no tone tragico junto aun tono cémico. Pero la tragicidad cldad se han mezclado: la sintesiso las antitess jue- ‘gan en la profundidad del lenguaje, Solo un ansilisis apa nado puede establecer su presencia, por deducciones lingisticas, etc. En realidad la lengua de Ariosto.es Jos matices no tienen solucién de continuidad, y forman continuidad misteriasa entre la lengua feudal y la lengual ‘guesa, entre Ia lengua de tas armas y ta lengua del ¥ de los bancos. En esta “emanaciGn” que es la lengua Ariosto, toda conciencia es inmanente: no hay somibra de! cendencia, no hay posibilidad de reflexién. Pero se ve claramente que en la mente de Ariosto estaba presente la idea de un tipo humano socialmente definido; que era, por otra parte, él misma: empleado, administrador, dueho de una pequeria casa, et. Por fo tanty, en el acto mismo en que Avioste realica su rebsjamiente linguistics, y acerea, rebajéndola, la lengua la poestaa la lengua de la prosa, realiza un primer acto. fico de esa operacidn que es la mimesis lingiiistica vivida. El reconduce a su propio nivel de burgués irénico y escéptico, ‘con un horizonte econémico y vital ms bien limitado (disfra- zado por los conocidos pretextos clasicstas), la lengua de la caballeria idealizada a la lengua de la poesia: desacraliza a ‘través de la caballer‘a la poesia misma; comienza aquella lar- ga obra de erasién del humanismo que terminard, en nues- tros dias, con la degeneracién del pragmatismo, del qualunquismo, etc, Ef discurso que Arfosto revive es el de si mismo Como burgués, Los sesenta ejemplos recopillades por Gunther son sesenta casos reconocibles. Pero en realidad no hay solue ign de continuidad lingbisties entre ellos y el resto del pos ma: son dridamente gramaticales en sf mismos, no hay una perturbacién expresiva particular. En sfntesl, son fest cas! feas ue sefialan una presencia; la de la posibilidad del discurso: indirecto libre y de la ideologia conseiente o no que el mismo implica, Ariosto no ha distinguido a los personajes burgueses unas de otros, con caracteristicas psicolégicas y sociales parti- ulares, El “burgués” en su poema era uno y simbélico: en sustancia, repito, él mismo en cuanto burgués; y la instancia de la burguesia en los diversos personajes era ideal. El juego se establece entre el lenguaje elevado y el lenguale medio: un. infinito, donde la conciencia sociolégica no es més que ombra, poderosa, que oscurece el resto y da relieve a el maravilloso juego de la rons eriastesca, i embargo, yo quitarla a Aristo la primacia que ef, secundads por nuestro estudiosa, le atribuye, En ‘esta presente, Y me limito al ejemplo de Dante para estamente as usarizas escolares. Tomemos dos ca- pprimeros que me vienen a la mente: uno de nivel ‘0 ¥ social selecto, el otro de nivel psicclégico y social Una de los bellsimos ensayos de Contini, ese sobre el je Francesca”, es luminador con respecto a lo que spende al nivel selecto: tado el lenguale usado por Dante rat fos hechos de Paolo y Francesca, incluso fuera del directo entre comillas, ets tamada de la historietas (espero que Contini no se ofenda porla deservol la analog). sin duda para nuestros ofdos esto suena semanticamente, pero la reconstrucclén continiana -dudas: Dante se ha valido de materiales lingusticos etna sociedad, de una élite: jergales, que por cierto 10 no usaba, ni su circulo social, ni-en cuanto poeta. El tanto, es mimético,y sino se treta de una verdade- pia mimesis gramaticalmente viva, es ciertamente © de emblematice discurse indirecto libre, del cual ta la condicién estilstica, no la gramatical, después comin. Esum discurso indirecto libre més bien lexical, la expresividad tipica del indirecto fibre ala expre- ada de [a homologacién del telido lingiifstico de arra con el de las personales: no como un medio téc- sino como Uno de los tantes mnedios-expresivos rales; de modo que no perturba el estado de fnimo do- ‘excelso y privade de ironia y de sentimentalismo. janco Contin “Dante come personaggio-paeia della Commedia”, ‘de 1957, despuse reproduce an la pubizadian Agorsdo etna, rane 1958 el mismo afo-en ol vclumen Sec varde ls "Libera sd Stava dalla Cita firantina”, Florencia, Ahora eno libro Unidea f Dante, 1970, Se refiera al Canto V del Inferno 3 fa dantesca. (NT) En el otro nivel, encontramas una jerga de la mala ©, de algiin modo, de periferia o de barrio de mala fama, 6 por cierto Dante, quien en su contexto tanto social cal ‘poética, usa palabrotas o al menos alocuciones vivaces (" trarle las higas”, “hacer del culo trompeta’, etc.): pera en acto en que Dante representa figuras del mundo equi ide pronto, sin *vivirlo”, él construye una especie de disc indirecto libre, lexical més que gramatical, y por lo tanto: alusive que presente y clamoroso: engarzéndala camo pre en el tejido linglistico dominante, que no admitiria ‘ip deintromisiones. Si alguna vez existié un libro escrito, primera persona, éstees, sin duda, el libro de Dante: un. -explicitamente ensayistico, abarcador de una visién del do institucional, la adhesién ata misena por parte del su participaci6n bajo la forma, dirfamios nosatras, ria, presenta el compromiso més sincere y total. La “ ia sociol6gica” interviene aquf también como en decir, antes que nada, en la relacién revolucionaria entre qua elevada y lengua hablada, entre el latin de la cl teokSgica y el florentino de la burguesia comunal. La lingiistica es el primer sintoma de una conciencia socials en efecto, la eleceién del mundo modem (la burguesla eo. ‘munal) contra el viejo mundo (clerical-universalista). La _mesis de los diversos posibies lenguajes de la lengua burg est totalmente prefigurada en esta primera seleccién: 1a diferencia de Ariosto, Dante tiene una clara conei las eategorfas sociales (la lengua de Francesca, la los estafadores): que es profundamente democratica, ascendencia probable de las experiencias corporativas, correspondiientes luchas sociales. Es imposible comprender clertas formas del dis directo libre en las Gitimas décadas, si no se tiene en ct que la fengua media (hablada dos o tres generaciones: por sdlo el § % de los italianos, y adaptada de una literaria a una burcerético-estatal, a través del uso-de una quesfa no revolucionaria y patronal mezquima) no ha mantener su “mediania”, y se ha bifurcado en das di una hacia arriba y la otra hacia abajo. Précticamente, st0 se produjo por una especie de retomno regresivo hacia su Y lar de lengua literaria, y por Io tanto, funda ent Seentahahe outiie han acta 'y, ef consecuencia, una lengua media que la expresara de laliteratura— come res communis omniurn, demo- Ro tenia razén de subsistr, salve con fines meramente as 0. come pretextoy, por lo tanto, ret6ricas, "La literatura, en. sumia, —desde la unidad nacional en sha sido siempre elusiva, buscando las propias razo- ‘en sf misma, ete, casi ignorance que, mientras tanto, la engua, que durante siglos haba sido solamente de- uso litera ‘estaba instrumentalizando y se convertia en la lengua lada de una nacién. De modo que ne hay sincronfa entre italiana” y la “lengua literara italiana” después de {:sélo después de la Resistencia se asiste a una tenta- ;imponente de reunificacién de las dos lenguas, “Mientras tanto, ia constitucional, inevitable fractura del lingOfstico, habla producido el esquema que men- ‘0 se haba extendido hacia arriba, o se habia exten- shacia absjo, dejando el centro, es decir, las 6s, casi del todo vacio, en un gréfiee hecho de puntas, ba o hacia abajo, de estalactitas En lo alto, las sistemas simbolistas, herméticos, resionistas; la dilatacién seméntica, el desarrollo (de fun= bal barroca) de la estructuraci6n subordinante del ita- iio, a través de “imitaciones” 0 "irontas™ (pienso en libre en italiana eran insatisfactorios, porque daban 3 axiomtico un nivel medio y normal de! italiano (habiad y 0), pore cual, por ejemplo, el autor de eleccién mimética habria pariide de ese nivel medio, all haba leva materiales dialectales, sublingUisticos, profundes, arcal- -c08. No es verdad. Casi siempre, porel contrario, ha ocurride -que el autor, que realizaba esta operacién de la "pesca en lo pprofundo y en fo bajo” dela lengua, erael mismo que realica- ba contemporsneamente Ia operacion exactamente antitética: 0.308, e1 trabajo de exasperacion expresiva superlinglistica, Por fo cual —para sus incursiones, sus mimesis, en los estratos bajos de la lengua, en la sublenguas dialectales 0 dialectalizantes, 0 habladas por categorias especiales peque- fies de la nacién— el autor no partie nunca de la linea media, sing de la linea alta: ya la linea alta volvia con su botin, ‘La contaminacién na se producia entre la lengua baja y fo lengua media, sno entre la lengua baja y-1o lengua alta. Ninguno de aquellos-que se han ocupado del discurso indirecto libre en italiano han tenido en cuenta esta forma preciosa de contaminacién, su funcién no sélo simplemente Vivificadora, sino expresiva en un nivel estilistico elevade. Existe, en suma, un tipo de discurso indirecto libre parti- cular de las Gitimas décadas de la literatura italiana en el cual la condicién estilistica no es creada a través de pretextos fur clonales (participacién psicolbgica sociol6gica en ef mundo Interior del personaje), sino por el gusto del estilo. Es esa pri- rmacia del estilo la que, reviviendo el habla de otro, hace que ‘el material recuperada de este mado asuma una funcién ex- presiva, ¥ sina para hacer explotar con mayor violencia la lengua media hacia lo ato: la incursién hacia abajo queda de este modo como un episadio, aunque dramatico e Irreversle bile, de una mas compleja fenomenologia operativa, No esta dicho que la “conciencia sociolégica” de la que he comenzado a hablar a propdsito de los sesenta discursos Indirectas libres de Ariosto implique simpatfa o, en tiempos més préximos, una ideologia marxista, o socialista, o quirds cfistiana-social. Para contradecir la idea de la “simpatia*, existe otra de las “condiciones estilisticas” necesarias que hacen activar el aparato gramatical del discurso indirecto libre: es decir, I ro nia. Pero una ironfa especial —no por cierto ésa de la que habla Spitzer como signo principal y dominante del-discurso tolibre (que se deberia definir ms bien como humour, ia afable y leve por plenitud de humanidad: que se mente al asumir literariamente el punto de par- il, el “tono” de la voz hablante, como hilo conductor blante, Esta es, por fo tanto, una posicién muy original n respecto a todas las otras pasiciones tradicionates en las acostumbra ponerse el autor con respectoa su personae: de sentidos amorosos que se concreta un intercambio de tervareslingiticos (obsérvese bien como diré en alguna nota mas adelante, no ef siempre aje el que presta su lengua al autor: jsino que a me- 5 al contrariol). En suma, es necesario incluir también 5 sentimientos que crean las condiciones estlsticas de la -ebliqua, un sentimiento de antipatia, Gadda es también se caso un arquetipo. A menudo é! imita asus persona- para expresar su antipatia hacia ellos. Si una vecina de eda fastidio con ruides o-vaces, é realiza una furibunda is, dominada no por un espiritu comprensive y attic (que sin embargo es el espiritu dominante de ta- cones), sino para resaltar desde adentro, sus ele- ntas odiasosy asociales, ‘Amenudo, este dlscursolindirecto libre excandaloso, de- a une “simpatia” lingUistica que es “antipatia” humana se manifesta en la polémica explicitamente politica: de ascendencia brechtiana 0 grosziana, por ejemplo ‘textos que, sin embargo, no mé parece hayan ascendido: las glorias literarias, al menos en fall Eneste punto de [a lectura delibro de Herczeg, es dec, -apropésito de Manzoni, ques! discurso indi- bre puede simplemente reproduc los pensamientos lel pesonaje, y no sus palabras, 0 sea, las palabras con las él expresa sus pensamientos —debo observar, nicamente, que Herczeg y los estucioses de estlstica que -con laexcepcion, en parte, de Spitzer, aceptan impli te para el discurso indirecto libre una fenomenologia contokigica,s decir, identficaciin u osmosis 0 en todo caso, la relacién de simpatla entre el autor y el personaje, como si sus ‘experiencias vitales fuesen fos mismas. Pero ene parece imposible afirenar que “revivir® Ios pen- -samientos, o “revivir el discurso particular que expresa esos ensamientos”, es. el mismo fenémeno, Un escritor puede revivir los pensamientos:y no las palabras que lo expresan, s6lo en un personaje que tenga al menos su misma educa- cién, su edad, surexperieneia histérica y cultural: en otras pa- labras, que pertenezea a'su mundo, Entonces suede un he- cho terrible: que-ese personaje estd unido al autor por el he- che sustancial de pertenecer a su ideologia, La cosa més odiosa e intolerable, incluso en el mas ino- Cente de los burgueses, es la de no saber reconacer otras ex- pperiencias vitales que la propia: y de llevar todas las otras ex pperlenclas vitaes a una sustancial analonta con la prapia, Es Una verdadera ofensa que él reallza haela los otros hombres ‘en condiciones sociales e histéricas diversas. Un escritor bur- gués, incluso noble o elevado, que no sepa reconocer las €3- Facteres extremos de la diversidad psicoldgica de un hombre con experiencias vitales distintas de ls suyas —y que mdsbhien, crea que se aduefia de ellas buscando sustanciakes analogias, casi como si ras experlencias diversas de las suya fueran in- concebibles—realiza un acto que es el primer paso hacia for- mas de defensa de privilegios e incluso de racismo. En ese sentido, él ya no es libre, sino que pertenece de un modo determinista a su clase: no hay soluci6n de continuidad entre & y¢ un comisario de policia 0 un verdugo de un campo de concentracién. En el caso de que un-cutor se veo obligade, para revivir fos pensamientos desu personaje, a revi sus palabras, quiere decir {que fas palabras cel autor y fs del personoje na son fas misrnas: el personaje vive, entonces, er otro mundo lingdlstic. 0 sea ps. coligioe, cultural histériee. Pertenece a otra clase social. ¥ ef ‘outer, entanees, conoce el mundo de aquella clase sacial sole través del personoje y de su lengua. Un acercamientade otro tipo sera sélo sociolbgicoo ciens tifice: un autor, conocerla, por lo tanto, de su personae, los os de la realidad, su realidad efectiva, préctica relativa ‘respecto al resto del mundo: pero no conoceria su real d real, inalienable e irrepetible en otras situaciones, ni si- Jandlagas. En suma, su experiencia vital, su sentimienta 088s, Entonces, en el caso de que el autor reviva en la pagina samientos puros y simples de su protagonista, ficdndolos de algtin modo, realiza, gramatical y jeamente un “monélogo interior". Pero, si junto @ los entos HO estan las palabras del personaje, hay dos bilidades: ¢ el autor adopta al personaje coma un pretex- cénica, convirtiéndolo en un s'rnisma objetivo y enton= mondlogo interior de este modo organizado es una -declarada y sincera “subjetiva", o el autor realiza una horren- mistificacién, atribuyendo 8 personajes distintas de él, su ismo nivel social © bien, incluso a personajes pertenecien- ‘otra clase social, su propia lengua © su propia moral. ¥ que ese autor ec naturakmente burgués, realiza‘asf, una te facciosa identificacién de todo el mundo conel o burgués, y su personaje no es mas que la concrecién su propio estado Ideolégico que hace impensable cualquier con la natural presuncién de su propia superioridad). ‘D’Annunzia no concibe mon élogos interiores salvo en onajes superiores; y en esto es honesto. Los escritores bur- post-dannunzianos encuentran vias de objetivacién — ivi ls pensamientos pero no las palabras— a través del intallsmo 0 del moralismo (es decir, a través de una menos inconciente hipacresia) Pirandello y Cicognani los escritores a los que casi exclusivamente cita su estudio como ejemplos tipicos del siglo XX italiano (aur- “en realidad san excéntricos: por otre parte, habia muy jus slegit, dado el predominio-en este periods historico primera persona que, a través de las maximas seleccio- ings se press en ec del re ;como sede de la interioridad; el predominlo, en suma, “de a “lengua de la poesia” incluso en textos en prosa). Pero, en los escritores del siglo XX mas avanzado, en Italia (con retraso, si se excluye al caso mitico de Verga), a fa homolga- ‘don de todo el mundo al mundo burgués realizada por el ‘escritor (que debe interpretarse como la otra cara de la homologia impuesta a las productos literarios por la sociedad burguesa) se agregaba, bien o-mal, la conciencia de clase. A ‘esa altura Pirandello @ Cicognani ya ne pueden ignorar, Iterarlamente, que les personajes que son sus portavaces —o ‘el abjeto de su nostalgia— pertenecen a la pequefa burque- sfa: por lo tanto, al *revivir” sus pensamientos, a través de la forma gramatical del discurso indirecto libre, deben adoptar sestisticamente una clerta cantidad de vivacidad expresiva, sdecitas de lenguaje hablado medio, ete. Pero todo esto no es ms que una coartada, para enmascarar la terrible funcionalidad subjetiva del personaje: escatarnente ideolégi= ca 0: pseudo-prablemética en Pirandello, nostélgica en ni. Por lo tanto, existe una solucién de continwidad entre “monélogo interior” y “discurso indirecto libre”, aunque coin- -cidan en gran parte especialmente después de que lavaga -canciencia sociol6gica se converte, en la segunda mitad del siglo XIX, en conciencia de las clases sociales. Ei "mendlogo interior", en el case limite, puede ser-es- -erte con la misma lengua del escriter atribuida a.un persona- Je(ylaoperacién es honesta y no mistificadora cuando el per- somaje es dectarado explicitamente como perteneciente a la -época, a la cultura, ala clase social del autor): y puede pres -cindir de todo naturalisino, acercéndase a menudo a la “len- -gua de la poesia", casi como si fuese una poesia entretejida, ‘como un tapiz persa, en una zona donde el alma del autor y el alma del personae se funden. En cambio, siempre en el limite, el “discurso indirecto libre” s6lo puede ser escrito en una lengua sustancialmente ddistinta de la lengua del escritor; sin prescindir de cierto naturalism 9, al menas, de un cierta conocimiento cientifico de la otra lengua. Y la poesia, en cuanto lirsma 3 expresivi- dad, nace de la contaminacién, del choque entre dos almas, veces profundamente diversas.

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