100% encontró este documento útil (9 votos)
4K vistas4 páginas

Resumen Civilizacion y Barbarie

El documento describe la evolución del sistema educativo en Argentina entre las décadas de 1820 y 1880, cuando hubo un debate entre enfoques liberales y conservadores. Los liberales como Rivadavia y Sarmiento promovieron una educación laica, gratuita y vinculada al trabajo, mientras que los conservadores como Rosas y los jesuitas defendieron un modelo religioso y elitista controlado por la Iglesia. Pese a sus ideales democráticos, Sarmiento también mostró actitudes racistas hacia los indígenas y populares.

Cargado por

Liliana Gonzalez
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
100% encontró este documento útil (9 votos)
4K vistas4 páginas

Resumen Civilizacion y Barbarie

El documento describe la evolución del sistema educativo en Argentina entre las décadas de 1820 y 1880, cuando hubo un debate entre enfoques liberales y conservadores. Los liberales como Rivadavia y Sarmiento promovieron una educación laica, gratuita y vinculada al trabajo, mientras que los conservadores como Rosas y los jesuitas defendieron un modelo religioso y elitista controlado por la Iglesia. Pese a sus ideales democráticos, Sarmiento también mostró actitudes racistas hacia los indígenas y populares.

Cargado por

Liliana Gonzalez
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 4

Resumen; Civilización o barbarie Adriana Puigros

Educación con bastón y levita

El sistema educativo tuvo dos orígenes simultáneos, pero de distinto signo político. Los
caudillos pretendían que la educación reflejara su proximidad política con la gente a la
cual gobernaba, dirigida a los habitantes del pueblo. El conservadurismo liberal
centraba su interés en la educación de los dirigentes. Uno de los representantes del
conservadurismo liberal fue Bernardino Rivadavia, quien se centraba en los intereses de
los porteños de levita y quería desembarazarse del interior.
Rivadavia introdujo el método lancasteriano en todas las escuelas de Buenos Aires. Su
modelo educativo consistía en una pirámide en cuya cúspide esta la universidad.
Los caudillos por su parte prefirieron promover Juntas Protectoras de laEducación,
provinciales y locales donde se defendieran la autonomía de los sistemas educativos de
sus provincias.
El sujeto pedagógico imaginado por Rivadavia se caracterizaba por su aislamiento
respecto del resto de los connacionales, una mentalidad moderna, utilitaria,
economicista y desinteresada del contexto social.

Religión o muerte

Facundo Quiroga, pro hispánico y localista, defendía las ideas de nacionalismo,


conservadurismo y populismo. Compartía la concepción educacional colonial arraigada
en el Noroeste Argentino y no se le ocurría dudar que el campo de la educación no fuera
propiedad natural de la Iglesia Católica.
Él consideraba que las concepciones pedagógicas modernas, el laicismo liberal, el
protestantismo y los intereses ingleses había que combatirlos por igual. Facundo se
transformó en un líder popular por defender la vieja cultura y la educación
tradicionalista bajo el lema “Religión o muerte”.

Rosas asumió el poder en 1829. Su régimen sostuvo la defensa del orden educativo
colonial, coherente con el nacionalismo católico y conservador.
Durante su gobierno se estableció una dura censura de prensa y textos que no eran
acordes al rosismo.
En 1831 e gobierno de Rosas dispuso que se homogeneizaran los programas escolares,
adecuando los contenidos al conservadurismo popular.
En 1838 se borraron del presupuesto los salarios docentes y se estableció que los padres
pagaran los gastos de los locales, maestros, monitores y útiles de cada escuela. Los
fondos del presupuesto de la Confederación eran destinados a solventar gastos
producidos por Los conflictos bélicos (guerra con Bolivia y el bloqueo anglo francesas).
Rosas hacía hincapié en que el Estado no debía financiar la educación, la cual tenía que
estar en manos privadas. De Angelis (miembro del gobierno Rosista) imponía
restricciones al libre mercado educativo: la enseñanza no debía apartarse de los
contenidos ideológicos acordes con el gobierno y la Iglesia Católica.
El gobierno dela Confederación estableció que se cobraran aranceles en las escuelas
primarias públicas y se despidiera a quienes no podían pagar.
En 1836 Rosas entrega la administración de la educación a los Jesuitas. Las
contradicciones entre Rosas y Los Jesuitas no tardaron en llegar. Rosas adjudicaban a la
educación un papel más ligado al orden que al trabajo.

El liberalismo pedagógico de la generación de 1837

La joven generación reunía a jóvenes liberales demócratas que se diferenciaban tanto de


los unitarios como de los federales rosistas, aunque no todos se enfrentaron a las
instituciones de Rivadavia.
Más de 30 de ellos fundaron la Asociación de Mayo, para una revolución moral, ya que
la material no era entonces posible. Y pretendían prender lentamente, sin violencia.
Sus ideales tenían palabras claves: Mayo, democracia, fraternidad, igualdad social,
libertad, sufragio, representación, educación /ilustración, ciudadanía, dignidad, trabajo,
libertad de conciencia como condición, independencia entre sociedad civil y religiosa,
instrucción popular para superar la minoridad y la necesidad de tutela.
Los subscriptores del Dogma socialista ponen límites al elitismo: no basta con educar
una clase dirigente, si el pueblo no lo está.
Echeverría se ocupaba de los principios, Alberdi de la organización económica y las
Instituciones, Sarmiento de la cultura y educación. En cierto sentido su obra es
precursora del positivismo pedagógico que se desarrolló hacia fines del siglo XIX.
Educación y Trabajo
La crítica de Juan Bautista Alberdi a la concepción pedagógica Rivadaviana es breve
pero demoledora, especialmente cuando se la lee a la luz de los ciento cincuenta años
transcurridos, durante los cuales predominaron el enciclopedismo, la abstracción estéril
y la renuencia a vincular el trabajo con la educación.
Advierte que no olvida ni desvaloriza la educación moral pero que en lugar de un
"Colegio de Ciencias Morales" debía haberse creado un "Colegio de Ciencias Exactas y
Aplicadas a la Industria".
Hay que formar al productor, meter la modernización en las costumbres de la gente,
imbuirla de la fiebre de actividad y de empresa de los yanquis, hacer obligatorio el
aprendizaje del inglés en lugar del latín, multiplicar las escuelas de industria y de
comercio, desplazar al clero del lugar de los educadores.
Alberdi ha sido criticado por el nacionalismo popular y por algunos sectores de
izquierda por su desvalorización de las cualidades argentinas para producir el progreso.
Alberdi apuntó a un problema central: atacó al catolicismo académico y diferenció a la
religión verbalista de la educación religiosa práctica, vinculada con la sociedad y sus
necesidades, a la cual adjudicó mayor eficacia.
la concepción de Alberdi tuvo un tope, un obstáculo lamentable: sólo concibió al sujeto
pedagógico como una proyección de la cultura francesa, de la laboriosidad inglesa, de la
eficiencia norteamericana. Igual que Sarmiento, borró al sujeto social real y volvió
abstracta su propuesta educativa, que podría haber sido democrática y vinculada con la
realidad nacional.
Sarmiento y la Educación Popular
A Sarmiento le preocupaba que de los treinta mil habitantes sólo cinco mil supieran
leer. Fue el fundador del diario “El Zonda” desde dónde predicaba contra el racismo.
Fue encarcelado y expulsado a Chile en 1840. Allí despuntó sus tres pasiones
periodismo, política y educación.
Caracterizó a la población indígena y mestiza de irrecuperable. Lamentó, desde algunas
de sus publicaciones de que México y Bolivia no hubieran exterminado a su población
indígena y adjudicó el atraso de los pueblos latinoamericanos a la combinación entre la
sangre y la cultura española y los indígenas.
En Chile se relacionó con funcionarios del poder y desde allí viajó a Estados Unidos
dónde vio con interés que la educación pública estuviera amarrada a la sociedad desde
abajo, que la comunidad fuera un sujeto activo de su propia educación y que la religión
no fuera contradictoria con el desarrollo de una pedagogía moderna. Aprobó el hecho
que la educación estatal fuera supervisada por representantes de los ciudadanos,
elegidos por el voto popular.
Sarmiento pensaba que la sociedad latinoamericana requería una operación profunda:
cambiar costumbres, la cultura y el lenguaje para que la gente se volviera industriosa,
distinto de lo que pensaba Alberdi, para quién la importación de capitales y población
era condición previa para que la educación fuera efectiva. Sarmiento propuso darle a la
población una educación básica que elevara su cultura. Sus ideas pedagógicas y su
propuesta organizativa eran democráticas, pero chocaban con su diagnóstico sobre la
población latinoamericana. Dividió al pueblo en educables y no educables.
Promovió el sistema educativo más democrático de su época, al tiempo que realizó una
operación de exclusión de los sectores populares. Su idea era seleccionar a los más
aptos e invitar a emigrar a la Argentina a los pueblos noreuropeos y apoyar las
campañas del desierto que arrasaban con la población indígena.
Sarmiento no consideraba que le escuela era la única institución encargada de educar.
También apoyaba las escuelas de artes y oficios, las escuelas normales y también por
conferencias públicas y de predicación laica.
Vivió en Chile hasta la caída de Rosas. Cuando entró con Urquiza en 1852, imaginaba
un sistema educativo moderno para el país, inspirado el sistema educativo de Estados
Unidos.
Pese a los principios liberales de política educativa que guiaron la organización del
sistema, el nacionalismo católico se instaló fuertemente en el discurso.
En las últimas décadas del siglo XIX el modelo educativo liberal alcanzaba una
expansión explosiva en todo el mundo. La gratuidad, obligatoriedad y laicidad fueron
establecidas por la Ley Casati y la Ley de enseñanza obligatoria de 1877 en Italia; en
Francia por las leyes Ferry de 1881 y la Ley Goblet de 1886, se dispuso la sustitución
de los maestros religiosos por laicos. 
En Argentina se sentía la falta de una legislación que unificara los protosistemas

También podría gustarte