Concepto
El derecho subjetivo se identifica con los poderes de actuación que una persona
tiene, como el poder reconocido a una persona por el ordenamiento jurídico con
significado unitario e independiente, quedando a su arbitrio la posibilidad de su
ejercicio y defensa.
El derecho subjetivo es el poder reconocido a una persona por el
ordenamiento jurídico con significado unitario e independiente, quedando a
su arbitrio la posibilidad de su ejercicio y defensa.
El derecho subjetivo se ejerce sobre las cosas materiales del mundo
exterior y sobre todas aquellas realidades sobre las que, de alguna forma,
es posible tener un poder jurídico.
Según la doctrina, existen varios criterios de clasificación del derecho
subjetivo, así, por su objeto, pueden ser patrimoniales y extrapatrimoniales.
Origen histórico
Alejandro Ángel Guzmán Brito (jurista e historiador chileno) plantea que el derecho
subjetivo es un concepto central de los modernos sistemas jurídicos; desde tal
punto de vista podría caracterizárseles en razón de que es tarea suya el
establecimiento y regulación de estos derechos.
La Edad Moderna es el tercero de los periodos históricos en los que se
divide convencionalmente la historia universal, comprendido entre el siglo
XV y el XVIII.
Como resultado de este desarrollo científico, el derecho subjetivo se nos aparece
autónomamente configurado como la facultad del sujeto para exigir la satisfacción
espontánea de un interés suyo, pero no es esto lo que ahora importa destacar de
la noción moderna de derecho subjetivo, cuanto hacer notar que esa facultad
viene considerada con una propia existencia, como una sustancia, un ser, de
características ciertamente especiales, pero un ser al fin y al cabo, cuyo origen se
encuentra en ciertos hechos que llamamos fuentes del derecho subjetivo, y en
cuya virtud el sujeto dispone como de una fuerza, de un poder sobre cosas y
personas.
----------------------------- Juan Wilamo -----------------------------------------------------
¿Qué es el derecho subjetivo?
Una primera aproximación a esta figura es la que la distingue del derecho objetivo.
En este sentido, el derecho objetivo o Derecho (con mayúscula) se identifica con
la norma, coincidiendo así con la Ley o el Reglamento, esto es, la agrupación
sistematizada y ordenada de mandatos dirigidos a la colectividad con la función de
regular aspectos concretos necesarios para la adecuada convivencia. Por el
contrario, el derecho subjetivo se identifica con los poderes de actuación que una
persona tiene. Así, se habla de "tener derecho a algo" o de "ejercer un derecho".
Ya desde un punto de vista técnico jurídico, José Castán Tobeñas (autor español,
procurador en las Cortes de Francisco Franco) define el derecho subjetivo como el
poder reconocido a una persona por el ordenamiento jurídico con significado
unitario e independiente, quedando a su arbitrio la posibilidad de su ejercicio y
defensa. Por su parte, De Castro lo conceptúa como determinada situación de
poder concreto concedida sobre cierta realidad social a una persona como
miembro activo de la comunidad jurídica, a cuyo arbitrio confía su ejercicio y
defensa.
Comprenderemos mejor esta institución si desentrañamos su estructura, esto es,
cuál es el sujeto, su objeto y el contenido del derecho subjetivo.
En cuanto a lo primero, el sujeto del derecho subjetivo es la persona que ostenta
el poder jurídico. Aunque es necesario que el derecho subjetivo esté atribuido a
una persona y que, por lo tanto, esta exista, es posible que el sujeto esté
transitoriamente indeterminado, como en el caso del nasciturus (Persona antes de
nacer, mientras permanece en el claustro materno).
----------------------------- David -----------------------------------------------------
¿Cómo es el desarrollo del derecho subjetivo?
El nacimiento del derecho subjetivo se produce con la aparición de su titular, de la
persona que lo ostenta. Este nacimiento o adquisición puede ser originario o
derivativo. En la adquisición originaria, el nacimiento del derecho subjetivo se
produce a la vez que el nacimiento de su titular. Así, el nacimiento de la persona
determina de forma automática que tiene derecho a la vida, al nombre, a la
integridad física, etc. Por el contrario, en la adquisición derivativa el titular el
derecho subjetivo lo cede a otro, quien pasa a ostentarlo.
Por causa de la transmisión originada, la adquisición derivativa puede ser, a su
vez, traslativa, en la que el titular transfiere el derecho tal y como era ostentado
por él con anterioridad (por ejemplo, el propietario de una casa la vende), o
constitutiva, en que el titular transmite parcialmente su derecho, dando origen a
uno nuevo que se constituye mediante esa transmisión parcial (por ejemplo, el
propietario de una cosa cede a otro su usufructo).
A su vez, la modificación del derecho subjetivo se produce cuando, sin perder su
identidad, el derecho experimenta una alteración subjetiva u objetiva. Ejemplo de
lo primero es la novación subjetiva de una obligación por cambio de acreedor, y de
lo segundo es la sustitución del derecho a recibir una prestación de hacer que ha
devenido imposible por el derecho a obtener una indemnización resarcitoria de la
anterior.
El derecho subjetivo también se puede transmitir, lo que supone el traspaso del
derecho a otra persona conservando su identidad, lo que es conocido como
sucesión. La sucesión puede ser a título particular o a título universal e inter vivos
o mortis causa.
También hay que distinguir entre pérdida, extinción y renuncia del derecho
subjetivo. En la primera, su titular deja de serlo respecto del derecho subjetivo,
pero este sigue existiendo. En la segunda, el derecho desaparece. En la renuncia,
el derecho se pierde por el abandono de su titularidad por quien tiene pleno poder
de disposición sobre él, produciendo su extinción.
------------------------------------------------------ Isabel----------------------------------------
De ahí para haya si le interesa a romaini y demás
Clasificación
Por tanto, el derecho subjetivo debe tener un titular. Las situaciones posibles en
cuanto a la titularidad del derecho subjetivo son las siguientes:
1ª titularidad plena: el derecho subjetivo pertenece al sujeto en interés propio sin
restricciones.
2ª titularidad de disfrute: el sujeto tiene la titularidad para el disfrute,
correspondiendo la titularidad del dominio a otro, como en el caso del
usufructuario.
3ª titularidad representativa: se atribuye a una persona para gestionar o defender
el derecho subjetivo en interés de otra, bien porque esta no puede hacerlo (tutor
respecto del incapacitado o progenitor respecto del menor de edad) o no quiere
hacerlo (caso del representante voluntario).
4ª titularidad fiduciaria: en este caso, externamente el derecho está atribuido al
titular (fiduciario), pero internamente esa titularidad está limitada por pacto entre el
fiduciario y el verdadero titular (fiduciante).
5ª titularidad plural o cotitularidad: hay varios titulares, como en el caso de la
copropiedad o condominio.
En cuanto al objeto, el derecho subjetivo se ejerce sobre las cosas materiales del
mundo exterior y sobre todas aquellas realidades sobre las que, de alguna forma,
es posible tener un poder jurídico. Así, puede proyectarse sobre cualidades de la
persona (derechos de la personalidad, como el estado civil), productos del espíritu
humano (derecho de autor, por ejemplo); conducta de los demás (derecho de
crédito); cosas materiales y fuerzas del mundo exterior (dominio sobre las cosas
materiales o inmateriales); participación en entidades de las que se es miembro
(derecho de asociación, por ejemplo); y concesiones en exclusiva y otros
privilegios (derechos de explotación de concesiones administrativas o derechos
honoríficos, por ejemplo).
Finalmente, en cuanto a su contenido, contemplado desde un aspecto positivo, el
derecho subjetivo es el haz de facultades atribuidas al titular respecto del objeto.
Desde un aspecto negativo, su contenido se identifica con la situación de respeto
exigible por el titular del derecho subjetivo a todos los demás. Hay un tercer
aspecto, que alude a la posibilidad de proteger el derecho subjetivo mediante las
oportunas acciones (demanda judicial en defensa del derecho subjetivo, distinta
según cuál sea el derecho subjetivo defendido) y excepciones (contestación u
oposición la acción del demandante que nos reclama su derecho subjetivo,
haciendo valer el nuestro).
¿Qué clases de derecho subjetivo nos encontramos?
Según la doctrina, existen varios criterios de clasificación del derecho subjetivo.
Así, por su objeto, pueden ser patrimoniales y extrapatrimoniales.
Los primeros son aquellos que otorgan a su titular un ámbito de poder valorable en
dinero.
En los derechos subjetivos extrapatrimoniales el ámbito de poder se atribuye por
el ordenamiento jurídico a la persona en atención a razones distintas a las
económicas (derechos de la personalidad). Por el tipo de poder que otorgan,
pueden clasificarse en generales o absolutos y en relativos.
En los derechos subjetivos generales, el poder reconocido a su titular debe ser
respetado por todos los demás miembros de la comunidad (por ejemplo, el
derecho de propiedad, que tiene efectos erga omnes), aunque eso no quiere decir
que sea ilimitado (la propiedad no lo es) sino que debe ser respetado por todos.
En los relativos, se permite a su titular exigir a cualquier persona, pero no a todas,
el desenvolvimiento de una conducta (por ejemplo, el vendedor, respecto del
comprador, la conducta de pago del precio de la cosa vendida). Por último, según
su dependencia, los derechos subjetivos pueden ser principales o accesorios. Los
principales no dependen de otro derecho subjetivo para su existencia plena.
En los accesorios, el derecho subjetivo depende de otro que le sirva de soporte o
fundamento (por ejemplo, el derecho de hipoteca depende del cumplimiento o
incumplimiento de la obligación garantizada, es decir, que la facultad de realizar el
bien que garantiza el cumplimiento de la obligación para satisfacerse con su
producto el derecho de crédito del acreedor, depende de que el deudor cumpla o
no su parte de contrato, generalmente de préstamo).
¿A qué nos referimos con la buena fe y el abuso de derecho como límites al
ejercicio del derecho subjetivo?
Ejercitar el derecho subjetivo es hacer uso del poder que comporta. Ello depende
de cada derecho (en el derecho de propiedad se decide el destino que se da a la
cosa, en el derecho de crédito se cobra la deuda, etc.). Pero eso no quiere decir
que a su titular se le otorgue una capacidad de actuación ilimitada o un poder
absoluto o infinito, pues el legislador requiere que se haga un uso razonable del
derecho subjetivo. Surgen así la buena fe y el abuso del derecho como límites
fundamentales al ejercicio de los derechos subjetivos.