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Como Vasija de Barro

El poema describe a la persona como una vasija de barro, frágil y pobre. Sin embargo, al ser llenada por el agua del mar o al ser usada por Dios para recoger agua, la vasija encuentra su propósito a pesar de ser de barro. Al final, la persona agradece a Dios por permitirle ser una vasija de barro.
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Como Vasija de Barro

El poema describe a la persona como una vasija de barro, frágil y pobre. Sin embargo, al ser llenada por el agua del mar o al ser usada por Dios para recoger agua, la vasija encuentra su propósito a pesar de ser de barro. Al final, la persona agradece a Dios por permitirle ser una vasija de barro.
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COMO VASIJA

DE BARRO
Como vasija de barro, sí, Señor,
es verdad y Tú sabes que me duele,
y lo frágil que me siento, y lo pobre que soy...
Pero hoy, gracias Señor, he descubierto,
y te doy gracias, que es verdad que soy de barro,
pero que también soy vasija...

Y soñé, Señor, gracias!


Que Tú eras el mar y que yo estaba en la playa,
y que al subir la marea, el agua me llenaba
y me cubría y me rebosaba.
¡Ay, Señor! La vasija no sabe que es vasija
mientras no la llene el agua.
¡Qué le importa ser de barro, si es vasija...!
y dejarse llenar, y dejarse rebosar...
Y así ser fuente... Y así ser mar...!
¡Qué hermoso es ser vasija, aunque ésta sea de barro!

Otro sueño soñé, gracias, Señor,


que tú eras el recaudador de agua y yo era tu vasija,
tu vasija de barro, pobre y frágil, es verdad; pero, bella.
Y me llevabas de la mano
y me tratabas con cariño,
y me cuidabas con cuidado,
porque yo era tu vasija.
Y me mostrabas a todos con orgullo
y me querías y te hacía compañía,
y además, mi Dios, ¿qué sería de un recaudador de agua,
sin su vasija de barro...?

¡Gracias, Señor, por haber soñado,


gracias te doy por ser vasija,
y gracias, también, por ser de barro!

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