El Espíritu santo mi ayudador
Texto juan 14.26 romanos 8.26
Objetivo 1. Identificar la ayuda que Dios le da para vivir para Él.
A Si como los seres vivos necesitamos el aire para respirar a sí mismo el
creyente necesita del Espíritu de Dios para vivir
La biblia se refiere al Espíritu Santo como el Consolador, ” en griego es
“Paracleto”. Es un amigo inseparable para ayudarme en toda situación. El
Consejero, el Ayudador, el Abogado, el Intercesor, el Fortalecedor y el
Compañero.
El Espíritu Santo viene en nuestra ayuda. Él es nuestro Ayudador. Él nos
ayudará a vencer cualquier debilidad de la mente o el cuerpo al interceder por
nosotros de acuerdo con la voluntad de Dios.
A que nos ayuda
En nuestra debilidad Significa falta de fuerza,
La debilidad es sinónimo de agotamiento, extenuación, flaqueza, decaimiento,
desfallecimiento, por lo que muestra a un ser humano sin fuerza, débil,
dominado y sin energía.
(Flaqueza) de la naturaleza humana: (Mat 26:41).
Muchas veces encontramos hermanos luchando en contra de sus flaquezas
Todos tenemos debilidades.
¿Qué haces con ellas?
Solemos negar nuestras debilidades, las defendemos, las excusamos, las
ocultamos y las resistimos.
El cambia nuestras debilidades en fortaleza
Nos ayuda a pedir o interceder romanos 8.26
Nos ayuda conocer la voluntad de Dios Rm 8 v 27 El Espíritu Santo es
nuestro ayudador para todo lo que necesitemos para vivir una vida
conforme a la voluntad de Dios: decisiones, planes, ministerio, oración,
carácter, familia, vida personal, etc
El que nos ayuda, nos anima, nos infunde valentía y coraje para la
batalla (Rom 8:26).
El Ayudador que suprime nuestra incapacidad y nos capacita para poder
con la vida (Hch 1:8
El que nos ayuda a que todas las cosas obren para bien (Rom 8:28)
formando el carácter de Cristo en nosotros (Rom 8:29, Gal 5.22-23).
Él nos ayuda a vencer el pecado —Gálatas 5:16
Nos ayuda para vencer las prueba (2 Cor. 4:7-9).
también necesitamos la ayuda del espíritu santo para resistir la
influencia de este mundo malvado (1 . 1 juan 4-4
El espíritu santo de Dios nos ayuda dándonos el poder, o las fuerzas,
para cumplir con nuestras obligaciones a pesar de los problemas. El
apóstol Pablo pensaba que podía seguir sirviendo a Dios a pesar de las
dificultades gracias al “poder de Cristo” (2 Cor. 12:9).
El Espíritu nos ayuda para adorar a Dios:
Como creyentes, tenemos el privilegio de poder entrar en la presencia de Dios
a través de la adoración. Tristemente, muchas personas se aburren fácilmente
o no están interesadas en adorar a Dios. La verdadera adoración es
sobrenatural así que sólo puede llevarse a cabo con la ayuda del Espíritu
Santo. “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales
adoradores busca que le adoren” (Juan 4:23) Si usted quiere tener verdadera
comunión con Dios, sentir Su presencia y perderse en adoración, pídale al
Espíritu Santo que lo ayude a adorar.