La pretensión de este ensayo es denotar mi concordancia con uno de los artículos
escritos por Arturo Uslar Pietri, uno de los más grandes intelectuales del siglo XX a nivel
de habla hispana.
En este artículo, Arturo considera con detenimiento el panorama económico y
financiero de Venezuela donde destaca algo muy interesante, manifiesta que desde ese
momento teníamos una economía destructiva, es decir una economía que consume sin
preocuparse de mantener y reconstituir las cantidades existentes de materia y energía. En
otras palabras la economía destructiva es aquella que sacrifica el futuro al presente, así
mismo dejando a Venezuela en la grave situación actual.
Arturo Uslar Pietri fue abogado, periodista, filósofo, escritor, productor de
televisión y político. Pietri relata en su artículo algo interesante que dice “La riqueza
pública venezolana reposa en la actualidad, en más de un tercio, sobre el aprovechamiento
destructor de los yacimientos del subsuelo, cuya vida no es solamente limitada por razones
naturales, sino cuya productividad depende por entero de factores y voluntades ajenos a la
economía nacional” es decir da otra prueba de por qué nuestra economía es una economía
rentista desde los años de la publicación del articulo y es muy preocupante que a día de hoy
sigamos sin ver que necesitamos un cambio en la economía muy drástico abriéndonos al
libre comercio ayudando e impulsando la inversión del extranjero, dando más facilidades
para invertir en el país y poder solventar todavía la escasez y poca variedad de muchos
productos, generando más empleos con sueldos dignos para el ciudadano y muchas cosas
más que serían determinantes para el pueblo venezolano, que sin duda alguna ha sido muy
golpeado en los últimos años.
En palabras del mismo Arturo sería crear una economía reproductiva y progresiva
estable, aprovechando la riqueza transitoria que nos otorgan nuestros suelos. Debemos
crear unas bases sanas, amplias y coordinadas de esa futura economía progresiva que sería
la verdadera acta de independencia. Seria primordial sacar la mayor renta de las minas para
invertirlas totalmente en ayudas, facilidades y estímulos a la agricultura, la cría y las
industrias nacionales. La forma en la que hemos tomado el petróleo es como una maldición
que tenga como objetivo convertirnos en un pueblo parasito e inútil, pero debería ser la
afortunada conexión que permita con su súbita riqueza acelerar y fortificar la evolución
productora del pueblo venezolano en condiciones excepcionales.
En conclusión, Venezuela necesita un cambio significativo para volverse una nación
con un modelo económico funcional y progresivo, creo que sin duda no hay mejor manera
de terminar, que como el mismo Arturo Uslar Pietri “Hay que sembrar el petróleo”.