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Boletin 103 Abril - Junio 2021

Este documento describe la labor indigenista de Dora Mayer durante el Oncenio de Augusto B. Leguía (1919-1930). Mayer fundó la Asociación Pro-Indígena para defender los derechos de la población indígena y se opuso al Patronato de la Raza Indígena, el órgano oficial del gobierno. Aunque rechazó un cargo en el Comité Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo para concentrarse en otras labores, desmintió que esto significara alejarse de la causa indigenista. Mayer
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Boletin 103 Abril - Junio 2021

Este documento describe la labor indigenista de Dora Mayer durante el Oncenio de Augusto B. Leguía (1919-1930). Mayer fundó la Asociación Pro-Indígena para defender los derechos de la población indígena y se opuso al Patronato de la Raza Indígena, el órgano oficial del gobierno. Aunque rechazó un cargo en el Comité Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo para concentrarse en otras labores, desmintió que esto significara alejarse de la causa indigenista. Mayer
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BOLETÍN

MUSEO 1
JOSÉ CARLOS
MARIÁTEGUI
N˚ 103
Abril - junio
2021

DORA
MAYER
“Perseverancia
en el tiempo…”
Autor: Bruno Portugués Nolasco

ARTÍCULOS:
EL INDIGENISMO DE DORA MAYER DURANTE EL ONCENIO, LA
CONDUCTA DE LA COMPAÑÍA MINERA DEL CERRO DE PASCO:
UNA OBRA CAPITAL DE DORA MAYER, DORA MAYER COMO
SECRETARIA GENERAL DE LA ASOCIACIÓN PRO-INDÍGENA,
DORA MAYER: A UN SIGLO DE LA PUBLICACIÓN DE “LA MUJER
Y EL PACIFISMO”, DORA MAYER DE ZULEN Y LA REVISTA
CONCORDIA LAS HIJAS DEL SOL
2
ÍNDICE

Boletín Museo José Carlos Mariátegui Presentación Dora Mayer: A un siglo de la publi-
Publicación abril – junio 2021
Hecho el depósito legal en la 1 cación de “La mujer y el pacifismo”
Biblioteca Nacional del Perú Nº 2007-11322 SABY EVELYN LAZARTE OYAGUE
El Boletín no se solidariza necesariamente
El indigenismo de Dora Mayer 12
con las opiniones vertidas por los autores durante el Oncenio
Jr. Washington 1938 – 1946
WILFREDO KAPSOLI ESCUDERO Dora Mayer de Zulen y la
Lima 1 - Cercado. 2 revista Concordia
Teléfono: 321-5620
DORA SALAZAR PALOMINO
[email protected]
www.cultura.gob.pe La conducta de la Compañía Minera 15
del Cerro de Pasco: Una obra capital
Editor: Alfredo Álvarez Chambi
Diseño y diagramación: Francisco Indacochea de Dora Mayer Las hijas del sol
Colaborador: Guillermo Alexís Fernández Ramos GUILLERMO ALEXÍS FERNÁNDEZ DORA MAYER
Museo José Carlos Mariátegui RAMOS 18
6
Director:
Ernesto Romero Cahuana
Administrador: Dora Mayer como Secretaria General
Alfredo Álvarez Chambi
Encargado de Colecciones: de la Asociación Pro-Indígena
José Cáceres Montalvo NADIA MILUSHKA LÓPEZ SONCCO
Encargado del Fondo Bibliográfico:
Augusto Diaz Santa Cruz
9
Encargado de Mantenimiento:
Luis Galván Quispe
Presentación 1
Dora Mayer: capacidad generosa
de situarse en lugar del otro

Honrar la memoria de Dora Mayer es estar siempre involucra- Mariátegui La chira, Oriental, revista de la colonia china,
do en el pensamiento indigenista. Precursora sobre intercul- dirigió y financió el periódico El Deber Pro Indígena (1909 –
turalidad, investigadora sobre temas indigenistas, pensa- 1915), La Crítica (1917–1920), hasta que el gobierno de
miento feminista, reforma educativa y crítica literaria. Por ello Leguía prohibió su publicación; dirigió Concordia (1928-
rendimos homenaje en este boletín, resulta importante resal- 1929) y El Trabajo (1931-1934)
tar la influencia humana de esta figura intelectual (12 de mar- En esta edición del boletín del Museo José Carlos
zo de 1868 – 7 de enero de 1959), falleció a los 91 años en su Mariátegui, se incluyen interesantes colaboraciones de una
casa pasaje Inclán cerca de la Plaza san Martín, cercado de elite de intelectuales, sobre la intensa labor de Dora Mayer
Lima, Perú sus restos descansan en el cementerio Británico Loehts cuya identidad se menciona: Guillermo Alexis
de Bellavista Callao. Fernández Ramos; Bachiller en Historia por la Universidad
Aunque fue autodidacta sus padres se encargaron de Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), y Magíster en
sus primeras letras educativas, su madre le enseño historia, Historia por la Universidad de Estadual de Feira de Santana
Geografía, literatura, inglés, francés y música, su padre le dio (Bahía, Brasil), en la actualidad coeditor de  apostilla revista
lecciones de castellano y aritmética, su infancia y su juventud crítica de lecturas históricas. Saby Evelyn Lazarte Oyague;
se desarrollaron entre lecturas de textos de filosofía, literatu- Magíster en Filosofía por la Universidad Nacional Mayor de
ra entre otros, este aspecto se vio ampliamente favorecido San Marcos (UNMSM), docente en la Universidad de Lima,
debido al marcado aislamiento en el que sus padres la man- especialista en estudios sobre el pensamiento peruano y la
tenían; mencionan algunos tratadistas que es posible que filosofía en el Perú. Nadia Milushka López Soncco; Bachiller
esta severidad así como el dominio materno haya desperta- en Ciencias por la Universidad Mayor de San Marcos
do en Dora Mayer un ansia de libertad que ha conducido a (UNMSM), Magister en Historia por la Universidade Federal
comprender los sufrimientos de los pueblos oprimidos. de Ouro Preto (UFOP) de Minas Gerais – Brasil. Dora Salazar
Entre algunas de sus publicaciones destacan The Palomino; Periodista, redactora en Perú al día (Revista
Conduct Of The cerro de Pasco Mining Company (1913), quincenal del Lima de Morayma Rojas). Pertenece a
cuya versión en castellano se publicó un año después; La Transparencia (Institución encargada de dar transparencia a
china Silenciosa y Elocuente, estudio sobre la inmigración la gestión pública en procesos electorales). Wilfredo Kapsoli
china al Perú (1924); el indígena y su derecho (1929), El Escudero; Dr. en Historia por la Universidad Nacional Mayor
Problema Religioso en Hispano América (1929), El Oncenio de San Marcos (UNMSM), investigador, docente Universidad
de Leguía (1932), La Guerra y nosotros (1942); En busca de la Ricardo Palma, escritor, ha publicado en coautoría con el
Paz (1948) y el indigenismo (1949) entre otras obras. profesor Thakahiro Kato el libro Pensamiento de la Asociación
Su trayectoria periodística fue bastante fructífera, Pro indígena.
colaboró con los diarios y revistas más importantes de la
época, como fueron, El Comercio, La Prensa, La Crónica, El
Tiempo, La Revista Amauta que dirigió El Amauta José Carlos Luis Alfredo Alvarez Chambi
El indigenismo de
Dora Mayer durante
2
el Oncenio

Wilfredo Kapsoli Escudero

En el Perú, con su particular configuración social y su tradi- Aunque no se desvinculó de sus actores como lo de-
ción milenaria, se ha suscitado, en la época contemporánea, muestra un testimonio de José Carlos Mariátegui de que am-
una intensa inquietud por conocer su pasado y una activa bos habían asistido al III Congreso del Tahuantinsuyo realiza-
defensa de la población indígena. En esta cruzada han inter- do en Lima en 1923. Mientras tanto, Dora Mayer sí estuvo
venido no solamente intelectuales o juristas, sino también vitalmente comprometida con los hombres del Tahuantinsu-
una pléyade de hombres y mujeres sensibilizados por los yo, tanto así que a ella la propusieron para que formara parte
problemas del país profundo. Precisamente, Dora Mayer de la directiva de este movimiento gremial que actuaba en
constituye un caso singular de entrega a la causa de «los irre- oposición al Patronato de la Raza Indígena, órgano oficial del
dentos hijos del Inca», como acostumbraba a decir ella. gobierno de Leguía.
Las iniciales inquietudes literarias de Mayer, manifesta- Dora Mayer fue propuesta para el cargo de tesorera
das desde inicios del siglo XX, se fueron reorientando funda- del Comité Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo, sin embar-
mentalmente hacia una actividad mucho más práctica y espe- go, no aceptó la invitación porque tenía otras labores y por-
cialmente vinculada a la protección de la población campesina. que pensaba que los indios debían tener el grado de desen-
En esta dirección, un momento de su entrega es la que la volvimiento moral suficiente para bastarse por sí solos. Pero
hace fundar la Asociación Pro-Indígena (API), junto a otros esta negativa fue manipulada por la prensa limeña que inten-
amigos de la causa indígena, como Pedro Zulen y Joaquín tó ver en este gesto su alejamiento de la causa redentora.
Capelo. Esta fue una institución polémica, condenada por el Ante esta situación, Mayer desmintió aquella interpretación
gamonalismo y la oligarquía; fue defendida por el pueblo y señalando: «Al Comité Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo
los amigos del indio. Los hacendados, los curas, las autorida- lo considero como un factor indispensable para solucionar el
des en general y los caciques locales apostrofaron a sus histórico problema indígena, porque tal institución representa
miembros; ridiculizaron sus ideas y se ensañaron contra los la labor que hace la raza oprimida por mejorar su situación».
mensajeros indígenas que actuaban en la API. Por su parte, Cuando el Congreso lo dirigieron los indígenas reci-
jóvenes universitarios, profesionales liberales, dirigentes bió críticas violentas de los representantes de los hacenda-
obreros y artesanos se identificaron con ella; se sumaron a su dos como Luis Felipe Luna, quien calificó el evento como un
doctrina y dieron vida a este movimiento de 1909 a 1916. conglomerado de seres alcohólicos y barbaros que han insul-
Un segundo momento de su actuación, en el queha- tado la cultura de la capital, o como hizo Julio Valderrama al
cer social vinculado a la población indígena, es la que prota- señalar que era una asamblea de analfabetos que pretenden
gonizó entre 1920 y 1930 al vincularse a una institución que establecer la división del Perú en razas, establecer el Tahuan-
tomó la posta de la experiencia anterior: el Comité Pro-Dere- tinsuyo, La Comuna y traer el consiguiente caos y que la es-
cho Tahuantinsuyo. Este fue un movimiento integrado por de- tabilidad misma del sistema entre en peligro con esta acción
legados indígenas con representación nacional. Ellos tuvieron inducida al cerebro crudo de los indios. Dora Mayer respon-
una prensa activa llamada El Tahuantinsuyo, así como una só- dió a la afrenta de la siguiente manera: «Es la voz de despe-
lida organización con redes que cubrían el resto del país. Allí cho de los gamonales, pero por lo mismo, es necesario acla-
los profetas y mensajeros indígenas actuaron como interme- rar el problema. Si el Congreso Indígena es una asamblea de
diarios de los ayllus, las comunidades, las aldeas y las zonas analfabetos, entre comillas, cómo se explica que en su mesa
urbanas de la sierra. En el Comité Tahuantinsuyo participaron directiva los analfabetos den lectura de los documentos de
muchos de los que antes habían sido miembros de la API. despacho y redacten acuerdos con bastante racionalidad,
En el lustro de 1920 a 1925, Pedro Zulen orientaba aunque no estén escritos en quipus, si discursos del indio en
su inquietud a la actividad académica, básicamente a los es- quechua, que se halla feliz de haberse asociado con los otros
tudios filosóficos. Su salud estaba mellada y eso probable- miembros de su raza que han venido de distintos lugares del
mente no le permitió multiplicar sus labores. Quizás esta sea país, pero, por otro lado, como si con ella pretendieran iniciar
la razón por lo que no dejó nada escrito. La Comuna y el caos no traerían acuerdos en sesiones en el
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Dora Mayer.
En esta dirección, un momento de su entrega
es la que la hace fundar la Asociación Pro-
Indígena (API), junto a otros amigos de
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la causa indígena, como Pedro Zulen y
Joaquín Capelo. Esta fue una institución
polémica, condenada por el gamonalismo y
la oligarquía; fue defendida por el pueblo y
los amigos del indio.

sentido de invocar los altos poderes del Estado para la solu- señalando en sus páginas distintos aspectos del problema
ción de sus problemas, tampoco tendría sentido el voto de indígena y de la realidad nacional. Fue, a su vez, un periódico
aplauso que solicitan para el Presidente de la República, liderado por dos combativas mujeres cabalmente
como se observa en algunos documentos». comprometidas con el movimiento social peruano.
Mayer presentó ponencias y puntos de vista al Con- Otro aporte de Dora Mayer es la crítica al gobierno
greso Indígena abogando por la contribución de la «rama» de Leguía en el libro Once años y una variedad de folletos y
–que era una forma de recaudo económico que hacían los trabajos dedicados al objeto de su devoción afectiva: Pedro
hombres del Tahuantinsuyo para sufragar los gastos que de- Zulen (la poesía de este pensador y la nota testimonial Zulen
mandaba su movimiento– e, igualmente, presentó trabajos y yo). También colaboró con la revista Amauta.
por escrito al Segundo Congreso planteando proyectos para Dora Mayer, fue participe y protagonista de
el mejoramiento de la condición del indio y formas de cultu- inquietudes políticas que, por entonces, se fueron delineando
rización indígena, documentos que fueron publicados en la en el país como la ruptura entre Víctor Raúl Haya de la Torre
revista Pututo de Puno dirigida por Chukiwanka Ayulo. Tam- y José Carlos Mariátegui. La opción por el socialismo o el
bién siguió de cerca la realización de estas reuniones al punto aprismo dividió a las personas que orientaron sus
que criticó la dilatación del evento, señalando que en ocho coincidencias en la dirección de uno u otro líder. Mayer se
días apenas se había concluido dos puntos del programa: «a inclinó por el pensamiento aprista de tal manera que, en
este paso se necesitaría ocho semanas o mas para discutir los 1928, se apartó de Mariátegui y de la gente que se nucleaba
catorce puntos. No discurramos estérilmente, demos vida y en la revista Amauta.
eficiencia a esta reunión que es una fuerza que nace y una Años más tarde, encontramos a Mayer publicando
esperanza que alborea. Debo persistir en la devolución a los artículos en la revista APRA que dirigió Serafín del Mar. Y ella
indígenas de las tierras detentadas por los gamonales y, a mi misma también sacó un periódico llamado Trabajo en 1931.
modo de ver, debemos tarjar todo el resto del temario. Nom- Su posición fue abiertamente contraria a Mariátegui y sus se-
brar comisiones que estudien los diversos problemas hasta el guidores. Asi, en el número 4, de abril de 1931, se da cuenta
otro año. Admitir que es inútil pedir comisiones investigado- de una controversia violenta con la periodista Angela Ramos,
ras, penas y formalidades que, en el actual estado de cosas, donde se queja que «los periódicos oficialistas notoriamente
terminarían siendo una farsa; piensen que la necesidad de han cerrado sus páginas para mí, intentando silenciarme por
una táctica nueva que destruya desde sus raíces el sistema mi definitiva filiación política».
que tiene al indio frente a sus redes». No conocemos la actuación posterior (de los años
La contribución más significativa de Mayer, por cuarenta para adelante) de Dora Mayer; en todo caso, da la
entonces, fue el libro El indio peruano a cien años de la sensación de que ella se replegó más a una actividad intelec-
República libre e independiente (1921) que inicialmente fue tual, a la producción de artículos de corte internacional; de
ideado como homenaje al primer centenario de la problemas nacionales, pero sin estar vinculada a un movi-
Independencia nacional. Este texto recoge lo medular de su miento de carácter gremial o social. Empero, éstas todavía
pensamiento. Está el balance de la API y consigna los son líneas de bosquejo se su actuación durante el Oncenio.
problemas esenciales por los que atraviesa la raza indígena, Solamente un acopio sistemático de sus trabajos editados,
como son el latifundio, la servidumbre, el enganche, el como inéditos permitirá medir su gran contribución al cono-
comercio, las relaciones del yanaconaje, los servicios gratuitos cimiento de los problemas nacionales.
para el Estado, la educación y los gobiernos locales. La obra
tiene una segunda parte de colaboraciones y reproducciones
de trabajos de una serie de luchadores sociales. También por
estos años, dirigió el semanario La Crítica, con Miguelina
Acosta, que jugó un papel valioso durante varios años
5

Carta de Dora Maye dirigida a Jose Carlos Mariátegui, 1927.

El Oncenio de Leguía por Dora Mayer, 1932.


La conducta de la
Compañía Minera del
6
Cerro de Pasco:
Una obra capital de Dora Mayer
Guillermo Alexís Fernández Ramos

En 1913 salió a la luz el libro de Dora Mayer La conducta de Un primer aspecto es que fue atravesado por el tiempo
la Compañía Minera del Cerro de Pasco.1 Originalmente pu- que vivió la escritora. Son los años en que el capitalismo em-
blicado en inglés, fue editado en español al año siguiente pezó a consolidar su fase imperialista en América Latina,
por la imprenta del Consejo Provincial del Callao. En esos siendo el capital inglés desplazado por el capital de los Esta-
días su autora, nacida en Hamburgo en 1868 y radicada en el dos Unidos. Aunque eso ya se vía desde fines del siglo XIX,
Perú desde su niñez, era una intelectual autodidacta dedica- no fue sino hasta la primera década del siglo XX que sus
da al periodismo y una destacada miembro de la Asociación consecuencias se sintieron con mayor fuerza en estos territo-
Pro-Indígena (API), organización que recopilaba y difundía las rios. Justamente, el escrito describe con crudeza como la
denuncias de indígenas contra la explotación que padecían. empresa minera de Estados Unidos monopolizó la produc-
La API, fundada en 1909, en un inicio agrupó a diferen- ción de cobre y plata y creó los mecanismos para controlar
tes intelectuales, pero estos fueron alejándose debido a los cualquier tipo de comercio en la zona: «Encaminada la acción
percances que les generó el trabajo de denuncia y motivos de la Compañía a estorbar toda clase de comercio indepen-
personales. Esta situación obligó a que tres de sus miembros diente del suyo, ha ido hasta el extremo de someter a su
iniciales asuman cargos directivos: Pedro Zulen, Joaquín Ca- monopolio los dos elementos más indispensables de la vida,
pelo y Dora Mayer. Sus labores de acopio y denuncia de la como son el agua y la sal. No monopoliza el aire porque no
explotación indígena los llevó a profundizar en el estudio de puede. La empresa norteamericana había de ser la expende-
sus causas y modalidades. Es así que, en 1910, Zulen publi- dora del agua para la población del Cerro de Pasco, subordi-
cará artículos periodísticos referidos al análisis del enganche, nando también la distribución de este líquido al juego de sus
sistema de explotación basado en el préstamo de dinero o intereses. Para la venta de la sal celebraron contrato con la
fiado de mercancías a los indígenas para garantizar su pre- Compañía salinera, haciendo escasear el artículo para los ha-
sencia en las minas. Por su parte, en 1912, Capelo dio a co- bitantes del lugar».
nocer en Madrid su novela Los menguados, relato de denun- El segundo aspecto es que Dora Mayer no se confor-
cia social ambientado durante la República Aristocrática. mó con denunciar a la empresa estadounidense, sino que
Fue en este contexto de inquietud por analizar la explo- también criticó enérgicamente la complicidad de las autori-
tación a los indígenas que en 1913 se imprime La conducta dades. En el texto existen varios pasajes donde se crítica la
de la Compañía Minera del Cerro de Pasco de Dora Mayer, un parcialidad de las autoridades locales como también la tole-
estudio documentado del indolente accionar de la compañía rancia del gobierno con la empresa. En palabras de Mayer:
minera estadounidense contra el proletariado indígena que «La Compañía necesita tener de su parte a las autoridades
trabajaba en sus minas. Para esto, Mayer se encargó de des- locales, antes todavía que al gobierno central, para dar pábu-
cribir como la empresa, en contubernio con las autoridades, lo a su ambición de acomodar todo el orden social a su pro-
monopolizó la producción minera en esa zona de la Sierra pia conveniencia. En la actualidad ha comprometido en su
Central y como consolidó el sistema de enganche contra los favor a los miembros del municipio, a los subprefectos, los
trabajadores indígenas. En ese sentido, la obra brinda abun- jueces y los delegados de minería, personas todas estas, que
dante información sobre la forma en que se obtenía la mano debieran representar el interés del pueblo y del estado en
de obra, los lugares donde se trabajaba, el modo de la explo- equilibrio con el de los industriales».
tación en las minas, la permisividad del gobierno con la em- El último aspecto por resaltar es que Mayer dejó un
presa, los deficientes servicios que se les proporcionaban a valioso testimonio sobre la explotación del proletariodo de
los obreros (como el de hospitales), los peligros a los que es- origen indígena en el Perú. Las páginas más resaltantes del
taban expuestos, la violencia que padecían, las huelgas, entre texto están dedicadas a describir el sistema de enganche.
otros. Son varias las aristas que se desprenden de una atenta Para la burguesía minera ese sistema no concluía con asegu-
lectura al texto de Mayer, siendo a mi parecer tres los aspec- rar la presencia indígena en las minas para pagar el préstamo
tos que hacen de la obra una importante fuente de la época. de dinero que habían recibido.
7

La conducta de la Compañía Minera


del Cerro de Pasco, 1932.
8

Ese era solo el inicio del sistema de explotación. Una trabajadores (Flores Bordais, 2018 y Kapsoli & Kato, 2019).
vez en el campamento minero los obreros recibían pagos en Para sustentar esta idea, los autores se basan en algunas de
fichas que solo podían canjear en la tienda de la compañía. las afirmaciones de Mayer en sus conclusiones. No obstante,
Es decir, el salario que recibían, el cual por cierto era ínfimo, esa perspectiva es limitada porque el escrito de Mayer de-
lo debían de destinar a productos que vendían una tienda nunció, con bastante energía, la explotación del proletariado
(llamada La Mercantile) que pertenecía a la misma empresa indígena como, también, la indolencia de la empresa y las
minera. Asimismo, los obreros estaban expuestos a diversos autoridades estatales que cuesta creer que solo fue publica-
tipos de accidente, como en la catástrofe de Goyllarizquisga do con el propósito de cambiar la actitud del empresariado
—ocurrida un 10 de agosto de 1910—, por la explosión de norteamericano. Es más oportuno pensar que esa fue la es-
dinamita en la mina, que provocó la muerte de 67 personas trategia que Mayer usó para que su denuncia tenga una am-
(según las cifras oficiales) y la desaparición de otras 143. El plia difusión. No hay que olvidar, como se mencionó al inicio,
enganche era un sistema de explotación que Mayer ayudó a que estamos en un contexto de ebullición de estudios y aná-
comprender y denunciar con su valioso estudio. lisis sobre la explotación que padecían los indígenas. La obra
Se podría criticar algunos aspectos de la obra. Por de Mayer es un texto capital para todo estudioso del Perú a
ejemplo, el que la autora no haya comprendido por qué los inicios del siglo XX.
obreros no tenían una organización social más activa y con-
testataria. Para Mayer ello respondía a que los obreros se
habían acostumbrado a vivir así: «Con un personal de opera-
rios tan sumiso y acostumbrado a todas las privaciones, las
huelgas son poco frecuentes en los centros mineros y agríco-
las del Perú». Ella no entendió que las condiciones sociales
concretas no permitieron la suficiente capacidad de organi-
zación por parte de los obreros. Ese hecho cambió en la si- BIBLIOGRAFÍA

guiente década. Pero ese vacío no menoscaba el libro. Flores Bordais, Lourdes (2018).
Después del «Redoble por Rancas»:
La conducta de la Compañía Minera del Cerro de Pas- tierra, minería y memoria de un
co de Dora Mayer ha sido una valiosa fuente para los intere- pueblo. Tesis de maestría en
Sociologia. São Carlos: Universidade
sados en el estudio de los movimientos sociales. Es así que Federal de São Carlos.
ha sido referenciado en investigaciones clásicas (Kapsoli, Flores Galindo, Alberto (1983). Los
1975 y Flores Galindo, 1983) como también en trabajos re- mineros de la Cerro de Pasco, 1900-
1930. Lima: Pontificia Universidad
cientes (Flores Bordais, 2018). Si bien falta discutir a profun- Católica del Perú.
didad el objetivo del libro de Mayer, es común que se sosten- Kapsoli, Wilfredo (1975). Los
ga que su propósito fue sensibilizar a los dueños de la movimientos campesinos en Cerro de
Pasco 1800-1963. Huancayo: Instituto
compañía minera para que modifiquen la situación de sus
de Estudios Andinos, 1975.
Kapsoli, Wilfredo & Kato, Takahiro
(2019). La Asociación Pro-Indígena:
una contribución a la etnohistoria
peruana. Lima: Universidad Ricardo
Palma.
Mayer, Dora (1984). La conducta de la
compañía minera del Cerro de Pasco.
Lima: Fondo Editorial Labor.
REFERENCIA
Rojas, Joel (comp.) (2018). Dora
1. La obra ha merecido algunas Mayer. El sol que disipa las nubes.
reediciones: Mayer (1984), Rojas Textos esenciales. Lima: Fondo
(2018) y Kapsoli & Kato (2019). Editorial del Congreso del Perú.
Dora Mayer como
Secretaria General de la
9
Asociación Pro-Indígena

Nadia Milushka López Soncco

enero del siguiente año. Esa designación fue a raíz del viaje
que Zulen hizo al sur del Perú para luego involucrarse en el
movimiento descentralista federalista y editar su texto La Au-
tonomía (1915). Ese mismo año, Zulen también hizo un viaje
corto a Chile y luego a Argentina.
Si tenemos en cuenta que Capelo se dedicó a labo-
res que lo alejaron de los intereses públicos y, además, el
Doctor Guillermo Olano dejó la tesorería de la API, no es
exagerado decir que la mayor parte del trabajo de la Asocia-
ción Pro Indígena durante 1914 y 1916 lo hizo Mayer. Y si
bien ella no estuvo totalmente involucrada con el movimien-
to descentralista federalista del sur se sabe que, también,
apoyó desinteresadamente el proyecto de Zulen. En sus me-
morias contó que auspició económicamente sus viajes al sur.
Incluso sugirió el nombre de Las Provincias para el semanario
que Zulen tenía pensado publicar pero que, finalmente, llevó
el nombre de La Autonomía.
Pero Dora se hizo cargo de la secretaría en un con-
texto diferente al de los inicios de la API. Las denuncias ha-
bían disminuido, lo cual era una evidencia de los logros de
los objetivos de esa institución. Se había conseguido fomen-
tar una educación cívica que, por un lado, mantenía a las
personas alejadas del abuso y, por otro, animaba a los indí-
genas a buscar en las leyes el soporte legal a sus demandas.
Esta disminución también obedeció al proceso de descentra-
Dora Mayer. lización de las regiones en el camino a su autonomía (Mayer,
6 de noviembre de 1915).
El tema de la protección del indígena y los derechos
del trabajador nunca dejaron de ser relevantes para la API
Los últimos años de la Asociación Pro-Indígena (1914-1917) durante el cargo de Mayer y esto lo ratifican sus duros y muy
estuvieron marcados por cambios en su manejo interno debi- bien documentados artículos publicados en los periódicos
do a los proyectos personales de sus principales miembros. de la capital, como El Deber Pro-Indígena y La Autonomía.
Pedro Zulen, que fue elegido secretario general en enero del De igual modo, Dora no dejó de atender las cartas y telegra-
1910, emprendió un viaje para estudiar la situación de los mas que periódicamente llegaron a su despacho. General-
indígenas en el sur; Dora Mayer, se involucró con mucha in- mente, esos documentos estuvieron referidos a usurpaciones
tensidad con el movimiento feminista de su tiempo, en tanto de propiedades, secuestros, trabajos gratuitos y encarcela-
que el senador y sociólogo Joaquín Capelo ingresó a una mientos injustos. Entre los casos relevantes que atendió estu-
etapa marcada por su alejamiento de la vida política. vieron los sucesos de Llaucán, (Cajamarca), Urcón (Ancash) y
En 1909, cuando se fundó la Asociación Pro Indíge- Puno. En Llaucán había ocurrido un enfrentamiento entre las
na (API), Dora Mayer asumió el cargo de Jefa de Prensa, no fuerzas del orden y los indígenas que no quisieron pagar una
obstante, el 14 de octubre de 1914, fue nombrada Secretaria nueva y elevada cuota por el arrendamiento de tierras. Mu-
General de la asociación, responsabilidad que asumió desde rieron 118 personas.
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El tema de la protección del indígena
y los derechos del trabajador nunca
dejaron de ser relevantes para la API
durante el cargo de Mayer y esto
lo ratifican sus duros y muy bien
documentados artículos publicados en
los periódicos de la capital, como El
Deber Pro-Indígena y La Autonomía.

Además de movilizar la respectiva documentación para


el Estado, la API difundió una circular entre los delegados de
provincia para que los indígenas no puedan transferir las tie-
rras ocupadas a las personas que actúan en contra de ellos
haciendo uso de la fuerza o valiéndose de engaños. Otro
caso atendido fue el de la comunera y dueña de una estan-
cia, Carmen Quispe Coa, y de la hacendada, Adoraida Galle-
gos. Ambas venían haciendo denuncias contra los hacenda-
dos terratenientes (gamonales) de Azángaro (Puno). Sin
duda, para Dora Mayer el mayor problema de la República
era el avance de los latifundios en detrimento de la pequeña
propiedad de los indígenas del altiplano y de otros puntos
del Perú. Responsabilizaba de todo esto al gobierno, a su
actitud pasiva frente a este panorama de abusos.
Al iniciar 1915, Mayer siguió un caso proveniente de la
minería de Cerro de Pasco, específicamente el del trabajador
Santiago Valderrama, que perdió sus brazos en un derrumbe.
Este viajó a Lima para denunciar su caso ante la API pero
empresarios mineros lo amenazaron y hostigaron. Pese a que
no se logró aplicar el artículo 1° de la Ley de Accidentes de
Trabajo por la “ausencia” del denunciante, en adelante las
empresas capitalistas estuvieron obligadas a asumir ciertas
responsabilidades con sus trabajadores. También el engan-
che de operarios sufrió una significativa disminución. Mayer
atribuyó ambas nuevas realidades a la acción de la API (Ma-
yer, 13 de noviembre de 1915). 
1915 fue un año en que el movimiento indígena enca-
bezado por el general Teodomiro Gutiérrez Cuevas, apoda-
El Deber Pro Indígena N°48, 1917.
do Rumi Maqui, y su plan de restaurar el Imperio del Tahuan-
tinsuyo, se volvió en objeto de burla de la prensa limeña.
Para la representante de la Asociación Pro-Indígena, la pren-
sa trató a los indígenas involucrados con la rebelión como
sujetos sin importancia, consideró a la raza indígena como
«pobre en su esencia», que solo puede tomársela en cuenta
para la burla. La razón de esto fue porque se reclamaron he-
rederos y conductores de la nueva nación. Para ella, las bur-
las eran, más bien, un “ensañamiento cruel y estéril con la
humanidad”. Reconocía que el discurso de la prensa limeña
era peligroso porque guiaba el pensamiento de los lectores.
Así, sostuvo: “¡Burlarse de la pobreza y desgracia de los indí-
genas en momentos que más de cien individuos de esta raza
yacen victimas de cruel é impune asesinato en Azángaro!¡-
11

Burlarse de la mendicidad de esta raza es culpa de los que dos palabras, mujer correcta y mujer incorrecta, y fue en su
gobiernan, de los que piensan en el Perú! ¿Es concebible etapa de madurez —probablemente en su etapa feminista—
semejante infamia?” (Mayer, 1980 [febrero de 1916]).  en que sugirió que las niñas debiesen tener una educación
Un hecho interesante durante los años de la gestión de sexual, para romper mitos y miedos.
Dora en la API es que también comenzó a involucrarse con el En síntesis, Dora Mayer, entre 1914 y 1915, tuvo una
movimiento feminista peruano, que tuvo a María Jesús Alva- labor activa al mando de la secretaría de la API; pudo ser tes-
rado como su mayor representante. Ellas se conocieron en el tigo de algunos cambios dentro del sistema económico capi-
trabajo de la API y desde entonces mantuvieron una estrecha talista en relación a los trabajadores gracias a los esfuerzos de
relación intelectual y amical. En 1915 formó parte del cuerpo la API y a una sociedad que buscaba un nuevo futuro. Su fuer-
consultivo de la asociación La Evolución Femenina (Zegarra, za en el trabajo y defensa por los obreros e indígenas no des-
2016). Su educación autodidacta y su experiencia de vida le cuidó su participación en otros espacios, como el del derecho
concedieron las herramientas para futuras respuestas a inte- de las mujeres a una educación moderna y civilizadora.
rrogantes. En su juventud, Dora no encontró el sentido de

Pedro Zulen.

BIBLIOGRAFÍA
Mayer, Dora (6 de noviembre de Dora Mayer (1980 [febrero de 1916]).
1915). La Asociación Pro-Indígena. La sátira en su lugar. En KAPSOLI,
Memoria de la Secretaria General, Wilfredo. El pensamiento de la
dando cuenta de las labores Asociación Pro-Indígena. Cusco:
realizadas durante el último año. La Centro de Estudios Rurales Andinos
Autonomía, nº 16. Lima, pp. 2-3. Bartolomé de las Casas, pp. 81-83.

Mayer, Dora (13 de noviembre de Zegarra, Margarita. (2016). María


1915).  Continuación. La Asociación Jesús Alvarado. La construcción de
Pro-Indígena. Memoria de la Secreta- una intelectual feminista en Lima
ria General, dando cuenta de las la- (1878-1915). Lima: Fondo Editorial
bores realizadas durante el último del Congreso del Perú.
año. La Autonomía, nº 17. Lima, p. 3.
Mayer, Dora (s/f). Vida interior.
Memorias. Biblioteca Central Pedro
Zulen Universidad Nacional Mayor de
San Marcos [página web].
Recuperado de: https://sisbib.unmsm.
edu.pe/colec_fondor/?fbclid=IwAR2n
396AFOumF9ZKWZph3vQpb2YH4vg
L5sXv623cGYGUZ-WJ7F3yuRVLdrk
Dora Mayer: A un siglo
de la publicación de “La
12
mujer y el pacifismo”

Saby Evelyn LAZARTE OYAGUE1

Dora Mayer.
13

La presencia de la mujer en el quehacer intelectual del Perú


se hizo notoria a partir de la segunda mitad del siglo XIX con
Teresa Gonzáles de Fanning (1836-1918) quien, al igual que
las escritoras Mercedes Cabello de Carbonera (1842-1909) y
Clorinda Matto de Turner (1852-1909), planteaba la impor-
tancia de la escuela y la asimilación de saberes a la edad
temprana. Deseosa de también ser escuchada, la joven Dora
Mayer (Hamburgo, 1868 – Lima, 1959) abrazó la literatura,
junto al periodismo, a fines del siglo XIX y, en su madurez, se
incorporó al movimiento de defensa de los indígenas, perte-
neciendo a la Asociación Pro-Indígena. Desde todos aquellos
campos buscó ser una vocera de quienes no tenían el dere-
cho a la palabra o padecían de la discriminación.
Como algunas mujeres de su época, Dora tuvo una
educación personalizada gracias al esmero de sus padres.
Con ellos aprendió aritmética, historia, geografía, música y
varios idiomas. Autodidacta y diletante ideológica, llegó a
ser una de las periodistas más importantes de su tiempo. Sus
diferentes colaboraciones en diarios y revistas, como El
Deber Pro-Indígena (del cual estuvo a cargo) y Amauta,
evidencian que se sintió parte de los andes peruanos y alzó
su voz de protesta ante los abusos que padecían los indígenas
de su tiempo. Otra de sus preocupaciones fue el problema
de la mujer. En todo momento Mayer buscó informarse de
los principales acontecimientos sobre sus derechos en el
mundo, y fue así que supo que en Berlín, desde 1904, existía
una Alianza Femenina Internacional para el Sufragio
Femenino, así como un Comité Internacional de Mujeres
para la promoción de una paz permanente.
Por la Paz del Mundo N°2, 1951.
El primero de enero de 1921 —cuando se acercaba la
conmemoración del Centenario de la Independencia del
Perú y los principales intelectuales y académicos locales mos-
traban sus balances sobre las circunstancias de la nación y la
República— el diario El Comercio publicó «La mujer y el pa-
cifismo», un ensayo donde Mayer expresó su deseo de que
las peruanas formen parte de la Liga Internacional de Muje-
res por la Paz y la Libertad (creada en La Haya en 1915). Con-
sideró que un comité de cinco mujeres bastaría para dar al
Perú una personería oficial ante esta organización. Entre las
aludidas para formar la comisión estuvieron María Angélica
Palma, las señoritas Dammert, María Jesús Alvarado Rivera,
14

Miguelina Acosta Cárdenas, todas ellas destacadas intelec- y de gran capacidad para tener protagonismo en la interna-
tuales ubicadas en distintos frentes de lucha. cionalización de las relaciones y acciones humanas. Sus ex-
Pero Dora Mayer no sólo pensó en estas intelectuales, hortaciones constituyen la temprana tentativa de organizar a
también exhortó a otras activistas del medio a que se organi- las feministas peruanas del siglo XX en torno a una corriente
cen en torno a la figura del pacifismo. En su texto manifestó pacifista. «La mujer y el pacifismo» publicado en enero de
que guardaba la esperanza que, «superando cualquier dife- 1921 contiene los puntos de vista primigenios de Dora Mayer
rencia», su llamado tendría «un eco en todo corazón femeni- respecto a la paz y, en las décadas de 1930 y 1940, el pacifis-
no, en lo más alto y puro del sentimiento» (1 de enero de mo la animó a escribir ensayos mucho más extensos, como
1921). Recuérdese que su propuesta se daba en un contexto Pro Paz de Sur América (1938), La guerra y nosotros (1942) y
donde el mundo recientemente había sido testigo de los de- En busca de paz (1948).
sastres de la Guerra Balcánica, de la Primera Guerra Mundial,
de las masacre contra la población de Armenia y de Amritsar,
esta última una matanza ocurrida en la ciudad de  Amrit-
sar el 13 de abril de 1919, cuando soldados del Ejército Indio
Británico ametrallaron a miles de hombres, mujeres y niños
sijes, hinduistas, y musulmanes desarmados, que estaban re-
unidos en el jardín de Jallianwala para el festival de  Vai-
sakhi (Año Nuevo). De la misma forma, en el Perú los temas
limítrofes aún permanecían pendiente y los conflictos y divi-
siones por temas económicos eran numerosos.
Un punto por aclarar es que el fondo del ensayo paci-
fista de Mayer guarda relación con algunos tópicos de la filo-
sofía de los sentimientos. Influenciada por dicha propuesta,
asumió que la mujer es valiosa porque aportó a la sociedad
el lado sentimental. Ella creyó que en la mujer actuaban los
móviles netamente sentimentales, que la naturaleza senti-
mental de la mujer contribuyó a hacer del mundo más huma-
no, a aliviar las tensiones de diversas índoles y a asegurar la
supervivencia de muchos pueblos. No dudaba que «la vida
práctica» de hoy —así como las circunstancias políticas, eco-
nómicas y sociales— había ubicado a la mujer en un punto
secundario y por esto el papel de los sentimientos en la so-
ciedad se redujo, provocando un mundo menos humano, un
mundo violento.
Para la prolífica escritora y ensayista, en un «mundo an- REFERENCIA
sioso de progreso cultural» como el actual urgía el reconoci- 1. Magister en Filosofía. Actualmente
miento de la potencialidad de los sentimientos. El sentimien- es docente en la Universidad de Lima
y Universidad Ricardo Palma.
to era una fuerza que, con antelación a las razones prácticas,
permitiría la conquista de los nuevos órdenes de cultura.
BIBLIOGRAFÍA
Llegado a este punto, mencionaremos que Dora Mayer
Mayer, Dora (1 de enero de 1921).
inició su propaganda pacifista porque estuvo convencida
La mujer y el pacifismo. El Comercio,
que la peruana contemporánea era pujante de pensamiento Lima.
Dora Mayer de Zulen y
la revista Concordia
15

Dora Salazar Palomino1

El domingo 1 de julio de 1928, Dora Mayer de Zulen fundó


Concordia, una revista de carácter mensual, de corta vida
que sobrevivió hasta el mes de agosto de 1929. En uno de
sus números, la periodista de origen alemán y fundadora de
la Asociación Pro-Indígena (1909) expresó que su programa
es “particularísimo” y aspira “hacer de la revista una carta
instructiva, edificadora en pro de los hombres y pueblos in-
defensos o desconocidos, y de las entidades cubiertas de
velos de prejuicio…. y que presenta temas instructivos” (Ma-
yer, 1 de agosto de 1929, p. 17). En el primer ejemplar escri-
bió una introducción bajo el título de “La primera palabra”.
En ella termina diciendo:

La felicidad es la sensación de la simpatía, el amor, la


armonía, ¿qué amor hay en el comercio; qué simpatía
entre las naciones; qué armonía entre los hombres?
¿Ha triunfado realmente la humanidad en el momento
en que posee cualquier objeto que ha codiciado, en el
momento en que toca la mano la señal de la meta fija-
da y siente sin embargo que no posee ni toca la felici-
dad? No. El verdadero triunfo no será jamás por la lu-
cha, sino por la CONCORDIA (Mayer, 1 de julio de
1928, p. 4).

Para Dora Mayer de Zulen, Concordia significa “otro


cambio de mentalidad, alcanzar un ideal como la unificación
moral de un pueblo, sembrando gérmenes de “concordia”.
Dora Mayer Loehrs nació el 12 de marzo de 1868 en Dora Mayer.
Altona, Hamburgo-Alemania. Con su padre Anatol, su madre
Matilde y su tía Luisa salieron del país el 8 de diciembre de
1872 con dirección al Perú. En sus Memorias escribió que
ellos eran los únicos pasajeros de la fragata velera “Atalanta”,
y que cumplió los 5 años en el Estrecho de Magallanes, lle-
gando al Callao el 14 de abril de 1873. Quienes conocieron a
la familia, comentaron que Dora era una niña bonita y de inte-
ligencia precoz. Sus padres se encargaron de su educación,
nunca se matriculo en un colegio. Perfeccionó sus conoci-
mientos con lecturas de clásicos alemanes, llegando a ser una
entusiasta investigadora autodidacta. No hay que olvidar que
hasta 1909 las mujeres no podían ingresar a las universidades.
Mayer escribió en 1900 un artículo titulado “Génesis
Científico”. Su padre que trabajaba como corresponsal de
16
Las inquietudes literarias y sociales
de Mayer se orientaron al problema
indígena, con una actitud de denuncia
audaz, precursora y valiente. Escribió
numerosos artículos y diversos libros,
donde muestra su preocupación por
la población indígena y los obreros
mineros.

El Comercio en el Callao la acompaño a presentar su trabajo También tocó temas de política y literatura (cuentos, poesía),
para que sea revisado por el Doctor Antonio Miro Quesada, clases de inglés, se preocupó por la salud, etc.
quien luego de observarlo aprobó su publicación; leyendo ya Por iniciativa de su directora, Concordia contó con una
otro artículo de la joven autodidacta exclamó: “esta mujer sección “Pro Indígena”. Entre los artículos presentados, des-
escribe como hombre”. taca “Fuego de Entusiasmo”, referente a la fiesta de Aman-
En “Génesis Científico”, Mayer aborda el tema sobre caes. Dora Mayer la elogia, llegando a considerar un gran
el origen del hombre, defiende la teoría de Darwin y se pro- acierto que los indígenas ahora participen de esta festividad
nuncia así: “Estamos al fin del siglo XIX, y aun las personas se que durante décadas había sido netamente limeña. “En los
indignan cuando se dice que los seres humanos pueden ser Amancaes ha comenzado al fin latir el corazón de nuestra
descendientes de los monos”. raza”, sostuvo. Los colaboradores más frecuentes de la revis-
Las inquietudes literarias y sociales de Mayer se orien- ta fueron: Angélica Palma, los poetas Carlos Concha y Abi-
taron al problema indígena, con una actitud de denuncia au- gail Lozano, Federico Bolaños, María Negrón Ugarte, Mateo
daz, precursora y valiente. Escribió numerosos artículos y di- Camacho y Bueno.
versos libros, donde muestra su preocupación por la Dora Mayer como fundadora y directora de Concordia,
población indígena y los obreros mineros. De igual manera, escribió las editoriales, algunos artículos y respondía las car-
escribió artículos para diferentes periódicos de los departa- tas de sus colaboradores. Pero también publicó artículos se-
mentos del Perú, como: La Federación, El Misti de Arequipa; sudos en varios números de esta. De los números a los que
El Volcán, La Voz del Sur de Cusco; La Revolución de Huan- hemos tenido acceso nos interesa dar cuenta de algunos ar-
cayo; La Lucha de Cerro de Pasco. En Lima, escribió para los tículos que consideramos los más representativos.
diarios El Comercio, La Crónica, El Callao, El Tiempo, La El primer artículo, Cómo contó un sabio a su hijo la
Prensa, y las revistas El Amauta, Labor, y de la colonia China historia del género humano, es un relato literario sobre la
Oriental. Pero no se limitó a escribir, sino que también enca- evolución del género humano que hace un sabio imaginario
bezó diversos proyectos impresos. Dirigió El Deber Pro-Indí- a su hijo para ubicarlo históricamente. El segundo artículo, La
gena de 1912 a 1917, La Crítica con su abogada y amiga doctrina de Tolstoi, fue un elogioso homenaje a la figura de
Miguelina Acosta Cárdenas desde septiembre de 1917 a León Tolstoi, a quien Dora Mayer consideró el apóstol ruso,
agosto 1920, Concordia de 1928 a 1929 y El Trabajo de 1931 por su gran amor a la humanidad y por su condición de ilustre
a 1934. maestro. El texto se preparó como parte de las conmemora-
La primera edición de Concordia de Dora Mayer de ciones por el centenario del nacimiento del ilustre novelista
Zulen apareció en julio de 1928. Su subtítulo habla de su in- nacido el 9 de septiembre de 1828.
tención: Revista Mensual Instructiva. Su tamaño fue de 16 x Mayer también publicó Haciendo recuerdos de Zulen,
21 cm., su precio era de 25 centavos y se vendía en Lima, en donde realizó un recuento apasionado de la figura de su
el Bazar Pathe-Agencia GEO, calle de la Pelota, y en los amado Pedro Zulen, a quien consideró como un símbolo de
puestos de venta de periódicos, mientras que en el Callao se la redención humana. En esta obra, la directora de la revista
vendía en la Casa Newton. Para darle continuidad a la revista, expresó: “El destino quiso que Zulen, digno de nota sobre
Mayer consiguió apoyo económico mediante la publicidad, todo por aquella obra suya, viniera al mundo en el aniversario
por lo que en sus páginas puede observarse anuncios de res- del descubrimiento de América, hoy llamado Día de la Raza,
taurantes, establecimientos comerciales, de ferreterías, estu- el 12 de octubre”. Para Mayer, Zulen era hombre que debió
dios fotográficos, revistas, periódicos, bazares, chifas, locería ser un heraldo del levantamiento de las razas y clases injusta-
y ferretería. mente desdeñadas por degeneraciones creadas bajo obse-
En Concordia, se observa la inquietud de su directora sión de perjuicios insostenibles.
en dar prioridad a artículos para la familia, porque incluía lec- Un último punto para considerar es que, en Concordia,
tura para niños, la crianza de los hijos (los buenos modales). Mayer emitió opiniones favorables sobre las intelectuales muje-
17

res más destacadas en ese momento. De Angélica Palma dijo


«Exquisitez, tradicionista y atractivo femenil», de Juana Alarco
de Dammert «Enérgica activísima y conciencia de responsabili-
dad moral», de Miguelina Acosta Cárdenas «valor y poder de
iniciativa», de Elvira García y García «aculturación propia y en-
tusiasmo por el adelanto de su sexo», de Luisa Dammert «bon-
dad y amor a lo bello en cualquiera de sus formas» y de Maria
Wiesse de Sabogal «robustez e independencia».
La experiencia de la revista Concordia culminaría en
1929. Aunque esta aventura intelectual no duro mucho tiem-
po, fue un hito importante en la historia del periodismo cul-
tural hecho por las mujeres en nuestro país que es necesario
seguir investigando.

Dora Mayer.

BIBLIOGRAFÍA
Adolph, Joseph (1989). Dora. Lima:
PEISA.
Kapsoli, Wilfredo (1980).
El pensamiento de la Asociación
Pro-Indígena. Cusco: Centro de
Estudios Rurales Andinos Bartolomé
de las Casas.
Mayer, Dora (1 de julio de 1928).
Concordia N° 1, Lima, p. 4.
Mayer, Dora (1 de agosto de 1929).
Concordia N° 2, Lima, p. 17.
Mayer de Zulen, Dora (1992).
Memorias. Vol. I y II. Lima: Seminario
de Historia Rural Andina UNMSM.
Las hijas del sol1
18

Dora Mayer

Los limeños tienen el gusto estético educado en los salones y una pobre figura al lado de las cumbres empinadas; despre-
por eso los atractivos elementales del campo no conmueven cio el ambiente saturado de perfumes de voluptuosidades
su corazón. No pueden imaginarse la belleza de un hogar co- malsanas; desprecio el eco de vuestros valses, porque voso-
locado en solitaria puna, al pie de las rocas de corte atrevido, tros despreciáis las melodías de los pájaros que Dios hizo y el
por entre las cuales chifla el viento delgado de la sierra. ritmo de las quenas consagradas por la memoria de mis
Para el limeño el único mundo posible es el que se abuelos. Yo echo el guano en la tierra húmeda de mi chácara
agita delante de la ventana de reja, donde pasan los enamo- para que vosotros podáis contemplar con orgullo el mármol
rados, circulan los carruajes y se ponen en exhibición los ve- blanco de vuestros monumentos públicos sin pensar en el
cinos con sus vanidades o su talento. pan de cada día».
El limeño no se inclina ante la majestad del trabajo El departamento del Cuzco paga al año un millón de
constante y rudo. No se inclina ante la mujer de trenzas sen- soles en contribuciones, y la región de Chanchamayo hace
cillas que cosecha papas con manos callosas. El limeño des- ingresar el valor de medio millón en el tesoro de la Repúbli-
precia a la india por el traje que viste, sin mirar que es el más ca. ¿Producen los limeños tales sumas con su actividad? no;
apropiado para la vida que lleva y expresa su ser tan exacta- las gastan, pero no las crean. La riqueza del país es la obra
mente como la ropa de seda y encajes interpreta el alma de del hombre burdo que masca coca y no entiende del deporte
la dama elegante. El limeño comenta el desaseo en que se de las carreras y regatas. El barniz social no debe tocar a los
mantiene la campesina, y no menciona el aire puro que hace campesinos. Los jóvenes exquisitos no podrían nunca hacer
asomar la sangre roja a sus mejillas bronceadas. el trabajo de la agricultura y de las minas. De allá de los villo-
El limeño mira con antipatía a la indígena que conside- rios que se hallan pegados al cerro como un nido de águilas,
ra como un testimonio sobreviviente de los tiempos primiti- salen los hombres aptos para soportar las fatigas de la guerra
vos de su patria, como el recuerdo de un origen que desea que apenas están probando hoy los reservistas de Lima y el
olvidar. Para el limeño no hay objetos más codiciables que Callao. La patria puede utilizar un número mucho mayor de
palacios a la europea, carros pullman, parques ingleses y ar- mujeres domésticas y trabajadoras, que de diplomadas en
cos de luz eléctrica. instrucción primaria y media. Lástima nos daría ver a la aldea-
A un viajero de ultramar le encantarían las hijas del sol, na descualificarse en los liceos de la capital para los servicios
con su gracia desenvuelta sus brazos robustos, su dentadura que debe prestar en la comunidad, reemplazando sus hábi-
menuda y sus ojos rientes; le causarían admiración los colo- tos simples con ambiciones refinadas. Lástima nos daría verla
res pintorescos de su indumentaria y la agilidad con que car- en el Colegio de San Pedro, aprendiendo a hacer bordados
gan el hijo, la mercadería o el ajuar de la casa. y flores de mano, cuando sabe cultivar los frutos vivos y sa-
En Alemania hay muchísimas aldeas en que se conser- brosos del campo; lastima nos daría ver transformarse en una
van los trajes y las costumbres originales del pueblo, y es allí modista a la robusta nodriza del obrero y del soldado raso.
donde los pintores, músicos y poetas van en busca de inspi- Hay que conservar en el pueblo indígena los rasgos
raciones para su arte; es allí donde el turista se detiene con que lo distinguen de la sociedad urbana. La india debe ser
placer a sentir los latidos de una vida fresca que no participa feliz y respetada en sus valles natales; en el centro de su la-
del hastió de la cultura universal. bor; en medio de las espigas doradas del trigo y la fragancia
El aldeano se encuentra rodeado de un paisaje carac- de las silvestres retamas.
terístico, propio de su terruño, mientras que el habitante de Dice un autor: «La mujer indígena, esclava del Perú;
las ciudades se destaca sobre un fondo constituido por calles pasto de la sensualidad y explotación de los sátrapas y seño-
que tienen tanto más de monótonas, como que se van adap- res feudales. Sí; ésta es su desgracia, no la ausencia de la
tando a los conceptos comunes de la civilización. cultura limeña que la malograría».
También la india podría decir: «Desprecio la ciudad en Las hijas del sol que viven en Puno, en Cuzco, en Apu-
que mora la cortesana ociosa; desprecio el alcázar que haría rímac y Junín no tienen hermanas en Lima. No encuentran
19
Los gobernadores, alcaldes y mandones
se constituyen cada mes en los
20
domicilios de los indios para exigirles
una contribución de huevos, gallinas y
carneros con el pretexto de que se la
destina para la autoridad superior.

ningún corazón que por las afinidades de la sangre o del prisión, en vez de emplear sus brazos en faenas útiles. Duran-
sexo se conmueva con los agravios que sufren. De otra ma- te su confinamiento los gamonales han usurpado todos los
nera no seria posible que las damas que tanto consiguen terrenos de «Tongoyapa» y «Cusipata» pertenecientes a ellos
para sus obras de caridad, no hayan podido proteger en algo y los juicios respectivos demoran de un modo indefinido. Es
a la mujer de las provincias. La señora limeña ejerce mucha fácil, imaginar la situación aflictiva en que se encontrarán las
influencia en el círculo que la rodea: ella razona, ella ruega madres, hermanas, esposas e hijos de los acusados. A pesar
hasta obtener los favores más grandes– Ella va de diputado del deseo que tienen de defender sus bienes, verán desman-
en diputado, de municipal a municipal, de los ministros al telar sus casas y arrear su ganado sin poderlo impedir.
presidente y del presidente al arzobispo, para dar impulso a ¿Y como quiere el gobierno que procedan los indios?
sus instituciones humanitarias. Ella mueve el estado ¡Que Si se sublevan, los encarcela y si no se sublevan, no atiende
vaya a su misión angelical con la carta de una campesina en sus quejas, según lo afirma también La Prensa de Huaylas,
la mano! refiriéndose a condiciones semejantes en el departamento
La india puneña comparte la suerte de los comunes a de Ancash.
quienes persiguen las arpías del lucro. La caballada del go- Por fin, aun los verdugos más severos de la raza indíge-
bernador escarba los potreros que el marido ha sembrado de na entiende que al ser humano hay que concederle unos mo-
papas y ocas para el sustento futuro, o el patrón reclama en mentos en que pueda desatar su espíritu oprimido y entregar-
tal grado los servicios del padre de la familia que no le queda se al placer. Para esto se organizan las fiestas religiosas, que
tiempo absolutamente para dedicarse al cultivo de su chacra. después de haberle costado dinero al indio para el gasto de
Viene pues, el hambre en la estación de las cosechas que velas, cohetes y adornos del altar, le proporcionan la ocasión
encuentra el surco vacío. de cantar, bailar y libar copas de un aguardiente perverso.
Los gobernadores, alcaldes y mandones se constitu- Según nos cuentan, un viajero ilustre dijo con palabras
yen cada mes en los domicilios de los indios para exigirles lacónicas: «Los legisladores del Perú no tienen que preocu-
una contribución de huevos, gallinas y carneros con el pre- parse del porvenir del indio: el alcohol iluminará esa raza».
texto de que se la destina para la autoridad superior. Las Temas son los anteriores extraños a las inteligencias ha-
autoridades locales se apoderan de las acémilas de los in- bituadas a los salones y escuelas, pero no extraños para ser
dios para hacer conducir carga por su cuenta a La Paz y Tac- sometidos a la bondad ilimitada de las almas filantrópicas. Las
na, sin remuneración de ninguna especie. A los indígenas hijas del Rímac no han cumplido su deber, haciendo famosa la
que se resisten a vender a vil precio su ganado se les condu- metrópoli peruana por la caridad que encierra; la mujer que
ce a la cárcel y se les obliga a pagar una multa de 2 soles, vive en la capital debe regar la felicidad por todos los ámbitos
para recobrar la libertad. Si circula alguna moneda mala, que de la república, y saliendo del confín estrecho de su hogar,
las oficinas públicas se niegan a recibir, los indios la tienen concebir necesidades y anhelos diferentes a los suyos. La mu-
que aceptar a palos. jer es el amparo de la virtud y el baluarte contra la crueldad;
Siendo triste y desesperada la vida de la indígena el sentimiento femenino desahucia jamás a un ser afligido,
mientras sigue su curso la rutina; ¡cual tormentosa no será diciéndole que apure el cáliz del veneno y que rinda el cuerpo
cuando pesa una hostilidad en mayor escala sobre los al taco del tirano. La mujer interviene entre el acto brutal y la
individuos masculinos de su familia! víctima, no tolera el dolor en ninguna forma. Las lagrimas no
Dentro de poco hará un año que están en la cárcel los solo puede correr cerca de ella, si se cubre la vista para no
indios sindicados como autores del motín en Pomata, entre verlas. Es preciso que las vea; que mire el infortunio de sus
los cuales figura en primera línea José Antonio Calamullo, prójimos, sus compatriotas. No tardará entonces en organizar
que estuvo en Lima como mensajero en Juli en 1902. una comisión que se dirija al palacio de gobierno, más pode-
Son 87 los ciudadanos enjuiciados militarmente por rosa que la comisión de los indios mensajeros, porque un des-
aquel suceso, 87 hombres que pierden el tiempo en una triste aire ofrecido a ella tendría hondas repercusiones sociales.
21

El objeto no sería esta vez reunir fondos como para el


Centro Social, la Cuna Maternal o el Árbol de Pascua en Mi-
raflores; se trataría primeramente de pedir la libertad de 87
encarcelados y asegurar la paz a centenares de mujeres ame-
nazadas en sus derechos más elementales. Poco a poco se
irían formulando otras solicitudes según los informes que su-
ministran los memoriales subsiguientes del Centro, Sur y
Norte de la República, ilustrando el criterio en un asunto tan
poco conocido al principio. En cada ciudad del Perú podría
haber una junta de señoras que sirviera de tribunal de apela-
ción a la colectividad indígena, que durante siglos no ha te-
nido en quien depositar su confianza. Basta para estimular a
esfuerzos no comunes la reflexión de lo que es y lo que pu-
diera ser nuestro pueblo provinciano. Compárese a la pobla-
ción rústica de aquí con la de otros países: los campesinos
alemanes ostentan su orgullo flemático, los ingleses su placi-
dez patriarcal, los franceses capitalizan su trabajo; en todas
partes son conservadores, testarudos, primitivos en sus ideas,
pero tan desgraciados como en el Perú, solo en Rusia. Y allá,
en el vasto imperio del Volga, llevan las mujeres entre las ro-
pas bombas de dinamita para romper las cadenas que opri-
men a su raza.
¡Mujeres de Lima, mujeres cristianas, mujeres devotas!
¿traéis vosotras de vuestros templos menos valor para hacer
el bien que las rebeldes moscovitas de las salvajes asambleas
anarquistas, o las idólatras incaicas de sus preces ante la ima-
gen del Sol? ¿El Dios de vuestros padres fue fecundo en luz Tumba de Dora Mayer.
para la ciudad y en calor para la campiña? ¿Debemos rene-
gar del cristianismo impotente y volver de nuevo los ojos al
símbolo de la prosperidad y armonía desaparecidas de nues-
tra tierra? ...

Callao, 19 de noviembre de 1907.

REFERENCIAS
1. Artículo publicado en La Prensa,
Lima, ed. mañana, 29 noviembre
1907, p. 1.
ACTIVIDADES MES DE JULIO
2021

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educativas sobre la vida del Amauta (previa cita) Organiza: MJCM y Archivo JCM
Sábados 3, 10, 17, 24 y 31 Hora: 7:00 p.m.
Biblioteca José Carlos Mariátegui Talleres artesanales:
(textos sobre el Amauta y otras materias TALLER DE ENCUADERNACIÓN ARTESANAL Jueves 15
Hora: 11:00 a.m.
en general).
TALLER DE JABONES ARTESANALES DECORATIVOS
Exposición de pintura virtual
Hora: 3:00 p.m. “PASION Y COLOR EN EL BICENTENA-
Realización de actividades culturales: TALLER DE BORDADO AYACUCHANO RIO“
Hora: 6:00 p.m.
conferencias, seminarios y exposiciones. del artista Juan Acha.
Organiza: MJCM y Archivo JCM
Lugar Facebook MJCM
Profesora: Urpi Portugués
Organiza: Museo José Carlos Mariátegui
Lugar: Vía Zoom
Hora: 7:00 p.m.
HORARIO DE ATENCIÓN
Domingo 4 Viernes 16
Martes, jueves y viernes: MUA Museos Abiertos POEMAS A LA CARTA
10:00 a.m. a 3:00 p.m. CLORINDA MATTO DE TURNER. Participación de los poetas: José Luis Adriánzen
VIDA Y OBRA. Novoa, Rubén Darío fuentes, Raúl jurado Párraga,
Participa: Grupo Cultural “Verbo y Piedra”, Roberto Juan Maldonado, Isabel Matta Bazán, César Reyes
Aldave, Areli Araoz , Alida Castañeda, Rodolfo Campos
Dondero, Roció Garrido, Rodolfo Garrafa Lugar: Vía zoom – Facebook LIVE
facebook.com/mariategui Organiza: Museo José Carlos Mariátegui
Organiza: Museo José Carlos Mariátegui
twitter.com/casamariategui Hora: 11:00 a.m. Hora: 7:00 p.m.

Todos los boletines se encuentra online en:


issuu.com/casamariategui

http://casamariategui.cultura.gob.pe

“Los pueblos de América española se mueve en una misma dirección.


La solidaridad de sus destinos históricos no es una ilusión de la literatura
americanista. Estos pueblos, realmente, no solo son hermanos en la
retórica, sino también en la historia…”
José Sabogal
José Carlos Mariátegui José Carlos Mariátegui “Variedades”, 6 de diciembre de 1924
ca. 1947, Xilografía.

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